testimonios para la iglesia 8

Upload: srraul

Post on 30-May-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    1/160

    Pg. 1

    Testimonios Para la Iglesia Tomo 8

    (05)NDICE.-Los tiempos del tomo ocho 11SECCIN UNO: Oportunidades presentes

    Nuestra obra ... 16La gran comisin . 21Una promesa inmutable 24El poder prometido . 26Nuestra responsabilidad 31La obra dentro y fuera del pas .. 37La obra en Europa . 45Una visin del conflicto 48SECCIN DOS: Consejos repetidos con frecuenciaAdvertencias y consejos dados a la Iglesia de Battle Creek . 55El tiempo del fin .. 56

    Auxilio en tiempo de angustia 57La deshonra de Dios .. 58Nuestro deber hacia el mundo .. 60Cmo obtener el xito .. 63La obra misionera dentro y fuera del pas 64Un ejemplo de la obra que hemos de hacer 65Una obra descuidada . 66El Espritu Santo en nuestras escuelas . 68La voluntad de Dios para nosotros 70En oposicin al Espritu Santo 72Desviados del bien .. 74

    (06)Buscad la ayuda de Dios 76La obra mdica misionera . 78Una palabra de precaucin . 81Apelacin a los hermanos de Battle Creek 83Una advertencia descuidada .. 88El resultado de la reforma .. 94Una advertencia solemne 97El incendio de la Review and Herald . 104Lo que pudo haber sido .. 111El olvido . 114

    Un himno de la tierra prometida 114Himno del cautiverio .. 117Cntico de los redimidos . 121"Llamado a recordar los das antiguos" .. 124"Escritas para nuestra amonestacin" 126El mensaje para este tiempo 127La oposicin del enemigo 128El fuerte pregn .. 128"Y os habis olvidado" 129

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    2/160

    Pg. 2

    "Escogeos hoy a quin sirvis" .. 130El escudo de la Omnipotencia 131Jehov reina 132SECCIN TRES: Cartas a mdicosEl valor de la prueba .. 135La experiencia de Pablo . 137Hay descanso en el amor de Dios ... 138El peligro de la autosuficiencia .. 138El que lleva nuestras cargas 139Apartad la vista de los hombres .. 141Un eterno peso de gloria . 142Concentracin excesiva en Battle Creek . 145El servicio abnegado 148La ayuda para los que la necesitan .. 148Lo que una institucin puede hacer por otra 149(07)Hace falta una reforma 150El principio vital de la fraternidad 151EL nico camino seguro .. 152El peligro de la expansin .. 153La cuestin del sueldo 154Id por todos los lugares .. 157Se necesitan planes ms extensos . 159Levantad nuevos centros .. 162Desprecio por las responsabilidades que Dios da .. 163El propsito de Dios para sus instituciones . 165El propsito de Dios para el sanatorio .. 167El valor del estudio de la Palabra de Dios . 168El propsito de Dios para la obra mdica misionera 170Educad mdicos misioneros . 170Nuestra obra presente .. 171La causa de Dios no cambia .. 172Palabras de precaucin .. 173Una advertencia 175Un peligro que se debe evitar 175Una norma elevada 176Ensear y sanar 177Sostened la obra mdica 178Es necesario ser precavidos .. 179La importancia de la obra mdica misionera 180La causa de la escasez en la iglesia .. 181Cada cual con su trabajo 182El esfuerzo unido . 184Edificio de Dios .. 185Un templo de piedras vivas 185Variedad de instrumentos 186La verdad como unidad 187Palabras de nimo .. 187La oracin y la bendicin mediante Cristo 189

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    3/160

    Pg. 3

    Palabras de aliento . 192El propsito del establecimiento del sanatorio 193Una obra global 194Una palabra de advertencia .. 195Se ayuda o se estorba al Seor 197(08)Lo que Dios espera de sus obreros 198Se necesitan consejeros sabios .. 199Auxilio divino 199Cargas que el Seor no ha impuesto .. 201El valor de la Palabra de Dios 204La recompensa de un estudio fiel de la Palabra .. 205La obra para este tiempo 207Nuestro mensaje . 209La seal de nuestra relacin con Dios 210Una visin ms amplia 213La victoria de Cristo sobre la incredulidad . 214Advertencia en contra de la centralizacin . 216Un campo cercano descuidado 217Cristo, nuestro ejemplo 218La abnegacin . 220Una firme posicin en favor del bien . 223SECCIN CUATRO: Velad!Lecciones aprendidas del pasado 226La centralizacin 226Un centro educativo 230Cmo debe ser educada la juventud? 233Palabras de advertencia .. 235No hay tiempo que perder .. 240Distribucin de responsabilidades .. 242La direccin de la obra 247Las primeras experiencias .. 248Dios es nuestro director .. 249Uno con Cristo en Dios .. 250El trabajo de los miembros laicos .. 255Seremos hallados faltos? .. 258El propsito de Dios para su pueblo ... 258"Arrepintete, y haz las primeras obras" 259No se honra a Dios . 260Un llamado a la reforma . 261(09)Rumbo a la patria! . 263SECCIN CINCO: El conocimiento esencialDios en la naturaleza .. 266Los resultados del pecado .. 266Un maestro divino .. 267La naturaleza da fe de Cristo . 267La incapacidad del hombre para interpretar la naturaleza .. 268La obra de la creacin 270

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    4/160

    Pg. 4

    Las leyes de la naturaleza 270Misterios del poder divino 272Un Dios personal .. 275La naturaleza no es Dios 275Un Dios personal cre al hombre .. 276Dios revelado en Cristo 277Cristo revel a Dios ante los discpulos . 278El testimonio de las Escrituras . 280El Dios eterno .. 281Su fidelidad .. 283Su cuidado providencial 285Su paciente misericordia 288El falso y el verdadero conocimiento de Dios .. 293Teoras especulativas 293La grandeza de nuestro Dios . 295Advertencias contra la presuncin 298Cristo revela a Dios ... 301La gloria de la cruz 302El conocimiento que obra la transformacin . 304Peligros de la ciencia especulativa . 305Engaos de los ltimos das 305Teoras pantestas 306Fanatismo despus de 1844 307Se repetirn las experiencias del pasado 308Cuidado con la religin sensacionalista . 309Advertencia contra la falsa enseanza 310(10)Se quiere desviarnos de los deberes presentes 311Renovacin del testimonio directo 312Buscad el primer amor .. 313La Palabra de Dios es nuestra salvaguardia ... 314Estudien el Apocalipsis . 316El mensaje a Sardis .. 317El mensaje a la iglesia de Filadelfia . 317El mensaje a Laodicea .. 318Lo falso y lo verdadero en la educacin . 319La especulacin filosfica 319Autores ateos 320Tradiciones histricas y teolgicas 321Mitos y cuentos de hadas .. 322Una fuente ms pura .. 323La educacin del corazn . 325La importancia de buscar el verdadero conocimiento .. 326Una obra que merece nuestra consideracin 326La ciencia que debe dominarse .. 328No hay tiempo que perder 328La necesidad de la abnegacin .. 330Los intereses ms importantes requieren atencin .. 330Conocimiento personal de Cristo .. 331

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    5/160

    Pg. 5

    El conocimiento recibido a travs de la Palabra de Dios 333Conocimiento que debe impartirse a los nios 334Un conocimiento experimental . 334Tremendas posibilidades .. 335Resultados de recibir la Palabra de Dios 337Auxiliar para el estudio de la naturaleza 339La naturaleza: clave de los divinos misterios .. 340Una leccin de obediencia .. 341La educacin en la vida venidera 343Nuestra gran necesidad 344La experiencia de Enoc 344La experiencia de Juan el Bautista .. 346Las promesas de Dios ... 349ndice de citas bblicas . 351

    LOS TIEMPOS DEL TOMO OCHO.-El Tomo Ocho fue publicado para hacer frente a una crisis: la mayor que la Iglesia Adventista del Sp-timo Da haba tenido que encarar hasta entonces. Se nota la urgencia del asunto en el hecho de que ellibro vio la luz en marzo de 1904, quince meses despus de haber sido publicado el tomo 7. En el mo-mento de su publicacin, no se saba qu giro tomaran las cosas. Hoy da podemos contemplar el pa-sado y darnos cuenta de que su instruccin estabilizadora desempe un papel importantsimo en laprevencin del desastre que amenazaba.Al mismo tiempo que la obra de la denominacin procuraba extenderse por todo el mundo y a pesarde que se haba llevado a cabo una reorganizacin de la Asociacin General, lo cual dio lugar a un cre-cimiento acelerado y saludable se produjeron en nuestra sede de la ciudad de Battle Creek ciertos su-cesos que, de no haberse mantenido a raya, habran ocasionado la destruccin de los propios fundamen-tos de la fe adventista del sptimo da. Todo ocurri de una manera tan solapada que, al principio, lospeligros de la situacin pasaron inadvertidos debido a que el error se presentaba bajo el manto de "nue-va luz".Casi al fin del siglo algunos de los obreros denominacionales, y particularmente el representante de losintereses mdico-misioneros, promovan ciertas ideas referentes a la persona de Dios, que estaban muyfuera de armona con las claras enseanzas de la Palabra de Dios y la posicin de la iglesia. No obstan-te, estas enseanzas eran promulgadas como si hubieran sido un adelanto en la comprensin del mensa-je y se aseveraba que de ser aceptadas por la mayora, produciran en el pueblo de Dios una gloriosaexperiencia que servira para apresurar la terminacin de la obra. (12)Estas ideas pantestas visualizaban a Dios no como un gran ser personal que rige el universo, sino msbien como una especie de poder o fuerza visible y palpable en la naturaleza y difundido por toda la at-msfera. Confundiendo el poder de Dios con su personalidad, vean a Dios en la luz del sol, en las flo-res, en la hierba, en los rboles, y en sus prjimos. Estas ideas raras pero cautivadoras, se presentaronpblicamente en un congreso de la Asociacin General, se defendieron abiertamente en el Colegio deBattle Creek, y se divulgaron vez tras vez en el Sanatorio de Battle Creek. A la larga, esta "nueva luz"se convirti en tema de discusin cada vez que los obreros adventistas del sptimo da se reunan in-formalmente o en temporadas de concilios. Aunque era un asunto de profunda preocupacin para losdirigentes de la iglesia, sus esfuerzos por frenar estas enseanzas pantestas parecan completamenteinefectivos.Durante el invierno de 1902-1903 el movimiento cobr mpetu. Luego se agudiz el problema con lapublicacin de un libro sobre fisiologa e higiene escrito en estilo popular, en el que un mdico desta-cado de la denominacin expuso sutilmente estas ideas. El libro fue publicado para ser vendido am-pliamente por los adventistas del sptimo da con el propsito de recaudar fondos para reconstruir el

