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EXPERIENCIAS PARA CONSTRUIR FUTUROS PROGRAMA DE ENERGÍA LIMPIA PARA COLOMBIA 2012-2017

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EXPERIENCIAS PARA CONSTRUIR FUTUROS

P RO G R A M A D E E N E R G Í A L I M P I A PA R A C O L O M B I A 2 0 1 2 - 2 0 1 7

EXPERIENCIAS PARA CONSTRUIR FUTUROS

P RO G R A M A D E E N E R G Í A L I M P I A PA R A C O L O M B I A 2 0 1 2 - 2 0 1 7

PROGRAMA DE ENERGÍA LIMPIA PARA COLOMBIA 2012-2017INFORME PRINCIPAL

PROGRAMA DE ENERGÍA LIMPIA PARA COLOMBIAAgencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)

Dirección del Programa José Eddy Torres, Director Jairo Gutiérrez, Asesor Técnico Senior/ Gerente de Programa María Ochoa, Subdirectora Claudia Rojas, Gerente Contratos y Donaciones Jesús Gómez, Líder Energía Renovable

Equipo técnico Juan Fernando Quiroga Gerardo Chávez German Rincón Miguel Borbón James Mamián Maigel Lerma Igor Rodríguez Isabel Ramírez Mauricio Cardona Paulo López Juan Sebastián Estrada Elizabeth Gómez Orlando Ramírez Paola Molina Santiago González

Monitoreo y Evaluación Isabel Cristina Campos Marisol González Vanessa Guisao

Comunicaciones Juan Daniel Correa María Camila Cortes

FotografíaEl registro fotográfico fue tomado durante el proceso de ejecución del Programa en los diferentes sitios de intervención. Se prohíbe su copia o reproducción para ser usado en cualquier otra publicación o medio.

Primera edición Bogotá D.C, Colombia Marzo, 2017 Todos los derechos reservados, 2017

ISBN: 978-958-56157-8-6

Este documento fue producido para su revisión por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Fue preparado por Tetra Tech Inc. Programa de Energía Limpia para Colombia, bajo el contrato de USAID N ° AID-514-C-12-00002.

RenunciaLas opiniones expresadas en esta publicación no necesariamente reflejan las opiniones de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ni del Gobierno de los Estados Unidos.

Contactos Programa de Energía Limpia para Colombia: José Eddy Torres, Director / [email protected] Jairo Gutiérrez, Asesor Técnico Senior / Gerente de Programa [email protected] http://www.tetratech.com/ http://www.ccep.co/ USAID/Colombia Oficina de Medio Ambiente Embajada de Estados Unidos Calle 24 Bis No 48-50. Bogotá, D.C. Colombia Conmutador Embajada +57 (1) 275-2000 +1 (202) 216-6213

Diseño, diagramación y coordinación editorial Taller de Edición • Rocca® S. A.

Impresión y acabados Editora Géminis S. A. S.

Este documento se terminó de imprimir en la ciudad de Bogotá el mes de marzo de 2017.

CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN 11

1.1. Contexto del Programa 11

1.2. Estructura del informe final 16

1.3. Sobre nuestros libros 16

2. ENFOQUE Y ESTRATEGIA DE IMPLEMENTACIÓN DEL PROGRAMA 17

2.1. Enfoque de la implementación 18

2.2. Cobertura geográfica y temática 23

3. DESCRIPCIÓN DEL PROGRAMA Y PRINCIPALES LOGROS 25

3.1. Tarea 1. Promoción de un clima facilitador y desarrollo de capacidades para impulsar la energía renovable y eficiencia energética en Colombia 25

3.1.1. Planes de Energización Rural Sostenible - PERS 26

3.1.2. Incentivos tributarios y estructuración de proyectos a profundidad para motivar la inversión del sector privado en energía limpia 28

3.1.3. Otros desarrollos de planeación y regulación 32

3.1.4. Proyectos demostrativos y educativos 34

3.2. Tarea 2. Expansión de acceso a fuentes de energía renovable en zonas no interconectadas 39

3.2.1. Principales desafíos enfrentados 39

3.2.2. Proceso de preselección de comunidades y proyectos 40

3.2.3. Metodología del CCEP para el desarrollo de proyectos de ER participativos y comunitarios 41

3.2.4. Proyectos rurales de energía renovable - experiencias para el futuro 44

3.2.4.1. Microcentrales hidroeléctricas 45

3.2.4.2. Sistemas solares fotovoltaicos e intervenciones complementarias 56

3.2.4.3. Uso productivo de la energía solar 62

3.2.4.4. Sistemas solares para salud y otra infraestructura social 67

3.2.4.5. Sistemas híbridos solar-diésel-batería 71

3.3. Tarea 3. Promoción de inversiones en eficiencia energética y energía renovable 77

3.3.1. Evaluación de subsectores industriales y tecnologías 77

3.3.2. Identificación de industrias objetivo y desarrollo de proyectos 80

P1. Portafolio caso a caso (LCA) 80

P2. Portafolio de proyectos ESCO iniciales 81

P3. Portafolio CVC/CCEP del corredor industrial de Yumbo 82

P4. Implementación de sistemas mejorados de combustión aire-combustible para la industria ladrillera 84

P5. Portafolio de optimización de combustión en calderas y hornos 86

P6. Portafolio del mecanismo para la estructuración de proyectos de energía limpia (PPF) 90

Carvajal, hace las cosas bien 92

3.3. Resultados del programa 95

4. LECCIONES APRENDIDAS 97

APÉNDICES 103

APÉNDICE 1. Enlaces a videos del programa de Energía Limpia para Colombia 105

APÉNDICE 2. Entidades Participantes en el Programa de Energía Limpia para Colombia 111

Entidades públicas 111

Instituciones educativas 111

Instituciones de salud pública 112

Organizaciones comunitarias y ONGs 113

Industrias participantes 113

Organizaciones y empresas privadas 114

Agradecimiento especial 115

ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS

FIGURASFigura 1 Índice de cobertura eléctrica (2012) 11

Figura 2 Estructura operativa por tareas o áreas de trabajo 17

Figura 3 Instituciones públicas 19

Figura 4 Organizaciones Comunitarias y ONGs 19

Figura 5 Sector privado 19

Figura 6 Inversión movilizada (en USD) 20

Figura 7 Mapa de cobertura geográfica y temática de Proyectos CCEP 22

Figura 8 Deducciones tributarias de la Ley 1715/2014 para inversiones en energía limpia en Colombia 29

Figura 9 Metodología participativa del CCEP para la identificación, creación de consenso, diseño e implementación de proyectos rurales de energía renovable 41

Figura 10 Esquema de sistemas híbridos solar-diésel-batería 71

Figura 11 Consumo final de energía por sector. Colombia 2015 78

Figura 12 Distribución del consumo final de energía en el sector industrial por fuente energética 2014 78

Figura 13 Comparación triangular de los aspectos económicos, sociales y ambientales de los subsectores industriales 79

TABLASTabla 1 Solicitudes de incentivos de la resolución 563 por sector 2013-2016 13

Tabla 2 Principales logros en apalancamiento de recursos 21

Tabla 3 Evolución de los portafolios de proyectos de Tarea 3, 2012-2016 80

Tabla 4 Ladrilleras participantes en el programa con CAEM 86

Tabla 5 Resultados de optimización de calderas, 10 proyectos 88

Tabla 6 Resultados de optimización de hornos, 11 proyectos 89

Tabla 7 Resumen de 17 proyectos PPF estructurados en 2015-2016 93

Tabla 8 Indicadores de programa - resultados del ciclo de vida del CCEP (2012-2017) 95

PROGRAMA DE ENERGÍA LIMPIA PARA COLOMBIA

EXPERIENCIAS PARA CONSTRUIR FUTUROS

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1. INTRODUCCIÓN

1.1. CONTEXTO DEL PROGRAMA

El Programa de Energía Limpia para Colombia (CCEP, por sus siglas en inglés) es financiado por USAID, con un pre-supuesto de $18,7 millones de dólares. El programa fue concebido como la actividad insignia de USAID en Colombia en cuanto a energía limpia, bajo el pilar de energía limpia de la Iniciativa de Cambio Climático Global de USAID. El CCEP se implementó entre 2012 y 2017, con el objetivo claro de contribuir a “incrementar el acceso a fuentes de energía renovable y a prácticas de eficiencia energética en Colombia, mediante la combinación de apoyo al desa-rrollo de proyectos, asistencia técnica y facilitación de reformas ambientales”.

Cuando se inició el Programa a comienzos de 2012, eran sombríos los prospectos de que se invirtiera de manera generalizada en eficiencia energética y se diera una integración de “fuentes no convencionales de energía” –como se conocen en Colombia las pequeñas centrales hidroeléctricas (<10 MW) y el resto de recursos energéticos re-novables alternativos– en la matriz energética del país, por varias razones:

• Suministro y cobertura de electricidad. El país es rico en fuentes convencionales de energía. El parque generador instalado y la producción de energía históricamente han dependido en gran medida de recursos hídricos renovables de gran escala, que aún tienen un potencial significativo de expansión sostenible. Para 2012, el Sistema de Interconexión Nacional (SIN) suministraba al 96% de la población del país energía limpia y asequible. Por lo tanto, no existía un sentido de urgencia entre decisores de la política, ni presión por parte del mercado, para desarrollar recursos energéticos renovables alternativos, pues se percibía que la matriz energética ya era limpia1.

Prevalecía una falta de urgencia similar con respecto a la expansión de generación eléctrica por fuera del SIN. De acuerdo con el Plan Indicativo de Expansión de Cobertura de Energía Eléctrica (PIEC) 2013-2017, se estimaba que, de las 470.244 viviendas sin energía eléctrica, solo 90.000 no estarían interconectadas al sistema nacional dentro de un marco de tiempo razonable.

• Energía Renovable (ER) conectada al sistema nacional. Históricamente, las señales reguladoras han sido neutrales en términos de incentivar una tecnología de generación por encima de otra, y esto ha resultado en la instalación de generación energética principalmente convencional. Las

1 La capacidad instalada en 2011 era 64% hidroeléctrica grande, 27% gas natural (la fuente fósil más limpia), 5% carbón, 3% pequeña hidroeléctrica, y < 1% cogeneración y eólica. Típicamente, el 80% de la electricidad se generaba en grandes centrales hidroeléctricas. A pesar de la construcción de nuevas centrales hidroeléctricas, hacia 2018 la capacidad instalada aún no alcanzaría la séptima parte del recurso hidroeléctrico potencial. Aún con las restricciones sociales y ambientales para desarrollar este potencial, el sector energético tradicionalmente ha percibido que la expansión de capacidad hidroeléctrica puede contribuir a la seguridad energética del país por décadas adicionales.

VSS50.000

45.000

40.000

35.000

30.000

25.000

20.000

15.000

10.000

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Fuente: UPME

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Cabecera municipal Otras áreas

Número de Viviendas sin Servicio (VVS)

Déficit de cobertura eléctrica: 3,9% (470.244 VSS)

Total VSS 2012: 470.244

Figura 1 Índice de cobertura eléctrica (2012)

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Experiencias para Construir Futuros

vastas fuentes renovables no hídricas de Colombia se han conocido y documentado muy bien por un largo tiempo, e incluyen algunos de los mejores recursos eólicos del mundo, abundantes recursos solares y de biomasa, recursos hidroenergéticos generalizados de pequeña escala y algún potencial geotérmico no explotado. Sin embargo, en el clima económico, regulatorio y de política energética que existía antes del CCEP, estas fuentes de energía no eran competitivas en términos de costos en comparación con las grandes hidroeléctricas.

Adicionalmente, desde 2006 el mercado spot de electricidad de Colombia incluye un “cargo por confiabilidad” que funciona como una prima sobre el precio para garantizar el suministro de energía firme, en particular cuando se presentan condiciones de baja oferta hídrica. Este cargo por confiabilidad se ha percibido como un desincentivo para recursos intermitentes como la energía solar o eólica2. Debido a este y otros obstáculos (incluyendo cuellos de botella en la transmisión), solo una planta eólica de menos de 20MW operaba comercialmente (Jepirachi, Guajira, desde 2004). Cuando el CCEP empezó, la mayoría de las autoridades y empresas energéticas se oponían fuertemente a la generación de energía renovable de gran escala.

• Desarrollo de Energía Renovable en Zonas No Interconectadas (ZNI). Dos tercios del territorio colombiano no está conectado con el Sistema de Interconexión Nacional (SIN). De acuerdo con la Ley 855/2003, todas las localidades que no estén conectadas con el SIN son, por definición, Zonas No Interconectadas y, como tales, son elegibles para programas de electrificación rural financiados mediante un recargo, que en 2012 era de US$ 0,40 por MWH de electricidad transado en el mercado spot. El desafío para la electrificación rural en estas áreas es prestar servicios energéticos a poblaciones muy dispersas, generalmente con bajos requerimientos de demanda, bajos ingresos, de difícil acceso, de alta inversión y altos costos operativos para la prestación del servicio, además de proveedores del servicio generalmente débiles. Las políticas nacionales y los presupuestos de inversión para la expansión de la cobertura eléctrica en las ZNI se han limitado principalmente a la extensión de la red o a la generación basada en diésel con mini redes. Ambas estrategias son cada vez más costosas y dependientes de subsidios. No se contemplaban soluciones de energía renovable ni híbrida para las ZNI.

• Eficiencia Energética (EE). Las oportunidades de mejorar la eficiencia energética han pasado inadvertidas durante mucho tiempo. Durante décadas, Colombia ha conocido la necesidad y las oportunidades para un uso más eficiente de la energía3. Las medidas de eficiencia energética tienen el potencial de incrementar la competitividad de las industrias colombianas, de disminuir la necesidad de generación energética centralizada en el futuro y de reducir el uso de combustibles fósiles en los procesos térmicos. Un estudio de 2007 indicó que la implementación de medidas de eficiencia energética rentables podría resultar en una disminución del 4% en la demanda eléctrica en Colombia4. La Ley 679 de 2001, y sus resultantes Programa de uso racional y eficiente de energía y fuentes no convencionales (PROURE-2003) y Plan de Acción PROURE 2010-2015, establecieron o reforzaron políticas y objetivos para la reducción de la demanda de electricidad por sectores de consumo, la sustitución de combustibles fósiles por energía más limpia para el transporte masivo, y la generación de energía eléctrica renovable tanto en el SIN como en las

2 Entre mayo de 1992 y febrero de 1993, Colombia experimentó un severo racionamiento eléctrico (hasta 9 horas diarias), lo que condujo a la re-estructuración total del sector eléctrico en 1994 y a la política de cargo por confiabilidad (inicialmente concebido como un cargo de capacidad que operó por 10 años), diseñada para asegurar que la capacidad instalada no hídrica estuviera disponible en todo momento para compensar déficits hídricos. Esta política de “nunca jamás” ha evitado racionamiento eléctrico aún durante el severo fenómeno de El Niño experimentado por Colombia en 2014-2016. Colombia no ha tenido racionamiento eléctrico nacional en 25 años.

3 Ver, por ejemplo, el componente de Conservación y Sustitución de Energía del Programa Nacional de Ciencia y Tecnología en Recursos Energéticos, publicado por COLCIENCIAS/MME en 1985.

4 Consorcio Bariloche-BRP Ingenieros, Consultoría para la formulación estratégica del Plan de Uso Racional de Energía y de Fuentes No Convencionales de Energía 2007-2025 (UPME 2007).

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

ZNI. Sin embargo, estas políticas y objetivos anteriores a 2012 eran principalmente indicativos, se formularon centralmente sin la participación de los consumidores de energía, y no contaban con incentivos económicos ni otros mecanismos para estimular a los usuarios a reducir efectivamente el desperdicio de energía.

Este panorama ha cambiado radicalmente durante el transcurso del periodo de implementación del CCEP, duran-te el cual el apoyo técnico del CCEP realizó contribuciones importantes. El ambiente legal, regulatorio, económico, comercial y social actual anuncia una nueva era de acciones e inversión en energía limpia:

• Primeros incentivos tributarios emitidos para EE. En diciembre de 2012, la UPME emitió la Resolución 563/2012, la primera medida de incentivos tributarios del país para inversiones en eficiencia energética (principalmente para transporte público eléctrico, y para recuperación de calor y sustitución por motores más eficientes en la industria). Una medida muy esperada tras las reformas tributarias de la década de 1990, que los contempló como parte de los incentivos de control de contaminación ambiental más generales. El mercado respondió muy rápidamente, y esta resolución se convirtió en la medida más efectiva para promover la participación e inversión del sector privado en los objetivos nacionales de las políticas de EE/ER, derivados de la Ley PROURE 679 de 2001 y del Plan de Acción PROURE 2010-2015. Estos dos instrumentos no habían contado con medidas efectivas para estimular una respuesta del sector privado ante los objetivos de ahorro de energía y las metas de energía renovable propuestos por el gobierno. En los primeros cuatro años de su implementación, un total de 86 proyectos de inversión con un costo de 869 millones de dólares se presentaron a la UPME para conseguir la aprobación de estos incentivos tributarios; el 55% de los proyectos –que suman una inversión privada de más de 700 millones de dólares hasta la fecha– se aprobaron (ver Tabla 1). La mayor parte de la reducción tributaria de 153 millones de dólares que se aprobó fue para proyectos de transporte público (el tranvía de Medellín, los buses híbridos de Bogotá y los taxis eléctricos de Bogotá), pues los incentivos para otro tipo de proyectos estaban limitados a la recuperación de calor de los sistemas de combustión, la sustitución de motores ineficientes por motores eléctricos de alta eficiencia, y proyectos “demostrativos” (innovadores) o de medición de recursos de ER.

La experiencia obtenida y los resultados logrados en el sector transporte y el sector industrial desde la aprobación de la resolución 563/2012 de la UPME, demuestran que existe un gran mercado potencial para la inversión del sector privado en eficiencia energética y energía renovable, y que los incentivos tributarios pueden contribuir significativamente a obtener el cierre financiero, la aprobación de juntas directivas y la financiación bancaria para este tipo de inversiones.

Tabla 1 Solicitudes de incentivos de la resolución 563 por sector 2013-2016

Categoría Indicador Industria Transporte ER Total

Solicitudes recibidas

Número de proyectos 34 30 22 86

Inversión (USD M) 231,6 599,2 38,1 0

Total incentivos solicitados (USD M) 56,6 147,3 6,8 0

Solicitudes aprobadas

Número de proyectos 13 25 9 47

Inversión (USD M) 95,8 598,4 9,1 703,4

IVAT(USD M) 4 95,5 1,5 101

ImpoRenta (USD M) 0,4 51,5 0 51,9

Total incentivos (USD M) 4,5 147 1,5 152,9

Ton CO2/año evitadas 276.762 154.386 0 431.148

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Experiencias para Construir Futuros

• Nueva ley que promueve Energías Renovables Alternativas y Eficiencia Energética alternativas. En mayo de 2014 se promulgó la Ley 1715 “por medio de la cual se regula la integración de las energías renovables no convencionales al Sistema Energético Nacional”. Esta legislación, y su desarrollo regulatorio y de políticas hasta la fecha, marca un gran distanciamiento de los tradicionales obstáculos que existían para inversiones en energía renovable diferentes a las hidroeléctricas de gran escala y para la eficiencia energética:

o Las plantas de ER no convencional de gran escala ahora se pueden integrar al Sistema de Interconexión Nacional. La UPME, que diseña y maneja el plan indicativo de expansión eléctrica del país, reporta que, para finales de 2016, había registrado 3.557 MW de proyectos de generación de ER proyectados para conectarse con el SIN (46% eólica, 44% solar, 7% hídrica). Esto es el equivalente al 22% del parque generador instalado actual, y al 35% de toda la capacidad futura registrada voluntariamente por generadores actuales y futuros, una cifra muy lejana a los 19,5 MW del parque eólico Jepirachi.

o Se estimularán la autogeneración de pequeña y gran escala y la generación distribuida. Los autogeneradores ahora pueden vender cualquier excedente de electricidad generada a la red de distribución, incluso el 99% o más. La cogeneración (producción combinada de electricidad y energía térmica), la medición bidireccional y la respuesta a la demanda también se están estimulando, lo que ha permitido a nuevos actores ingresar a la escena de la energía cerca de los centros de consumo –industrias, centros comerciales, unidades residenciales, viviendas individuales– disminuyendo así la presión de las líneas de transmisión a larga distancia desde las plantas de generación hasta el mercado.

o La generación de ER y la generación híbrida de ER/fósil en las Zonas no Interconectadas también se estimulará, no solo para disminuir la dependencia en los sistemas subsidiados de generación de diésel, sino también para otros sistemas económicos y logísticos. La Resolución 004/2014 de la CREG (metodología de tarifas de ZNI bajo revisión) sienta las bases para remunerar los sistemas híbridos y de ER que compiten contra el diésel y la expansión de la red, de acuerdo con el costo nivelado de la energía (LCOE, por sus siglas en inglés) con base en un servicio de 24 horas durante periodos de 20 años, en lugar de simplemente con base en el parque generador instalado. Adicionalmente, el decreto 1623/2015 del MME unifica las políticas hacia una cobertura eléctrica universal, sin importar si el lugar se encuentra dentro del SIN o en una ZNI. Actualmente, se estima que el 50% de los hogares sin servicio en las ZNI se encuentra en viviendas dispersas e individuales, que no son susceptibles a una extensión del SIN ni a un servicio mediante mini redes aisladas, así que se espera que los sistemas individuales fotovoltaicos se conviertan en soluciones comunes para prestar el servicio básico de energía en estos casos. El Departamento Nacional de Planeación (DNP) ya estableció una metodología para los gobiernos municipales y departamentales que buscan aplicar para obtener financiación de las regalías nacionales para implementar sistemas solares para viviendas individuales dentro de sus jurisdicciones.

o En agosto de 2016 el gobierno promulgó el último decreto regulatorio necesario para implementar los incentivos tributarios diseñados en la Ley 1715: hasta el 50% de los costos de inversión para proyectos de ER y EE se puede deducir de los impuestos sobre la renta en los cinco años siguientes a la inversión. Para los proyectos de ER los incentivos adicionales incluyen: exenciones a los impuestos de importación e IVA, así como una depreciación acelerada (hasta 20%/año). Más de 4900 personas participaron en talleres en vivo y transmitidos vía “web streaming” por internet realizados en octubre y noviembre de 2016 por el CCEP junto con la UPME y la ANLA para presentar y responder las preguntas sobre las directrices, procedimientos y elegibilidad de

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

los proyectos de energía limpia para aplicar y recibir estos incentivos tributarias. Para mediados de febrero de 2017, tan solo unos pocos meses después de que se implementaron las regulaciones, la UPME ya había recibido 169 solicitudes para las deducciones tributarias de la Ley 1715, la gran mayoría para sistemas solares fotovoltaicos (140). Del total, la UPME reporta que, de estas solicitudes, se han aprobado incentivos para 94 proyectos, 46 se encuentran bajo estudio, 25 solo buscaban ser registrados, y solo 4 se han rechazado.

o En diciembre de 2016 el MME y la UPME adoptaron el nuevo “Plan de Acción Indicativo de Eficiencia Energética” (PAI-PROURE 2017-2022), que amplía el alcance de acciones costo efectivas a más tecnologías y equipos que en el PAI anterior, e hizo posible que tecnologías adicionales de EE no contenidas en la Resolución 563/2012 fueran elegibles para incentivos tributarias. El nuevo PAI comienza precediendo los mismos cuatro objetivos del PAI-PROURE 2010-2015 con: “definir las metas indicativas de eficiencia energética más ‘costo efectivas’, para cada uno de los usuarios finales de energía, por energético y por equipo de uso final”, y agrega un sexto objetivo relacionado con armonizar las metas de eficiencia energética de este plan con los compromisos COP21 del país.

En diciembre de 2016, la Comisión de Regulación de Energía y Gas también promulgó el Documento CREG-161 titulado “Alternativas para la integración de fuentes no convencionales de energía renovable (FNCER) al parque generador”, que presenta los cuatro mecanismos de subasta bajo consideración final, enfocándose en los generado-res no convencionales de ER y abriendo la puerta para acelerar la incorporación de estas tecnologías en la matriz energética del país. Tres de estos mecanismos requieren que el gobierno de Colombia primero establezca los ob-jetivos de política para la capacidad de MW de energía renovable a instalarse, mientras que el cuarto mecanismo asume que las energías renovables pueden competir a la par con los generadores convencionales. Se espera una decisión final con respecto al procedimiento y metodología de estos mecanismos para mediados de 2017. Así mis-mo, se espera que en el futuro cercano se establezcan contratos a largo plazo basados en la generación promedio o total de energía renovable alternativa.

Para el momento en el que se escribió este informe, varios decretos y resoluciones derivados de la LEY 1715/2014 se encontraban bajo revisión y deben aún ser aprobados para permitir su plena implementación. En particular, estas resoluciones tratan sobre los requisitos técnicos para la distribución de excedentes de energía al SIN, los esquemas de remuneración para las ventas de la generación distribuida y subastas para las ER. A pesar de esto, todo parece indicar que las barreras legales para incrementar la ER y la EE se han mitigado significativamente. Sin embargo, es poco probable que se den desarrollos de ER a gran escala en el futuro próximo. Esto se debe a:

o La falta de líneas de transmisión desde la región norte, que cuenta con departamentos ricos en ER (sobre todo eólica y solar) como la Guajira y Magdalena, con el SIN.

o Los procesos financieros, ambientales y de consulta previa social, y los permisos necesarios para implementarlos.

o Los largos tiempos de construcción e instalación. Los proyectos de pequeña o mediana escala ubicados dentro o cerca de los centros de consumo son los que se han empezado a instalar inmediatamente, y los que ya se están beneficiando de los incentivos que existen.

El Programa de Energía Limpia para Colombia de USAID se complace de haber podido prestar asistencia técnica y de haber realizado acciones y proyectos específicos para contribuir con este nuevo panorama. Este informe final discu-tirá algunas de estas contribuciones y documentará el enfoque, logros, limitaciones y lecciones aprendidas del CCEP.

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Experiencias para Construir Futuros

1.2. ESTRUCTURA DEL INFORME FINAL

This final report is organized to provide the reader with a comprehensive view of CCEP interventions in its interac-ting work fronts. The report is published in a three volume set Energy that Transforms Us:

Volumen 1 Experiencias para Construir Futuros. Informe principal. Volumen 2 Perfiles de Proyectos. Un breve resumen del contexto/desafíos/ oportunidades detrás

de cada proyecto individual o grupo de proyectos; sus objetivos, tecnologías, beneficiarios; roles y compromisos financieros del CCEP y de sus contrapartes; resultados cuantitativos y cualitativos; lecciones aprendidas. Escrito por nuestro personal técnico y directivo del pro-yecto para profesionales de la energía, investigadores, estudiantes y audiencias institucionales, estos 74 perfiles cubren más de 200 intervenciones directas del CCEP.

Volumen 3 Crónicas de un País en Movimiento. Escritas por autores externos y miembros del equipo en un estilo periodístico, estas historias representan la cara humana de una selección de 18 proyectos de CCEP de todo el país, y su impacto en las vidas cotidianas de las personas involucradas. Esto se realiza mediante la busca presentación de testimonios y percepciones de nuestros beneficiarios, aliados y personal técnico.

Este informe final está organizado para ofrecer al lector una perspectiva integral de las intervenciones del CCEP en sus frentes de trabajo en interacción. El informe se publica en un juego de tres volúmenes Energía que nos Transforma:

En el siguiente capítulo de este volumen presentamos el enfoque general del programa y su estrategia de implemen-tación. El Capítulo 3 presenta una descripción más detallada del Programa, sus principales tareas, proyectos y logros. El Capítulo 4 cierra este volumen con las lecciones aprendidas durante cinco años intensos de promover y demostrar la aplicabilidad, viabilidad y beneficios económicos, sociales y ambientales de integrar tecnologías y acciones de energía renovable y eficiencia energética dentro de la práctica estándar de instituciones, empresas y la sociedad en general.

1.3. SOBRE NUESTROS LIBROS

En el transcurso del programa, nuestros equipos viajaron de manera intensiva a comunidades, plantas industriales, sesiones de capacitación y talleres en todo el país. Como resultado, se tomaron más de 60.000 fotografías en las di-ferentes fases de identificación, diseño, implementación y seguimiento de proyectos. Para algunos de nuestros pro-yectos, fotógrafos y cineastas profesionales también registraron imágenes fabulosas como documentales de USAID y como parte de la cobertura de los medios independientes.

Hemos incluido una selección de estas imágenes que “cuentan la historia” en los tres volúmenes, pero muchas tuvie-ron que quedarse por fuera debido a la falta de espacio. Así mismo, los videos, por supuesto, no se pueden imprimir.

Siguiendo el enfoque creativo e innovador que ha caracterizado al CCEP, hemos incluido en estas publicaciones có-digos QR que permiten a los lectores interesados complementar su lectura al tener acceso a videos cortos y gale-rías fotográficas directamente desde internet. Algunos de estos videos fueron producidos y publicados por aliados o por los medios independientes, y están referenciados con su permiso.

El Volumen I está publicado en inglés y español. Los volúmenes II y III están publicados solo en español.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

2. ENFOQUE Y ESTRATEGIA DE IMPLEMENTACIÓN DEL PROGRAMA

Como es usual con los programas de varios años, el CCEP evolucionó continuamente durante el transcurso de su implementación desde 2012 hasta 2017. Su evolución se basó en la retroalimentación y en la experiencia obtenida por el equipo y por USAID mientras se trabajaba con las instituciones, comunidades y empresas colombianas en acciones y proyectos específicos de energía limpia, así como en las oportunidades que surgieron de los cambios en el clima político que se discutieron en el capítulo previo.

A lo largo del periodo de implementación, el CCEP nunca perdió su énfasis en el objetivo central de motivar un ma-yor acceso a las fuentes de energía renovable y a las prácticas de eficiencia energética en Colombia, ni en la convic-ción de lograr esto mediante la combinación de asistencia técnica, apoyo al desarrollo de proyectos, actividades de fortalecimiento de capacidades y la promoción de un entorno propicio para esto. Este capítulo busca documentar cómo el equipo del programa abordó e implementó este objetivo.

El CCEP también mantuvo una estructura operativa por áreas de trabajo o tareas, como se muestra en la siguiente figura:

Ampliación del Acceso a la Energía Renovable en Zonas No Interconectadas o sin Servicio mediante proyectos concretos rurales.

Promoción de un clima facilitador y desarrollo de capacidades para impulsar la Energía Renovable y Eficiencia Energética en Colombia.

Promoción de Inversión Privada en Eficiencia Energética y Energía Renovable – también enfocado en proyectos concretos en empresas.

TAREA

TAREA TAREA

Cambio de Clima para la Energía Limpia

Energización Rural Sostenible con ER

en las ZNI

Promoción de Inversión Empresarial en EE/ER

Figura 2 Estructura operativa por tareas o áreas de trabajo

En el primer frente asociado con las condiciones propicias generales, el CCEP promovió un entorno favorable y mejoras en la capacidad organizacional de las agencias del gobierno, las empresas privadas, las comunidades rurales,

18

Experiencias para Construir Futuros

los centros académicos, los medios de comunicación y la sociedad en general, para incorporar tecnologías de energía renovable y prácticas de eficiencia energética en su corriente principal de pensamiento y de acción co-tidiana. En este frente, el CCEP trabajó para cambiar el clima en torno a las políticas, inversiones y apoyo social a la energía limpia. Para 2017, y mediante las iniciativas del CCEP, la asistencia técnica y las alianzas institucionales, se había logrado bastante en este frente.

Las otras dos tareas fueron en los frentes de “ver para creer”, y se enfocaron en el diseño y desarrollo de pro-yectos concretos de inversión para demostrar la viabilidad, sostenibilidad y beneficios derivados de los proyec-tos de ER en las comunidades de las ZNI y de los proyectos de EE/ER en establecimientos industriales, agroin-dustriales y otros del sector privado. Estos proyectos se pueden evaluar con base en los impactos inmediatos y proyectados en la vida comunitaria de miles de colombianos que viven en comunidades aisladas indígenas, afro-colombianas y campesinas en las ZNI, o con base en la reducción de energía, costos y emisiones durante el ciclo de vida esperado de las tecnologías instaladas en 50 instalaciones participantes industriales y de demostración. Los indicadores de desempeño, perfiles de proyecto y crónicas revelan estos resultados cuantitativos, técnicos y sociales. No menos importante, las metodologías y tecnologías empleadas, las dificultades encontradas y supera-das, y los resultados obtenidos no solo benefician a las comunidades o empresas individuales involucradas, sino que además proporcionan evidencia valiosa de creciente interés y retroalimentación en apoyo a la planeación nacional y regional y a la creación de políticas en ambos ámbitos, así como a las decisiones del sector privado con respecto a la inversión en energía limpia.

Para cada tarea, equipos multidisciplinarios de profesionales nacionales expertos fueron establecidos en Bogotá (Tarea 1), Cali (Tarea 2) y Medellín (Tarea 3) bajo el liderazgo técnico general, y la articulación con el gobierno y USAID, en Bogotá. Al comienzo del CCEP, los equipos se dispusieron a involucrar a instituciones, agentes de de-sarrollo regional, comunidades rurales y agentes del sector privado y económico en la implementación de una agenda comprehensiva de actividades basadas en los objetivos, tareas y subtareas previstas durante la formulación del programa y aprobadas en el plan de trabajo del CCEP para los primeros 18 meses.

Durante 2012, el CCEP tuvo que lidiar tanto con realidades no planeadas –que retardaron el desarrollo de los proyectos de campo de la Tarea 2 y la Tarea 3– como con nuevas oportunidades para intensificar y acelerar los aspectos de políticas y de planeación bajo la Tarea 1. Esto llevó a que se realizara una revisión estratégica del programa entre el equipo y USAID en marzo de 2013, que resultó en ajustes importantes al enfoque técnico, a los procedimientos de implementación y a los objetivos del programa durante el resto del CCEP.

2.1. ENFOQUE DE LA IMPLEMENTACIÓN

Los elementos clave de la estrategia de implementación del CCEP fueron los siguientes:

Interacción y retroalimentación entre las tres tareas. Las tareas de campo suministraron datos y evidencia valiosa para apoyar el trabajo de diseño de políticas, planeación, regulación y demostración de la Tarea 1, mientras que esta a su vez proporcionó orientación, métodos y aliados para el trabajo de campo del programa. La experiencia de los proyectos de energía rural, por ejemplo, ayudó a moldear la política de sistemas solares para viviendas individuales, y ayudó a demostrarles empíricamente a los planeadores y encargados de diseñar políticas cómo los sistemas híbridos, los medidores prepago y las organizaciones comunitarias de energía

19

Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

se pueden implementar en las ZNI. Los estudios de viabilidad y el modelaje financiero de la Tarea 3 ayudaron a desarrollar los de-cretos regulatorios, las metodologías de evaluación y los manuales y talleres de puesta en marcha para los incentivos tributarios de EE/ER desarrollados bajo la Ley 1715. Los textos e ilustraciones de estos volúmenes muestran claramente que, sin importar el contexto, audiencia u objetivos específicos de nuestras diferentes intervenciones, el CCEP trabajó como un solo equipo con el pro-pósito unificado de lograr que ocurra la energía limpia.

Menos teoría, más práctica. Incluso en la Tarea 1, que bien podría haber trabajado solo con las instituciones centrales desde la comodidad de la teoría, el CCEP asumió un enfoque de pro-yectos concretos y puso en práctica herramientas de planeación, metodologías y tecnologías de energía limpia a través de esfuer-zos empíricos regionales y nacionales. Sus proyectos de campo rurales no solo buscaban resolver desafíos particulares de cada comunidad mediante tecnología energética limpia, sino también demostrar los conceptos clave de (a) participación comunita-ria en iniciativas de energía renovable, desde la concepción del proyecto, durante todas las fases de implementación, y hasta la operación y manejo posterior al CCEP; (b) apropiación interna o “sentido de pertenencia” de las comunidades y aliados institu-cionales; (c) sostenibilidad de las soluciones; y (d) replicabilidad y continuidad de los modelos de intervención y de las tecno-logías instaladas. La tarea 3 se enfocó en “aterrizar la eficiencia energética en la economía” mediante proyectos específicos de inversión, efectivamente reduciendo el consumo de combusti-bles fósiles y las emisiones por unidad de producto, en lugar de enfocarse en auditorías energéticas, sistemas de gestión energé-tica, o recomendaciones de “mejores prácticas” que básicamente requieren cambios en los patrones de conducta humana y no en las tecnologías ineficientes.

