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San Juan de los Lagos, Jal. Marzo de 2003 Nº 248 Pastoral Pastoral Pastoral Pastoral Pastoral Boletín de Revista Diocesana Mensual 1972 Año Santo 1982 1985 1989 1995 Jubileo 2000 2003 EVANGELIZACION CUARESMA-PASCUA 2003 «AÑO DE LA SANTIDAD»

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San Juan de los Lagos, Jal. Marzo de 2003 Nº 248

PastoralPastoralPastoralPastoralPastoralBoletín de

Revista Diocesana Mensual

1972

Año Santo

1982

1985

1989

1995

Jubileo 2000

2003

EVANGELIZACION CUARESMA-PASCUA 2003

«AÑO DE LA SANTIDAD»

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Centro Diocesano de PastoralMorelos 34.Apartado Postal 21Tel. (395) 785-0020 Fax. (395) 785-0171Correo-E: [email protected] San Juan de los Lagos, Jal.

Responsable:Equipo Diocesanode Evangelización y Catequesis

Diócesis de San Juan de los Lagos.

TEMAS CUARESMA 2003:

1. Jesús nos revela la santidad del Padre y nos invita a imitarlo ............................................. 5

2. El Bautismo es un llamado a vivir santamente la vida ordinaria ...................................... 13

3. La conversión personaly comunitaria es camino permanente de Santidad ..................... 19

4. La Iglesia es santa y santificadora ......................................................................................... 26

5. Las bienaventuranzas son la felicidad de los que se esfuerzan por vivir santamente.... 34

Tríptico .......................................................................................................................................... 43

Retiro para Catequistas ................................................................................................................ 46

Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II para la Cuaresma 2003 ........................................... 49

PASCUA 2003:

Presentación ................................................................................................................................. 51

1. Los contornos del Misterio Pascual ....................................................................................... 52

2. In Cena Domini (2000): .......................................................................................................... 55

3. El triduo sacro .......................................................................................................................... 57

4. Vigilia Pascual (1998): ............................................................................................................ 58

5. Vigilia Pascual (1999): ............................................................................................................ 60

6. Vigilia Pascual (2000): ............................................................................................................ 61

7. Mensaje «Urbi et orbi» de S.S. Juan Pablo II por Pascua ................................................. 63

8. Homilía de S.S. Juan Pablo II en el I domingo de Pascua ................................................ 64

9. Testigos del Señor resucitado ................................................................................................ 65

10. El Misterio Pascual ................................................................................................................ 68

VIDA DIOCESANA :

Acta de la Reunión del Consejo Diocesano de Pastoral ......................................................... 72

VARIOS:

Onomásticos, Defunciones y Aniversarios de Ordenación de Marzo............................. 80

Agenda de Marzo ..............................................................................................Contraportada

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«SEAN SANTOS, COMO SU PADRE CELESTIAL ES SANTO»«SEAN SANTOS, COMO SU PADRE CELESTIAL ES SANTO»«SEAN SANTOS, COMO SU PADRE CELESTIAL ES SANTO»«SEAN SANTOS, COMO SU PADRE CELESTIAL ES SANTO»«SEAN SANTOS, COMO SU PADRE CELESTIAL ES SANTO»

INTRODUCCIÓN1. UBICACIÓN:

1.1 En nuestra diócesis seguimos recorriendo los primeros años del Tercer Milenio animados por lapalabra de Cristo, que nos invita a «remar mar adentro», así como por el testimonio de Juan PabloII que nos motiva a «caminar desde Cristo» (NMI 1).

1.2 Con el Papa, queremos dar gloria al Señor por todo lo que ha obrado a lo largo de los siglos,concediendo a su Iglesia una gran multitud de santos y de mártires. De hecho, la santidad semanifiesta como la dimensión que expresa mejor el misterio de la Iglesia y, siendo un mensajeelocuente que no necesita palabras, representa al vivo el rostro de Cristo (cf. NMI 7).

1.3 Por eso, nuestro obispo Javier Navarro proclamó para esta diócesis como «Año de la Santidad» elperíodo pastoral que va desde Junio 2002 hasta Junio 2003.

1.4 La perspectiva en la que debe situarse el camino pastoral de la Iglesia es precisamente la de lasantidad, para que la vida de cada bautizado pueda purificarse y renovarse profundamente dentrodel camino ordinario de la vida (cf. NMI 30); poner la programación pastoral bajo el signo de lasantidad, con la convicción de que, para un bautizado, «sería un contrasentido contentarse con unavida mediocre, vivida según una ética minimalista y una religiosidad superficial» (NMI 31).

1.5 Por eso, recordando nuestra «vocación universal a la santidad» (LG 39–42), queremos ponernos enel camino del Sermón de la Montaña: «Sean perfec-tos como es perfecto su Padre celestial» (Mt 5, 48).No anhelamos una vida extraordinaria, sino buscarentre los múltiples caminos de la santidad y reco-rrer el propio, de acuerdo a la vocación de cada uno,incluso en las circunstancias más ordinarias de lavida (cf. NMI 31). Porque «ésta es la voluntad deDios: la santificación de ustedes» (1Tes 4, 3).

1.6 Así, nuestra Iglesia particular seguirá su caminohacia el IV Plan Diocesano en la línea de la santi-dad y aprovechará la evangelización de la Cuares-ma 2003 para alimentar este espíritu.

1.7 En base a todo lo anterior, la significativa experien-cia cuaresmal de los Ejercicios Espirituales seproyecta en base a los siguientes: tema, lema,objetivo, temario y método.

Administrador
Sello
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2. TEMA GENERAL DE LOS ENCUENTROS:

«Año diocesano de la santidad»

3. LEMA:

«Sean santos,como su Padre celestial es Santo»

(cf. Mt 5, 48)

4. OBJETIVO:

Entusiasmarnos con la vida de Jesús,que nos refleja la santidad del Padre,para fortalecer, impulsados por elEspíritu Santo y mediante una con-versión permanente, nuestro caminoordinario de santificación en la Igle-sia y en el mundo.

5. TEMARIO DE LOS ENCUENTROS:

1) Jesús nos revela la santidad del Padre y nos invitaa imitarlo

2) El Bautismo es un llamado a vivir santamente lavida ordinaria

3) La conversión personal y comunitaria es caminopermanente de santidad

4) La Iglesia es santa y santificadora5) Las bienaventuranzas son la felicidad de los que

se esfuerzan por vivir santamente6. JUSTIFICACIÓN

6.1 Queremos responder a nuestra propia voca-ción a la santidad. Ello justifica el tema, lema,objetivo y temas de los encuentros.

6.2 La misma razón justifica también la actitudcada vez más contemplativa que hemos venidopromoviendo para vivir los Ejercicios como unaexperiencia de encuentro. Nos estamos conven-ciendo de que no asistimos en ellos a unas clases otemas doctrinales, sino que queremos encontrarnoscon Jesucristo vivo. ¡Sólo viviendo en un encuentropermanente con Él podremos ser auténticamentesantos!

6.3 El encuentro personal con la persona deJesús se desarrollará en los Ejercicios de maneraprogresiva:

– En primer lugar, a Jesús lo descubriremoscomo modelo y camino de santidad que, con su viday su Palabra, nos da a conocer la santidad del Padrey nos impulsa a imitarla siguiendo su ejemplo (1er

Encuentro).

– Luego, nos encontraremos con su Padre que,por iniciativa propia, nos ha hecho hijos suyosmediante el Bautismo y, desde el mismo, nos llamaa todos a ser santos en la vida ordinaria, cada quiensegún su estado de vida; es decir, a permanecersiempre unidos a Cristo su Hijo por medio de la fey la gracia, viviendo nuestro propio Bautismo (2ºEncuentro).

– Nos encontraremos también con su Espíritu,que es luz y guía en el camino hacia la santidad;fuerza promotora del proceso permanente de con-versión personal y comunitaria, cuya meta es preci-samente nuestra santificación; gracia y perdón he-cha realidad en el Sacramento de la Reconciliacióny en la lucha contra los obstáculos y los desafíosactuales (3er Encuentro).

– Después, encontraremos a Jesús en su Iglesia,madre santa y maestra de santidad; que tiene aCristo, el Santo, como su cabeza y fundador, y atantos testigos que lo han sabido seguir con fideli-dad, como María, Juan Diego y nuestros mártires;que tiene por misión la de santificar a cada uno desus miembros, mediante la liturgia, la Eucaristía,los demás Sacramentos y la religiosidad popular,para ser en realidad lo que está llamada a ser: un«pueblo de santos» (4º Encuentro).

– Y, finalmente, nuestro encuentro será con suEvangelio, que es Buena Nueva de gozo y salva-ción, como queda claro en las Bienaventuranzas;pero que también es compromiso de una vida cris-tiana auténtica y programa para una misión apostó-lica, que hay que realizar en el mundo como «testi-gos del Santo»; haciendo germinar en nosotros losfrutos de la santidad, entre los que destaca el amory la vida nueva en Cristo (Ga 5, 22-25). Quienes asíviven, «verán a Dios», «serán llamados hijos deDios». (5º Encuentro).

6.4 La lógica de nuestros Ejercicios, entonces, sepuede sintetizar de la siguiente manera: Dios essanto (1) y, por medio del Bautismo, nos llama a sersantos como Él (2). Nuestra respuesta es el caminohacia la santidad que, iniciado precisamente conese Sacramento, está hecho de una permanenteconversión personal y comunitaria (3), siempre alinterno de una Iglesia santa y santificadora, con suprotección y apoyo (4). Al final, la felicidad de losque se esfuerzan por vivir santamente será la bien-aventuranza eterna (5).

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6.5 Y es así como aspiramos a lograr el objetivoque nosotros mismos nos proponemos: «Entusias-marnos para ser santos». Pero siempre en la escu-cha dócil a la invitación de Jesucristo –expresada ennuestro lema–: «Sean santos, como su Padre celes-tial es Santo».

7. PASOS DEL MÉTODO. INDICACIONES

7.1 Si buscamos una actitud más contemplativaen nuestros métodos pastorales, entonces nos harábien continuar con la reciente propuesta metodo-lógica de «salir al encuentro», «profundizarlo» y«proyectarlo en nuestra vida» –con sus pasos com-plementarios–, como a continuación se describe:

7.1.1 «Local para el encuentro»: Ambientar ellugar de modo que esté debidamente preparadopara favorecer la experiencia del encuentro es algoimportante que no se debe descuidar, como si setratara de algo indiferente. Este apartado proponeelementos que adornen y ambienten el lugar en elque se realiza el encuentro, de acuerdo al tema delmismo (dibujos, letreros, signos, etc.). Porque hayque cuidar, ya desde la ambientación del lugar(adorno, acomodo, iluminación, coro, sonido don-de se pueda,...), que de verdad se prepare a losparticipantes para vivir su encuentro; así comoacondicionar todo de modo que se refleje que esDios –y no los agentes– quien hace la mayor parte.Por eso, en cada encuentro se sugieren algunoselementos, aunque se pueden tomar en cuenta mu-chos más, si se buscan con creatividad. Entre losmás comunes que no pueden faltar, estarán segura-mente algunos carteles grandes con el lema y elobjetivo de los Ejercicios, así como con el título delEncuentro correspondiente. Las metas, conviccio-nes y actitudes pueden tenerse cada día en unrotafolio, proyectarlas en el momento que se vayannecesitando o también disponerlas en carteles.

7.1.2 «Ambientamos el encuentro»: Todos losdías hay que motivar a las personas mientras vanllegando, introduciéndolas en un ambiente de gozo,haciéndoles notar que son importantes y mostrán-dose felices de recibirles. Se puede poner algunamúsica instrumental adecuada para darles la bien-venida. Cada día se sugieren también algunos can-tos para promover un ambiente que prepare a vivirun auténtico encuentro con el Señor. Se puedencantar esos y/o algunos otros que ayuden al mismofin. Si se cree conveniente y necesario -de acuerdo

al proceso que se está viviendo- se hace el siguientecanto; si no, se continua con el siguiente paso.

7.1.3 «Ubicamos este encuentro»: Se ubica eldía y el encuentro respectivo en el contexto de todala semana de Ejercicios, tomando en cuenta parti-cularmente el lema y el objetivo general, así comolo vivido el día anterior. El encuentro del día seubica, tomando en cuenta particularmente las me-tas. En este espacio, el subsidio ofrece como suge-rencia algunas palabras de ubicación, que puedenutilizarse o cambiarse por otras.

7.1.4 «Salgamos al encuentro»: El primer mo-mento fuerte de nuestra experiencia es salir alencuentro del Jesús a través del cual Dios salióprimero a nuestro encuentro. Necesitamos paraello una actitud profundamente contemplativa,para descubrirlo presente en medio de nosotros. Ynos valemos de elementos diferentes, comomoniciones, cantos, oraciones y, sobre todo, laescucha de la Palabra de Dios.

7.1.5 «Profundicemos el encuentro» («Con-templamos»): Para ahondar en el encuentro inicia-do, se proponen a continuación algunas ideas fuer-za, respaldadas en algunos textos de la Biblia, delCatecismo o de algún documento de la Iglesia, quenos ayudan a reflexionarlo y profundizarlo. No esobligación leerlos o estudiarlos todos. Se puedeelegir el o los que se vean más convenientes yadecuados al grupo o situación. Lo que sí es impor-tante es continuar con una actitud contemplativa,especialmente para descubrir en ellos el proyectode Dios sobre nuestra vida.

7.1.6 «Proyectemos el encuentro» («Confron-tamos y actuamos»): Confrontamos nuestra vidapersonal y comunitaria, sus luces y sus sombras,con el proyecto de Dios contemplado en el pasoanterior. Luego, como parte de la profundizacióndel Encuentro y sin desconectarnos del proceso quelleva la reflexión acerca del mismo, tratamos deaterrizar en algunos compromisos concretos, amanera de líneas de acción que nos ayuden a pro-yectar el Encuentro en la vida. Se trata de encontrara Cristo, cuya Palabra habremos ya escuchado ymeditado; pero ahora también en nuestra vida,mirando los diferentes hechos de la realidad conuna actitud contemplativa; es decir, no sólo «vién-dolos» (actividad propia de todos los seres vivos) o«mirándolos» (actividad racional propiamente hu-

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mana), sino, sobre todo, «contemplándolos» (acti-vidad racional informada por la fe e impregnada porla sabiduría del Espíritu).

Cuando hay preguntas por hacer, se planteanestas a los participantes, tratando de descubrir larealidad –positiva o negativa– que estamos vivien-do respecto al tema del día, y se reflexionan lasrespuestas, complementadas con los hechos queluego se exponen, para conforntarla así con elproyecto de Dios expresado en su Palabra antescontemplada. Se hace a los participantes las pre-guntas anteriores, que tratan de descubrir la reali-dad que estamos viviendo respecto al tema, ya seapositiva o negativamente, y se anotan las respuestas(que hay que entregar en la parroquia). Pero, sobretodo, se reflexionan, complementadas con los si-guientes hechos, sus manifestaciones y sus conse-cuencias:

7.1.7 «Agradezcamos el encuentro»: El en-cuentro concluye en un ambiente de oración ycelebración; es decir, con una oración de gratitudy alabanza que prolonga todavía más la vivenciadel Encuentro y expresa en la plegaria lo experi-mentado.

7.1.8 «Evaluemos el encuentro»: Será necesa-rio ir evaluando lo realizado para mejorar lascondiciones para el Encuentro los días siguientes ylas tandas de Ejercicios posteriores. Si los asisten-tes se ven poco participativos, se pueden ir sugirien-do algunos puntos a evaluar –ambientación, ora-ción, reflexiones, desarrollo del encuentro, mo-mento del compromiso–, incluso teniéndolos enuna cartulina, en la que se vaya poniendo unapalomita o una cruz, según las opiniones; y pregun-tar el «por qué». Además, entre los responsables deltema, conviene calcular el número de los asistentes,evaluar su participación e interés, discernir lo posi-tivo y lo negativo, y sacar de ello las conclusionespertinentes.

7.1.9 «Despedida»: Apreciar y agradecer la pre-sencia y participación de los asistentes, resaltandoque el encuentro sólo se puede dar si están las dospartes: Ellos y Cristo; por lo que su disposición es, hasido y será esencial para lograr los encuentros. Quequeden claros los avisos que haya que dar, horario deconfesiones, marchas, Misa, comisiones, etc.

7.2 Recordemos, a propósito de la metodología,que un método es un camino para llegar a la meta y

que no hay un método exclusivo y único, sinovariedad de caminos que nos ayudan a lograr elmismo objetivo. Lo importante es, pues, utilizarcon libertad el más adecuado en cada situación ycircunstancia. Y, por lo tanto, al practicar estemétodo más contemplativo no se trata de dejar yolvidar el método anteriormente practicado, sinomás bien, de ir enriqueciéndolo con variacionesmetodológicas que nos ayuden a vivir más profun-damente nuestra fe, la cual es, al fin y al cabo, unode los objetivos de la Evangelización.

7.3 Recordemos que estos materiales ofrecidosen el boletín son sólo un subsidio general de apoyoque acepta y exige adaptaciones de acuerdo a cadaparroquia, a cada grupo concreto con quien seutilice, a cada edad, etc. Pero esta es una labor quequeda a la creatividad de los agentes en cadacomunidad, debidamente preparados en ella e ins-truidos adecuadamente por sus sacerdotes y demásagentes cualificados, en una jornada especial depreparación para los Ejercicios Espirituales.

7.4 Dentro de la tarea de adaptación del material,se incluye también la posibilidad de seleccionar,tomar o rechazar de entre la abundante oferta detextos bíblicos y de documentos, de cantos deambientación y para la oración, de oraciones yaformuladas, etc. No es obligación seguirlo o hacer-lo todo al pie de la letra, tal y como en el boletín sepresenta. Todos tenemos la libertad para elegir loque se crea pastoralmente mejor y dejar a un lado loque no se crea conveniente.

Una vez hecha esta necesaria introducción, ¡va-yamos, pues, al encuentro del Señor! Escuchémos-le con fe y hagámosle caso cuando nos dice –comolo expresa nuestro lema–:

«SEAN SANTOS,COMO SU PADRE CELESTIAL

ES SANTO».

SIGLAS UTILIZADAS EN LOS ENCUENTROS:AG = Decreto «Ad Gentes» (Vaticano II)CATIC = Catecismo de la Iglesia CatólicaLG = Constitución «Lumen Gentium» (Vaticano II)NMI = Carta Apostólica «Novo Millennio Ineunte» (J. Pablo II)RP = Exhortación Apostólica «Reconciliatio et Paenitentia»

(J. Pablo II)VS = Encíclica «Veritatis Splendor» (J. Pablo II)

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IIIIIererererer Encuentr Encuentr Encuentr Encuentr Encuentro:o:o:o:o:

JESUS NOS REVELA LA SANTIDAD DEL PADREJESUS NOS REVELA LA SANTIDAD DEL PADREJESUS NOS REVELA LA SANTIDAD DEL PADREJESUS NOS REVELA LA SANTIDAD DEL PADREJESUS NOS REVELA LA SANTIDAD DEL PADREY NOS INVITA A IMITARLOY NOS INVITA A IMITARLOY NOS INVITA A IMITARLOY NOS INVITA A IMITARLOY NOS INVITA A IMITARLO

«Padre, santifícalos en la verdad... yo me he santificado a mí mismo

para que ellos también sean santificados en la verdad» (Jn 17, 17–19)

1. LOCAL PARA EL ENCUENTROTomar en cuenta las indicaciones (Introducción,

7.1.1)Será conveniente tener en un lugar visible y de un buen tamañoel rostro de un Jesús alegre, sonriente, maduro, seguro de símismo,... que motive a los participantes a seguirlo e imitarlo en supropia vida.

2. AMBIENTAMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.2)

Mientras van llegando, se pueden reproducir en el sonido algu-nos cantos o piezas musicales alegres, pero que al mismo tiempoinviten a la reflexión y a la paz. Luego, también se puede cantar:

CANTOS:Mientras tenga yo una voz para cantar,

al Señor elevo mi canción;al nacer el sol, al anochecer,al Señor por siempre alabaré.

INDICACIONES METODOLÓGICAS

A) CON ESTE ENCUENTRO PRETENDE-MOS(METAS):

Encontrarnos con Jesucristo, camino desantidad

Reconocer al Padre en el Hijo, como fuen-te de santidad

Descubrir en la vida de Jesús sus rasgosde santidad y motivarnos a imitarlo

B) AL FINAL, ESTAREMOS CONVENCI-DOS DE QUE (CONVICCIONES):

Jesucristo es el único camino de santi-dad

La santidad procede del Padre en el Hijopor el Espíritu Santo

La santidad es un proceso de fidelidad alPadre a ejemplo de Jesucristo

C) POR ESO, EN ADELANTE,PROCURAREMOS (ACTITUDES):

Acudir a la Sagrada Escritura para cono-cer más a Jesús

Discernir constantemente la voluntad delPadre para nuestra vida

Vivir en comunión con Cristo por la Gra-cia

D) Y NOS ANIMAMOS UNOS A OTROS(MOTIVACIÓN):

¡Imitemos la santidad del Padre, a ejemplode Jesucristo!

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SANTO ES EL SEÑOR, ¡ALELUYA!HACE MARAVILLAS EN EL MUNDO HOY,

ME DIO NUEVA VIDA, ALELUYA,CONSTRUYENDO EL REINO DE ÉL ESTOY.

Quieres, tú también, alabar a nuestro Dios,ven, acude pronto, hermano aquí,acepta a Jesús como único Señor,

dejando que te transforme a ti.Todos juntos hoy convertidos al Señor,

cantemos con gozo y con paz;con su santo Espíritu sigamos sin temor,

buscando y sembrando la verdad.—————————— o ——————————

Estamos de fiesta con Jesús, al cielo queremos irestamos reunidos en la mesay es Cristo quien va a servir

PODEROSO ES NUESTRO DIOS (4)

El sana, El salva: ¡poderoso es nuestro Dios!bautiza, El viene: ¡poderoso es nuestro Dios!El Padre, el Hijo: ¡poderoso es nuestro Dios!Espíritu Santo: ¡poderoso es nuestro Dios!

—————————— o ——————————¡Tú, Señor, que enciendes las estrellas!

Tú, que al sol le das su resplandor,Tú, que cuidas el pájaro perdido

que va buscando un nido guiado por tu amor.

Tú, que siembras rosas y trigales,Tú, que al lirio vistes de esplendor,

nos proteges, Señor, con más cariñopues quieres más a un niño que al pájaro y la flor.

PADRE BUENO, DIOS ALEGRE,PRIMAVERA Y MANANTIAL;

DIOS HERMANO, DIOS AMIGO,PADRE NUESTRO CELESTIAL (2)

Tú, Señor, que velas por el pobrey al humilde das tu protección,

al que amas le ofreces un tesoroque vale más que el oro, le das tu corazón.

Tú, Señor, que alumbras mi camino;Tú, que escuchas siempre mi oración,

en tu amor pongo yo mi confianza,renace mi esperanza, se acuna mi canción.

3. UBICAMOS ESTE ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.3)

Por ser hoy el primer día de los Ejercicios, se supone unaubicación general que introduzca toda la semana; para ello,tomar en cuenta las ideas de la introducción general –que estáantes de este primer encuentro–, incluyendo: lema y objetivogeneral, temas de los encuentros individuales y ubicación de losmismos. También será necesaria una breve explicación delmétodo a seguir, como ahí se expone. Una vez hecha la ubica-

ción general, se ubica también este primer encuentro, con estaso semejantes palabras:

Abrimos hoy nuestros Ejercicios Espiritualescon el deseo de encontrarnos auténticamente conDios; de vivir un encuentro en verdad entusiasmante,que nos motive fuertemente a realizar nuestra voca-ción a la santidad, ¡a luchar por ser santos!

Por eso, en este primer encuentro pretendemos:

Encontrarnos con Jesucristo, camino de santidad

Reconocer al Padre en el Hijo, como fuente desantidad

Descubrir en la vida de Jesús sus rasgos de santi-dad y motivarnos a imitarlo

4. SALGAMOS AL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.4)

A) MONICIÓN:

Hermanos, hoy inicia para nosotros una nuevaoportunidad de salvación: Los Ejercicios Espiritua-les.

Agradecemos a Dios, ya desde ahora, su pasoentre nosotros. Estamos convencidos de que resul-tará lleno de frutos, para gloria suya y salvaciónnuestra.

Sabemos que sólo Él es Santo y que nos ha hechopartícipes de su santidad: ¡Quiere que seamos san-tos con Él!

Por eso, en esta breve celebración inicial quere-mos motivarnos a abrir el corazón para escuchar suPalabra; disponernos para decirle, como el jovenSamuel: «Habla, Señor, que tu siervo escucha».

B) CANTO PARA PREPARAR EL CORAZÓN:

Escoger uno de los siguientes.Un día caminaba muy triste por ahí,

mi corazón gritaba: ¡ya no quiero vivir!Sintiendo mil tristezas, oí hablar de ti Jesús,

decían que me amabas,que habías muerto por mí en la cruz

Lloré en ese momento, al recordar el tiempo,ese tiempo que perdí sin saber de ti.

Y AQUí ESTá MI VIDA Y MI VOZPARA CANTAR, PARA ALABARTE, SEÑOR.

Y AQUÍ ESTáN MIS ANSIAS DE AMAR,DE VIVIR Y PERDONAR. (2)

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—————————— o ——————————CERCA DE TI, SEÑOR, YO QUIERO ESTAR;

TU GRANDE, ETERNO AMOR QUIERO GOZAR.LLENA MI POBRE SER, LIMPIA MI CORAZÓN;HAZME TU ROSTRO VER EN LA AFLICCIÓN.

Mi pobre corazón inquieto está,por esta vida voy buscando paz;

más sólo Tú, Señor, la paz me puedes dar;cerca de ti, Señor, yo quiero estar.

Pasos inciertos doy, el sol se va;mas si contigo estoy no temo ya.

Himnos de gratitud alegre cantaré,y fiel a ti, Señor, siempre seré.

Día feliz veré creyendo en ti,en que yo habitaré cerca de ti.

Mi voz alabará tu santo nombre, allí,y mi alma gozará cerca de ti.

C) LECTURA BÍBLICA:

⇒ Oración de Jesús por el nuevo Pueblosanto (Jn 17, 1-19)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ Vivir según el Espíritu (Ga 5, 16-25)

Por respeto a la Palabra de Dios, se sugiere leer el texto bíblicodirectamente de la Biblia. Después de leerlo, se deja un momentode silencio para la meditación personal.

D) ORACIÓN: PREFACIO DE LA PLEGARIAEUCARÍSTICA SOBRE LA RECONCILIACIÓN I

V/. El Señor esté con ustedes.

R/. Y con tu espíritu.R/. Y con tu espíritu.R/. Y con tu espíritu.R/. Y con tu espíritu.R/. Y con tu espíritu.

V/. Levantemos el corazón.

R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R/. Es justo y necesario.R/. Es justo y necesario.R/. Es justo y necesario.R/. Es justo y necesario.R/. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario darte gracias, Señor,Padre santo, porque no dejas de llamarnos a unavida plenamente feliz.

Tú, Dios de bondad y misericordia, ofreces siempre tuperdón e invitas a los pecadores a recurrir confia-damente a tu clemencia.

Muchas veces nosotros hemos quebrantado tu alian-za; pero Tú, en vez de abandonarnos, has selladode nuevo con la familia humana, por Jesucristo, tuHijo, nuestro Señor, un pacto tan sólido, que yanada lo podrá romper.

Y, ahora, mientras ofreces a tu pueblo estos Ejerciciosy esta Cuaresma como un tiempo de gracia y re-

conciliación, lo alientas en Cristo, para que vuelvaa ti, obedeciendo más plenamente al Espíritu San-to, y se entregue al servicio de todos los hombres.

Por eso, llenos de admiración y agradecimiento, uni-mos nuestras voces a las de los coros celestiales paracantar la grandeza de tu amor y proclamar la ale-gría de nuestra salvación.

Enseguida se canta –preferentemente– o se proclama:Santo, santo, santo

es el Señor, Dios del universo.Llenos están el cieloy la tierra de tu gloriahosanna en el cielo.bendito el que vieneen nombre del señorhosanna en el cielo.

E) CONCLUSIÓN DE LA ORACIÓN:Oh Dios, que desde el principio del mundo haces cuan-

to nos conviene para que seamos santos como Túeres Santo, mira a tu pueblo aquí reunido, y derra-ma la fuerza de tu Espíritu, de manera que estosdías de Ejercicios sean para nosotros el inicio deuna vida nueva, según tu voluntad. Por Jesucristo,Hijo tuyo y Señor nuestro, que vive y reina, porlos siglos de los siglos. Amén.

5. PROFUNDICEMOS EL ENCUENTRO(«CONTEMPLAMOS»)

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.5)

A) Jesucristo es el único caminode santidad.

⇒ Jesús se hizo uno de nosotrospara santificarnos (CATIC 456–460)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)«Por nosotros los hombres y por nuestra salva-

ción bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo seencarnó de María la Virgen y se hizo hombre».

El Verbo se encarnó para salvarnos reconcilián-donos con Dios: «Dios nos amó y nos envió a suHijo como propiciación por nuestros pecados» (1Jn 4, 10). «El Padre envió a su Hijo para ser salvadordel mundo» (1 Jn 4, 14). «El se manifestó paraquitar los pecados» (1 Jn 3, 5):

Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada;desgarrada, ser restablecida; muerta, ser resucitada.Habíamos perdido la posesión del bien, era necesa-rio que se nos devolviera. Encerrados en las tinie-

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blas, hacia falta que nos llegara la luz; estandocautivos, esperábamos un salvador; prisioneros, unsocorro; esclavos, un libertador. ¿No tenían impor-tancia estos razonamientos? ¿No merecían conmo-ver a Dios hasta el punto de hacerle bajar hastanuestra naturaleza humana para visitarla ya que lahumanidad se encontraba en un estado tan misera-ble y tan desgraciado? (San Gregorio de Nisa, or.catech. 15).

El Verbo se encarnó para que nosotros conocié-semos así el amor de Dios: «En esto se manifestóel amor que Dios nos tiene: en que Dios envió almundo a su Hijo único para que vivamos pormedio de él» (1Jn 4, 9). «Porque tanto amó Dios almundo que dio a su Hijo único, para que todo elque crea en él no perezca, sino que tenga vidaeterna» (Jn 3, 16).

El Verbo se encarnó para ser nuestro modelo desantidad: «Tomad sobre vosotros mi yugo, y apren-ded de mí...» (Mt 11, 29). «Yo soy el Camino, laVerdad y la Vida. Nadie va al Padre si no es por mí»(Jn 14, 6). Y el Padre, en el monte de la transfigu-ración, ordena: «Escuchadle» (Mc 9, 7; cf. Dt 6, 4-5). El es, en efecto, el modelo de las bienaventuranzasy la norma de la ley nueva: «Amaos los unos a losotros como yo os he amado» (Jn 15, 12). Este amortiene como consecuencia la ofrenda efectiva de símismo (cf. Mc 8, 34).

El Verbo se encarnó para hacernos «partícipesde la naturaleza divina» (2Pe 1, 4): «Porque tal es larazón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijode Dios, Hijo del hombre: Para que el hombre alentrar en comunión con el Verbo y al recibir así lafiliación divina, se convirtiera en hijo de Dios» (S.Ireneo, haer., 3, 19, 1). «Porque el Hijo de Dios sehizo hombre para hacernos Dios» (S. Atanasio,Inc., 54, 3). «El Hijo Unigénito de Dios, queriendohacernos participantes de su divinidad, asumió nues-tra naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre,hiciera dioses a los hombres» (Santo Tomás de A.,opusc 57 in festo Corp. Chr., 1).

⇒ Santificado sea tu nombre(CATIC 2807–2815)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)

Esta petición es enseñada por Jesús –en el PadreNuestro– como algo a desear profundamente y como

proyecto en que Dios y el hombre se comprometen.Desde la primera petición a nuestro Padre, estamossumergidos en el misterio íntimo de su Divinidad y enel drama de la salvación de nuestra humanidad. Pedir-le que su Nombre sea santificado nos implica en «elbenévolo designio que él se propuso de antemano»para que nosotros seamos «santos e inmaculados en supresencia, en el amor» (cf Ef 1, 9. 4).

La santidad de Dios es el hogar inaccesible de sumisterio eterno. Lo que se manifiesta de él en lacreación y en la historia, la Escritura lo llamaGloria, la irradiación de su Majestad (cf Sal 8; Is 6,3). Al crear al hombre «a su imagen y semejanza»(Gn 1, 26), Dios «lo corona de gloria» (Sal 8, 6),pero al pecar, el hombre queda «privado de laGloria de Dios» (Rm 3, 23). A partir de entonces,Dios manifestará su Santidad revelando y dando suNombre, para restituir al hombre «a la imagen de suCreador» (Col 3, 10).

En la promesa hecha a Abraham y en el juramen-to que la acompaña (cf. Heb. 6, 13), Dios se com-promete a sí mismo sin revelar su Nombre. Empie-za a revelarlo a Moisés (cf Ex 3, 14) y lo manifiestaa los ojos de todo el pueblo salvándolo de losegipcios: «se cubrió de Gloria» (Ex 15, 1). Desde laAlianza del Sinaí, este pueblo es «suyo» y debe seruna «nación santa» (o consagrada, es la mismapalabra en hebreo: cf Ex 19, 5-6) porque el Nombrede Dios habita en él.

A pesar de la Ley santa que le da y le vuelve adar el Dios Santo (cf Lv 19, 2: «Sed santos,porque yo, el Señor, vuestro Dios soy santo»), yaunque el Señor «tuvo respeto a su Nombre» yusó de paciencia, el pueblo se separó del Santo deIsrael y «profanó su Nombre entre las naciones»(cf Ez 20, 36). Por eso, los justos de la AntiguaAlianza, los pobres que regresaron del exilio ylos profetas se sintieron inflamados por la pasiónpor su Nombre.

Finalmente, el Nombre de Dios Santo se nos harevelado y dado, en la carne, en Jesús, como Salva-dor (cf Mt 1, 21; Lc 1, 31): revelado por lo que él es,por su Palabra y por su Sacrificio (cf Jn 8, 28; 17, 8;17, 17-19). Esto es el núcleo de su oración sacerdo-tal: «Padre santo... por ellos me consagro a mímismo, para que ellos también sean consagrados enla verdad» (Jn 17, 19). Jesús nos «manifiesta» elNombre del Padre (Jn 17, 6) porque «santifica» él

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mismo su Nombre (cf Ez 20, 39; 36, 20-21). Alterminar su Pascua, el Padre le da el Nombre queestá sobre todo nombre: Jesús es Señor para gloriade Dios Padre (cf Flp 2, 9-11).

En el agua del bautismo, hemos sido «lavados,santificados, justificados en el Nombre del SeñorJesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios» (1Co 6,11). A lo largo de nuestra vida, nuestro Padre «nosllama a la santidad» (1Ts 4, 7) y como nos viene deél que «estemos en Cristo Jesús, al cual hizo Diospara nosotros santificación» (1Co 1, 30), es cues-tión de su Gloria y de nuestra vida el que su Nombresea santificado en nosotros y por nosotros. Tal es laexigencia de nuestra primera petición.

¿Quién podría santificar a Dios puesto que élsantifica? Inspirándonos nosotros en estas palabras‘Sed santos porque yo soy santo’ (Lv 20, 26),pedimos que, santificados por el bautismo, perse-veremos en lo que hemos comenzado a ser. Y lopedimos todos los días porque faltamos diariamen-te y debemos purificar nuestros pecados por unasantificación incesante... Recurrimos, por tanto, ala oración para que esta santidad permanezca ennosotros (San Cipriano, Dom orat. 12).

Depende inseparablemente de nuestra vida y denuestra oración que su Nombre sea santificadoentre las naciones:

Pedimos a Dios santificar su Nombre porqueél salva y santifica a toda la creación por mediode la santidad... Se trata del Nombre que da lasalvación al mundo perdido pero nosotros pedi-mos que este Nombre de Dios sea santificado ennosotros por nuestra vida. Porque si nosotrosvivimos bien, el nombre divino es bendecido;pero si vivimos mal, es blasfemado, según laspalabras del Apóstol: ‘el nombre de Dios, porvuestra causa, es blasfemado entre las naciones’(Rm 2, 24; Ez 36, 20-22). Por tanto, rogamos paramerecer tener en nuestras almas tanta santidadcomo santo es el nombre de nuestro Dios (SanPedro Crisólogo, serm. 71).

Cuando decimos «santificado sea tu Nombre»,pedimos que sea santificado en nosotros que esta-mos en él, pero también en los otros a los que lagracia de Dios espera todavía para conformarnos alprecepto que nos obliga a orar por todos, incluso pornuestros enemigos. He ahí por qué no decimosexpresamente: Santificado sea tu Nombre ‘en no-

sotros’, porque pedimos que lo sea en todos loshombres (Tertuliano, or. 3).

Esta petición, que contiene a todas, es escuchadagracias a la oración de Cristo, como las otras seisque siguen. La oración del Padre nuestro es oraciónnuestra si se hace «en el Nombre» de Jesús (cf Jn 14,13; 15, 16; 16, 24. 26). Jesús pide en su oraciónsacerdotal: «Padre santo, cuida en tu Nombre a losque me has dado» (Jn 17, 11).

B) La santidad procede del Padreen el Hijo por el Espíritu Santo

⇒ En el nombre del Padre y del Hijoy del Espíritu Santo (CATIC232–237)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)Los cristianos son bautizados «en el nombre del

Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28,19).Antes responden «Creo» a la triple pregunta que lespide confesar su fe en el Padre, en el Hijo y en elEspíritu: «La fe de todos los cristianos se cimentaen la Santísima Trinidad» (S. Cesáreo de Arlés,symb.).

El misterio de la Santísima Trinidad es el miste-rio central de la fe y de la vida cristiana. Es elmisterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente detodos los otros misterios de la fe; es la luz que losilumina. Es la enseñanza más fundamental y esen-cial en la «jerarquía de las verdades de fe» (DCG43). «Toda la historia de la salvación no es otra cosaque la historia del camino y los medios por loscuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo yEspíritu Santo, se revela, reconcilia consigo a loshombres, apartados por el pecado, y se une conellos» (DCG 47).

Las obras de Dios revelan quién es en sí mismo;e inversamente, el misterio de su Ser íntimo iluminala inteligencia de todas sus obras.

La Trinidad es un misterio de fe en sentidoestricto, uno de los «misterios escondidos en Dios,que no pueden ser conocidos si no son reveladosdesde lo alto». Dios, ciertamente, ha dejado huellasde su ser trinitario en su obra de Creación y en suRevelación a lo largo del Antiguo Testamento. Perola intimidad de su Ser como Trinidad Santa consti-tuye un misterio inaccesible a la sola razón e inclusoa la fe de Israel antes de la Encarnación del Hijo deDios y el envío del Espíritu Santo.

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⇒ El Padre revelado por el Hijo(CATIC 238–242)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)La invocación de Dios como «Padre» es conoci-

da en muchas religiones. La divinidad es con fre-cuencia considerada como «padre de los dioses y delos hombres». En Israel, Dios es llamado Padre encuanto Creador del mundo (Cf. Dt 32,6; Ml 2,10).Pues aún más, es Padre en razón de la alianza y deldon de la Ley a Israel, su «primogénito» (Ex 4,22).Es llamado también Padre del rey de Israel (cf. 2 S7,14). Es muy especialmente «el Padre de los po-bres», del huérfano y de la viuda, que están bajo suprotección amorosa (cf. Sal 68,6).