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    6/160

    Pg. 6

    Sanatorio de Battle Creek. A los dirigentes de la iglesia les pareci que seguramente se llegara a unacrisis en el congreso de la Asociacin General que se realizara en la primavera de 1903, cuando espe-raban que la Sra. de White tratara claramente del asunto. Pero cada vez que ella hablaba pareca hacer-lo con restriccin y presentaba un mensaje en el cual apelaba a la unidad dentro de la obra y la necesi-dad de obrar juntos con el mismo inters. Cuando termin el congreso de la Asociacin General, toda-va no se haba encarado el asunto.Unos cuantos meses despus, en el otoo de 1903, la Sra. de White recibi instrucciones por medio deuna visin de hacer frente pronta y directamente a las doctrinas pantestas y de (13) sealar los peligrosde las enseanzas especulativas y espiritistas que las acompaaban. La correspondencia despachada porella desde California lleg a manos de los hermanos en el Concilio Otoal en Washington, D. C., en elmomento culminante de la crisis. Ahora todos podan ver que Dios estaba dirigiendo y protegiendo suobra y, bajo la luz de los mensajes del espritu de profeca, todos decidieron ponerse del lado de la ver-dad. Sin embargo, afuera en el campo haba perplejidad, inseguridad y confusin. Testimonios para laiglesia, tomo 8, llev un mensaje sobre este asunto que de una manera certera defini la verdad y asdej que el error sobresaliera en alto relieve. Se encar la crisis y la iglesia se salv. Ningn poderhumano de por s hubiera podido preservar la iglesia en esta crisis.Adems de esta destacada controversia doctrinal, haba otros asuntos de carcter eclesistico en lostiempos del tomo 8. Apenas unas pocas semanas despus de haber salido el tomo 7 de la imprenta, consu mensaje de consejo concerniente a la obra que se efectuaba en las casas publicadoras, la imprenta dela Asociacin Publicadora Review and Herald [Review and Herald Publishing Association] fue des-truida por fuego. Este era el segundo gran desastre en Battle Creek y ocurri menos de once meses des-pus del incendio del sanatorio.Con relacin a esta prdida surgieron problemas mucho ms serios que la reconstruccin de la propie-dad destruida. Por aos los consejos del espritu de profeca haban recomendado que los creyentes de-ban esparcirse desde Battle Creek y establecer las empresas del sanatorio, de educacin y publicacio-nes en otros lugares. Con urgencia se haba instado a nuestro pueblo que no se congregaran en grandesnmeros en la sede de la obra. Fue en respuesta a estos consejos que el antiguo Colegio de Battle Creekse haba mudado a Berrien Springs, Michigan, un lugar de campo. Ya que el plantel de produccin dela Review and Herald haba sido destruido por fuego, a los dirigentes les pareci que era el tiempo pro-picio de trasladar la obra de la casa (14) publicadora a otra localidad y, por lo tanto, se dieron los pasosnecesarios en esa direccin.Desde el principio la sede de la Asociacin General estaba ubicada cerca de la oficina de la Review andHerald. Las dos parecan ser inseparables. Cualquier plan de trasladar una de ellas por fuerza involu-craba la otra. Respondiendo al consejo procedente del espritu de profeca, se buscaron localidades ade-cuadas y, finalmente, se encontraron propiedades aceptables en las afueras de Washington, D. C., lacapital de la nacin. La obra de la casa publicadora y de la Asociacin General fueron trasladadas a esecentro en Agosto de 1903.Con el fin de ayudar a los adventistas del sptimo da a comprender el trasfondo del desastre que arrasla casa publicadora y para que se viera la necesidad de reubicar la obra sobre una nueva base y en unalocalidad diferente, se presentaron los "Consejos a menudo repetidos" en el tomo 8.Estos asuntos que tenan que ver con nuestra obra mdica, nuestra obra de publicaciones, y con lasmismas doctrinas de la iglesia, eran grandes y muy fcilmente pudieron haber desviado la atencin denuestro pueblo alrededor del mundo de la principal obra que tenemos por delante: la de llevar el evan-gelio eterno a todo el mundo. A pesar de que el tomo 8 fue publicado principalmente con el fin dehacer frente a estas crisis, y de dejar en claro para siempre a los adventistas del sptimo da cul es elcurso correcto, el enfoque de Elena de White fue positivo. El tomo empieza, no con un cuadro de losproblemas que enfrentbamos, sino ms bien con la seccin titulada, "Oportunidades presentes", en laque "Nuestra obra" es presentada de una manera atrayente. Luego siguen captulos sobre "La comi-sin", "El poder prometido", y opiniones sobre nuestras responsabilidades en casa y en el extranjero,

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    7/160

    Pg. 7

    con mencin especial de "Nuestra obra en Europa". Cunto habra complacido al gran enemigo de laverdad que las mentes y los pensamientos del pueblo de Dios se hubieran podido desviar de la granobra inconclusa, por (15) medio de conjeturas acerca de la Deidad, por el fanatismo, o por ideas confu-sas sobre organizacin. Pero el pueblo de Dios no haba de ser distrado de su obra de llevar la luz almundo. Atentos a su obra dieron pasos de avanzada.No hay que negar que algunos de descarrilaron durante la crisis de 1902-1903. La denominacin perdiciertas propiedades institucionales; sin embargo, en lugar de retardar la obra, la crisis ms bien sealel principio de grandes y agresivos movimientos. Las amonestaciones de la seccin titulada "Estad pre-venidos" y la clara delineacin de la verdad dentro del grupo de los captulos sobre "El conocimientoesencial" servirn para defender a la iglesia de enseanzas errneas, y los dems consejos del tomo 8nos beneficiarn hasta el fin del tiempo.

    Los Fideicomisarios de la Corporacin Editorial Elena G. de White(16)

    SECCIN UNO: OPORTUNIDADES PRESENTES.-"Florecer y echarrenuevos Israel, y la faz delmundo llenar de fruto"(Isaas 27:6).

    NUESTRA OBRA.-Cul es nuestra obra? Es la misma que fue dada a Juan el Bautista, acerca del cual leemos: "En aque-llos das vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentos porque el re-ino de los cielos se ha acercado. Pues ste es aquel de quien habl el profeta Isaas, cuando dijo: Vozque clama en el desierto: preparad el camino del Seor, enderezad sus sendas" (Mateo 3:1-3).Todos los que estn verdaderamente empeados en la obra del Seor en estos ltimos das han de llevarun mensaje decisivo. Leed los primeros versculos del captulo cuarenta de Isaas:"Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehov; enderezad calzada en la soledad a nuestroDios. Todo valle sea alzado, y bjese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo spero seallane. Y se manifestar la gloria de Jehov, y toda carne juntamente la ver; porque la boca de Jehovha hablado" (Isaas 40:3-5)."Voz que deca: Da voces. Y yo respond: Qu tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, ytoda su gloria como (17) flor de campo. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Je-hov sopl en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. Scase la hierba, marchtase la flor; mas lapalabra del Dios nuestro permanece para siempre" (versos 6-8).Este captulo est repleto de instruccin apropiada para nosotros en este tiempo. La palabra del Seorpara nosotros es: "Arrepentos; preparad el camino para un avivamiento de mi obra".El traslado a Washington de la obra que hasta ahora se haba llevado a cabo en Battle Creek es un pasoen la direccin correcta. Debemos seguir avanzando hacia las regiones distantes donde la gente est en-vuelta en oscuridad espiritual. "Todo valle sea alzado, y bjese todo monte y collado; y lo torcido seenderece, y lo spero se allane" (verso 4). Todo obstculo a la redencin del pueblo de Dios ha de serremovido examinando su Palabra y presentando un claro: "As dice Jehov". La luz verdadera ha debrillar porque las tinieblas cubren la tierra y oscuridad los pueblos. La verdad del Dios viviente deberaparecer en contraste con el error. Proclamad las buenas nuevas. Tenemos un Salvador que ha dado suvida para que aquellos que creen en l no perezcan, sino que tengan vida eterna.Surgirn obstculos en el avance de la obra de Dios, pero no temis. A la omnipotencia del Rey de re-yes, nuestro Dios, que cumple su pacto, une la delicadeza y el cuidado de un tierno pastor. Nada puedeimpedirle el camino. Su poder es absoluto y es la prenda para el seguro cumplimiento de sus promesasa su pueblo. l puede remover todos los obstculos al avance de su obra. l posee los recursos para

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    8/160

    Pg. 8

    eliminar toda dificultad para que aquellos que le sirven, y tienen respeto por los medios que l utiliza,puedan ser libertados. Su bondad y su amor son infinitos y su pacto es inalterable.Los planes de los enemigos de su obra al parecer son firmes y bien trazados, pero l puede echar abajolos planes ms slidos, y lo lograr a su debido tiempo, cuando vea que nuestra fe ha (18) sido lo sufi-cientemente probada y que estamos acercndonos a l y haciendo de l nuestro consejero.En los das ms oscuros, cuando las apariencias sean de lo ms lgubres, no temis. Tened fe en Dios.l est obrando su voluntad, haciendo bien todas las cosas en favor de su pueblo. La fuerza de aquellosque le aman y le sirven ser renovada de da en da. Su sabidura ser puesta al servicio de ellos paraque no tropiecen al llevar a cabo sus propsitos.No debiera haber desaliento en el servicio de Dios. Nuestra fe deber resistir toda la presin que seponga sobre ella. Dios puede y quiere otorgar a sus siervos toda la fuerza que necesiten. l cumplir deuna manera sobreabundante las esperanzas ms elevadas de los que confan en l.Dijo el experimentado apstol Pablo: "Y me ha dicho: Bstate mi gracia; porque mi poder se perfec-ciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriar ms bien en mis debilidades, para que repo-se sobre m el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas,en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy dbil, entonces soy fuerte" (2Corintios 12:9-10).Oh, mis hermanos, retened firme hasta el fin vuestra confianza del principio. La luz de la verdad deDios no debe apagarse. Ha de brillar en medio de las tinieblas del error que envuelven el mundo. LaPalabra de Dios ha de abrirse ante aquellos que estn en los lugares ms encumbrados de la tierra, co-mo tambin ante los ms humildes.La iglesia de Cristo es la agencia de Dios para la proclamacin de la verdad y recibe el poder de l parallevar a cabo una obra especial; y si ella es fiel al Seor y obediente a sus mandamientos, morar enella la excelencia del poder divino. Si ella honra al Seor Dios de Israel, no hay poder que pueda po-nerse en su contra. Si ella es fiel a su cometido, las fuerzas del enemigo sern incapaces de vencerla, ascomo el tamo no puede resistir al torbellino. (19)La iglesia tiene por delante el amanecer de un da esplendoroso y glorioso, siempre y cuando se vistacon la cota de la justicia de Cristo, apartndose de toda alianza con el mundo.Es menester que los miembros de iglesia confiesen sus rebeldas y que se unan. Mis hermanos, no per-mitis que nada se introduzca que os separe unos de otros o de Dios. No hablis de diferencias de opi-nin, sino ms bien unos en el amor de la verdad tal como es en Jess. Presentaos ante el Seor y re-clamad la sangre del Salvador como razn para recibir auxilio en el conflicto contra el mal. No rogarisen vano. Al acercaron a Dios, contritos de corazn y llenos de la seguridad que da la fe, venceris alenemigo que procura destruiros.Volveos al Seor, oh prisioneros de esperanza. Buscad la fuerza en Dios, el Dios viviente. Manifestaduna fe constante y humilde en su poder y en su deseo de salvar. De Cristo fluye el manantial vivo desalvacin. l es la Fuente de vida y de todo poder. Cuando por la fe nos aferremos de su poder, l cam-biar de la manera ms maravillosa la perspectiva ms desanimadora. Har esto para la gloria de sunombre.Dios invita a sus seguidores fieles, que creen en l, que les inspiren nimo a los que son incrdulos yque no tienen esperanza. Que el Seor nos ayude a auxiliarnos unos a otros y a probarlo por medio deuna fe viviente.