Transferencia de conocimiento. El CCEP hizo mucho én-fasis en la movilización de experiencia y transferencia de conoci-miento mediante (a) el reclutamiento de un equipo de expertos, constituido por profesionales y consultores del CCEP, altamente motivado y plenamente capaz y comprometido con proporcio-nar soluciones sólidas y sostenibles a cada desafío enfrentado, y (b) un hincapié sistemático en la capacitación, el fortalecimiento de capacidades y, en particular en la Tarea 2, el fortalecimiento de la organización mundial comunitaria.

MÁS DE 300 SOCIOS DE IMPLEMENTACIÓN

14

31

35

Gobierno Nacional

Instituciones Públicas Regionales

Escuelas rurales públicas

Figura 3 Instituciones públicas

83

7

Grupos basados en la comunidad

Otras organizaciones no gubernamentales

Figura 4 Organizaciones Comunitarias y ONGs

9

11

101

5

Asociaciones Empresariales Nacionales

Bancos nacionales e instu¡ituciones financieras

Compañías

ESCOS

Figura 5 Sector privado

20

Experiencias para Construir Futuros

Alianzas y asociaciones estratégicas. Los programas internacionales de cooperación, como el CCEP, ine-vitablemente llegan a su fin, y su éxito se puede medir mejor en términos de lo que sigue tras su finalización en lugar de solo con base en la implementación misma, cuando los recursos económicos y técnicos del CCEP pueden prestar apoyo y ayudar a encontrar soluciones a los problemas que puedan surgir. Por este motivo, desde comienzos del programa, el CCEP empezó a formar alianzas y asociaciones estratégicas con instituciones nacionales y regiona-les –del sector público, empresas privadas y/u organizaciones comunitarias– que perduraran en el tiempo, compar-tieran el interés del CCEP en la sostenibilidad de las iniciativas, y proporcionaran el apoyo necesario posterior a la implementación. En el caso de los proyectos de planeación y política pública, la institucionalización fue el enfoque principal del CCEP. En el caso de los proyectos demostrativos y educativos, todos los beneficiarios participantes tie-nen presupuesto, motivación y conocimiento técnico propio, o acceso al conocimiento necesario, para sostener y expandir las semillas plantadas. En el caso de las instalaciones industriales o comerciales, las empresas mismas asumen la operación y mantenimiento de las instalaciones de EE/ER apoyadas por el CCEP como parte de sus activos valiosos.

En el caso de los proyectos rurales de energía renovable se trabajó cuidadosamente con aliados y socios de al me-nos dos tipos para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las soluciones: comunidades e instituciones. El CCEP brindó a todas las comunidades involucradas una capacitación socio empresarial y un fortalecimiento de capacida-des; capacitación en operaciones técnicas y mantenimiento; y modelos tarifarios y de generación de ingresos que buscan garantizar la sostenibilidad de la administración, operación y mantenimiento rutinario. Además de canalizar su cofinanciación a los proyectos implementados, los socios institucionales por lo general tienen capacidad técnica, administrativa y económica, así como su propio interés en las comunidades beneficiadas, para ayudarlas a la hora de resolver los desafíos tecnológicos más complejos, las reclamaciones de seguros o las reparaciones grandes que se puedan requerir una vez culminada la cooperación externa.

Fondos movilizados del sector público y privado. El apalancamiento de los recursos del sector público y privado resultó ser una estrategia clave para alcanzar las metas del CCEP. El CCEP pudo movilizar o apalancar 19,8 millones de dólares de fondos nacionales canalizados hacia proyectos rurales concretos de energía renovable, eficiencia energética industrial, planeación y desarrollo de políticas, y demostración y educación de ER/EE; en una proporción de US$ 3,43 por cada US$ 1 canalizado directamente a los mismos proyectos y actividades por parte del CCEP. Como se puede evidenciar en la Figura 6, la tarea fue muy exitosa en términos de movilizar la inversión del sector privado en proyectos de eficiencia energética y energía renovable. También consiguió cofinanciación pública para la estructu-ración financiera y la ingeniería de algunos de esos proyectos del sector privado. La inversión del sector público en los proyectos y actividades técnicas de la Tarea 1 del CCEP, como la planeación energética rural regional, sobrepasó

la inversión pública canalizada hacia proyectos rurales de energía reno-vable, aunque estos últimos se vie-ron compensados de cierta mane-ra por la movilización de fondos de compañías energéticas del sector privado y de la sociedad civil (gru-pos comunitarios y ONG).

231,775

11,185,997 3,668,625

250,601

294,896

4,123,961

64,963

3,325

Sector privado

Instituciones públicas

Organizaciones Comunitarias y ONGs

Sector privado

Instituciones públicas

Organizaciones Comunitarias y ONGs

Sector privado

Instituciones públicas

Tare

a 3

Tare

a 2

Tare

a 1

Inve

rsió

n M

ovili

zada

Figura 6 Inversión movilizada (en USD)

21

Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

Tabla 2 Principales logros en apalancamiento de recursos

• El 33% de los recursos canalizados por USAID al Programa de Energía Limpia para Colombia se invirtió directamente en cofinanciar inversiones en terreno.

• El CCEP canalizó USD $5,8 millones y movilizó USD $19,8 millones de terceros hacia proyectos concretos de energía limpia, para una inversión directa total de USD $25,8 millones en iniciati-vas de CCEP

• El CCEP apalancó USD $8 millones en recursos del sector público, USD $11,5 millones de inver-sionistas del sector privado y otros USD $300,000 en recursos de organizaciones comunitarias y no gubernamentales.

• En promedio, el 25% de la financiación de los proyectos de política, planeación y demostración provino de USAID/CCEP, el 43% para los proyectos de energía renovable rural y el 10% para los proyectos de eficiencia energética industrial – un promedio de 23% de USAID/CCEP vs 77% de contrapartidas, lo que demuestra la capacidad y compromiso de los sectores público, privado y de la sociedad civil para invertir en energía limpia si son apropiadamente motivados.

Sostenibilidad. Como se puede deducir de lo anterior, en todas sus propias iniciativas y en aquellas propuestas por potenciales aliados o socios, el enfoque del CCEP ante los desafíos y soluciones buscaba explícitamente garan-tizar la sostenibilidad ambiental, tecnológica, económico-financiera, sociocultural y organizacional. Desde las discu-siones sobre incentivos tributarios o metodologías tarifarias para los prestadores del servicio en las ZNI, hasta cada proyecto de inversión implementado o diseñado en el país, el equipo del CCEP y sus consultores constantemente buscaron la sostenibilidad.

Adaptabilidad y perseverancia. El CCEP se enfrentó a muchos obstáculos y retrasos en el desarrollo de los proyectos, como usualmente ocurre con cualquier proceso innovador. Proyectos a los cuales el personal del CCEP y de USAID habían dedicado enormes esfuerzos y recursos terminaron siendo cancelados debido a circunstancias documentadas en estos volúmenes. La mayor frustración causada por estas cancelaciones era no poder brindar los beneficios esperados a las comunidades participantes involucradas. Además, estas cancelaciones también afectaron la planeación, presupuesto y objetivos del programa. No obstante, el equipo del CCEP –con apoyo del personal de USAID– siempre estuvo dispuesto y capaz de desarrollar proyectos que beneficiaran a otras comunidades, para así mantener el curso y alcanzar los resultados esperados.

Pero además de obstáculos, el CCEP también encontró, y aprovechó a medida que aparecían, oportunidades inespe-radas para fomentar un rol más importante de la energía renovable y la eficiencia energética en el país. El siguiente capítulo presenta ejemplos de cómo se capitalizaron estas oportunidades en las tres tareas. Pero dos merecen ser mencionadas en este momento. La mayor oportunidad fue la promulgación de la Ley 1715, que brindó la opor-tunidad de acelerar y ampliar la asistencia técnica del CCEP a las instituciones del sector energético encargadas de responder ante este reto de política y desafío económico. Otra oportunidad inesperada fue la gran devaluación del peso (de casi el 70% durante la vida del programa), que también incentivó y permitió al CCEP incrementar su nivel de actividades y desarrollo de proyectos, sin necesitar fondos adicionales.

22

La Guajira

Cesar

Magdalena

Atlántico

Córdoba

Antioquia

Chocó

Santander

Norte de Santander

Boyaca

Cundinamarca

Tolima

Huila

CaldasRisaralda

Valle delCauca

Cauca

Nariño

La Guajira

Cesar

Magdalena

Atlántico

Córdoba

Antioquia

Chocó

Santander

Norte de Santander

Boyaca

Cundinamarca

Tolima

Huila

CaldasRisaralda

Valle delCauca

Cauca

Nariño

24

22

2125

23

43

39

4135

4538

40

44 42

36

34

61

65

6268

63

27

28

6664

26

2 10

15

67

30

31

3233

35

46

47

5251

49

50

48

5453

56

55

60

57

13

4

7

6

18 17 5 814

11

12

3

9

19

16

20

56

29

ANTIOQUIAAmagá (2) Caldas (3) Chigorodó (4) Copacabana (5) Dabeiba (6)Frontino (7)Guarne (8) Itagüí (9) La Estrella (10) Marinilla (11)Medellín (12) Necoclí (13) Rionegro (14) San Pedro de los Milagros (15) Segovia (16) Urrao (17) Vigía del Fuerte (18) Zaragoza (19)

ATLÁNTICOBarranquilla (20)

CALDASSupía (26)

CAUCAGuachené (27) Santander de Quilichao (28)

CHOCÓ Bojayá (30) Nuquí (31) Unguía (32)

CÓRDOBAPlaneta Rica (33)

HUILAPitalito (46)

MAGDALENACiénaga (53) Santa Marta (54)

NARIÑO Pasto (55) Tumaco (56)

RISARALDADosquebradas (59)

TOLIMA

VALLE DEL CAUCABuenaventura (61) Cali (62) Candelaria (63) Cartago (64) La Paila (65) Obando (66) Palmira (67) Yumbo (68)

BOYACÁ Oicata (21) Paipa (22) Sáchica (23) Sogamoso (24) Tunja (25)

CESAR

CUNDINAMARCA Bogotá, D.C. (34) Cogua (35) Funza (36) Guachetá (37) Guaduas (38) Guasca (39) La Mesa (40) Nemocón (41) Sibaté (42) Ubate (43) Viotá (44) Zipaquirá (45)

LA GUAJIRA Dibulla (47) Maicao (48) Manaure (49) Uribia (50) Urumita (51) Villanueva (52)

NORTE DE SANTANDER Cúcuta (57)

SANTANDERBucaramanga (60)

PERS

Demostrativos

Educativos

FV

PPF

MCH

Fortalecimiento

Hornos

Calderas

Cogeneración

Telemedicina

Bombeo

Ingeniería

CONVENCIONES

Figura 7 Mapa de cobertura geográfica y temática de Proyectos CCEP

23

Meta

Guainía

Casanare

Arauca

Vichada

Vaupés

Amazonas

Putumayo

Meta

Guainía

Casanare

Arauca

Vichada

Vaupés

Amazonas

Putumayo

1

58

69

72

70

71

2.2. COBERTURA GEOGRÁFICA Y TEMÁTICA

Estos mapas muestran la cobertura espacial y temática de las actividades técnicas y proyectos de inversión del CCEP. Aunque gran parte de la asistencia brindada en términos de planeación energética, formulación de políticas e instru-mentos financieros abarcaron todo el país en su conjunto, el enfoque práctico de “menos teoría, más práctica” que caracterizó al CCEP condujo a desarrollar actividades técnicas y proyectos de inversión y demostración de energía limpia en 75 municipios y 28 de los 33 departamentos.

Solo los proyectos de energía renovable rural de la Tarea 2 tuvieron un enfoque geográfico inicial de trabajo en los 15 departamentos o regiones donde existieran grandes ZNI, el ámbito de trabajo del IPSE. Sin embargo, por defini-ción legal, una zona no interconectada es cualquier comunidad o localidad no conectada al sistema interconectado nacional (SIN), lo cual amplió el campo de trabajo para incluir municipios como Buenaventura en el Valle del Cauca o Vigía del Fuerte y otros municipios de Antioquia, donde el CCEP desarrolló proyectos individuales en más de una docena de comunidades.

Además de proyectos individuales, el CCEP buscó generar conjuntos o grupos de proyectos por núcleo geográfico o temático para focalizar sus recursos humanos y financieros, y lograr mayor efectividad e impacto. Algunas agru-paciones geográficas o temáticas de proyectos fueron propuestos por aliados institucionales, permitiendo al CCEP extender su trabajo a 15 colegios rurales indígenas en Antioquia, 38 rancherías en la Guajira, 20 industrias en el Valle del Cauca, 10 centros fronterizos de “telemedicina” y 19 ladrilleras en Cundinamarca/Boyacá.

También se desarrollaron conjuntos adicionales de proyectos: 21 de optimización de combustión en calderas y hor-nos, y, a través de una alianza con la UPME, la cofinanciación de 17 proyectos de ingeniería y estructuración finan-ciera con el sector empresarial.

Otro gran conjunto temático de proyectos se desarrolló por regiones, como se indica en los mapas. Equipos re-gionales en Nariño, Tolima, Chocó, Guajira, Cundinamarca, Orinoquia (Meta, Caquetá, Arauca and Vichada) y Cesar completaron o iniciaron Planes de Energización Rural Sostenible (PERS) con asistencia técnica directa del CCEP, y otros cuatro departamentos estaban listos para iniciar sus PERS en 2017.

ARAUCA

CASANARE

VAUPÉS Mitú (69)

VICHADA Cumaribo (70) La primavera (71)

AMAZONASLeticia (1)

PUTUMAYOPuerto Asís (58)

META

GUAINÍAPuerto Inírida (72)

PROCESO CONSTRUCTIVO SISTEMAS SOLARES AISLADOS

FUENTE: MME Grupo de estructuración de proyectosTOMADO DE MANUAL DNP/SGR 2016

EsquemadeConexióndeGDalaRed

Fuente:CCEP/MMEPropuestadereglamentotécnicoparalainyeccióndepotenciaalareddeusogeneral,mediantegeneraciónconfuentesdeenergíaapequeñaescala

25

Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

3. DESCRIPCIÓN DEL PROGRAMA Y PRINCIPALES LOGROS

El Programa de Energía Limpia para Colombia trabajó en más de 200 proyectos y actividades técnicas con una va-riedad de comunidades individuales, compañías, instituciones nacionales y regionales, universidades, etc. Este capítulo describe cada uno de los tres componentes del programa, su evolución con el tiempo y sus principales logros. En el Volumen 2 se pueden encontrar mayores detalles sobre los proyectos o actividades individuales, en los perfiles de proyecto y en los links de videos provistos. El capítulo termina con la presentación y descripción de los indicadores de programa del CCEP. Si bien los indicadores cuantitativos nunca cuentan la historia completa, sí reflejan el énfasis, la intensidad del trabajo y los resultados e impactos generales del CCEP.

3.1. TAREA 1. PROMOCIÓN DE UN CLIMA FACILITADOR Y DESARROLLO DE CAPACIDADES PARA IMPULSAR LA ENERGÍA RENOVABLE Y EFICIENCIA ENERGÉTICA EN COLOMBIA

Desde 2012, y dentro del panorama descrito en la introducción, el CCEP empezó a trabajar junto con agencias del sector energético y centros de investigación con el fin de detectar desafíos y oportunidades para integrar las di-mensiones de energía renovable y eficiencia energética en las metodologías de planeación, el diseño de políticas y la acción institucional. Con respecto a la energía renovable y la energía rural, se hizo evidente desde el principio que las agencias nacionales trabajan de manera bastante independiente, con muy poca interacción entre ellas, con una pre-sencia de campo limitada y separada, y con bases de datos generalmente contradictorias; por ejemplo, con respecto a la cantidad y ubicación de comunidades no interconectadas y a la cobertura eléctrica. Para finales del primer año del Programa de Energía Limpia para Colombia, la UPME (Unidad de Planeación Minero Energética de Colombia) y el CCEP lograron una solución para unificar la información y mejorar las metodologías, en un enfoque innovador y ahora consolidado para la planeación de la energización rural, y que se presentará más adelante.

En términos de eficiencia energética, el gobierno estaba enfocado en cumplir con el Programa de Uso Racional y Eficiente de Energía y Fuentes No Convencionales (PROURE-2003) y con el subsiguiente Plan de Acción Indicativo (PAI-PROURE 2010-2015), los cuales establecían o reforzaban las políticas y objetivos con respecto a la disminución de la demanda de electricidad por parte de los sectores de consumo, la sustitución de combustibles fósiles con energía más limpia para el transporte masivo, y la generación de energía eléctrica renovable tanto en el SIN como en las ZNI. No obstante, estas políticas y objetivos no eran más que eso –indicativos–, formulados centralmente sin la participación de los consumidores de energía, y sin los incentivos económicos ni demás mecanismos para estimular a los usuarios de energía a reducir eficientemente el desperdicio energético. La falta de arreglos institucionales para asumir el liderazgo y canalizar los recursos al plan indicativo hizo que su éxito a la hora de modificar los patrones de consumo energético de los consumidores y del gobierno fuera poco probable.

Entretanto, las agencias multilaterales y de cooperación internacional enfocaron gran parte de su atención en iden-tificar las barreras legales y económicas que impedían una mayor inversión privada en EE/ER y el uso de líneas de crédito y otros mecanismos financieros disponibles para Colombia. En la interacción del CCEP con el sector econó-mico y con estos organismos internacionales, quedó claro que su enfoque estándar para promover uno u otro tipo de inversión era diseñar, abrir y financiar líneas de créditos u otras líneas de financiación y luego, … esperar. Esperar a que aparezcan tomadores. Esto fue lo que ocurrió con los USD $50 millones canalizados para garantías de prés-tamos por parte de la IFC y el BID para reducir las tasas de interés de la “Línea Verde” de crédito de Bancolombia, y

26

Experiencias para Construir Futuros

con los €70 millones del KfW disponibles a Colombia desde 2011 para inversión en eficiencia energética y energía renovable; solo esperaron a que alguien quisiera aprovechar el dinero, sin realizar mayor esfuerzo ni trabajo considerable para colocar estos recursos en proyectos de inversión en eficiencia energética o energía renovable, ni en la industria ni en el comercio.

Aunque fueron encontradas en vertientes diferentes del trabajo del primer año del CCEP, estas experiencias indican la necesidad de mo-dificar el enfoque de “business as usual” en términos de la planeación de energía renovable y energía rural, así como las priori-dades de eficiencia energética. O por lo menos de abrir nuevas líneas de trabajo para superar el estancamiento, para lo cual el CCEP estuvo dispuesto a ofrecer asistencia técnica y a canalizar los recursos econó-micos necesarios. Afortunadamente, el experimentado personal profe-sional y gerencial de la UPME estuvo dispuesto a asociarse con el CCEP para desarrollar un enfoque de abajo hacia arriba para la planeación de energía renovable y eficiencia energética, y para generar nuevos mecanismos para en efecto estimular la inversión en ahorro energético y tecnologías de energía renovable en el país.

3.1.1. PLANES DE ENERGIZACIÓN RURAL SOSTENIBLE - PERS

Como agencia encargada de los sistemas de información energética y de los instrumentos de modelación para proyectar futuras necesidades de expansión y garantizar un suministro de energía pleno para todos los sectores de la economía, la UPME fue, desde el inicio, la principal contraparte y socia técnica del CCEP para la Tarea 1. Faltaban herramientas de planeación e información sobre energía renovable y viviendas rurales no conectadas con la red, así que para finales de 2012, la UPME y el CCEP acordaron probar un nuevo enfoque unificado para desarrollar he-rramientas de planeación energética integrales a nivel sub nacional, lo que es operativamente más manejable que si fuera para todo el país. Después de considerar cuidadosamente la naturaleza y capacidades institucionales de las diferentes regiones, la UPME y el CCEP eligieron al departamento de Nariño, y a su universidad pública (UDENAR), como el departamento y entidad técnica con mayores probabilidades de éxito en términos de desarrollar conjun-tamente nuevos instrumentos para diseñar un Plan de Energización Rural Sostenible (PERS) de 15 años. Nariño cuenta con 13 subregiones muy distintas, desde la selva tropical en la región del Pacífico pasando por las áreas rurales andinas altamente pobladas, y llegando hasta las colinas amazónicas al oriente del departamento. Tam-bién comparte recursos geotérmicos con Ecuador. Varios investigadores que recientemente habían terminado su doctorado en UDENAR mostraron interés en implementar el proyecto, y la capacidad para hacerlo. Si bien el IPSE no es una agencia de planeación, el CCEP lo invitó a participar en el ejercicio, puesto que incluiría la formulación de proyectos de ER para las zonas no interconectadas de cada subregión del departamento, tema en el cual el IPSE tiene un rol importante al ser el instituto encargado de promover soluciones energéticas en las ZNI.

Lo que empezó como un ejercicio metodológico en Nariño se convirtió en un factor clave para lograr la misión del CCEP de motivar enfoques nuevos y amplios para el desarrollo de energía limpia en todo el país. Los PERS,

Guía para PERS publicada en 2015 con 7 anexos metodológicos sobre recolección de datos, manejo de la información, SIG, suministro de energía, proyecciones

de demanda de energía, formulación de proyectos y formulación de políticas públicas regionales.

27

Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

como conjunto replicable de metodologías unificadas, son el corazón del trabajo del CCEP en términos de polí-ticas y planeación estratégica de ER y EE. Estos se diseñan y comparten a nivel nacional, y combinan planeación, diseño de políticas, evaluación de proyectos y estrategias de desarrollo para aprovechar energías renovables para el desarrollo rural en áreas sub nacionales. Esta metodología de planeación energética rural incluye: herramientas tecnológicas para fomentar y gestionar la información geográfica y las estadísticas sobre áreas rurales y ZNI; me-todologías para la formulación de proyectos productivos sostenibles económica, técnica, ambiental y socialmente, empleando fuentes de energía limpia; y procedimientos para interactuar con grupos municipales, institucionales y sociales con el fin de formular políticas para el desarrollo territorial y de energía renovable a mediano y largo plazo. Este proceso involucra a docenas de investigadores y profesionales locales dedicados durante periodos de entre 12 y 18 meses por cada PERS.

El proceso de los PERS incluye a actores regionales y el apoyo técnico y financiero de agencias del gobierno na-cional, bajo el liderazgo general de la UPME. Durante el periodo 2103-2016, se ha replicado en 13 departamentos, y se ha convertido en un modelo de planeación energética regional de abajo hacia arriba, con interacciones bi-direccionales entre instituciones regionales y nacionales. Al involucrar a instituciones académicas en el desarrollo de PERS, estas instituciones se han convertido en actores con habilidades importantes de análisis y promoción de tecnologías de energía renovable para la solución de los desafíos de desarrollo rural de sus regiones. Hasta marzo de 2017, los PERS han involucrado a más de 300 profesionales regionales que han compartido sus metodologías en común y su conocimiento de campo de primera mano sobre las necesidades energéticas de las poblaciones rurales de sus departamentos, generando una compenetración y compromiso para desarrollar soluciones energía alternativa para y con ellas.

En una entrevista para las crónicas del Volumen 3 de esta publicación, el director de la UPME, Jorge Valencia, enfatizó que quizás el mayor logro del proceso PERS no era la riqueza de información ni los resultados presentados, sino la responsabilidad que asumieron las diferentes regiones en cuanto a analizar a profundidad su estado actual y planear sus propios futuros en términos de desarrollo energético rural.

Todas las metodologías de planeación y todos los resultados, como la construcción de bases de datos, mapas SIG, modelación de demanda, y diseño de políticas y proyectos de ER con base en evidencia empírica, se desarrollaron y probaron en los diferentes PERS para dar retroalimentación a las bases de datos y sistemas de información na-cionales, contribuyendo así con un apoyo empírico valioso para la formulación de políticas nacionales recientes con respecto a la inversión en energía renovable para áreas rurales y ZNI. A medida que el proceso PERS se consolidó, instituciones nacionales como el MME, el MADS, el MADR, el DNP y el Ministerio de Relaciones Exteriores se han unido a la iniciativa desde sus respectivas perspectivas.

Ahora que Colombia ingresa a una nueva era de desarrollo postconflicto, las instituciones nacionales y regionales que buscan abordar los desafíos de consolidar el desarrollo rural en más de 200 municipios priorizados pueden contar con las capacidades obtenidas y con el conocimiento de primera mano adquirido en las regiones participantes para contribuir soluciones energéticas sostenibles para ese propósito.

28

Experiencias para Construir Futuros

3.1.2. INCENTIVOS TRIBUTARIOS Y ESTRUCTURACIÓN DE PROYECTOS A PROFUNDIDAD PARA MOTIVAR LA INVERSIÓN DEL SECTOR PRIVADO EN ENERGÍA LIMPIA

Las interacciones del primer año con el gobierno nacional, sector financiero, bancos multilaterales, donantes interna-cionales e industrias nacionales demostraron que las barreras enfrentadas para materializar una verdadera inversión en proyectos de energía limpia ya se conocían bien y no requerían diagnósticos adicionales. También demostraron que los enfoques tradicionales que cada uno tenía para promover las inversiones eran inefectivos o teóricos. No lograban abordar los procesos de toma de decisiones ni el razonamiento de los directivos de las empresas ni de los administradores de establecimientos del sector público. Apartándose de los incesantes diagnósticos y de la teo-ría, la promoción de un “ambiente favorecedor” requería mecanismos e incentivos más efectivos para involucrar a los consumidores de energía en prácticas de energía limpia. El CCEP propuso tres: incentivos financieros mediante exenciones tributarias, apoyo a los modelos ESCO como opción técnica y financiera para aliviar la carga de capital para las inversiones de EE/ER en la industria y el comercio, y la creación de un mecanismo de estructuración de proyectos de energía limpia que incluyera ingeniería especializada, diseño financiero y apoyo a la toma de decisiones gerenciales para mejorar la bancabilidad y el cierre financiero de los proyectos de inversión en EE/ER.

En febrero de 2012, los ministerios de ambiente y de energía (MADS y MME, respectivamente), emitieron la Resolu-ción 186, en la cual se estableció que los objetivos específicos del PAI-PROURE eran compatibles con los objetivos ambientales y por lo tanto eran respaldados por el MADS. Esto hizo que las inversiones enfocadas en alcanzar esos objetivos fueran candidatas para los incentivos tributarios ambientales existentes, una vez se establecieran los proce-dimientos para aplicar a ellos. Los incentivos tributarios hacía muchos años habían estado ayudando a las compañías a reducir los costos de inversión en equipos e instalaciones para el control de emisiones, como plantas de tratamien-to de aguas residuales, pero nunca se habían otorgado para las inversiones en proyectos de eficiencia energética y energía renovable. En agosto, el CCEP y la nueva administración de la UPME unieron sus recursos técnicos para adelantar un paso operativo adicional. Después de un periodo de intenso trabajo de diseño, que incluyó consultas abiertas con los sectores consumidores de energía en el transporte y en la industria, en diciembre de 2012 la UPME emitió la Resolución 563 de incen-tivos tributarios que resultaron efectivos.

Las metodologías diseñadas con el fin de presen-tar y respaldar la elegibilidad de los proyectos para recibir beneficios tributarios, y de evaluar las pro-puestas y procesar las solicitudes, garantizaron que cualquier proyecto bien estructurado dentro de las directrices de la resolución recibieran una aproba-ción relativamente rápida (90 días). Debido a que la legislación original, de 15 años atrás, constituía la base legal para la resolución, la exención del IVA y/o la deducción del 20% para los costos de tecnología en el año fiscal siguiente a la inversión tuvieron un alcance algo limitado, pues eran aplicables principalmente para inversiones en transporte público limpio, tecnologías de recuperación de calor, motores eléctricos eficientes y pocas opciones relacionadas con energía renovable.

La Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI),El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y

El Programa de Energía Limpia para Colombia de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)

INVITAN AL

Bogotá - Abril 9 / Medellín - Abril 15 / Barranquilla - Mayo 2Cali - Mayo 15 / Pereira - Mayo 16 / Bucaramanga - Mayo 30

Apartándonos del diagnóstico y la teoría: estimulando la inversión en eficiencia energética mediante incentivos tributarios desde 2012

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

Junto con la UPME, el MADS, la ANLA y la ANDI, a comienzos de 2013 el CCEP diseñó y realizó seminarios en 6 ciudades con el fin de desplegar estos primeros incentivos tributarios para inversiones de EE/ER en transporte limpio y medidas de eficiencia energética industrial. Cientos de asistentes del ámbito técnico, financiero y legal reci-bieron capacitación en seis ciudades sobre el proceso para formular proyectos elegibles, los criterios de evaluación y las solicitudes que se debían presentar –primero a la UPME y luego a la ANLA– para obtener estos incentivos. Durante los primeros meses de vida de la resolución, el CCEP también ayudó a la UPME con la revisión técnica de las solicitudes por parte de expertos, necesaria de acuerdo con los procedimientos establecidos, hasta que la UPME pudo organizar un equipo para manejar las solicitudes que recibía.

En los cuatro años desde que se promulgó la resolución, proyectos de inversión en energía limpia con un valor de más de US $700 millones han recibido aprobación para deducciones tributarios de US $153 millones, con una re-ducción anticipada de más de 430.000 toneladas de CO2e al año durante la vida del equipo (ver Tabla 1, Capítulo 1). Esto prueba dos cosas. Primero, definitivamente existe un mercado para la inversión en eficiencia energética en Co-lombia, lo cual había sido mal juzgado por parte del sector financiero y las agencias multilaterales. Segundo, a juzgar por su efectividad en términos de ahorro energético y la asociada reducción de emisiones, los incentivos tributarios son una fuerza impulsadora importante para estas inversiones, lo que tiene sentido para las compañías en términos financieros y para la sociedad en términos económicos y ambientales.

A comienzos de 2013, el CCEP empezó a involucrar a compañías de servicios de energía (ESCOS) como opciones financieras para las inversiones en proyectos de energía limpia por parte de entidades públicas y privadas que no estaban dispuestas o no tenían la capacidad de canalizar sus propios recursos a EE/ER. Así mismo, en 2013 el CCEP diseñó un Mecanismo para la estructuración de proyectos de energía limpia (PPF) enfocado en cofinanciar diseños de ingeniería básicos y detallados, y la estructuración económica de los proyectos de EE/ER, así como prestar asistencia para la toma de decisiones de alto nivel para lograr la bancabilidad y el cierre financiero de numerosas “ideas de proyecto” que no habían podido implementarse. Es necesaria una estructuración de proyectos mucho mejor para obtener acceso a los abundantes recursos financieros disponibles en las instituciones financieras para este tipo de inversiones. El PPF se implementó exitosamente en 2015-2016, con 17 proyectos estructurados de los cuales varios consiguieron cierre financiero y aprobación de la junta directiva (ver Tarea 3).

En un desarrollo adicional de la estrategia de incen-tivos tributarios, la Ley 1715 estableció deducciones y exclusiones aún mayores, como se evidencia en la Figura 7. Por solicitud directa del Ministro de Minas y Energía, y gracias a que las empresas aliadas –con las cuales se había estructurado diseños financieros y de ingeniería detallados para inversiones en ener-gía renovable y eficiencia energética de gran escala, bajo acuerdos de confidencialidad– aceptaron, el equipo financiero y técnico del CCEP empezó a participar directamente en apoyo a los equipos del gobierno de Colombia que estaban desarrollando los decretos regulatorios para implementar el com-ponente tributario de la ley. Las compañías partici-pantes autorizaron al CCEP a usar los presupuestos

Figura 8 Deducciones tributarias de la Ley 1715/2014 para inversiones en energía limpia en Colombia

Dos años después de la promulgación de la ley de energía renovable, se aprobaron los decretos reglamentarios que dieron inicio a su solicitud

Inversión Alternativa en Energía Renovable

Inversiones en

Eficiencia Energética

Deducción del 50% de la inversión de los impuestos sobre la renta durante los siguientes 5 años

Depreciación acelerada (5 años)

Exclusión del IVA

Exención de derechos de importación

Deducción del 50% de la inversión de los impuestos sobre la renta durante los siguientes 5 años

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Experiencias para Construir Futuros

detallados de varios proyectos de inversión estructurados, así como infor-mación contable de las empresas, como sus escudos tributarios, para de-sarrollar modelos económicos que ayudaran al análisis de interpretaciones y cláusulas regulatorias alternativas bajo discusión entre las autoridades financieras, tributarias, energéticas y ambientales durante el diseño del De-creto 2143 de 2015. Sin revelar información confidencial, los modelos del CCEP ayudaron a discernir asuntos como la aplicabilidad de la exclusión del IVA para componentes importados versus componentes nacionales, y la concurrencia de deducciones al impuesto sobre la renta con depreciación acelerada. Al final, el CCEP y las autoridades concluyeron que el decreto regulatorio permitiría reducciones de costos de hasta el 25-30% de la in-versión requerida para implementar proyectos de eficiencia energética y energía renovable, suficiente para estimular el surgimiento de instalaciones de energía limpia en todo el país.

Tras las resoluciones subsiguientes de la UPME y el MADS, emitidas en 2016, el CCEP realizó una guía sobre la aplicación de los nuevos incentivos tributarios y un serie de siete talleres en cuatro ciudades principales a los cuales asistieron 1.386 participantes en octubre y noviembre, y un octavo taller transmitido en directo por internet (“web streaming”) a 3.572 partici-pantes de toda Colombia y del extranjero.

La respuesta del mercado a estas reglamentaciones tributarias y a su divulgación fue inmediata. Después de dos años de espera –durante los cuales muchos proyectos se pospusieron y otros se encontraban en diseño y negociación– en tan solo unos meses (a febrero 2017), empresas e individuos presentaron a la UPME 169 solicitudes para los incentivos tributarios bajo estos procedimientos. De estas solicitudes, 140 (83%) eran para sistemas solares, para proyectos de inversión que distribuidores de equipos y consumidores de energía habían pospuesto durante gran parte de 2016 en espera de estas reglamentaciones.

Las exenciones tributarias pueden ser muy buenas para reducir los costos de capital, balancear los presupues-tos, mejorar la viabilidad financiera y motivar la toma de decisiones , pero no pueden generar proyectos de inversión en energía limpia. Los proyectos necesitan ser diseñados, y entre más compleja sea la tecnología o la escala de un proyecto es mayor la necesidad de un diseño de ingeniería y financiero adecuado. El CCEP detectó tres características persistentes en el diseño de proyectos de EE/ER para inversión empresarial en Colombia, que generalmente llevaban a que las propuestas se archivaran antes de que se convirtieran en proyectos reales. Estas características son:

• Falta de análisis suficiente sobre las alternativas tecnológicas e ingeniería suficientemente detallada de la opción seleccionada para reducir la incertidumbre en términos de la solución propuesta a la gerencia por los departamentos de ingeniería. A menudo, las inversiones propuestas son solo ideas de proyecto o ingeniería conceptual, basada en supuestos más que en mediciones. Como mínimo se requiere una ingeniería básica con cálculos técnicos, planos, cotizaciones de equipos, etc. para que la gerencia pueda tomar decisiones en cuanto a inversiones. Pero una ingeniería experta puede ser costosa, y las compañías no están acostumbradas a pagar por experticia externa.

Guía práctica para la aplicación de los incentivos tributarios de la Ley 1715 producida

por el CCEP con UPME, MME y ANLA para difusión amplia en formatos impreso y digital.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

• Falta de “ingeniería financiera”. Incluso los diseños técnicos sofisticados tienden a carecer de la sofisticación financiera necesaria para tomar decisiones gerenciales. Los estimados de presupuesto, TIR y recuperación de la inversión que usualmente se adicionan a los diseños de ingeniería no proporcionan la información que los analistas financieros requieren, por ejemplo, para estimar y asegurar deducciones tributarias en concordancia con los escudos tributarios.

• Los controles y canales de comunicación internos a menudo hacen que incluso proyectos de inversión en EE/ER que están fuertemente validados y se consideran viables queden archivados por falta de acceso a quienes toman las decisiones en las compañías.