Al designar a Dios con el nombre de «Padre», ellenguaje de la fe indica principalmente dos aspec-tos: que Dios es origen primero de todo y autoridadtrascendente y que es al mismo tiempo bondad ysolicitud amorosa para todos sus hijos. Esta ternurapaternal de Dios puede ser expresada también me-diante la imagen de la maternidad (cf. Is 66,13; Sal131,2) que indica más expresivamente la inmanen-cia de Dios, la intimidad entre Dios y su criatura. Ellenguaje de la fe se sirve así de la experienciahumana de los padres que son en cierta manera losprimeros representantes de Dios para el hombre.Pero esta experiencia dice también que los padreshumanos son falibles y que pueden desfigurar laimagen de la paternidad y de la maternidad. Con-viene recordar, entonces, que Dios transciende ladistinción humana de los sexos. No es hombre nimujer, es Dios. Transciende también la paternidady la maternidad humanas (cf. Sal 27,10), aunque seasu origen y medida (cf. Ef 3,14; Is 49,15): Nadie espadre como lo es Dios.

Jesús ha revelado que Dios es «Padre» en unsentido nuevo: no lo es sólo en cuanto Creador; Éles eternamente Padre en relación a su Hijo único, elcual eternamente es Hijo sólo en relación a suPadre: «Nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni alPadre le conoce nadie sino el Hijo, y aquel a quienel Hijo se lo quiera revelar» (Mt 11,27).

Por eso los apóstoles confiesan a Jesús como «elVerbo que en el principio estaba junto a Dios y queera Dios» (Jn 1,1), como «la imagen del Diosinvisible» (Col 1,15), como «el resplandor de sugloria y la impronta de su esencia» Hb 1,3).

Después de ellos, siguiendo la tradición apostó-lica, la Iglesia confesó en el año 325 en el primerconcilio ecuménico de Nicea que el Hijo es «con-substancial» al Padre, es decir, un solo Dios con él.El segundo concilio ecuménico, reunido enConstantinopla en el año 381, conservó esta expre-sión en su formulación del Credo de Nicea y confe-só «al Hijo Único de Dios, engendrado del Padreantes de todos los siglos, luz de luz, Dios verdaderode Dios verdadero, engendrado no creado, con-substancial al Padre» (DS 150).

⇒ El Padre y el Hijo reveladospor el Espíritu (CATIC 243–248)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)Antes de su Pascua, Jesús anuncia el envío de

«otro Paráclito» (Defensor), el Espíritu Santo. Este,que actuó ya en la Creación (cf. Gn 1,2) y «por losprofetas» (Credo de Nicea-Constantinopla), estaráahora junto a los discípulos y en ellos (cf. Jn 14,17),para enseñarles (cf. Jn 14,16) y conducirlos «hastala verdad completa» (Jn 16,13). El Espíritu Santo esrevelado así como otra persona divina con relacióna Jesús y al Padre.

El origen eterno del Espíritu se revela en sumisión temporal. El Espíritu Santo es enviado a losApóstoles y a la Iglesia tanto por el Padre en nombredel Hijo, como por el Hijo en persona, una vez quevuelve junto al Padre (cf. Jn 14,26; 15,26; 16,14). Elenvío de la persona del Espíritu tras la glorificaciónde Jesús (cf. Jn 7,39), revela en plenitud el misteriode la Santa Trinidad.

La fe apostólica relativa al Espíritu fue confe-sada por el segundo Concilio ecuménico en el año381 en Constantinopla: «Creemos en el EspírituSanto, Señor y dador de vida, que procede delPadre» (DS 150). La Iglesia reconoce así al Padrecomo «la fuente y el origen de toda la divinidad»(Cc. de Toledo VI, año 638: DS 490). Sin embar-go, el origen eterno del Espíritu Santo está enconexión con el del Hijo: «El Espíritu Santo, quees la tercera persona de la Trinidad, es Dios, unoe igual al Padre y al Hijo, de la misma sustancia ytambién de la misma naturaleza: Por eso, no sedice que es sólo el Espíritu del Padre, sino a la vezel espíritu del Padre y del Hijo» (Cc. de Toledo XI,año 675: DS 527). El Credo del Concilio deConstantinopla (año 381) confiesa: «Con el Padre

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y el Hijo recibe una misma adoración y gloria»(DS 150).

La tradición latina del Credo confiesa que elEspíritu «procede del Padre y del Hijo». El Conciliode Florencia, en el año 1438, explicita: «El EspírituSanto tiene su esencia y su ser a la vez del Padre ydel Hijo y procede eternamente tanto del Uno comodel Otro como de un solo Principio y por una solaespiración... Y porque todo lo que pertenece alPadre, el Padre lo dio a su Hijo único, al engendrarlo,a excepción de su ser de Padre, esta procesiónmisma del Espíritu Santo a partir del Hijo, éste latiene eternamente de su Padre que lo engendróeternamente» (DS 1300-1301).

La tradición oriental expresa en primer lugar elcarácter de origen primero del Padre por relación alEspíritu Santo. Al confesar al Espíritu como «sali-do del Padre» (Jn 15,26), esa tradición afirma queeste procede del Padre por el Hijo (cf. AG 2). Latradición occidental expresa en primer lugar lacomunión consubstancial entre el Padre y el Hijodiciendo que el Espíritu procede del Padre y delHijo (Filioque). Lo dice «de manera legítima yrazonable» (Cc. de Florencia, 1439: DS 1302),porque el orden eterno de las personas divinas en sucomunión consubstancial implica que el Padre seael origen primero del Espíritu en tanto que «princi-pio sin principio» (DS 1331), pero también que, encuanto Padre del Hijo Único, sea con él «el únicoprincipio de que procede el Espíritu Santo» (Cc. deLyon II, 1274: DS 850). Esta legítima comple-mentariedad, si no se desorbita, no afecta a laidentidad de la fe en la realidad del mismo misterioconfesado.

C) La santidad es un procesode fidelidad al Padre

a ejemplo de Jesucristo.

⇒ Jesús, ejemplo de santidad(CATIC 564)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)Por su sumisión a María y a José, así como por

su humilde trabajo durante largos años en Nazaret,Jesús nos da el ejemplo de la santidad en la vidacotidiana de la familia y del trabajo.

Þ Toda la vida de Cristo es ofrenda alPadre (CATIC 606–607)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)El Hijo de Dios «bajado del cielo no para hacer

su voluntad sino la del Padre que le ha enviado»(Jn 6, 38), «al entrar en este mundo, dice: He aquíque vengo para hacer, oh Dios, tu voluntad... Envirtud de esta voluntad somos santificados, mer-ced a la oblación de una vez para siempre delcuerpo de Jesucristo» (Hb 10, 5-10). Desde elprimer instante de su Encarnación el Hijo acepta eldesignio divino de salvación en su misión reden-tora: «Mi alimento es hacer la voluntad del que meha enviado y llevar a cabo su obra» (Jn 4, 34). Elsacrificio de Jesús «por los pecados del mundoentero» (1 Jn 2, 2), es la expresión de su comuniónde amor con el Padre: «El Padre me ama porquedoy mi vida» (Jn 10, 17). «El mundo ha de saberque amo al Padre y que obro según el Padre me haordenado» (Jn 14, 31).

Este deseo de aceptar el designio de amorredentor de su Padre anima toda la vida de Jesús(cf. Lc 12,50; 22, 15; Mt 16, 21-23) porque suPasión redentora es la razón de ser de su Encarna-ción: «¡Padre líbrame de esta hora! Pero ¡si hellegado a esta hora para esto!» (Jn 12, 27). «Elcáliz que me ha dado el Padre ¿no lo voy a beber?»(Jn 18, 11). Y todavía en la cruz antes de que «todoesté cumplido» (Jn 19, 30), dice: «Tengo sed» (Jn19, 28).

6. PROYECTEMOS EL ENCUENTRO(«CONFRONTAMOS» Y «ACTUAMOS»)

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.6)

A) NUESTRA VIDA A CONFRONTARNos preguntamos y compartimos:

1) ¿Qué entendemos por «santidad»?2) ¿Nos está ayudando el «año de la santidad» a cre-

cer en la fe? ¿de qué manera?3) ¿Cuáles medios estamos aprovechando para cono-

cer a Jesús y, a través de Él, al Padre?4) Describamos los principales rasgos de la santidad

de Jesús:5) ¿Qué tanto imitamos los cristianos a Jesús, y qué

tanto nos hace falta parecernos a Él?Hechos positivos:

El año de la santidad está despertando nuestra dispo-sición a ser santos.

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Cada vez vemos la santidad como algo que tambiénes para nosotros.

Tenemos en la Iglesia muchos medios para santi-ficarnos.

Hechos negativos: El mensaje del año de la santidad no está llegandoa todos. Tenemos pereza para estudiar nuestra fe y conocermás a Jesucristo.

Muchas veces reducimos nuestra fe a lo ritual (ce-lebraciones, Sacramentos), sin profundidad nivida.

B) ACTITUDES A CULTIVAR:

Acudir a la Sagrada Escritura para conocer más aJesús

Discernir constantemente la voluntad del Padrepara nuestra vida

Vivir en comunión con Cristo por la Gracia

C) NUESTRO COMPROMISO: Vivir estos Ejercicios como parte de un proceso de

santificación verdadera. Buscar un grupo dónde conocer más a Jesús y dón-

de motivarnos a imitarlo

7. AGRADEZCAMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.7)

A) SIGNO

Hacer un silencio profundo durante dos o tres minutos. Para ello,motivar con estas o semejantes palabras:

Hemos escuchado la Palabra del Señor, que nosinvita a ser santos como Él es Santo. Repasemospor unos instantes, en el silencio de nuestro cora-zón, la llamada concreta que Dios nos ha hecho eneste primer día de Ejercicios: ¿A qué nos estállamando Dios hoy? ¿Qué nos pide que hagamos?¿Qué nos pide que dejemos? ¿Qué nos pide quecambiemos?

B) CANTO:Oh, deja que el Señor te envuelva

en su Espíritu de Amor,satisfaga hoy tu alma y corazón;

entrégale lo que te pide y su Espíritu vendrá,sobre ti vida nueva te dará.

CRISTO, OH CRISTO, VEN Y LLENANOS;CRISTO, OH CRISTO, LLENANOS DE TI.

Alzamos nuestra voz con gozo,nuestra alabanza a ti;

con dulzura te entregamos nuestro ser;entrega todas tus tristezas en el nombre de Jesús

y abundante vida hoy tendrás en Él.

C) ORACIÓN COMUNITARIA:DE LA PLEGARIA EUCARÍSTICA III

Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todastus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señornuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida ysantificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar,para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin man-cha desde donde sale el sol hasta el ocaso.

Por eso, Padre, te suplicamos que nos santifiques porel mismo Espíritu, para que, por medio de estosEjercicios que hemos iniciado, volvamos a ti detodo corazón y caminemos siempre en tu presen-cia, testimoniando tu santidad ante el mundo. PorCristo nuestro Señor. Amén.

Si está el sacerdote presente, concluye la oración con la Bendi-ción; de lo contrario, terminan invocando a la Trinidad:

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal ynos lleve a la vida eterna. Amén.

8. EVALUEMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.8)

1. ¿Qué les gustó de este primer encuentro?1. ¿Qué les gustó de este primer encuentro?1. ¿Qué les gustó de este primer encuentro?1. ¿Qué les gustó de este primer encuentro?1. ¿Qué les gustó de este primer encuentro?

2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorarlos próximos días?los próximos días?los próximos días?los próximos días?los próximos días?

9. DESPEDIDA

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.9)

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22222ooooo Encuentr Encuentr Encuentr Encuentr Encuentro:o:o:o:o:

EL BAUTISMO ES UN LLAMADOEL BAUTISMO ES UN LLAMADOEL BAUTISMO ES UN LLAMADOEL BAUTISMO ES UN LLAMADOEL BAUTISMO ES UN LLAMADOA VIVIR SANTAMENTE LA VIDA ORDINARIAA VIVIR SANTAMENTE LA VIDA ORDINARIAA VIVIR SANTAMENTE LA VIDA ORDINARIAA VIVIR SANTAMENTE LA VIDA ORDINARIAA VIVIR SANTAMENTE LA VIDA ORDINARIA

INDICACIONES METODOLÓGICAS

A) CON ESTE ENCUENTRO PRETENDE-MOS (METAS):

Encontrarnos con Dios Padre, que nosha hecho sus hijos por el Bautismo

Valorar más nuestro Bautismo y recono-cerlo como llamado a la santidad perso-nal y comunitaria

Concretizar nuestra respuesta viviendola santidad en la vida ordinaria

B) AL FINAL, ESTAREMOS CONVENCI-DOS DE QUE (CONVICCIONES):

El Bautismo nos da la gracia de serhijos de Dios y hermanos de los demás

Por el Bautismo todos estamos llama-dos a ser santos

El signo de que estamos bautizados esque llevamos una vida nueva

C) POR ESO, EN ADELANTE, PROCURA-REMOS (ACTITUDES):

Promover una adecuada preparaciónpara el Bautismo y una celebración máscristiana y comprometida del mismo, va-lorando más el Sacramento que el aspec-to social

Vivir nuestro Bautismo con una vidaordinaria santa y en gracia

Vivir como hermanos la dimensión co-munitaria del Bautismo y de la santidad

D) Y NOS ANIMAMOS UNOS A OTROS(MOTIVACIÓN):

¡Vivamos nuestro Bautismo con una vidaordinaria santa!

1. LOCAL PARA EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.1)

Si es posible, tener en el centro, a la vista de todos, la pilabautismal y algunos otros signos del Bautismo: Cirio pascual,vestidura blanca, etc.

2. AMBIENTAMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.2)

CANTO:UN SOLO SEÑOR, UNA SOLA FE,

UN SOLO BAUTISMO,UN SOLO DIOS Y PADRE.

Llamados a guardar la unidad del Espíritupor el vínculo de la paz, cantamos y proclamamos.

Llamados a formar un solo cuerpo

en un mismo Espíritu, cantamos y proclamamos.Llamados a compartir una misma esperanza

en Cristo, cantamos y proclamamos.

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3. UBICAMOS ESTE ENCUENTROSean bienvenidos al segundo encuentro de nues-

tra semana de Ejercicios.

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.3)

Hoy vamos a considerar el Bautismo como unavocación o llamado que Dios nos hace a vivirsantamente la vida ordinaria. De hecho, el Bautis-mo es nuestro nacimiento a la vida de la gracia; sinembargo, en lo espiritual, como en lo humano, elhombre está destinado a evolucionar y a progresarcada vez más, hasta el límite de sus posibilidades.Y a esta evolución y progreso, en el orden cristiano,se le llama «santidad». Por lo tanto, en nuestroBautismo está ya la raíz de nuestra santificación,pero hay que hacerla fructificar.

Por eso, con este segundo encuentro pretende-mos:

Encontrarnos con Dios Padre, que nos ha hechosus hijos por el Bautismo.

Valorar más nuestro Bautismo y reconocerlo comollamado a la santidad personal y comunitaria.

Concretizar nuestra respuesta viviendo la santi-dad en la vida ordinaria.

4. SALGAMOS AL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.4)

A) MONICIÓN:

Jesús pasa y habla: hay que saber escucharlo.Jesús pasa y llama: hay que saber captar su llamado.Jesús pasa y brinda su gracia: hay que saber recibir-la. Pidamos las mejores disposiciones para saberescuchar, recibir y dar, especialmente hoy y a partirde nuestro segundo día de Ejercicios.

B) CANTO PARA PREPARAR EL CORAZÓN:

Dame un nuevo corazón,que te alabe noche y día.Dame un nuevo corazón,

oh Jesús, Tú eres mi guía.Dame un nuevo corazóny que sea morada tuya.

Dame un nuevo corazón (2) Aleluya.

Quiero amarte, mi Jesúsporque estoy agradecido.

Tú me diste tu perdón,que es un don inmerecido.

C) ORACIÓN: SALMO 72 (71)EL REY DE LA PAZ

El guía proclama la antífona; luego, divididos en dos coros, losparticipantes van alternando las estrofas del salmo.

Antífona: Mi Dios me dijo: «Te hago luz de las na-Mi Dios me dijo: «Te hago luz de las na-Mi Dios me dijo: «Te hago luz de las na-Mi Dios me dijo: «Te hago luz de las na-Mi Dios me dijo: «Te hago luz de las na-ciones y dominador de los pueblos, para que seasciones y dominador de los pueblos, para que seasciones y dominador de los pueblos, para que seasciones y dominador de los pueblos, para que seasciones y dominador de los pueblos, para que seasmi salvación hasta el fin de la tierra».mi salvación hasta el fin de la tierra».mi salvación hasta el fin de la tierra».mi salvación hasta el fin de la tierra».mi salvación hasta el fin de la tierra».

Dios mío, confía tu juicio al rey,tu justicia al hijo de reyes,para que rija a tu pueblo con justicia,a tus humildes con rectitud.Que los montes traigan paz,y los collados justicia;que él defienda a los humildes del pueblo,socorra a los hijos del pobre,y quebrante al explotador.Que dure tanto como el sol.como la luna, de edad en edad;que baje como lluvia sobre el césped,como llovizna que empapa la tierra.Que en sus días florezca la justiciay la paz hasta que falte la luna.Que domine de mar a mar,del gran río al confín de la tierraQue en su presencia se inclinen sus rivales;que sus enemigos muerdan el polvo;que los reyes de Tarsis y de las islasle paguen tributo.Que los reyes de Saba y Arabiale ofrezcan sus dones;que se postren ante él todos los reyesy que todos los pueblos le sirvan.Gloria al Padre...

Antífona: Mi Dios me dijo: «Te hago luz de las na-Mi Dios me dijo: «Te hago luz de las na-Mi Dios me dijo: «Te hago luz de las na-Mi Dios me dijo: «Te hago luz de las na-Mi Dios me dijo: «Te hago luz de las na-ciones y dominador de los pueblos, para que seasciones y dominador de los pueblos, para que seasciones y dominador de los pueblos, para que seasciones y dominador de los pueblos, para que seasciones y dominador de los pueblos, para que seasmi salvación hasta el fin de la tierra».mi salvación hasta el fin de la tierra».mi salvación hasta el fin de la tierra».mi salvación hasta el fin de la tierra».mi salvación hasta el fin de la tierra».

D) LECTURA BÍBLICA:

⇒ El Bautismo de Cornelio(Hech 10, 34-48)

Por respeto a la Palabra de Dios, se sugiere leer el texto bíblicodirectamente de la Biblia.

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5. PROFUNDICEMOS EL ENCUENTRO(«CONTEMPLAMOS»)

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.5)

A) El Bautismo nos da la graciade ser hijos de Dios

y hermanos de los demás

⇒ Hijos de Dios por el Bautismo (LG 40)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ Meditamos el texto:Los seguidores de Cristo, llamados por Dios, no

en virtud de sus propios méritos, sino por designioy gracia de Él, y justificados en Cristo NuestroSeñor, en la fe del bautismo han sido hechos hijosde Dios y partícipes de la divina naturaleza, y por lomismo santos.

⇒ Los bautizados son hermanos (LG 7)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ Meditamos el texto:El Hijo de Dios, encarnado en la naturaleza

humana, redimió al hombre y lo transformó en unanueva criatura (cf. Ga 6,15; 2Co, 5,17), superandola muerte con su muerte y resurrección. A sushermanos, convocados de entre todas las gentes, losconstituyó místicamente como su cuerpo, comuni-cándoles su Espíritu.

La vida de Cristo en este cuerpo se comunica alos creyentes, que se unen misteriosa y realmente aCristo, paciente y glorificado, por medio de lossacramentos. Por el bautismo nos configuramoscon Cristo: «Porque también todos nosotros hemossido bautizados en un solo Espíritu» (1Co, 12,13).