    ------------------"Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob aclamad con jbilo. Entonad cancin, ytaed el pandero, el arpa deliciosa y el salterio" (Salmo 81:1-2).

    ------------------"Bueno es alabarte, oh Jehov, y cantar salmos a tu nombre, oh Altsimo; anunciar por la maana tumisericordia, y tu fidelidad cada noche, en el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa. Por

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    9/160

    Pg. 9

    cuanto me has alegrado, oh Jehov, con (20) tus obras; en las obras de tus manos me gozo" (Salmo92:1-4).

    ------------------"Venid, aclamemos alegremente a Jehov; cantemos con jbilo a la roca de nuestra salvacin. Llegue-mos ante su presencia con alabanza; aclammosle con cnticos. Porque Jehov es Dios grande, y Reygrande sobre todos los dioses. Porque en su mano estn las profundidades de la tierra, y las alturas delos montes son suyas. Suyo tambin el mar, pues l lo hizo, y sus manos formaron la tierra seca. Venid,adoremos y postrmonos; arrodillmonos delante de Jehov nuestro Hacedor" (Salmo 95:1-6).

    ------------------"Cantad a Jehov cntico nuevo; cantad a Jehov toda la tierra. Cantad a Jehov, bendecid su nombre;anunciad de da en da su salvacin. Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos susmaravillas. Porque grande es Jehov y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses"(Salmo 96:1-4).

    ------------------"Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehov con alegra; venid ante su presenciacon regocijo. Reconoced que Jehov es Dios; l nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo su-yo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con accin de gracias, por sus atrios con alaban-za; alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehov es bueno; para siempre es su misericordia, y su ver-dad por todas las generaciones" (Salmo 100). (21)

    LA GRAN COMISIN.-Es el propsito de Dios que su pueblo sea un pueblo santificado, purificado y santo, que comunique luza cuantos le rodean. Es su propsito que, al ejemplificar la verdad en su vida, le alabe el mundo. Lagracia de Cristo basta para realizar esto. Pero deben recordar los hijos de Dios que nicamente cuandoellos crean en los principios del evangelio y obren de acuerdo con ellos, puede l hacer de ellos unaalabanza en la tierra. nicamente en la medida en que usen las capacidades que Dios les ha dado paraservirle, disfrutarn de la plenitud y el poder de la promesa en la cual la iglesia ha sido llamada a con-fiar. Si los que profesan creer en Cristo como su Salvador alcanzan tan slo la baja norma de la medidamundanal, la iglesia no dar la rica mies que Dios espera. "Hallada falta", ser escrito en su registro.La comisin que Cristo dio a sus discpulos precisamente antes de su ascensin es la magna carta mi-sionera de su reino. Al darla a los discpulos el Salvador los hizo embajadores suyos y les dio sus cre-denciales. Si, ms tarde, se les lanzaba un desafo y se les preguntaba con qu autoridad ellos, pescado-res sin letras, salan como maestros y sanadores, podran contestar: "Aquel a quien los judos crucifica-ron, pero que resucit de los muertos, nos design para el ministerio de su palabra, declarando: Todapotestad me es dada en el cielo y en la tierra`.Cristo dio esta comisin a sus discpulos como sus ministros principales, los arquitectos que haban deechar el fundamento de la iglesia. Les impuso a ellos mismos y a todos los que habran de sucederlescomo ministros, el encargo de comunicar su evangelio de generacin en generacin, de era en era.Los discpulos no haban de aguardar que la gente acudiera a ellos. Ellos deban ir a la gente y buscar alos pecadores como el (22) pastor busca a la oveja perdida. Cristo les present el mundo como campode labor. Deban ir "por todo el mundo" y predicar "el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15). Hab-an de predicar acerca del Salvador, acerca de su vida de amor abnegado, su muerte ignominiosa, suamor sin parangn e inmutable. Su nombre haba de ser su consigna, su vnculo de unin. En su nom-bre haban de subyugar las fortalezas del pecado. La fe en su nombre haba de sealarlos como cristia-nos.Al dar ms indicaciones a los discpulos, Cristo dijo: "Recibiris poder, cuando haya venido sobre vo-sotros el Espritu Santo, y me seris testigos en Jerusaln, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo ltimode la tierra". "He aqu, yo enviar la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en laciudad de Jerusaln, hasta que seis investidos de poder desde lo alto" (Hechos 1:8; Lucas 24:49).

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    10/160

    Pg. 10

    En obediencia a la palabra de su Maestro, los discpulos se congregaron en Jerusaln para aguardar elcumplimiento de la promesa de Dios. All pasaron diez das que dedicaron a escudriar profundamentesu corazn. Desecharon todas las divergencias y unnimes se acercaron unos a otros en compaerismocristiano.Al fin de los diez das, el Seor cumpli su promesa con un derramamiento maravilloso de su Espritu."Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llen toda la ca-sa donde estaban sentados: y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentndose sobrecada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas,segn el Espritu les daba que hablasen". "... y se aadieron aquel da como tres mil personas" (Hechos2:2-4; 41)."Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudndoles el Seor y confirmando la palabra con lasseales que la seguan" (Marcos 16:20). No obstante la fiera oposicin que los discpulos encontraron,en poco tiempo el evangelio del reino fue proclamado (23) en todas las partes habitadas de la tierra.La comisin dada a los discpulos nos es dada a nosotros tambin. Hoy como entonces, el Salvadorcrucificado y resucitado debe ser exaltado delante de los que estn sin Dios y sin esperanza en el mun-do. El Seor llama a pastores, maestros y evangelistas. De puerta en puerta han de proclamar sus sier-vos el mensaje de la salvacin. Las nuevas del perdn por medio de Cristo han de ser comunicadas atoda nacin, tribu, lengua y pueblo.El mensaje ha de darse, no en forma tmida y sin vida, sino con expresin clara, decidida, conmovedo-ra. Centenares estn aguardando la amonestacin a escapar por su vida. El mundo necesita ver en loscristianos la evidencia del poder del cristianismo. No slo se necesita a los mensajeros de la misericor-dia en unos pocos lugares, sino en todas partes del mundo. De todo pas proviene el clamor: "Pasa... yaydanos". Ricos y pobres, humildes y encumbrados, estn pidiendo luz. Hombres y mujeres tienenhambre de la verdad tal cual es en Jess. Cuando oigan el evangelio predicado con poder de lo alto, sa-brn que el banquete est preparado para ellos, y respondern a la invitacin: "Venid, que ya todo estpreparado" (Lucas 14:17).Las palabras: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15), se dirigena todos los que siguen a Cristo. Todos los que son ordenados a la vida de Cristo estn ordenados paratrabajar por la salvacin de sus semejantes. Ha de manifestarse en ellos el mismo anhelo que l sintien su alma por la salvacin de los perdidos. No todos pueden desempear el mismo cargo, pero hay ca-bida y trabajo para todos. Todos aquellos a quienes han sido concedidas las bendiciones de Dios debenresponder sirviendo realmente; y han de emplear todo don para el progreso de su reino. (24)

    UNA PROMESA INMUTABLE.-Cristo hizo provisin completa para que continuara la obra confiada a sus discpulos, y se encarg lmismo de la responsabilidad de su xito. Mientras ellos obedecieran a su palabra y trabajasen en rela-cin con l, no podan fracasar. Id a todas las naciones, les orden. Id a los confines ms lejanos delglobo habitable, y sabed que mi presencia estar all. Trabajad con fe y confianza; porque nunca llegarel momento en que os abandone.A nosotros tambin se dirige la promesa de la presencia permanente de Cristo. El transcurso del tiempono ha cambiado la promesa que hizo al partir. l est con nosotros hoy tan ciertamente como estuvocon los discpulos, y estar con nosotros "hasta el fin"."Id a predicar el evangelio a todas las naciones" nos dice el Salvador, "para que puedan llegar a serhijos de Dios. Os acompao en esta obra, ensendoos, guindoos, y fortalecindoos, dndoos xito envuestra obra impregnada de abnegacin y sacrificio. Obrar en los corazones, convencindolos del pe-cado y apartndolos de las tinieblas a la luz, de la desobediencia a la justicia. En mi luz vern luz. En-frentaris la oposicin de agencias satnicas, pero confiad en m. Nunca os faltar".No pensis que Cristo aprecia a los que viven totalmente para l? No pensis que l visita a los que,como el amado Juan, se hallan por su causa en condiciones penosas y difciles? l encuentra a sus fie-

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    11/160

    Pg. 11

    les, mantiene comunin con ellos, los alienta y fortalece. Y los ngeles de Dios, excelsos en fortaleza,son enviados por Dios a ministrar a sus obreros humanos que predican la verdad a los que no la cono-cen.

    ------------------Al ministro del evangelio Dios le ha encomendado la obra de conducir a Cristo a los que se han desvia-do del camino estrecho. (25) Ha de ser sabio y fervoroso en sus esfuerzos. Al final del ao l debierapoder mirar hacia atrs y ver las almas que fueron salvadas como resultado de su labor. A unos l ha desalvar con temor, "arrebatndolos del fuego... aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne", "re-tenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseada" (Judas 23; Tito 1:9). El encargo de Pablo a Timo-teo les llega tambin a los ministros de hoy: "Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo... queprediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda pa-ciencia y doctrina" (2 Timoteo 4:1-2).Pero no es slo sobre aquellos que predican la Palabra que Dios ha puesto la responsabilidad de salvara los pecadores. l ha asignado esta obra a todos por igual. Nuestro corazn ha de estar tan lleno delamor por Cristo que nuestras palabras de accin de gracias alegren el corazn de otros. Este es un ser-vicio que todos pueden rendir y que el Seor acepta como si se le ofreciera a l mismo. l lo hace efi-caz e imparte al obrero dedicado la gracia que reconcilia al hombre con Dios.Que Dios ayude a su pueblo a darse cuenta de que hay una obra seria que hacer. Que l les ayude a re-cordar que en el hogar, en la iglesia y en el mundo han de hacer la obra de Cristo. No son dejados paratrabajar solos. Los ngeles son sus ayudadores. Y Cristo es su ayudador. Por lo tanto, que trabajen ellosfiel e incansablemente. A su debido tiempo cosecharn, si no desmayan.El peregrino cristiano no cede al ansia de descansar. Sigue adelante constantemente y dice: "La nocheest avanzada, y se acerca el da". Su lema es: %o que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; si-no que prosigo... Yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando cierta-mente lo que queda atrs, y extendindome a lo que est delante, prosigo a la meta, al premio del su-premo llamamiento de Dios en Cristo Jess" (Romanos 13:12; Filipenses 3:12-14).

