in memoriam. dr. leopoldo de la sierra setién

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ANGIOLOGÍA 2002; 54 (4): 346 IN MEMORIAM 346 Nos conocimos en el Hospital General de Asturias, con motivo del Primer Curso de Avances en Cirugía Vascular, en marzo de 1970. Yo era uno de los cursillistas recién licenciados. Tú eras un residente avanzado del servicio. Daba gusto ver funcionar entonces a aquel equipo en el hospital, de modo que me propuse ser uno de los vuestros. En octubre de ese mismo año tuve la suerte de empezar como R1, y así, como compañero de muchas fatigas, te disfruté como residente senior, en compañía de Pumarino y Lázaro, mientras era adjunto Fernando Bongera y era jefe José M.ª Cap- devila. Aquel tiempo de estrecho compa- ñerismo y amistad, en aquella época irre- petible de nuestras vidas, fue el que que- dó para siempre como referente entre nosotros, como después hemos recorda- do. De lo que ha ocurrido posteriormente con los componentes de aquel grupo, el destino en forma de enfermedades tiene las respuestas. Pronto te fuiste a Valencia, donde sólo tú sabes lo que luchaste entonces por con- In Memoriam. Dr. Leopoldo de la Sierra Setién F. Vaquero-Morillo seguir fundar una unidad de la especiali- dad en un Servicio de Cardiovascular; seguramente era demasiado pronto para lograr aquel empeño, por el que tanto te habías esforzado durante tu etapa como residente. Tus etapas posteriores en Madrid, primero integrado en el Servicio del 12 de Octubre, y posteriormente como Jefe de Unidad del Hospital de Alcalá de He- nares, te permitieron alcanzar aquello por lo que tanto habías luchado; hasta que la enfermedad volvió a presentarse ahora de forma irreparable en tu vida, y te apartó de nosotros, pero, sobre todo, de lo que más querías, tu familia, tu mujer Rosines, compañera inseparable de tantos años. Te quiero conservar en mi recuerdo como cuando fuimos compañeros; ima- gino que puedes estar conversando, allá donde estés, junto a Puma y Teo, segura- mente del mismo tema recurrente...; de aquellos proyectos, tú tuviste el privile- gio de ser el senior. Hasta siempre, Leo. Descansa en paz. Correspondencia: Dr. Fernando Vaquero Mo- rillo. Servicio de Angiolo- gía y Cirugía Vascular. Hospital de Léon. Altos de Nava, s/n. E-24071 Léon. E-mail: fvaquero m@ usua- rios.retecal.es © 2002, ANGIOLOGÍA

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Page 1: In Memoriam. Dr. Leopoldo de la Sierra Setién

ANGIOLOGÍA 2002; 54 (4): 346

IN MEMORIAM

346

Nos conocimos en el Hospital General de

Asturias, con motivo del Primer Curso deAvances en Cirugía Vascular, en marzode 1970. Yo era uno de los cursillistas

recién licenciados. Tú eras un residenteavanzado del servicio. Daba gusto verfuncionar entonces a aquel equipo en el

hospital, de modo que me propuse ser unode los vuestros.

En octubre de ese mismo año tuve la

suerte de empezar como R1, y así, comocompañero de muchas fatigas, te disfrutécomo residente senior, en compañía de

Pumarino y Lázaro, mientras era adjuntoFernando Bongera y era jefe José M.ª Cap-devila. Aquel tiempo de estrecho compa-

ñerismo y amistad, en aquella época irre-petible de nuestras vidas, fue el que que-dó para siempre como referente entre

nosotros, como después hemos recorda-do. De lo que ha ocurrido posteriormentecon los componentes de aquel grupo, el

destino en forma de enfermedades tienelas respuestas.

Pronto te fuiste a Valencia, donde sólo

tú sabes lo que luchaste entonces por con-

In Memoriam. Dr. Leopoldo de la Sierra Setién

F. Vaquero-Morillo

seguir fundar una unidad de la especiali-

dad en un Servicio de Cardiovascular;seguramente era demasiado pronto paralograr aquel empeño, por el que tanto te

habías esforzado durante tu etapa comoresidente.

Tus etapas posteriores en Madrid,

primero integrado en el Servicio del 12de Octubre, y posteriormente como Jefede Unidad del Hospital de Alcalá de He-

nares, te permitieron alcanzar aquellopor lo que tanto habías luchado; hastaque la enfermedad volvió a presentarse

ahora de forma irreparable en tu vida, yte apartó de nosotros, pero, sobre todo,de lo que más querías, tu familia, tu

mujer Rosines, compañera inseparablede tantos años.

Te quiero conservar en mi recuerdo

como cuando fuimos compañeros; ima-gino que puedes estar conversando, alládonde estés, junto a Puma y Teo, segura-

mente del mismo tema recurrente...; deaquellos proyectos, tú tuviste el privile-gio de ser el senior.

Hasta siempre, Leo. Descansa en paz.

Correspondencia:Dr. Fernando Vaquero Mo-rillo. Servicio de Angiolo-gía y Cirugía Vascular.Hospital de Léon. Altos deNava, s/n. E-24071 Léon.E-mail: fvaquero m@ usua-rios.retecal.es© 2002, ANGIOLOGÍA