ensayo para familia y frontera.docx
TRANSCRIPT
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
CULTURA, PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA CULTURA, PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA CULTURA, PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
1
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
Universidad Nacional Experimental del Táchira
Pedro José Casique Noy y Nidia Prato de Orellana
[email protected] [email protected]
CULTURA, PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
CULTURA, Y VIOLENCIA
Los conflictos se constituyen en situaciones, en donde se disputan
los intereses, las verdaderas necesidades y los valores. Sin
embargo, no se debe confundir el conflicto con la violencia puesto que hay conflictos
que se pueden resolver sin el uso de la violencia, aunque no es posible que haya
violencia sin conflicto. La violencia es un fenómeno social, que se aprende y por tanto
también se debería poder desaprender. (Keane, 2000) Por tanto, no se debe pretender
eliminar los conflictos, puesto que estos son positivos en tanto que son oportunidades de
transformación; se debe luchar a favor del no uso de la violencia para resolverlos.
En este sentido, Ortiz (2005), plantea que hay en Colombia un panorama “de
agresión y violencia al interior de las familias” que ha conducido a generar una
mentalidad proclive a la solución violenta de las diferencias, con consecuencias en los
espacios públicos donde se manifiesta como violencia social. Esta situación golpea el
día a día de todas las familias del pueblo colombiano. (Ver fig.1)
Fig.1: Escalada del Conflicto
Los conflictos, entendidos erróneamente como algo negativo, son connaturales a las
relaciones humanas y positivas en tanto que implican unos cambios estructurales. Bien
2
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
tratados, puede ser una excelente herramienta pedagógica. Ahora bien, esto implica un
trabajo, tanto de enseñar como de aprender a gestionar los conflictos, es decir lograr una
cultura pedagógica frente al conflicto y por consiguiente contra la violencia. El
problema con el conflicto empieza cuando las necesidades de dos o más
personas/grupos son antagónicas, puesto que esto genera una crisis, difícil de resolver.
Por eso, hay que poder abordar el conflicto antes de que llegue a la crisis, la cual
generalmente está asociada a la violencia.
Necesidad → Problema → Crisis Violencia
¿Qué es la violencia? Es el recurso a la agresión, a la ofensa, al insulto, a los golpes, a
las armas, etc., con el fin de vencer al otro, rebajarlo y, si es posible, destruirlos y
eliminarlo. (Gómez, 1995) Es el uso de la fuerza para imponerse a los demás. Es la
ansiedad de adquirir poder y de aparecer como dominador sobre personas, grupos o
naciones. El autor expresa que la violencia, puede ser entendida como el uso o amenaza
de la fuerza o de potencia, abierta u oculta, que tiene por finalidad, obtener de uno o
varios individuos algo que no consienten libremente de hacerles de algún tipo de mal
(físico, psíquico o moral) Para Ortiz (2005) En Colombia, como producto del conflicto
armado, la violencia se acepta como forma de relación social y en especial se presenta
en forma crítica al interior de la familia. Afecta en forma acentuada las relaciones
intrafamiliares. La tarea de una y múltiples pedagogías de la violencia consiste de una
manera puntual, en revelar lo contrario y lo opuesto a la razón, lo que negando el
pensamiento, el diálogo, la concordancia, presume reivindicar la vida. (Cuartas, 2006:
p.26) (Ver fig.2)
Fig.2: La Violencia y la sociedad
3
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
Hagamos un inventario de las causas estructurales de la violencia en Colombia,
especialmente en la frontera, entendiendo por tales aquellas que están instaladas como
formando parte del sistema económico, social y político. Cada una merece un profundo
análisis para determinar las razones que la generan y las posibles formas de corregirla.
Para Cuartas (2006) “La violencia en Colombia, es un punto en el que los susurros de la
violencia
los muertos se confunden con los clamores de los vivos” (p.40) La muerte pasa a ser
una cuestión cotidiana de los vivos.