    EL PODER PROMETIDO.-Dios no nos pide que hagamos con nuestra propia fuerza la obra que nos espera. l ha provisto ayudadivina para todas las emergencias a las cuales no puedan hacer frente nuestros recursos humanos. Da elEspritu Santo para ayudamos en toda dificultad, para fortalecer nuestra esperanza y seguridad, parailuminar nuestra mente y purificar nuestro corazn.Precisamente antes de su crucifixin, el Salvador dijo a sus discpulos: %o os dejar hurfanos". "Y yorogar al Padre, y os dar otro Consolador, para que est con vosotros para siempre". "Pero cuandovenga el Espritu de verdad, l os guiar a toda verdad; porque no hablar por su propia cuenta, sinoque hablar todo lo que oyere, y os har saber las cosas que habrn de venir". "...l os ensear todaslas cosas, y os recordar todo lo que yo os he dicho" (Juan 14:18, 16; 16:13; 14:26).Cristo hizo provisin para que su iglesia fuera un cuerpo transformado, iluminado por la luz del cielo,que poseyese la gloria de Emanuel. l quiere que todo cristiano est rodeado de una atmsfera espiri-tual de luz y paz. No tiene lmite la utilidad de aquel que, poniendo el yo a un lado, da lugar a que obreel Espritu Santo en su corazn, y vive una vida completamente consagrada a Dios.Cul fue el resultado del derramamiento del Espritu en el da de Pentecosts? Las buenas nuevas deun Salvador resucitado fueron proclamadas hasta los confines ms remotos del mundo habitado. El co-razn de los discpulos qued sobrecargado de una benevolencia tan completa, profunda y abarcante,que los impuls a ir hasta los confines de la tierra testificando: "Pero lejos est de m gloriarme, sino enla cruz de nuestro Seor Jesucristo..." (Glatas 6:14). Mientras proclamaban la verdad (27) tal cual esen Jess, los corazones cedan al poder del mensaje. La iglesia vea a los conversos acudir a ella desdetodas las direcciones. Los apstatas se volvan a convertir. Los pecadores se unan con los cristianos enla bsqueda de la perla de gran precio. Los que haban sido acrrimos oponentes del evangelio llegaron

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    12/160

    Pg. 12

    a ser sus campeones. Se cumpla la profeca: "...el que entre ellos fuere dbil, en aquel tiempo ser co-mo David; y la casa de David como Dios, como el ngel de Jehov" (Zacaras 12:8). Cada cristiano ve-a en su hermano la divina similitud del amor y la benevolencia. Un solo inters prevaleca. Un objetode emulacin absorba a todos los dems. La nica ambicin de los creyentes consista en revelar uncarcter semejante al de Cristo y trabajar para el engrandecimiento de su reino."Y con gran poder los apstoles daban testimonio de la resurreccin del Seor Jess, y abundante gra-cia era sobre todos ellos" (Hechos 4:32). Gracias a sus labores se aadieron a la iglesia hombres elegi-dos, quienes, recibiendo la Palabra de vida, consagraron su existencia a la obra de comunicar a otros laesperanza que haba llenado su corazn de paz y gozo. Centenares proclamaron el mensaje: "...el reinode Dios se ha acercado" (Marcos 1:15). No se los poda restringir ni intimidar por amenazas. El Seorhablaba por su medio, y dondequiera que fueran, los enfermos eran sanados y el evangelio era predica-do a los pobres.Tal es el poder con que Dios puede obrar cuando los hombres se entregan al control de su Espritu.A nosotros hoy, tan ciertamente como a los primeros discpulos, pertenece la promesa del Espritu.Dios dotar hoy a hombres y mujeres del poder de lo alto, como dot a los que, en el da de Pentecos-ts, oyeron la palabra de salvacin. En este mismo momento su Espritu y su gracia son para todos losque los necesiten y quieran aceptar su palabra al pie de la letra.Notemos que el Espritu fue derramado despus que los discpulos hubieron llegado a la unidad perfec-ta, cuando ya no (28) contendan por el puesto ms elevado. Eran unnimes. Haban desechado todaslas diferencias. Y el testimonio que se da de ellos despus que les fue dado el Espritu es el mismo. No-temos la expresin: "Y la multitud de los que haban credo era de un corazn y un alma..." (Hechos4:32). El Espritu de Aquel que haba muerto para que los pecadores vivieran animaba a toda la con-gregacin de los creyentes.Los discpulos no pidieron una bendicin para ellos mismos. Sentan preocupacin por las almas. Elevangelio haba de ser proclamado hasta los confines de la tierra y solicitaban la medida de poder queCristo haba prometido. Entonces fue cuando se derram el Espritu Santo y miles se convirtieron en unda.As puede suceder ahora. Desechen los cristianos todas las disensiones, y entrguense a Dios para sal-var a los perdidos. Pidan con fe la bendicin prometida, y ella les vendr. El derramamiento del Espri-tu en los das de los apstoles fue "la lluvia temprana", y glorioso fue el resultado. Pero la lluvia tardaser ms abundante. Cul es la promesa hecha a los que viven en los postreros das? "Volveos a la for-taleza, oh prisioneros de esperanza; hoy tambin os anuncio que os restaurar doble". "Pedid a Jehovlluvia en la estacin tarda. Jehov har relmpagos, y os dar lluvia abundante, y hierba verde en elcampo a cada uno" (Zacaras 9:12; 10:1).Cristo declar que la influencia divina del Espritu haba de acompaar a sus discpulos hasta el fin. Pe-ro la promesa no es apreciada como debiera serlo; por lo tanto, su cumplimiento no se ve como debieraverse. La promesa del Espritu es algo en lo cual se piensa poco; y el resultado es tan slo lo que podraesperarse: sequa, tinieblas, decadencia y muerte espirituales. Los asuntos de menor importancia ocu-pan la atencin y, aunque es ofrecido en su infinita plenitud, falta el poder divino que es necesario parael crecimiento y la prosperidad de la iglesia y que traera todas las otras bendiciones en su estela.La ausencia del Espritu es lo que hace tan impotente el (29) ministerio evanglico. Puede poseerse sa-ber, talento, elocuencia, y todo don natural o adquirido; pero, sin la presencia del Espritu de Dios, nin-gn corazn se conmover, ningn pecador ser ganado para Cristo. Por otro lado, si sus discpulosms pobres y ms ignorantes estn vinculados con Cristo, y tienen los dones del Espritu, tendrn unpoder que se har sentir sobre los corazones. Dios har de ellos conductos para el derramamiento de lainfluencia ms sublime del universo.Por qu no tener hambre y sed del don del Espritu, puesto que es el medio por el cual hemos de reci-bir poder? Por qu no hablamos de l, oramos por l, y predicamos acerca de l? El Seor est msdispuesto a darnos el Espritu Santo que los padres a dar buenas ddivas a sus hijos. Todo obrero debi-

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    13/160

    Pg. 13

    era solicitar a Dios el bautismo del Espritu. Debieran reunirse grupos para pedir ayuda especial, sabi-dura celestial, a fin de saber cmo hacer planes y ejecutarlos sabiamente. Debieran los hombres pedirespecialmente a Dios que otorgue a sus misioneros el Espritu Santo.La presencia del Espritu con los obreros de Dios dar a la presentacin de la verdad un poder que nopodran darle todos los honores o la gloria del mundo. El Espritu provee la fuerza que sostiene en todaemergencia a las almas que luchan, en medio de la frialdad de sus parientes, el odio del mundo y lacomprensin de sus propias imperfecciones y equivocaciones.El celo por Dios movi a los discpulos a dar testimonio de la verdad con gran poder. No debiera estecelo encender en nuestro corazn la resolucin de contar la historia del amor redentor de Cristo, y deste crucificado? No vendr hoy el Espritu de Dios en respuesta a la oracin ferviente y perseverante,para llenar a los hombres de un poder que los capacite para servir? Por qu es entonces la iglesia tandbil e inerte?Es privilegio de todo cristiano no slo esperar sino apresurar la venida de nuestro Seor Jesucristo. Sitodos los que profesan su nombre llevaran frutos para su gloria, cun prestamente quedara (30) sem-brada en el mundo la semilla del evangelio! La ltima mies madurara rpidamente, y Cristo vendrapara recoger el precioso grano.Mis hermanos y hermanas, rogad por el Espritu Santo. Dios respalda toda promesa que ha hecho. Conla Biblia en la mano, decid: "He hecho como t dijiste. Presento tu promesa: 'Pedid, y se os dar; lla-mad, y se os abrir`. Cristo declara: "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lorecibiris, y os vendr". "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo har, para que el Padre seaglorificado en el Hijo" (Mateo 7:7; Marcos 11:24; Juan 14:13).El arco iris que rodea el trono nos asegura que Dios es fiel; que en l no hay mudanza ni sombra de va-riacin. Hemos pecado contra l y no merecemos su favor; sin embargo, l mismo pone en nuestros la-bios la ms admirable de las splicas: "Por amor de tu nombre no nos deseches, ni deshonres tu glorio-so trono; acurdate, no invalides tu pacto con nosotros" (Jeremas 14:21). l se ha comprometido aprestar odo a nuestro clamor cuando acudimos a l y confesamos nuestra indignidad y pecado. Elhonor de su trono garantiza el cumplimiento de la palabra que nos dirige.Cristo enva a sus mensajeros a toda parte de su dominio para comunicar su voluntad a sus siervos. landa en medio de sus iglesias. Desea santificar, elevar y ennoblecer a quienes le siguen. La influenciade los que creen en l ser en el mundo un sabor de vida para vida. Cristo tiene las estrellas en su dies-tra, y es su propsito dejar brillar por intermedio de ellas su luz para el mundo. As desea preparar a supueblo para un servicio ms elevado en la iglesia celestial. Nos ha confiado una gran obra. Hagmoslafielmente. Demostremos en nuestra vida lo que la gracia divina puede hacer por la humanidad. (31)

    NUESTRA RESPONSABILIDAD.-Hay ocasiones cuando se me presenta una visin clara del estado en que se encuentra la iglesia rema-nente: un estado de asombrosa indiferencia hacia las necesidades de un mundo que perece por falta delconocimiento de la verdad para este tiempo. Despus paso horas, y a veces das presa de una intensaangustia. Muchos de aquellos a quienes se les han encomendado las verdades salvadoras del mensajedel tercer ngel no logran comprender que la salvacin de las almas depende de la consagracin y acti-vidad de la iglesia de Dios. Muchos emplean las bendiciones que han recibido para servir al yo. Oh,cunto me duele el corazn debido a que Cristo es avergonzado por causa del comportamiento no cris-tiano de ellos! Pero, despus que pasa mi agona, siento deseos de trabajar ms arduamente que nuncapara estimularlos a hacer un esfuerzo abnegado por salvar a sus prjimos.Dios ha hecho a su pueblo mayordomo de su gracia y verdad, y cmo considera l su descuido de noimpartir estas bendiciones a sus prjimos? Supongamos que una distante colonia perteneciente a laGran Bretaa est en grande aprieto debido al hambre y a una guerra inminente. Multitudes mueren deinanicin, y un poderoso enemigo se congrega en la frontera, amenazando acelerar la obra de destruc-cin. El gobierno del pas abre sus despensas; la caridad pblica fluye en abundancia; el socorro abun-