Con el rito del Bautismo se representa y efectúanuestra unión con la muerte y resurrección deCristo: «Con Él hemos sido sepultados por el bau-tismo, para participar en su muerte», mas si «hemossido injertados en Él por la semejanza de su muerte,también lo seremos por la de su resurrección» (Rm6, 4-5).

Unificando el cuerpo, el mismo Espíritu por sí,con su virtud, y por la interna conexión de losmiembros, produce y urge la caridad entre losfieles. Por tanto, si un miembro tiene un sufrimien-to, todos los miembros sufren con él; o si unmiembro es honrado, gozan juntamente todos losmiembros (cf. 1Co 12,26).

B) Por el Bautismo todos estamosllamados a ser santos

⇒ Todos, llamados a ser santos (LG 40)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ Meditamos el texto:Nuestro Señor Jesucristo predicó la santidad de

vida, de la que Él es Maestro y Modelo, a todos ycada uno de sus discípulos, de cualquier condiciónque fuesen. «Sean perfectos como vuestro Padrecelestial es perfecto» (Mt 5,48).

Envió a todos el Espíritu Santo, que los movierainteriormente, para que amen a Dios con todo elcorazón, con toda el alma, con toda la mente y contodas las fuerzas (cf. Mc 12,30), y para que se amenunos a otros como Cristo nos amó (cf. Jn 13,34;15,12).

Los seguidores de Cristo, llamados por Dios, noen virtud de sus propios méritos, sino por designioy gracia de Él, y justificados en Cristo NuestroSeñor, en la fe del bautismo han sido hechos hijosde Dios y partícipes de la divina naturaleza, y por lomismo santos; conviene, por consiguiente, que esasantidad que recibieron sepan conservarla y perfec-cionarla en su vida, con la ayuda de Dios.

Les amonesta el Apóstol a que vivan «comoconviene a los santos» (Ef 5,3, y que «como elegi-dos de Dios, santos y amados, se revistan de entra-ñas de misericordia, benignidad, humildad, modes-tia, paciencia» (Col 3,12) y produzcan los frutos delEspíritu para santificación (cf. Ga 5,22; Rm 6,22).

Fluye de ahí la clara consecuencia que todos losfieles, de cualquier estado o condición, son llama-dos a la plenitud de la vida cristiana y a la perfecciónde la caridad, que es una forma de santidad quepromueve, aun en la sociedad terrena, un nivel devida más humano.

Para alcanzar esa perfección, los fieles, según ladiversa medida de los dones recibidos de Cristo,siguiendo sus huellas y amoldándose a su imagen,obedeciendo en todo a la voluntad del Padre, debe-rán esforzarse para entregarse totalmente a la gloriade Dios y al servicio del prójimo. Así la santidad delPueblo de Dios producirá frutos abundantes, comobrillantemente lo demuestra en la historia de laIglesia la vida de tantos santos.

⇒ Motivos para ser santos

La santidad tiene su fundamento y raíz en laconsagración bautismal y en el dinamismo propiode la gracia sacramental, que tiende, naturalmente,a desplegar todas sus virtualidades hasta la perfec-

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ción: como en una semilla se contienen virtualmen-te la planta, la hoja, las flores y los frutos, así en lagracia inicial del Bautismo se contienen en germentoda la perfección de la caridad, que es la meta finalde la vida cristiana, en la que consiste precisamentela santidad (cf. LG 40).

El concilio enumera varios motivos de la santi-dad de los cristianos, como son:– Todos los bautizados formamos la Iglesia santa,

esposa de Cristo, el «único Santo».– Formamos todo un solo Cuerpo de Cristo.– Cristo, Maestro y Modelo de toda perfección,

predicó a todos la santidad: «sed perfectos comovuestro Padre celestial es perfecto» (Mt 5,48).

– Hemos recibido el Espíritu para que amemos aDios y al prójimo (cf. Mt 12, 30; Jn 13; 34;15,12).

– Por el Bautismo fuimos hechos «verdaderos hijosde Dios, participes de la divina naturaleza y porlo mismo realmente santos» (LG 40).

⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo milenio

Recordar esta verdad elemental, poniéndolacomo fundamento de la programación pastoral quenos atañe al inicio del nuevo milenio, podría pare-cer, en primer momento, algo poco práctico. ¿Aca-so se puede «programar» la santidad? ¿Qué puedesignificar esta palabra en la lógica de un planpastoral?

En realidad, poner la programación pastoralbajo el signo de la santidad es una opción llena deconsecuencias. Significa expresar la convicción deque, si el Bautismo es una verdadera entrada en lasantidad de Dios por medio de la inserción en Cristoy la inhabitación de su Espíritu, sería un contrasentido contentarse con una religiosidad superfi-cial. Preguntar a un catecúmeno «¿quieres recibir elbautismo?», significa al mismo tiempo preguntar-le, «¿quieres ser santo?» Significa ponerle en elcamino del Sermón de la Montaña: «Sed perfectoscomo es perfecto vuestro Padre celestial» (Mt 5,48).

Como el concilio mismo explicó, este ideal deperfección no ha de ser malentendido, como siimplicase una especie de vida extraordinaria, prac-ticable sólo por algunos «genio» de la santidad. Loscaminos de la santidad son múltiples y adecuados a

la vocación de cada uno. Los cristianos, inclusivelos laicos se pueden y deben santificar en las cir-cunstancias más ordinarias de la vida.

Pero el don se plasma a su vez en un compromisoque ha de dirigir toda la vida cristiana: «Ésta es lavoluntad de Dios: vuestra santificación» (1Tes 4,3).Es un compromiso que no afecta sólo algunoscristianos: «Todos los cristianos, de cualquier claseo condición, están llamados a la plenitud de la vidacristiana y a la perfección del amor» (cf. LG 40).

⇒ La santidad, meta de todo bautizado

Confundimos muchas veces la santidad con de-talles que no son sino accidentales, o bien con losmedios o caminos para la misma. Ninguna de estascosas son imprescindiblemente necesarias ni esen-ciales para la santidad cristiana:– No son necesarios los milagros: hay santos de los

que no se sabe que en su vida hicieron ni uno solo,por ejemplo, María, y José.

– No son esenciales las grandes mortificaciones:Santa Teresita del Niño Jesús.

– No es necesaria la vida monástica. Hay tantossantos seglares, o quizá más que religiosos.

– No es necesario tener una psicología determina-da: hay santos de todos los temperamentos ypsicologías. Los hay emotivos, coléricos, ner-viosos, linfáticos. Francisco de Asís, FranciscoJavier, o Francisco de Sales poco se parecen aLuis Gonzaga o a María Goretti.

– No es preciso para ser santo haber forzosamenteconservado la inocencia bautismal: San Agustín,san Ignacio de Loyola, santa María Magdalena...no eran precisamente «niños edificantes».

C) El signo de que estamosbautizados es que llevamos

una vida nueva

⇒ Significado y frutos de la santidad

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ Meditamos el texto:La santidad hay que entenderla como la entiende

y explica la Iglesia:– En la Iglesia todos, lo mismo quienes pertenecen

a la jerarquía como los fieles laicos, están llama-dos a la santidad (LG 39).

– Es completamente claro que todos los fieles, decualquier estado o condición, están llamados a la

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plenitud de la vida cristiana y a la perfección dela caridad (LG 40).

– Una misma es la santidad que cultivan en losmúltiples géneros de vida y ocupaciones todos losque son guiados por el Espíritu de Dios (LG 40).

– Esta santidad suscita un nivel de vida más huma-no, incluso en la sociedad terrena (LG 40).

– Pablo nos invita a vivir como conviene a lossantos (cf. Ef 5, 3–4); a revestirnos, como elegi-dos de Dios, santos y amados por Él, de miseri-cordia, benignidad, humildad, modestia, pacien-cia (Col 3, 12) y a producir los frutos del Espíritupara la santificación (cf. Ga 5, 22–25; Rm 6, 22).

⇒ Bautismo e iniciación cristiana(CATIC 1226-1228)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ Meditamos el texto:El Bautismo es un encuentro con la vida. El acto

de bautizar, lejos de ser una «costumbre sin trascen-dencia», adquiere un importancia extraordinaria,por condicionar una forma de vida, que deberádesarrollarse posteriormente.

La iniciación cristiana –Bautismo, Confirma-ción, Eucaristía– tiene su propio sentido. Abarca ala persona total, no a un solo estrato o aspecto de lamisma. El iniciado cristiano es aquel que no sola-mente ha recibido esos Sacramentos, sino que hacambiado su manera de ser, de pensar, de sentir, deestar en el mundo... desde Cristo y el Evangelio.

La «iniciación» como tal no es algo exclusivo dela Iglesia ni de la religión católica. Muchas religio-nes y culturas han tenido y tienen sus procesosiniciáticos. Pero en la religión cristiana existenunos elementos de iniciación que no se encuentranen otras religiones o culturas:

El primer elemento es el contenido mismo de lainiciación: el cristiano no se inicia a cualquiermisterio, sino al misterio de Cristo; ni a cualquierDios, sino al Dios de Jesucristo; ni a cualquier tipode vida, sino a la vida nueva en el Espíritu.

El segundo elemento específico son las media-ciones o medios de iniciación: en nuestro caso no escualquier comunidad, sino la comunidad de la Igle-sia; ni es cualquier rito, sino los sacramentos yaquellos signos determinados por la misma Iglesia.

Finalmente, es original la misma actitud que sepide a los sujetos y que implica una conversión

verdadera, una fe firme, una esperanza probada,una caridad fraterna.

6. PROYECTEMOS EL ENCUENTRO(«CONFRONTAMOS» Y «ACTUAMOS»)

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.6)

A) NUESTRA VIDA A CONFRONTAR:Nos preguntamos y compartimos:

1) ¿Qué significado le doy personalmente al hecho de1) ¿Qué significado le doy personalmente al hecho de1) ¿Qué significado le doy personalmente al hecho de1) ¿Qué significado le doy personalmente al hecho de1) ¿Qué significado le doy personalmente al hecho deestar bautizado?estar bautizado?estar bautizado?estar bautizado?estar bautizado?

2) ¿Sé cuándo me bautizaron y celebro cada aniversario2) ¿Sé cuándo me bautizaron y celebro cada aniversario2) ¿Sé cuándo me bautizaron y celebro cada aniversario2) ¿Sé cuándo me bautizaron y celebro cada aniversario2) ¿Sé cuándo me bautizaron y celebro cada aniversariocomo algunos hacemos en nuestro cumpleaños?como algunos hacemos en nuestro cumpleaños?como algunos hacemos en nuestro cumpleaños?como algunos hacemos en nuestro cumpleaños?como algunos hacemos en nuestro cumpleaños?

3) ¿Por qué el Bautismo nos hace hijos de Dios y3) ¿Por qué el Bautismo nos hace hijos de Dios y3) ¿Por qué el Bautismo nos hace hijos de Dios y3) ¿Por qué el Bautismo nos hace hijos de Dios y3) ¿Por qué el Bautismo nos hace hijos de Dios yhermanos entre todos?hermanos entre todos?hermanos entre todos?hermanos entre todos?hermanos entre todos?

4) ¿Vivo cada día con la convicción de que, por estar4) ¿Vivo cada día con la convicción de que, por estar4) ¿Vivo cada día con la convicción de que, por estar4) ¿Vivo cada día con la convicción de que, por estar4) ¿Vivo cada día con la convicción de que, por estarbautizado, tengo que luchar por ser santo?bautizado, tengo que luchar por ser santo?bautizado, tengo que luchar por ser santo?bautizado, tengo que luchar por ser santo?bautizado, tengo que luchar por ser santo?

5) ¿De qué manera contribuimos los cristianos a la5) ¿De qué manera contribuimos los cristianos a la5) ¿De qué manera contribuimos los cristianos a la5) ¿De qué manera contribuimos los cristianos a la5) ¿De qué manera contribuimos los cristianos a lasantidad de la Iglesia?santidad de la Iglesia?santidad de la Iglesia?santidad de la Iglesia?santidad de la Iglesia?

6) Si analizo con sinceridad y honradez el modo como6) Si analizo con sinceridad y honradez el modo como6) Si analizo con sinceridad y honradez el modo como6) Si analizo con sinceridad y honradez el modo como6) Si analizo con sinceridad y honradez el modo comoestoy viviendo, ¿realmente demuestro que quieroestoy viviendo, ¿realmente demuestro que quieroestoy viviendo, ¿realmente demuestro que quieroestoy viviendo, ¿realmente demuestro que quieroestoy viviendo, ¿realmente demuestro que quieroser santo?ser santo?ser santo?ser santo?ser santo?

Hechos positivos: Nuestras familias procuran bautizar con prontitud alos niños.

Los papás y padrinos de Bautismo se preparan parala celebración del Sacramento.

La Iglesia nos motiva frecuentemente a vivir de acuer-do a nuestro Bautismo, aprovechando diversas opor-tunidades: Pre–bautismales, Eucaristía dominical,Ejercicios Espirituales, grupos de reflexión, etc.

Algunos cristianos nos dan buen ejemplo como bau-tizados.

La canonización de nuestros mártires nos ha motiva-do a ver la santidad como una realidad alcanzablepor todos los bautizados.

Hechos negativos:

El hecho de ser bautizados desde pequeños dificultaque vivamos la riqueza del acontecimiento mismo.

Muchos padres de familia bautizan por costumbre,pero no por convicción ni con deseos de renovar suvida. De hecho, no se comprometen realmente, comodicen cuando bautizan a sus hijos.

La realidad de que somos hermanos por el Bautismodeja mucho que desear en tantos cristianos que vivi-mos divididos, peleados, distanciados, etc.

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No asumimos como bautizados nuestra lu-cha contra el mal y, sobre todo, no hace-mos nuestra la opción por el bien, por Je-sucristo, por su Evangelio, por la santidad.

B) ACTITUDES A CULTIVAR: Promover una adecuada preparaciónpara el Bautismo y una celebración máscristiana y comprometida del mismo,valorando más el Sacramento que el as-pecto social

Vivir nuestro Bautismo con una vida or-dinaria santa y en gracia

Vivir como hermanos la dimensión co-munitaria del Bautismo y de la santidad

C) NUESTRO COMPROMISO:

Entre los medios que Dios ha puesto anuestra disposición para llegar a la metade la santidad, a la que, por vocación yconsagración bautismal, nos ha llamado,están:

«Querer» ser santos: decidirnos a serlo. «Sitantos hermanos lo han logrado, ¿por quéyo no?, como decía san Agustín.

Cooperar generosamente con la gracia deDios y dejarnos moldear por ella.

Quitar los obstáculos que en nosotros secontraponen a la gracia: pecados, vicios,defectos, malas costumbres, etc.

Buscar por nuestra cuenta los medios desantificación más a nuestro alcance: ora-ción, trabajo responsable, estudio prove-choso, convivencia digna, respeto de to-dos, etc.

SUGERENCIAS PARA SUSCITARLOEN EL GRUPO, ASAMBLEAO COMUNIDAD PARTICIPANTE:

Se pueden sugerir estos tres medios que, para lasantidad, propone el Vaticano II (LG 41) e intentarmemorizarlos:

– Aceptar todo con fe, como venido de lamano del Padre.

– Colaborar con la voluntad de Dios en mivida.

– Testimoniar ante el mundo, incluso connuestra dedicación a las tareas tempora-les, la caridad con que Dios nos ama.

7. AGRADEZCAMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.7)

A) PROFESIÓN DE FE

Se hace la renovación del Bautismo, mediante el Credo o las preguntascorrespondientes del ritual del Bautismo, después de la siguiente monición.

Monición: El Bautismo no es un acontecimiento sólopara «recordar», mucho menos para olvidar; es algo quedebemos vivir de modo permanente. El Ritual dice que «siel Bautismo constituye el fundamento de la vida cristiana,justo es que sea evocado». Por eso, una vez que hemos vividoen este encuentro la memoria cristiana de nuestro nacimien-to a la fe, profesemos con el Credo nuestro propósito de vivirsiempre como bautizados y de luchar por alcanzar la santi-dad.

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso...ó

¿Creen ustedes en Dios, Padre todopoderoso...?

Luego se hace la aspersión con el agua bendita, mientras se canta:

B) CANTO:Bautízame, Señor, con tu Espíritu. (2)Y déjame sentir el fuego de tu amor

aquí en mi corazón, Señor. (2)

Renuévame, Señor...

C) PLEGARIA COMUNITARIA:

Los bautizados somos hijos de Dios y por eso le podemosllamar Padre: Padre mío, Padre de todos, Padre Nuestro.Concluyamos nuestro encuentro, dirigiéndonos a Él comoJesús nos enseñó:Padre nuestro...

Si está el sacerdote presente, concluye la oración con la Bendición; de locontrario, terminan invocando a la Trinidad:

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos llevea la vida eterna. Amén.

8. EVALUEMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.8)

1. ¿Qué les gustó de este segundo encuentro?1. ¿Qué les gustó de este segundo encuentro?1. ¿Qué les gustó de este segundo encuentro?1. ¿Qué les gustó de este segundo encuentro?1. ¿Qué les gustó de este segundo encuentro?

2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar los2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar los2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar los2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar los2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar lospróximos días?próximos días?próximos días?próximos días?próximos días?

9. DESPEDIDA

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.9)Dejar como tarea: Buscar y memorizar la fecha de su Bautismo.

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INDICACIONES METODOLÓGICAS

A) CON ESTE ENCUENTRO PRETENDEMOS(METAS):

Encontrarnos con el Espíritu Santo que nosmueve a la conversión

Motivarnos a la conversión permanente ennuestra vida

Ubicar el sacramento de la Reconciliacióndentro del proceso de conversión

Descubrir que la conversión tiene tambiénuna dimensión social

B) AL FINAL, ESTAREMOS CONVENCIDOSDE QUE (CONVICCIONES):

Necesitamos la gracia de Dios para conver-tirnos: la conversión es fruto de la accióndel Espíritu Santo en nosotros

Ser cristiano es vivir en permanente conver-sión, ser santo es camino de toda la vida

El sacramento de la Reconciliación es en-cuentro con la misericordia del Padre, quenos motiva a la conversión

La conversión nos proyecta al compromisosocial, en la búsqueda de la justicia y el res-peto a la dignidad de todos: ¡Sólo en comu-nidad podemos santificarnos!

C) POR ESO, EN ADELANTE, PROCURARE-MOS (ACTITUDES):

Manifestar que confiamos en la misericordiade Dios recibiendo la Reconciliación cuan-do sea necesario

Procurar ya no pecar, como fruto de cada Con-fesión

Buscar siempre ser mejores, a pesar delos obstáculos

Pasar del individualismo a la experien-cia de comunión

D) Y NOS ANIMAMOS UNOS A OTROS(MOTIVACIÓN):

¡Seamos santos mediante la conversiónpersonal y comunitaria!

1. LOCAL PARA EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.1)

Se puede colocar una imagen de Cristo crucificado y un dibujogrande de un padre que abraza a su hijo en señal de perdón,como lo sugiere la parábola del Hijo Pródigo (Lc 15). Tambiénalgunas fotografías de personas haciendo obras de caridad o enoración o en relación con sus hermanos.

33333ererererer Encuentr Encuentr Encuentr Encuentr Encuentro:o:o:o:o:

LA CONVERSIÓN PERSONAL Y COMUNITARIALA CONVERSIÓN PERSONAL Y COMUNITARIALA CONVERSIÓN PERSONAL Y COMUNITARIALA CONVERSIÓN PERSONAL Y COMUNITARIALA CONVERSIÓN PERSONAL Y COMUNITARIAES CAMINO PERMANENTE DE SANTIDADES CAMINO PERMANENTE DE SANTIDADES CAMINO PERMANENTE DE SANTIDADES CAMINO PERMANENTE DE SANTIDADES CAMINO PERMANENTE DE SANTIDAD

«No sigan la corriente del mundo en que vivimos,más bien transfórmense por la renovación de su mente» (Rm 12, 2)

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2. AMBIENTAMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.2)

CANTO:Eran cien ovejas que había en el rebaño;

eran cien ovejas que el pastor cuidó.Pero una tarde, al contarlas todas,

le faltaba una, le faltaba una y triste lloró.

