a l b a n o

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Las puertas están abiertas,

entren, vean y copien.

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periscopio #2

DIRECCIÓN Albano

EDICIÓN Marta Malo y Albano

ASISTENTE DE EDICIÓNBeatriz Aymat Bernal

PRODUCCIÓNCaroline J. Lowel

DISEÑO Y MAQUETACIÓNMarta Malo

TEXTOSFrancisco Blanco, David Casillas, José María Sánchez,

Albano y Marta Malo

DEPÓSITO LEGALAV. 99-2013

periscopio #2Edición no venal de 25 + VI ejemplaresNumerados a mano y personificados por el autor

Ejemplar nº

Pertenece a

Tapa: La bañera

Albano, 2014

equinoccio de aries/2014

CONTENIDOS

28

14

12

30

Ni la juventud sabe lo que puede,ni la vejez puede lo que sabe

José Saramago

71 2 y

3 PÁR

RAFO

S

VERRACO ÍGNEOMarta Malo

Stonehenge, cinco milenios en los que sale a la luz el transcurso de los días y el proceso de la vida, como los sedimentos depositados en la mesa de trabajo de un artista, los vestigios del cursar de una trayectoria, el devenir de una idea que se torna en una realidad palpable.

El solsticio de Capricornio abrió un camino que prosigue cargado de inquietudes y propuestas. Periscopio como herramienta, como granito abulense, es el testimonio de la carrera de Albano, de su quehacer diario. Es presencia en el tiempo de unas novedades que en esta segunda edición vienen de la mano de los soportes residuales que han entrado a formar parte estructural de su nue-vo proyecto artístico; pero también de la Bienal de Pintura Rafael Botí, de una renovada web, de la revista El Cobaya o de entrevis-tas contundentes. Raudal Fuente quedaba huérfano este trimestre con la marcha del genio que compuso Fuente y Caudal. Tras Albert Camus, este espacio dedicado a sus influencias más íntimas, es ocupado por José Saramago, protagonista de este Periscopio #2 que inauguramos con las palabras sinceras de Francisco Blanco y lo cerramos viajando desde la Bitácora de Encina y Roble.

Periscopio es un proyecto en equipo cargado de entusias-mo e ilusión, donde la constancia, la fortaleza y el empuje se aúnan en un camino fructífero. Agradecer con sinceridad plena la labor que se me encomienda en cada número así como la confianza deposita-da. Fernando Zóbel a propósito de Eusebio Sempere dijo; “Es difícil hablar claro cuando se juntan admiración y amistad”, hay más que decir, este no es el fin.

O sinfonía albina… No se trata de un juego de palabras, sino más bien de otro poema sinfónico, escrito en una clave diferente a la que eligiera el maestro bávaro. Y es que el joven abulense nos sorprende esta vez con un repertorio inédito en su trayectoria. Estrena un modo de expresión que nace de la ilusión, de la sensibilidad y del talento, del afán de búsqueda.

Albano construye ahora su partitura sobre un blanco sereno, más que amable, delicado y soberano a un tiempo, que la cuerda sostiene como cimiento de la orquesta. Los demás instrumentos interpretan una geometría cromática muy personal, amparados por la generosidad nívea del lienzo o de la tabla; no compiten con ella, conviven en singular diálogo. El artífice concibe como células rítmicas cuadrados y rectángulos, superponiendo formas y tonalidades que vibran en planos diversos, sin confundirse, más allá de un grafismo bidimensional. El azar es sólo aparente, y en la reiteración no hay monotonía, pues se advierte el juego armónico de la composición, que equilibra los distintos elementos. El acrílico describe melodías coloristas, como si de un grupo de viento se tratara. La gama de timbres y matices es variada pero no abruma, y enriquece las líneas. La percusión marca el pulso de la invención, y el negro como recurso plástico sirve entonces de contrapunto, crea tensión. La tesitura escogida no abarca el registro cálido, pero tampoco son frías las reso-nancias, porque la sonoridad está viva.

La obra reciente que Albano nos ofrece representa ciertamente un punto de inflexión en su camino, un nuevo lenguaje. Sin duda afronta el riesgo con responsabilidad, y en el intento seguramente se sucederán luces y sombras, que darán lugar a nuevos logros. Es el claroscuro del artista, de la vida. El reto nos regala ya una música original, interesante, no escuchada antes; se intuye prometedor, si el empeño se mantiene perseverante y lúcido.