Galtung (2003) sostiene que la violencia es como un iceberg: hay una parte que es
evidente y que es la violencia directa, la violencia que se manifiesta. Pero esa
manifestación se sostiene en otras violencias que no son visibles: las violencias
estructural y cultural. Así, Galtung habla de un círculo vicioso de la violencia, en
donde unas y otras se alimentan recíprocamente: (Ver. Fig. 3)
Fig.3. Círculo vicioso de laviol
En virtud de esta posición se señala a la violencia directa, como perceptible, ya sea
física, verbal o psicológica. Generalmente se manifiesta cuando hay una percepción de
objetivos incompatibles, sumado a actitudes, suposiciones y emociones de odio,
venganza, desconfianza, miedo, resentimiento y frustración. Del mismo modo, la
violencia cultural, invisible, tiene que ver con todas las relaciones de la sociedad y la
forma de darle tratamiento a los conflictos en forma adversaria, promoviendo la victoria
de unos de otros, proponiendo la violencia como el modo de abordar los conflictos.
Cifuentes (2009) el caso de Riosucio, Caldas, Colombia, es un ejemplo claro de esta
situación en donde en el período de agudización del conflicto, se observa una población
Civil en riesgo, a la que se le violentan diariamente los derechos, ante la mirada notoria
de Estado, incapaz de actuar y el gobierno indígena sin recursos ni poderes para hacerlo
en forma oportuna.
4
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
En virtud de este principio, es importante conocer: ¿Qué es la cultura de la
violencia? La podemos definir como aquella en la cual la respuesta violenta ante los
conflictos se ve como algo natural, normal, incluso como la única manera viable de
hacer frente a los problemas que nos encontramos a diario.(Domínguez, 1996) La
violencia cultural son las formas de pensar de la sociedad, sus valores. Convencionales,
percepciones, prácticas y creencias, que naturalizan el uso de la violencia para dirimir
los conflictos. Cuartas (2006) “La violencia no da tiempo a pensar, es una descarga
súbita de bilis negra sobre los derechos y sobre las personas…pasamos a reflexionar el
límite político” (p.40)
Para Ortiz (2005) de generación en generación, la guerra en Colombia ha sido el
espacio de socialización de los y las jóvenes…los
grupos armados y sectores de la población civil han
convertido la propuesta militarista y la guerra en su
razón de ser.
Y la violencia estructural, la otra violencia invisible, es
la negación del acceso a la satisfacción de las
necesidades humanas (biológicas, físicas, psicológicas,
culturales). Es la negación de las necesidades humanas
solidificada en las estructuras sociales, de modo que las injusticias y desigualdades se
vuelven inmutables.
El círculo vicioso de la violencia se reproduce porque la violencia directa refuerza la
violencia cultural, tornándola algo natural, estructural. Y a su vez, esta
retroalimentación puede llevar, muy posiblemente, a nuevas manifestaciones de
violencia. (Ver cuadro 1)
Cuadro 1: Triángulo de la violencia
Fuente:(Galtung 2003)
5
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
Ortiz (2005) expresa que en Colombia se presencia el efecto de la violencia, con los
comportamientos de niños y niñas con actitudes llenas de violencia, mujeres cargadas
de dolor y rabia por todas las acciones violentas recibidas, quienes igualmente
descargan estos sentimientos y maltratos sobre sus hijos y llegan a considerar esta
escalada como necesaria. Se refleja allí el triángulo de la violencia. Igualmente hombres
y mujeres consideran que golpear, humillar y abusar es “el deber ser” de su hombría, y
con actos y palabras maltratan constantemente a todos los compañeros y sus hijos. Para
Cuartas (2006) “nos asombra que sea hoy Colombia en el mundo el, país más
violento…el más primitivo, con el mayor número de violadores, asaltantes con
cuchillos, sicarios, padres coléricos, maltratadores de mujeres, secuestradores…”
(p.36) Es decir una realidad donde la Pedagogía de la violencia tiene su máxima
expresión.