LAS NOVENTA Y NUEVE, DEJÓ EN EL APRISCOY POR LAS MONTAÑAS A BUSCARLA FUE;

LA ENCONTRÓ GIMIENDO,TEMBLANDO DE FRIO;CURÓ SUS HERIDAS,

LA TOMÓ EN SUS BRAZOS,Y AL REDIL VOLVIÓ.

Esa misma historia vuelve a repetirse,todavía hay ovejas que en el mundo están;que van caminando, sin Dios, sin consuelo,

quedando en tinieblasporque aún no tienen de Cristo la luz.

3. UBICAMOS ESTE ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.3)

No debemos olvidar que fuimos convocadosesta semana de Ejercicios para meditar acerca denuestra vocación a la santidad. El primer día re-flexionamos sobre la santidad de Dios Padre reve-lada en plenitud en su Hijo Jesucristo; ayer, segun-do día, recordábamos que por el Bautismo, hemossido llamados a configurarnos con Cristo.

El tema de nuestro encuentro hoy quiere moti-varnos a permanecer fieles a la gracia y vocaciónque hemos recibido en el Bautismo y, por lo tanto,a vivir en una conversión permanente tanto perso-nal como comunitaria. Dios, en su providencia, hadispuesto para esto el Sacramento de la Reconcilia-ción, un medio valiosísimo para progresar en lasantidad. Todos hemos de poner lo que está denuestra parte para hacer un verdadero examen deconciencia acerca del proceso personal de santifi-cación.

Lo que con este tercer encuentro pretendemoses:

Encontrarnos con el Espíritu Santo que nos mue-ve a la conversión

Motivarnos a la conversión permanente en nues-tra vida

Ubicar el sacramento de la Reconciliación dentrodel proceso de conversión

Descubrir que la conversión tiene también una di-mensión social

4. SALGAMOS AL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.4)

Se hace la siguiente celebración, todos de pie.

A) MONICIÓN:

Preparemos nuestro corazón para salir al en-cuentro de Dios Padre, que se nos ha revelado en suHijo Jesucristo. Oraremos con el Salmo 51(50) quenos introduce ya en el tema de nuestro encuentro.

Este Salmo es atribuido al Rey David, según elredactor final del libro de los salmos. El rey hacometido un pecado grave a los ojos de Dios (2Sm11-12) y el profeta le denuncia su pecado. ComoDavid es justo y no quiere perder la amistad conDios, exclama la siguiente súplica. Descubramosen este salmo nuestra propia experiencia.

B) SALMO 51(50)

Un lector va proclamando el Salmo y todos van respondiendo acada estrofa:

Todos.- Todos.- Todos.- Todos.- Todos.- Ten piedad de nosotros, oh Dios,Ten piedad de nosotros, oh Dios,Ten piedad de nosotros, oh Dios,Ten piedad de nosotros, oh Dios,Ten piedad de nosotros, oh Dios,conforme a tu misericordiaconforme a tu misericordiaconforme a tu misericordiaconforme a tu misericordiaconforme a tu misericordia

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericor-dia; conforme a lo inmenso de tu compasión, bo-rra mis pecados.

Lávame por completo de mi maldad, y límpiame demi pecado. Porque yo reconozco mis transgresio-nes, y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti sólo he pecado y he hecho lo malodelante de tus ojos, de manera que eres justo cuan-do hablas y sin reproche cuando juzgas. He aquíque yo nací en iniquidad y en pecado me concibiómi madre.

He aquí que tú deseas la verdad en lo más íntimo y enlo secreto me harás conocer sabiduría. Purifícamecon hisopo y seré limpio; lávame y seré más blan-co que la nieve. Hazme oír gozo y alegría; que seregocijen los huesos que has quebrantado.

Esconde tu rostro de mis pecados y borra todas misiniquidades. Crea en mí, oh Dios, un corazón lim-pio y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Ten piedad de nosotros, oh Dios, conforme a tu mi-sericordia. No me eches de tu presencia y no qui-tes de mí tu santo Espíritu. Restitúyeme el gozo detu salvación y sosténme con un espíritu de poder.

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Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos ylos pecadores se convertirán a ti. Líbrame de deli-tos de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación; en-tonces mi lengua cantará con gozo tu justicia.

Abre mis labios, oh Señor, para que mi boca anuncietu alabanza. Porque no te deleitas en sacrificio, delo contrario yo lo ofrecería; no te agrada el holo-causto.

Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al co-razón contrito y humillado, oh Dios, no despre-ciarás. Haz bien con tu benevolencia a Sión; edifi-ca los muros de Jerusalén. Entonces te agradaránlos sacrificios de justicia, el holocausto y el sacrifi-cio perfecto; entonces se ofrecerán novillos sobretu altar.

Permanecemos un momento en silencio.

C) LECTURA BÍBLICA

⇒ Zaqueo se encuentra con Jesús, haceconciencia de que ha defraudado consu pecado personal a sus hermanos yse convierte (Lc 19, 1–10)

Por respeto a la Palabra de Dios, se sugiere leer el texto bíblicodirectamente de la Biblia.

Una vez que se ha leído el texto, se invita espontáneamente a quecada uno aporte aquello que más le ha interesado del texto. Sepuede ayudar de las siguientes preguntas.

⇒ Preguntas para reflexionarsobre el texto leído

1. ¿Quiénes son los personajes de esta narración?.1. ¿Quiénes son los personajes de esta narración?.1. ¿Quiénes son los personajes de esta narración?.1. ¿Quiénes son los personajes de esta narración?.1. ¿Quiénes son los personajes de esta narración?.2. ¿Cuál es el asunto que los ocupa?2. ¿Cuál es el asunto que los ocupa?2. ¿Cuál es el asunto que los ocupa?2. ¿Cuál es el asunto que los ocupa?2. ¿Cuál es el asunto que los ocupa?3. ¿Zaqueo invita a Jesús o es Jesús quien se invita a la3. ¿Zaqueo invita a Jesús o es Jesús quien se invita a la3. ¿Zaqueo invita a Jesús o es Jesús quien se invita a la3. ¿Zaqueo invita a Jesús o es Jesús quien se invita a la3. ¿Zaqueo invita a Jesús o es Jesús quien se invita a la

casa de Zaqueo?.casa de Zaqueo?.casa de Zaqueo?.casa de Zaqueo?.casa de Zaqueo?.4. ¿Qué relación encontramos entre el título de este4. ¿Qué relación encontramos entre el título de este4. ¿Qué relación encontramos entre el título de este4. ¿Qué relación encontramos entre el título de este4. ¿Qué relación encontramos entre el título de este

tercer encuentro y lo que nos narra el evangelistatercer encuentro y lo que nos narra el evangelistatercer encuentro y lo que nos narra el evangelistatercer encuentro y lo que nos narra el evangelistatercer encuentro y lo que nos narra el evangelistaLucas en este pasaje?.Lucas en este pasaje?.Lucas en este pasaje?.Lucas en este pasaje?.Lucas en este pasaje?.

5. ¿Podemos decir que Zaqueo es uno de los «santos»5. ¿Podemos decir que Zaqueo es uno de los «santos»5. ¿Podemos decir que Zaqueo es uno de los «santos»5. ¿Podemos decir que Zaqueo es uno de los «santos»5. ¿Podemos decir que Zaqueo es uno de los «santos»del Nuevo Testamento, por haberse convertido per-del Nuevo Testamento, por haberse convertido per-del Nuevo Testamento, por haberse convertido per-del Nuevo Testamento, por haberse convertido per-del Nuevo Testamento, por haberse convertido per-sonalmente y en comunidad?sonalmente y en comunidad?sonalmente y en comunidad?sonalmente y en comunidad?sonalmente y en comunidad?

5. PROFUNDICEMOS EL ENCUENTRO(«CONTEMPLAMOS»)Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción,

7.1.5)A) Necesitamos la gracia de Diospara convertirnos: la conversión

es fruto de la accióndel Espíritu Santo en nosotros

⇒ «Por la gracia de Dios soy lo que soy,y su gracia no se ha frustrado en mí;al contrario trabajé más que todos ellos, noprecisamente yo sino la gracia de Dios queestá conmigo» (1Co 15,10)

La conversión permanente es este diálogo inin-terrumpido entre la gracia de Dios y la naturalezahumana. La voluntad humana se dispone a cooperaren clima de libertad con la gracia de Dios. La opciónpersonal de cada hombre y mujer y la primacía dela iniciativa de Dios (Jn 6,44. 15,15) en continuacorrespondencia en medio de la historia dan comoresultado la obra de la santificación. San Pabloconsidera que su logro es no haber dejado que lagracia de Dios se frustrara en él, para lo cual tuvoque «trabajar».⇒ La Reconciliación viene de Dios

«Dios es fiel a su designio eterno incluso cuandoel hombre, empujado por el maligno y arrastradopor su orgullo, abusa de la libertad que le fue dadapara amar y buscar el bien generosamente, negán-dose a obedecer a su Señor y Padre; continúasiéndolo incluso cuando el hombre en lugar deresponder con amor al amor de Dios se le enfrentacomo a un rival, haciéndose ilusiones y presumien-do de sus propias fuerzas, con la consiguienteruptura de relaciones con Aquel que lo creó. Apesar de esta prevaricación del hombre, Dios per-manece fiel a su amor… Nosotros sabemos queDios «Rico en Misericordia»… no cierra el corazóna ninguno de sus hijos» (RP10).⇒ La conversión es don del Espíritu (CATIC

1098; 1433)

La Asamblea litúrgica debe prepararse paraencontrar a su Señor, debe ser «un pueblo biendispuesto». Esta preparación de los corazones esla obra común del Espíritu Santo y de la Asamblea,en particular de sus ministros. La gracia del Espí-ritu Santo tiende a suscitar la fe, la conversión delcorazón y la adhesión a la voluntad del Padre.Estas disposiciones preceden a la acogida de lasotras gracias ofrecidas en la celebración misma ya los frutos de Vida nueva que está llamada aproducir.

Después de Pascua, el Espíritu Santo «convenceal mundo en lo referente al pecado» (Jn 16, 8-9), asaber, que el mundo no ha creído en el que el Padreha enviado. Pero este mismo Espíritu, que desvelael pecado, es el Consolador (cf Jn 15,26) que da al

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corazón del hombre la gracia del arrepentimiento yde la conversión (cf. Hch 2,36-38).

B) Ser cristiano es vivir en perma-nente conversión, ser santos es

camino de toda la vida

⇒ Tomar la cruz de cada día

El camino de la perfección pasa por la cruz. Nohay santidad sin renuncia y sin combate espiritual(cf. 2Tm 4). El progreso espiritual implica la ascesisy la mortificación que conducen gradualmente avivir en la paz y el gozo de las bienaventuranzas:

El que asciende no cesa nunca de ir de comienzoen comienzo mediante comienzos que no tienen fin.Jamás el que asciende deja de desear lo que yaconoce (San Gregorio de Nisa, Hom. in Cant 8;CATIC 2015).⇒ La conversión: «Qué no reine más el peca-

do en su cuerpo» (Rm 6, 1-12)

Por respeto a la Palabra de Dios, se sugiere leer el texto bíblicodirectamente de la Biblia.

¿Cuáles son los pasos que debemos dar nosotrospara pasar constantemente del pecado a la gracia,de la muerte a la vida?a) Reconocer el pecado

El mundo ha perdido el sentido del pecado, hayuna especie de adormecimiento de las conciencias.Se siente la necesidad de explicarlo sólo como undefecto de crecimiento, como una debilidad psico-lógica, como un error, como la consecuencia nece-saria de una estructura social inadecuada (CATIC378). Hoy más que liberarse del pecado está latendencia a liberarse de la idea de pecado, liberarsedel remordimiento. Se niega el problema en lugarde resolverlo. Si no hay pecado, Cristo derramó susangre por nada. Reconozcamos el pecado personalno sólo teóricamente, sino experiencialmente, sin-tiendo cierto estremecimiento (1Jn 1, 8-10).b) Arrepentirse del pecado

«Metanoein» significa, «cambiar de pensamien-to» cambiar de mentalidad, sustituir nuestro modode pensar, por el modo de pensar de Dios, nuestrojuicio por el juicio de Dios (Sal 51,6)c) Romper definitivamente con el pecado

Este paso consiste en decir definitivamente:¡Basta!, en palabras de San Pablo: «considerarnosmuertos al pecado». El pecado nos mantiene escla-

vizados mientras no le decimos un verdadero ¡bas-ta! San Juan de la cruz dice que no importa si elpecado está atado por un hilo de seda o una cuerda,pues el resultado es idéntico: no puede volar.d) Destruir el cuerpo del pecado

Esta expresión se refiere, no sólo a la partematerial del ser humano –por oposición al alma–,sino a la totalidad del hombre terreno dominado porsu inclinación a pecar: la destrucción del propio«Yo» pecador (Ez 36,26). Es el corazón que noshemos llenado por nuestra cuenta de compromisoscon el pecado. Es el hombre viejo.

C) El sacramentode la Reconciliación es encuentro

con la misericordia del Padre,que nos motiva a la conversión

⇒ Un Sacramento de la misericordia y laconversión (CATIC 1422–1424)

«Los que se acercan al sacramento de la peniten-cia obtienen de la misericordia de Dios el perdón delos pecados cometidos contra El y, al mismo tiem-po, se reconcilian con la Iglesia, a la que ofendieroncon sus pecados. Ella les mueve a conversión con suamor, su ejemplo y sus oraciones» (LG 11).

Se le denomina sacramento de conversión por-que realiza sacramentalmente la llamada de Jesús ala conversión (cf. Mc 1,15), la vuelta al Padre (cf.Lc 15,18) del que el hombre se había alejado por elpecado.

Se denomina sacramento de la Penitencia por-que consagra un proceso personal y eclesial deconversión, de arrepentimiento y de reparación porparte del cristiano pecador.

Es llamado sacramento de la confesión porque ladeclaración o manifestación, la confesión de lospecados ante el sacerdote, es un elemento esencialde este sacramento. En un sentido profundo estesacramento es también una «confesión», reconoci-miento y alabanza de la santidad de Dios y de sumisericordia para con el hombre pecador.

Se le llama sacramento del perdón porque, por laabsolución sacramental del sacerdote, Dios conce-de al penitente «el perdón y la paz» (OP, fórmula dela absolución).

Se le denomina sacramento de reconciliaciónporque otorga al pecador el amor de Dios quereconcilia: «Dejaos reconciliar con Dios» (2 Co

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5,20). El que vive del amor misericordioso de Diosestá pronto a responder a la llamada del Señor: «Veprimero a reconciliarte con tu hermano» (Mt 5,24).⇒ Por qué un Sacramento

de la Reconciliación despuésdel Bautismo (CATIC 1425–1426)

«Habéis sido lavados, habéis sido santificados,habéis sido justificados en el nombre del SeñorJesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios» (1Co6,11). Es preciso darse cuenta de la grandeza deldon de Dios que se nos hace en los sacramentos dela iniciación cristiana para comprender hasta quépunto el pecado es algo que no cabe en aquél que «seha revestido de Cristo» (Ga 3,27). Pero el apóstol S.Juan dice también: «Si decimos: ̀ no tenemos peca-do’, nos engañamos y la verdad no está en nosotros»(1Jn 1,8). Y el Señor mismo nos enseñó a orar:«Perdona nuestras ofensas» (Lc 11,4) uniendo elperdón mutuo de nuestras ofensas al perdón queDios concederá a nuestros pecados.

La conversión a Cristo, el nuevo nacimiento porel Bautismo, el don del Espíritu Santo, el Cuerpo y laSangre de Cristo recibidos como alimento nos hanhecho «santos e inmaculados ante él» (Ef 1,4), comola Iglesia misma, esposa de Cristo, es «santa einmaculada ante él» (Ef 5,27). Sin embargo, la vidanueva recibida en la iniciación cristiana no suprimióla fragilidad y la debilidad de la naturaleza humana,ni la inclinación al pecado que la tradición llamaconcupiscencia, y que permanece en los bautizadosa fin de que sirva de prueba en ellos en el combate dela vida cristiana ayudados por la gracia de Dios (cfDS 1515). Esta lucha es la de la conversión con mirasa la santidad y la vida eterna a la que el Señor no cesade llamarnos (cf DS 1545; LG 40).⇒ La conversión de los bautizados

(CATIC 1427–1429)

Jesús llama a la conversión. Esta llamada es unaparte esencial del anuncio del Reino: «El tiempo seha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conver-tíos y creed en la Buena Nueva» (Mc 1,15). En lapredicación de la Iglesia, esta llamada se dirigeprimeramente a los que no conocen todavía a Cristoy su Evangelio. Así, el Bautismo es el lugar princi-pal de la conversión primera y fundamental. Por lafe en la Buena Nueva y por el Bautismo (cf. Hch2,38) se renuncia al mal y se alcanza la salvación, esdecir, la remisión de todos los pecados y el don dela vida nueva.

Ahora bien, la llamada de Cristo a la conversiónsigue resonando en la vida de los cristianos. Estasegunda conversión es una tarea ininterrumpidapara toda la Iglesia que «recibe en su propio seno alos pecadores» y que siendo «santa al mismo tiem-po que necesitada de purificación constante, buscasin cesar la penitencia y la renovación» (LG 8). Esteesfuerzo de conversión no es sólo una obra humana.Es el movimiento del «corazón contrito» (Sal 51,19),atraído y movido por la gracia (cf Jn 6,44; 12,32) aresponder al amor misericordioso de Dios que nosha amado primero (cf 1 Jn 4,10).

De ello da testimonio la conversión de S. Pedrotras la triple negación de su Maestro. La mirada deinfinita misericordia de Jesús provoca las lágrimasdel arrepentimiento (Lc 22,61) y, tras la resurrec-ción del Señor, la triple afirmación de su amor haciaél (cf Jn 21,15-17). La segunda conversión tienetambién una dimensión comunitaria. Esto apareceen la llamada del Señor a toda la Iglesia: «¡Arre-piéntete!» (Ap 2,5.16).

D) La conversión nos proyecta alcompromiso social, en la búsque-da de la justicia y el respeto a la

dignidad de todos

⇒ Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso serecogen uvas de los espinos o higos de losabrojos? (Mt 7,16-20)

Por respeto a la Palabra de Dios, se sugiere leer el texto bíblicodirectamente de la Biblia.

⇒ Toda alma que se eleva, eleva al mundo(RP 16)

La vivencia de la propia santificación comoconversión permanente, no es un acto aislado. Todaconversión genuina tiene una proyección social. Elhombre y la mujer que se empeñan en un proceso deconversión viven en una misteriosa comunión conel género humano, nada de éste les es ajeno. Unaauténtica conversión incluye la lucha contra elpecado social.⇒ La conversión de las personas, presupues-

to de la superación de estructuras socialesde pecado

«En el fondo de toda situación de pecado seencuentran personas pecadoras. Esto es tan ciertoque si tal situación puede cambiar en sus aspectosestructurales e institucionales por fuerza de la ley o–como por desgracia sucede a menudo- por la ley de

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la fuerza, en realidad el cambio se demuestra in-completo, de poca duración y, en definitiva, vano eineficaz, por no decir contraproducente, si no seconvierten las personas directa o indirectamenteresponsables de tal situación» (RP 16).

