importancia de la información escrita para pacientes

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Correo de los lectores FMC-Formación Médica Continuada en Atención Primaria 583 Bibliografía 1. Agostino A, Camilloni MA, D’Amore F, Piferi D, Santoro AM. Scrofu- la in an elderly woman. A clinical case. Clin Ter 1993; 142: 175-178. 2. Atención a las personas con TBC. Programa del adulto. Madrid: Insa- lud, 1997. 3. Oliva Domínguez J, Moreno Guillén S. Tuberculosis. El Médico 2000; 19/05: 29-52. 4. Lamoneda Herrerín C, Guerra Tapia A. Enfermedades cutáneas produ- cidas por micobacterias. Tratado de dermatología. Madrid: Luzán, S.A., 1994: 143-191. 5. Ibekwe AO, Al Shareef Z, Al Kindy S. Diagnostic problems of tubercu- lous cervical adenitis (scrofula). Am J Otolaryngol 1997; 18: 202-205. 6. Kankalima M, Mumbuc S, Bayazit Y, Sirikci A. Management strategy of micobacterial lymphadenitis. J Laryngol Otol 2000; 114: 274-278. Importancia de la información escrita para pacientes La persona tiene derecho a conocer la manera sana e insana de asumir su enfermedad; tiene que tener la información que le haga menos dependiente del sistema sanitario, y tiene que tener la información para saberla utilizar. VALL C, 1986 1 Sr. Director: El abordaje de una gran parte de los problemas de la consulta en atención primaria requiere intervenciones educativas y acciones que impliquen cambios en las actitudes y conducta del paciente. Aten- der únicamente sus necesidades físicas y dedicar la mayor parte del tiempo a usar métodos diagnósticos y terapéuticos es un trabajo a medias, incompleto. Por lo general, consagrar el tiempo suficiente a conocer al paciente, su contexto, sus creencias y sus comportamien- tos implica un mayor aprovechamiento en el cuidado de la salud 2 . Esto se comprueba en la revisión de la bibliografía, donde se constata que la información médica que proporcionamos a nues- tros pacientes favorece una mejor utilización de los servicios sani- tarios, ayuda al enfermo a aumentar la comprensión sobre su enfer- medad, reduce sus ansiedades y altera sus hábitos en el cuidado de la salud. La ausencia de información sanitaria es una de las princi- pales causas (30-50%) del incumplimiento del tratamiento por par- te de los pacientes, pero paliar su déficit supone promover una ma- yor participación del paciente en aspectos tan importantes como la adhesión al tratamiento, el autocuidado, así como mejorar la satis- facción por los servicios recibidos 3 . La información que damos a nuestros pacientes forma parte de todo un proceso de educación, pero para ello hay que establecer una comunicación bidireccional, es decir, intentar hacer compren- der nuestros puntos de vista, al mismo tiempo que tenemos que co- nocer las expectativas del paciente y sus conocimientos previos so- bre la materia de que le vamos a informar. Por otro lado, la información tiene que motivar al paciente, ya que aunque la información sea efectiva ésta puede ser insuficiente si el paciente no está interesado en lo que le vamos a proponer. Así pues, podemos aumentar la motivación cuando se involucra a fa- miliares y cuidadores (esencial en el caso de niños y ancianos), cuando existe una buena relación médico-paciente y cuando la in- formación se entiende como verdaderamente importante para la sa- lud 4 . Además, debe siempre responder a unos objetivos que pue- dan evaluarse, y no emitirse tan sólo de forma aislada en nuestra consulta. La información oral puede verse favorecida si disponemos de un material de apoyo didáctico, cuyo valor radica en ser un vehículo o instrumento que facilita el proceso educativo. Sin embargo, dispo- ner de estos materiales implica saber utilizarlos bien (tabla 1). De esta manera, aunque los materiales escritos no deben nunca predominar, sí pueden disminuir las barreras de comunicación oral que podemos encontrarnos en la consulta (brevedad de tiempo, ti- midez del paciente al preguntar, bloqueo emocional, etc.). La com- binación ideal sería, por tanto, el equilibrio entre la comunicación oral y escrita, aumentando así el entendimiento entre el médico y el paciente, y proporcionar un feed-back para poder evaluar el gra- do de comprensión, valorar nuevas necesidades o aclarar dudas en visitas sucesivas. En el diseño de estos materiales educativos han de tenerse en cuenta distintos aspectos. En primer lugar, debe ser de fácil acceso, comprensible y entretenido, que mantenga la atención, utilizando un vocabulario neutro, y ha de acompañarse de un complemento visual (gráficas, dibujos e ilustraciones). También es importante que se emita siempre en los contextos y términos culturalmente apropiados 4 . Por último cabe reseñar lo mucho que se echa de menos en la bibliografía, y más especialmente en las revistas de atención pri- maria, anexos de información para los pacientes en artículos o re- visiones monográficas, como complemento a la labor de educación para la salud, que no puede faltar en nuestras consultas. B. Moreno Caballero, B. Sanz Pozo*, M. Castro Barrio y C. Conde Bejarano* Médico especialista en Medicina de Familia y Comunitaria. *Médico residente de Medicina de Familia y Comunitaria. Unidad Docente Área X. Madrid. Bibliografía 1. Borrel i Carrió F. Manual de entrevista clínica (3. a ed.). Barcelona: Doyma Libros, 1994. 2. Charlton I. Usefulness of a patient library in a suburban general practi- ce. Med J Aust 1997; 167: 579-581. 3. Rheinstein PH, McGinnis TJ, Nightingale SL. The patient information and education initiative. Am Fam Physician 1995; 52: 2377-2382. 4. Mayeaux EJ Jr, Murphy PW, Arnold C, Davis TC, Jackson RH, Sentell T. Improving patient education for patient with low literacy skills. Am Fam Physician 1996; 53: 205-211. TABLA 1. Importancia de la información escrita para el paciente 4 Ventajas Inconvenientes Sirve como refuerzo de la información oral No es útil como recurso único Información accesible y fácil de recordar Información generalizada Disminuye las barreras de comunicación oral Errores de comprensión, dependiendo Posibilita la creación de un feed-back con el paciente de contextos culturales y emocionales Es barato