La violencia directa es la violencia manifiesta en Colombia, en Riosucio, es el
aspecto más evidente de esta. Su manifestación puede
ser por lo general física, verbal o psicológica.
La violencia estructural se trata de la violencia
intrínseca a los sistemas sociales, políticos y
económicos mismos que gobiernan las sociedades,
los estados y el mundo. Su relación con la violencia
directa es proporcional a la parte del iceberg que se
encuentra sumergida en el agua. La violencia
cultural son «aquellos aspectos de la cultura, en el ámbito simbólico de nuestra
experiencia (materializado en la religión e ideología, lengua y arte, ciencias empíricas y
ciencias formales – lógica, matemáticas – símbolos: cruces, medallas, medias lunas,
banderas, himnos, desfiles militares, etc.), que puede utilizarse para justificar o legitimar
la violencia directa o estructural» Sería la suma total de todos los mitos, de gloria y
trauma y demás, que sirven para justificar la violencia directa (Galtung, 1998)
La cultura de violencia es aquella en la cual la respuesta violenta ante los conflictos se
ve como algo natural, normal e incluso como la única manera viable de hacer frente a
los problemas y disputas que nos encontramos a diario. Por tanto, podemos exponer que
actualmente vivimos en una cultura de violencia.
6
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
La violencia es un comportamiento que ya debería haber desaparecido de
toda sociedad civilizada, pero que todavía sigue actuando entre nosotros como si fuera
el único medio para resolver los conflictos. (Ver. Cuadro 2)
Cuadro 3: Violencia Estructural
Fuente: Galtung 1998
Se pueden remarcar varios motivos por los que se vive en una cultura de violencia, entre
ellos: el maltrato, la intolerancia, la falta de diálogo y el dejar que los conflictos se
salden con violencia. En una cultura de violencia, los conflictos se gestionan a través de
la violencia, siendo esta solo la consecuencia de un conflicto mal abordado, en una
cultura de la paz, es a través del dialogo. (Horacio, 2008) Una familia en crisis, una
familia desintegrada y madres cabeza de hogar con marcada intolerancia. (Cifuentes,
2009)
Por su parte, es importante entender que agresividad es distinta de violencia. La
agresividad, concepto muy relacionado con la asertividad, es innata y connatural al ser
humano, es un mecanismo defensivo ante un peligro inminente, real o imaginario y hay
que entenderla como algo positivo en cuanto nos permite tener identidad propia. A
través de los medios de socialización, la agresividad se puede canalizar en tres tipos, la
destructiva, que sería lo mismo a la violencia, la indiferencia, que sería la pasividad y la
constructiva, la cual se entiende como la positiva, que sería igual a la no-violencia, es
decir, a actuar pero no violentamente. En cambio, la violencia, es aprendida, por tanto,
puede ser desaprendida y reemplazada por otros mecanismos, no destructivos, de
resolución de conflictos. En Colombia, Riosucio, la guerra rompe con todas las formas
tradicionales de relación y lleva nuevas esferas de poder, afectando todo el núcleo
familiar, en especial llena de agresividad. (Cifuentes, 2009)
Todos los seres humanos, habitantes del planeta tierra están influenciados por una
cultura bélica, pero eso no es irreversible, y tenemos el potencial y las posibilidades de
cambiar la situación forjando una cultura de paz. Uno de los principales problemas en
7
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
las sociedades es el hecho de las concepciones de la perspectiva de género y de
la educación, pudiendo estos dos ejercer una influencia muy positiva, pero también muy
negativa, sobre los conflictos, dependiendo de cómo se usen. La violencia cultural, la
cual crea un marco legitimador de la violencia y se concreta en actitudes. Educar en el
conflicto supone actuar en los tres tipos de violencia. (Ver Cuadro 3)
La violencia cultural en Colombia, se utiliza para lograr la aprobación de posturas
fanáticas en lo religioso, en lo económico, en las relaciones de género, en las relaciones
con la naturaleza, etc. Se basa en un amplísimo entramado de valores que asumen
continuamente desde pequeños y que luego se refuerzan con las normas legales de la
sociedad para inculcar una cultura opresiva porque es acrítica, delatadora y porque
prepara a la sociedad para la colaboración pasiva y/o activa
con estructuras injustas e insolidarias. Por tanto, el
problema es que luchar contra este tipo de violencia es
muy complicado, puesto que nuestra sociedad cultural nos
acerca a la idea profunda de la visión negativa de los
conflictos, de nuestra visión simple, miedosa e impuesta de
la paz, con lo que encontrar alternativas a la manera de
vivir y de actuar queda reducido y poco. Sin embargo, en
Colombia la esperanza está dada en una solución con
sólidos principios educativos y una cultura de paz.