6. PROYECTEMOS EL ENCUENTRO(«CONFRONTAMOS» Y «ACTUAMOS»)

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.6)

A) NUESTRA VIDA A CONFRONTAR:

Un hecho de la vida diaria:Un día, un profesor, procedente de un ambiente

menos cristiano, llegó a un pueblo muy cristiano delcentro del país, en el que la gente visitaba al Santí-simo. Había varios turnos de adoración nocturna yse confesaban con frecuencia. Y lo que precisamen-te le llamó la atención era este constante «confesar-se de la gente». Un día, tal profesor hizo estecomentario: ¿Para qué confesarse tanto y seguirigual? Esto puso a pensar mucho a doña Lupe unacristiana de buena fe que no se perdía por nada laconfesión y la comunión en los viernes primeros decada mes.Nos preguntamos y compartimos:

Basándose en el hecho narrado, quien coordina, dirige al grupolas siguientes preguntas y sacan juntos algunas conclusionesque iluminen el tema que estamos tratando.

1. ¿Qué respuesta darías al Profesor?1. ¿Qué respuesta darías al Profesor?1. ¿Qué respuesta darías al Profesor?1. ¿Qué respuesta darías al Profesor?1. ¿Qué respuesta darías al Profesor?

2. ¿El confesarse periódicamente, asegura que se está2. ¿El confesarse periódicamente, asegura que se está2. ¿El confesarse periódicamente, asegura que se está2. ¿El confesarse periódicamente, asegura que se está2. ¿El confesarse periódicamente, asegura que se estáviviendo en conversión permanente?viviendo en conversión permanente?viviendo en conversión permanente?viviendo en conversión permanente?viviendo en conversión permanente?

3. ¿El clima de conversión permanente de una comuni-3. ¿El clima de conversión permanente de una comuni-3. ¿El clima de conversión permanente de una comuni-3. ¿El clima de conversión permanente de una comuni-3. ¿El clima de conversión permanente de una comuni-dad cristiana se ha de medir por el número dedad cristiana se ha de medir por el número dedad cristiana se ha de medir por el número dedad cristiana se ha de medir por el número dedad cristiana se ha de medir por el número depersonas que se confiesan?personas que se confiesan?personas que se confiesan?personas que se confiesan?personas que se confiesan?

4) ¿Qué tanto dejamos actuar en nosotros al Espíritu4) ¿Qué tanto dejamos actuar en nosotros al Espíritu4) ¿Qué tanto dejamos actuar en nosotros al Espíritu4) ¿Qué tanto dejamos actuar en nosotros al Espíritu4) ¿Qué tanto dejamos actuar en nosotros al EspírituSanto, que nos mueve a la conversión?Santo, que nos mueve a la conversión?Santo, que nos mueve a la conversión?Santo, que nos mueve a la conversión?Santo, que nos mueve a la conversión?

5) ¿Qué hace falta después de confesarnos para demos-5) ¿Qué hace falta después de confesarnos para demos-5) ¿Qué hace falta después de confesarnos para demos-5) ¿Qué hace falta después de confesarnos para demos-5) ¿Qué hace falta después de confesarnos para demos-trar que verdaderamente nos hemos convertido?trar que verdaderamente nos hemos convertido?trar que verdaderamente nos hemos convertido?trar que verdaderamente nos hemos convertido?trar que verdaderamente nos hemos convertido?

6) En la práctica ordinaria del Sacramento de la Recon-6) En la práctica ordinaria del Sacramento de la Recon-6) En la práctica ordinaria del Sacramento de la Recon-6) En la práctica ordinaria del Sacramento de la Recon-6) En la práctica ordinaria del Sacramento de la Recon-ciliación, ¿qué detalles hace falta corregir o mejorar?ciliación, ¿qué detalles hace falta corregir o mejorar?ciliación, ¿qué detalles hace falta corregir o mejorar?ciliación, ¿qué detalles hace falta corregir o mejorar?ciliación, ¿qué detalles hace falta corregir o mejorar?

B) ACTITUDES A CULTIVAR:

Manifestar que confiamos en la misericordia deDios recibiendo la Reconciliación cuando seanecesario

Procurar ya no pecar, como fruto de cada Confe-sión

Buscar siempre ser mejores, a pesar de los obstá-culos

Pasar del individualismo a la experiencia de co-munión

C) NUESTRO COMPROMISO: Vivir en continua revisión de vida, evitando actitu-

des enfermizas: ni escrúpulos ni «manga ancha». Vivir en contacto ininterrumpido con nuestro Pa-

dre misericordioso a través de Jesucristo mediantela vida de oración. Celebrar con sana frecuencia y de manera respon-

sable el Sacramento de la Reconciliación. Procurar abrir el corazón y, experimentando los

propios límites, reconocer que la salvación es ini-ciativa de Dios y requiere la disposición de la pro-pia libertad. Promover en la comunidad experiencias de en-

cuentro vivo con Jesús, que lleven a cada bautizadoa hacer conciencia de que se ha de vivir en continuaconversión. Propiciar una adecuada catequesis en niños, jóve-

nes y adultos sobre el significado y función del Sa-cramento de la Reconciliación en el contexto de lavida cristiana. Conocer la vida de los Santos estando atentos al

aspecto de su conversión permanente. Estar atentos a la transformación del ambiente de

nuestra comunidad con un testimonio efectivo devida cristiana.

SUGERENCIAS PARA SUSCITARLOEN EL GRUPO, ASAMBLEAO COMUNIDAD PARTICIPANTE:

Se pueden hacer estas o semejantes preguntas.

1) ¿Qué haremos para tener una experiencia viva de la1) ¿Qué haremos para tener una experiencia viva de la1) ¿Qué haremos para tener una experiencia viva de la1) ¿Qué haremos para tener una experiencia viva de la1) ¿Qué haremos para tener una experiencia viva de lapresencia del Espíritu Santo en nuestra vida, que nospresencia del Espíritu Santo en nuestra vida, que nospresencia del Espíritu Santo en nuestra vida, que nospresencia del Espíritu Santo en nuestra vida, que nospresencia del Espíritu Santo en nuestra vida, que nosayude a vivir en continua superación del mal?ayude a vivir en continua superación del mal?ayude a vivir en continua superación del mal?ayude a vivir en continua superación del mal?ayude a vivir en continua superación del mal?

2) ¿Qué hacer para que la práctica del Sacramento de la2) ¿Qué hacer para que la práctica del Sacramento de la2) ¿Qué hacer para que la práctica del Sacramento de la2) ¿Qué hacer para que la práctica del Sacramento de la2) ¿Qué hacer para que la práctica del Sacramento de laReconciliación santifique realmente a cada indivi-Reconciliación santifique realmente a cada indivi-Reconciliación santifique realmente a cada indivi-Reconciliación santifique realmente a cada indivi-Reconciliación santifique realmente a cada indivi-duo y se vean frutos de santidad y conversión enduo y se vean frutos de santidad y conversión enduo y se vean frutos de santidad y conversión enduo y se vean frutos de santidad y conversión enduo y se vean frutos de santidad y conversión ennuestra comunidad cristiana?nuestra comunidad cristiana?nuestra comunidad cristiana?nuestra comunidad cristiana?nuestra comunidad cristiana?

3) ¿Qué hacer para conscientizarnos de que la santidad3) ¿Qué hacer para conscientizarnos de que la santidad3) ¿Qué hacer para conscientizarnos de que la santidad3) ¿Qué hacer para conscientizarnos de que la santidad3) ¿Qué hacer para conscientizarnos de que la santidadauténtica es aquella que sale a santificar el medio enauténtica es aquella que sale a santificar el medio enauténtica es aquella que sale a santificar el medio enauténtica es aquella que sale a santificar el medio enauténtica es aquella que sale a santificar el medio enel que vive?el que vive?el que vive?el que vive?el que vive?

7. AGRADEZCAMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.7)

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A) SIGNOS

– Frutos de la tierraSeñor, queremos vivir en continuo crecimiento, en

permanente conversión, para dar en la tierra fru-tos que nos ganen la vida eterna.

– Fotos de familia o de gruposSeñor, el mayor engaño de nuestra vida cristiana

sería no proyectar en nuestra familia, barrio ycomunidad la riqueza que el Espíritu obra en cadauno de nosotros.

– Imagen de algún santoSeñor, que las imágenes y todo aquello que coloca-

mos en nuestros hogares para recordar tu presen-cia entre nosotros, nos motiven realmente a seguircreciendo en santidad y justicia.

B) CANTO:Hoy, Señor Jesús, vengo ante Ti, para alabarte.

Hoy, Señor Jesús, con tu poder puedes cambiarme.

SÁNAME, SEÑOR, HOY QUIERO VIVIR;DAME TU AMOR, SIN TI NO PUEDO SER FELIZ.

SÁNAME SEÑOR, LÍBRAME DEL MAL,TOCA EL CORAZON

PARA ALCANZAR LA SANTIDAD (2)

C) PLEGARIA COMUNITARIA:SALMO 136(135)

Monición:El pueblo de Israel, elegido para la santidad,

reconoce que en su historia, lo más importante hasido la misericordia de Dios. Este es un himno deacción de gracias, utilizado para la fiesta de laPascua, fiesta de liberación del pueblo de Dios.«Eterno es su amor» y en la eternidad no termina-remos ni nos cansaremos de descubrirlo. ¡Aleluya!

Salmo:Un lector va proclamando el Salmo –todo o una parte– y todosvan respondiendo a cada estrofa:

R/. Porque es eterna su misericordiaR/. Porque es eterna su misericordiaR/. Porque es eterna su misericordiaR/. Porque es eterna su misericordiaR/. Porque es eterna su misericordia– Den gracias al Señor, porque él es bueno...– Den gracias al que es Dios de los dioses...– Den gracias al Señor de los señores...– Al único que ha hecho maravillas...– Al que con sabiduría hizo los cielos...– Al que puso la tierra sobre las aguas...– Al que creó las grandes luminarias...

– Al sol para que gobierne el día...– La luna y las estrellas para que manden la noche...– Al que hirió a Egipto en sus primogénitos...– Y a Israel lo sacó de en medio de ellos...– Con mano fuerte y brazo levantado...– Al que separó en dos el Mar de Juncos...– Y condujo a Israel por medio de él...– Allí tumbó a Faraón y a su ejército...– Al que guió a su pueblo en el desierto...– Al que aplastó a reyes poderosos...– Y dio muerte a monarcas respetables...– A Sijón, rey de los Amorreos...– Y a Og, rey de Basán...– Y traspasó sus tierras como herencia...

D) ORACIÓN CONCLUSIVASeñor, concédenos la gracia de vivir íntimamente uni-

dos a Ti; de encontrarte en el mundo que nos ro-dea, con sus bellezas y maldades, y descubrir allí ellugar donde nos llamas a ser santos, donde nos lla-mas a vivir una lucha continua de fidelidad a ti.Donde nos llamas a santificarnos.

Si está el sacerdote presente, concluye la oración con la Bendi-ción; de lo contrario, terminan invocando a la Trinidad:

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal ynos lleve a la vida eterna. Amén.

8. EVALUEMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.8)

1. ¿Qué les gustó de este tercer encuentro?1. ¿Qué les gustó de este tercer encuentro?1. ¿Qué les gustó de este tercer encuentro?1. ¿Qué les gustó de este tercer encuentro?1. ¿Qué les gustó de este tercer encuentro?

2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorarlos próximos días?los próximos días?los próximos días?los próximos días?los próximos días?

9. DESPEDIDA

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.9)

¡Felicidades a todos lo que hoy han acogido elllamado de Dios! Ojalá que sigamos en oraciónpara que estos días de Ejercicios Espirituales denverdaderos frutos de santidad, a nivel personal y anivel de toda la comunidad. ¡Con la ayuda de Diosnos vemos mañana!

Motivarlos para recibir el Sacramento de la Reconciliación ycomunicarles los horarios de Confesión acordados previamenteen la parroquia.

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44444ooooo Encuentr Encuentr Encuentr Encuentr Encuentro:o:o:o:o:

LA IGLESIA ES SANTA Y SANTIFICADORALA IGLESIA ES SANTA Y SANTIFICADORALA IGLESIA ES SANTA Y SANTIFICADORALA IGLESIA ES SANTA Y SANTIFICADORALA IGLESIA ES SANTA Y SANTIFICADORA «Jesucristo amó a su Iglesia y se entregó a sí mismo por ella...

para santificarla» (Ef 5, 25–26)

INDICACIONES METODOLÓGICAS

A) CON ESTE ENCUENTRO PRETENDEMOS(METAS):

Tomar conciencia de que la Iglesia católica essanta

Valorar la santidad que nos ofrece la Iglesiacomo instrumento del Reino a través de lossacramentos y demás medios de santificación

Reconocer que la santidad es posible en todoslos estados de vida

Crecer en santidad como miembros de la Igle-sia

B) AL FINAL, ESTAREMOS CONVENCIDOSDE QUE (CONVICCIONES):

La Iglesia que Jesús fundó es santa y llamada asantificar

Los miembros de la Iglesia participamos de lacomunión de los santos

Como María y los santos, todos podemos al-canzar la santidad

La caridad cristiana es camino seguro de santi-dad

C) POR ESO, EN ADELANTE,PROCURAREMOS (ACTITUDES):

Esforzarnos por ser parte de la santidad de laIglesia

Frecuentar con fe los sacramentos y vivir lacaridad

Santificarnos todos, cada quien en su propioestado de vida

D) Y NOS ANIMAMOS UNOS A OTROS(MOTIVACIÓN):

¡Seamos miembros vivos de nuestra Iglesia santay santificadora!

1. LOCAL PARA EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.1)

Disponer el lugar con las imágenes de Cristo y de la Virgen, asícomo el póster de algún grupo de personas representando laIglesia. De ser posible, también las imágenes de los mártires denuestra diócesis.

2. AMBIENTAMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.2)

CANTOS:A edificar la Iglesia (3) del Señor

HERMANO, VEN, AYUDAME (2)A EDIFICAR LA IGLESIA DEL SEÑOR

Yo soy la Iglesia, tú eres la Iglesia;somos la Iglesia del Señor.

Los pobres... los ricos...Los buenos... los malos...San Pedro... San Pablo...

María… los santos...Los negros... los blancos...

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3. UBICAMOS ESTE ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.3)

Iluminados por el lema «sean santos como suPadre celestial es santo», hemos venido participan-do en nuestros Ejercicios Espirituales, con el deseode valorar la santidad que nos ofrece la Iglesia,instrumento del Reino, a través de los Sacramentosy demás medios de santificación.

Recordemos lo que hemos vivido y aprendidolos días anteriores:

El primer día nos encontramos con Jesús comonuestro máximo modelo de santidad, quien tantocon su vida como con su palabra nos da a conocerla santidad del Padre.

En el segundo encuentro reflexionamos que elBautismo es un llamado a vivir santamente la vidaordinaria. Dios Padre, que por iniciativa propia nosha hecho sus hijos mediante el Bautismo, nos llamaa todos a ser santos.

Ayer veíamos que no siempre hemos sabidovivir de acuerdo al compromiso adquirido el día denuestro Bautismo y que, por eso, necesitamos unaconstante conversión personal y comunitaria parapoder retomar el camino de la santidad.

Hoy, con nuestro cuarto encuentro pretende-mos:

Tomar conciencia de que la Iglesia católica es santa

Valorar la santidad que nos ofrece la Iglesia comoinstrumento del Reino a través de los sacramen-tos y demás medios de santificación

Reconocer que la santidad es posible en todos losestados de vida

Crecer en santidad como miembros de la Iglesia

4. SALGAMOS AL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.4)

A) MONICIÓN:

La Sagrada Escritura nos manifiesta –en untexto que vamos a escuchar más adelante– cómoCristo amó a su Iglesia, que somos todos los bauti-zados; la amó de forma gratuita, a pesar de que noéramos ciertamente los mejores. De la misma ma-nera que los novios se eligen mutuamente, conpreferencia a otros quizá mejor dotados, Cristo nos

encontró pecadores y se entregó por nosotros, suIglesia, hasta las últimas consecuencias, dandoincluso su vida para purificarnos. A esta Iglesiaqueremos hoy aprender a amar de todo corazón.

B) CANTO PARA PREPARAR EL CORAZÓN:Todos unidos, formando un solo cuerpo,

un pueblo que en la Pascua nació;miembros de Cristo en sangre redimidos,

Iglesia peregrina de Dios.

Vive en nosotros la fuerza del Espírituque el Hijo desde el Padre envió;

Él nos empuja, nos guía y alimenta,Iglesia peregrina de Dios.

SOMOS EN LA TIERRASEMILLA DE OTRO REINO,

SOMOS TESTIMONIO DE AMOR:PAZ PARA LAS GUERRAS

Y LUZ ENTRE LAS SOMBRAS:IGLESIA PEREGRINA DE DIOS. (2)

C) ORACIÓN: PARA AMAR LA IGLESIA

Señor Jesús, al recitar el Credo, yo afirmo: «Creo en laSanta Iglesia Católica».

Creo firmemente que eres Tú quien la ha fundado yquien le ha encargado continuar la misión que tuPadre te había confiado.

Creo que le has encargado, ante todo, el oficio deiluminarme, sin error posible, sobre el fin de mivida y sobre los medios para alcanzarlo.

Creo, por tanto, todas las verdades que la Iglesia ense-ña, porque ella no puede engañarse ni engañarme.

Creo que le has confiado la misión de hacerme santoa los ojos de tu Padre, haciéndome participar en elsanto Sacrificio del Calvario, y comunicándome tuGracia por medio de los Sacramentos.

Creo, por tanto, en el poder santificador de la IglesiaCatólica, y por eso la llamo «la Santa Iglesia».

Creo que existe en la Iglesia una autoridad que deborespetar, y que esta autoridad ha recibido todos lospoderes para dirigirme en el camino de la vida.

Creo, por tanto, en la autoridad suprema del sobera-no Pontífice, sucesor auténtico de san Pedro.

Creo en la autoridad del obispo sobre mí, porque él esel sucesor de los Apóstoles en la diócesis en quevivo.

Quiero vivir y morir fiel a la Iglesia, porque ella melleva a ti, que eres el camino, la verdad y la vida.

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Señor Jesús, creo con todas mis fuerzas y con todo micorazón en la Iglesia Católica, tu Santa Iglesia.Amén.

D) LECTURA BÍBLICA:

⇒ Cristo santifica a su Iglesia(Ef 5, 25-27)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ Vivir según el Espíritu (Ga 5, 16-25)

Por respeto a la Palabra de Dios, se sugiere leer el texto bíblicodirectamente de la Biblia.

5. PROFUNDICEMOS EL ENCUENTRO(«CONTEMPLAMOS»)

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.5)

A) La Iglesia que Jesús fundó essanta y llamada a santificar

⇒ Jesucristo, con su entrega,santificó a la Iglesia (LG 39)

La Iglesia goza de indefectible santidad. Cristo,el Hijo de Dios, que con el Padre y el Espíritu Santoes llamado «el solo Santo», amó a la Iglesia comoa su esposa, entregándose a Sí mismo por ella parasantificarla (cf. Ef 5, 25-26). La unió a Sí mismocomo su propio cuerpo y la enriqueció con el dondel Espíritu Santo para gloria de Dios. Por eso,todos en la Iglesia, ya pertenezcan a la jerarquía, yasean aceptados por ella, son llamados a la santidad,según aquello del apóstol: «porque esta es la volun-tad de Dios, vuestra santificación».

Descubrir a la Iglesia como pueblo «congregadoen la unidad del Padre, del Hijo y del EspírituSanto», nos lleva a descubrir también su «santi-dad», entendida en su sentido fundamental de per-tenecer a Aquel que por excelencia es santo, el«tres veces Santo» (cf. Is 6, 3).

Este don de santidad se da en la Iglesia a cadabautizado y se manifiesta incesantemente y debemanifestarse en los frutos de gracia que el EspírituSanto produce en los fieles (1Tes 4, 3; Ef 1, 4); seexpresa de múltiples formas en todos aquellos, que,con edificación de los demás, tienden en su propiomodo de vida a la perfección de la caridad; semanifiesta de una manera particular en la prácticade los consejos evangélicos.