Y el blanco en su nombre, en su pintura…

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...AHORA EL BLANCOFrancisco Blanco Quintana

Fundación Venancio Blanco

David Casillas

El acto de presentación de la revista, cuya portada es obra del artista abulense Albano, tuvo lugar el pasado miércoles 26 de febrero en el Episcopio.

José María Muñoz Quirós, director de El Cobaya, explicó que este nuevo número de la revista se abre, tras el breve editorial que anticipa y explica los contenidos, con medio centenar de páginas dedicadas al inolvida-ble Jacinto Herrero. El cuadernillo central está dedicado a mostrar «la labor más reciente» de los miembros del consejo de redacción de El Cobaya (José María Muñoz Quirós, Sonsoles Sánchez-Reyes, Roberto Ro-dríguez, Carlos Aganzo, Eduardo Garcinuño, José Pulido y Daniel Zazo), escritos que se reparten entre los poemas, los artículos y la prosa breve.

La tercera parte de la revista, más de 40 páginas, ha sido dedicada a Vicente Martín, un poeta que comenzó tarde su dedicación a la escritura de poemas pero que conoció en sus últimos años un enorme éxito a nivel nacional, homenaje que como en el caso de Jacinto Herrero comienza con una visión crítica de su obra.

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P A S E OP O R T R I E S T E

PORTADA EL COBAYA

REVISTA CULTURAL Año XV * Número 22

Presentación de El Cobaya

Derecha: Paseo por TriesteAlbano, 2013

FINALISTA

Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí Córdoba

Marta Malo

Reunido el jurado de la primera edición de la Bienal de Pintura Rafael Botí en Cór-doba, formado por D. Antonio Pineda como presidente; D. Rafael Botí, Dña Fuen-santa García, Dña Ángeles Raya y D. Juan Serrano como vocales; actuando como secretario D. Juan Carlos Jiménez, seleccionó tres obras como finalistas:

- Parva Domus, Magna Quies de Miki Leal. - Atlas 1302 de Albano. - Kepa Garraza, 1986-2000 de Kepa Garraza.

No obstante y dado que igualmente según la Base Segunda de la Convocatoria el premio no puede ser dividido, el Jurado acuerda proponer al órgano competente de la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí la adquisición de la obra Parva Domus, Magna Quies, que pasará a formar parte de su fondo artístico, por el importe de 12.000 €, cuantía del Premio recogido en la Convocatoria.

Izquierda: Atlas 1302

I BIENAL DE P I N T U R A RAFAEL BOTÍ

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S O P O R T E SR E S I D U A L E S

La acción de estampar con tórculo genera en los fieltros infinitud de recuerdos, hay un acercamiento hacia lo real.

Com a minha memória, essa que eu sou. “

Não quero esquecer nada.”

ATLAS 1403Colección Privada

En la city, confirma, siempre hay cosas por hacer: ver exposiciones, acudir a conferencias, participar en charlas o coloquios... «Es otro mundo distinto», argu-menta el joven abulense.

En Inglaterra, Albano dice percibir «mucha más pro-fesionalidad y seriedad en el trabajo, en el respeto hacia el artista, en la disciplina que sea». Y va más allá al asegurar que a España «le queda todavía mu-cho para situarse en el mapa internacional del arte».

Al respecto, reflexiona: «hay que estudiar nuevos mo-delos del sistema, porque no podemos seguir traba-jando como hasta ahora, ya sea en el arte, en la cien-cia o en los negocios. Hay que renovarse, sí, porque el problema no es el IVA, sino la falta de ideas y de renovación».

A su entender, nuestro país atesora una amplísima carga histórica, mucha tradición, y eso «pesa mu-cho», por lo que aunque sí hay proyectos, muchos se acaban materializando fuera de nuestras fronteras, donde hay apoyo económico. Por ello, es lacónico al afirmar que «cuando se reconoce fuera, después escuando se aprecia dentro». Sin embargo, Albano tie-ne un recuerdo especial para su tierra: «Ávila es el lugar idílico para trabajar».