Este concepto, no por ello este tipo de violencia, es relativamente nuevo. Por eso,
con el paso del tiempo se han reconocido las grandísimas implicaciones que tiene la
violencia cultural, incluso para resituarlo al lado, en igualdad de condiciones, con los
otros tipos de violencia (directa y estructural). Para Cuartas (2006) “Lo que tendríamos
que entender de la violencia continuada en Colombia es su impacto social, ético,
económico y político…” (p.75)
Como ejemplos de violencia cultural encontramos: el de una religión que justifique la
realización de guerras santas o de atentados terroristas, así como la legitimidad otorgada
al Estado para ejercer la violencia. (Domínguez, 1996)
8
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
Otro ejemplo, son las ideas y los conceptos que
sirven para justificar la violencia, la injusticia y la
pobreza que se representa a través de las actitudes de
"los ricos" que asumen la situación como normal y
continúan haciendo su vida como si nada ocurriera Cabe
preguntarse ¿a qué fines tienden estos medios en función
de los intereses de quienes los detentan, sean grupos
empresarios o políticos, es decir factores de poder, o exclusivamente culturales?
Básicamente apuntan a influir sobre la opinión pública en un grado cada vez más
importante, sea para generar necesidades de consumir bienes materiales, sea para lograr
adhesiones políticas e ideológicas, sea para facilitar la difusión de conocimientos y
valores culturales. En este sentido Cuartas (2006) se pregunta ¿Qué están cubriendo
entonces los periodistas si nos ponen al tanto de la enfermiza relación que se registra en
Colombia entre las armas y los hombres? La verdadera dimensión del conflicto está allí,
pero nadie parece verla… (p. 92) Esta realidad está inmersa, presente pero se oculta y
los medios de comunicación tienen un alto porcentaje de responsabilidad del
ocultamiento de la verdad, son cómplices de los intereses del estado.
Los medios, pues, ejercen una muy importante acción transformadora sobre las mentes,
lo que implica la necesidad de que exista un sistema autor regulatorio determinado por
lo que debería ser la ética de la comunicación.(Fernández, 1998) Como han demostrado
algunas investigaciones sociológicas, muchas veces los medios suelen incurrir en
excesos que apuntan más a la sensibilidad emocional que a la inteligencia de la gente, y
a sobre informar reiterativamente sobre las conductas antisociales, lo que ocasiona el
efecto de banalizar el mal, en el sentido de acostumbrarnos a su existencia. Esta
situación está presente en Colombia, en donde los medios de comunicación ejercen una
acción transformadora pero en forma negativa y desleal, acentuando más el conflicto
con el dominio de la mente de una población vulnerable (Peyrú, 2003)
No podemos menos que adoptar la definición canónica de pedagogía por cuanto se
refiere a la formación de conductas valiosas, y es esta pedagogía la que debe orientar la
educación sistemática dada en las escuelas y la que, en la sociedad en que vivimos,
puede y debe darse de hecho a través de los factores educativos extraescolares.