Como instrumento de política, el CCEP diseñó el Mecanismo para la Estructuración de Proyectos de Energía Limpia, PPF (por sus siglas en inglés). El PPF se diseñó para sobrepasar estos obstáculos internos váli-dos que impiden que las propuestas de proyectos de energía limpia alcancen el cierre financiero, la aprobación de la gerencia, y la financiación de entidades bancarias; esto al (a) cofinanciar hasta el 50% del costo de los diseños de ingeniería básica y detallada con empresas y ESCOS, (b) complementar los diseños de ingeniería con modelación financiera detallada incorporando experiencia de la banca de inversión, y (c) garantizar canales de comunicación con los dueños de las empresas o con la alta gerencia.

El PPF se propuso originalmente como un fondo rotatorio autónomo, con una dotación de recursos por parte de donantes internacionales, instituciones financieras multilaterales o nacionales, y el gobierno, con un horizonte opera-tivo de 7-10 años. Se desarrolló un plan de negocios para el PPF con base en la retroalimentación recibida de estos agentes, empresas privadas y ESCOS involucrados en proyectos de EE/ER, mediante una serie de entrevistas y talleres realizados durante la mayor parte de 2013. Algunas de las agencias financieras contactadas mostraron interés en participar en un fondo rotatorio de este tipo como instrumento para generar una mayor cantidad de proyectos de inversión en EE/ER me-jor estructurados por parte de compañías privadas. Como se modeló y diseñó en el plan de negocios del PPF circulado entre USAID, el gobierno nacional y las instituciones financieras, un fondo de US $7-10 millones para el PPF financiaría los estudios de ingeniería avanzada y los estudios financieros, con la obligación de las compañías de devolver el 50% de su costo si su proyecto resultante alcanzaba el cierre financiero. El dinero devuelto al fondo ayudaría a financiar los estudios siguientes, hasta su agotamiento en el tiempo designado, con la esperanza de haber logrado el impulso que el país carecía para dinamizar este mercado. Sin embargo, los únicos socios potenciales que no buscaron usar el PPF para generar oportunidades de negocio para ellos mismos fueron USAID y la UPME, organismos públicos neutrales interesados en objetivos sociales, con independencia de los proveedores de tecnología o de créditos así como de las empresas beneficiarias.

El mecanismo del PPF se implementó tal y como fue diseñado por el CCEP, en asociación con la UPME, con excep-ción del aspecto de recuperación de costos, pues ninguno de los dos podía recibir fondos regresados debido a la naturaleza pública de sus respectivos recursos financieros. La UPME y el CCEP anunciaron el compromiso de im-plementar el mecanismo a partir de febrero de 2014, en varios escenarios empresariales y del sector energético, y

Lecciones aprendidas

Por cada US $1 invertido en ingeniería sólida y en estructuración financiera de proyectos de energía renovable y eficiencia energética en instalaciones

industriales y comerciales, se diseñaron US $143 en proyectos de inversión mediante el Mecanismo para

la Estructuración de Proyectos de Energía Limpia - PPF implementado por la UPME y el CCEP.

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Experiencias para Construir Futuros

en septiembre de 2014 suscribieron un acuerdo que detallaba los compromisos operativos y financieros de ambas partes para la implementación, que transcurrió desde octubre de 2014 hasta diciembre de 2016.

Durante dos años, la UPME, el CCEP y el sector privado realizaron una inversión total de un poco más de US $1 millón para estructurar 17 proyectos de energía limpia en los siguientes sectores:

• Alimentos y bebidas.• Agroindustria.• Metalurgia.• Cadenas comerciales.• Pulpa y papel.• Químicos.• Silvicultura.• Generación de electricidad.

En la sección 3.3 se discuten más detalles sobre los mecanismos técnicos y operativos diseñados para la implemen-tación, así como los resultados de la experiencia de dos años. Por ahora, basta decir que por cada US $1 invertido en los diseños técnicos y financieros por parte de la UPME, USAID y las compañías participantes, el PPF estructuró proyectos de inversión en eficiencia energética y energía renovable por un valor de US $143.

3.1.3. OTROS DESARROLLOS DE PLANEACIÓN Y REGULACIÓN

El CCEP prestó asistencia en muchos aspectos del diseño de políticas, las metodologías de planeación y el avance regulatorio para desarrollos de energía rural sostenible y EE/ER, a partir de solicitudes de diferentes entidades como el MME, la UPME, la CREG, el IPSE y el DNP. Este trabajo se intensificó, en particular, tras la promulgación de la Ley 1715 de energía renovable, en reconocimiento de la capacidad técnica del programa y de su experiencia práctica de campo. Estas son algunas de las importantes iniciativas gubernamentales que el CCEP ha tenido el privilegio de ayudar a moldear:

Metodología tarifaria CREG para las ZNI. Desarrollo de bases de datos basadas en SIG sobre recursos energéticos renovables; opciones tecnológicas incluyendo costos de equipos, importación, transporte, instalación y mantenimiento; modelo basado en HOMER para comparar el costo nivelado de la energía (LCOE) de acuer-do a arreglo tecnológico, localidad y requerimiento de servicio 24 horas; y criterios económicos y financieros para remunerar el servicio eléctrico en las ZNI. Estas bases de datos y criterios sirvieron como aporte técnico para la formulación de la propuesta de metodología tarifaria para áreas fuera del SIN, diseñada por la CREG (Resolución 004 de febrero de 2014).

Modelación y capacitación en HOMER. Desarrollo de modelos de análisis de costos para la evaluación de opciones de sistemas de energía renovable e híbridos usando software HOMER estandarizado para el diseño de proyectos del CCEP; transferencia de la experiencia de modelación y/o capacitación en modelación usando HOMER a equipos de UPME, CREG, IPSE, EPM, EPSA y PERS.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

Evaluación de desempeño del PAI-PROURE 2010-2015 y propuestas de monitoreo/eva-luación de planes de acción PROURE. Desde 2012 hasta mediados de 2014, el CCEP evaluó el progreso de la implementación del PAI-PROURE, analizando sus 27 subprogramas y 162 líneas de acción, experiencias inter-nacionales y una encuesta de percepción diligenciada en línea por 323 personas que trabajan en la industria, com-pañías del sector energético, la academia y las agencias públicas involucradas. El CCEP formuló recomendaciones para priorizar, monitorear y evaluar el impacto con el fin de proporcionar retroalimentación para la formulación del siguiente PAI-PROURE. Sin embargo, la aprobación de la Ley 1715 en mayo de 2014, que establecía la promulgación obligatoria de un PAI-PROURE con consideraciones adicionales, y el cambio del Ministro de Minas y Energía más tarde ese año, planteó dudas con respecto a quién, cómo y cuándo se presentaría un nuevo plan. El CCEP no prestó asistencia técnica adicional al PAI-PROURE 2017-2022, publicado en diciembre de 2016.

Estándares técnicos para la entrega de ex-cedentes de electricidad autogenerada a las redes locales de distribución (energía distribuida). Por solicitud de la Dirección de Ener-gía Eléctrica del MME, el CCEP contrató y trabajó con una firma especializada, el Ministerio y otros agentes del sector energético para desarrollar la Propuesta de ordenanza y recomendaciones técnicas para la inyección de energía a la red eléctrica general, mediante la gene-ración con fuentes de energía distribuida, de acuerdo con la Ley 1715 de 2014, que sirvió como respaldo técnico para una nueva sección del Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (RETIE). Este documento define estándares técnicos para garantizar que la generación distribuida pueda transferirse a las redes locales de distribución para permitir que los autogeneradores y los cogeneradores transfieran el excedente energético generado al mercado, específicamente:

• La normativa aplicable a cualquier fuente de generación distribuida.

• La normativa referente al cumplimiento de normas de calidad de producto para los componentes de los sistemas de generación con Fuentes No Convencionales de Energía más difundidos en el mercado actual (energía solar fotovoltaica y eólica, entre otros).

• Los parámetros técnicos del sistema de conexión focalizados específicamente en los elementos constitutivos de la conexión al sistema de distribución local en corriente alterna.

• Las exigencias técnicas para las pruebas de conexión.

Una vez sea emitida, esta reglamentación garantizará estándares técnicos para la energía distribuida, aunque depende de la CREG emitir regulaciones sobre la medición bidireccional y los esquemas de remuneración, también necesarios para catalizar un futuro de energía más limpia en el país.

Guía para la formulación e implementación de sistemas solares individuales en ZNI con financiación del Sistema

General de Regalías (SGR), agosto de 2016.

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Experiencias para Construir Futuros

Estándares técnicos para sistemas solares individuales en ZNI. Por solicitud del MME, la CCEP apoyó al Ministerio en el diseño de los estándares técnicos para los sistemas fotovoltaicos domésticos en desarrollo del decreto 1623/2015 para la expansión de la cobertura eléctrica. El diseño aprovechó las bases de datos de PERS sobre los patrones de demanda domésticos, la investigación del PEZNI sobre estándares técnicos, licitaciones pro-pias recientes para el suministro de sistemas solares para proyectos fotovoltaicos del CCEP, y la retroalimentación del grupo de expertos solares involucrados en diferentes proyectos del CCEP.

La propuesta definió los elementos necesarios para instalar sistemas fotovoltaicos en las ZNI; recomendaciones a tomar en cuenta para el diseño, instalación y mantenimiento de sistemas fotovoltaicos; una revisión general de las necesidades energéticas de las viviendas rurales; y un modelo indicativo de dimensionamiento y cálculo de costos por regiones específicas. Esta información fue un aporte esencial para la publicación por el DNP de la guía oficial para la formulación e implementación de proyectos de sistemas fotovoltaicos individuales en ZNI que pretendan solicitar financiación al Sistema General de Regalías (SGR).

Otras contribuciones. El CCEP suministró material primordial para que el Ministerio emitiera el decreto 2469/2014 sobre la autogeneración de gran escala, una escala y tipo de producción mejor conocido por las autorida-des energéticas. El CCEP también apoyó el desarrollo de estándares técnicos para sistemas de generación distribuida de pequeña escala y un proyecto de decreto para la generación distribuida de pequeña escala.

3.1.4. PROYECTOS DEMOSTRATIVOS Y EDUCATIVOS

Siguiendo el espíritu de “ver para creer” del CCEP, y como parte de la Tarea 1, el programa desarrolló proyectos educativos y demostrativos de alto impacto para exhibir tecnologías de EE/ER, generar conciencia entre el público general y quienes diseñan políticas, y promover soluciones de energía limpia para los desafíos del presente. Los pro-yectos demostrativos del CCEP no son de escala de laboratorio sino de escala completa; son instalaciones tecno-lógicas operacionales que pueden ser visitadas y estudiadas por miles de investigadores, estudiantes, profesionales y personal del gobierno o de empresas.

El primero de estos proyectos fue implementado en el muy visible escenario del Jardín Botánico de Bogotá, donde, durante los últimos tres años, se han desarrollado sistemas sostenibles de bombeo solar de agua, gasificación de biomasa, tecnologías solares térmicas, y aplicaciones educativas móviles (Apps) sobre tecnologías de energía renovable.

El Jardín Botánico de Bogotá (JBB) es la entidad encargada de la conservación y repoblación de 1.115.000 árboles en Bogotá. Esto genera un volu-men de 15.000 toneladas de biomasa al mes, cuya disposición total antes del proyecto se realizaba en el relleno sanitario de la ciudad, destinada a produ-cir emisiones de metano. Con el fin de aprovechar

Sistema de gasificación de biomasa, conectado a la red, que suministra electricidad a las áreas administrativas y científicas del Jardín Botánico de Bogotá.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

esta biomasa para generar hasta el 30% de la demanda de electricidad del Jardín, y establecer un área de reciclaje de biomasa dentro de sus instalaciones con propósitos investigativos y educativos, el CCEP y el Jardín Botánico unieron fuerzas para implementar dos sistemas de 20-kW de gasificación de biomasa leñosa y generación de electricidad conectada a la red en un edificio especialmente diseñado en uno de sus senderos de estudio.

El proyecto incluyó instalaciones para la preparación de chips de madera y su secado solar térmico, capacitación de operadores y una aplicación móvil educativa extendida a otras instalaciones de energía renovable en el Jardín. El CCEP y el JBB también instalaron 9,8 kWp de paneles fotovoltaicos conectados a la red en el techo del edificio de gasificación para generar electricidad para el ciclo de agua del Jardín. Además de recibir un promedio de 23.000 visitantes al mes, en su mayoría niños de colegio, las instalaciones de energía renovable están disponibles para inves-tigadores y estudiantes universitarios que trabajan en diferentes aspectos botánicos, mecánicos y electrónicos, entre otras tecnologías.

En su último año, el CCEP realizó una competencia nacional entre universidades, centros de investigación y ONGs para desarrollar e implementar proyectos educativos y demostrativos adicionales. Tres de estos proyectos fueron seleccionados por un panel de jueces y fueron implementados en el transcurso de 2016:

• En la ciudad de Pasto se instaló una flota de 60 bicicletas eléctricas recargadas con energía solar –junto con una instalación solar fotovoltaica de 13 kWp para recargarlas en un parqueadero de bicicletas– con el fin de demostrar sistemas sostenibles de transporte con energía limpia. El proyecto promueve el uso de bicicletas eléctricas recargadas con energía solar para trasladarse dentro y fuera del campus y capacita a los profesores y estudiantes de la universidad en los usos de la energía limpia en el transporte, entre otros temas. Las bicicletas están disponibles para los estudiantes mediante un sistema de préstamos manejado por el departamento de bienestar estudiantil de la universidad, que funciona de manera similar a tomar un libro prestado de la biblioteca. El proyecto fue propuesto por el mismo equipo de la UDENAR encargado de los proyectos de PERS Nariño y PERS Putumayo, que ya ha ganado dos premios nacionales por innovación en el sector energético (Premios Ámbar 2014 y 2016) y un concurso internacional del BID de diseño de instalaciones de energía solar para más de 100 escuelas rurales en Nariño. El equipo de UDENAR incorporó un sistema de monitoreo electrónico para rastrear las rutas, el uso y los ciclos de recarga de cada bicicleta. Este proyecto no solo demuestra las ventajas de la energía limpia, sino que además promueve pequeñas inversiones para mejorar la movilidad, un elemento crucial en ciudades intermedias como Pasto.

• Un sistema de aire acondicionado de absorción solar para un edificio de 300 m2 en el campus de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) en Medellín, una universidad con una tradición de décadas en eficiencia energética y energía renovable. La UPB diseñó un sistema de aire acondicionado solar en uno de los edificios de su campus, que evita la necesidad de instalar un sistema de aire acondicionado eléctrico convencional. Esta aplicación tecnológica de avanzada tiene un gran potencial de replicación,

Estacionamiento para recargar bicicletas eléctricas con energía solar para un proyecto demostrativo de transporte sostenible en Pasto.

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Experiencias para Construir Futuros

pues puede emplearse para sistemas de aire acondicionado en hoteles, hospitales y edificios de oficinas en todo el país. Implementado por un equipo especializado de investigación financiado parcialmente por COLCIENCIAS, esta era su oportunidad para escalar de la modelación de laboratorio y por computador a aplicaciones solares térmicas para suministrar aire acondicionado a edificios ubicados en ciudades cálidas en toda Colombia.

• Dínamos, colegios que se renuevan con energía es un programa educativo apoyado por el CCEP que incorpora contenido instructivo y aplicaciones demostrativas de EE/ER dentro del currículo de ciencias naturales y ambientales en 16 colegios con más de 19.400 estudiantes en ocho municipios de Cundinamarca. El proyecto, en alianza con la Secretaría de Educación de Cundinamarca, ofrece un enfoque práctico e innovador frente a las ciencias naturales, brinda conocimiento teórico y práctico en temas como ER, EE y cambio climático, e integra el uso de aplicaciones móviles de Tecnologías de la Información y Comunicación, así como kits de construcción de energía renovable, para facilitar la transferencia de conocimiento a estudiantes y profesores de primaria y secundaria. Los estudiantes involucrados en el proyecto han aplicado en sus hogares y comunidades el conocimiento y las habilidades que adquirieron, por ejemplo, recargando sus teléfonos celulares con bicicletas estáticas que han instalado en los patios escolares, o en exhibiciones en ferias locales. La Secretaría de Educación y ALECOP esperan expandir el proyecto a lo largo de Cundinamarca tras la evaluación de este piloto, que involucró 81.604 horas/persona de capacitación a 80 profesores de ciencia y 5 grados de clases de ciencias en cada colegio participante.

Miles de personas transitan por el Jardín Botánico y por los dos campus a diario, lo que ofrece importantes opor-tunidades educativas y de difusión de la energía limpia aplicada. Junto con estrategias efectivas de comunicación y exposición en los medios, el acceso público masivo a estos proyectos por parte de visitantes y comunidades edu-cativas no solo ha ayudado a crear experiencias de aprendizaje y conciencia púbica, sino que además ha hecho que los diseñadores de políticas públicas y empresarios, estén conscientes del potencial práctico de las aplicaciones de energía limpia.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

4.958 personas participaron en los talleres “Invierta y Gane con Energía” del CCEP que presentaron guías prácticas para la

aplicación de los incentivos tributarios de la Ley 1715. Se realizaron 7 talleres en Bogotá, Cali, Cartagena y Medellín. La demanda fue tan grande que el CCEP realizó un octavo taller que se transmitió por internet a participantes en toda Colombia y en el extranjero.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

3.2. TAREA 2. EXPANSIÓN DE ACCESO A FUENTES DE ENERGÍA RENOVABLE EN ZONAS NO INTERCONECTADAS

3.2.1. PRINCIPALES DESAFÍOS ENFRENTADOS

La falta de servicios de energía modernos en Colombia afecta principalmente a las poblaciones rurales y restringe el crecimiento económico y la seguridad en comunidades vulnerables afrocolombianas e indígenas en las ZNI. Esta tarea se diseñó para desarrollar proyectos concretos de energía renovable innovadores y viables comercialmente, en territorios aislados que no tienen acceso a estos servicios. Se hizo un énfasis particular en apoyar la implemen-tación de los objetivos del gobierno colombiano de:

• Reducir drásticamente la pobreza extrema en áreas rurales; • Prestar servicios básicos a las poblaciones desplazadas;• Incrementar la utilización de fuentes de energía renovable

de bajo carbono para remplazar la costosa generación con diésel en las comunidades rurales (que ha sido la solución tradicional para ZNI implementada con fondos públicos en comunidades que no es posible cubrir dentro del SIN); e

• Incrementar la participación del sector privado en los esfuerzos de electrificación rural.

En la medida de lo posible, estos objetivos se mantuvieron a lo largo del CCEP, y al final se alcanzaron, aunque ningún proyecto individual cumplió con todos al mismo tiempo. El más difícil de alcanzar fue el objetivo de estimular la inversión del sector privado en comunidades vulnerables, aisladas, de baja densidad, difícil acceso y empobrecidas, que albergan a ese último 3 o 4% de viviendas sin electricidad que eran el objetivo del CCEP. Bajo las señales existentes de política y de mercado, el sec-tor privado solo invierte en proyectos convencionales de extensión de la red o de generación convencional por diésel, no en soluciones de energía renovable. Como se muestra en la sección previa, cambiar las señales ha tomado años.

Otros criterios tomados en cuenta durante la formulación del programa fue enfocarse en desarrollar instalaciones comunitarias o individuales fuera de la red, con base en (pero no limitadas a):

• Disponibilidad de recursos de energía renovable. • Potencial de desarrollo de usos productivos de la electricidad. • Capacidad de atraer inversión de una tercera parte (pública, privada o comunitaria). • Disposición y capacidad de las comunidades para operar y mantener los sistemas.

Las comunidades de las ZNI generalmente están aisladas, son de difícil acceso, empobrecidas y tienen

una baja densidad poblacional, características poco atractivas para las empresas privadas de

energía. El MME estima que el 50% de los hogares no interconectados están dispersos en viviendas

no nucleadas por la geografía ilustrada aquí.

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Experiencias para Construir Futuros

3.2.2. PROCESO DE PRESELECCIÓN DE COMUNIDADES Y PROYECTOS

¿Cómo seleccionar las comunidades? ¿Dónde y cómo pueden las tecnologías de energía renovable contribuir de mejor manera al desarrollo de las ZNI? El país es hogar de una gran cantidad de comunidades aisladas, empobrecidas y merecedoras, en las cuales las tecnologías energéticas pueden contribuir en gran medida a resolver los desafíos de desarrollo y mejorar el bienestar. Incluso limitándonos a las ZNI, las estadísticas muestran que cerca de 500.000 hogares precalificarían para una intervención del CCEP. Con los recursos limitados, el tiempo, y la naturaleza de cooperación internacional de esta iniciativa, el CCEP solo podía esperar brindar soluciones concretas a algunas comunidades pero, lo que es más importante, puede brindar experiencias replicables para construir futuros para todo el país, el subtítulo de este volumen. Para que los proyectos tomen vida propia y tengan repercusiones significativas después de la intervención del CCEP, era crucial elegir comunidades y aliados de manera cuidadosa.

Antes de visitar cualquier comunidad, el CCEP desarrolló una serie de criterios de preselección basados en el análisis documental de la distribución de recursos de energía renovable, opciones tecnológicas, organizaciones comunitarias e identificación de socios. Estaba claro que era necesario un enfoque tanto geográfico como técnico para generar el impacto y los resultados esperados del programa dentro de su periodo de vida. Trabajando de la mano de USAID/Misión Colombia, se decidió inicialmente desarrollar un primer grupo de proyectos en la región Pacífica (desde el Chocó hasta Nariño), aunque la misión también tenía iniciativas en curso en la Sierra Nevada de Santa Marta, que se beneficiarían del conocimiento y de la capacidad operativa del CCEP.

Las primeras comunidades seleccionadas para recibir una visita para el posible desarrollo de un proyecto energé-tico se basaron en:

• Interés de socios potenciales del sector público u otros en participar y cofinanciar las intervenciones. • Vinculación de los potenciales proyectos de ER con comunidades identificadas por otros proyectos

respaldados por USAID, como ACIP (Chocó y Cauca); BIOREDD+ (norte del Chocó y Buenaventura); CELI Central (Cauca); CELI norte y sur (Nariño); y lugares de proyectos previos de MIDAS y ADAM en el corredor Pacífico.

• Potencial de apoyar actividades productivas en la comunidad.• Focalización en el aprovechamiento de recursos energéticos renovables híbridos, micro hídricos o de

biomasa, pues estos pueden generar “energía firme” para actividades productivas. • Las aplicaciones solares son viables en cualquier lugar de la región Pacífica o en cualquier otro bosque

tropical, pero requieren sistemas más grandes que en otras regiones debido a las condiciones climáticas.• Organización comunitaria y disposición de las comunidades de operar y mantener los sistemas. • Información sobre comunidades rurales que en la actualidad no tienen servicio y que por motivos

tecnológicos o económicos no es viable conectarlas a las redes eléctricas en el futuro cercano, esto evaluado caso por caso.

Usando estos criterios, el CCEP pre identificó a 25 comunidades rurales en Chocó, Buenaventura y la Sierra Nevada para iniciar el trabajo de campo. La meta fue seleccionar al menos cuatro para trabajar con ellas durante el primer año, empleando la siguiente metodología.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

3.2.3. METODOLOGÍA DEL CCEP PARA EL DESARROLLO DE PROYECTOS DE ER PARTICIPATIVOS Y COMUNITARIOS

El enfoque del CCEP frente a los proyectos de energía renovable inicia, y está presente durante todas las fases del desarrollo del proyecto, con la comunidad. Partiendo de los modelos de participación y organización comunita-ria de otros sectores y programas, incluyendo programas anteriores de USAID en otros campos, el CCEP confiaba en poder garantizar la disposición y capacidad de las comunidades de operar y mantener los sistemas. Pero trabajar con comunidades de cualquier etnicidad o territorio toma tiempo, y el ritmo no puede ser impuesto por personas ajenas a la comunidad.

A pesar de la experiencia de Colombia de varias décadas de trabajo en organización y participación comunitaria para el desarrollo rural, previa al CCEP, la mayoría de experiencias con energía renovable en ZNI fueron implemen-tadas por el gobierno de manera tradicional: se definía un presupuesto, se publicaban unas licitaciones, se contrataba a una firma o consorcio, se implementaba un proyecto de infraestructura física, y se iban. Este enfoque, con poca participación de la comunidad, llevó a fracasos notorios; experimentos o pruebas piloto costosas que resultaron no ser replicables ni sostenibles, y que terminaron convirtiéndose en un obstáculo para convencer a las instituciones y comunidades escépticas de asociarse con el CCEP para desarrollar proyectos de energía renovable en un enfoque no ortodoxo basado en participación comunitaria. En la metodología del CCEP, las comunidades debían participar en todo el proceso, incluyendo la identificación y delimitación del proyecto, la consulta y creación de consenso so-cial, el copatrocinio o preferiblemente cofinanciamiento, la supervisión social de los procesos de construcción y –lo que era absolutamente indispensable– el manejo y sostenibilidad de los sistemas instalados. El CCEP y los socios institucionales inevitablemente partirían de las comunidades un día, pero las comunidades permanecerán y tendrán que tener la capacidad de, y estar empoderadas para, consolidar y continuar desarrollando las soluciones de energía renovable con la asistencia de agencias externas.

Durante el primer año, el CCEP desarrolló una metodología para identificar, evaluar, formular e implementar proyectos de ER en ZNI. Los pasos principales en esa metodología están ilustrados en la siguiente figura.

FASEI

FASEII

FASEIII

Identificación preliminar

Estudios de Ingeniería

• Diagnóstico técnico

• Diagnóstico socio económico y organizacional

• Evaluación de tecnología a usar

• Estudios especializados dependiendo de la tecnología

• Ingeniería de detalles

• Plan de manejo forestal

• Permisos ambientales

• Elaboración de proyecto

• Presupuesto

• Cofinanciación

• Sostenibilidad y participación de comunidad

• Evaluación de impactos positivos y negativos

• Acompañamiento técnico permanente

• Participación activa de la comunidad

• Personas de la comunidad elegidas por voto

• Veeduría transparente del proyecto

• Representante de las partes y profesionales del proyecto

• Toma de decisiones técnicas de cara a la comunidad

• Presentación de la tecnología energética a implementar

• Presentación alternativa

Ejecución del proyecto Comité veeduría Comité operativo

Estudios ambientales Proyecto

Socialización Concertación

Figura 9 Metodología participativa del CCEP para la identificación, creación de consenso, diseño e implementación de proyectos rurales de energía renovable

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Experiencias para Construir Futuros

Específicamente, en cada localidad seleccionada el equi-po de campo del CCEP trabajaba con la comunidad para evaluar sus recursos energéticos y sus necesidades para actividades domésticas y productivas, y realizaba un mapeo social. El CCEP luego le presentaba a la comunidad el con-cepto de aplicaciones de energía renovable (apropiadas para esas necesidades), evaluaba su interés en desarrollar algún proyecto de energía renovable, y evaluaba los re-cursos económicos y humanos que la comunidad podía contribuir, o a los que podía acceder, para un proyecto. La contribución que el fondo de incentivos del CCEP podía asignar a cada proyecto se explicaba en detalle, enfatizan-do que no más del 50% del valor total del proyecto podía ser absorbido por recursos de USAID, y que cualquier proyecto que finalmente se diseñara y decidiera requeriría de una alianza con una tercera parte: comunidad-USAID-tercera parte (pública, privada y/o civil).

Las visitas de campo y la interacción inicial con el CCEP tomaban entre dos y cinco días con dos equipos (uno técnico y otro socioambiental). Tras pre evaluar las necesidades y los recursos de energía renovable, los diseños, cálculos e ideas iniciales se anotaban en papel y se escribían informes para compartir con instituciones comunitarias y aliadas. Luego se llevaba a la comunidad una presentación de PowerPoint, impresa en una cartelera, para discutir las opcio-nes tecnológicas, los costos asociados, los requisitos de consulta ambiental y social, la financiación del proyecto, los roles y responsabilidades comunitarias, los cronogramas, etc. Estas reuniones y discusiones de seguimiento llevaban a la segunda fase indicada en el diagrama: los estudios y diseños finales de ingeniería, los estudios económicos, los diseños de proyecto y las asignaciones presupuestales finales. Durante la fase de diseño, que generalmente requería trabajo de campo adicional, los equipos del CCEP continuaban visitando y trabajando con las comunidades, no solo para definir los detalles logísticos y financieros, sino para realizar organización comunitaria y fortalecimiento de capa-cidades, generación de responsabilidad ambiental, y para llevar a cabo los pasos legales: procedimientos de consulta previa social (aplicables a comunidades indígenas y afrocolombianas), permisos ambientales (con diseños y planos técnicos finales) y organización administrativa (actas organizacionales, representación legal, etc.).

Estos pasos se pueden simplificar cuando se trata de sistemas solares, pero los procedimientos son más dispendio-sos cuando se trata de plantas de biomasa y de microcentrales hidroeléctricas. En efecto, según la experiencia del CCEP, estructurar y recibir permisos para microcentrales hidroeléctricas toma como mínimo dos años, aunque la implementación puede tomar mucho menos tiempo. En el caso de biomasa, hay que asegurar la sostenibilidad de la fuente de materia prima y la capacidad local de operar los sistemas. Estos requerimientos de tiempo deben tenerse en cuenta por todos los posibles socios de implementación, en especial cuando se enfrentan a marcos de tiempo legales como los presupuestos públicos de inversión anuales de Colombia, los acuerdos de cooperación internacional (como el marco de tiempo de 5 años para el CCEP), o la presión de los decisores de política (“háganlo… pero rápido”).

Por el lado positivo, el tiempo que toma finalizar los diseños técnicos y financieros también ayuda a consolidar la concertación y apropiación de los proyectos por parte de las comunidades. En la Fase 3, la comunidad asume un rol activo en cuanto al monitoreo y reporte del progreso del proyecto mediante comités de supervisión y operativos. En paralelo con la implementación del componente energético, cuando las instalaciones tecnológicas de energía renovable están por terminarse, se pueden crear o mejorar las actividades productivas complementarias –como la

El CCEP presenta la alternativa de una micro central hidroeléctrica en una reunión con la comunidad.

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El CCEP invirtió en fortalecimiento de capacidades comunitarias en cinco áreas estratégicas: sostenibilidad tecnológica, sociocultural,

ambiental, económica y administrativa. Foto: capacitación en contabilidad, administración y finanzas en las oficinas

autoconstruidas de la JASE en El Yucal, edificio a la derecha.

Sostenibilidad

Adm

inistrativa

IMPLEMENTACIÓN DEL PROCESO INTEGRAL DE ACOMPAÑAMIENTO SOCIO-EMPRESARIAL Y FORTALECIMIENTOCOMUNITARIO PARA LA COMUNIDAD DE EL YUCAL – RESGUARDO INDÍGENA RIO PANGUÍ, MUNICIPIO DE NUQUÍ,DEPARTAMENTO DE CHOCÓ, EN ATENCIÓN A LA CONSTRUCCIÓN DE UNA MCH, CONFORME LASESPECIFICACIONES TÉCNICAS QUE SE PROVEAN)

RUBRO ALCANCE RESULTADOEstablecimientoJASE 1 JASEconformadapor4líderescapacitados

PlandeformaciónparalaJASE 160horasHorasdeformaciónenadministración,contabilidadyfinanzas

Establecimientooficinasconsedepropia 1Oficinadotadacontodaslasherramientasofimáticas,conespaciodereunionesJASE

FortalecimientoyempoderamientodelaJASE 1

Reglamentointerno,modelodeplaneaciónestratégica,desarrollodejuntasmensuales

preparación de terrenos para irrigación de cultivos, la organización de cooperativas de pescadores, fábricas de hielo, trapiches paneleros, silos de café, carpinterías, computadores para los colegios, etc.– en preparación para el momento en el que las comunidades puedan celebrar con alegría y decir “¡llegó la energía!”. Dado que para las comuni-dades este es el objetivo final: energía para los hogares, usos productivos y/o infraestructura social.

Durante esta etapa final, un aspecto muy importante del trabajo de campo del CCEP era capacitar a las co-munidades en gestión socio empresarial, operación y mantenimiento técnico, y sostenibilidad financiera de las soluciones instaladas, haciendo hincapié en la nece-sidad del auto sostenimiento, sin depender de subsi-dios de terceras partes. Se deben establecer sistemas de recaudo de ingresos de las viviendas, instalaciones productivas y establecimientos de infraestructura pú-blica beneficiarios, de modo que las organizaciones comunitarias fortalecidas reciban suficientes recursos para cubrir los costos locales de operación y mante-nimiento, el mantenimiento periódico o esporádico externo, y los repuestos. En particular, los usuarios de los sistemas solares tienen que garantizar que haya una recolección y administración de fondos para la

reposición de baterías y demás componentes cuando termine su vida útil. Si bien las estrategias de sostenibilidad variaban dependiendo del caso, cuando las organizaciones comunitarias preexistentes no podían asumir estas fun-ciones, el CCEP las ayudaba a organizar una Junta Administradora de Servicios Energéticos (JASE) local. Estas JASE quedaban encargadas de operar y administrar los sistemas de energía renovable además de cualquier otra instala-ción comunitaria que se estableciera para generar valor agregado para la producción comunitaria e ingresos para la empresa de servicios energéticos mediante tarifas por uso de las instalaciones. Las estrategias de sostenibilidad para cada proyecto están descritas en sus correspondientes perfiles de proyecto en el Volumen 2 de esta publicación.

ara que esta metodología funcione, es crucial garantizar alianzas, no solo con las comunidades sino con copatro-cinadores institucionales adicionales. En las áreas mostradas en las fotos, y al trabajar con poblaciones vulnerables, desplazadas y empobrecidas, era muy improbable que las comunidades rurales pudieran pagar el 50% de la inver-sión anticipada del proyecto, que fue la restricción contractual inicial del CCEP y su política general para todas sus actividades y proyectos. Por lo menos otro socio, con la capacidad de movilizar una cantidad similar de recursos, era necesario para completar la alianza comunidad-USAID-tercera parte. Como se describió anteriormente, formar alianzas fuertes no es solo cuestión de financiación del proyecto, sino que además es un enfoque estratégico para garantizar la aceptación, la apropiación por parte de las comunidades y el seguimiento socio-institucional tras la fi-nalización de la intervención y la partida de los organismos externos al proyecto (incluyendo el CCEP).

TERCEROS ALIADOS

Debido al compromiso permanente del gobierno de Colombia con mejorar el acceso de las comunidades de ZNI a la energía, este fue el más interesado en asociarse con USAID/CCEP para identificar y desarrollar proyectos. Sin

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Experiencias para Construir Futuros

embargo, lograrlo debía hacerse mediante procedimientos presupuestales generalmente dispendiosos, y tras cumplir con prerrequisitos legales y técnicos tediosos (como planos definitivos y diseños de ingeniería, permisos ambientales completos, etc.). El socio natural del gobierno con el que el CCEP se involucró de inmediato fue con el IPSE, con el cual USAID ya había iniciado la definición de un memorando de entendimiento para el programa. Junto con el IPSE, el CCEP identificó proyectos potenciales en Chocó, la Guajira y la Sierra Nevada. Otro socio público importante, con el que el CCEP estructuró proyectos en Chocó y la Sierra Nevada, fue el Departamento para la Prosperidad Social (DPS). A nivel regional, el CCEP trabajó junto con la autoridad ambiental del departamento del Valle del Cauca, la CVC, con la cual el programa desarrolló un portafolio de proyectos para comunidades indígenas y afrocolombianas. Gradualmente, las gobernaciones y otras instituciones públicas regionales empezaron a participar en estos esfuerzos de desarrollo de energía rural.

El desafío de involucrar al sector privado en proyectos concretos de energía renovable rural de hecho se logró en el primer proyecto implementado, antes de que los socios gubernamentales pudieran terminar sus prerrequisitos para cofinanciar otros proyectos potenciales identificados. Aunque este era un proyecto de pequeña escala –para reacondicionar una micro hidroeléctrica que ya existía, en asociación con un colegio internado de estudiantes kogui en la Sierra Nevada de Santa Marta– ayudó al CCEP a refinar su enfoque metodológico y dio al equipo la oportuni-dad de abordar uno de los más serios desafíos de la energía rural: reducir la presión de deforestación generada por la demanda diaria de leña para hervir agua y cocinar (2 m3/día). El CCEP introdujo una estufa eficiente para reducir el consumo de leña en la cocción. También se reemplazó el uso de leña para hervir agua –que tomaba seis horas al día– con un filtro de agua eléctrico alimentado por la microcentral hidroeléctrica.