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El artista abulense, ganador del premio BMW, asegura que <<aún nos queda para situarnos en el mapa internacional del arte>>

JÓVENES TALENTOS

<< El problema no es el IVA de la cultura, sino la falta de ideas y de renovación >>

Entrevista de José María Sánchez

La Razón. Edición Castilla y León

«Llevo tomándome la pintura en serio desde que tenía ca-torce años. En este tiempo he trabajado mucho el espacio y la identidad de las personas y su relación con los de-siertos. Esto es, los espacios vacíos en influencia con las personas». Son palabras de Albano Hernández, un artista plástico que, pese a su juventud, se abre paso entre los más cotizados en nuestro país. Desde hace algo más de un año, su apuesta es más procesual, dirigida a la pintura. «Lo que trabajo son los restos del proceso gráfico, la deca-pación, que crea sobre la saturación de imágenes que se produce».

Este joven abulense, de 25 años, tras licenciarse en Bellas Artes hace dos años, lleva unos meses en Cambridge, una ciudad conocida por su prestigiosa universidad, que dista apenas una hora de la capital londinense, algo parecido a lo que ocurre entre Ávila y Madrid.

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AlbanoPintor abulenseGanador del Premio BMW

Albano Hernández Domínguez na-ció en Ávila, en 1988. Vive y traba-ja en Cambridge, en Reino Unido, durante este año y su intención es recorrer en los próximos el Cono Sur de Iberoamérica. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Com-plutense, fue merecedor del Premio BMW de Pintura, que le entregó la Reina, y en el que se impuso a más de 700 obras. Además, ha recibido decenas y decenas de galardones a lo largo y ancho de la geografía española.

En su caso, asegura encerrarse en el estudio que tie-ne en el pueblo de su padre, Berrocalejo de Aragona, y «a modo de ermitaño, me coloco las anteojeras, como los caballos, y sigo en línea recta. Nadie me distrae». Con esa dosis de tranquilidad y concentra-ción, asegura, «estar tres o cuatro meses allí resulta enriquecedor».

De hecho, Ávila ha protagonizado cuadros suyos, como el que se impuso, en 2009 en la Bienal de Artes Plásticas de la Fundación Villar-Castilla y León, que tenía como paisaje al río Adaja.

Objetivo: Europa

Albano señala que su idea es instalarse en Europa, en Londres concretamente, pese a que antes, en los años que le restan hasta llegar a la treintena, desea viajar mucho. En particular en el cono sur de Ibe-roamérica. Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay son los lugares en los que pretende continuar, como él dice, con su «rodaje».

De hecho, acaba de completar un viaje de trabajo que le ha llevado a Buenos Aires y Montevideo. Dado que la situación en la capital argentina, dice, «está muy cálida en estos momentos», centró sus esfuerzos en la uruguaya. «Estuve en la Fundación Iturria, que me ha planteado una estancia», indica Albano Hernán-dez, que prevé desplazarse nuevamente hasta ese país a lo largo del próximo verano, que será invierno en la zona austral.

Gerard Richter como referente

Albano considera que «es duro y costoso» dedicarse a su profesión, aunque se considera un privilegiado por poder hacerlo. «Es mi convicción, sé que voy a pintar viva o no de ello, estoy convencido». Y alude a sus años de facultad cuando, recuerda, había com-pañeros que alcanzaban las vacaciones y colgaban

los bártulos. «No era mi caso. Yo cuando más trabaja-ba era en mis descansos, en fines de semanas, puen-tes y vacaciones de verano».

Y así, hasta llegar a este momento, en el que Albano, que sigue admirando a Gerard Richter, pero que tam-bién disfruta con los trazos de Rafael Canogar y Juan Usle, «habla en su obra de la pintura y sus procesos de creación».

El currículum de este joven abulense es interminable, brillante, y muestra a las claras su potencial de cara al futuro. Ha participado en cursos con Antonio López, en el Thyssen Bornemisza se acercó a Modigliani, o en el Reina Sofía, donde se interesó por la teoría de la imagen de Aby Warburg. Además, durante dos años fue becario en el Taller del Prado, en Madrid. Pero donde se demuestra su valía es en la enorme canti-dad de obras que han sido elegidas para colecciones públicas o privadas, en Madrid, Andalucía, Castila y León, Castilla-La Mancha o Portugal. Y es que, Alba-no lleva exponiendo desde hace mucho tiempo. Sus primeras muestras individuales se remontan a 2007, y recuerda con especial cariño la que protagonizó en la galería Calir, de Carmelo San Segundo, en Ávila, y las realizadas en la Galería António Prates de Lisboa y la reciente de «Ni siroco ni pampero», en Punta del Este, Uruguay.