Pero hay excesos, distorsiones y graves omisiones que dan lugar a lo que podríamos
denominar pedagogía negativa para referirnos a las formas y tendencias con las que se
9
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
generan comportamientos antisociales, entre los cuales
podríamos caracterizar los debidos a una suerte de “pedagogía
de la violencia”. Así lo expresa Ortiz (2005) hace referencia a
las familias desplazadas, quienes se ubican en asentamientos
de población desplazada, donde viven hacinados y se
reproducen y acentúan las situaciones de violencia intrafamiliar. En esos asentamientos
las mujeres diariamente sufren también violaciones por parte de conocidos y nadie se
atreve a denunciarlos.
Es obvio que los medios pueden contribuir de modo eficaz a cambiar los aspectos
negativos y ciertamente lo hacen en sus análisis críticos
pero, no cabe duda, siguen presentes, por un lado, causas
estructurales y por el otro causas buscadas o inducidas que
determinan la aparición de diversas formas de violencia.
Solo de esta forma se tendría una Pedagogía de la No
Violencia. Cuartas (2006) señala: “Una auténtica
Pedagogía de la no violencia nos muestra tradicionalmente
las rancherías Wayuu con lugares donde se comparten los recursos donde se establece
una red de colaboración por los vínculos del parentesco… (p.95) Una experiencia en
donde el abandono, la pobreza y las carencia no son sinónimo de violencia.
Finalmente, a manera de conclusión, es imprescindible que todos los agentes
educativos vayan en una misma dirección en contra de la violencia, en especial en la
búsqueda de soluciones del conflicto armado colombiano. Para ir en contra de una
cultura de violencia, debemos educar a toda la sociedad, pero centrándonos
especialmente en los infantes, hacia una cultura de la paz, la cual consiste en educar, no
solo con palabras sino con hechos, se trata de hacer sentir en la propia piel los
problemas, en la medida de lo posible, ponerse en la piel del otro, para sentir los
problemas, para vivirlos, para interiorizarlos realmente, no de una manera teórica o
retórica, sino práctica, personal. Se trata de que los niños se conmuevan para que
reaccionen y modifiquen sus comportamientos, sus actitudes, sus valores, sus conductas.
De este modo, irán interiorizando soluciones no violentas para afrontar los conflictos.
La violencia simbólica es la representación de la violencia por los medios de
comunicación, difundida masivamente en las múltiples pantallas, trasladada a la
10
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
ciudadanía a diario, incluso a las personas más desprotegidas, los niños y los ancianos,
en horarios que debieran ser de especial protección, a
sectores de la sociedad que consumen violencia de muy
distinto tipo a través de esos medios de comunicación de
masas, que se habitúan a ella, que la banalizan, que no
sienten en su propia piel el sufrimiento, las terribles
consecuencias de los actos violentos, que pierden así
toda capacidad empática, que la legitiman porque la
perciben como útil, como eficaz, para afrontar determinados problemas (Fisas,1998)
Colombia, necesariamente tiene que hacer un cambio estructural en este sentido e
incentivar la cultura de la no violencia. Debemos tener presentes a los medios de
comunicación y su enorme influencia, tejer complicidades con ellos para que se
conviertan en difusores de los valores de una cultura de paz.
Consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la
violencia y previenen los conflictos tratando de atacar sus causas para solucionar los
problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las
naciones, teniendo en cuenta un punto muy importante que son los derechos humanos
(Fisas,1998) En síntesis: Promover una cultura de paz por medio de la educación, el
desarrollo económico y social sostenible, el respeto de todos los derechos humanos,
igualdad entre mujeres y hombres, la participación democrática, comprensión,
tolerancia, solidaridad, comunicación participativa, libre circulación de información,
conocimientos, apoyar la promoción de la paz y la seguridad internacional. Esta es una
propuesta de posible camino de solución para el pueblo Colombiano.