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    14/160

    Pg. 14

    da por todos lados. Una flota cargada de los preciosos medios de existencia es enviada a la escena desufrimiento, acompaada de las oraciones de aquellos cuyos corazones fueron conmovidos a proveerayuda. Y por un tiempo la flota navega directamente hacia su destino. Pero, habiendo perdido de vistala tierra, el entusiasmo de los encargados de llevar provisiones a las vctimas hambrientas disminuye.Aunque estn ocupados en (32) una obra que los hace colaboradores con los ngeles, pierden las bue-nas impresiones que tuvieron al salir. Por intermedio de los malos consejeros entra la tentacin.En el trayecto yace un conjunto de islas y, aunque harto lejos de su destino, deciden hacer escala. Latentacin que ya ha entrado se hace ms fuerte. El espritu egosta del lucro se apodera de sus mentes.Se presentan oportunidades de negocio. Se persuade a los que estn a cargo de la flota a permanecer enlas islas. Su propsito original de misericordia se pierde de vista. Se olvidan del pueblo hambriento alcual fueron enviados. Las provisiones que se les haban encomendado son usadas para su propio bene-ficio. Los recursos de beneficencia son desviados por cauces de egosmo. Intercambian los medios desubsistencia por la ganancia egosta y dejan que sus prjimos mueran. El clamor de los que perecen as-ciende a los cielos y el Seor apunta en su registro la historia del robo.Pensemos en el horror de ver morir a seres humanos porque los encargados de los medios de auxiliofueron infieles a su cometido. Se nos hace difcil reconocer que el hombre pudiera ser culpable de unpecado tan terrible. Sin embargo, se me instruye a deciros, mi hermano, mi hermana, que los cristianosdiariamente repiten este pecado.En el Edn, el hombre cay de su elevado estado y por medio de la transgresin fue sujeto a la muerte.En el cielo se vio que los seres humanos perecan, y Dios fue movido a misericordia. A un costo infini-to l ide un plan de auxilio. "De tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, paraque todo aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). No haba esperanza pa-ra el transgresor excepto a travs de Cristo. Dios vio que "no haba hombre, y se maravill que nohubiera quien se interpusiese; y lo salv su brazo, y le afirm su misma justicia" (Isaas 59:16).El Seor escogi a un pueblo y lo hizo depositario de su verdad. Era su propsito que, mediante la re-velacin de su carcter (33) por medio de Israel, los hombres fueran atrados hacia l. La invitacinevanglica deba darse a todo el mundo. A travs de la enseanza del sistema de sacrificios, Cristohaba de ser exaltado ante las naciones, y todos los que pusieran su vista en l viviran.Pero Israel no cumpli el propsito de Dios. Se olvidaron de Dios y perdieron de vista su alto privilegiocomo representantes suyos. Las bendiciones que haban recibido no trajeron ninguna bendicin almundo. Se aprovecharon de todos sus privilegios emplendolos para su propio ensalzamiento. Le roba-ron a Dios el servicio que l requera de ellos, y le robaron al prjimo la orientacin religiosa y elejemplo piadoso.Dios finalmente envi a su Hijo para revelarle a la humanidad el carcter del Invisible. Cristo vino yvivi en esta tierra una vida de obediencia a la ley de Dios. Entreg su preciosa vida para salvar almundo e hizo mayordomos a sus siervos. Con el don de Cristo todos los tesoros del cielo fueron dadosal hombre. La iglesia fue abastecida con el pan del cielo para las almas hambrientas. Este fue el tesoroque se encarg al pueblo de Dios para ser llevado al mundo. Debieron haber cumplido su deber fiel-mente, continuando su obra hasta que el mensaje de misericordia hubiera rodeado el mundo.Cristo ascendi al cielo y envi su Santo Espritu para dar poder a la obra de sus discpulos. Miles seconvirtieron en un da. En una sola generacin el evangelio fue llevado a toda nacin bajo el cielo. Peropoco a poco se produjo un cambio. La iglesia perdi su primer amor. Se volvi egosta y amante de lacomodidad. El espritu de la mundanalidad fue aceptado. El enemigo hechiz a los que Dios haba dadoluz para un mundo en tinieblas: una luz que debi haberse esparcido en buenas obras. El mundo fueprivado de las bendiciones que Dios deseaba que la humanidad recibiera.Acaso no se repite la misma cosa en esta generacin? En nuestros das hay muchos que retienen lo queel Seor les ha encomendado para la salvacin de un mundo desapercibido y descarriado. (34) En laPalabra de Dios se representa un ngel volando en medio del cielo, "que tena el evangelio eterno parapredicarlo a los moradores de la tierra, a toda nacin, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Te-

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    15/160

    Pg. 15

    med a Dios, y dadle honra, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorada aquel que hizo el cielo y latierra, el mar y las fuentes de las aguas" (Apocalipsis 14:6-7).El mensaje de Apocalipsis 14 es el mensaje que hemos de llevar al mundo. Es el pan de vida para estosltimos das. Millones de seres humanos perecen en ignorancia e iniquidad. Pero muchos de aquellos aquienes Dios ha encomendado los depsitos de vida miran a estas almas con indiferencia. Muchos ol-vidan que a ellos se les ha encomendado el pan de vida para los que tienen hambre de salvacin.Oh, si hubiera cristianos consagrados, firmeza semejante a la de Cristo, fe que obra mediante el amor ypurifica el alma! Que Dios nos ayude a arrepentirnos y a cambiar nuestros pasos lentos por una accinconsagrada. Que Dios nos ayude a manifestar la carga de las almas que perecen, tanto mediante nues-tras palabras como por la obra que hacemos nuestra.Demos gracias cada momento por la paciencia de Dios hacia nuestras acciones tardas e incrdulas. Enlugar de lisonjearnos pensando en lo que hemos logrado, despus de haber hecho tan poco, debemoslaborar con ms empeo an. No dejemos de esforzarnos ni bajemos nuestra guardia. Jams debe dis-minuir nuestro celo. Nuestra vida espiritual necesita revitalizarse a diario en el ro que alegra la ciudadde nuestro Dios. Siempre debemos buscar oportunidades en que podamos emplear para Dios los talen-tos que l nos ha proporcionado.

    ------------------El mundo es un teatro; los actores "sus habitantes" se estn preparando para desempear su parte en elgran drama final. Las grandes masas humanas carecen de unidad, excepto cuando los hombres se con-federan con fines egostas. Dios est observando. (35) Sus propsitos concernientes a sus sbditos re-beldes se han de cumplir. El mundo no ha sido puesto al cuidado de los hombres, a pesar de que Diosest permitiendo que los elementos de confusin y desorden dominen por una temporada. Un poder in-ferior est obrando para llevar a cabo las grandes escenas del drama: la venida de Satans como si fueraCristo, y su actuacin con todo el engao de la injusticia en aquellos que se estn uniendo en socieda-des secretas. Los que ceden a la pasin de una confederacin estn desarrollando los planes del enemi-go. El efecto seguir a la causa.La transgresin casi ha alcanzado su lmite. El mundo est lleno de confusin, y un gran terror ha devenir pronto sobre los seres humanos. El fin est muy cerca. Nosotros que conocemos la verdad debe-mos estar preparndonos para lo que pronto ha de irrumpir sobre el mundo en forma de una abrumado-ra sorpresa.Juan escribi: "Y vi un trono blanco y al que estaba sentado en l, de delante del cual huyeron la tierray el cielo, y ningn lugar se encontr para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeos, de pie anteDios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzga-dos los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, segn sus obras" (Apocalipsis 20:11-12).Estamos dormidos como pueblo? Oh, si los jvenes y las jvenes en nuestras instituciones que ahorano estn preparados para la aparicin del Seor, indignos de formar parte de la familia del Seor, logra-ran discernir las seales de los tiempos, qu gran cambio se vera en ellos! El Seor Jess est llaman-do a obreros abnegados a que sigan en sus pisadas, para caminar y trabajar por l, para levantar en altola cruz, y seguir dondequiera que l los dirija.Muchos fcilmente se conforman con ofrecer al Seor actos insignificantes de servicio. Su cristianismoes dbil. Cristo se entreg por los pecadores. Cunta ansia por la salvacin de las almas nos debierallenar al ver que los seres humanos perecen en (36) el pecado! Estas almas fueron compradas por unprecio infinito. La muerte del Hijo de Dios sobre la cruz del Calvario es la medida de su valor. Diaria-mente ellas estn decidiendo si recibirn la vida o la muerte eterna. Y, sin embargo, hombres y mujeresque profesan servir al Seor se conforman con ocupar su tiempo y atencin en asuntos de poca impor-tancia. Se conforman con permanecer en desacuerdo unos con otros. Si se consagraran al trabajo por suMaestro, no estaran luchando ni contendiendo como una familia de nios revoltosos. Toda mano esta-ra empeada en el servicio. Cada uno estara ocupando su puesto, trabajando con corazn y alma como

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    16/160

    Pg. 16

    misionero de la cruz de Cristo. El espritu del Redentor habitara en el corazn de los obreros, y se pro-duciran obras de justicia. Los obreros llevaran consigo al servicio las oraciones y la simpata de unaiglesia despierta. Recibiran sus instrucciones de Cristo y no tendran tiempo para luchas y contiendas.Brotaran mensajes de labios tocados por un carbn encendido del altar divino. Se hablaran palabrasfervientes y puras. Ascenderan al cielo intercesiones humildes de corazones quebrantados. Con unamano los obreros se sostendran de Cristo, mientras que con la otra se asiran de los pecadores, trayn-dolos al Salvador."Y ser predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y en-tonces vendr el fin" (Mateo 24:14)."Libra a los que son llevados a la muerte; salva a los que estn en peligro de muerte; porque si dijeres:Ciertamente no lo supimos, acaso no lo entender el que pesa los corazones? El que mira por tu alma,l lo conocer, y dar al hombre segn sus obras" (Proverbios 24:11-12). (37)