⇒ La Iglesia es santa y santificadora(CATIC 823-824)

La fe confiesa que la Iglesia no puede dejar deser santa, pues Cristo se entregó por ella parasantificarla. Ella, unida a Cristo, está santificadapor El y es «el Pueblo Santo de Dios»; sus miem-bros son llamados «santos».

Por El y en El, ella también ha sido hechasantificadora. Todas las obras de la Iglesia se es-fuerzan en conseguir «la santificación de los hom-bres en Cristo y la glorificación de Dios». En laIglesia es en donde está depositada «la plenitudtotal de los medios de Salvación». Es en ella donde«conseguimos la santidad por la gracia de Dios.

⇒ Todos fuimos elegidos para ser santos(2Tes 2, 13)

Se sugiere por respeto a la Palabra de Dios leer el textodirectamente de la Biblia.

⇒ La santidad de la Iglesiapor la comunión con Dios (CATIC 825)

La Iglesia, en efecto, ya en la tierra se caracterizapor una verdadera santidad, aunque todavía imper-fecta. En sus miembros, la santidad perfecta estatodavía por alcanzar: todos los cristianos, de cual-quier estado o condición, están llamados cada unopor su propio camino, a la perfección de la santidad,cuyo modelo es el mismo Padre.»

⇒ Santificación del cristiano en la Iglesia(CATIC 2030)

El cristiano realiza su vocación en la Iglesia, encomunión con todos los bautizados. De la Iglesiarecibe la Palabra de Dios, que contiene las enseñan-zas de la ley de Cristo (Gal 6,2). De la Iglesia recibela gracia de los sacramentos que le sostienen en elcamino. De la Iglesia aprende el ejemplo de lasantidad; reconoce en la Bienaventurada VirgenMaría la figura y la fuente de esa santidad; ladiscierne en el testimonio auténtico de los que laviven; la descubre en la tradición espiritual y en lalarga historia de los santos que le han precedido yque la liturgia celebra a lo largo del santoral.

B) Los miembros de la Iglesiaparticipamos de la comunión

de los santos

⇒ La comunión de los santos(CATIC 946–948)

Después de haber confesado «la Santa Iglesiacatólica», el Credo añade «la comunión de los

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santos». Este artículo es, en cierto modo, unaexplicitación del anterior: «¿Qué es la Iglesia, sinola asamblea de todos los santos?». La comunión delos santos es precisamente la Iglesia.

Como todos los creyentes forman un solocuerpo, el bien de los unos se comunica a losotros... Es, pues, necesario creer que existe unacomunión de bienes en la Iglesia. Pero el miem-bro más importante es Cristo, ya que El es lacabeza... Así, el bien de Cristo es comunicado atodos los miembros, y esta comunicación se hacepor los sacramentos de la Iglesia. Como estaIglesia está gobernada por un solo y mismo Espí-ritu, todos los bienes que ella ha recibido formannecesariamente un fondo común.

La expresión «comunión de los santos» tieneentonces dos significados estrechamente relacio-nados: «comunión en las cosas santas» y «comu-nión entre las personas santas».

⇒ La comunión de los bienes espirituales(CATIC 949–953)

En la comunidad primitiva de Jerusalén, losdiscípulos «acudían asiduamente a la enseñanza delos apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan ya las oraciones» (Hch 2, 42):– La comunión en la fe. La fe de los fieles es la fe

de la Iglesia recibida de los Apóstoles, tesoro devida que se enriquece cuando se comparte.

– La comunión de los sacramentos. «El fruto detodos los Sacramentos pertenece a todos. Porquelos Sacramentos, y sobre todo el Bautismo que escomo la puerta por la que los hombres entran enla Iglesia, son otros tantos vínculos sagrados queunen a todos y los ligan a Jesucristo. La comuniónde los santos es la comunión de los sacramentos...El nombre de comunión puede aplicarse a cadauno de ellos, porque cada uno de ellos nos une aDios... Pero este nombre es más propio de laEucaristía que de cualquier otro, porque ella es laque lleva esta comunión a su culminación»(Catech. R. 1, 10, 24).

– La comunión de los carismas: En la comunión dela Iglesia, el Espíritu Santo «reparte gracias espe-ciales entre los fieles» para la edificación de laIglesia (LG 12). Pues bien, «a cada cual se leotorga la manifestación del Espíritu para prove-cho común» (1Co 12, 7).

– «Todo lo tenían en común» (Hch 4, 32): «Todo loque posee el verdadero cristiano debe considerar-lo como un bien en común con los demás y debeestar dispuesto y ser diligente para socorrer alnecesitado y la miseria del prójimo» (Catech. R.1, 10, 27). El cristiano es un administrador de losbienes del Señor (cf. Lc 16, 1, 3).

– La comunión de la caridad: En la comunión delos santos «ninguno de nosotros vive para símismo; como tampoco muere nadie para sí mis-mo» (Rm 14, 7). «Si sufre un miembro, todos losdemás sufren con él. Si un miembro es honrado,todos los demás toman parte en su gozo. Ahorabien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y susmiembros cada uno por su parte» (1Co 12, 26-27).«La caridad no busca su interés» (1Co 13, 5; cf.10, 24). El menor de nuestros actos hecho concaridad repercute en beneficio de todos, en estasolidaridad entre todos los hombres, vivos o muer-tos, que se funda en la comunión de los santos.Todo pecado daña a esta comunión.

⇒ La comunión entre la Iglesia del cieloy la de la tierra (CATIC 954–959)

– Los tres estados de la Iglesia. «Hasta que el Señorvenga en su esplendor con todos sus ángeles y,destruida la muerte, tenga sometido todo, susdiscípulos, unos peregrinan en la tierra; otros, yadifuntos, se purifican; mientras otros están glori-ficados, contemplando claramente a Dios mis-mo, uno y trino, tal cual es» (LG 49):Todos, sin embargo, aunque en grado y modo

diversos, participamos en el mismo amor a Dios yal prójimo y cantamos en mismo himno de alabanzaa nuestro Dios. En efecto, todos los de Cristo, quetienen su Espíritu, forman una misma Iglesia yestán unidos entre sí en él (LG 49).

«La unión de los miembros de la Iglesia peregri-na con los hermanos que durmieron en la paz deCristo de ninguna manera se interrumpe. Más aún,según la constante fe de la Iglesia, se refuerza conla comunicación de los bienes espirituales» (LG49).– La intercesión de los santos. «Por el hecho de que

los del cielo están más íntimamente unidos conCristo, consolidan más firmemente a toda laIglesia en la santidad... no dejan de interceder pornosotros ante el Padre. Presentan por medio del

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único Mediador entre Dios y los hombres, CristoJesús, los méritos que adquirieron en la tierra...Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nues-tra debilidad» (LG 49): «No lloréis, os seré másútil después de mi muerte y os ayudaré máseficazmente que durante mi vida» (Santo Do-mingo, moribundo, a sus hermanos, cf. Jordán deSajonia, lib 43).

– La comunión con los santos. «No veneramos elrecuerdo de los del cielo tan sólo como modelosnuestros, sino, sobre todo, para que la unión detoda la Iglesia en el Espíritu se vea reforzada porla práctica del amor fraterno. En efecto, así comola unión entre los cristianos todavía en caminonos lleva más cerca de Cristo, así la comunióncon los santos nos une a Cristo, del que mana,como de Fuente y Cabeza, toda la gracia y la vidadel Pueblo de Dios» (LG 50):

«Nosotros adoramos a Cristo porque es el Hijo deDios: en cuanto a los mártires, los amamos comodiscípulos e imitadores del Señor, y es justo, acausa de su devoción incomparable hacia su reyy maestro; que podamos nosotros, también noso-tros, ser sus compañeros y sus condiscípulos»(San Policarpo, mart. 17).

– La comunión con los difuntos. «La Iglesia pere-grina, perfectamente consciente de esta comu-nión de todo el Cuerpo místico de Jesucristo,desde los primeros tiempos del cristianismo hon-ró con gran piedad el recuerdo de los difuntos ytambién ofreció por ellos oraciones ̀ pues es unaidea santa y provechosa orar por los difuntos paraque se vean libres de sus pecados’ (2Mac 12, 45)»(LG 50). Nuestra oración por ellos puede nosolamente ayudarles sino también hacer eficazsu intercesión en nuestro favor.«Todos los hijos de Dios y miembros de una

misma familia en Cristo, al unirnos en el amormutuo y en la misma alabanza a la SantísimaTrinidad, estamos respondiendo a la íntima voca-ción de la Iglesia». (LG 51)

C) Como María y los santos, todospodemos alcanzar la santidad

⇒ Cristo, el mediador por excelencia(1Tim 2, 5-6; LG 60)

«Uno solo es nuestro mediador según las pala-bras del apóstol: porque uno es Dios y uno el

mediador de Dios y de los hombres, el hombreCristo Jesús, que se entregó a Sí mismo comoredención por todos (1Tim 2, 5-6). Pero la funciónmaternal de María para con los hombres de ningunamanera oscurece ni disminuye esta única media-ción de Cristo, si no más bien muestra su eficacia.Porque todo el influjo salvador de la Bienaventura-da Virgen hacia los hombres, no nace por ley algunanecesaria sino que brota del beneplácito divino y dela sobreabundancia de los meritos de Cristo, seapoya en su mediación, depende totalmente de ella,saca tosa su fuerza de la misma y, lejos de impedirla unión inmediata de los creyentes con Cristo, lafomenta.»

⇒ Imitemos a la santísima Virgen Maríaen el camino de la salvación(CATIC 829; LG 65)

La Iglesia llegó ya a la perfección en la Santísi-ma Virgen, sin mancha ni arruga. En cambio, loscreyentes se esfuerzan todavía en vencer el pecadopara crecer en la santidad. Por eso dirigen sus ojosa María. En ella la Iglesia es ya enteramente Santa,pues brilla ante toda la comunidad de los elegidoscomo modelo de virtudes.

La Iglesia, reflexionando piadosamente sobreella y contemplándola en la luz del Verbo hechohombre, llena de veneración penetra mas profunda-mente en el altísimo misterio de la Encarnación y seasemeja mas y mas a su Esposo. Porque María, porhaber entrado íntimamente en la historia de lasalvación, en cierta manera une en sí y refleja lasmas grandes exigencias de la fe; y, mientras espredicada y honrada, atrae a los creyentes hacia suHijo y su sacrificio y hacia el amor del Padre. LaIglesia, a su vez, al buscar la gloria de Cristo, sehace mas semejante a su excelso Modelo, progre-sando continuamente en la fe, esperanza, y caridad,buscando y conformándose en todas las cosas conla voluntad divina».

⇒ Seguir el camino de los santos,que siguieron a Jesús (1Jn 3, 16)

«Jesucristo entregó su vida por nosotros; y enesto hemos conocido el amor; ahora también noso-tros debemos dar la vida por los hermanos» (LG42). «Así como Jesús, el Hijo de Dios, manifestó suamor dando su vida por nosotros, así nadie tienemayor amor que el que da su vida por El y por sushermanos (cf. 1Jn 3,16; Jn 15,13).

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Pues bien, para dar este testimonio supremo deamor delante de todos y principalmente de losperseguidores, ya desde los primeros tiempos sevieron llamados y seguirán siendo llamados algu-nos cristianos. El martirio, por consiguiente, por elque el discípulo llega a hacerse semejante al Maes-tro, que aceptó libremente la muerte por la salva-ción del mundo, asemejándose a El en el derrama-miento de la sangre, es considerado por la Iglesiacomo un don preciosísimo y la prueba suprema delamor. Si ese don se concede a pocos, conviene, sinembargo, que todos vivan preparados para confesara Cristo delante de los hombres y seguirle por elcamino de la cruz, en medio de las persecucionesque nunca faltan a la Iglesia».

⇒ La santidad de los fieles cristianos(CATIC 828)

Al canonizar a ciertos fieles, es decir, al procla-mar solemnemente que esos fieles han practicadoheroicamente las virtudes y han vivido en la fide-lidad a la gracia de Dios, la Iglesia reconoce elpoder del Espíritu de santidad, que está en ella, ysostiene la esperanza de los fieles proponiendo alos santos como modelos e intercesores (cf LG 40;48-51). «Los santos y las santas han sido siemprefuente y origen de renovación en las circunstan-cias más difíciles de la historia de la Iglesia» (CL16, 3). En efecto, «la santidad de la Iglesia es elsecreto manantial y la medida infalible de sulaboriosidad apostólica y de su ímpetu misionero»(CL 17, 3).

⇒ No sólo en el martirio podemosalcanzar la santidad,sino con la vivencia de los consejosevangélicos (Mt 19, 11; LG 42)

La Santidad de la Iglesia se fomenta también deuna manera especial con los múltiples consejos queel Señor propone a sus discípulos en el Evangeliopara que los observen. Entre estos descuella elprecioso don de la gracia, que el Padre da a algunos(cf. Mt 19,11; 1Co 7,7), de entregarse mas fácil-mente y sin dividir su corazón a solo Dios en lavirginidad o el celibato (cf. 1Co 7, 32-34). Estaperfecta continencia por el Reino de los Cielos,siempre ha sido tenida por la Iglesia en grandísimaestima, como señal y estimulo de la caridad y comoun manantial extraordinario de fecundidad espiri-tual en el mundo»

D) LA CARIDAD CRISTIANAES CAMINO SEGURO

DE SANTIDAD

⇒ Todos llamados a vivir la caridad (Fil 4,8 )

Por respeto a la Palabra de Dios, se sugiere leer el texto bíblicodirectamente de la Biblia.

⇒ Llamados a la perfección de la caridad(1Co 13, 1-13)

Por respeto a la Palabra de Dios, se sugiere leer el texto bíblicodirectamente de la Biblia.

⇒ La caridad es el alma de la santidad(CATIC 826)

La caridad es el alma de la santidad, a la quetodos están llamados: Ella dirige todos los mediosde santificación, los informa y los lleva a su fin.

Ya lo decía Teresita del Niño Jesús: «Compren-dí que si la Iglesia tenía un cuerpo, compuesto pordiferentes miembros, el más necesario, el másnoble de todos no le faltaba; comprendí que laIglesia tenía un corazón, y que este corazón estabaardiendo de amor. Comprendí que el amor solohace obrar a los miembros de la Iglesia, que si elamor llegara a apagarse, los apóstoles ya no anun-ciarían el Evangelio, los mártires rehusarían vertersu sangre; comprendí que el amor encerraba todaslas vocaciones, que el amor era todo, que abarcabatodos los tiempos y todos los lugares… en unapalabra, que es ¡eterno!» (Sta. Teresita del NiñoJesús, m.s. autob. B 3 V).

⇒ El amor a Dios y al prójimoy la santidad (Medellín 12, 1)

La caridad con que amamos a Dios y al Prójimoes la única santidad que cultivan todos los que,guiados por el Espíritu Santo, siguen a Cristo encualquier estado de vida y profesión a la que hansido llamados.

La santidad a la que todos estamos llamados serealiza mediante la imitación del Señor, sobre todoen el amor. Por el bautismo el cristiano inició suconfiguración con Cristo que luego, por la acciónde Dios y la fidelidad del hombre, ha de ir creciendohasta llegar a la edad perfecta de la plenitud deCristo. Cada uno ha de procurar alcanzar la santidadviviendo la caridad según las características pro-pias de su estado de vida.

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⇒ La solidaridad, fruto de la caridad(Mt 25, 40. 45)

«En verdad les digo que cuanto hicieron a uno deestos hermanos míos más pequeños, a mí me lohicieron».

La conciencia de la comunión con Jesucristo ycon los hermanos, que es, a su vez, fruto de laconversión, lleva a servir al prójimo en todas susnecesidades, tanto materiales como espirituales,para que en cada hombre resplandezca el rostro deCristo. Por eso, «la solidaridad es fruto de lacomunión que se funda en el misterio de Dios, unoy trino, y en el Hijo de Dios encarnado y muertopor todos. Se expresa en el amor del cristiano quebusca el bien de los otros, especialmente de losmas necesitados.

6. PROYECTEMOS EL ENCUENTRO(«CONFRONTAMOS» Y «ACTUAMOS»)

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.6)

A) NUESTRA VIDA A CONFRONTAR?DESCUBRIMOS A CRISTO EN NUESTRA VIDANos preguntamos y compartimos:

1) ¿Quiénes formamos la Iglesia y cómo llegamos a ser1) ¿Quiénes formamos la Iglesia y cómo llegamos a ser1) ¿Quiénes formamos la Iglesia y cómo llegamos a ser1) ¿Quiénes formamos la Iglesia y cómo llegamos a ser1) ¿Quiénes formamos la Iglesia y cómo llegamos a serparte de ella?parte de ella?parte de ella?parte de ella?parte de ella?

2) ¿Qué tanto amamos a la Iglesia y cómo lo demostra-2) ¿Qué tanto amamos a la Iglesia y cómo lo demostra-2) ¿Qué tanto amamos a la Iglesia y cómo lo demostra-2) ¿Qué tanto amamos a la Iglesia y cómo lo demostra-2) ¿Qué tanto amamos a la Iglesia y cómo lo demostra-mos?mos?mos?mos?mos?

3) ¿En qué sentido ya es santa la Iglesia y en cuál todavía3) ¿En qué sentido ya es santa la Iglesia y en cuál todavía3) ¿En qué sentido ya es santa la Iglesia y en cuál todavía3) ¿En qué sentido ya es santa la Iglesia y en cuál todavía3) ¿En qué sentido ya es santa la Iglesia y en cuál todavíano?no?no?no?no?

4) ¿Qué hacemos como miembros de la Iglesia para que4) ¿Qué hacemos como miembros de la Iglesia para que4) ¿Qué hacemos como miembros de la Iglesia para que4) ¿Qué hacemos como miembros de la Iglesia para que4) ¿Qué hacemos como miembros de la Iglesia para quesiga siendo santa?siga siendo santa?siga siendo santa?siga siendo santa?siga siendo santa?

5) ¿Qué comportamientos nuestros van en contra de la5) ¿Qué comportamientos nuestros van en contra de la5) ¿Qué comportamientos nuestros van en contra de la5) ¿Qué comportamientos nuestros van en contra de la5) ¿Qué comportamientos nuestros van en contra de lasantidad de la Iglesia?santidad de la Iglesia?santidad de la Iglesia?santidad de la Iglesia?santidad de la Iglesia?

6) ¿Qué nos ofrece la Iglesia para santificarnos?6) ¿Qué nos ofrece la Iglesia para santificarnos?6) ¿Qué nos ofrece la Iglesia para santificarnos?6) ¿Qué nos ofrece la Iglesia para santificarnos?6) ¿Qué nos ofrece la Iglesia para santificarnos?

Hechos positivos:

El «año de la santidad» ha despertado en nuestra Igle-sia diocesana la inquietud por entender adecuada-mente la santidad y el deseo de esforzarnos por al-canzarla.

Hay todavía en nuestras comunidades una notablevida sacramental: Se busca recibir los Sacramentos.

Muchas personas buscan su superación y santifica-ción integradas a los grupos parroquiales.

Las recientes canonizaciones de nuestros mártires hansido motivadoras del espíritu cristiano.

Hechos negativos:

Muchos cristianos no vivimos comprometidos con laIglesia ni llevamos una auténtica vida cristiana.

Para muchos miembros de la Iglesia, la santidad si-gue siendo algo lejano, ajeno, inalcanzable.

En algunas comunidades se está perdiendo el hábitode acercarnos a los medios de santificación que laIglesia nos ofrece: Sacramentos, formación y orien-tación religiosa, etc.

Vivimos en nuestra sociedad una crisis en el amorauténtico: individualismo, desconfianza, rencor, vio-lencia, etc.