Bajo la misma lógica, el CCEP trabajó para involucrar a empresas energéticas, mineras y de otras esferas, que tuvieran algún interés de responsabilidad social corporativa u otro en una comunidad o región particular de ZNI, para la iden-tificación de posibles emprendimientos conjuntos con el CCEP. Este fue el caso con la Fundación Cerrejón Guajira Indígena, con la cual el CCEP se asoció para dos proyectos que cubrían a más de 40 comunidades Wayuu. Fue solo con el paso del tiempo, y con la aprobación de la Ley 1715, que las empresas energéticas empezaron a considerar que los esfuerzos que realizaban junto con el CCEP por motivos de responsabilidad social, eran sus propios proyectos piloto para familiarizarse con tecnologías de energía renovable alternativa y con estrategias de implementación en comunidades de ZNI. Este fue el caso particular con EPM y CELSIA/EPSA.

3.2.4. PROYECTOS RURALES DE ENERGÍA RENOVABLE - EXPERIENCIAS PARA EL FUTURO

El equipo de energía renovable rural del CCEP, conformado por profesionales tecnológicos, socioeconómicos y am-bientales, viajó intensamente por las ZNI buscando y desarrollando oportunidades de proyectos de ER. De acuerdo con el recuento final, el CCEP completó proyectos de ER en 93 comunidades, con diferentes niveles de complejidad o simplicidad, propósitos, poblaciones objetivo y tecnologías. El CCEP también realizó diseños para proyectos que por algún motivo u otro no maduraron hasta su terminación. De hecho, dos microcentrales hidroeléctricas debie-ron cancelarse por razones desconcertantes. Incluso de los fracasos se aprende, así que en estos tres volúmenes discutimos también esos proyectos desde diferentes perspectivas.

Comparten características en común, en términos de metodología, participación de la comunidad y fortalecimiento de capacidades, creación de alianzas, y diseño de estrategias para asegurar su sostenibilidad post-implementación.

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Pero la escala, los recursos, las tecnologías, la organización comunitaria y la cultura varían. Se discuten de manera in-dividual en los Volúmenes 2 y 3, y en el Apéndice 1 se incluyen vínculos a videos de algunos.

3.2.4.1. MICROCENTRALES HIDROELÉCTRICAS

Las microcentrales hidroeléctricas (MCH) son una solución ideal para generar un suministro estable de energía todo el año. La tecnología es robusta, bien establecida, simple de operar y mantener, y limpia en términos ambientales. Es-tas plantas eran muy comunes en las regiones montañosas y cafeteras de Colombia antes de la expansión del SIN en las décadas de 1960 y 1970. El reacondicionamiento de plantas abandonadas o el desarrollo de nuevas plantas se está convirtiendo en una opción interesante para la autogeneración comunitaria y para la venta de excedentes energéticos al SIN a raíz de la Ley 1715. La experiencia reciente del CCEP con las microcentrales hidroeléctricas contribuye lecciones para ese desarrollo en el futuro. Por un lado, siguen siendo una solución comunitaria viable para los contextos adecuados en términos de topografía, de concentración de demanda y de organización. Por otro lado, las trabas sociales, ambientales y administrativas pueden llevar estas iniciativas a su fin.

La topografía de la mayor parte de la costa Pacífica, donde el CCEP enfocó su atención inicial, no se presta para desarrollar hidroelectricidad, por lo menos no ampliamente. El municipio de Nuquí, al norte del departamento del Chocó, cuenta con una sierra costera, llamada Serranía del Baudó, donde ríos, arroyos y cascadas constituyen recur-sos hídricos que se podrían aprovechar para generar electricidad para los pequeños pueblos al sur de la cabecera municipal. El IPSE inspeccionó la región para identificar el potencial de hidroelectricidad en el área cerca de Termales, en seguimiento a una directiva presidencial de septiembre de 2011 (APP 45). En la misma área, el programa BIORE-DD+ de USAID estaba prestando asistencia técnica a los pescadores en términos de prácticas de pesca sostenible. La falta de suministro energético hacía que fuera difícil para estos pescadores conservar el pescado, y significaba que tenían que viajar a la cabecera municipal para comprar hielo, una barrera de costo que se podía superar con soluciones de energía limpia instaladas en su propia ensenada.

Alertado sobre el desafío, tanto por el IPSE como por BIOREDD+, durante el primer trimestre de 2012 el CCEP realizó su primera visita técnica y socioambiental, de una semana, a las cinco comunidades costeras relativamente cercanas a la Serranía: Arusí, Partadó, Termales, Joví y Coquí. Mientras que el equipo socioambiental trabajaba con las comunidades realizando mapeo social y entrevistas de línea de base, el equipo de ingeniería realizó aforos de caudal de agua y diferencias de altura en una docena de lugares con potencial hidroeléctrico, identificados por la población local.

MCH AGUA CLARITA PARA ARUSÍ-PARTADÓ-TERMALES.

Teniendo en cuenta todos los aspectos técnicos, se concluyó que no había posibilidad de desarrollar MCHs para Joví ni Coquí, ni de manera individual para Arusí, Partadó y Termales, pero que la cascada de la quebrada Agua Clarita podía generar un mí-nimo de 80+ kW en una red que conectara a una

Diagrama esquemático del sistema de MCH diseñado para los pueblos de Arusí, Partadó y Termales.

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Experiencias para Construir Futuros

futura central eléctrica con Arusí y luego con los otros dos pueblos. Los subsiguien-tes estudios hidrológicos, hidráulicos y demás estudios de ingeniería detallados, determinaron un potencial de 100 kW, suficiente para una demanda proyectada de 20 años bajo patrones de uso eficien-te de energía, que se pueden lograr con la instalación de bombillos eficientes en los hogares, medidores prepagos, y ca-pacitación socio empresarial, todo esto a ser provisto por el CCEP. USAID también suministraría una fábrica de hielo para la cadena de frío en la pesca, como fuente de ingreso adicional para la JASE inte-grada de los tres pueblos que se crearía y que controlaría el sistema de la MCH.

Durante el resto de 2012, el CCEP y el IPSE completaron todos los pasos para la formulación de un proyecto de una MCH de 100 kW, y la red correspondiente, para las tres comunidades, que tenían una población de 724 personas dependientes económicamente de la pesca, el turismo y el comercio.

Debido al compromiso presidencial y a la viabilidad de este proyecto, la Presidencia canalizó fondos de contrapar-tida para la implementación del proyecto, desde su Departamento para la Prosperidad Social, canalizados a través del FONADE, un fondo de desarrollo gubernamental. El IPSE también canalizó los fondos que asignó a la red de distribución a través del FONADE. Se acordó que los recursos del gobierno colombiano canalizados mediante el FONADE se usarían para construir la MCH y sus líneas de distribución. Por su parte, el CCEP financió la implemen-tación del plan de manejo de forestal, despejando el camino para las líneas de distribución hasta la central eléctrica, y comprometió recursos para la fábrica de hielo, instalaciones internas domiciliarias, iluminación pública, medidores prepagos y fortalecimiento de capacidades socio empresariales.

Estos componentes productivos y domésticos son elegibles para una donación internacional, pero podrían ser decla-rados malversación de fondos si fueran financiados por recursos públicos de acuerdo con la legislación colombiana.

Tras 18 meses de un proceso administrativo inexplicablemente largo –incluyendo dos procedimientos de licitaciones declarados nulos debido a la falta de proponentes, e incrementos presupuestales aprobados por el DPS–, el FONADE finalmente adjudicó el contrato a un consorcio de ingenieros basados en Chocó, en septiembre de 2014, para que se terminara en seis meses, a más tardar en marzo de 2015. Esto sobrepasaba en tres meses el cronograma original, pero seguía siendo posible completar los componentes del CCEP para comienzos de 2016.

En enero de 2015, cuando había transcurrido el 60% del tiempo del contrato, menos del 2% de las obras se había completado, y los materiales ni siquiera habían llegado a la zona, de acuerdo con los resultados de una inspección de campo realizada por el CCEP/IPSE. Con base en esta visita de campo, y preocupado por los fondos que había transferido a FONADE, el IPSE solicitó a la entidad declarar el incumplimiento del contrato y aplicar la cláusula penal.

Los principales resultados de la primera visita de campo social y de ingeniería del CCEP/IPSE al sur de Nuquí fueron: (a) Los recursos hídricos accesibles son insuficientes para una MCH excepto en Agua Clarita (esquina inferior izquierda); (b) el mapeo social

inicial y la encuesta sobre demanda de energía establecen claramente la capacidad de generación actual y futura necesaria para satisfacer la demanda. Ambas conclusiones fueron

ratificadas más adelante en estudios de ingeniería y socioeconómicos más detallados.

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Siguieron muchas reuniones, debates, incrementos presupuestales, visitas a las comunidades y disputas –con la participación incluso de alto nivel de la Presidencia y de USAID– pero el consorcio solo fi-nalizó las redes eléctricas y no realizó ningún progreso en las obras civiles. Puesto que el CCEP no tenía ningún vínculo contractual con el FONADE, el consorcio de construcción, la interventoría de ingeniería ni el DPS, y el FONADE no respondió al IPSE tampoco, el proyecto simplemente se estancó. Viendo la falta de progreso, el CCEP con-trató una inspección y peritaje de ingeniería independiente, que en agosto de 2015 confirmó que las obras civiles no habían iniciado e indicó que el consorcio de construcción de ninguna manera podría terminar el proyecto ese año. Tras considerar cuidadosamente todos estos factores, y con el fin de liberar el presupuesto reservado para este proyecto de modo que estuviera disponible para otras comuni-dades antes del cierre del programa, el CCEP se retiró del proyecto el mismo mes de agosto de 2015 y procedió a transferir formalmente

los permisos ambientales que había obtenido de CODECHOCÓ al Consejo Comunitario General los Riscales, y las obligaciones de su consulta previa de marzo de 2012 al FONADE, el DPS y el IPSE.

Si bien esta experiencia fue frustrante para USAID/CCEP, ha sido mucho más frustrante aún para las comunidades que todavía esperan que se complete el proyecto, como se lo expresaron claramente a una periodista enviada para escribir un artículo sobre el proyecto para el Volumen 3.

Como veremos más adelante, esto no cambia la ventaja de trabajar con esta tecnología en lugares donde la combi-nación de recursos hídricos, distancia, demanda y organización comunitaria es viable. Es la mejor opción para crear un suministro estable de energía con costos operativos y de mantenimiento asequibles. El CCEP trabajó en dos MCH muy emblemáticas junto con el IPSE, esta vez solo con las comunidades y sin ningún otro socio institucional. Una era una microcentral hidroeléctrica en el mismo municipio de Nuquí, río arriba de Panguí, en la comunidad indígena Embera de El Yucal. La otra fue en la comunidad cafetera de Palmor, en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el municipio de Ciénaga, Magdalena.

MCH EL YUCAL

El Yucal es una comunidad muy unida y bien organizada de 472 indígenas Embera Dóbida, que significa literalmen-te “gente del maíz”. A cada familia se le asignan 10 hectáreas para cultivar arroz, maíz y otros alimentos. Antes del CCEP, la comunidad había recibido asistencia técnica para la producción agrícola por parte del Climate Alliance, una ONG internacional. Durante esa intervención, se realizó un estudio de viabilidad sobre la posibilidad de construir una MCH cerca del pueblo. El CCEP conoció este estudio y decidió indagar sobre el interés de la comunidad en la implementación del proyecto durante una de sus visitas al municipio de Nuquí.

El CCEP realizó sus estudios de Fase 1 de su metodología participativa en la comunidad en octubre de 2012, y con-tactó al Climate Alliance para buscar que aportara una financiación igual a la del CCEP. LA ONG se había retirado de Colombia y no podía participar, así que además de realizar los diseños de ingeniería, los estudios ambientales y

DESARROLLO DEL PROYECTO MCH ARUSI-APARTADÓ Y TERMALES

Estado de las obras civiles de la MCH de Agua Clarita en agoto de 2015. Después de casi un año de “construcción”, la falta de progreso, y la poca probabilidad de terminarla para finales de 2016, llevaron a USAID/CCEP a retirarse del proyecto.

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Experiencias para Construir Futuros

las solicitudes de permisos correspondientes, así como la consulta previa formal realizada en 2013, el CCEP también buscó a otros so-cios. El IPSE, que ya estaba participando en el proyecto Arusí, acordó asociarse con el CCEP y la comunidad, y asignó recursos para el de-sarrollo del proyecto. El permiso ambiental para el uso del agua fue otorgado por CODECHOCÓ en diciembre de 2013. Sin embargo, a comienzos de 2014 ocurrió un impasse con el plan de manejo forestal. Resultó que el terreno que la comunidad indígena había comprado en la década de 1980, antes de la constitución de 1991, había sido delimitado por el INCORA como terreno afrocolombiano tras la promulgación de la nueva constitución. Así que formalmente le per-tenecía al Consejo de los Riscales, y no al resguardo indígena Panguí. Si bien ambos grupos étnicos respetan sus fronteras de facto, tomó meses resolver este impasse legal, con la cooperación de los Riscales, y obtener el permiso ambiental final necesario para proceder con el proceso de licitación.

El proyecto concebido y concertado con la población incluía una MCH de 20 kW, la red de distribución, redes domésticas internas, iluminación pública, electrificación escolar, y la instalación de un mo-lino de arroz, una desgranadora de maíz y una carpintería para dar un valor agregado a sus productos y generar una fuente de ingresos a su JASE, encargada de las operaciones técnicas y administrativas. El CCEP desarrolló actividades de fortalecimiento comunitario y em-presarial, enfocados en la sostenibilidad del proyecto. La sostenibilidad financiera está garantizada con los ingresos generados por el pro-yecto productivo de la molienda de arroz y maíz, que corresponde a cerca del 50% de los ingresos de la JASE; la otra mitad proviene del cobro de tarifas mensuales a cada vivienda. La sostenibilidad opera-tiva está garantizada con la capacitación de jóvenes locales entrena-dos para operar y mantener las instalaciones y los equipos. En total, la comunidad recibió cerca de 4.500 horas-persona de capacitación. La participación y sentido de apropiación de la comunidad, que es crucial para el éxito del proyecto, ha sido excelente, y se cuenta con la participación continua de la comunidad del Río Panguí.

El principal contrato de construcción, después de que se recibieron las licitaciones, se realizó en diciembre de 2014. La MCH se terminó en septiembre de 2015. El proyecto de ER se inauguró oficialmente en noviembre de 2015, y fue entonces transferido a la comunidad. Los componentes de la molienda se terminaron en diciembre de 2015, aunque la asistencia técnica a los agricultores funcionó hasta mediados de 2016, para garantizar que el primer ciclo de la molienda de arroz se completara.

MCH DE 20 KW EN EL YUCAL

La comunidad participó activamente en transportar los materiales y aportó mano de obra no calificada.

La turbina instalada en la casa de máquinas de la central eléctrica

La molienda de arroz es uno de los usos productivos de la electricidad, que da un valor agregado a los

productores y es una fuente de ingreso para la JASE

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MCH MIGUEL MEDINA - PALMOR

Palmor es un pueblo de la Sierra Nevada de Santa Marta, con cerca de 2000 habitantes y 420 suscriptores conectados a su microcentral hidroeléctrica, que es propiedad de la comunidad y la única de este tipo en Colombia. Los agricultores, que escapaban de la violencia del interior de Colombia, se asentaron en el área y sus terrenos aleda-ños en la década de 1960.

En la década de 1980, Palmor participó en el Programa Especial de Energía para la Costa Atlántica (PESENCA), que contó con coope-ración alemana, que desarrolló un plan de acción participativo para promover tecnologías de energía renovable para el desarrollo rural. Los estudios técnicos y las reuniones con los habitantes llevaron al diseño y construcción de una microcentral hidroeléctrica, inaugurada en septiembre de 1990.

Para asegurar la sostenibilidad, los hogares debían aportar el 10% del costo total de la obra en efectivo y/o en especie, a cambio de acciones. Para cubrir su aporte, estas personas recibieron un prés-tamo por parte del banco agrario estatal de ese momento (la Caja Agraria). Esto hizo que todos los habitantes del pueblo fueran los propietarios finales de las instalaciones donadas por GTZ y las con-trapartes colombianas (CORELCA, ICA y la Federación de Cafete-ros). Este sentido de propiedad colectiva es una de las razones por las cuales la MCH ha sobrevivido durante tanto tiempo a pesar de averías, derrumbes y años de presencia guerrillera, paramilitar y de bandas criminales.

Así mismo, un joven de la comunidad recibió una capacitación de dos años como técnico certificado en instalaciones eléctricas, y ha estado empleado en la organización comunitaria durante más de 25 años.

Puesto que el pueblo ha crecido, y pasado de 105 a 420 hogares y establecimientos comerciales desde la construcción de la MCH, a finales de 2011 el IPSE recibió una solicitud de Electropalmor para financiar una segunda fase de la MCH mediante el fondo de energía rural del MME, llamado FAZNI. Aunque el proyecto estaba insuficien-temente formulado y presentado para ser aprobado por el FAZNI, el ISPE vio la propuesta como una idea de proyecto válida y visitó la comunidad a mediados de 2012. Tras la visita, el IPSE invitó al CCEP a unir recursos para realizar el plan de expansión, y se organizó una visita de exploración para noviembre de 2012.

MCH DE 240 KW EN PALMOR

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Experiencias para Construir Futuros

El pueblo no solo había multiplicado por cuatro su tamaño inicial, sino que además la economía se había disparado y ahora los hogares y los 60 establecimientos comerciales tenían muchos electrodomésticos, y todos intentaban hacerlos funcionar con la electricidad generada por su MCH de 125 kW. La necesidad de expansión era urgente.

Para manejar la escasez de electricidad, los habitantes tenían que desconectar sus refrigeradores durante cuatro horas al día, no usaban soldadoras en los talleres durante ciertas horas, e incluso prohibieron la iluminación y decoración navideña. Electropalmor hizo que se reemplazaran los bombillos convencionales por bombillos ahorradores, lo que disminuyó significativamente la demanda. Además, dividió el pueblo en sectores y, cuando era necesario, quitaba la energía por sectores.

Sin duda era necesario reacondicionar la MCH. No solo con una unidad de generación de energía nueva, sino con la reparación y mejora de la unidad existente. El sentido de orgullo y la perseverancia de la comunidad para manejar su MCH durante décadas era una garantía de que tenía la capacidad de sostener el proyecto una vez este se com-pletara, de la misma manera holística en la que el CCEP trabajaba en los proyectos de energía rural.

El CCEP encontró que el recurso hídrico disponible en el Río Cherúa, donde la MCH está ubicada, se podía apro-vechar fácilmente para generar 600 kW. Esto había llevado a que los ingenieros del proyecto de la década de 1980 diseñaran una MCH de 300 kW, que hace 30 años era sobredimensionada para la demanda energética de la comu-nidad. PESENCA ajustó el diseño final para alcanzar los 300 kW, pero en dos fases. La captación de agua y casa de máquinas se construyeron para 300 kW, pero la tubería hidráulica, la turbina y el generador se instalaron para 125 kW, y se dejó espacio disponible para una segunda tubería y un segundo set electromecánico. Esta previsión permi-tió que el CCEP y el IPSE reacondicionaran y expandieran la MCH con 150 kW adicionales sin necesidad de obras civiles grandes ni de talar árboles.

Durante el primer semestre de 2013, el CCEP completó los diseños de ingeniería y presupuestales para una nueva unidad de 150 kW, así como el diseño de inversiones complementarias como el fortalecimiento de la capacidad so-cio empresarial, el remplazo de las antiguas líneas de distribución, el alumbrado público, medidores prepagos, obras auxiliares, etc. Después de diseñar los presupuestos para Palmor y otros tres proyectos conjuntos acordados, el CCEP y el IPSE firmaron el Acuerdo IPSE No. 078 a finales de julio de 2013, dando paso a concretar el proyecto en los siguientes meses.

Se decidió, junto con Electropalmor, el IPSE y la comunidad, que (a) CCEP/IPSE financiarían la línea de distribución de la MCH desde la central hasta el primer poste del pueblo; (b) el CCEP financiaría los componentes socio-em-presariales; (c) desde una línea presupuestaria independiente, el IPSE probablemente podría realizar el reemplazo de las líneas de distribución dentro del pueblo (cosa que hizo); y (d) que Electropalmor realizaría de manera inde-pendiente una inversión en alumbrado público, obras auxiliares, vivienda de operario, extensión de la red a áreas aledañas cuando fuera viable, y eventualmente la implementación de medidores prepagos. Los medidores prepagos se consideraron desde el comienzo, pero requerían mucho trabajo de preparación y consenso comunitario, lo que no se podía garantizar en 20135.

5 Incrementar las tarifas y cambiar a medidores prepagos para las cuentas morosas solo fue aprobado por la asamblea comunitaria en enero de 2017.

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Culminados todos los diseños técnicos y arreglos administrativos, se realizaron licitaciones y, tras calificar las pro-puestas, se seleccionó al contratista de ingeniería y a la firma interventora en septiembre de 2014. La construcción inició en febrero de 2015, y se finalizó en junio de 2016. Sincronizar a las dos unidades resultó ser un desafío debido al daño encontrado en la unidad antigua, así que cuando la unidad nueva se instaló y quedó operando para mane-jar la carga del pueblo por sí misma, la primera unidad se desmanteló y reacondicionó, manteniendo una capacidad mínima de generación de 90 kW. El sistema ahora está disponible para generar energía para Palmor durante los próximos 20 años.

En 2015, el IPSE capacitó a los jóvenes de octavo hasta undécimo grado de la secundaria local sobre el uso efi-ciente y racional de la energía, y graduó a 16 “Centinelas de la Energía” para mantener estas campañas y partici-par en esa organización juvenil. En 2016, el IPSE y el CCEP también realizaron campañas puerta a puerta sobre efi-ciencia energética, subrayando la necesidad de continuar haciendo un uso eficiente de la energía y no empezar a malgastarla, a pesar de que se había duplicado la capaci-dad de la central.

Durante ocho meses, el CCEP dedicó un equipo socio empresarial específico para trabajar en el fortalecimiento de Electropalmor en términos técnicos y administrativos,

así como en planeación estratégica, abordando así las malas prácticas administrativas y contables, y la falta de capa-citación en el software de servicios públicos.

Modernizar la capacidad técnica y administrativa de la compañía comunitaria era indispensable para permitir a Elec-tropalmor mejorar la prestación de su servicio a un pueblo en rápido crecimiento. El equipo también prestó asistencia legal para convertir a Electropalmor S.A.S. en una asociación comunitaria sin ánimo de lucro y en una empresa de servicios públicos (Asociación de Usuarios del Servicio de Energía de Palmor de la Sierra Empresa de Servicios Públicos - ELECTROPALMOR E.S.P.), la primera de su tipo en Colombia. El CCEP también patrocinó la capacitación de 18 técnicos expertos en la instalación y mantenimiento de instalaciones eléctricas, preparando el camino para que Electropal-mor y la comunidad modernizaran las instalaciones internas y los medidores de sus hogares y locales comerciales.

El proyecto completo se inauguró en octubre de 2016; repre-sentantes de USAID, CCEP e IPSE participaron en el evento, junto con personal de Electropalmor y asistentes de la alcaldía de Ciénaga y la comunidad de Palmor. Incluso después de la finalización del proyecto, la organización comunitaria mantuvo su compromiso de garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la MCH. En enero de 2017, la asamblea extraordinaria de Electropalmor aprobó el necesario incremento en la tarifa, la contratación de nuevos empleados, y el plan de negocios diseñado para consolidar a su compañía de servicios públicos y realizar más modernizaciones.

Centinelas de la Energía - Jóvenes de Palmor comprometidos con difundir el mensaje de eficiencia energética.

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EXPERIENCIAS CON MCH PARA COMUNIDADES ARHUACAS EN LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA

Los Arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) constituyen una de las mayores comunidades indígenas de Colombia, con una población de 22.134 individuos de acuerdo con el último censo poblacional, realizado en 2005. Las familias arhuacas viven en hogares dispersos, y rotan entre dos o más fincas en diferentes pisos térmicos. Sus pueblos sirven principalmente como lugares de reunión, o lugares de tránsito donde se quedan varias veces al año. También albergan infraestructura social como colegios, puestos de salud, tiendas comunitarias, centros comunitarios, sitios ceremoniales, cocinas comunales, etc. Cerca del 36% vive en las laderas suroccidentales de la SNSM (Valledu-par y Cesar) y el 18% vive en las laderas surorientales, en el departamento del Magdalena.

Comunidades arhuacas de Bunkwimake (izquierda) y Gun Aruwum (Sabana de Crespo)

El Programa de Energía Limpia para Colombia trabajó con las comunidades de ambas laderas, y encontró muy di-ferentes rasgos de liderazgo, cohesión social y tradicionalismo entre ellas. En Bunkwimake, Magdalena, el Programa diseñó una MCH de 10 kW, que podía darle electricidad al colegio internado, a una escuela de carpintería y a un trapiche panelero, con un gran apoyo de la comunidad y con un liderazgo asertivo que estuvo 100% detrás del proyecto. Después de que de la comunidad, la organización indígena de salud (IPSI Wintukwa), y la Confederación Indígena Tayrona (CIT) le solicitaran un proyecto de energía renovable, el CCEP diseñó y comenzó a construir una MCH de 18 kW en Gun Aruwun (Sabana de Crespo), en Valledupar, Cesar. Por razones muy diferentes, ninguna de las dos MCH se construyó, pero la experiencia de trabajar con estas comunidades, las instituciones públicas y las organizaciones indígenas involucradas fue muy educativa con respecto a los tipos de obstáculos que se pueden encontrar a la hora de desarrollar proyectos comunitarios. En Bunkwimake, el nivel de cohesión de la población in-dígena y sus autoridades resultó mayor al nivel de cohesión y coherencia de las instituciones públicas colombianas; en Sabana de Crespo, en contraste, la falta de cohesión social y coherencia de sus líderes puso un fin abrupto a la iniciativa tras más de dos años de trabajo y compromisos.

A comienzos de 2012, el DPS y la organización indígena Gonawindua Tayrona invitaron al CCEP a visitar Bunkwimake, el primer pueblo indígena que había construido su colegio bajo un programa respaldado por la Presidencia, el IPSE y USAID (el “Cordón Ambiental” de la Sierra Nevada de Santa Marta). La mayoría de los asentamientos indígenas de ese programa estaban construyendo colegios y centros de salud que recibirían instalaciones de energía solar, pero en el caso de Bunkwimake, la carpintería y el equipo productivo que la comunidad poseía requería una mayor capacidad de generación de lo que se podía lograr sosteniblemente con sistemas solares dependientes de baterías. La mejor solución para las necesidades específicas de la comunidad fue, y sigue siendo, instalar una MCH. Después de estudiar varios sitios, el CCEP encontró que la fuente más apropiada y sostenible ambientalmente se encontraba

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a tan solo 800 metros del pueblo. Las alternativas se presentaron y discutieron con la comunidad y, después del análisis del impacto ambiental y las subsiguientes consultas espirituales, en agosto de 2012 la comunidad presentó el proyecto y solicitó el apoyo del Cabildo Gobernador (la mayor autoridad indígena arhuaca), y su organización representativa, Gonawindua Tayrona.

Líderes arhuacos en Magdalena convocaron a Parques Nacionales y a la ANLA al Centro Ceremonial y Tradicional Kantansama, junto con el IPSE y USAID/CCEP, para exigir los permisos ambientales para la MCH de Bunkwimake en noviembre de 2013. Delegaciones arhuacas realizaron protestas en las oficinas de Parques Nacionales en Santa Marta, viajaron varias veces a Bogotá para reunirse con las autoridades, incluyendo la Presidencia de la República y el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, pero todo fue en vano. La ANLA y PNN exigieron cumplir con los requisitos para licencias ambientales diseñados para proyectos hidroeléctricos 100.000 veces mayores (de 100 MW o más). La ley 1715 exige que las autoridades ambientales simplifiquen los procedimientos para proyectos de

energía renovable como este. Bunkwimake se puede usar como estudio de caso para esta simplificación que aún no ha ocurrido.

En procedimientos paralelos, el CCEP realizó estudios y diseños detallados de ingeniería y ambientales; el goberna-dor y el representante local del resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco solicitó una exención del requisito de Consulta Previa por parte del Ministerio del Interior, porque el proyecto fue generado por la comunidad indígena estableci-da en Bunkwimake y su área de influencia; y el IPSE y el CCEP se comprometieron a cumplir con los requisitos de financiación y organizaron una alianza con la ONG Patrimonio Natural para manejar los recursos canalizados por

El centro de salud de Gun Aruwun atendió a 4194 pacientes durante 2014 y 2015 de todas las comunidades indicadas en el mapa, y requiere urgentemente un suministro firme de energía para garantizar servicios y asistencia médica adecuada.

La falta de electricidad imposibilita el funcionamiento del laboratorio, de odontología y de otros servicios de salud.

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el IPSE para este proyecto. Los estudios estuvieron listos en enero de 2013, el Ministerio del Interior otorgó el per-miso en febrero de 2013, y las apropiaciones financieras, procedimientos de licitaciones para el operador del IPSE y el acuerdo formal con Patrimonio Natural estuvieron listos en agosto de 2013.

Sin embargo, un problema resultó ser insuperable: Bunkwimake está ubicado en el Parque Natural Sierra Nevada de Santa Marta, lo que quiere decir que la autoridad ambiental encargada de otorgar los permisos ambientales es la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), no la autoridad ambiental regional, y que cualquier in-fraestructura construida dentro del Parque Nacional Natural requiere una licencia ambiental. En el caso de los proyectos hidroeléctricos, la ANLA solo tiene procedimientos para plantas de 100 MW o más (100.000 veces el tamaño del proyecto de Bunkwimake). La naturaleza, el costo y el tiempo necesario para estos estudios adicionales (sísmicos, ictiológicos, arqueológicos, etc.) estaban más allá del alcance de la intervención y no podían ser asumidos por ninguno de los aliados del proyecto, así que el proyecto se canceló. El CCEP formalmente trasladó todos los documentos de apoyo, estudios, cálculos, planos, presupuestos detallados y documentación legal a las autoridades indígenas arhuacas en caso de que logren encontrar una manera de construir la MCH en el futuro.

En Gun Aruwun (Sabana de Crespo), la cohesión social es muy diferente. Para prestar asistencia médica a 13 comu-nidades aledañas con aproximadamente 8000 habitantes, la organización indígena de salud IPSI Wintukwa había esta-blecido un centro de salud bien dotado en el pueblo, con médicos permanentes, salud dental, etc. La demanda pico llega a los 14 kW con los equipos instalados, y sobrepasará esta cantidad en el futuro cercano, pues las autoridades nacionales de salud están exigiendo la instalación de sistemas de aire acondicionado en algunas de las instalaciones.

En una iniciativa que se estaba desarrollando en Gun Aruwum antes de que iniciara el CCEP, el Solar Electric Light Fund (SELF), patrocinado por USAID mediante Patrimonio Natural, había propuesto un arreglo solar grande para satisfacer la demanda. Esto requeriría inversiones periódicas para remplazar los bancos de baterías a expensas de la comunidad. La magnitud de la inversión en reposiciones resultó ser insostenible para la comunidad, así que solicitaron que se instalara una solución híbrida solar/MCH, que consistiera de un arreglo solar más pequeño, instalado por SELF, y una MCH de 14-18 kW, a ser instalada por el CCEP, que cumpliera con las condiciones de diseño solicitadas por la comunidad y las autoridades, como redes de distribución subterráneas, represa de cemento en lu-gar de piedra, locación de las obras civiles concertada con ellos, etc. Todas las partes firmaron un acuerdo para esto en diciembre de 2013. SELF/USAID/Patrimonio Natural instalaron un arreglo de paneles solares fotovoltaicos y un sistema de refrigeración solar para conservación de medicamentos en 2015.

La distribución de las obras civiles fue diseñada cuidadosamente por inge-nieros del CCEP y por diseñadores contratados, que trabajaron junto con líderes comunitarios para asegurar que las tuberías y las obras no afecta-ran a árboles sagrados, rocas sagradas o ningún otro elemento ceremonial ni cultural. La MCH usaría menos del 5% del caudal del río y luego lo re-gresaría a este en la casa de máquina. Sin embargo, quizás motivadas por la prolongada sequía del Fenómeno del Niño, algunas de las autoridades tradicionales cuestionaron tanto las prácticas occidentales del centro de

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salud (la citología cervical, por ejemplo) como los posibles efectos de la MCH en los recursos hídricos. Tras una visita de una delega-ción de mamos (líderes espirituales arhuacos) y de representantes de la comunidad al proyecto de Palmor, realizada en julio de 2015 para verificar que el agua canalizada a través de la central eléctrica realmente fuera regresada intacta al río, los líderes comunitarios y espirituales de Gun Aruwun solicitaron al CCEP por escrito que se continuara con el proyecto. Con esta confirmación, el CCEP pro-cedió a adjudicar los contratos de construcción e interventoría de ingeniería tras el proceso de licitación, y firmaron el acta de inicio de trabajo en octubre de 2015.

Para diciembre de 2015, después de que las tuberías y los materiales de cons-trucción empezaron a llegar, la oposición de las comunidades aledañas empezó a crecer. Equipos técnicos y directivos del CCEP regresaron para una reunión comunitaria, exactamente dos años después del primer acuerdo suscrito, en la que se presentó el proyecto y se explicaron todos los aspectos de la construc-ción junto con los líderes de Gun Aruwun. El líder local mostrado en la foto se incorporó al equipo de supervisión como “representante cultural” para garantizar que las comunicaciones y peticiones de la comunidad siempre fueran bien inter-pretadas y escuchadas por los constructores. A comienzos de enero de 2016, el Cabildo Gobernador Arhuaco, representante del Resguardo Arhuaco, envió una carta al CCEP autorizando la continuación del proyecto, a la que adjuntó una co-municación firmada por 51 mamos y líderes comunitarios de Gun Aruwun y 13 comunidades aledañas, en la que ratificaban que después de largas deliberaciones el proyecto debería continuar –pues beneficia a toda la comunidad– siempre respetando sus requisitos culturales y asegurándose de que quienes participaran en la construcción realizaran ceremonias de limpieza cuando el trabajo terminara.

A pesar de este aparente apoyo, las discrepancias y el debate colectivo sobre las interpretaciones culturales, que se dieron dentro de la comunidad y entre los líderes de las comunidades arhuacas, continuaron. Los oponentes al proyecto in-dicaron que la excavación de zanjas para las obras civiles afectaba las rocas, que son los huesos de la madre naturaleza. Los Arhuacos radicales tomaron el asunto en sus propias manos, desenterrando y quemando las tuberías que ya se habían instalado. Desde febrero 26 hasta marzo 6, más de 120 mamos y miembros de nueve comunidades sostuvieron discusiones acaloradas en Gun Aruwun, y el 9 de marzo de 2016 el Cabildo Gobernador le comunicó al CCEP que debido al impacto que el proyecto estaba teniendo en sus principios culturales y herencia, los mamos y las autoridades tradicionales habían decidido suspender definitiva-mente el proyecto.

El CCEP se retiró de Gun Aruwun, después de sacar a todo el personal, equipos, materiales y rastros del trabajo realizado. Debido a las señales contradictorias de los líderes arhuacos, el CCEP decidió cancelar todas las iniciativas

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Experiencias para Construir Futuros

Siberia, en el municipio de Ciénaga, Magdalena, es un pueblo de 30 casas y un colegio internado

con 160 estudiantes. Fue el que mejor se ajustó técnica y socialmente para recibir el equipo electromecánico, las tuberías de conducción de agua y los materiales de Gun Aruwun para instalar su

propia MCH con Electropalmor, el municipio, la Fundación ProSierra y la Junta de Acción Comunal.

adicionales en Gun Aruwun y otros lugares del Cesar. Algunas de estas están documentadas en el Volumen 2 en Perfiles de Proyectos, y las acciones del proyecto de emprendimientos sociales con micro-financiación de linternas solares (DO4-CEP-26845) se limitaron al Magdalena y La Guajira, excluyendo a la Confederación Indígena Tayrona (CIT) considerada inicialmente. El personal del CCEP buscó comunidades con características de recursos hídricos y demanda energética similares en varios departamentos para transferirles los equipos y materiales de Gun Aruwun, pues ya se había realizado esta inversión.