    LA OBRA DENTRO Y FUERA DEL PAS.-Santa Elena, California, 7 de Agosto de 1902"No decs vosotros: An faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aqu os digo: Alzad vuestrosojos y mirad los campos, porque ya estn blancos para la siega. Y el que siega recibe salario, y recogefruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega. Porque en esto esverdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega" (Juan 4:35-37).Despus de sembrar la semilla, el labrador se ve obligado a aguardar durante meses para que germine yse desarrolle hasta ser grano listo para ser cosechado. Pero al sembrar se siente alentado por la expecta-tiva del fruto venidero. Su labor queda aliviada por la esperanza de un buen rendimiento en la cosecha.No suceda as con las semillas de verdad sembradas por Cristo en la mente de la mujer samaritana du-rante su conversacin con ella al lado del pozo. La mies de la siembra que hizo no fue remota, sino in-mediata. Apenas haba pronunciado sus palabras, cuando la semilla as sembrada brot y produjo fru-tos, despert el entendimiento de ella y la capacit para saber que haba estado conversando con el Se-or Jesucristo. Ella dej brillar en su corazn los rayos de la luz divina. Olvidando su cntaro, se apre-sur a comunicar las buenas nuevas a sus hermanos samaritanos. "Venid dijo ved a un hombre queme ha dicho todo cuanto he hecho" (Juan 4:29). Y ellos salieron en seguida a verle. Entonces fue cuan-do compar las almas de los samaritanos a un campo de cereal. "Alzad vuestros ojos dijo a sus disc-pulos y mirad los campos, porque ya estn blancos para la (38) siega" (Juan 4:35)."Entonces vinieron los samaritanos a l y le rogaron que se quedase con ellos; y se qued all dos das".Y cun ocupados fueron esos das! Qu se nos dice del resultado? "Y creyeron muchos ms por la pa-labra de l, y decan a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemosodo, y sabemos que verdaderamente ste es el Salvador del mundo, el Cristo" (Juan 4:40-42).Al presentar la palabra de vida a la mente de los samaritanos, Cristo sembr muchas semillas de verdady mostr a sus oyentes cmo ellos tambin podan sembrar semillas de verdad en otras mentes. Cuntobien podra lograrse si todos los que conocen la verdad trabajaran por los pecadores, por aquellos quetanto necesitan conocer y comprender la verdad bblica, y que responderan a ella en forma tan volunta-ria como los samaritanos respondieron a las palabras de Cristo! Cun poco hacemos para participar dela simpata de Dios en el punto que debiera ser el ms fuerte vnculo de unin entre nosotros y l: lacompasin por las almas depravadas, culpables y dolientes, muertas en sus delitos y pecados! Si loshombres compartiesen las simpatas de Cristo, sentiran constantemente tristeza en su corazn por lacondicin de los muchos campos menesterosos, tan destituidos de obreros.En los campos extranjeros la obra debe llevarse adelante con fervor e inteligencia, sin que se descuideen ningn sentido la obra en los Estados Unidos. No pasemos por alto ni descuidemos los campos queestn a la misma sombra de nuestra puerta, como las grandes ciudades de nuestro pas. Estos camposson tan importantes como cualquier campo extranjero.

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    17/160

    Pg. 17

    El alentador mensaje de misericordia de Dios debe ser proclamado en las ciudades de los Estados Uni-dos. Los hombres y las mujeres que viven en estas ciudades se enfrascan cada vez ms en sus relacio-nes comerciales. Actan desenfrenadamente en la creacin de edificios cuyas torres se elevan hacia loscielos. (39) Su mente rebosa de planes y designios ambiciosos. Dios ordena a cada uno de sus siervosministrantes: "Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblosu rebelin, y a la casa de Jacob su pecado" (Isaas 58:1).Demos gracias a Dios porque hay unos pocos obreros que hacen todo lo posible para levantar algunosmonumentos para Dios en nuestras ciudades descuidadas. Recordemos que es nuestro deber dar alientoa estos obreros. Dios siente desagrado por la falta de aprecio y apoyo que sus hijos dan en esta tierra alos fieles obreros que trabajan en las grandes ciudades. La obra que debe hacerse en este campo es aho-ra mismo un problema vital. El tiempo actual ofrece la oportunidad ms favorable que tendremos paratrabajar en estos campos. Dentro de poco la situacin ser mucho ms difcil.Jess llor sobre Jerusaln por la culpabilidad y obstinacin de su pueblo escogido. Llora tambin aho-ra por la dureza de corazn de aquellos que, profesando ser sus colaboradores, se conforman con nohacer nada. Estn llevando con Cristo una carga de pesadumbre y constante tristeza, mezclada de l-grimas, por las perversas ciudades de la tierra, los que debieran apreciar el valor de las almas? Es inmi-nente la destruccin de estas ciudades casi completamente entregadas a la idolatra. En el gran da delajuste final de cuentas, qu respuesta podr darse por haber descuidado la entrada en estas ciudadesahora?Mientras se lleva adelante la obra en los Estados Unidos, que el Seor nos ayude a dar a los dems pa-ses la atencin que deben recibir, para que los obreros de estos campos no se vean paralizados e inca-pacitados para dejar en muchos lugares monumentos para Dios. No permitamos que se absorban dema-siados recursos en este pas. No continuemos descuidando nuestro deber para con los millones que vi-ven en otras tierras. Obtengamos una mejor comprensin de la situacin, y redimamos lo pasado.Mis hermanos y hermanas de Estados Unidos, puede ser que (40) al alzar vuestros ojos para mirar loscampos lejanos que estn blancos para la mies, recibis en vuestro corazn abundante gracia de Dios.Los que por incredulidad habis sido pobres espiritualmente llegaris a ser, por el trabajo personal, ri-cos en buenas obras. Ya no padecern hambre vuestras almas en medio de la abundancia, sino que osaprovecharis de las buenas cosas que Dios tiene en reserva para vosotros. Cuando empecis a com-prender cun destituidos de recursos estn los obreros para realizar la obra en los campos extranjeros,haris lo que podis para ayudarles, y vuestras almas empezarn a revivir, recobraris el apetito espiri-tual y vuestra mente ser refrigerada por la Palabra de Dios, que es una hoja del rbol de vida para lasanidad de las naciones.En respuesta a la pregunta del Seor: "A quin enviar... Isaas respondi: "Heme aqu, envame a m"(Isaas 6:8). Hermano, hermana, tal vez no puedas ir t a la via del Seor, pero puedes proveer recur-sos con qu enviar a otros. As estars confiando tu dinero a los banqueros; y cuando venga el Maestro,podrs devolverle lo suyo con creces. Tus recursos pueden ser empleados para enviar y sostener a losmensajeros de Dios que por su voz y su influencia darn el mensaje: "Preparad el camino del Seor,enderezad sus sendas" (Mateo 3:3). Se estn haciendo planes para que la causa progrese, y ahora es elmomento en que se ha de trabajar.Si trabajas con abnegacin, haciendo todo lo que puedas para hacer progresar la causa de Dios en nue-vos campos, el Seor te ayudar, te fortalecer y te bendecir. Confa en la seguridad de su presencia,que te sostiene, y que es luz y vida. Hazlo todo por amor a Jess y las preciosas almas por cuales mu-ri. Trabaja con un propsito puro y divinamente implantado de glorificara Dios. El Seor ve y entien-de, y te emplear a pesar de tu debilidad, si ofreces tu talento como don consagrado a su servicio, por-que en el servicio activo desinteresado los dbiles se vuelven fuertes y gozan de su precioso elogio. Elgozo (41) del Seor es un elemento de fuerza. Si eres fiel, la paz que sobrepuja todo entendimiento sertu recompensa en esta vida, y en la venidera entrars en el gozo de tu Seor.

    ------------------

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    18/160

    Pg. 18

    23 de Enero de 1903Debo escribir algo concerniente a la manera en que nuestras ciudades en Estados Unidos han sido pa-sadas por alto y descuidadas, ciudades en las cuales no se ha proclamado la verdad. El mensaje debe serllevado a los millones de extranjeros que viven en estas ciudades de los Estados Unidos.No puedo entender por qu nuestro pueblo siente tan poca responsabilidad por emprender la obra que elSeor por aos ha mantenido delante de m: la de dar el mensaje de la verdad presente en los estadosdel Sur. Son pocos los que han sentido que sobre sus hombros descansa la responsabilidad de empren-der esta obra. Nuestro pueblo no ha logrado entrar en nuevos territorios ni ha trabajado en las ciudadesdel Sur. Vez tras vez el Seor me ha presentado las necesidades de este campo, sin ningn resultadoespecial. A veces me he sentido como si no pudiera aguantar ms el peso de esta obra. He pensado quesi los hombres la siguieran descuidando, yo dejara pasar el asunto y orara que el Seor tuviera miseri-cordia de los ignorantes y de aquellos que estn fuera del camino.Pero el Seor tiene juicio contra nuestros ministros y contra el pueblo, y he de hablar, recargando sobreellos la responsabilidad de la obra en el Sur y de las ciudades de nuestro pas. Quin siente el gran pe-so de la carga de proclamar el mensaje en Greater New York (la Gran Nueva York) y en muchas otrasciudades que todava no se han trabajado? No todos los recursos que se puedan acumular han de serenviados de Estados Unidos a tierras distantes, mientras que en el campo dentro del pas existen opor-tunidades tan providenciales para la presentacin de la verdad a millones que nunca la han escuchado.Entre estos (42) millones se cuentan representantes de muchas naciones, muchos de los cuales estn lis-tos para recibir el mensaje. Falta mucho que hacer dentro de la sombra de nuestra propia puerta: en lasciudades de California, Nueva York, y muchos otros estados.

    ------------------Dios le dice a su pueblo: "Levntate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehov ha na-cido sobre ti" (Isaas 60:1). Por qu, pues, sienten tan poca responsabilidad de plantar el estandarte dela verdad en nuevos lugares? Por qu no obedecen la palabra: "Vended lo que poseis, y dad limosna;haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrn no llega, ni poli-lla destruye"? (Lucas 12:33). Por qu no devuelven al Seor lo que le pertenece, para ser invertido enmercanca celestial? Por qu no se hace una apelacin ms fervorosa por voluntarios que entren en loscampos blancos para la siega? A menos que se haga ms de lo que se ha hecho por las ciudades de Es-tados Unidos, tanto ministros como pueblo tendrn que rendir serias cuentas ante Aquel que ha asigna-do a cada hombre su tarea.Repetimos la oracin: "Venga tu reino. Hgase tu voluntad, como en el cielo, as tambin en la tierra"(Mateo 6:10). Estamos haciendo nuestra parte para que se cumpla esta oracin? Profesamos creer quela comisin que Cristo dio a sus discpulos nos es dada a nosotros tambin. Estamos cumplindola?Que Dios perdone nuestro terrible descuido de no hacer la obra que hasta ahora apenas hemos tocadocon la yema de nuestros dedos. Cundo se terminar esta obra? Me enferma y hiere el corazn ver talceguedad de parte del pueblo de Dios.Hay miles en los Estados Unidos que perecen en ignorancia y pecado. Y, al poner la vista en ciertocampo lejano, los que conocen la verdad pasan por alto con indiferencia los necesitados campos cerca-nos a ellos. Cristo dice: "V hoy a trabajar en (43) mi via". "No decs vosotros: An faltan cuatromeses para que llegue la siega? He aqu os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya es-tn blancos para la siega" (Mateo 21:28; Juan 4:35).Despertad, despertad, mis hermanos y hermanas, y penetrad los campos de Estados Unidos que nuncahan sido trabajados. No pensis que despus de haber dado algo para los campos extranjeros vuestrodeber ya termin. Hay una obra que hacer en los campos extranjeros, pero hay una obra que hacer enlos Estados Unidos que es igual de importante. En las ciudades de Estados Unidos hay personas de casitodos los idiomas. stas necesitan la luz que Dios ha dado a su iglesia.El Seor vive y reina. Pronto se levantar en majestad para herir la tierra. Un mensaje especial debe serllevado ahora, uno que penetre la oscuridad espiritual y que convenza y convierta a las almas. "Date

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    19/160

    Pg. 19

    prisa, escapa por tu vida", es el llamado que hay que dar a los que viven en pecado. Debemos actuarahora con sumo apremio. No tenemos ni un momento para emplear en crticas y acusaciones. Arrod-llense los que han hecho esto en el pasado y cudense de no poner sus palabras y sus planes en lugar delas palabras y planes de Dios.