Asimismo, ha contribuido al éxito de más de 70 ex-posiciones colectivas y cuenta con premios tan pres-tigiosos como el BMW de Pintura, dotado con 25.000 euros, por «Sigrdrifa», pero también otros muchos, como el «Premio Gredos a la trayectoria», el Nacional Ciudad de Badajoz o el Internacional Eugenio Hermo-so. Sin embargo, incide en que «es evidente que son importantes, pero no significan todo. Lo que resulta clave es tener una buena obra y hacer bien el trabajo, hagas lo que hagas».

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a l b a n o a r t i s t . c o m

El nuevo espacio web permite un contacto directo y la posibilidad de descar-gar gratuitamente todos los archivos gracias a la plataforma ISSUU.

Docmentos disponibles:

- Periscopio -Dossier de prensa 2013 -Dossier de prensa 2012 -Dossier de prensa 2011

+info -Bio -Statement -Bibliografía y Notas de prensa

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RAUD

AL

FUEN

TE

RE-CONOCÍA SARAMAGO

Albano

Me encontré con Saramago en los ojos de Pilar, con su universo de átomos conscientes en cada amigo que compartimos, desde su querida Iberia hasta el lejano viaje. Lo había leído igual que millones de personas lo habían hecho antes, unos cuantos mi-les lo hacen en este momento y más millones lo harán por siempre. Fue en mi primera visita a Lisboa, allá en el 2011, cuando profundicé en su persona, en su defensa de la igualdad, la dignidad y la justicia; en su buen hacer y en relatos confluyentes que velaban su abultada obra literaria para desembocar en el ensalzamiento como persona.

Aquellos encuentros lisboetas preparando “Pásalo”, prime-ra muestra que realicé fuera de España bajo la confianza del galeris-ta António Prates, se brindaban en un Mayo de incertidumbre finan-ciera para el país de los claveles. Sin embargo, florecía en Lisboa un nuevo faro a pies del Tajo, la Fundación Saramago era un velero contra el viento que ha llegado a la realidad del néctar sin miedo, sin pánico, con la actitud que José Saramago advirtió en sus últimos años.

Y allí estaba cenando junto a Juan Manuel Bonet, Tomás Paredes o António Prates, hablando de este personaje que se me revelaba a través de sus relatos. Después aconteció Pilar del Río, Sérgio Letria, David de Almeida, Gaspar Díaz, Agostinho Cordeiro, Marçal… a muchos les unía el orgullo de una frase: Yo conocí a Saramago.

Gracias. José Saramago

Albano, 2014

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B I T Á C O R A DE ENCINA Y ROBLE

Albano

Con el cierre de la primera edición de Peris-copio en el solsticio de Capricornio se echaban enci-ma las fechas navideñas y nuestro paréntesis, como el de tantos para compartir en familia, era una reali-dad. Diciembre había dejado en El Retiro la más nihi-lista presencia de su imperecedera belleza, llevando de comparsa las creaciones humanas. La vigésima octava edición del Premio BMW se mostraba en Casa de Vacas, hacía tiempo que no veía a algunos ami-gos y sus obras allí expuestas me daban la oportuni-dad de conversar con ellos, sin intimidad, porque la afluencia de público era, para mi gusto, excesiva. Con otro soñado paseo llegamos a esa victoria intensa e irreversible de Bonet, Rivas y González en “1980”, que ahora con mayor comodidad, bajo el título “Idea: Pintura Fuerza” recupera planteamientos destapados en una anterior crisis. Y de palacio a palacio, tras el paso de Miura, el de Cristal volvió a quedarse vacío para ofrecernos otra perspectiva de su majestuosa belleza. El itinerario matinal concluyó con un encuen-tro en el Círculo donde nos esperaba un risotto de setas servido con noticias y anécdotas en fantástica compañía.

Al eje Madrid–Ávila sumábamos Cuenca an-tes de despedir el año, la ciudad del abstracto siem-pre espera serena y más que agradecidos estamos. Antonio Pérez con la ilusión renovada cada día, pin-turas en silencio, turistas afortunados de haberse per-dido y el aire seco.

Vimos nacer el Júcar y el denominado 2014 antes de viajar al París de los años 40 con la com-pañía entrañable de Julián Grau Santos, al cual tuve la suerte de conocer porque formó parte del jurado que me concedió el Premio Nacional de Artes Plásti-cas de Majadahonda en el año 2009. El tiempo ahora nos volvía a unir, en su estudio, ante dos espléndidas obras de su padre. ¡Y vaya si han pasado cosas en estos cinco años!