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Correo de los lectores

FMC-Formación Médica Continuada en Atención Primaria 583

Bibliografía

1. Agostino A, Camilloni MA, D’Amore F, Piferi D, Santoro AM. Scrofu-la in an elderly woman. A clinical case. Clin Ter 1993; 142: 175-178.

2. Atención a las personas con TBC. Programa del adulto. Madrid: Insa-lud, 1997.

3. Oliva Domínguez J, Moreno Guillén S. Tuberculosis. El Médico 2000;19/05: 29-52.

4. Lamoneda Herrerín C, Guerra Tapia A. Enfermedades cutáneas produ-cidas por micobacterias. Tratado de dermatología. Madrid: Luzán, S.A.,1994: 143-191.

5. Ibekwe AO, Al Shareef Z, Al Kindy S. Diagnostic problems of tubercu-lous cervical adenitis (scrofula). Am J Otolaryngol 1997; 18: 202-205.

6. Kankalima M, Mumbuc S, Bayazit Y, Sirikci A. Management strategyof micobacterial lymphadenitis. J Laryngol Otol 2000; 114: 274-278.

Importancia de la informaciónescrita para pacientes

La persona tiene derecho a conocer la manera sana e insana deasumir su enfermedad; tiene que tener la información que le haga

menos dependiente del sistema sanitario, y tiene que tener lainformación para saberla utilizar.

VALL C, 19861

Sr. Director:El abordaje de una gran parte de los problemas de la consulta en

atención primaria requiere intervenciones educativas y acciones queimpliquen cambios en las actitudes y conducta del paciente. Aten-der únicamente sus necesidades físicas y dedicar la mayor parte deltiempo a usar métodos diagnósticos y terapéuticos es un trabajo amedias, incompleto. Por lo general, consagrar el tiempo suficiente aconocer al paciente, su contexto, sus creencias y sus comportamien-tos implica un mayor aprovechamiento en el cuidado de la salud2.