    ------------------No tenemos tiempo para espaciarnos en asuntos que no tienen importancia. Debemos dedicar nuestrotiempo a proclamar el ltimo mensaje de misericordia a un mundo culpable. Se necesitan hombres queobren bajo la inspiracin del Espritu de Dios. Los sermones de algunos de nuestros ministros tendrnque ser mucho ms poderosos que los que se predican ahora, o muchos apstatas oirn un mensaje tibioe indirecto que arrulla a la gente y la hace dormir. Todo discurso debe darse bajo el sentido de los terri-bles juicios que pronto han de caer sobre el mundo. El mensaje de verdad ha de ser proclamado por la-bios tocados por un carbn encendido del altar divino. (44)Mi corazn se llena de angustia cuando pienso en los mensajes tibios que dan algunos de nuestros mi-nistros, cuando llevan un mensaje de vida o muerte. Los ministros estn dormidos; los miembros laicostambin; y el mundo perece en el pecado. Que Dios ayude a su pueblo a despertarse, a andar y obrarcomo hombres y mujeres que estn en el umbral del mundo eterno. Pronto una terrible sorpresa sobre-coger a los habitantes del mundo. Cristo vendr repentinamente, con poder y grande gloria. Entoncesno habr tiempo para prepararse para recibirlo. Ahora es el tiempo en que hemos de dar el mensaje deadvertencia.

    ------------------Somos mayordomos a quienes nuestro Seor ausente ha encomendado el cuidado de su familia de fe ysus intereses, que l vino a esta tierra a atender. Ha regresado al cielo, dejndonos a nosotros a cargo, yespera que velemos y esperemos por su venida. Seamos fieles a nuestro cometido para que cuandovenga de repente, no nos halle durmiendo. (45)

    LA OBRA EN EUROPA.-Santa Elena, California, 7 de Diciembre de 1902.A mis hermanos en Europa:Tengo que deciros algo. El tiempo ha llegado para realizar grandes cosas en Europa. Una obra grande,semejante a la que se ha hecho en los Estados Unidos, puede ser hecha en Europa. Estableced sanato-rios, y restaurantes naturistas. Haced brillar la luz de la verdad presente por medio de la pgina impre-sa. Sea proseguida la traduccin de nuestros libros. Me fue mostrado que en diferentes pases de Euro-pa se encendern luces en muchas localidades.Hay muchos lugares donde la obra del Seor no est representada como debiera verse. Se necesita ayu-da en Italia, en Francia, en Escocia y en muchos otros pases. Una obra ms amplia debiera hacerse enesos lugares. Se necesitan obreros. Hay talentos entre los hijos de Dios en Europa, y el Seor desea queesos talentos sean empleados para establecer en toda Gran Bretaa y el continente, centros desde loscuales la luz de la verdad pueda resplandecer.Hay una obra que hacer en Escandinavia. Dios est tan deseoso de obrar por medio de los creyentes es-candinavos como con los americanos.Hermanos mos, permaneced cerca del Seor Dios de los ejrcitos. Sea l vuestro temor y pavor. Eltiempo de extender su ,,obra ha llegado. Tiempos de disturbios estn delante de nosotros, pero si per-manecemos unidos en los sentimientos de fraternidad cristiana, sin que nadie busque la preponderancia,Dios Trabajar poderosamente en nuestro favor. (46)Estemos llenos de esperanza y valor. El desnimo en el servicio del Seor es irracional y pecaminoso.Dios conoce cada una de nuestras necesidades. l posee la omnipotencia. Puede conceder a sus siervosla medida de eficiencia que necesitan segn su situacin. Su amor infinito y su compasin no se cansannunca. A la majestad de la omnipotencia, l une la bondad y la compasin de un tierno pastor. No te-nemos por qu temer que l no cumpla sus promesas. l es la verdad eterna. Jams cambiar la alianza

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    20/160

    Pg. 20

    que ha concertado con aquellos a quienes ama. Las promesas que ha hecho a la iglesia son inquebran-tables. Har de ella un ornamento para siempre, un motivo de gozo de generacin en generacin.Estudiad el captulo 41 de Isaas y procurad comprender todo su significado. "En las alturas abrir losros, y fuentes en medio de los valles; abrir en el desierto estanques de aguas, manantiales de aguas enla tierra seca. Dar en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondr en la soledad cipreses, pi-nos y bojes juntamente, para que vean y conozcan, y adviertan y entiendan todos, que la mano de Jeho-v hace esto, y que el Santo de Israel lo cre" (Isaas 41:18-20).El que ha escogido a Cristo se ha unido a un poder que ninguna sabidura ni fuerza humana algunapuede quebrantar. "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te es-fuerzo; siempre te ayudar, siempre te sustentar con la diestra de mi justicia... Porque yo Jehov soy tuDios, quien te sostiene de tu mano derecha..." (Isaas 41:10, 13)."A qu, pues me haris semejante o me compararis? dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, ymirad quin cre estas cosas; l saca y cuenta su ejrcito; a todas llama por sus nombres; ninguna falta-r; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio. Por qu me dices, oh Jacob, y hablas t,Israel: Mi camino est escondido de Jehov, y de mi Dios pas mi juicio? No has sabido, no has odoque el Dios eterno es Jehov, el cual cre los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con can-sancio, (47) y su entendimiento no hay quien lo alcance. l da esfuerzo al cansado, y multiplica lasfuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jvenes flaquean y caen;pero los que esperan a Jehov tendrn nuevas fuerzas; levantarn alas como las guilas; corrern, y nose cansarn; caminarn, y no se fatigarn" (Isaas 40:25-31).

    ------------------La luz de la verdad ha de resplandecer hasta los confines de la tierra. Una luz cada vez mayor resplan-dece con brillo celestial del rostro del Redentor sobre sus representantes, para ser difundida en las ti-nieblas de un mundo sumido en la noche. Como colaboradores suyos, oremos por la santificacin de suEspritu, para que podamos resplandecer con brillo cada vez mayor.

    ------------------La luz de la verdad para este tiempo est brillando ahora sobre los gabinetes de los reyes. Se est lla-mando la atencin de los estadistas a la Biblia "el libro de los estatutos de las naciones" y ellos estncomparando sus leyes nacionales con esos estatutos. Como representantes de Cristo, no tenemos tiem-po que perder. Nuestros esfuerzos no deben limitarse a unos pocos lugares donde la luz ha llegado a sertan abundante que ya no se aprecia. El mensaje evanglico debe ser proclamado a todas las naciones,tribus, lenguas y pueblos. (48)

    UNA VISIN DEL CONFLICTO.-Vi en visin dos ejrcitos empeados en terrible conflicto. Una hueste iba guiada por banderas que lle-vaban la insignia del mundo; la otra, por el estandarte teido en sangre del Prncipe Emanuel. Estandar-te tras estandarte quedaban arrastrados en el polvo, mientras que una compaa tras otra del ejrcito delSeor se una al enemigo, y tribu tras tribu de las filas del enemigo se una con el pueblo de Dios ob-servador de los mandamientos. Un ngel que volaba por el medio del cielo puso el estandarte de Ema-nuel en muchas manos, mientras que un poderoso general clamaba con voz fuerte: "Acudid a las filas.Ocupen sus posiciones ahora los que son leales a los mandamientos de Dios y al testimonio de Cristo.Salid de entre ellos y separaos, y no toquis lo inmundo, que yo os recibir, y os ser por Padre y meseris por hijos e hijas. Acudan todos los que quieran en auxilio de Jehov, en auxilio de Jehov contralos poderosos".La batalla segua rugiendo. La victoria alternaba de un lado al otro. A veces cedan los soldados de lacruz, "como abanderado en derrota" (Isaas 10:18). Pero su retirada aparente era tan slo para ganar unaposicin ms ventajosa. Se oan gritos de gozo. Se elev un canto de alabanza a Dios, y las voces de losngeles se les unieron mientras los soldados de Cristo plantaban su estandarte en las murallas de lasfortalezas hasta entonces sostenidas por el enemigo. El Capitn de nuestra salvacin ordenaba la batalla

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    21/160

    Pg. 21

    y mandaba refuerzos a sus soldados. Su fuerza se manifestaba poderosamente y los alentaba a llevar labatalla hasta las puertas. Les ense cosas terribles en justicia, mientras que, venciendo y determinadoa vencer, los conduca paso a paso.Al fin se gan la victoria. El ejrcito que segua la bandera (49) que tena la inscripcin: "Los manda-mientos de Dios y la fe de Jess", triunf gloriosamente. Los soldados de Cristo estaban cerca de laspuertas de la ciudad, y con gozo la ciudad recibi a su Rey. Se estableci el reino de paz, gozo y justi-cia eterna.La iglesia es ahora militante. Ahora nos vemos frente a un mundo sumido en las tinieblas de mediano-che, casi completamente entregado a la idolatra. Pero llega el da en que la batalla habr sido peleada,la victoria ganada. La voluntad de Dios ha de ser hecha en la tierra, como es hecha en el cielo. Enton-ces las naciones no reconocern otra ley que la del cielo. Todos formarn una familia feliz y unida, re-vestidos con las vestiduras de alabanza y agradecimiento: el manto de la justicia de Cristo. Toda la na-turaleza, con belleza insuperable, ofrecer a Dios un constante tributo de alabanza y adoracin. Elmundo quedar inundado por la luz del cielo. Los aos transcurrirn en alegra. La luz de la luna sercomo la del sol, y la del sol ser siete veces mayor que ahora. Sobre la escena cantarn juntas las estre-llas de la maana y los hijos de Dios clamarn de gozo, mientras que Dios y Cristo unirn su voz paraproclamar: "No habr ms pecado, ni habr ms muerte".Tal es la escena que me fue presentada. Pero la iglesia debe pelear contra enemigos visibles e invisi-bles, y pelear. Agentes de Satans en forma humana estn en el terreno. Los hombres se han confede-rado para oponerse al Seor de los ejrcitos. Estas confederaciones continuarn hasta que Cristo deje sulugar de intercesin ante el propiciatorio, y se vista las vestiduras de venganza. Los agentes satnicosestn en toda ciudad organizando febrilmente en partidos a los que se oponen a la ley de Dios. Los queprofesan ser santos y los que son francamente incrdulos se deciden por dichos partidos. Para los hijosde Dios, no es el momento de ser dbiles. Ni por un instante podemos dejar de estar en guardia."Por lo dems, hermanos mos, fortaleceos en el Seor, y en el poder de su fuerza. Vestos de toda laarmadura de Dios, para (50) que podis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tene-mos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores delas tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, to-mad la armadura de Dios, para que podis resistir en el da malo, y habiendo acabado todo, estar fir-mes. Estad, pues, firmes, ceidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, ycalzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con quepodis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvacin, y la espada delEspritu, que es la palabra de Dios..." (Efesios 6:10-17)."Y esto pido en oracin, que vuestro amor abunde aun ms y ms en ciencia y en todo conocimiento,para que aprobis lo mejor, a fin de que seis sinceros e irreprensibles para el da de Cristo, llenos defrutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios" (Filipenses 1:9-11)."Solamente que os comportis como es digno del evangelio de Cristo,... firmes en un mismo espritu,combatiendo unnimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que paraellos ciertamente es indicio de perdicin, mas para vosotros de salvacin; y esto de Dios. Porque a vo-sotros os es concedido a causa de Cristo, no slo que creis en l, sino tambin que padezcis por l"(versos 27-29).Estn siendo reveladas en estos postreros das visiones de una gloria futura, escenas trazadas por lamano de Dios, y ellas deberan ser estimadas por su iglesia. Qu fue lo que sostuvo al Hijo de Diosdurante su traicin y juicio? Vio el fruto de la afliccin de su alma y qued satisfecho. Capt una visinde la expansin de la eternidad y vio la dicha de aquellos quienes a travs de su humillacin recibiranperdn y vida eterna. l fue herido por sus rebeliones, molido por sus pecados. El castigo de su paz fuesobre l, y por su llaga fueron curados. Su odo escuch el grito triunfante de los redimidos. Escuch alos redimidos cantando el (51) cntico de Moiss y del Cordero.