Se intenta concienciar al mundo sobre la necesidad de tener una cultura de No
Violencia y con esto se exige la participación de todos en este cambio evolutivo, en el
cual 6 parámetros principales nos ayudarán a forjar un mundo más justo, más solidario,
más libre, digno y armonioso, y con mejor prosperidad para todos:
Respetar la vida y la dignidad de cada persona, sin discriminación ni prejuicios;
Practicar la no violencia activa, rechazando la violencia en todas sus formas:
física, sexual, psicológica, económica y social, en particular hacia los más
débiles y vulnerables, como los niños y los adolescentes;
11
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
Compartir mi tiempo y mis recursos materiales, cultivando la generosidad a fin
de terminar con la exclusión, la injusticia y la opresión política y económica;
Defender la libertad de expresión y la diversidad cultural , privilegiando siempre
la escucha y el diálogo, sin ceder al fanatismo, ni a la maledicencia y el rechazo
del prójimo;
Promover un consumo responsable y un modo de desarrollo que tenga en cuenta
la importancia de todas las formas de vida y el equilibrio de los recursos
naturales del planeta;
Contribuir al desarrollo de mi comunidad, propiciando la plena participación de
las mujeres y el respeto de los principios democráticos, con el fin de crear juntos
nuevas formas de solidaridad.
Por tanto, es imprescindible que todos los agentes educativos vayan en una misma
dirección. Para ir en contra de una cultura de violencia, debemos educar a toda la
sociedad, pero centrándonos especialmente en los infantes, hacia una cultura de la paz,
la cual consiste en educar, no solo con palabras sino con hechos, se trata de hacer sentir
en la propia piel los problemas, en la medida de lo posible, ponerse en la piel del otro,
para sentir los problemas, para vivirlos, para interiorizarlos realmente, no de una manera
teórica o retórica, sino práctica, personal. Se trata de que los niños se conmuevan para
que reaccionen y modifiquen sus comportamientos, sus actitudes, sus valores, sus
conductas. De este modo, irán interiorizando soluciones no violentas para afrontar los
conflictos.
12
CULTURA PEDAGOGÍA Y VIOLENCIA
Referencias Bibliográficas
Cifuentes. M (2006) Familia y Conflicto Armado. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas. Departamento de Trabajo Social. Bogotá.
Cuartas, J (2006) Pedagogías de la Violencia en Colombia. Programa Editorial Universidad del Valle. Cali-Colombia
Domínguez, T. y otros (1996) Comportamientos no violentos. Propuestas interdisciplinares para construir la paz, Ed. Narcea, Madrid
Fernández, I. (1998) Prevención de la violencia y resolución de conflictos. El clima escolar como factor de calidad. Ed. Narcea, Madrid
Fisas, Vicenç. (1998). Cultura de paz y gestión de conflictos. Barcelona IcariEditorial / Unesco.
Fernández, I. (1998) Prevención de la violencia y resolución de conflictos. El clima escolar como factor de calidad, Ed. Narcea, Madrid.
Galtung, J (1998) Tras la Violencia, 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución, Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia, Bilbao, Gernika Gogoratuz
Galtung, J (2003) Paz por medios pacíficos. Paz y conflicto, desarrollo y civilización, Bilbao, Gernika Gogoratuz.
Gómez, J. (1995). Una violencia sin respuesta. Seminario de Investigación para la Paz, Convulsión y Violencia en el mundo. Centro Pignatelli, Zaragoza
Horacio, A. (2008) “Una mirada profunda sobre la violencia en las escuelas. Mi compañero, esa competencia”, en: Revista Veintitrés Nº 527. Buenos Aires, 14 de agosto
Keane, J. (2000). Reflexiones sobre la violencia. Alianza Editorial, Madrid. CORSI
Ortiz, I. (2013) Violencia Intrafamiliar y violencia sexual en el contexto del conflicto armado desde una perspectiva de equidad de género. Artemisa Publicaciones.
Peyrú, G. (2003). Violencias sociales. Ariel, Barcelona.
13