El aroma bonaerense, los restos de un halo glorioso y el espíritu de mestizaje impregnan sus pa-seos, tan dispares en cada barrio. Los centros de Arte, las colecciones privadas y las pocas públicas atesoran la magia concreta más cercana al latir medi-terráneo, obras de Oiticica, Le Parc, Clark, Cruz-Diez, Soto, Rothfuss, Otero o Kosice se unían a los Torres y Gurvich unificando orillas.

El MALBA como buque insignia no deja indi-ferente, su fachada a más de cuarenta grados conser-va la frescura que se respira en su interior, sin lugar a dudas, este sueño de Eduardo Costantini ha hecho realidad la cultura con libertad e igualdad para todo el público. Sin perder el ritmo, en busca de conocer y absorber la ciudad de La Plata visitamos la colección de Amalia Lacroze de Fortabat, el Museo de la Ciu-dad de BA, que empieza a posicionarse como un re-ferente indiscutible; el MACBA y la Fundación PROA, donde por primera vez vimos reunidas varias obras de Ron Mueck en una misma muestra; lo cual le sitúa muy adecuadamente en cuanto tiene de espectáculo y sorpresa versus un discurso pulcro y coherente.

En Buenos Aires pusimos fin a un mes de viaje para volver a Cambridge, releer a Klee en Tate Modern y disfrutar el Año Nuevo en China Town. In-glaterra se nutre de una hibridación constante y enri-quecedora sostenida por siglos de historia que permi-te a los artistas un desarrollo sólido en su trayectoria. Por aquí hemos tenido ocasión de disfrutar una de las grandes catedrales, como es la de Salisbury, o retro-ceder cinco mil años en Stonehenge.

Como colofón, viaje relámpago a Madrid, donde pudimos escuchar la conferencia de Jesús Cobo sobre El Greco, que a propósito de la muestra brindada por Romeral aglomeró a numerosos amigos en una tarde de apetitoso cóctel: Poesía, Castrortega, Toledo, Sáez Angulo, Parro, El Greco…

Pocas noches después nos trasladamos hasta Uruguay, en el Museo Torres García seguíamos reviviendo ese París memorable, en esta ocasión de la mano de Yepes y sus esculturas íntimas. Montevi-deo imantaba al Sol con empeño, sus espacios expo-sitivos eran oasis anhelados donde compartir sombra con Figari, Torres o Podestá. Al ocaso una cita en la Fundación Iturria, Claudia e Ignacio derrocharon ilu-sión y generosidad; valores que me recordaban el en-cuentro con Carmela Piñón el enero anterior. La visita a Carrasco se prorrogó envuelta en lo pictórico, con un compromiso de continuación.

Con el mejor cicerone del país de Benedetti visitamos el estudio de Daniel Amaral y Ana Méndez. Sabía de la pintura de Daniel, me la había encontrado en Art Madrid, también en Punta del Este, y esa obra precisaba conocer a su creador. Ana puso el jazmín, el recogimiento y la magia a esa noche de verano que bien pudiera haberse alargado hasta el amanecer si no fuera porque nuestros cuerpos se rendían ante el cansancio de aplicar un ritmo europeo.

En Punta del Este, donde se come el me-jor salmorejo, volvió a sonreírme la suerte sin pisar el famoso Conrad. Compartimos alojamiento con An-tonio Alza, presente y referente del dibujo uruguayo, ¡detiene el tiempo! En la sombra de su estudio se da la idoneidad para releer “As Pequenas Memorias”, el reloj permite pensar en Azinhaga mientras Alza se su-merge en su mundo gris de carbón, con el ambiente perfumado por una selecta música que emana de las ventanas hacia las lenguas del Sol. Momentos inol-vidables, compartidos junto a José Bellesi, de gran crecimiento personal, merecedores de una suma gra-titud.

Al otro lado del Río de la Plata nos esperaba algo más que el ya conocido Ezeiza. Argentina, a pe-sar de los pesares, sigue derrochando seducción.

Lanzarote,

acabó sus

días,

18 de junio de

2010, el poeta José Saramago

a quien se dedica este Periscopio #2,

editado en Cambridge en el equinoccio de

marzo de 2014, centenario del ataque de la sufra-

gista Mary Richardson a la Venus del Espejo de

Velázquez, que fue restaurada por Helmut

Ruhemann, a quien los amantes

de la belleza jamás

deberíamos

olvidar.

En

Tías,

# 2