Esto se comprueba en la revisión de la bibliografía, donde seconstata que la información médica que proporcionamos a nues-tros pacientes favorece una mejor utilización de los servicios sani-tarios, ayuda al enfermo a aumentar la comprensión sobre su enfer-medad, reduce sus ansiedades y altera sus hábitos en el cuidado dela salud. La ausencia de información sanitaria es una de las princi-pales causas (30-50%) del incumplimiento del tratamiento por par-te de los pacientes, pero paliar su déficit supone promover una ma-yor participación del paciente en aspectos tan importantes como laadhesión al tratamiento, el autocuidado, así como mejorar la satis-facción por los servicios recibidos3.

La información que damos a nuestros pacientes forma parte detodo un proceso de educación, pero para ello hay que estableceruna comunicación bidireccional, es decir, intentar hacer compren-der nuestros puntos de vista, al mismo tiempo que tenemos que co-nocer las expectativas del paciente y sus conocimientos previos so-bre la materia de que le vamos a informar.

Por otro lado, la información tiene que motivar al paciente, yaque aunque la información sea efectiva ésta puede ser insuficientesi el paciente no está interesado en lo que le vamos a proponer. Asípues, podemos aumentar la motivación cuando se involucra a fa-miliares y cuidadores (esencial en el caso de niños y ancianos),cuando existe una buena relación médico-paciente y cuando la in-formación se entiende como verdaderamente importante para la sa-lud4. Además, debe siempre responder a unos objetivos que pue-dan evaluarse, y no emitirse tan sólo de forma aislada en nuestraconsulta.

La información oral puede verse favorecida si disponemos de unmaterial de apoyo didáctico, cuyo valor radica en ser un vehículo oinstrumento que facilita el proceso educativo. Sin embargo, dispo-ner de estos materiales implica saber utilizarlos bien (tabla 1).

De esta manera, aunque los materiales escritos no deben nuncapredominar, sí pueden disminuir las barreras de comunicación oralque podemos encontrarnos en la consulta (brevedad de tiempo, ti-midez del paciente al preguntar, bloqueo emocional, etc.). La com-binación ideal sería, por tanto, el equilibrio entre la comunicaciónoral y escrita, aumentando así el entendimiento entre el médico yel paciente, y proporcionar un feed-backpara poder evaluar el gra-do de comprensión, valorar nuevas necesidades o aclarar dudas envisitas sucesivas.

En el diseño de estos materiales educativos han de tenerse encuenta distintos aspectos. En primer lugar, debe ser de fácil acceso,comprensible y entretenido, que mantenga la atención, utilizandoun vocabulario neutro, y ha de acompañarse de un complementovisual (gráficas, dibujos e ilustraciones). También es importanteque se emita siempre en los contextos y términos culturalmenteapropiados4.

Por último cabe reseñar lo mucho que se echa de menos en labibliografía, y más especialmente en las revistas de atención pri-maria, anexos de información para los pacientes en artículos o re-visiones monográficas, como complemento a la labor de educaciónpara la salud, que no puede faltar en nuestras consultas.

B. Moreno Caballero, B. Sanz Pozo*, M. Castro Barrio y C. Conde Bejarano*Médico especialista en Medicina de Familia y Comunitaria. *Médico residente de Medicina de Familia yComunitaria. Unidad Docente Área X. Madrid.

Bibliografía

1. Borrel i Carrió F. Manual de entrevista clínica (3.a ed.). Barcelona:Doyma Libros, 1994.

2. Charlton I. Usefulness of a patient library in a suburban general practi-ce. Med J Aust 1997; 167: 579-581.

3. Rheinstein PH, McGinnis TJ, Nightingale SL. The patient informationand education initiative. Am Fam Physician 1995; 52: 2377-2382.

4. Mayeaux EJ Jr, Murphy PW, Arnold C, Davis TC, Jackson RH, SentellT. Improving patient education for patient with low literacy skills. AmFam Physician 1996; 53: 205-211.

TABLA 1. Importancia de la información escrita para el paciente4

Ventajas Inconvenientes

Sirve como refuerzo de la información oral No es útil como recurso únicoInformación accesible y fácil de recordar Información generalizadaDisminuye las barreras de comunicación oral Errores de comprensión, dependiendoPosibilita la creación de un feed-back con el paciente de contextos culturales y emocionalesEs barato