Después de revisar lugares alternativos y capacidades operativas para realizar un proyecto de MCH sin el CCEP, con la aprobación de USAID, se decidió donar las tuberías, equipos electromecánicos y demás materiales recuperados a la comunidad de Siberia, donde el Programa, IPSE y Electropalmor habían identificado la oportunidad de desarrollar una MCH de 20 kW a mediados de 2013. El CCEP contrató equipos de consultoría para completar todos los diseños de ingeniería necesarios para los socios del proyecto Siberia (Electropalmor, la Junta de Acción Comunal de Siberia, la Fundación ProSierra y el municipio de Ciénaga, Magdalena), para obtener los permisos ambientales y para com-pletar la financiación y e implementación del proyecto. La donación fue equivalente a al menos el 40% de los costos totales del proyecto, y los aliados han iniciado acuerdos técnicos, administrativos y financieros para implementar una MCH en este lugar de la Sierra Nevada.

3.2.4.2. SISTEMAS SOLARES FOTOVOLTAICOS E INTERVENCIONES COMPLEMENTARIAS

El CCEP copatrocinó proyectos solares fotovoltaicos en 73 comunidades de las ZNI, incluyendo aplicaciones residenciales, productivas y de infraestructura social de varias escalas, desde sistemas individuales en viviendas, colegios o puestos de salud remotos hasta una micro red híbrida solar-diésel-batería para un pueblo entero en la costa Pacífica. La inversión total en estos proyectos alcanzó los US $4.177.757, de los cuales USAID financió el 49% y los aliados de Colombia financiaron el 51%.

Mediante estos proyectos, por lo menos 20.755 colombianos de comunidades en las ZNI se beneficiaron de tecnologías de energía solar que se pueden replicar en muchos otros lugares.

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SISTEMAS DE BOMBEO DE AGUA PARA COMUNIDADES INDÍGENAS WAYÚU EN LA GUAJIRA

El agua es fundamental para la supervivencia humana, y en las áreas áridas de la Guajira, 270.000 indígenas wayúu la necesitan con urgencia. A media-dos de 2013, la Fundación Cerrejón Guajira Indígena (FCGI) acudió al CCEP para que juntos desarrollaran aplicaciones de energía renovable para las comunidades rurales con las que trabaja. Después de analizar los muchos desafíos que estas comunidades enfrentan, y que las tecnologías de ener-gía renovable podrían ayudar a sobrepasar, la mayor necesidad identificada por ambas partes fue mejorar las condiciones de bombeo de agua para el uso doméstico, rebaños y cosechas, mediante tecnologías de energía

renovable alternativa.

Los wayúu en la Guajira viven en pequeñas “rancherías” (grupos de vi-viendas de cada clan), que obtienen su suministro de agua principalmente de pozos excavados a mano de entre 30 y 50 metros de profundidad en promedio, algunos con agua dulce y otros con agua salobre. Algunos pozos están ubicados a kilómetros de las rancherías, y caravanas de personas, bien sea con burros o con baldes que cargan ellas mismas, se dirigen a estos pozos varias veces al día para recolectar suficiente agua para el consumo humano y animal, para lavar ropa, etc. Por lo general, por cada ser humano una ranchería tiene entre 6 y 7 cabras, ovejas y vacas.

Los acuíferos subterráneos tienen un buen potencial tanto para el con-sumo directo como para la irrigación. El uso de este recurso hídrico por parte de las poblaciones más necesitadas depende del desarrollo de tecnologías de bajo costo, eficientes, fáciles de operar y de mantener. La extracción manual requiere una gran fuerza física para sacar baldes de 20 litros de agua a la vez, lo que no solo es difícil y demorado sino también una fuente permanente de contaminación de materia fecal animal y de tierra superficial cuando se arrojan los baldes al pozo desde la superficie. En contraste, los pozos con sistemas de bombeo se pueden cubrir y pro-teger, y de este modo ofrecen un suministro de agua más limpia y segura.

La FCGI realizó un estudio de línea base de 60 pozos comunitarios, de sus condiciones y características físicas (profundidad, salinidad relativa, nivel de agua subterránea) y de la demanda de agua con base en la población y los animales que requieren el líquido, etc. Para este proyecto, se realizó una selección inicial de 32 comunidades con 1.432 personas que requerían un bombeo de agua de 173.000 litros al día. Esta selección incluía algunas

pocas bombas de bicicleta exclusivamente para áreas pequeñas de cultivo. Sin embargo, una sequía severa y una crisis humanitaria afectaron a la Guajira desde el 2014, obligando al proyecto a enfocarse en las comunidades con las mayores necesidades de agua y seguridad alimentaria. La Fundación entonces reconsideró las comunidades y cambió

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a algunas de las comunidades objetivo para incluir pozos más profundos y con más agua. Después de un análisis de la información por parte de los ingenieros del CCEP, 38 comunidades con cerca de 2.500 personas, que requerían 230.000 litros de agua al día para consumo humano, animal y de cultivos, finalmente se seleccionaron. El proyecto ini-ció con la limpieza y sellamiento de los pozos, con la excepción de una pequeña apertura para el bombeo de agua.

Se seleccionaron dos tecnologías para este proyecto: bombeo solar fotovoltaico y “bici-bombas” de lazo mecáni-camente asistidas. Las bombas de lazo duales manuales/bicicleta están diseñadas para pozos poco profundos (de hasta 30 m de profundidad) con pocas familias, mientras que las bombas solares con tanques elevados de almacena-miento se usan en los pozos más profundos con mayores necesidades en términos de población, rebaños y cultivos. Las bombas solares trabajan durante todo el día y bombean agua para ser almacenada en los tanques elevados de 5.000 a 20.000 litros, desde los cuales se dispensa el agua por gravedad a través de grifos para los tres propósitos mencionados. El sistema no usa ni requiere baterías desechables.

Adaptar las bombas de lazo, populares en Asia y Nicaragua, a las condiciones y cultura de la Guajira requirió varios meses de ensayo y error en la comunidad de “La Curva”, usando diferentes componentes y configuraciones, hasta que el modelo mostrado en la foto se estandarizó. Internamente, un lazo con pistones plásticos en un bucle dentro del pozo succiona agua a la superficie usando dos manivelas y/o la bicicleta estacionaria mostrada. Esta tecnología, de bajo costo y fuerza física, es replicable en toda la península, ahorra tiempo y esfuerzo, y puede ser usada por personas de cualquier edad. La característica dual manual/bicicleta se diseñó para permitirle al usuario decidir qué sistema usar, en particular en el caso de que las mujeres con túnicas largas decidieran no usar el sistema de bicicleta.

El nivel de agua en los pozos cambia de acuerdo con la cantidad extraída, pero el nivel se repone y recupera de manera natural. El sistema de bombeo solar usa una bomba eléctrica totalmente sumergible que incrementa la tasa de bombeo con el incremento de la radiación solar, y se apaga automáticamente si el nivel del agua del pozo tem-poralmente se encuentra en niveles por fuera de las especificaciones de diseño. Las tuberías del sistema son de PVC liviano, diseñadas para un fácil mantenimiento por las comunidades mismas. Esto es necesario para mantener la bomba libre de materia particulada subterránea. La Guajira está llena de molinos de viento de bombeo de agua instalados en el transcurso de las décadas, que requieren el constante mantenimiento de tuberías, sellos de pistones y demás componentes metálicos a un costo impagable por las comunidades. Sin embargo, los pozos continúan su-ministrando agua gracias al esfuerzo humano, como se evidencia en una de las fotos anteriores.

“Bici-bombas” asistidas mecánicamente. Bombeo solar fotovoltaico.

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Durante 2015, el CCEP y la FCGI instalaron 19 sistemas fotovoltaicos y la mayoría de los sistemas de bombeo de agua, asistidos mecánicamente, en 38 rancherías de los municipios de Uribia, Maicao y Manaure. Las demás bombas de lazo se completaron a comienzos de 2016. Este proyecto beneficia directamente a más de 2500 personas y a una cantidad similar de beneficiarios ocasionales de comunidades vecinas. También ha facilitado el fortalecimiento de capacidades a nivel local, pues se ha capacitado a los beneficiarios del proyecto y a otras comunidades interesadas en sistemas fotovoltaicos y en la operación, mantenimiento y reparación de bombas mecánicas. El CCEP fomentó intercambios entre pares al invitar a un experto nicaragüense en bombas de lazo asistidas mecánicamente a visitar varios lugares para entrevistar a los usuarios, compartir lecciones aprendidas y realizar recomendaciones simples para mejorar las operaciones. El intercambio estuvo seguido por una serie de talleres y capacitaciones in situ sobre el uso, mantenimiento y reparación de las bombas, ofrecidos por el fabricante de Santa Marta, quien, a su vez, había sido capacitado por ingenieros del CCEP.

En varias de las rancherías con sistemas solares de bombeo de agua, la Fundación instaló campos de riego por goteo que permitían a las comunidades cultivar hasta una hectárea de una variedad de cultivos, logrando cuatro cosechas al año. Esta es una mejora radical para la seguridad alimentaria, pues los wayúu usualmente dependen de la temporada de lluvias para cultivar una o, por mucho, dos cosechas al año. Los testimonios de la comunidad también enfatizan la cantidad de tiempo que se les ha liberado para otras actividades –como tejer mochilas– al tener agua disponible a cualquier hora del día o de la noche en sus propias comunidades, sin tener que pasar horas yendo a recolectarla.

El CCEP presenció varios impactos notables que resultaron de esta intervención. Primero, el proyecto recibió una cobertura mediática sig-nificativa, y llamó la atención de varias organizaciones nacionales, locales e internacionales que trabajaban en la Guajira con el fin de encontrar soluciones sostenibles y de bajo costo para el suministro de agua a

lugares remotos, que se pueden replicar en otras comunidades. Segundo, ofreció la oportunidad de construir alianzas con intervenciones del Programa Mundial de Alimentos (financiado por USAID) en otros lugares de Colombia. Por último, llevó al CCEP a la Oficina del Alto Comisionado para el Posconflicto, lo que abrió la puerta a múltiples siner-gias e intensa interacción para replicar el “modelo CCEP” de energización rural sostenible e integral en muchos de los más de 200 municipios priorizados para recibir intervenciones posconflicto por parte del gobierno colombiano.

SISTEMAS SOLARES PARA COLEGIOS RURALES: ILUMINACIÓN, COMPUTADORES Y REFRIGERACIÓN

En muchas de las comunidades de las ZNI en las que trabajó el CCEP, una característica notable era que los colegios tenían computadores pero no tenían electricidad para que funcionaran durante las horas escolares. Esto se convier-te en un serio obstáculo para los estudiantes que deben competir con el resto del país para recibir becas para su educación superior. Otra realidad, que es particularmente nociva cuando se trata de colegios internados, es la falta de instalaciones de refrigeración. El CCEP encontró colegios en los que las carnes y vegetales debían consumirse

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casi inmediatamente, dejando ingredientes solo para comidas no balanceadas durante el resto del mes. La falta de iluminación y telecomunicaciones también era un problema para los internados, o para quienes deseaban tomar clases nocturnas para adultos o realizar reuniones comunitarias, en especial cuando los lugares no estaban conec-tados a mini redes de diésel.

El CCEP y sus aliados trabajaron para proporcionar sistemas solares para la iluminación, los computadores, las telecomunicaciones, la re-frigeración y demás usos estándares de la electricidad en 35 colegios rurales. La primera alianza formada fue con la gobernación de An-tioquia y con Empresas Públicas de Medellín (EPM) para suministrar, durante 2014, sistemas solares para 14 Centros de Educación Rural Indígena (CERIS) en áreas aisladas del departamento de Antioquia, y un sistema adicional, durante 2016, en Necoclí, cuya construcción no se completó a tiempo para ser incluida en el proyecto inicial.

La gobernación tenía la intención de prestar servicios de energía renovable alternativa en zonas con difícil acceso a las fuentes convencionales de energía, por un lado, y de suministrar instalaciones escolares adecuadas para las po-blaciones indígenas, por el otro. Para manejar el componente energético, la gobernación acudió a la EPM, que, a su vez, ya tenía un Memorando de Entendimiento con el CCEP para juntar recursos y desarrollar soluciones de energía renovable en el departamento y en otras regiones de interés mutuo. Si bien la gobernación tenía el presupuesto y la EPM tenía el conocimiento para instalar tecnologías solares, no estaban familiarizados con el trabajo con comunidades indígenas. Por lo tanto, solicitaron la participación del CCEP mediante expertos sociales, comunitarios y de extensión, así como mediante la capacitación de las comunidades en la operación y mantenimiento de los sistemas que se iban a instalar. Además de los sistemas solares, las tecnologías instaladas incluían refrigeradores y equipos audiovisuales.

En las dos fases del proyecto, más de 690 estudiantes y profesores se beneficiaron directamente, además de sus respectivas familias, que usan las instalaciones del colegio para realizar reuniones comunitarias y para comunicarse con el mundo exterior. Las metodologías empleadas por el CCEP para garantizar la apropiación sociocultural de las tecnologías dentro de la cosmovisión indígena, y la capacitación práctica en términos del mantenimiento técnico de sistemas solares por parte de comunidades aisladas, se transfirieron a la gobernación y a la EPM para su trabajo futuro con estas comunidades.

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Como parte de una intervención similar, pero en un contexto biogeográfico y étnico totalmente diferente, la FCGI contactó al CCEP para instalar sistemas fotovoltaicos para cinco centros educativos indígenas rurales (CEIR) en áreas remotas de la Guajira. El Ministerio de Educación recientemente había otorgado computadores portátiles y de escritorio a varios CEIR del departamento para fortalecer sus programas educativos. Los administradores y padres de familia de los colegios acudieron a la Fundación a solicitar su ayuda para pagar por el diésel para los generadores existentes, pero en su lugar la FCGI acudió al CCEP en busca de soluciones de energía limpia. El proyecto ideado consistió en ins-talar sistemas fotovoltaicos para abastecer los laboratorios de computación, la iluminación y los sistemas de refrigeración solar de los colegios, y benefició a más de 2000 estudiantes y profesores de cinco colegios internados del depar-tamento: el Centro Educativo Kasutalain, el Centro Educativo Walakari (Media Luna), el Centro Educativo Jurura, y el Centro Educativo Kamusuchiwo, en Uri-bia; así como el Centro Educativo Kasumana en Maicao. La instalación del pro-yecto comenzó en septiembre y se terminó en octubre de 2016, tras solo seis semanas, y fue realizada por un distribuidor solar contratado competitivamente y basado en la Guajira.

Bajo una tercera intervención, y en asociación con el Plan Fronteras para la Pros-peridad (PFP) del Ministerio de Relaciones Exteriores, el CCEP instaló sistemas fotovoltaicos la Institución Educativa de Sipana/Resguardo Indígena wayúu –un internado con 850 estudiantes y 40 miembros del personal– ubicado en la alta Guajira, la parte más septentrional del país y que limita con Venezuela. El colegio tiene 450 estudiantes que viven permanentemente en él, por lo tanto requiere de disposiciones adicionales de alimentación, hospedaje y estudio.

Esta institución tenía serias dificultades para conservar la comida y para dar a su gran población estudiantil una ali-mentación balanceada, debido a la falta de refrigeración. En las altas temperaturas de la Guajira, los alimentos pe-recederos se desperdician o simplemente no se envían con las remesas mensuales. Después de la primera visita del personal del CCEP para identificar las necesidades y las potenciales soluciones energéticas, se priorizó para esta intervención la consecución de 10 refrigeradores/congeladores solares de 225 litros para conservar carne, frutas y vegetales. El colegio también cuenta una sala de cómputo que solo funcionaba cuando el generador de diésel del colegio se encendía, durante máximo seis horas al día. El colegio tiene un amplio salón multipropósito que sirve como comedor y como sala de estudio, donde los estudiantes toman sus alimentos y estudiaban en las noches con

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ALTA GUAJIRA DISFRUTA DE ENERGÍA SOLAR

El colegio internado de Siapana en la Alta Guajira disfruta de soluciones solares

para sus necesidades urgentes

una iluminación tenue. El proyecto del CCEP/PFP buscó remediar por lo menos estas tres necesidades básicas, aunque como escuela vocacional hay muchas más que requieren soluciones energéticas adicionales (una panadería y ocho talleres). Debido a limitaciones presupuestales y de tiempo, esos otros desafíos se dejaron de lado para ser abordados en futuros proyectos.

Se adaptaron unos paneles solares abandonados, pero que aún eran útiles, para ser usados en el salón multipropósito, que quedó muy bien iluminado con hieras de lámparas LED. El salón también tiene conexiones para televisores, ya que para la rectora era una gran ne-cesidad permitir a los estudiantes ver las noticias y enterarse de lo que pasa en el resto del país y del mundo (USAID/CCEP donó un gran televisor para este propósito). Los refrigeradores permitieron que algunos de los niños tomaran agua fría por primera vez en su vida, una experiencia que nunca olvidan quienes disfrutan electricidad por primera vez, como mencionan los testimonios del proyecto de Palmor. La población estudiantil empezó inmediatamente a aprovechar el salón de cómputo. El trabajo del CCEP también incluyó fortaleci-miento socioeconómico en términos de capacitación en eficiencia energética, y en la operación y mantenimiento de equipos de energía renovable, así como capacitación en buenas prácticas ambientales. El CCEP también construyó y donó un pequeño destilador solar para producir agua destilada para el mantenimiento de las baterías, una necesidad pequeña pero crucial para el tipo de baterías instaladas en. Se informó a la administración del colegio sobre las necesidades presupuestales para el remplazo, poco frecuente, de las baterías y los componentes fungibles. El proyecto se completó en agosto de 2016 y, desde entonces, todos los sistemas han funcionado a la perfección.

Esta fue una visión general de los proyectos solares del CCEP diseña-dos específicamente para colegios rurales. Colegios de otras regio-nes también fueron equipados con sistemas solares como parte de proyectos con propósitos más amplios, como lo mencionaremos más adelante.

3.2.4.3. USO PRODUCTIVO DE LA ENERGÍA SOLAR

Una de las contribuciones del CCEP en las ZNI fue suministrar solu-ciones de energía renovable para las cadenas locales de producción y comercialización, tanto para generar valor agregado a los productores rurales como para obtener un flujo de ingresos para la estabilidad y

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sostenibilidad de las tecnologías instaladas. Si bien la infraestructura social, como las instalaciones educativas, de salud y otras instalaciones públicas también califican como usos productivos, en esta sección sobre aplicaciones solares nos referimos a las aplicaciones fotovoltaicas orientadas comercialmente. Aquí resaltaremos dos debido a su amplia replicabilidad: una en una cooperativa pesquera y otra para productores cafeteros. Sin embargo, debemos advertir que la replicabilidad y sostenibilidad de estas aplicaciones no es tanto una cuestión tecnológica sino más bien una cuestión social y organizacional. Por esta razón, el enfoque holístico tomado por el CCEP en todas las intervenciones de proyecto es especialmente importante a la hora de lidiar con tecnologías que pueden tener un efecto financiero en los ingresos de los productores.

En la agricultura, la carencia de cadenas de frío adecuadas a menudo es la causa de pérdidas postcosecha de frutas y vegetales perecederos, y de productos lácteos, entre otros. En gran parte de las costas marítimas, lagunas y cuen-cas fluviales de Colombia, los pescadores son igualmente vulnerables a la hora de colocar en el mercado su pesca diaria, y pueden enfrentar pérdidas económicas debido a la carencia o alto costo de la refrigeración. La producción de hielo o los cuartos fríos alimentados con diésel pueden ser demasiado costosos e inasequibles, e importar hielo más barato de ciudades que están dentro del SIN puede significar altos costos de transporte.

Esta fue la situación que el CCEP enfrentó en varios lugares de ambas costas, y que también fue detectada por los equipos de PERS durante sus investigaciones en las comunidades pesqueras ubicadas en las ZNI de Nariño, Chocó, Tolima, La Guajira y Cesar. Este es definitivamente un desafío para la energía renovable, y la refrigeración solar es aplicable cuando se organiza bien.

PROYECTO DE REFRIGERACIÓN SOLAR EN PUNTA BONITA

El Consejo Comunitario del Río Cajambre abarca un territorio de 75.710 hectáreas, principalmente de bosque tropical y humedales, en el vasto municipio de Buenaventura, Valle del Cauca. Ubicada estratégicamente en la boca del río, la comunidad de Punta Bonita es el hogar de la Asociación de Pescadores y Piangüeras del Río Cajambre, PINPESCA, creada en 2011 con 313 pescadores y “piangüeras” (recolectoras de moluscos de mangle).

El Consejo Comunitario y PINPESCA han recibido el apoyo de agencias del gobierno nacional, como el DPS, que ha financiado un centro de acopio y limpieza de pescado. Programas de USAID, como MIDAS y BIOREDD+, han apoyado a la comunidad en su transición desde la explotación forestal hacia actividades como las prácticas de pesca responsable, su comercialización y otros negocios. BIOREDD+ y PINPESCA invitaron al CCEP en 2014 para que analizara opciones de cadenas de frío para la asociación.

Después de descartar otras opciones tecnológicas, a comienzos de 2015 el CCEP imple-mentó un proyecto para ayudar a resolver las necesidades energéticas de la comunidad y de la asociación instalando un sistema fotovoltaico de 7,8 kWp y 10 refrigeradores/congeladores solares, que incrementaron la capacidad de almacenamiento a 4 toneladas al mes, y redujeron los costos del transporte a Buenaventura en un 50%. El proyecto también incluyó capacitación en la operación, mantenimiento y reparación de sistemas

fotovoltaicos y refrigeradores solares, así como en administración financiera y estructura tarifaria (cargo por kilogra-mo de pescado refrigerado) para garantizar la sostenibilidad del sistema con el paso del tiempo.

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Experiencias para Construir Futuros

Al garantizar la cadena de frío, los pescadores no se ven obligados a llevar su pesca diaria a la ciudad portuaria in-dependientemente de cuán lleno o desocupado esté la lancha. También pueden acumular suficiente pescado para viajar a máxima capacidad, reduciendo los costos unitarios. Esto ha mejorado las oportunidades comerciales y de generación de ingresos de PINSPESCA, que ahora vende pescado fresco directamente a restaurantes de Cali y Bo-gotá, y ya no depende únicamente de los mayoristas de la ciudad portuaria. Los asociados, que venden su pescado a PINPESCA por efectivo contra entrega, reciben precios más altos por su producto por parte de la cooperativa que si lo vendieran por sí mismos en Buenaventura. De acuerdo con representantes de la comunidad que participaron en el evento de clausura del CCEP, debido al éxito del esquema de la cadena de frío (y, por supuesto, al buen historial de PINPESCA), el DPS recientemente les proporcionó un camión refrigerado para mejorar su capacidad de mercadeo.

La diferencia entre este ejemplo exitoso y oportunidades similares para proyectos de cadenas de frio solares, estu-diadas pero descartadas por el CCEP en otras comunidades pesqueras de la costa Pacífica y La Guajira, es la orga-nización asociativa, y la capacitación dada a los miembros de la comunidad en administración de proyectos. Durante el diseño del proyecto, el CCEP estudió un proyecto previo de refrigeración solar, financiado por el gobierno en una comunidad de la costa Caribe y por coincidencia instalado por el mismo proveedor tecnológico. El personal del programa encontró que el 60% de los refrigeradores/congeladores iniciales estaban fallando tras un solo año, que algunos de los pescadores estaban monopolizando su uso, y que había quejas por posibles cambios del pescado, debido a que su peso disminuía tras varios días de refrigeración, lo que es normal durante la congelación. La capa interna de los congeladores es delicada, y se perforó cuando los pescados que contenían eran punzados con cuchi-llas para que las espinas o alerones se les soltaran después de haber sido congelados. Los pescados se mantenían en congeladores a manera de alquiler (X cantidad por kilo por día), y seguían siendo propiedad de los pescadores y no de la cooperativa.

En el caso de Punta Bonita, todos estos problemas se superaron (ver fotos). El CCEP recomendó una solución sim-ple para mantener intactas las paredes de los congeladores, que se convirtió en una práctica estándar allí: se deben emplear canastillas plásticas para manipular el pescado, desde el momento mismo de su llegada en la lancha. Otros

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problemas se evitaron porque la misma cooperativa compra todo el pescado que refrigera o congela, así que absor-be cualquier pérdida de peso. Gracias a su experiencia y fondos acumulados, PINPESCA tiene un fondo de capital de trabajo que le permite pagarles a los pescadores en efectivo por el pescado que le entregan.

PROYECTO DE DESPULPADO SOLAR DE CAFÉ EN LA SERRANÍA DEL PERIJÁ

En la Serranía del Perijá, una cordillera en la frontera con Venezuela, el Comité Departamental de Cafeteros de Cesar y Guajira ha proporcionado apoyo a los cafeteros desplazados para recuperar su producción cafetera, mejorar su ca-lidad e incrementar sus ingresos. Esto ha motivado a los caficultores a regresar a sus tierras (que tienen en promedio cuatro hectáreas), a generar empleo y a conservar su vocación agrícola y forestal. En 2013, 70 cafeteros recibieron capacitación, asistencia técnica, renovación de parte de sus plantaciones de café, secadores solares y máquinas des-pulpadoras de café, en un programa copatrocinado por el Comité, el PFP de la Cancillería y cooperación holandesa. Los beneficiarios se comprometieron a restaurar y mantener al menos 1 hectárea de cobertura de bosque en su tierra y a practicar agricultura y procesamiento ambientalmente responsables. Este programa debía extenderse a 530 cafeteros más entre 2014 y 2015, con fondos de las regalías departamentales de la Guajira. Sin embargo, debi-do a la inestabilidad política del departamento, el proyecto se suspendió y los fondos solo se apropiaron en 2016.

En el tercer trimestre de 2013, el Comité del Cesar y Guajira, y la Cancillería, acudieron al CCEP para que este identificara alternativas de energía renovable para el equipo de despulpe de café y para las viviendas de los 600 beneficiarios potenciales, puesto que el equipo insta-lado dependía de combustibles fósiles y las mejoras a las viviendas no contemplaban las necesidades energéticas.

En noviembre de 2013 y enero de 2014, el personal del CCEP visitó a las fincas beneficiarias en tres municipios, y encontró que muchos cafeteros ya habían abandonado

las máquinas despulpadoras y las habían remplazado con sus propios modelos tradicionales, que no había habido seguimiento institucional ni fortalecimiento organizacional después de que se acabaron los fondos del proyecto, y que muchos de los cafeteros no vivían en sus fincas sino en pueblos de la Guajira y Cesar. En resumen, la inversión se había dado pero la sostenibilidad no se había garantizado. Si el CCEP decidiera diseñar y participar en un proyecto ER, no solo tendría que trabajar en la solución técnica, sino en los aspectos organizacionales también.

En el frente técnico, los ingenieros del CCEP realizaron pruebas en taller de motores alimentados con energía solar alternativa para las máquinas despulpadoras, y diseña-ron un presupuesto, cronograma y perfil de proyecto para discutirlo en una reunión a convocar con los cafeteros y las instituciones involucradas. Sin embargo, debido al insuperable vacío legal en la gobernación de la Guajira, la iniciativa se suspendió hasta 2015, cuando el CCEP, la Cancillería y el Comité acordaron limitar el proyecto a los caficultores iniciales, pues los que participarían en la fase ampliada no estarían listos antes de finalizar el programa de USAID. La condición del CCEP, además de com-partir costos para garantizar el seguimiento institucional después de que finalizara el

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Experiencias para Construir Futuros

proyecto, fue seleccionar cuidadosamente a los cafeteros participantes mediante un censo finca por finca para garan-tizar que (a) el equipo provisto en el proyecto de 2013 sí se estuviera usando y (b) que los cafeteros vivieran en las fincas, pues los sistemas fotovoltaicos contemplados debían estar en uso todo el año, no solo los 80 días de cosecha.

De los 70 beneficiarios iniciales, solo 35 cumplieron con los criterios del CCEP. Los cafeteros identificados se invita-ron a las reuniones de socialización del proyecto y todos acordaron participar y colaborar con el personal del pro-yecto, tanto en términos de la instalación del sistema fotovoltaico como en la organización comunitaria. El proyecto implementado en Perijá durante el primer semestre de 2016 involucró la instalación de 35 pequeños sistemas foto-voltaicos para suministrar energía a motores de corriente directa que alimentaban pequeños equipos procesadores de café, y suministraban electricidad domiciliaria básica para iluminación, televisión y carga de teléfonos celulares.

El CCEP fue responsable de todos los aspectos tecnológicos y del diseño de los componentes de sostenibilidad, y la Cancillería fue responsable del fortalecimiento socioeconómico, de proporcionar capacitación adicional sobre prácticas de eficiencia energética y sobre la operación, reparación y mantenimiento de sistemas fotovoltaicos. Siguiendo la práctica del CCEP, los 35 beneficiarios formaron una JASE responsable de la operación, man-tenimiento y reposiciones de los sistemas fotovoltaicos. Constituida legal-mente como ACAPE (Asociación de Pequeños Cafeteros de Perijá), esta JASE recibió todos los equipos instalados como donación y, a su vez, firmó

un contrato de comodato por ocho años con cada caficultor, comprometiendo pagos mensuales por los servicios y cuotas anuales (en época de cosecha) para asegurar suficientes fondos para el mantenimiento periódico y el rem-plazo oportuno de las baterías y las lámparas LED instaladas.

Durante la cosecha de finales de 2016, los sistemas fotovoltaicos funcionaron a la perfección, reduciendo el tiem-po de despulpe de 4-5 horas al día a 30-45 minutos, aliviando las necesidades de mano de obra durante la agitada temporada de cosecha, y proporcionando a estas fincas aisladas iluminación y entretenimiento durante las noches, en la usualmente oscura Serranía. El CCEP espera que durante la expansión del proyecto a los 530 agricultores adi-cionales, y a otros cafeteros en condiciones aisladas similares, los sistemas fotovoltaicos y los modelos de sostenibi-lidad se repliquen.

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3.2.4.4. SISTEMAS SOLARES PARA SALUD Y OTRA INFRAESTRUCTURA SOCIAL

PROGRAMA DE TELEMEDICINA

Los sistemas solares de refrigeración de vacunas se han tornado populares alrededor del mundo en áreas sin sumi-nistro eléctrico o con un suministro poco confiable. Los centros de salud en estas áreas del mundo se han dotado cada vez más con estos sistemas de almacenamiento en frío, cuya tecnología ha avanzado bastante desde su apari-ción en la década de 1980. Colombia no es la excepción.

Pero la conservación de medicinas no es la única aplicación fotovoltaica para los centros de salud, y en 2014 el Plan Fronteras para la Prosperidad de la Cancillería solicitó al CCEP diseñar e implementar sistemas de energía renovable para ayudarlos a superar los obstáculos que enfrentaron a la hora de expandir su innovador programa de teleme-dicina a los lugares más remotos. El objetivo del programa de telemedicina, que empezó en 2012 en colaboración con el Ministerio de Salud y Protección Social, es garantizar el acceso a servicios de salud oportunos, de alta calidad y eficientes en hospitales y centros de salud de localidades en zonas fronterizas, esto mediante la implementación de equipos de biomedicina y telecomunicaciones, con acceso a centros de referencia especializados en ciudades grandes como Bogotá, Barranquilla, Medellín, etc.

La lejanía, escasez de médicos y falta de infraestructura han sido factores que históricamente han obstaculizado la prestación de servicios de salud en los centros médicos distantes en departa-mentos como Amazonas, Vaupés, Vichada, Putumayo, Nariño y la Guajira. El acceso a la salud en áreas remotas ha sido incumplido como consecuencia de las largas distancias, el tiempo y el costo necesario para viajar entre las comunidades y los hospitales de las capitales municipales. Algunas veces es necesario viajar hasta cuatro días por río para acceder a hospitales, como es el caso entre Tarapacá y Leticia, en el Amazonas.

Mediante la innovación tecnológica, los habitantes de áreas remotas pueden recibir diagnósticos, exámenes y consultas con especialistas de medicina interna, car-diología, ginecología, obstetricia, entre otras especia-lidad, sin tener que moverse de los centros de salud de primer nivel de sus áreas. Médicos y pacientes de zonas aisladas pueden consultar centros de referencia y expertos, a menudo en tiempo real, gracias a los equipos y a la tecnología de conectividad provista para médicos y pacientes de cualquier lugar. ¿Cualquier lu-gar? Cualquier lugar que tenga acceso a un suministro

permanente de electricidad. Ninguno de los equipos biomédicos o de telecomunicaciones, ni los servicios médicos, pueden funcionar sin un suministro eléctrico, y en las primeras fases de este programa de telemedicina se cubrieron comunidades con un suministro eléctrico de 24 horas al día.

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Experiencias para Construir Futuros

Este mapa ilustra la ubicación de los proyectos de telemedicina, del colegio internado de Siapana, y de los cafeteros de Perijá, realizados conjuntamente

entre el CCEP y el Plan Fronteras para la Prosperidad de la Cancillería.

Se identificaron al menos 16 centros de salud en áreas remotas, sin ninguna posibilidad de un servicio eléctrico es-table, como los que precisaban soluciones de energía renovable. El objetivo del proyecto de la Cancillería/CCEP fue instalar equipos de telemedicina y sistemas fotovoltaicos en 10 de estos centros satélite, los cuales podían garantizar una atención médica permanente y presupuestos operativos, un prerrequisito para asegurar el servicio a largo plazo a los pacientes y la sostenibilidad de la inversión realizada por ambas instituciones.

Debido a cuellos de botella administrativos, los hospitales municipales encargados de los otros 6 centros de salud satélite no pudieron participar en el proyecto, pero la experiencia obtenida con esta iniciativa demuestra la viabili-dad técnica, financiera y administrativa de extender el programa a estos y a cualquier otro lugar remoto. Los diez centros cubiertos estaban ubicados en:

• San Juan de la Costa, Nariño.• Piñuña Negra, Putumayo.• San Rafael del Encanto, Amazonas.• Puerto Arica, Amazonas.• Tarapacá, Amazonas.• La Pedrera, Amazonas.• Taraira, Vaupés.• Carurú, Vaupés.• Santa Rita, Vichada.• San Antonio de la Sierra, La Guajira (la

misma comunidad en la que se realizó el proyecto de la MCH en un internado - ver imagen inferior).

A través de este proyecto, la Cancillería suministró a cada centro de salud equipos biomédicos, computa-cionales y de telecomunicaciones para garantizar la conectividad y la atención especializada en tiempo real, como un estetoscopio digital, un dermatoscopio digital, un otoscopio digital, un electrocardiógrafo y un Holter de ritmo, así como estaciones de teleconsulta que trabajan eléctricamente con la energía suminis-trada por los sistemas fotovoltaicos instalados por el CCEP con recursos de USAID.

Dependiendo de la radiación solar y de otras características técnicas de cada lugar, la configuración del sistema fotovoltaico implementado variaba, pero en todos los casos estaba diseñada para tener tres días de autono-mía y una generación potencial de entre 2896 y 3839 kWh/año. En total el CCEP instaló 29 paneles solares con 310 Wp (vatios pico), 12 paneles con 250 Wp, diez reguladores de 60 amperios, 40 baterías selladas de 200 amperios/hora, 6 refrigeradores de vacunas, 10 inversores de onda senoidal pura (de 1400 W cada uno), 40 colectores dobles conectados

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a tierra y 60 tubos LED de 18 W. No se suministraron refrigeradores solares de vacunas a cuatro centros de salud que ya los tenían.

Al igual que en todos los proyectos del CCEP, se prestó especial atención a garantizar la sostenibilidad con todos los actores involucrados: comunidades locales y centros de salud, hospitales regionales y, por supuesto, centros na-cionales de referencia y aliados como la Cancillería. El CCEP diseñó el programa de capacitación, cronogramas de mantenimiento y modelos de sostenibilidad con los hospitales municipales y los centros satélite participantes, ade-más del pago de los servicios mensuales de internet necesarios.

Se definieron apropiaciones presupuestales por un promedio, en valor presente, de COP $160.000 al mes (US $55) con los representantes legales de los hospitales para cubrir el mantenimiento y el remplazo de baterías cada cuatro o cinco años durante un ciclo de vida de 20 años. También fue esencial asegurar los contratos mensuales de inter-net, pues de ellos depende la comunicación entre los centros de referencia y los puestos de salud. La Cancillería contrató a la Fundación para la Inversión Social (FIS) para articular los procesos participativos con las comunidades mediante la creación de comités de supervisión, talleres sobre eficiencia energética y el uso apropiado de los siste-mas energéticos, y las prácticas operativas y de mantenimiento diseñadas.