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    22/160

    Pg. 22

    Debemos tener una visin del futuro y de la dicha celestial. Deteneos sobre el umbral de la eternidad yescuchad la grata bienvenida dada a los que en esta vida han colaborado con Cristo, considerando comoun privilegio y honor el haber sufrido en su nombre. Al unirse a los ngeles, depositan sus coronas a lospies del Redentor, mientras exclaman: "El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las ri-quezas, la sabidura, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza... Al que est sentado en el trono, y alCordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 5:12-13).All los redimidos saludan a los que los condujeron al Salvador levantado. Se unen en adoracin deAquel que muri para que los seres humanos tuviesen la vida en la misma medida que la de Dios. Elconflicto ha pasado. Toda tribulacin y lucha ha llegado a su fin. Cantos de victoria embargan el cielomientras los redimidos se renen en torno al trono de Dios. Al unsono cantan alegres el refrn: "Digno,digno es el Cordero que fue inmolado, y ha revivido como conquistador triunfante"."Despus de esto mir, y he aqu una gran multitud, la cual nadie poda contar, de todas naciones y tri-bus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropasblancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvacin pertenece a nuestroDios que est sentado en el trono, y al Cordero" (Apocalipsis 7:9-10)."Estos son los que han salido de la gran tribulacin, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecidoen la sangre del Cordero. Por esto estn delante del trono de Dios, y le sirven da y noche en su templo;y el que est sentado sobre el trono extender su tabernculo sobre ellos. Ya no tendrn hambre ni sed,y el sol no caer ms sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que est en medio del trono lospastorear, y los guiar a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugar toda lgrima de los ojos de ellos"."...y ya no habr muerte, ni habr ms (52) llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasa-ron" (Apocalipsis 7:14-17; 21:4).Captaris la inspiracin de la visin? Dejaris que vuestra mente contemple la escena? Os converti-ris de verdad para luego salir a trabajar con un espritu completamente diferente a aquel con quehabis trabajado en el pasado, desplazando al enemigo, derribando toda barrera al avance del evange-lio, llenando corazones de la luz, la paz y el gozo del Seor? No quedar enterrado el malvado espritude crtica y murmuracin, para nunca ms resucitar? No ascender el incienso de alabanza y gratitudde corazones purificados y santificados por la presencia de Cristo? No nos asiremos por fe de los pe-cadores para traerlos al pie de la cruz?Quines se consagrarn ahora al servicio del Seor? Quines prometern ahora no afiliarse al mundo,sino ms bien salir de l y apartarse, rehusando contaminar su alma con los esquemas y prcticas mun-danales que han estado manteniendo a la iglesia bajo la influencia del enemigo?Estamos en este mundo para levantar en alto la cruz de la abnegacin. Al exaltar esta cruz, descubrire-mos que ella nos levanta a nosotros. Que todo cristiano ocupe su lugar, captando la inspiracin de laobra que Cristo llev a cabo en favor de las almas mientras estuvo en este mundo. Necesitamos la pa-sin del hroe cristiano que puede soportar ver al Invisible. Nuestra fe debe experimentar una resurrec-cin. Los soldados de la cruz han de ejercer una influencia positiva en favor del bien. Cristo dice: "Elque no es conmigo, contra m es; y el que conmigo no recoge, desparrama" (Mateo 12:30). La indife-rencia en la vida cristiana es una clara negacin del Salvador.Acaso no deberan verse en el mundo hoy cristianos que en todos los aspectos de su obra sean dignosdel nombre que llevan, que aspiran hacer las obras dignas de valientes soldados de la cruz? Estamos vi-viendo cerca del final del gran conflicto, cuando muchas almas sern rescatadas de la esclavitud del pe-cado. (53) Estamos viviendo en un tiempo cuando de una manera especial pertenece a los seguidores deCristo la promesa: "Yo estoy con vosotros todos los das, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20). Aquelque mand que la luz brillase en la oscuridad, que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable,nos pide que dejemos alumbrar nuestra luz delante de los hombres, para que vean nuestras buenasobras y glorifiquen a nuestro Padre que est en los cielos. La luz le ha sido dada al pueblo de Dios ental abundancia que Cristo tiene razn en exigirles que sean la luz del mundo.

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    23/160

    Pg. 23

    A nuestros mdicos y ministros envo este mensaje: Emprended la obra del Seor como si de veras cre-yeseis la verdad para este tiempo. Los obreros mdico-misioneros y los obreros en el ministerio evan-glico debern estar unidos con vnculos indisolubles. Deben hacer su obra con nuevo aliento y poder.En nuestras iglesias debe haber una nueva conversin y una reconsagracin al servicio. En nuestra obrafutura y en las reuniones que llevemos a cabo, no podramos estar en comn acuerdo? No luchare-mos con Dios en oracin, pidiendo que el Espritu Santo entre en cada corazn? La presencia de Cristo,manifestada en nuestro medio, curara la lepra de la incredulidad que ha hecho que nuestro servicio seadbil e ineficiente. Necesitamos el soplo de vida divina. Debemos ser conductos por medio de los cua-les el Seor pueda enviar su luz y su gracia al mundo. Debemos descartar nuestros pecados y por mediode la confesin y el arrepentimiento humillar nuestros corazones orgullosos ante Dios. Un caudal depoder espiritual fluir sobre aquellos que estn preparados para recibirlo.Si tan slo nos disemos cuenta con cunto ahnco trabaj Jess para sembrar la semilla del evangelio,nosotros, que estamos viviendo tan cerca del cierre de la gracia, trabajaramos infatigablemente paraproporcionarles el pan de vida a las almas que perecen. Por qu somos tan fros e indiferentes? Porqu ser que nuestro corazn es tan insensible? Por qu somos tan reacios a entregarnos a la obra a lacual Cristo dedic su vida? (54) Algo tiene que hacerse para curar esta terrible indiferencia que se haapoderado de nosotros. Inclinemos nuestro rostro con humildad al ver cunto menos hemos hecho de loque pudiramos haber hecho para sembrar la semilla de la verdad.Mis queridos hermanos y hermanas, os hablo con palabras de amor y ternura. Despertad y consagraossin reservas a la obra de comunicar la luz de la verdad para este tiempo a aquellos que estn en oscuri-dad. Captad el espritu del gran Obrero Maestro. Aprended del Amigo de los pecadores cmo ministrara las almas enfermas de pecado. Recordad que en la vida de sus seguidores ha de verse la misma devo-cin, la misma sujecin a la obra de Dios de toda exigencia social, de todo afecto terrenal, que se vio ensu propia vida. A los requerimientos de Dios hay que darles siempre la mxima importancia. El ejem-plo de Cristo es para inspiramos a que nos esforcemos incansablemente para hacer el bien a los dems.A cada miembro de iglesia Dios pide que entre en su servicio. La verdad que no se vive, que no se im-parte a los dems, pierde su poder vivificador, su virtud sanadora. Todos deben aprender a trabajar yocupar su lugar como portadores de cargas. Todo aquel que es aadido a la iglesia debe ser un medioms para el cumplimiento del gran plan de redencin. La iglesia entera, actuando como un solo cuerpo,combinndose en perfecta unin, deber ser una agencia misionera y viviente, movida y controlada porel Espritu Santo.

    ------------------No es slo por medio de hombres en puestos elevados de responsabilidad, ni slo por hombres queocupan puestos en juntas o comits, o slo por gerentes de nuestros sanatorios y casas publicadoras,que ser hecha la obra que llenar la tierra del conocimiento del Seor, como el agua llena la mar. Estaobra ser realizada nicamente por la iglesia entera, haciendo todos su parte bajo la direccin y el poderde Cristo. (55)

    SECCIN DOS: CONSEJOS REPETIDOS CON FRECUENCIA.-"Y Jehov el Dios de sus padresenvi constantemente palabra aellos por medio de sus mensajeros,porque l tena misericordia desu pueblo y de su habitacin".(2 Crnicas 36:15).

  • 8/14/2019 Testimonios Para La Iglesia 8

    24/160

    Pg. 24

    ADVERTENCIAS Y CONSEJOS DADOS A LA IGLESIA DE BATTLE CREEK1.-Granville, Nueva Gales del Sur, 20 de Julio de 1894.Deseo recordarles a mis hermanos las amonestaciones y advertencias que me han sido dadas concer-nientes a la inversin constante de recursos en Battle Creek para proveer un poco ms de espacio, o pa-ra tener mayores comodidades. Hay que entrar en nuevos campos; la verdad ha de ser proclamada co-mo testimonio a todas las naciones. En estos nuevos campos la obra se ve impedida a tal punto que elestandarte de la verdad no puede ser levantado en alto como debiera. Mientras que nuestros herma-nos de Estados Unidos se sienten libres para invertir recursos en edificios que el tiempo revelar que noeran necesarios y que hubiera sido mejor no tenerlos, se absorben miles de dlares que el Seor pedaque fueran gastados en "regiones de ultramar". Yo he presentado las advertencias y la amonestacincomo palabra (56) del Seor; pero mi corazn se ha entristecido al ver que, a pesar de todas ellas, sehan absorbido recursos para satisfacer estas supuestas necesidades; se ha aadido edificio tras edificiode manera que el dinero no se ha podido emplear en lugares donde no hay comodidades, ningn edifi-cio para la adoracin pblica de Dios o para brindarle carcter a la obra, ningn lugar donde el estan-darte de la verdad pudiera ser levantado. Estas cosas yo las