SISTEMAS FOTOVOLTAICOS DE ALUMBRADO PÚBLICO Y BOMBEO DE AGUA

Independientemente del tamaño, ubicación, composición sociocultural, y demás características específicas de las co-munidades ubicadas en ZNI, el CCEP encontró que todos los habitantes expresaban la necesidad de iluminación pú-blica en calles, parques, muelles y otros lugares de reunión. Los testimonios en nuestro libro de crónicas y los videos de las comunidades indígenas de la costa Pacífica ubica-das en Yucal, Punta Soldado y Chachajo, que cuentan con alumbrado público gracias a diferentes sistemas de energía renovable instalados en intervenciones del CCEP, resaltan

la necesidad de iluminación pública por motivos de seguridad y para permitir visitas, reuniones, y actividades depor-tivas y comunitarias en las noches.

El proyecto más grande de iluminación pública solar del CCEP se desarrolló en conjunto con la gobernación de Antioquia y EPM en Vigía del Fuerte (Antioquia), bajo la misma alianza mencionada para el proyecto del colegios rurales CERI, y fue extendido por CCEP a la ciudad vecina de Bojayá, Chocó. Estas dos capitales municipales, y dos corregimientos cercanos que participaron en el proyecto, albergan a unas 5000 personas. El proyecto de Vigía del Fuerte también incluyó sistemas solares de bombeo para la planta municipal de tratamiento de aguas residuales y para la estación de bombeo, que todavía estaban siendo desarrolladas por el municipio y por la gobernación cuando el CCEP finalizó el componente de alumbrado público en septiembre de 2016.

Rodeado de selva tropical, Vigía del Fuerte es el único de los 125 municipios de Antioquia que no forma parte, y que no puede ser integrado al SIN. Bojayá, en la otra orilla del río Atrato, es conocido por un infame ataque terrorista que mató a 119 víctimas en su iglesia, en 2002. Entre 2014 y 2015, el CCEP realizó, en ambos pueblos, estudios de línea

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Experiencias para Construir Futuros

base y de demanda de energía y EPM realizó diseños de ingeniería para instalar allí sistemas híbridos solar-diésel-baterías (ver siguiente sección). Estos primeros estudios a profundidad y en el terreno llevaron a los tres equipos –la gobernación, EPM y CCEP– a una interacción cercana con las comunidades, las empresas eléctricas y las autoridades municipales. Por insistencia de la alcaldesa y la co-munidad del municipio, la gobernación instaló 64 lámparas solares en calles de Vigía del Fuerte en 2015, en particular en la pista de aterrizaje abandonada que se ve en la foto, y que ahora sirve como parque linear. La iluminación había tenido un gran impacto positivo, pues el parque se convirtió en el lugar central de reunión para todo el pueblo, y se mejoró mucho la seguridad de los transeúntes que caminaban entre las dos secciones del pueblo separadas por el parque.

Después de esta experiencia, Bojayá también solicitó alumbrado público solar a la EPM y al CCEP, que en ese mo-mento estaba diseñando un proyecto de medidores prepago para el municipio (la empresa de servicios públicos luego informó al CCEP que los medidores serían financiados por el IPSE y por lo tanto no era necesaria esa cola-boración del CCEP).

A mediados de 2015, la gobernación y EPM asignaron fondos para proporcionar sistemas solares para la planta de tratamiento de aguas y la estación de bombeo de Vigía del Fuerte, así como un colegio CERI adicional, y solicitaron al CCEP colaboración para la iluminación pública y el trabajo comunitario de ambos componentes. El CCEP añadió el componente de iluminación pública de Bojayá y para 2 corregimientos aledaños a Vigía del Fuerte que también la solicitaron.

El CCEP hizo un contrato con una empresa colombiana de ingeniería para el suministro e instalación de 135 posi-ciones de iluminación fotovoltaica distribuidas de la siguiente manera:

• 80 dentro del límite urbano de Bojayá (también conocido como Bellavista).• 45 dentro del límite urbano de Vigía del Fuerte.• 5 en el corregimiento de Palo Alto y 5 en el de Santa María, en Vigía del Fuerte.

Cada sistema de iluminación está compuesto por una lámpara de alta eficiencia de 30 W con tecnología LED que proporciona el mismo nivel de iluminación que una lámpara de sodio de alta presión de 70 W; dos paneles solares de 100 Wp, dos baterías secas selladas (que no necesitan mantenimiento), un regulador fotovoltaico, una caja de batería para el equipo, una estructura metálica y polos a tierra para protección. El proveedor también suministró postes de

luz donde faltaban. Cada sistema funciona de manera autónoma durante las horas de la noche. Un sensor de luz determina cuándo encender y apagar el sistema, sin necesidad de un operador. El regulador protege las baterías en caso de una descarga profunda.

La EPM y la gobernación instalaron sistemas solares fotovoltaicos de 30 kWp para la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) y un sistema fotovoltaico de 15 kWp para su estación de bombeo (EBAR), pero puesto que estas dos obras civiles no se fi-nalizaron en la fecha de entrega de su contratista, ambos sistemas se conectaron a la red eléctrica de la ciudad para compensar la demanda energética de cada uno.

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El componente del CCEP incluyó asistencia técnica para las dos empresas de servicios públicos encargadas de los sistemas eléctricos de los municipios, no solo para estimar los costos y requisitos presupuestales para el remplazo de baterías cada cuatro años, sino también para las actividades de mantenimiento y limpieza necesarias, para lo cual se estimó una tarifa mensual por vivienda que tendría que ser socializada e implementada con las comunidades. La asistencia técnica prestada durante los dos años en los que los tres aliados trabajaron con las comunidades llevó a la completa modernización de los servicios de Vigía del Fuerte, con base en el aumento de los ingresos provenien-te de la instalación de medidores prepago que garantizan un flujo estable que ha permitido a la empresa crecer.

3.2.4.5. SISTEMAS HÍBRIDOS SOLAR-DIÉSEL-BATERÍA

EXPLORACIONES TEMPRANAS

En 2012, solo 12 de las 38 capitales municipales ubicadas en ZNI disfrutaban de un servicio eléctrico las 24 horas. Asegurar un servicio eléctrico las 24 horas del día en las 38 capitales para finales de 2014 se convirtió en la principal política energética de la Presidencia para las ZNI, independientemente del costo de inversión necesario o de la elec-ción de tecnología. En ese momento, antes de la Ley 1715, solo unos pocas de estos lugares estaban programados para interconectarse con el SIN para el 2014, y para la vasta mayoría la única opción para cumplir con el mandato era la generación con diésel. Por razones técnicas y financieras, la generación con diésel 24 horas al día 365 días al año es insostenible a largo plazo, en particular cuando se combina con una gestión técnica y administrativa débil.

Los sistemas híbridos, bien sea con más de una fuente renovable y baterías, o que combinen energía renova-ble con diésel y baterías en diferentes proporciones, podrían resultar más viables y sólidos que la generación autónoma por medio de una sola fuente. La prime-ra oportunidad que el CCEP tuvo para demostrarle esto a las agencias del gobierno fue en su trabajo con la CREG sobre la metodología de tarifas para ZNI, a finales del 2013, y el uso del modelo HOMER y la ca-pacitación en el mismo, para analizar las opciones de suministro energético (Sección 3.1.3).

Con el fin de explorar la posibilidad de desarrollar proyectos de generación de energía eólica, solar, de biomasa o híbrida para el sistema interconectado o

para ciudades ubicadas en las ZNI, durante el 2013 el CCEP también interactuó con las empresas de energía CEL-SIA, Enel Greenpower (EGP) y EPM; con bancos multilaterales como el BID; y con otros inversionistas privados que buscaban oportunidades de mercado para la energía renovable. CELSIA estaba desarrollando una evaluación de re-cursos para un proyecto propuesto de generación híbrida solar/eólica de 20 MW en el departamento de Atlántico (con acceso al SIN). Cuando se aprobó la Ley 1715 en 2014, las discusiones con CELSIA se enfocaron en desarrollar un sistema piloto híbrido con su empresa filial EPSA.

Figura 10 Esquema de sistemas híbridos solar-diésel-batería

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Experiencias para Construir Futuros

El CCEP suministró información a EGP para explorar opciones de sistemas híbridos para cinco cabeceras municipa-les de ZNI. Cuando EGP se enfocó en La Primavera (Vichada) para un posible desarrollo híbrido biomasa/solar, el Programa le presentó al grupo empresarial dueño de una plantación forestal en el municipio de 30.000 hectáreas, certificada por la ONU, que podía proporcionar la biomasa necesaria para el proyecto. El interés disminuyó por parte de EGP después de que la Ley 1715 le abrió el camino para desarrollar proyectos eólicos más grandes en La Guajira, pero el grupo forestal continuó preparándose para un proyecto de generación con biomasa, realizando es-tudios de ingeniería básica en 2016 mediante la iniciativa PPF descrita en la siguiente sección.

ESTUDIO DE FACTIBILIDAD DE VIGÍA DEL FUERTE / BOJAYÁ

En 2014, la primera acción realizada por el CCEP y EPM dentro de su memorando de entendimiento fue estudiar la posibilidad de establecer sistemas híbridos para Vigía del Fuerte y Bojayá, en conjunto o independientes para cada cabecera. Debido a la carencia de terrenos apropiados para montar un arreglo solar en Vigía del Fuerte, una de las opciones evaluadas fue la posibilidad de establecer un solo sistema para ambos en Bojayá, que sí disponía de un buen terreno en tierras altas para el sistema. Si bien era técnicamente viable, expondría al proyecto a riesgos políti-cos o administrativos, puesto que los dos pueblos se encuentran en departamentos diferentes. Encontrar un terreno apropiado en Vigía del Fuerte, que se encuentra a orillas del río Atrato y está rodeada de terrenos pantanosos, era un desafío. Las dos opciones analizadas eran montar un arreglo elevado de paneles solares encima del parque lineal o instalarlo en un terreno privado ubicado en un extremo del pueblo, la opción que finalmente se eligió. Si bien la elección de terreno puede parecer un problema pequeño, cuando los terrenos no se encuentran en tierra firme esto tiene significativas implicaciones de costos.

Mientras que EPM consideraba estas opciones para diseñar la licitación de ingeniería de estudios de factibilidad, el CCEP realizó una encuesta de línea de base socioeconómica y energética, realizada hogar por hogar, en la cual se inventariaron todos los electrodomésticos, bombillos y equipos eléctricos, y se determinaron los patrones de uso y todos los costos asociados por fuente energética. Esta información ayudó a determinar las curvas de demanda y los requerimientos básicos de capacidad y generación para las dos poblaciones. El CCEP también desarrolló un modelo HOMER para evaluar diferentes configuraciones de generación solar/diésel/batería, estructuras, costos indicativos y estimados de costo nivelado de energía (LCOE), etc. La EPM también había desarrollado su propio modelo HO-MER, con diferencias significativas debido a sus supuestos más teóricos que empíricos. Los dos equipos combina-ron el ejercicio preliminar de modelación para finalizar la preparación de la licitación, que finalmente se ganó una empresa local de ingeniería para desarrollar los diseños detallados de ingeniería y el presupuesto para los sistemas de los dos pueblos.

Debido a las condiciones climáti-cas del río Atrato, un sistema hí-brido con la mayor proporción de energía siendo solar y no diésel, y que preste un servicio de 24 horas durante todo el año, requeriría de una inversión prohibitiva en pane-les solares y, sobre todo, en baterías de almacenamiento. El estudio de Localización propuesta de sistemas híbridos en Vigía del Fuerte (izquierda) y Bojayá (derecha).

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factibilidad, finalizado a comienzos de 2015, determinó que la combinación óptima para el sistema híbrido sería 32% solar y 68% diésel para Vigía del Fuerte, y 42% solar y 58% diésel para Bojayá.

El valor presente neto y demás indicadores financieros determinaron que:

a. Incluso después de tener en cuenta los costos de la inversión para el sistema híbrido, en comparación de un costo cero de la capacidad diésel ya instalada, el ahorro neto resultante de una menor generación por diésel en este sistema híbrido ahorrarían cerca del 19% del total de los costos en Vigía del Fuerte y el 29% en Bojayá, durante un periodo de 20 años. Puesto que ambas alternativas generarían la misma cantidad de electricidad y recibirían el mismo ingreso por ella, la solución híbrida de menor costo es la mejor alternativa.

b. Sin embargo, con una eficiencia óptima y con costos controlados del diésel, una operación bien administrada resultaría en costos presentes netos 36% menores que la solución híbrida de Vigía del Fuerte y 29% menores en Bojayá. Lo que esto demuestra es la vulnerabilidad de la generación por diésel frente a los precios injustificados en el marcado del diésel en estas localidades particulares.

El proyecto diseñado se presentó al gobierno departamental y nacional, así como a los mecanismos financieros in-ternacionales, pero al momento de su presentación no había claridad sobre si se podía implementar o no.

Sin embargo, los estudios sirvieron como insumo para otras intervenciones. Primero, les abrió el camino a los pro-yectos solares realizados en los dos municipios por parte de los tres aliados mencionados, y a la capacitación em-presarial que recibieron, lo que resultó ser importante estratégicamente para respetar a las poblaciones que podrían considerar que todas las actividades de encuestas e ingeniería había sido inútiles, puesto que los aliados no pudieron instalar el sistema híbrido diseñado. Lo que es igualmente importante: la idea detrás de la fase de 2016 también era introducir y familiarizar a la población con la energía solar, la eficiencia energética, la gestión local de servicios públi-cos y los medidores prepago de manera práctica; todo esto puede contribuir a la viabilidad de la solución híbrida que a futuro se implemente. Por último, los presupuestos detallados del estudio de factibilidad sirvieron como in-formación para el modelaje de incentivos tributarios de la Ley 1715 que el CCEP realizó como aporte al respectivo decreto del MME mencionado en la Tarea 1.

SISTEMA HÍBRIDO IMPLEMENTADO EN PUNTA SOLDADO

Afortunadamente, el CCEP, en alianza con CELSIA/EPSA, pudo desplegar un sistema híbrido completo y operacio-nal solar-diésel-batería, desarrollado en Punta Soldado, una isla cerca de la costa de Buenaventura, Valle del Cauca. Este proyecto pasó por todos los aspectos técnicos, ambienta-les, sociales, de fortalecimiento de capacidades y de soste-nibilidad que deben garantizar la durabilidad de la solución. Debido a su ubicación en una zona de lluvia tropical, a su proximidad al mar y a las condiciones de suelo fangoso, el desafío en términos de ingeniería y construcción fue tan complejo como se puede encontrar en cualquier lugar del país. Su desempeño debe ser monitoreado de cerca por

Carlos Alfonso Valencia, en Punta Soldado, examina los panales solares instalados por el CCEP y EPSA.

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Experiencias para Construir Futuros

cualquier agencia pública o inversionista privado interesado en desarrollar sistemas híbridos en el país. La sostenibi-lidad financiera del modelo también debe servir como ejemplo para proyectos futuros, pues está basada en medi-dores prepago, en uso eficiente de la energía y en esquemas bien definidos de operación y mantenimiento, pagados y administrados por una JASE local. USAID espera que este modelo de administración/operación/mantenimiento (AOM) sea autosostenible y libre de subsidios.

Al igual que muchos otros centros poblados de la costa Pacífica colombiana, Punta Soldado no contaba con servi-cios energéticos continuos, aunque está ubicado a tan solo 25 minutos de Buenaventura en lancha rápida. Las activi-dades productivas estaban limitadas a la pesca, con oportunidades comerciales restringidas debido a que la falta de electricidad para instalaciones de almacenamiento en frío, obligaban a la comunidad a vender su pescado en Buena-ventura después de cada captura. El desarrollo comunitario y la educación también estaban limitados a la luz del día.

EPSA, una de las empresas energéticas más grandes del país, acudió al CCEP en 2013 para trabajar juntos en la iden-tificación, estructuración e implementación de soluciones de ER para comunidades en su área de influencia, especí-ficamente en Punta Soldado. El progreso en la formulación e implementación de opciones de ER resultó demorado debido a la falta de experiencia y a la indecisión de la compañía en cuanto a si debía financiar este tipo de instalación “costosa” (en comparación con instalaciones urbanas más familiares y rentables). Sin embargo, durante el transcurso de las visitas de campo, las discusiones con la comunidad y el diseño del proyecto, la Ley 1715 de EE/ER se aprobó en 2014, estimulando el interés nacional en la instalación de sistemas híbridos de energía en las ZNI. Esto motivó a EPSA y al dueño corporativo CELSIA a desarrollar e instalar un sistema híbrido solar/diésel para Punta Soldado (una comunidad de 114 hogares y varios establecimientos institucionales y comerciales) como proyecto piloto. Esto se hizo a pesar del hecho de que los límites de costos convencionales por instalación residencial –que habían hecho a la compañía dudar con respecto a cofinanciar el proyecto– se sobrepasaron.

El CCEP y EPSA acordaron realizar un trabajo complementario para garantizar la sostenibilidad financiera después de que los dos patrocinadores salieran de la comunidad. Así, este proyecto incluyó la instalación de medidores prepago, financiados por EPSA, para ayudar a reducir las deudas prolongadas, para fomentar una mayor eficiencia ener-gética y un uso racional de la energía, y para permitir a EPSA y CELSIA monitorear remotamente los patrones de consumo de cada cliente, como lo requieren las regulacio-nes recientes para las ZNI derivadas de la Ley 1715/2014.

Para el CCEP, la oportunidad de involucrar a un actor importante del mercado de electricidad en este tipo de proyecto también era estratégico, no solo para asegurar el respaldo técnico para la operación de los sistemas híbridos y solares en el futuro, sino como parte de sus esfuerzos de institucionalización de la energía renovable.

El sistema híbrido instalado está compuesto de 288 paneles fotovoltaicos (de 260 Wp cada uno), con una capacidad total de generación de 74,88 kWp, conectados a 13 controladores MPPT (con capacidad de 80 Amp), un banco de baterías de 96 células electrolíticas acuosas, y una capacidad neta de 9.312 Amp/hora, junto con 6 inversores/carga-dores de 6,8 kV cada uno (nominal).

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

El CCEP y EPSA contrataron a una sola empresa de ingeniería nacional para implementar el proyecto como un todo, aunque mediante contratos separados, puesto que el CCEP evitó combinar fondos en todos los proyectos. El CCEP

y EPSA tenían responsabilidades distintas pero complemen-tarias para la implementación del proyecto: construcción de obras civiles, instalaciones eléctricas en las viviendas, instalación de sistemas fotovoltaicos e iluminación pública, remplazo de bombillos tradicionales por bombillos LED, e instalación de medidores prepago. EPSA pagó por el generador de respaldo, alimentado con diésel, para complementar la energía fotovol-taica, puesto que el CCEP tenía restricciones para financiar tecnologías de combustibles fósiles.

El proyecto también incluyo capacitación en buenas prácticas ambientales y un componente socioeconómico fuerte para consolidar su JASE, proporcionar capacitación en EE, y para

la operación y mantenimiento de sistemas híbridos fotovoltaicos/diésel. Adicionalmente, el CCEP formó un “ECO-CLUB” (club ambiental) de jóvenes para ayudar a inculcar prácticas ambientales robustas a la comunidad.

Los trabajos de construcción iniciaron en octubre de 2015 y finalizaron en julio de 2016. El proyecto privado de ener-gía híbrida, el primero de su tipo en el país, se inauguró ese mismo mes. El CCEP produjo un video con testimonios de la comunidad sobre su experiencia (disponible en el canal de YouTube de USAID) y una serie de fotografías que muestran el impacto del proyecto en la vida de la comunidad. El proyecto también fue cubierto por los medios, y recibió visitas de agencias energéticas nacionales y de participantes internacionales en una conferencia latinoameri-cana en noviembre de 2016 sobre “Acceso Universal a la Electricidad en Latinoamérica”, copatrocinada por USAID, Micro Energy International, Smart Villages y UPB.

A pesar de la ingeniería, componentes e instalación de alta calidad, el proyecto de US $614.583 (COP $175 millo-nes) ha presentado inconvenientes dos veces debido a fallas de comunicación entre los componentes electrónicos. Después de remplazar las tarjetas electrónicas de los inversores/cargadores, el sistema trabajó bien durante varios meses. En enero de 2017 falló de nuevo y el CCEP envió a ingenieros con la empresa contratista de la instalación para detectar el nuevo problema y encontrar una solución. Los dientes de cobre de varios conectores se habían caído de nuevo de las nuevas tarjetas. El sistema del pueblo quedó funcionando con 5 de los 6 inversores/cargado-res mientras se encontraba una solución. Después de discusiones extensas con el fabricante, el contratista, EPSA y laboratorios electrónicos, el CCEP decidió importar y sustituir los conectores para restablecer el servicio pleno. Adicionalmente, la organización comunitaria contrató a una empresa de ingeniería para que prestara asistencia téc-nica para el mantenimiento del sistema, y EPSA ha estado estudiando, a manera de ayuda al proceso comunitario, soluciones tecnológicas de largo plazo para las fallas de comunicación.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

3.3. TAREA 3. PROMOCIÓN DE INVERSIONES EN EFICIENCIA ENERGÉTICA Y ENERGÍA RENOVABLE

Motivar al sector privado a invertir en tecnologías para reducir su consumo energético por unidad de producto, a su propio costo, no fue fácil en Colombia. Por una parte, las compañías tienen otras prioridades de inversión, ya sea para ampliar su capacidad de producción, incorporar nuevas líneas de productos o servicios, o encarar retos de comercialización y penetrar en nuevos mercados. Por otro lado, la factura energética no necesariamente significa una porción significativa de su estructura de costos, y cualquier ineficiencia en el consumo energético puede pasar desapercibido o asumirse en sus precios de venta. Adicionalmente, las empresas son abordadas constantemente por proveedores de tecnología o firmas de ingeniería con ofertas de soluciones que pueden resultar inefectivas debido a diagnósticos superficiales o diseños fallidos. Estas realidades empresariales en gran medida fueron responsables del escepticismo y resistencia que enfrentó CCEP cuando comenzó a promover la inversión en energía limpia en el sector privado en 2012.

Conscientes del hecho de que las empresas crecientemente tienen que reducir su huella ambiental, ya sea por razo-nes de responsabilidad social empresarial o debido a regulaciones ambientales, el Programa de Energía Limpia para Colombia a través del tiempo concibió e implementó varias líneas de acción con el sector privado. La diversidad de estrategias respondió a la experiencia que el Programa iba adquiriendo con la también muy variada gama de in-dustrias y establecimientos comerciales en el país. Lo que las estrategias tuvieron en común es que todas buscaron demostrar que invertir en eficiencia energética y energía renovable no solo es responsable, sino costo-efectivo y rentable para los negocios.

Durante los cinco años de implementación, esta tarea pasó por la evolución más dinámica desde la concepción original del Programa de Energía Limpia para Colombia. CCEP trabajó directamente con más de 150 empresas, bus-cando desarrollar proyectos concretos y prácticos de inversión en fábricas y establecimientos comerciales. Muchas de ellas no respondieron, por razones como las ya esbozadas. Otras, que avanzaron más en los procesos de diseño y toma de decisión, abandonaron o pospusieron las iniciativas por restricciones financieras, prioridades en compe-tencia, o incertidumbres económicas sobre las tasas de cambio, la reforma tributaria, las demoras en reglamentación de la Ley 1715, los contratos de suministro/venta de energéticos a largo plazo, entre otros factores que afectaron las decisiones de inversión de algunas empresas vinculadas a estas iniciativas.

Aun así, al finalizar el Programa de Energía Limpia para Colombia, 45 empresas habían invertido o logrado cierre financiero y aprobación de inversiones por más de USD $11 millones para proyectos que lograrían ahorros ener-géticos proyectados de más de 2.115.000 MWHe y emisiones evitadas de GEI de más de 1.200.000 tCO2e durante la vida útil de las inversiones.

3.3.1. EVALUACIÓN DE SUBSECTORES INDUSTRIALES Y TECNOLOGÍAS

Durante el primer semestre de implementación del Programa, se desarrolló una metodología multi-criterio para evaluar los subsectores industriales y/o las tecnologías en los que el CCEP debería enfocar su promoción de tec-nologías energéticas limpias. El primer paso fue recolectar información estadística secundaria de fuentes nacionales como la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sos-tenible (MADS), entre otros, sobre indicadores industriales del orden económico, ambiental y social.

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Experiencias para Construir Futuros

Estrictamente desde la perspectiva energética y ambiental, los retos enfrentados por CCEP se pueden resumir en dos gráficas sencillas (Figuras 11 y 12). Aunque se refieren a los valores más recientes publicados en los balances energéticos de la UPME, no difieren mucho en términos porcentuales de los hallazgos de la época. La primera de-muestra que el 40% del consumo final de Energía en Colombia se origina en el sector transporte, que es un uni-verso en sí mismo y no forma parte del alcance de trabajo de CCEP. Pero el sector industrial es el segundo mayor consumidor de energía final, con el 29%.

Exactamente cómo se distribuye este consume por fuente energética se reporta en la Figura 12. De ahí surgen dos conclusiones principales. Primero, el 62,5% del consumo energético industrial proviene de combustibles fósiles, que emiten gases de efecto invernadero y material particulado. Segundo, los residuos de biomasa de la agroindustria son una fuente importante y limpia de energía que ya constituyen una porción significativa del consumo final industrial: casi el 21%.

Tan solo por estos dos patrones conocidos CCEP consideró desde el principio que debería enfocarse en (a) mitigar el uso de combustibles fósiles en la industria para reducir las emisiones de CO2, y (b) aprovechar una amplia gama de residuos agroindustriales (energía renovable) como fuente potencial de sustitución de combustibles fósiles. Sin embargo, persistía el interrogante de cuáles subsectores específicos y qué tecnologías seleccionar.

Utilizando la información estadística recolectada, se desarrolló una matriz multi-criterio para evaluar y priorizar los subsectores industriales para la identificación y desarrollo de proyectos por parte de CCEP. Algunos de los criterios evaluados incluyeron la participación del subsector industrial en el consumo energético; tipos y fracciones de com-bustibles utilizados; participación en los balances nacionales de gases efecto invernadero; potencial de producción/recuperación de residuos de biomasa y desechos sólidos, líquidos o gaseosos; participación en la creación de em-pleo industrial; localización geográfica.

Se desarrolló un sistema de ponderación en el que variables tales como generación de empleo, adquirían mayor peso en importancia social; su contribución al PBI indicaba la relevancia económica del subsector; y su dependencia de combustibles fósiles o potencial de sustitución con biomasa representaba su valor ambiental. De este análisis se

Otros1%

Comercial y Público

5%

No identificado8%

Residencial18%

Industrial29%

Transporte40%

Fuente: UPME

Figura 11 Consumo final de energía por sector. Colombia 2015

El transporte y la industria tienen la mayor parte del consumo final de energía.

Fuente: UPME

Otros derivadospetróleo, 2.5%

Electricidad auto y cogenerada, 3.4%

Coque, 3.7%

Electricidad (SIN),13.0%

Bagazo, 20.8%

Gas natural, 27.9%

Carbón n¡mineral28.3%

62.5% Fósil (CO2)20.8% Bagazo

Figura 12 Distribución del consumo final de energía en el sector industrial por fuente energética 2014Los GEI que emiten combustibles fósiles dominan el consumo

de energía industrial El consumo de energía industrial depende en gran medida de los combustibles fósiles.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

destacan los subsectores industriales de alimentos/bebidas/agroindustria, pulpa y papel, textiles, cerámica y ladrillos, como se indica en la Figura 13.

Las principales ventajas de trabajar con ta-les subsectores son el impacto directo que se lograría en términos de reducción de gases efecto invernadero –especialmente en plantas que utilicen combustibles como carbón mineral, derivados de petróleo y gas natural–, y que la mayoría ofrece po-tencial de replicación mayor, tales como las industrias ladrillera y textil que tienen un amplio espectro de tamaños de com-pañía, pero se componen principalmente de un número grande de pequeñas y me-

dianas empresas. Aunque los subsectores de pulpa y papel así como de cerámica y vidrio también se ubican alto en la ponderación, están compuestos por pocas operaciones industriales de gran escala y no fueron priorizadas para el primer tramo de actividades de la Tarea 3. Sin embargo, con el tiempo fueron abordadas y la industria de pulpa y papel se convirtió en participante significativo del trabajo de CCEP en EE/ER a través de la última de sus estrategias.

Durante el primer año de trabajo, los esfuerzos se CCEP se concentraron en los subsectores de alimentos/agroin-dustria y ladrillos, en los que ya se habían iniciado actividades de promoción antes del inicio del programa por el equipo de trabajo de la Tarea 3 y otras iniciativas conocidas, así que algún impulso en la promoción de tecnologías de eficiencia energética ya existía. Asimismo, se esperaba que estos sectores tuvieran un mayor potencial de réplica debido a su mayor número de empresas e instalaciones industriales que en los demás subsectores evaluados. La industria textil también tiene un gran número de instalaciones y buen potencial de réplica, así que este subsector también fue focalizado para un segundo tramo de proyectos.

Las oportunidades de generación energética renovable en la industria se limitan prácticamente a la combustión con biomasa o la generación de biogás o gas de síntesis, oportunidades que podrían aprovecharse principalmente den-tro del subsector de procesamiento de alimentos y agroindustria.

En cuanto a la evaluación tecnológica, se seleccionaron tecnologías bien definidas aplicables a una amplia gama de actividades productivas, basadas en criterios definidos por autoridades nacionales (i.e., en PROURE) y la experiencia técnica del grupo de trabajo y dirección de CCEP. Aunque se definió un listado de 13 tipos de tecnologías, CCEP se focalizó principalmente en las de generación de energía térmica (producción de calor, vapor y cogeneración) basada en combustibles fósiles o donde la sustitución con combustión de biomasa podría ser aplicable.

0.0%

5.0%

10.0%

15.0%

20.0%

25.0%

30.0%

35.0%

40.0%

Economicaspects

Environmentalaspects

Socialaspects

Cement

Other non metallic (brick, ceramic, glass)

Pulp and paper

Agroindustry, food and drink

Textile

Chemical

Metallurgy

Figura 13 Comparación triangular de los aspectos económicos, sociales y ambientales de los subsectores industriales

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Experiencias para Construir Futuros

3.3.2. IDENTIFICACIÓN DE INDUSTRIAS OBJETIVO Y DESARROLLO DE PROYECTOS

El Programa de Energía Limpia para Colombia paulatinamente desarrolló seis enfoques diferentes para motivar a la industria a invertir sus recursos propios o prestados en aplicaciones de eficiencia energética y energía renovable. La evolución de enfoques fue el resultado del contacto continuo con y retroalimentación de la industria, la banca comercial y de segundo piso, instituciones financieras internacionales, ESCOS, formuladores de políticas y autorida-des ambientales regionales con los que CCEP interactuó durante la implementación de la Tarea 3. Una síntesis del contexto, objetivos, intervenciones, resultados y lecciones aprendidas se incluyen en el Volumen 2 de Perfiles de Proyectos de esta colección, así como enlaces a videos de algunos de los proyectos.

Tabla 3 Evolución de los portafolios de proyectos de Tarea 3, 2012-2016

Portafolio de proyectos CCEP 2012 2013 2014 2015 2016

P1 Caso a Caso (LCA)

P2 Proyecto ESCO iniciales

P3 Corredor eindustrial de Yumbo

P4 Optimización de combustión Proyecto Ladrilleras CAEM

P5 Hornos y calderas

P6 Macanismo de estructuración de Proyectos de Energía Limpia - PPF

P1. PORTAFOLIO CASO A CASO (LCA)

Con el fin de trabajar con los subsectores identificados, CCEP formó una alianza estratégica inicial con la Línea de Crédito Ambiental (LCA) de Bancolombia, la única línea de crédito activa para la energía limpia a principios de 2012. Esta línea de crédito proporcionaba la oportunidad de condonar hasta el 25% del crédito incurrido por una em-presa PYME con Bancolombia o Banco de Bogotá con el fin de realizar inversiones no obligatorias para producción más limpia, que efectivamente mitigara la polución ambiental y que sería pagado al banco por el Ministerio Suizo de Asuntos Económicos (SECO). Para acceder a los beneficios de este mecanismo se exigía un análisis de línea de base energética y de emisiones, así como una auditoría ex-post de desempeño energético/ambiental que debería ser realizado por el subcontratista de CCEP para la Tarea 3 (CNPMLTA, o “Centro”) a costo propio de la empresa beneficiaria. Dado que el Centro ahora era subcontratista de CCEP, desde 2012 las empresas ya no tenían que pagar honorarios por los estudios de ingeniería exigidos por LCA, que fueron proporcionados por CCEP como parte de su asistencia técnica. Adicionalmente, CCEP financió una serie de talleres con las industrias objetivo y los administra-dores de sucursales bancarias para motivar solicitudes de crédito al LCA y la asistencia técnica de los ingenieros y analistas financieros de CCEP.

Durante el primer año de CCEP, el Centro visitó al menos 30 empresas bajo este mecanismo, de las cuales califi-caron 22 para realizar las evaluaciones de línea de base por parte del Programa. Sin embargo, solo dos de estos

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

proyectos completaron el ciclo desde la identificación de proyecto, estudio de línea de base, evaluación de proyecto, solicitud y aprobación de crédito e implementación de tecnologías energéticas limpias vía la LCA, antes de terminar el segundo año de CCEP: un proyecto de recuperación de calor en la empresa ladrillera Los Cerros en Córdoba y un proyecto de refrigeración eficiente en la planta de Helados Tonny en Urrao, Antioquia.

La experiencia del trabajo cercano con Bancolombia y otras instituciones fi-nancieras, la retroalimentación de aproximadamente 400 participantes en los talleres, las visitas a numerosas plantas

industriales y las discusiones intensas con las empresas de ingeniería involucradas durante el primer año de implementación del Programa, llevó a CCEP a la con-vicción de que había que movilizar más que solamente la LCA para lograr los objetivos de la Tarea 3. Una tasa de efectividad de 1:15 no fue alentadora para la dirección de CCEP, aunque claramente los proyectos que sí se materializaran podrían contribuir significativamente a los objetivos generales del Programa. Así que el portafolio caso a caso tendría que continuar, pero en paralelo con la exploración de otros esquemas.

P2. PORTAFOLIO DE PROYECTOS ESCO INICIALES

En 2013, CCEP desarrolló una segunda corriente de trabajo con las Empresas de Servicios Energéticos (ESCOS por su acrónimo en inglés), que tienen el músculo técnico y financiero para diseñar y desarrollar proyectos de EE/ER e invertir en su implementación bajo contratos de servicios energéticos, liberando a las empresas de la necesidad de canalizar sus propios recursos financieros o crediticios a estos proyectos. La energía no es el negocio principal (core business) para los establecimientos industriales o comerciales, y su capacidad de inversión suele canalizarse para ex-pandir su producción o penetrar en nuevos mercados, y no a mejorar sus tecnologías y competitividad. En contraste, la energía es el negocio principal de las ESCOS, y sus criterios de inversión son de horizontes mayores de tiempo que muchas de las empresas visitadas, que desean retornos rápidos y altos de inversión para poder emprender pro-yectos energéticos o de cualquier otra naturaleza. Las ESCOS en Colombia son relativamente nuevas y aún no bien establecidas en el mercado, pero han probado ser exitosas en implementar instalaciones energéticamente eficientes en los sectores industrial, gubernamental y de servicios públicos domiciliarios en los Estados Unidos y otros países. Durante los dos años siguientes, CCEP desarrolló con ESCOS, estudios de ingeniería y financieros en empresas de agroindustria, cerámica y vidrio así como un centro comercial y un grupo de 300 establecimientos comerciales, este último en conjunto con Fenaltiendas, una asociación de dueños de pequeños y medianos negocios comerciales. Después de 2015, el trabajo adicional con ESCOS se canalizó a través del portafolio PPF (P6).

Las fotos ilustran el único contrato de servicios energéticos que finalmente se logró cerrar, firmar e implementar de esta primera tanda de trabajo con ESCOS a 2016: un proyecto de generación de vapor a partir de biogás en una planta de productos lácteos (Colanta, en Antioquia). Este caso es ilustrativo de las dificultades –y recompensas– del modelo ESCO, así como de la solución tecnológica implementada. Antes de la implementación del proyecto, el biogás producido en la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de Colanta era quemado (foto). La pro-ducción de biogás en esta planta varía dependiendo del clima y otras condiciones. El estudio para definir y diseñar

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Experiencias para Construir Futuros

la tecnología para aprovechar energético del biogás de la PTAR se realizó en cuatro meses, a un costo de USD $40.000 cofinanciados 50/50 por CCEP y MGM Innova Energy Services, la compañía ESCO en este caso. En marzo de 2014, MGM le ofreció a Colanta un contrato mediante el cual la ESCO tomaría el biogás de la PTAR, lo limpiaría y transportaría al cuarto de calderas, donde MGM instalaría una caldera de baja presión para producir vapor de proceso para la fá-brica de lácteos, sustituyendo alrededor del 5% de la producción de vapor actualmente producida con gas natural. Las negociaciones tomaron más de dos años, con mayor o menor intensidad, antes de llegar a un contrato bajo condiciones novedosas.

En lugar de proporcionar vapor por un periodo fijo de tiempo, dada la variabilidad de producción de biogás, el contrato acordado fue por una cantidad determinada de vapor a ser suministrada por MGM antes de recuperar su inversión y que los equipos quedaran de propiedad de Colanta. Dependiendo de la producción de biogás, esto podría tomar de 6 a 8 años. El precio fijado para el vapor fue del 85% de lo que le costaría producirlo a la planta con gas natural. Una vez firmado el contrato ESCO, solo tomó 4 meses importar los equipos, instalarlos y comi-sionar el sistema, antes de finalizar 2016, con una inversión adicional de USD $310.000, elevando el costo total de la operación a USD $350.000, de los cuales CCEP contribuyó menos del 6% y apalancó el resto. El proceso total prácticamente tomó tres años.

Esto es parte del proceso de aprendizaje del que se derivaron varios beneficios. MGM mejoró su modelo de acuer-do pre-estudio con clientes potenciales, desarrolló un contrato alternativo de desempeño y ha comenzado a fac-turar el vapor a Colanta; Colanta adquirió confianza en el modelo ESCO y está explorando proyectos adicionales con el esquema; y al país le quedó una alternativa probada a la quema de biogás aplicable a numerosas plantas de procesamiento agroindustrial y de alimentos con insuficiente producción de biogás para ameritar la cogeneración a costos no competitivos con los precios del mercado eléctrico.

P3. PORTAFOLIO CVC/CCEP DEL CORREDOR INDUSTRIAL DE YUMBO

En el 2013, también se iniciaron discusiones con la CVC, la autoridad ambiental del departamento del Valle del Cauca, sobre la forma en que CCEP podría contribuir a solucionar un problema agudo de calidad de aire originado en el corre-dor industrial de Yumbo, un municipio contiguo a Cali. Esto le presentó a CCEP la oportunidad de aplicar una estrategia de zanahoria y garrote que estaba dispuesta a explorar.

La asistencia de CCEP en la estructuración de proyectos viables de energía limpia para contribuir a la reducción de polución

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

era la zanahoria, y la capacidad sancionatoria de la autoridad ambiental sería el potencial garrote. Adicionalmente, la oportunidad de trabajar en una concentración geográfica con un aliado fuerte técnica y financieramente y con in-dustrias exitosas también era atractivo desde la perspectiva del uso eficiente de los recursos técnicos y financieros de CCEP por parte de la dirección del programa.

El Programa de Energía Limpia para Colombia acordó con CVC proporcionar asistencia técnica y análisis financiero, durante dos años, para asistir en el diseño de inversiones en eficiencia energética que reduzcan la polución, hasta en 10 de 20 empresas a ser seleccionadas en el corredor industrial de ACOPI-Yumbo. La fase preparatoria se llevó a cabo entre septiembre y diciembre de 2013, focalizada en la identificación de plantas con emisiones de al menos 100 tCO2e por año, basadas en combustibles fósiles, que serían invitadas a participar. El programa conjunto CVC/CCEP se lanzó en febrero de 2014 y transcurrió hasta septiembre de 2016.

Se establecieron contactos con 37 industrias, de las cuales 24 mostraron interés y por tanto fueron visitadas por in-genieros de CCEP. De estas, 5 fueron descartadas como no elegibles de acuerdo a los criterios establecidos y 2 se retiraron. Se realizaron auditorías y diagnósticos energéticos en las 17 restantes: Industria Colombiana de Maderas (Inducolma), Diaco S.A., Carvajal Pulpa y Papel, Comestibles Aldor S.A., Cobres de Colombia LTDA, Cables de Ener-gia y Telecomunicaciones S.A. (Centelsa), Cerveceria del Valle S.A., Italcol Alimentos Concentrados, Smurfit Kappa Carton de Colombia, Alimentos Finca S.A., Incineradores Industriales S.A., Cartones del Valle, Cajas Colombianas (CajasCol), y MAC Johnson Controls.

En siete de ellas, se realizaron estudios de ingeniería básica o de detalle por firmas de ingeniería contratadas con los recursos de contrapartida de la CVC, y el Mecanismo de Estructuración de Pro-yectos de Energía Limpia (PPF), asumió el trabajo con la empresa Carvajal Pulpa y Papel (mejor conocida como PROPAL), donde las visitas iniciales detectaron el potencial de desarrollar varios proyec-tos tanto en su planta de Yumbo como en su planta de Guachené, Cauca, que queda por fuera de la jurisdicción de CVC, pero era de interés para la empresa y CCEP. Los proyectos individuales diseña-dos se resumen en la publicación complementaria de Perfiles de Proyectos de CCEP, pero los resultados generales no fueron positivos (excepto por Carvajal). Las empresas en Yumbo fueron reticentes a realizar inversiones diseña-das a reducir su consumo energético y emisiones asociadas en sus procesos productivos. Algunas de los proyectos formulados incluso eran elegibles a incentivos técnicos y financieros adicionales de los otros portafolios de CCEP (P1, P5 o P6). Gran parte de los equipos de combustión de fuentes fósiles evaluados, particularmente las calderas de algunas empresas, mostraron serios problemas de seguridad que deberían y podrían ser solucionados con inter-venciones focalizadas en energía para evitar accidentes laborales.

Los tres enfoques esbozados –el desarrollo de proyectos caso a caso con el sector financiero comercial, el desarro-llo de proyectos ESCO con un esquema alternativo de financiación de inversiones para las empresas no dispuestas o capaces de incurrir en endeudamiento o canalizar recursos propios, y el desarrollo de proyectos bajo enfoque zanahoria y garrote con una autoridad ambiental– todos demostraron periodos lentos de maduración.

Incluso había la posibilidad de que proyectos desarrollados bajo los tres enfoques no fueran implementados durante el periodo de implementación del Programa de Energía Limpia para Colombia, al menos a tiempo para evitar casi

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Experiencias para Construir Futuros

500.000 tCO2 de emisiones y otras metas clave buscadas. Aun así, cada uno de estos portafolios ofrecía buen poten-cial de demostrar en la práctica que la eficiencia energética y abatimiento de emisiones en la industria colombiana podría superar el discurso histórico y penetrar en la economía. CCEP decidió perseverar en la implementación de estas estrategias de trabajo, pero también ensayar enfoques adicionales.

P4. IMPLEMENTACIÓN DE SISTEMAS MEJORADOS DE COMBUSTIÓN AIRE-COMBUSTIBLE PARA LA INDUSTRIA LADRILLERA

El siguiente enfoque comenzó con conversaciones entre la Cámara de Co-mercio de Bogotá (CCB) y u afiliada Corporación Ambiental Empresarial (CAEM) con USAID a finales de 2013, y su seguimiento por CCEP a princi-pios de 2014. Referidos por USAID, CAEM y CCB abordaron a CCEP para asistirles en desarrollar un horno ladrillero energéticamente eficiente a escala piloto, diseñado por un investigador colombiano en una universidad mexica-na a escala de laboratorio. CCEP rápidamente descartó la propuesta, pues el enfoque del programa era implementar tecnologías robustas probadas con impacto en la vida real en vez de probar ideas. Sin embargo, contrapropuso trabajar en un número mayor de beneficiarios con tecnologías más simples, de fácil implementación y efectividad inmediata. CCEP conocía el trabajo de la CAEM en el sector ladrillero nacional bajo el programa suizo EELA y el programa OPEN del Banco Interamericano de Desarrollo, y dada esta trayectoria pronto llegó a un acuerdo sobre cuáles tecnologías se podrían promover conjuntamente.

En vez de buscar la modificación de hornos ladrilleros, o su reemplazo, una medida efectiva para reducir el consumo de carbón mineral y las emisio-nes sería pulverizar e inyectarlo en las cámaras de cocción de los hornos para lograr combustión completa, sin intervenir a los hornos internamente a riesgo de las PYMES participantes. El afiche y la foto muestran que estas

tecnologías constan de equipos simples, poco costosos y externos que pueden adaptarse a las necesidades de cual-quier horno de colmena o Hoffman.

Aprovechando la oportunidad, la CAEM desarrolló una propuesta para la implementación de un programa de dos años para instalar soluciones energéticas limpias y lograr reducciones sustanciales de emisiones en el sector ladrillero colombiano. Bajo esta iniciativa de USD $1,17 millones, USAID, CCB y CAEM apoyaron a 19 pequeñas y medianas fábricas de ladrillo localizadas en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá en el remplazo de tecnologías antiguas de alimentación de carbón mineral empleadas en hornos de colmena y Hoffman con equipos modernos de optimización de combustión para hornos ladrilleros, reduciendo alre-dedor del 30% del consumo de combustibles fósiles y correspondientes emisiones de CO2e y material particulado por año.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

El programa fue implementado en cuatro fases. En una fase preliminar, CCEP y su aliado implementador construye-ron la línea de base del proyecto, recolectando datos de cada planta ladrillera participante para medir volúmenes de producción y tasas de consumo unitario de combustibles fósiles. Esta fase también se enfocó en recolectar in-formación para determinar el número de trabajadores y empleados que se beneficiarían directamente de las so-luciones instaladas. En la segunda fase se adelantaron ruedas de negocios entre proveedores de tecnología y los productores de ladrillo seleccionados. La tercera fase involucró la inversión e instalación de equipos en sí, así como la capacitación de operarios. La fase final monitoreó el desempeño y recomendó ajustes operativos para optimizar el uso de las tecnologías instaladas.

El primer dosificador fue instalado con éxito en Arcillas de Co-lombia (Cogua, Cundinamarca) a principios de 2015, y se espe-raba que la mayoría de los productores de ladrillo participantes completarían sus propias instalaciones antes de finalizar ese año. Sin embargo, se presentaron escollos en la implementación de los demás dosificadores proyectados, en la medida de que muchos de los ladrilleros que inicialmente firmaron acuerdos para participar en el programa fueron incapaces de cumplir sus obligaciones financieras de pagar al menos el 50% de los equipos. Esto obligó a CAEM a buscar nuevos participantes que los remplazaran, perdiendo mucho tiempo en completar el programa total. Los últimos dosificadores fueron instalados entre julio y septiembre de 2016.

Además de la dificultad en asegurar la participación de empresas ladrilleras, algunas no pudieron cumplir los plazos de implementación y estandarización debido a problemas técnicos y/u operativos persistentes, atrasando la termi-nación o, en un caso, cancelando la participación en el programa.

Todos los sistemas instalados fueron monitoreados y ajustados para optimizer la combustión. Después de efectua-dos todos los ajustes, la mayoría de las últimas ladrilleras probaron exitosamente sus hornos, aunque unos pocos solo lograron reducciones moderadas. Todas las actividades de campo en este frente de trabajo se completaron a septiembre de 2016. La Tabla 3 presenta los resultados finales de las PYMES participantes en el programa: de las 20 originalmente planeadas, 19 PYMES en Boyacá y Cundinamarca completaron el programa de dos años, instalando sistemas de dosificación de carbón que reducirán 159.448 toneladas métricas de dióxido de carbón (CO2e) en los próximos 20 años.

Sistema de dosificación de carbón instalado en Arcillas de Colombia.

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Experiencias para Construir Futuros

Tabla 4 Ladrilleras participantes en el programa con CAEM

Ladrillera participante

Municipio(Departamento)

Instalada desde

Indicadores CCEPReducción emisiones en CO2e durante vida

útil de equipos

Reducción emisiones en CO2e durante

CCEPArcillas de Colombia Cogua (Cundinamarca) Marzo 2015 19.270 4.061El Altar Ubaté (Cundinamarca) Diciembre 2016 5.568 717,5Zipa Paipa (Boyacá) Diciembre 2016 9.972 1.254,3El Sol Sogamoso (Boyacá) Marzo 2016 6.048 673Villa Alfarera Sogamoso (Boyacá) Marzo 2016 7.310 734,9La Fe Nemocón (Cundinamarca) Marzo 2016 12.540 1322Santo Domingo Chivata (Boyacá) Marzo 2016 1.390 144La Toscana Nemocón (Cundinamarca) Marzo 2016 7.248 816,2Derivados del Barro Sachica (Boyacá) Marzo 2016 860 230,9Gres San Martín Oicata (Boyacá) Junio 2016 1.950 120,8Oasis RG Oicata (Boyacá) Junio 2016 7.640 675,2San Luis Nemocón (Cundinamarca) Junio 2016 4.220 360,3Ladrisog Sogamoso (Boyacá) Junio 2016 3.610 315,3Cacique G Sol Sogamoso (Boyacá) Junio 2016 8.490 660,1Bella Vista Tunja (Boyacá) Junio 2016 6.050 571,2El Porvenir Tunja (Boyacá) Junio 2016 5.952 468,8La Cascada Tunja (Boyacá) Junio 2016 7.990 468,2Emalco Sogamoso (Cundinamarca) Septiembre 2016 31.870 3.111,3Oasis del Camino Nemocón (Cundinamarca) Septiembre 2016 11.470 1.048Total 159.448 17.753

La Tabla indica que, a pesar de los obstáculos y demoras en la implementación, las 19 empresas ladrilleras partici-pantes obtuvieron un potencial de reducción de aproximadamente 17.753 toneladas de CO2e por año. Por tanto, el programa con CAEM ha tenido un impacto ambiental poderoso, mejorando la calidad del aire y condiciones de vida de 120 trabajadores de fábricas y de las comunidades adyacentes, y sensibilizando a los sectores privado y público además de los productores de ladrillo sobre la importancia de tomar acciones inmediatas para mitigar los impactos climáticos causados por la producción ineficiente de ladrillo.

Los obstáculos enfrentados reflejan el atraso tecnológico y organizacional generales de las PYMES colombianas produc-toras de ladrillo, y su superación demuestra que, aún bajo condiciones difíciles, la persistencia y el conocimiento técnico permiten que este tipo de empresa logre ahorros energéticos significativos y la disminución de su huella ambiental.

P5. PORTAFOLIO DE OPTIMIZACIÓN DE COMBUSTIÓN EN CALDERAS Y HORNOS

Inspirado por el concepto simplificado detrás del programa con CAEM –que no todos los proyectos de eficien-cia energética y energía renovable requieren diseños avanzados de ingeniería, inversiones tecnológicas complejas

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

y operaciones sofisticadas de financiación bancaria o de ESCOS– este proyecto se focalizó en la promoción de tecnologías de optimización de combustión de relativamente bajo costo y desarrollo pronto, que muy rápidamen-te reducen el consumo de combustibles fósiles en calderas y hornos frecuentemente “viejos pero aún duraderos” alimentados con carbón mineral o gas natural.

Los inventarios de equipos de uso de energía completados bajo los estudios de 20 subsectores industriales adelan-tados por la Red Incombustion y Corpoema para la UPME señalan la relativa vejez y desempeño energéticamente ineficiente de los hornos y calderas industriales. Las recomendaciones de Incombustion sobre acciones prioritarias a tomar contra el pobre desempeño y altas emisiones de estos equipos coinciden con el enfoque de este portafo-lio. De las seis acciones recomendadas por la Red para mejorar la eficiencia energética, la primera es exactamente lo que busca este portafolio: optimizar la combustión a través de sistemas de control electrónico automatizados.

Los requerimientos de vapor en la industria textil, por ejemplo, varían de acuerdo al tipo de tela, textura, tintura y otros factores que cambian constantemente, y las líneas de producción pueden involucrar distintos procesos, ma-teriales, etc., ocurriendo al mismo tiempo. Con frecuencia, los controles de calderas son operados manualmente y no pueden ajustarse instantáneamente para ajustar las relaciones aire/combustible a los requerimientos variables de vapor y así poder optimizar el consumo de combustible mediante su combustión completa y control de emisiones, redundando en cero o imperceptibles emisiones de GEI y material particulado en las chimeneas.

Aunque este portafolio fue iniciado después del de CAEM en el segundo semestre de 2014, en poco tiempo 10 empresas ya habían acordado participar en la iniciativa y, si el presupuesto asignado alcanzara, hasta 20 compañías podrían adherirse y completar instalaciones antes de mediados del 2015, fecha de corte original anticipado para este grupo de proyectos. Mediante este portafolio, CCEP finan-ciaba los estudios de ingeniería y la mano de obra requeri-da (hasta 30% del costo total del proyecto) y las empresas beneficiarias en sí financiaban los equipos y materiales para las instalaciones (mínimo 70% del costo total).

CCEP también proporcionó asistencia técnica en la identifi-cación de proveedores de equipos, presupuestos y medicio-nes de línea de base y ex-post de consumo de combustible y emisiones para estimar el impacto de cada proyecto. La implementación de los proyectos, mediciones de indica-dores y calibración de equipos se pueden completar en solo un mes después de haber llegado a acuerdos entre la compañía beneficiaria, el proveedor de tecnología y CCEP, aunque para la evaluación de impacto es mejor esperar un par de meses mientras los operadores se ajustan al cambio.

A septiembre de 2015, se habían instalado cinco sistemas y siete se encontraban en distintas fases de desarrollo en Antioquia, Atlántico y Caldas, y se estaban definiendo posibles proyectos en Cundinamarca y Valle. Los primeros cinco sistemas se instalaron en las compañías textiles Punto Flex, Crystal, Amtex y Wash, así como la empresa me-talúrgica Procables. Fueron completadas entre junio y agosto de 2015 y se esperaba que contribuyeran reducciones de 6.849 tCO2 por año durante su vida útil de proyecto. Dado este desempeño, CCEP decidió prolongar este frente

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Experiencias para Construir Futuros

de trabajo por otro año hasta mediados de 2016 y asignarle recursos adicionales para apalancar más contrapartidas de empresas privadas.

En paralelo, CCEP también trabajó con tecnologías de optimización de combustión en hornos y sistemas de secado en ladrilleras, similares a los del programa con CAEM pero en diferentes territorios y con diferentes proveedores de tecnología. Los resultados de este portafolio se sintetizan en las siguientes tablas.

Tabla 5 Resultados de optimización de calderas, 10 proyectosN° Beneficiario Resultados

1 Amtex• Ahorro de 3,1% en el consumo promedio de gas natural, correspondiente a 3.163,1 m3/mes.• Reducción de emisiones de 72.1 toneladas de CO2/año.• La energía ahorrada en forma de combustible fósil equivale a 3.743 MWh por año.

2 CI WASH

• Ahorro de 21,6% de las emisiones de CO2 de la empresa por la operación de la caldera de 1000 BHP. • Ahorro en el costo del carbón estimado en 125 millones de pesos anuales. • Ahorro de energía eléctrica se estima en 25 millones de pesos anuales para la empresa. • Reducción de emisiones de 1.924 toneladas de CO2/año.

3 Crystal

• Ahorro de 18% en el consumo promedio de carbón, aproximadamente 1.364,2 Ton/Carbón año.• Reducción de emisiones de 3.274 toneladas de CO2/año para todo el sistema de generación de calor (vapor

+ aceite térmico).• Ahorro de energía se estima en el equivalente de 9.852 kWh/año

4 Textiles Punto Flex

• Se obtuvo reducción en el consumo específico de carbón de 40,4 gramos por libra de vapor producida, un ahorro de 48.8% en el consumo promedio de carbón, el de mayor porcentaje de ahorro entre todos los implementados por CCEP en calderas.

• Se estima un ahorro en el costo de carbón de 37 millones de pesos anuales.• Reducción de emisiones de 504 toneladas de CO2/año.• Se esperan ahorros adicionales asociados por reducción en el consumo de energía eléctrica para los equipos

auxiliares de la caldera, costos de operación y mantenimiento de la misma, disposición de escoria y ceniza, entre otros.

5 STOP

• Ahorro de 30,7% en el consumo promedio de carbón.• Reducción de emisiones de 473 toneladas de CO2/año.• Ahorro en el costo de carbón estimado en 35 millones de pesos anuales.• Ahorro de energía se estima en 1.423 kWh/año.

6 Termilenio

• Ahorro de 30,7% en el consumo específico promedio de carbón.• Reducción de emisiones de 1.221 toneladas de CO2/año. • Aumento en la productividad del proceso de termofijado, pasando de 155 toneladas de tela/mes a 235

toneladas de tela/mes.• Ahorro de energía se estima en el equivalente de 4.288 kWh/año.

7 Tintoriente

• Ahorro de 9% en el consumo promedio de carbón, aproximadamente 331 ton/año carbón • Se estima un ahorro en el costo de carbón de 63 millones de pesos anuales. • Reducción de emisiones de 808 toneladas de CO2/año.• Ahorro de energía se estima en el equivalente de 4.288 kWh/año.

8 Zusatex

• Ahorro de 32% en el consumo promedio de carbón, aproximadamente 503 ton/año carbón.• Reducción de emisiones de 1.226 toneladas de CO2/año.• Se estima un ahorro en el costo de carbón de 157 millones de pesos.• Ahorro de energía se estima en el equivalente de 1.504 kWh/año.

9 Proteco

• Ahorro de 21,2% en el consumo promedio de carbón.• Reducción de emisiones de 207 toneladas CO2/año.• Se estima ahorro en el costo de carbón de 17 millones de pesos anuales.• Ahorro de energía se estima en el equivalente de 601 kWh/año.

10 Coltejer

• Ahorro de 12% en el consumo promedio de carbón en la caldera optimizada.• Reducción de emisiones de 13.555 toneladas de CO2/año.• Se estima ahorro en el costo de carbón de 694 millones de pesos anuales. • Ahorro de energía se estima en el equivalente de 12.037 kWh/año.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

Tabla 6 Resultados de optimización de hornos, 11 proyectosN° Beneficiario Resultados

1 Ladrillera Los Laboyos

• Ahorro de 44% en el consumo promedio de carbón.• Reducción de emisiones de 713 toneladas de CO2/año.• La energía ahorrada en forma de combustible fósil es 21.456.000 kWh por año.

2 Ladrillera Ambalá

• Se ha reducido el consumo específico de carbón en aproximadamente 41%• La reducción de emisiones asociada al ahorro de carbón es de 1.918 toneladas de CO2/año.• La energía ahorrada en forma de combustible fósil es 56.771.400 kWh por año.• Se mejoró el ambiente y lugar de trabajo de 48 empleados

3 Ladrillera Delta• Sustitución del 100% del consumo de carbón por biomasa de cisco de café.• Reducción de emisiones de 5.115 toneladas de CO2/año.• Ahorro de energía de 153.923 miles de kWh por la vida útil del proyecto (10 años).

4 Ladrillera El Diamante

• Sustitución de 30% del consumo de carbón por biomasa de cisco de café.• Reducción de emisiones de 3058 toneladas de CO2/año.• La energía ahorrada en forma de combustible fósil corresponde a 9.204.720 kWh por año.

5 Ladrillera Arcillas

• Ahorro de 8,7% en el consumo promedio de carbón, lo cual representativo ya que actualmente la empresa no está utilizando cisco por la falta de oferta de este.

• Reducción de emisiones de 380 toneladas de CO2/año.• La energía ahorrada en forma de combustible fósil corresponde a 1.143.518 kWh.• 24 empleos mejorados.

6 Ladrillera Meléndez

Sustitución de equipos de combustión de carbón tipo stoker por un sistema de combustión tipo parrilla viajera• Se ha reducido el consumo específico de carbón para el secado en 20%• La reducción de emisiones estimada asociada al ahorro de carbón es de 1753 toneladas de CO2/año.• La energía ahorrada en forma de combustible fósil corresponde a 5.275.200 kWh por año.

7 Ladrillera Meléndez

Sustitución de equipos de combustión de carbón carbojet por un sistema de combustión tipo carbojet de última tecnología • Se obtuvo una reducción en el consumo específico de 3.3 kg de carbón por cada tonelada de ladrillo

producido. • Reducción de emisiones de toneladas de 604 CO2/año.

8 Ladrillera Los Cerros

• Ahorro de 17% en el consumo promedio de carbón.• Reducción de emisiones de 1563 toneladas de CO2/año.• Ahorro de energía de 47.034 miles de kWh por la vida útil del proyecto (10 años).

9 Sugrés

Sustitución de equipos de combustión de carbón tipo carbojet antiguos por un sistema de combustión tipo carbojet de última tecnología operando con carbón• Ahorro de 13% en el consumo promedio de carbón.• Reducción de emisiones de 379 toneladas de CO2/año.• Ahorro de energía de 11405 miles de kWh por la vida útil del proyecto (10 años).• Se eliminó la molienda de carbón, esto representa un ahorro de energía adicional del proyecto al apagar de

manera definitiva un motor de 25HP que operaba de manera continua por 16 horas continuas al día.• La quema con los nuevos carbojets instalados ayudo a la reducción del porcentaje de segundas de 0,8% al 0,3%.• Se eliminó el transporte interno con cargador del carbón desde el molino hasta el horno. Se encuentra en

fase de instalación un elevador que permita la alimentación desde el sitio de descarga de la volqueta hasta el carbojet.

10 Sugrés

Aprovechamiento de calor del horno túnel y uso de combustibles alternativos para el secado de ladrillos con el fin de incrementar la producción• Sustitución del 100% del consumo de carbón por calor recuperado del horno y biomasa de cisco de café.• Reducción de emisiones de 702 toneladas de CO2/año.• Ahorro de energía de 21125 miles de kWh por la vida útil del proyecto (10 años)• Se incrementa la producción de ladrillo debido al aumento en la velocidad del proceso de secado. Este

aumento se estima en alrededor de un 30%.• Se disminuyen el porcentaje de segundas de un 3% a 0,8% en el proceso de quema por las mejoras del

proceso de secado.

11 Procables

• Ahorro de 26% en el consumo específico promedio de gas natural.• Ahorro de 230.868 m3 gas natural/año.• Reducción de emisiones de 885 toneladas de CO2/año. • Ahorro de energía 2.277 kWh/año.

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Experiencias para Construir Futuros

Estos resultados cuantitativos son notables, y también lo son los impactos cualitativos de estas intervenciones sobre las cargas de trabajo de los operarios, dado que los nuevos equipos funcionan más autónomamente. El ambiente inmediato es libre de humo, el material paticulado dispersado en el vecindario se reduce, etc. Los resultados cualita-tivos y lecciones aprendidas se amplían en la publicación de Perfiles de Proyectos. Pero vale la pena anotar una antes de continuar: varias empresas ladrilleras en Medellín y la zona cafetera han logrado la sustitución exitosa de carbón mineral con biomasa (cisco de café) en sus equipos dosificadores, eliminando el consumo de carbón y emisiones de CO2 totalmente. Esta ha mostrado ser una tecnología robusta y financieramente atractiva, mientras se asegure un suministro suficiente de cisco o cascarilla de café en los mercados locales cuando lo requieran.

P6. PORTAFOLIO DEL MECANISMO PARA LA ESTRUCTURACIÓN DE PROYECTOS DE ENERGÍA LIMPIA (PPF)

Como instrumento de política y mecanismo financiero para estimular la inversión del sector privado en aplicacio-nes industriales y comerciales de energía limpia, CCEP y UPME desarrollaron el Mecanismo para la Estructuración de Proyectos de Energía Limpia (PPF), discutido en la sección 3.1. Su implementación y puesta en marcha operativa requirió un equipo dedicado de ingenieros y analistas financieros, un fuerte comité técnico conjunto UPME/CCEP de supervisión y un seguimiento persistente de todas las actividades emprendidas en campo.

Tras anunciar su intención de implementar conjuntamente una fase inicial del Mecanismo PPF (por sus siglas origina-les en inglés), UPME y CCEP emplearon seis meses diseñando sus alcances y objetivos específicos, los lineamientos organizativos y operativos y los procedimientos de evaluación de proyectos. En septiembre de 2014, el Mecanismo fue formalmente establecido a través del Convenio de Asociación y Asistencia Técnica Internacional No. CV_006 suscrito entre UPME y CCEP, con una duración posteriormente extendida hasta principios de enero de 2017.

Sus respectivos directores designaron un Comité Técnico PPF conjunto UPME/CCEP, y se realizaron (y documenta-ron) más de 30 sesiones de dicho comité en el transcurso de dos años para orientar el proceso, evaluar y seleccio-nar proyectos a ser cofinanciados, discutir el progreso de cada proyecto y propone opciones de institucionalización. El comité desarrolló y publicó procedimientos estándar de solicitud de apoyo a proyecto; criterios de elegibilidad, pre-selección y evaluación tanto de proyectos como de firmas de ingeniería; convocatorias públicas de propuestas; y de supervisión, monitoreo y asistencia en estructuración financiera de proyectos. Además, CCEP estableció una unidad PPF especializada compuesta por ingenieros y expertos financieros altamente experimentados para acom-pañar cada estudio a través de todas sus fases, desde la solicitud al análisis final, y verificar y aprobar cada entregable y diseños finales. El equipo CCEP-PPF y la dirección de CCEP realizaron innumerables visitas a las instalaciones in-dustriales y equipos técnicos y administrativo-financieros involucrados en cada proyecto, proporcionando insumos técnicos antes, durante y después de la implementación de cada estudio, y logrando la confianza de las empresas. Dondequiera que las gerencias empresariales aceptaran, los especialistas financieros de la unidad PPF asistieron a las compañías en la estructuración financiera y análisis tributario de las inversiones diseñadas.

Para comenzar el proceso, la UPME asignó COP $600 millones de su presupuesto de inversión del 2014 para cofi-nanciar los primeros estudios del PPF. El comité técnico conjunto desarrolló un manual operativo y procedimientos para identificar y cofinanciar proyectos elegibles durante el siguiente mes (octubre 2014) en dos fases: (a) imple-mentación inmediata con el presupuesto de UPME y (b) proyectos adicionales a través de convocatorias públicas de propuestas. Para la asignación del presupuesto inicial de UPME, se identificó un listado de proyectos potenciales

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

de las evaluaciones detalladas que recientemente completó en docenas de instalaciones industriales en los veinte subsectores CIIU6, además de proyectos potenciales identificados hasta entonces a través de los diferentes porta-folios de CCEP ya discutidos. De esas listas, se invitaron a empresas y firmas de ingeniería a presentar propuestas de estudios técnico/financieros avanzados para proyectos candidatos a ser cofinanciados. Un primer grupo de nueve estudios a ser realizados entre noviembre 2014 y mediados de 2015 fue seleccionado, y siete fueron financiados con el presupuesto inicial de UPME. Un octavo pasó a ser cofinanciado por CCEP. Para estudios adicionales en 2015 y 2016, se anunciaron convocatorias públicas de propuestas en revistas nacionales de negocios, periódicos, sitios web de UPME/CCEP y varios foros industriales y energéticos.

La reacción del mercado fue mayor a la anticipada. Más de 80 propuestas de estudios potenciales fueron recibidas. Los estudios propuestos cubrían un amplio espectro de proyectos de eficiencia energética y energía renovable ava-luados inicialmente en inversiones de USD $800 millones y costos de ingeniería y estructuración financiera de casi USD $7 millones, indicando el interés del sector privado tanto por este tipo de inversión como de este tipo de me-canismo de estructuración de proyectos. Dentro del tiempo, presupuesto y alcance de proyectos priorizados por UPME y CCEP, solo la tercera parte de estos proyectos fue preseleccionada para análisis adicional.

Durante los procesos de evaluación, por lo menos 35 instalaciones industriales en todo el país fueron visitadas por el equipo PPF para revisar y concretar los estudios propuestos. Como resultado del análisis e interacción con las empresas y firmas de ingeniería involucradas, el comité PPF y los directores de UPME y CCEP aprobaron la cofi-nanciación y acompañamiento en la estructuración de más de 20 proyectos de energía limpia, de los cuales 15 del sector industrial y 2 del sector comercial fueron realizados.

Una vez seleccionadas las propuestas de proyectos para cofinanciación por UPME o CCEP, la unidad operativa y dirección de CCEP visitaron las empresas y plantas parti-cipantes y realizaron reuniones periódicas de monitoreo con las firmas de ingeniería contratadas y gerencias de empresas, de manera presencial o por teleconferencia. De esta forma, el PPF no simplemente financiaba parte de los estudios, sino que al participar en las discusiones técnicas y financieras desarrolló relaciones de confianza con las empresas y firmas de ingeniería que le permi-tieron a CCEP y UPME continuar haciendo seguimien-to y acompañando los procesos de toma de decisión empresarial para adelantar la inversión en los proyectos estructurados, aún después de haber culminado los diseños contratados.

La Tabla 6 resume los proyectos diseñados, la inversión total estructurada y algunos resultados financieros y ambien-tales. Se estructuraron proyectos avaluados en más de USD $143 millones, a un costo de poco más de USD $1 mi-llón en diseños de ingeniería y estructuración financiera, aportados por USAID, UPME y las empresas participantes. Si todos los proyectos fueran implementados, su impacto en términos de reducción de gases efecto invernadero sería de casi 200.000 toneladas de CO2e al año.

6 CCIU: Clasificación Industrial Internacional Uniforme de todas las Actividades Económicas de las Naciones Unidas.

CARVAJAL, HACE LAS COSAS BIEN

El CCEP y Carvajal Pulpa y Papel (también conocida como Propal), una empresa de gran tamaño que produce produc-tos de papel derivados del bagazo de la caña de azúcar en sus plantas de Yumbo (Valle del Cauca) y Guachené (Cauca), desarrollaron una fuerte relación basada en su compromiso compartido de reducir emisiones de CO2e a través de in-versiones en eficiencia energética.

En el 2014, la empresa estaba en búsqueda de opciones para reducir emisiones de CO2e y material particulado, sobrepa-sando su cumplimiento ya logrado de los requerimientos ambientales fijados por la CVC para las empresas localizadas en el corredor industrial de Yumbo. Aceptó formalizar un Memorando de Entendimiento con el CCEP y cofinanciar dos estudios de ingeniería con el rigor técnico y financiero propuesto por el CCEP para el Mecanismo PPF, buscando superar la formulación muy básica de ingeniería y diseñar proyectos de inversión bien estructurados para ahorrar combustibles fósiles (carbón mineral), aprovechar mejor sus corrien-tes de residuos de biomasa y reducir emisiones.

La planta de Yumbo produce de 600 a 700 to-neladas diarias de bagacillo, pero solo consumía en sus calderas unas 550. En el 2015 el estudio detallado de ingeniería en la caldera número 5 de esta planta mostró las inversiones que debía hacerse para alcanzar la capacidad de diseño de generación de vapor (26% más) y presión (27% más) y realizar una combustión con mayor pro-porción de bagacillo. La inversión en dos de tres fases planteadas se realizó en 2016, permitiendo aumentar el consumo diario de bagacillo en 100 toneladas, remplazando 20 toneladas diarias de carbón (8.000 anuales). Además de reducir las emisiones de CO2 en más de 18.000 t/año, redujo sus emisiones de material particulado de 100 mg/Nm3 en 2014 a me-nos de 45 mg/Nm3 en 2016. El segundo estudio, realizado en conjunto con la ESCO MGM Innova Energy Services, analizó las opciones de cogeneración de vapor y electricidad en la planta de Guachené, encontrando tres escalas viables, entre 8 MW (suficiente para las necesidades propias y proyectadas de la planta) y 24 MW (opción hecha viable por la posibilidad de venta de excedentes a la red hecha posible por la Ley 1715/2014). Al cierre del CCEP, la escala aún se estaba definien-do, pero el proyecto está programado para entrar en operación hacia 2019.

Los resultados positivos de esta experiencia condujeron a la empresa a trabajar conjuntamente con el CCEP y la UPME a través del Mecanismo PPF en la cofinanciación de dos estudios de ingeniería detallada adicionales en 2016. La empresa utiliza licor negro, un subproducto de la pulpa, como combustible en una caldera de recuperación de 330 t/día. Sin em-bargo, esta capacidad no era suficiente para procesar todo el licor negó producido diariamente. El tercer estudio diseñó las intervenciones que se deben realizar a la caldera para amentar en el potencial de quema de licor negro en 20%, per-mitiendo generar hasta 3 MW de energía eléctrica en una turbina de condensación y evitando emisiones de 4.000 tCO2 anuales. El cuarto estudio desarrolló la ingeniería de detalle para una inversión de USD $2.6 millones orientada a optimizar y aumentar la capacidad de evaporación de licor negro de 6.700 a 9.000 toneladas/año, inversión a completarse en el pri-mer trimestre de 2017. Este proyecto busca ahorrar 5,79 toneladas por hora del vapor utilizado, aumentar la capacidad de procesamiento de licor negro de 99,35 a 125 toneladas/hora, y reducir las de emisiones de CO2 en 1.200 toneladas anuales.

La ventaja de realizar estudios de ingeniería avanzada y estructuración financiera detallada es que permiten reducir la in-certidumbre tecnológica y sustentar económicamente las cuantiosas inversiones de optimización energética en industrias de esta envergadura, además de ayudar a reducir emisiones por más de 1 millones de toneladas de CO2 en la vida útil de las inversiones.

La inversión en eficiencia energética paga. Eso ya forma parte de la cultura empresarial de Carvajal Pulpa y Papel.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

Tabla 7 Resumen de 17 proyectos PPF estructurados en 2015-2016

Sector Tipo de proyecto

Total In-versión

(valor real o estimado

USD)

Total del estudio (USD)

TIR de Proyecto

Estimación y/o emisiones de

CO2 (Ton. CO2/año)

% Partici-pación to-tal estudio / total de la

inversiónAlimentos & Bebidas

Generación de vapor a partir de biogás 267.054 10.000 30,45% 1.333 3,74%

TextilSustitución de motores conven-cionales por motores de alta eficiencia

1.460.090 33.333 19,76% 3.714 2,28%

ComercialGeneración de energía eléctri-ca a partir de paneles solares fotovoltaicos

439.483 13.333 15,80% 69 3,03%

ComercialGeneración de energía eléctri-ca a partir de paneles solares fotovoltaicos

1.328.366 20.000 18,90% 271 1,51%

Pulpa & PapelCogeneración de energía eléctri-ca y vapor a partir de carbón y biomasa

15.121.139 83.333 72,30% 16.400 0,55%

MetalurgiaRecuperación de calor de los hornos de tratamiento térmico de autopartes

156.863 27.859 48,86% 1.000 17,76%

MetalurgiaAprovechamiento de calor resi-dual de los hornos eléctricos de inducción

3.027.720 32.779La empresa decidió no

continuar con el estudio

5.000 1,08%

Pulpa & PapelOptimización de la combustión y aumento de quema de bagazillo en la caldera

1.500.000 85.800 N.D 42.000 5,72%

Químico Cogeneración de energía eléctri-ca y vapor a partir de gas natural 38.911.190 72.592 19,32% 0 0,19%

AgroindustriaOptimización del consumo de vapor en el proceso de produc-ción de azucar

9.140.000 40.828 163,27% 9.170 0,45%

Pulpa & PapelOptimización de la combustión y aumento de quema de licor ne-gro en la caldera

2.500.000 99.400 N.D 1.200 3,98%

Pulpa & PapelOptimización y aumento en la capacidad de evaporación de pulpa blanca

2.500.000 207.000 93,00% 18.000 8,28%

Agroindustria Cogeneración de energía eléctri-ca y vapor a partir de pollinaza 11.417.292 77.648 30,54% 40.000 0,68%

AgroindustriaCogeneración de energía eléc-trica y vapor a partir de bagazo de caña

7.110.000 50.771 16,00% 4.250 0,71%

Forestal Generación de energía eléctrica a partir de plantaciones forestales 23.139.171 58.373 7,59% 23.790 0,25%

AgroindustriaCogeneración de energía eléc-trica y vapor a partir de residuos de palma

20.580.000 30.000 61,38% 23.510 0,15%

Generación eléctrica

Granja solar 2 MW en el munici-pio de Inírida - Guainía 4.962.591 62.681 36,00% 6.187 1,26%

Total 43.560.959 1.005.731 195.894 Nota: El Proyecto 5 fue estructurado a tres escalas, todas factibles económicamente (8, 12 y 26 MW). Para ser conservadores, la menor

de las escalas fue tabulada, aunque es probable que una escala mayor sea aprobada para construcción entre 2018 y 2019.

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Experiencias para Construir Futuros

Al menos la mitad de los proyectos están lo suficientemente avanzados técnicamente, atractivos financieramente y/o indispensables para los planes de expansión de las empresas para ser implementados en el corto plazo como parte de sus planes de inversión (2017-2019). De hecho, a pesar de la corta duración del programa PPF total (dos años), a marzo de 2017 ya se habían implementado inversiones estructuradas a través del Mecanismo por un valor de USD $6,5 millones.

Los dos proyectos comerciales diseñados a principios de 2015, que involucran la sustitución de energía eléctrica comprada a la red con sistemas solares fotovoltaicos en varias ciudades del país, fueron descartados en su momento por no ser competitivos con las tarifas de mercado eléctrico, aunque la implementación posterior de los incentivos tributarios de la Ley 1715, la continuada caída en los costos de componentes FV y el incremento en las tarifas eléctri-cas podrían mejorar los indicadores financieros. El proyecto forestal resultó con la TIR menor de todas parcialmente debido a la baja escala del proyecto (10 MW) y principalmente porque habría que montar el componente industrial desde cero en una zona aislada del país. El proyecto de la industria química resultó sensible a la incertidumbre de tasas de cambio, pues el peso colombiano se devaluó casi 60% en el transcurso del estudio y las discusiones ejecu-tivas, pero a CCEP le informaron que la empresa reconsideraría la inversión este año (2017).

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

3.3. RESULTADOS DEL PROGRAMA

El Programa de Energía Limpia para Colombia concluye su implementación en una nota muy alta, habiendo logrado no solo sus metas de desempeño sino excederlas todas, a tiempo y debajo de presupuesto. Los resultados cuantita-tivos y cualitativos en todos sus frentes, alianzas, proyectos y actividades técnicas emprendidas pueden vislumbrarse de los capítulos anteriores y los dos volúmenes adicionales de este informe. Los resultados están ahí, para que sean examinados, tanto en instalaciones físicas y en proyectos implementados, en las experiencias de vida de todos los participantes que pueden atestiguar el “cambio de chip” y el terreno abonado para continuar su senda hacia el de-sarrollo sostenible con mejor aprovechamiento de tecnologías y acciones de energía limpia.

Es por ello que comenzamos este capítulo comentando que los indicadores cuantitativos de desempeño nunca cuentan la historia completa, aunque la siguiente tabla que compara los objetivos del ciclo de vida del programa con sus logros efectivos ciertamente reflejan los resultados generales del CCEP.

Tabla 8 Indicadores de programa - resultados del ciclo de vida del CCEP (2012-2017)

INDICADOR DE DESEMPEÑO UnidadMeta para

Ciclo de Vida del Programa

Resultados finales %

Número de herramientas, tecnologías y metodologías de mitigación y/o adaptación desarrolladas Herramientas 10 40 400%

Número de leyes, políticas, estrategias, planes o regla-mentaciones dirigidas al cambio climático (vía energía limpia) propuestas / adoptadas / implementadas

Número 10 20 200%

Número de beneficiarios con servicios mejorados de energía limpia Personas 16.000 23.588 147%

Emisiones de GEI reducidas, secuestradas, y/o evitadas durante el ciclo de vida del programa (2012-2017)

Toneladas métri-cas de CO2e

80.000 103.911 130%

Emisiones de GEI reducidas, secuestradas, y/o evitadas durante la vida útil de los proyectos

Toneladas métri-cas de CO2e

495.000 1.212.761 245%

Ahorro esperado de energía durante vida útil de pro-yectos implementados por eficiencia energética o conservación de energía

Miles de kilowa-tt-horas ahorrados 1.500.000 2.118.361 141%

Cantidad de inversión movilizada USD 5.000.000 19.824.143 396%

Capacidad instalada o rehabilitada de generación de energía limpia

Capacidad total del sistema MW 0.50 2.31 463%

Capacidad de generación de energía limpia apoyada por asistencia de USAID que obtuvo cierre financiero

Capacidad total del sistema MW 0.24 2.05 856%

Número de instituciones con mejor capacidad para encarar temas de cambio climático (vía energía limpia) Instituciones 47 146 311%

Número de personas-hora de capacitación completada Horas 40.000 133.517 334%

Número de personas que consiguieron o mejoraron su empleo, directa o indirectamente, como resultado de intervenciones del programa de energía limpia

Personas 2.000 2.899 145%

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

4. LECCIONES APRENDIDAS

Esta sección resalta las lecciones aprendidas durante el desarrollo e implementación del Programa de Energía Limpia para Colombia. Los capítulos anteriores describieron lecciones aprendidas de la amplia gama de proyectos indivi-duales y estrategias de implementación del programa. La colección de tres tomos de amplia diseminación fue publi-cada para explicar, desde diferentes ángulos, cómo se concibió cada proyecto, cómo se enfrentaron y superaron los obstáculos encontrados (o, si no, porqué), y cómo estos proyectos y actividades técnicas proporcionan ejemplos y guías para la replicación y ampliación de acciones de energía limpia en el desarrollo rural, los procesos industriales, la educación y la planificación y formulación de políticas a nivel nacional, regional, sectorial, empresarial o comunita-rio. Esta sección se focaliza en aquellas estrategias y características clave que se convirtieron en parte esencial del modelo de intervención del CCEP, y puede orientar acciones futuras para integrar conceptos innovadores como la energía limpia en el pensamiento y accionar cotidiano.

LECCIÓN 1. Menos teoría, más acción. Aunque la planificación y formulación de políticas de alto nivel pueden generar cambios transformativos, también se puede convertir en declaraciones inefectivas de buenas inten-ciones. La inercia institucional y falta de acciones concretas para proseguir con su materialización puede derrotar sus propósitos. No es suficiente simplemente emitir textos oficiales. Los planes, políticas, leyes o resoluciones, necesitan mucho más que su promulgación o publicación para ser efectivas. Requieren instrumentación, socialización, retroa-limentación y ajustes, actualizaciones y afinamientos continuos.

PROURE es un ejemplo concreto de esto, originado en las políticas de los años noventa, convertido en ley en 2001, y motivando un “plan de acción indicativo” en 2010. Por mucho tiempo, PROURE fue una ambiciosa lista de deseos con muy poca implementación real ni impactos medibles. En contraste, la estrategia de Planes de Energización Rural Sostenible (PERS) diseñada con UPME despegó como un estudio piloto metodológico en un solo departamento y se ha extendido a todo el país por su concepción bien fundamentada, de abajo-hacia-arriba en vez de arriba-hacia-abajo, y sus continuos mejoramientos técnicos, metodológicos y operativos. De forma similar, al decidirse a actuar y tomar en cuenta la motivación de los consumidores de energía, en 2012 la UPME encontró la forma de ayudar a impulsar inversiones por más de USD $700 millones en eficiencia energética en el transporte y la industria –objetivos insatis-fechos del PROURE– a través de incentivos tributarios que se había establecido muchos años antes, pero sobre los cuales no se había actuado. Diseñar la resolución, metodología de evaluación y procedimientos administrativos que hizo posible este resultado tomó no más de cinco meses, incluyendo audiencia y retroalimentación pública informales.

Como se ha discutido, la Ley 1715 aprobada en mayo de 2014 marca una desviación transformacional de 20 años de fuerte resistencia por parte del sector energético a la generación intermitente, la prohibición de venta de excedentes a las redes de distribución por parte de los auto generadores, e incluso a la remuneración de energía renovable o híbrida en comunidades aisladas no interconectadas. Pero no fue un desarrollo repentino ni sorpresivo. El mercado estaba preparado para impulsar inversiones en energía limpia desde pequeña hasta gran escala, y el gobierno tenía la capacidad técnica para desarrollar rápidamente sus decretos reglamentarios y procedimientos que permitan su implementación. Aunque se han logrado avances en algunas áreas, la retroalimentación del mercado es que está tomando demasiado tiempo para completar las reglas y generar señales claras.

LECCIÓN 2. Trabajar directamente con los usuarios de energía. Los actores centrales y esenciales en la adopción de tecnologías energéticas limpias son las comunidades, empresas y sociedad civil que las deben apro-piar. Es en el seno de las comunidades, la industria y el resto de la sociedad que la energía renovable y la eficiencia

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Experiencias para Construir Futuros

energética pueden y deben ser apropiadas si han de alcanzarse las metas de política energética y ambiental. El apoyo institucional y financiero de programas como el CCEP, o los incentivos y desincentivos (regulaciones) del gobierno, pueden contribuir a la adopción de estas tecnologías, pero es entre los consumidores de energía que tiene que ocu-rrir el cambio. Esto significa que si programas como el CCEP quieren contribuir a hacer que la energía limpia ocurra, deben trabajar directamente con los usuarios de energía.

En el caso de comunidades rurales vulnerables, introducir tecnologías energéticas alternativas desconocidas presentó un reto que se puede superar con asistencia técnica, capacitación sobre su operación y mantenimiento, y fortaleci-miento de la organización comunitaria. En el modelo de intervención del CCEP, es esencial involucrar la participación comunitaria desde el principio y proporcionarle ese tipo de capacitación y apoyo durante todo el ciclo de proyec-to, para empoderar a la comunidad para mantener y ampliar estos sistemas más allá de la duración del Programa.

Independientemente de la escala y sector de las industrias involucradas en los proyectos de eficiencia energética emprendidos con asistencia del CCEP, para asegurar su apropiación el Programa acompañó a las empresas desde los diseños técnicos iniciales, la estructuración financiera, la implementación y la operación inicial de la optimización de combustión u otras tecnologías implantadas. En las empresas más pequeñas, con poco o ningún soporte interno de ingeniería, el CCEP identificó la importancia de acompañar a la gerencia y a los trabajadores en su proceso de familiarización con los nuevos sistemas instalados y en el ajuste de prácticas operativas que conllevan. El CCEP bus-có que este acompañamiento durara un periodo suficiente de tiempo para asegurar el desempeño óptimo de las tecnologías y su mayor impacto desde las perspectivas energética, ambiental y de salud ocupacional.

Ya existe cierta conciencia social sobre las virtudes de la energía renovable y el ahorro de energía. No es difícil trans-mitir el mensaje, pero para inculcar la acción energética limpia en la sociedad civil, el CCEP empleó varias estrategias y aprendió algunas de las lecciones que siguen.

LECCIÓN 3. Involucrar y empoderar aliados regionales: entidades públicas, universidades, empresas, compañías energéticas, proveedores de tecnología de las regiones. El CCEP buscó y vinculó actores regionales como aliados en sus tres tareas. Las universidades establecimientos educativos y de cen-tros de investigación regionales participaron activamente en el proceso PERS y los proyectos demostrativos y edu-cativos del CCEP, proporcionando ideas frescas, entusiasmo y capacidad de trabajo por sus regiones, instituciones y poblaciones objetivo (estudiantes, profesores, visitantes). Cuando se trata de necesidades energéticas, los problemas regionales no se pueden seguir resolviendo a nivel central. Las soluciones están en las regiones, y las entidades del orden nacional involucradas en los PERS se convirtieron en facilitadoras de soluciones identificadas conjuntamente. La alianza bidireccional entre entidades nacionales y regionales en el desarrollo de cada PERS también debe con-vertirse en un modelo útil para la planificación de la extensión de cobertura eléctrica, pues ha sido evidente que los esquemas prevalentes de planificación nacional basadas en soluciones estándar para las comunidades (extensión de la interconexión, micro-redes diésel), independientemente de la necesidades energéticas, capacidad de pago y disponibilidad de recursos energéticos, deben ser ajustados para tornarlos más viables y sostenibles.

Actores institucionales y sociales, así como proveedores de tecnología de las regiones son críticos para el desarrollo de proyectos de energía renovable con comunidades no interconectadas, aún más ahora que el Programa de Ener-gía Limpia para Colombia ha llegado a su fin. Como actores regionales interesados y comprometidos con el desa-rrollo de la energía limpia se puede contar con las universidades involucradas en los esfuerzos PERS, las empresas públicas o privadas aliadas con el CCEP para el desarrollo de proyectos, e incluso los profesionales contratados por

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

el Programa durante cinco años para proporcionar asistencia técnica o realizar la implementación de tecnologías en las comunidades, industrias y demás entidades vinculadas a sus emprendimientos. El CCEP realizó un esfuerzo por contratar competitivamente a subcontratistas, profesionales y proveedores de tecnología en ciudades o localidades en las áreas generales de influencia de las comunidades rurales y de las empresas involucradas en sus proyectos, con el fin de que éstas tuvieran acceso más cercano a ellas en caso de cualquier percance tecnológico o necesidad de ampliación de sus sistemas por cuenta propia.

En el caso rural, se capacitaron a las JASES comunitarias en el mantenimiento rutinario, pero también se les inculcó reservar presupuesto para inspecciones esporádicas y mantenimiento más especializado por proveedores regiona-les. Estos recursos humanos y técnicos ya han sido invitados por las comunidades con proyectos a resolver escollos enfrentados después de la implementación de proyectos.

LECCIÓN 4. La educación es un factor y actor relevante en crear un clima favorable a la Energía Limpia en Colombia. El trabajo del CCEP con 35 escuelas rurales aisladas, 16 bachilleratos en Cun-dinamarca, universidades y centros de capacitación tecnológica en siete ciudades y en el Jardín Botánico de Bogotá, confirma que la comunidad educativa puede convertirse tanto en usuarios como en multiplicadores de soluciones de energía limpia a múltiples necesidades sociales. A través del CCEP, se desarrollaron contenidos específicos y me-todologías pedagógicas replicables para bachilleratos en Cundinamarca y visitantes al Jardín Botánico de Bogotá, para su utilización continuada y motivación social después de terminar los proyectos del CCEP.

Los estudiantes y profesores del programa de Cundinamarca han multiplicado las iniciativas y aplicaciones de energía limpia en sus colegios, hogares y pueblos de residentica (por ejemplo, bicicletas estáticas para recarga de celulares en los patios de colegio o ferias locales). Profesores, investigadores y estudiantes de la Universidad de Nariño han continuado trabajando en soluciones energéticas limpias tanto para comunidades rurales como para objetivos de desarrollo urbano sostenible, años después de haber completado su PERS departamental. Prueba de ello son dos premios AMBAR de innovación en el sector eléctrico (2014 y 2016) y la implementación del proyecto Campus Verde de bicicletas eléctricas recargadas con energía solar. Estudiantes, profesionales y equipos de encuestadores vincula-dos a los PERS del Cesar, Cundinamarca, Chocó, La Guajira y Tolima han continuado prestando asistencia técnica a comunidades rurales desde sus ámbitos profesionales. Estudiantes en Punta Bonita, Chachajo y Punta Soldado for-maron y mantuvieron “Ecoclubs” como parte de los procesos CCEP.

En todos los niveles, los procesos educativos pueden orientarse a pasar de los conceptos teóricos a la apropiación práctica de la energía limpia.

LECCIÓN 5. La combinación y articulación de apoyo a la formulación de política y estra-tegias con el desarrollo e implementación de proyectos concretos en campo de energía renovable y eficiencia energética, en conjunto con comunidades, agentes económicos y el sector energético, contribuyó a la creación de un ambiente favorable para la energía limpia en Colombia. La promoción y desarrollo de políticas públicas, aun cuando normalmente requiere de tiempos prolongados, es un escenario que se debe seguir impulsando por parte la cooperación, esto debido al alto impacto que se puede alcanzar una vez se logren consolidar los instrumentos desarrollados. No obstante, el trabajo institucional no debe ser el único, y es necesario combinarlo con trabajo en terreno.

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Experiencias para Construir Futuros

El enfoque participativo del CCEP a todas sus tareas se extendió hasta su evento de cierre Perspectivas de la Energía Limpia en

Colombia - Experiencias Recientes para Construir Futuros

Las comunidades, empresas y equipos universitarios participantes en 5 proyectos educativos y demostrativos, 4 proyectos PERS, 10 proyectos de energía renovable rural y 7 proyectos

industriales que invirtieron en eficiencia energética fueron los protagonistas que presentaron proyectos en el evento en Bogotá, no el personal técnico del programa ni del gobierno central.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

Los proyectos del CCEP pueden mostrarse como ejemplos exitosos de la contribución que puede hacer la energía limpia al desarrollo rural, empresarial y societario sostenible, constituyendo elementos clave para alimentar la cons-trucción de política pública, instrumentos de planeación y desarrollo regulatorio. El enfoque de “manos a la obra, hagamos realidad las ideas” asumido por el Programa de Energía Limpia para Colombia en todos sus frentes de trabajo, construyó confianza y confiabilidad técnica que posicionó al programa como un punto de referencia sobre energía limpia en las esferas de gobierno, empresariado, academia y desarrollo. Las recomendaciones del CCEP se respetaron en esferas de planeación y política por fundamentarse en experiencia de campo, con comunidades y empresas. A su vez, las comunidades y empresas participantes percibieron no solo la capacidad y dedicación de los equipos de campo del CCEP, sino que podían expresar sus necesidades y opiniones ante las instancias institucionales a través de los vínculos del programa con ellas.

LECCIÓN 6. Proyectos sostenibles de campo requieren tiempo y dedicación, no solo pre-supuesto. Los presupuestos de inversión muchas veces se asignan irrealmente dentro de ciclos presupuestales anuales. Casi ningún proyecto de Energía Limpia maduró desde su etapa de identificación a implementación dentro de tan corto periodo de tiempo. En el caso de proyectos de energía rural en zonas no interconectadas, es esencial tener en cuenta el tiempo necesario para realizar diseños de ingeniería suficientemente detallados para obtener los permisos ambientales requeridos, así como la financiación por parte de instituciones públicas nacionales o regionales.

También se requiere tiempo para realizar los procesos de consulta previa social cuando se trata de comunidades afrocolombianas o indígenas, o su exención cuando se trata de iniciativas suyas, que en todo caso involucra al Minis-terio del Interior, que tiene sus propios requerimientos de tiempo. Las inversiones industriales y comerciales también requieren proyectos suficientemente bien diseñados y sustentados para recibir aprobación de dueños, gerencias y/o instituciones financieras. Aún más, las transformaciones institucionales como las acompañadas por el Programa de Energía Limpia toman tiempo, como se discierne de las discusiones, borradores y sesiones para toma de decisiones por parte de las agencias públicas y actores de mercado para desarrollar las reglamentaciones, resoluciones e ins-trumentos para implementar la Ley 1715. Para persistir en esfuerzos multianuales en cualquiera de estas líneas, es necesario contar con respaldo institucional cohesivo y persistente, así como grupos técnicos de trabajo dedicados a convertir la energía limpia en realidad.

APÉNDICES

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APÉNDICE 1. ENLACES A VIDEOS DEL PROGRAMA DE

ENERGÍA LIMPIA PARA COLOMBIA

Aplicación de sistemas de energía renovable en el Jardín Botánico de Bogotá. José Celestino Mutis.

Video tutorial de la aplicación Bogotanicapp realizado por Creamos.

Video Gasificación, energías limpias elaborado por Creamos.

Video Gasificador elaborado por CCEP

Implementación de un sistema híbrido fotovoltaico – Diésel en la isla de Punta Soldado

Video un pueblo que administra su energía, realizado por Semana Sostenible

Video Punta soldado un pueblo con esperanza, gracias al sistema hibrido solar

implementado, realizado por CCEP

Video Instalación de primer sistema de energía solar/híbrido en Colombia, realizado por CCEP

Video novedoso sistema eléctrico, en Punta Soldado finalmente vieron

la luz, Realizado por Caracol TV

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Experiencias para Construir Futuros

Bombeo solar fotovoltaico y biomecánico para comunidades WayúuBombeo solar fotovoltaico y biomecánico para comunidades Wayúu

Video el reto de saciar la sed de la Guajira, realizado por Semana Sostenible

Video el sol que refresca con bombas solares, realizado por Semana Sostenible

Video bicibombas en la Guajira, Realizado por Semana Sostenible

Video Sol y agua – Energía Limpia, realizado por CCEP

Realidad aumentada La Guajira, realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Realidad aumentada La Guajira, realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Realidad aumentada La Guajira, realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Realidad aumentada La Guajira, Realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

Repotenciación y Ampliación de la Micro central Hidroeléctrica Palmor

Video Palmor un pueblo que genera, distribuye y comercializa energía, realizado por CCEP

Realidad aumentada Palmor, realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Realidad aumentada Palmor, realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Realidad aumentada Palmor, realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Realidad aumentada Palmor, realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Construcción de Micro Central Hidroeléctrica Yucal e instalación de procesos productivos en Yucal, Nuquí, Chocó

Video una Hidroelectrica que conecta, realizado por Semana Sostenible

Video construcción de la micro central hidroeléctrica de 20kW en el Resguardo

del Rio Panguí en la comunidad del Yucal, realizado por CCEP

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Experiencias para Construir Futuros

Aplicaciones de energía renovable en el Parque Nacional Natural Utría, Nuqui, Chocó

Video implementación de un sistema solar fotovoltaico en el Parque nacional de

Utría, realizado por Semana Sostenible

Video Utría es un lugar que transforma a las personas, realizado por CCEP

Instalación de cadena de frio con energía solar para conservación de pescado y piangua en la Asociación de Pescadores - PIMPESCA

Video instalación de energía solar fotovoltaica la cual permite minimizar

el consumo de energía de la cadena de frio, realizado por Semana Sostenible

Optimización energética de sistemas de combustión de uso industrial: Componente Calderas

Video Apoyo a la industria textil en el control de variables de combustión para reducción de emisiones contaminantes por el uso de carbón, realizado por Semana Sostenible

Video optimización energética de sistemas de combustión de uso industrial en calderas,

realizado por Semana Sostenible.

Optimización energética de sistemas de combustión de uso industrial: Componente Calderas

Video Coltejer apostó por el uso racional de energía, realizado por Semana Sostenible.

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

Optimización energética de sistemas de combustión de uso industrial: Componente Hornos

Realidad aumentada en ladrillera Sugres, realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Realidad aumentada en ladrillera Sugres, realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Realidad aumentada en ladrillera Sugres, realizado por CCEP

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Video energía muy altos y bajos grados, realizado por CCEP

Campus verde, Proyecto bicicletas electricas UDENAR, Pasto Nariño

Video implemento bicicletas electricas para el servicio de transporte de los estudiantes,

realizado por Universidad de Nariño.

Sistema Solar de aire acondicionado en la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), Medellín Antioquía

Video Climatización solar, realizado por Universidad UPB

Implementación de soluciones de en la comunidad indígena de ER Santa Rosa de Guayacan, Buenaventura, Valle del Cauca

Video Energía alternativa en Guayacan, realizado por CVC

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Experiencias para Construir Futuros

Eficiencia energética en sistemas de refrigeración en fábrica de helados en Urrao , Antioquía

Video Fabrica de Helados Tonny realizado por CCEP

Realidad aumentada Helados Tonny

Siga el canal: EnergiaLimpiaColombia

Desarrollo normativo y regulatorio de la Ley 1715 de fuentes no convencionales de energía y eficiencia energética, cobertura nacional

Taller incentivos tributarios, realizado por Semana Sostenible

Construcción de Micro Central Hidroeléctrica en la comunidad Gun Aruwun (Sabana de Crespo), en Valledupar, Cesar.

Video Sabana de Crespo, realizado por CCEP

Implementación de sistemas adecuados de aire combustible para la industria ladrillera

Video sector ladrillero colombiano, realizado por CAEM

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APÉNDICE 2. ENTIDADES PARTICIPANTES EN EL

PROGRAMA DE ENERGÍA LIMPIA PARA COLOMBIA

ENTIDADES PÚBLICAS

GOBIERNO NACIONAL

Alta Consejería para el Posconflicto, los Derechos Humanos y la SeguridadANLA – Autoridad Nacional de Licencias AmbientalesAPC-Colombia – Agencia Presidencial de Cooperación BANCOLDEX – Banco de Comercio Exterior de ColombiaCancillería – Ministerio de Relaciones ExterioresCREG – Comisión Reguladora de Energía y GasDIAN – Dirección de Impuestos y Aduanas de ColombiaDNP – Departamento Nacional de PlaneaciónDPS – Departamento Administrativo de Prosperidad SocialFONADE – Fondo Financiero de Proyectos de DesarrolloIPSE – Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas No InterconectadasMADS – Ministerio de Ambiente y Desarrollo SostenibleMME – Ministerio de Minas y EnergíaPNN – Parques Nacionales Naturales de ColombiaPresidencia de la RepúblicaUNAL – Universidad Nacional de Colombia – Bogotá UPME – Unidad de Planeación Minero Energética

ENTIDADES Y EMPRESAS PÚBLICAS REGIONALES

Compañía de Servicios Públicos Domiciliarios de BojayáCORPOCESAR – Corporación Autónoma Regional del Cesar CORPOGUAJIRA – Corporación Autónoma Regional de La GuajiraCVC – Corporación Autónoma Regional del Valle del CaucaEPM – Empresas Públicas de Medellín GENSA – Gestión Energética S.A.Gobernación de AntioquiaGobernación del CesarGobernación de Cundinamarca – Secretaría de EducaciónJBB – Jardín Botánico de Bogotá José Celestino MutisMunicipio de Buenaventura

INSTITUCIONES EDUCATIVAS

Centros Educativos Rurales Indígenas – CERIS Antioquia: » Andabu » Valle de Perdidas » Majore » Nendo » Guapa Alto

» Ule » Pablo Muera » La Po » Bedo » Mungudo el Silencio

» La Primavera » Porroso » Sabaleta » San Miguel » Caimán Medio

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Experiencias para Construir Futuros

Centros Educativos Indígenas Rurales – CEIRS La Guajira: » Kasumana » Kasutalain

» Media Luna » Jurura

» Kamusuchiwo

Instituciones Educativas Departamentales – IEDS Cundinamarca: » Francisco José de Caldas » San Joaquín » Funza » San Gabriel » Francisco Julián Olaya » Bolívar

» Domingo Savio » General Santander » Técnico Comercial Mariano Ospina

Rodríguez » Miguel Antonio Caro » Miguel Samper

» Monseñor Abdón López » Normal Superior de Gacheta » Superior de Ubate » Pablo Neruda » Puerto Bogotá

EDUCACIÓN SUPERIORSENA – Servicio Nacional de Aprendizaje – Regional Guajira SENA – Servicio Nacional de Aprendizaje – Regional TolimaUDENAR – Universidad de NariñoUDFJC – Universidad Distrital Francisco José de CaldasUPB – Universidad Pontificia BolivarianaUTCH – Universidad Tecnológica del ChocóUT – Universidad del Tolima

INSTITUCIONES DE SALUD PÚBLICA

CUMARIBO, VICHADA

U. B. A Nuestra Señora del Carmen Centro de Salud (C.S.) Santa Rita

DIBULLA, LA GUAJIRA

Hospital Santa Teresa de Jesus de AvilaC.S. de San Antonio de la Sierra

LETICIA, AMAZONAS

Hospital San RafaelC.S. de: Arica, La Pedrera, San Rafael del Encanto y Tarapacá

MITÚ, VAUPÉS

Hospital San AntonioC.S. de: Carurú y Taraira

PUERTO LEGUÍZAMO, PUTUMAYO

Hospital Maria Angelines C.S. de Piñuña Negro

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

TUMACO, NARIÑO

Centro de Salud Divino NiñoC.S. San Juan de la Costa

VALLEDUPAR, CESAR

IPSI Wintukwa – Instituto Promotor de Salud Indígena WintukwaC.S. de Sabana de Crespo

ORGANIZACIONES COMUNITARIAS Y ONGS

ACAPE – Asociación de Pequeños Cafeteros de PerijáACIVA – Asociación de Cabildos Indígenas del Valle del Cauca Cabildo Indígena del Rio Panguí “El Yucal”Centro Etnoeducativo Indígena Kogui de San AntonioCI – Conservation InternationalCIT – Confederación Indígena Tayrona Comité Departamental de Cafeteros del Cesar y La Guajira Consejo Comunitario del Río CajambreConsejo Comunitario General de Los RiscalesConsejo Comunitario de Punta SoldadoCorporación Mano CambiadaELECTROPALMOR – Asociación de Usuarios del Servicio de Energía de Palmor de la Sierra E.S.P.FCGI – Fundación Cerrejón Guajira IndígenaFIS – Fundación para la Inversión SocialPROSIERRA – Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa MartaGonawindúa – Organización Gonawindúa Tayrona Pueblo KággabaPastoral Social de la Diócesis de RiohachaResguardo Indígena Santa Rosa de GuayacánPINPESCA – Asociación de Pescadores y Piangüeras del Río Cajambre SER SOLAR – Fundación para Soluciones de Energía Solar

INDUSTRIAS PARTICIPANTES

Corredor ACOPI-Yumbo: » Alumina » Cartones del Valle del Cauca » Cartones y Plásticos La Dolores » Carvajal Pulpa y Papel » Cervecería del Valle » Centelsa » Cobres de Colombia » Comestibles Aldor

» Diaco » El Forraje » Fanalca » Finca S.A. » Inducolma » Incineradores Industriales » Italcol » Lavandería Industrial Surteñir

» MAC Johnson Controls Colombia » Momentive Química » Prolatex - Poseto Jeans » Rocales & Concretos » Siderúrgica de Occidente » Smurfit Kappa Carton de Colombia » Tintuvalle » Tecnoquímicas

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Experiencias para Construir Futuros

Ladrilleras: » Alfarera Pueblo Viejo » Arcillas » Arcillas de Colombia » Ambalá » Bella Vista » Cacique G Sol » Delta » Derivados del Barro » El Altar » El Diamante

» El Porvenir » El Sol » El Zipa » Emalco » Ladrisog » La Cascada » La Fe » La Toscana » Gres San Martin » Los Boyos

» Los Cerros » Meléndez » Oasis del Camino » Oasis RG » Procables » San Luis » Santa Rita » Santo Domingo » Sugrés » Villa Alfarera

Industria Textil: » CI Wash » Coltejer » Crystal

» Proteco » Punto Flex » Stop

» Termilenio » Tintoriente » Zusatex

Mecanismo PPF: » Carvajal Pulpa y Papel » Colombina » Coltejer » GENSA » Homecenter

» IMAL » Indupalma » Ingenio La Cabaña » Organización La Primavera » Pollos el Bucanero

» Sidoc » Sucroal » Tiendas Corona » Trapiche Biobando

Otras Industrias y Establecimientos Comerciales: » Amtex » Colanta » Centro Comercial La Gran

Estación » Cerámica Italia

» Drogas La Rebaja » Durango & CIA - Helados Tonny » Drogas La Rebaja » Éxito Express » FEDCO

» O-I Peldar » Supermercados Romi » Surtimax

ORGANIZACIONES Y EMPRESAS PRIVADAS

ACOPI – Asociación Colombiana de Medianas y Pequeñas IndustriasAlecop ColombiaANDESCO – Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y ComunicacionesANDI – Asociación Nacional de Empresarios de ColombiaArcillas de ColombiaASOBANCARIA – Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de ColombiaBancolombiaCELSIA – Compañía Colombiana de InversionesCAEM – Corporación Ambiental EmpresarialCCB – Cámara de Comercio de BogotáCCEE – Consejo Colombiano de Eficiencia EnergéticaEnergitel S.A.EPSA – Empresa de Energía del Pacífico

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Programa de energía limpia para Colombia 2012-2017

FEDECAFÉ – Federación Nacional de CafeterosFENALTIENDAS/FENALCO – Federación Nacional de Comerciantes FDN – Financiera de Desarrollo Nacional FINDETER – Financiera de Desarrollo Territorial Intelligent SolutionsGarper Energy SolutionsMGM Innova Energy ServicesPROCREDIT – Banco ProCredit Colombia

AGRADECIMIENTO ESPECIAL

Comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas del paísJuntas de Acción ComunalGobiernos municipales y departamentalesUniversidades públicas y privadasInstitutos educativos Firmas de ingeniería y proveedores de tecnología de proyectos del CCEPConsultores, asesores e interventores del Programa de Energía Limpia para Colombia