B) ACTITUDES A CULTIVAR:

Esforzarnos por ser parte de la santidad de la Igle-sia

Frecuentar con fe los sacramentos y vivir la cari-dad

Santificarnos todos, cada quien en su propio esta-do de vida

C) NUESTRO COMPROMISO: Integrarnos a algún grupo o asociación de nuestra

comunidad. Los que ya estamos en algún grupo, darle más vida y

dinamismo al mismo, para testimoniar la santidadde la Iglesia.

Intensificar nuestra oración y espíritu de silencio paraun mejor acercamiento a Dios. Proponerme formas concretas de practicar la cari-

dad. Participar en Misa, rosario o cualquier otra celebra-

ción siempre con la conciencia de que lo estamoshaciendo en comunión con toda la Iglesia.

D) SUGERENCIAS PARA SUSCITARLOEN EL GRUPO, ASAMBLEAO COMUNIDAD PARTICIPANTE:

Se pueden hacer estas o semejantes preguntas.

1) ¿Qué vamos hacer de ahora en adelante para alcanzar1) ¿Qué vamos hacer de ahora en adelante para alcanzar1) ¿Qué vamos hacer de ahora en adelante para alcanzar1) ¿Qué vamos hacer de ahora en adelante para alcanzar1) ¿Qué vamos hacer de ahora en adelante para alcanzarla santidad?la santidad?la santidad?la santidad?la santidad?

2) ¿Cómo voy ayudar a los miembros de mi familia para2) ¿Cómo voy ayudar a los miembros de mi familia para2) ¿Cómo voy ayudar a los miembros de mi familia para2) ¿Cómo voy ayudar a los miembros de mi familia para2) ¿Cómo voy ayudar a los miembros de mi familia paraque alcancen la santidad?que alcancen la santidad?que alcancen la santidad?que alcancen la santidad?que alcancen la santidad?

3) ¿Con qué vamos a contribuir para que la Iglesia sea3) ¿Con qué vamos a contribuir para que la Iglesia sea3) ¿Con qué vamos a contribuir para que la Iglesia sea3) ¿Con qué vamos a contribuir para que la Iglesia sea3) ¿Con qué vamos a contribuir para que la Iglesia seacada día más santa?cada día más santa?cada día más santa?cada día más santa?cada día más santa?

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7. AGRADEZCAMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.7)

A) MONICIÓN:

Concluimos nuestro cuarto encuentro manifes-tando nuestro deseo de alcanzar la santidad a travésdel servicio a los demás.

B) CANTO:Hazme un instrumento de tu paz;donde haya odio, lleve yo tu amor

donde haya injuria, tu perdón, Señor;donde haya duda fe en Ti.

MAESTRO: AYÚDAME A NUNCA BUSCAR,QUERER SER CONSOLADO SINO CONSOLAR;

SER ENTENDIDO SINO ENTENDER,SER AMADO SINO YO AMAR.

Hazme un instrumento de tu paz;que lleve tu esperanza por doquier,donde haya oscuridad lleve tu luz;donde haya pena tu gozo, Señor.

Hazme un instrumento de tu paz;es perdonando que nos das perdón,es dando a todos como Tú nos das;muriendo es que volvemos a nacer.

C) PLEGARIA COMUNITARIA:CÁNTICO «HIMNO A DIOS CREADOR»(AP 4, 11; 5,9-10.12)

Eres digno, Señor Dios nuestro,

de recibir la gloria, el honor y el poder,

porque Tú has creado el universo;

porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,

porque fuiste degollado

y por tu sangre compraste para Dios

hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;

y has hecho de ellos para nuestro Dios

un reino de sacerdotes

y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado

de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,

la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Si está el sacerdote presente, concluye la oración con la Bendi-ción; de lo contrario, terminan invocando a la Trinidad:

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal ynos lleve a la vida eterna. Amén.

8. EVALUEMOS EL ENCUENTRO:

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.8)

1. ¿Qué les gustó de este cuarto encuentro?1. ¿Qué les gustó de este cuarto encuentro?1. ¿Qué les gustó de este cuarto encuentro?1. ¿Qué les gustó de este cuarto encuentro?1. ¿Qué les gustó de este cuarto encuentro?

2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorar2. ¿Qué fue lo que no les gustó y que podríamos mejorarmañana?mañana?mañana?mañana?mañana?

9. DESPEDIDA

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.9)

Motivar a los asistentes para que continúen con entusiasmo yalegría para el día siguiente, para cerrar con broche de oro losEjercicios.

Se les informa acerca de los horarios de Confesión, si los hay.

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55555ooooo Encuentr Encuentr Encuentr Encuentr Encuentro:o:o:o:o:

LAS BIENAVENTURANZAS SON LA FELICIDADLAS BIENAVENTURANZAS SON LA FELICIDADLAS BIENAVENTURANZAS SON LA FELICIDADLAS BIENAVENTURANZAS SON LA FELICIDADLAS BIENAVENTURANZAS SON LA FELICIDADDE LOS QUE SE ESFUERZAN POR VIVIR SANTAMENTEDE LOS QUE SE ESFUERZAN POR VIVIR SANTAMENTEDE LOS QUE SE ESFUERZAN POR VIVIR SANTAMENTEDE LOS QUE SE ESFUERZAN POR VIVIR SANTAMENTEDE LOS QUE SE ESFUERZAN POR VIVIR SANTAMENTE

«Alégrense y regocíjense, porque será grande su recompensa en el cielo» (Mt 5, 12)

D) Y NOS ANIMAMOS UNOS A OTROS (MOTI-VACIÓN):

¡Dichosos los que se esfuerzan por vivir santamente,ellos gozan ya la salvación de Dios!

1. LOCAL PARA EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.1)

Contar con la iluminación suficiente, si es posible más que losdías anteriores. Colocar dibujos de caras felices y sonrientes(niños, jóvenes, ancianos, enfermos); además de flores, la foto-grafía o pintura de un santo sonriendo y los letreros de algunaso todas las Bienaventuranzas, según el tamaño del local; pero,sobre todo, un rostro visible de Jesús en la parte central del lugary, sobre él, un cartel grande con el título del 5º Encuentro.

INDICACIONES METODOLÓGICAS

A) CON ESTE ENCUENTRO PRETENDEMOS(METAS):

Descubrir en las Bienaventuranzas un plan desantificación que Jesús nos propone.

Vivir la Buena Nueva del Evangelio, espe-cialmente las Bienaventuranzas.

Asumir nuestro compromiso cristiano segúnel espíritu de las Bienaventuranzas.

B) AL FINAL, ESTAREMOS CONVENCIDOSDE QUE (CONVICCIONES):

Las Bienaventuranzas son Buena Nueva degozo y salvación.

Las Bienaventuranzas son también un com-promiso de vida cristiana, una oportunidadpara vivir la santidad.

La misión de la Iglesia es el anuncio gozosode la «Buena Noticia» y de su vivencia en elmundo.

C) POR ESO, EN ADELANTE,PROCURAREMOS (ACTITUDES):

Confiar en la propuesta evangélica de Jesús.

Vivir las Bienaventuranzas y ser testigos deellas en la Iglesia y en el mundo.

Escuchar la voz de Dios a través de los sig-nos de los tiempos y hacer su voluntad aúnen las adversidades de la vida.

Transmitir el gozo de las Bienaventuranzasen nuestra misión apostólica.

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2. AMBIENTAMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.2)

Se puede reproducir en el sonido el «himno a la alegría»(instrumental) y, además, se les puede entregar un palito con unaserpentina o con una carita feliz, para que la agiten durante loscantos de ambientación y en el canto final.

CANTOS:JUNTOS CANTANDO LA ALEGRÍA

DE VERNOS UNIDOS EN LA FE Y EL AMOR,JUNTOS SINTIENDO EN NUESTRAS VIDAS,

LA ALEGRE PRESENCIA DEL SEÑOR

Somos la Iglesia peregrina que El fundó,somos un pueblo que camina sin cesar;

entre cansancios y esperanzas hacia Diosnuestro amigo Jesús nos llevará.

Hay una fe que nos alumbra con su luz,una esperanza que empapó nuestro esperar;

aunque la noche nos envuelva en su inquietud,nuestro amigo Jesús nos guiará.

Es el Señor, nos acompaña al caminar,con su ternura a nuestro lado siempre va;si los peligros nos acechan por doquier,

nuestro amigo Jesús nos salvará.

—————————— o ——————————

Yo tengo [gozo en mi alma] (3)y en mi ser,

¡Aleluya, gloria a Dios!Es como [un río de agua viva] (3),

en mi ser.

Vamos cantando con todo su poder (2);da gloria a Dios, gloria a Dios

gloria a El:

Vamos cantando con todo su poder.Alza tus brazos y alaba a tu Señor...

No te avergüences y alaba a tu Señor...

Ama tu hermano y alaba a tu Señor...

Con alegría, alaba a tu Señor...

3. UBICAMOS ESTE ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.3)

Recordemos de dónde partimos esta semana:– De un lema que nos ha venido motivando diaria-

mente: «Sean santos, como su Padre celestial esSanto».

– Con el objetivo de «entusiasmarnos», haciendonuestras esas palabras y teniendo presente que lamejor manera de lograrlo es «contemplando lavida de Jesús que nos refleja esa santidad delPadre» –1er Encuentro–, para que, «impulsadospor el Espíritu Santo» que recibimos en nuestrobautismo –2º Encuentro– hagamos de nuestravida una «conversión permanente» –3er Encuen-tro–, que nos permita, «dentro de lo ordinario», irgozando de lo extraordinario, de nuestra santifi-cación en el mundo que nos rodea; por que novivimos aislados, sino que somos parte importan-te de una sociedad y, más aún, de la familia deDios que es la Iglesia –4º Encuentro–.Hoy vamos a culminar estas experiencias y

reflexiones con nuestro 5º Encuentro: «LasBienaventuranzas son la felicidad de los que seesfuerzan por vivir santamente». Ahora nuestramirada se va a fijar tanto en esa felicidad que nosespera, como en el plan que el mismo Jesús nospropone para alcanzarla.

Las metas de nuestro quinto encuentro son:

Descubrir en las Bienaventuranzas un plan de san-tificación que Jesús nos propone.

Vivir la Buena Nueva del Evangelio, especialmen-te las Bienaventuranzas.

Asumir nuestro compromiso cristiano según el es-píritu de las Bienaventuranzas.¿Por qué pretendemos esto? Después de los

encuentros vividos en estos Ejercicios, ya todosdebemos querer ser felices en el Señor; lo queequivale a decir que ¡queremos ser santos! Y hoyvamos a descubrir que, en las Bienaventuranzasque el mismo Jesús pronunció, tenemos para lo-grarlo una formidable propuesta. Claro que nobastará con escuchar la Buena Nueva de lasBienaventuranzas, debemos procurar vivirlas paratransformar así nuestra vida y la de los demás. Sicada uno de nosotros asume sus compromisos coneste espíritu de alegría que encontramos en lasBienaventuranzas, piensen lo bien que andaránnuestra relación familiar, el ambiente de estudio otrabajo, etc.; imaginen a todos sonriendo, alegres,con el gusto de vernos y saludarnos,... Y eso depen-de de cada uno de nosotros: Tú y yo podemos

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empezar a cambiar esos rostros de tristeza y amar-gura, por rostros felices, llenos de ilusión y deesperanza. ¡Qué hermoso que, de nuestro pueblo, sepudiera decir: «Yo quiero ir a ... (se menciona elnombre del lugar) porque ahí la gente se esfuerzatanto por vivir santamente que refleja una gran pazy proyecta armonía al espíritu»! ¡Hagamos que estosea una realidad!

4. SALGAMOS AL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.4)

A) MONICIÓN:

Hermanos, cuanto más profundicemos nuestraamistad con Jesús, más podremos disfrutar de sualegría. Él quiere comunicarnos su paz y su dichacomo lo hizo con sus discípulos: ¡Nos quiere feli-ces! Dispongamos nuestro corazón para gozar de supresencia, pues él está en medio de nosotros.

B) CANTO PARA PREPARAR EL CORAZÓN:

Se puede cantar uno de los siguientes o algún otro que ayude almismo fin.

CRISTO ESTÁ CONMIGO,JUNTO A MÍ VA EL SEÑOR,ME ACOMPAÑA SIEMPREEN MI VIDA HASTA EL FIN.

Ya no temo, Señor, la tristeza,ya no temo, Señor, la soledad;porque eres, Señor, mi alegría

tengo siempre tu amistad.

Ya no temo, Señor, a la noche,ya no temo, Señor, la oscuridad;

porque brilla tu luz en las sombras,ya no hay noche, Tú eres luz.

Ya no temo, Señor, los fracasos,ya no temo, Señor, la ingratitud;

porque el triunfo, Señor, en la vidaTú lo tienes, Tú lo das.

—————————— o ——————————SÓLO DIOS HACE AL HOMBRE FELIZ (2),

LA VIDA ES NADA TODO SE ACABA:¡SÓLO DIOS HACE AL HOMBRE FELIZ!

Sin santidad nadie verá al Señor (2).Pero yo sé que le veré

y con su Espíritu me santificaré (2).

C) ORACIÓN:

Señor Jesucristo, que tu presencia inunde por com-pleto mi ser, y tu imagen se marque a fuego en misentrañas, para que pueda yo caminar a la luz de tufigura, y pensar como tú pensabas, sentir como túsentías, actuar como tú actuabas, hablar como túhablabas, soñar como tú soñabas, y amar como túamas.

Pueda yo, como tú, despreocuparme de mí mismopara preocuparme de los demás; ser insensible paramí y sensible para los demás; sacrificarme a mí mis-mo y ser, al mismo tiempo, aliento y esperanzapara los demás.

Pueda yo ser, como tú, sensible y misericordioso; pa-ciente, manso y humilde; sincero y veraz.

Tus predilectos, los pobres, sean mis predilectos; tusobjetivos, mis objetivos.

Los que me ven, te vean. Y llegue yo a ser una trans-parencia de tu Ser y de tu Amor. Así sea.

D) LECTURA BÍBLICA:

⇒ Las Bienaventuranzas (Mt 5, 1-12)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ Vivir según el Espíritu (Ga 5, 16-25)Por respeto a la Palabra de Dios, se sugiere leer el texto bíblicodirectamente de la Biblia.

5. PROFUNDICEMOS EL ENCUENTRO(«CONTEMPLAMOS»)

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.5)

A) Las Bienaventuranzas sonBuena Nueva de gozo y salvación

⇒ El camino para la felicidad propuestopor Jesús

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ Meditamos el texto:Puede parecernos absurda o incomprensible la

manera en que Jesús nos presenta el camino para lafelicidad. Pero muchas veces nuestros pensamien-tos no van de acuerdo con el proyecto de Jesús; elmundo nos va moldeando hasta dejar lo esencialcomo secundario y hacer que lo secundario pase aser indispensable en nuestra vida, creyendo encon-trar en ello la felicidad que anhelamos y pretendien-do llenar así el vacío que llevamos dentro; pero nosdamos cuenta que el vacío sigue y la felicidadparece inalcanzable.

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Hagamos silencio interior para escuchar la pro-puesta de Jesús, que nos dice:– Felices los pobres, los que no tienen nada que

perder en este mundo; los verdaderamente li-bres; los que no se poseen y sólo tienen la certezade tener un Padre en el cielo que cuida de ellos;los que ni siquiera tienen la riqueza de sabersepobres; los que tienen la sabiduría de tenerlotodo sin poseer nada... porque de ustedes es elReino.

– Felices aquellos a quienes agobia el peso de lavida y la angustia de soportar la noche sobre sushombros por alguna enfermedad o pena, uste-des que han llorado bastante... porque seránconsolados. Sí, a ti, que has sufrido y lloradoincansablemente, el Señor te dará el consuelo,pues cada lágrima derramada se irá convirtien-do en gozo al descubrir con fe la voluntad deDios en tu vida.

– Felices los humildes y pequeños, a los que nadiesaluda, que no caben en las ciudades de los ricosni en las casas de los poderosos, los que se venmarginados por los demás... porque ellos son losverdaderos dueños de la tierra. Ellos, en suhumildad, saben verdaderamente gozar de lo queson y lo que tienen, saben vivir en armonía con sushermanos sin afán de destruirlos, antes bien con elanhelo de servirlos.

– Felices los que sueñan en un mundo mejor eintentan cambiarlo comenzando por transformar-se a sí mismos; los que anhelan cumplir la volun-tad de Dios; los que, siempre en actitud de bús-queda, caminan con esperanza... porque su ham-bre será saciada. ¿No hay acaso más felicidad ensoñar y trabajar con la esperanza de un mundomejor, que vivir apesadumbrados pensando en lonegativo del mundo sin mover un solo dedo porcambiarlo?

– Felices todos aquellos que, perdonando, no hansabido guardar ni el más secreto rencor en suscorazones; ustedes, los que aman más allá detodo límite... porque encontrarán el amor y mise-ricordia divinos. ¿No es acaso esclavizante yagobiante cuando no has podido perdonar aquellagrave ofensa que te hicieron? Pero qué paz, encambio, al sentirte libre de rencores, dejando en elpasado todo aquello que te agobia y destruyeinteriormente.

– Felices todos aquellos que no han manchado suespíritu con la podredumbre de este mundo; losque contemplan la belleza sin ensuciarla y laverdad sin desvirtuarla... porque ellos verán aDios. Es posible ver en tu misma vida a Dioscuando tienes como bandera la verdad, cuando tusactitudes no llevan una doble intención de dañaro lastimar, sino que eres transparente. Con quétranquilidad puedes vivir viendo a Dios en losdemás y reflejándolo tú mismo.

– Felices los que entregan su vida para que todoslos hombres vivan como hermanos, sin diferenciade raza, clase o color... porque serán reconocidoscomo hijos de Dios. Sí, escuchaste bien, «seránreconocidos Hijos de Dios», de los que se identi-fican viviendo el amor. Podrá creerse que esto notiene sentido, pero qué grandeza y qué satisfac-ción saberte y sentirte hijo de Dios, sentirte ama-do por Él; te hace ver la vida desde otra perspec-tiva, pues el que lo puede todo y es todo en todoses tu Padre.

– Felices cuando la gente los insulte y cuandodigan toda clase de cosas falsas contra ustedespor mi causa. ¡Alégrense y estén contentos, por-que van a recibir un gran premio en el cielo! Conla certeza plena de vivir en el Señor, nada de esodebe hacernos titubear; por el contrario, debedarnos fuerza para continuar la obra viendo loardua que es.La dicha no es sólo para la vida futura, empieza

ahora para cada hombre y cada mujer que se esfuer-za por vivir santamente. Esa felicidad es tuya, estáen tus manos, pues para eso has sido creado. ¡Apro-véchala! No eches por la borda tan gran tesoro.

⇒ El gozo y salvación anunciadospor Jesús

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)

El primer párrafo de Mt 5 presenta a Jesúshablando al nuevo Pueblo de Dios. Ya no es elpueblo de las doce tribus con su tierra, su lengua,sus fronteras y sus ambiciones nacionales, sino elPueblo de aquellos que Dios buscará en medio delas naciones: los pobres, los que lloran, los pacien-tes, los que tienen hambre de justicia, los compasi-vos, los de corazón puro, los que trabajan y luchanpor la paz, los que son perseguidos por su causa. A

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todos ellos dirige esta alentadora palabra: «Feli-ces».

Todos buscamos la felicidad, la paz, la alegría, yes claro que esa sola palabra manifiesta salvaciónpara quienes escuchan este mensaje. Pues los llamafelices, no porque sufren o porque lloran, sinoporque serán consolados, porque su recompensaserá grande, porque ha llegado el Reino de Dios,que es gozo y salvación para ellos; y que se hacepresente en Jesús.

Es una invitación a que cada uno, en su situaciónpersonal, descubra la presencia amorosa de Diosque es libertad, paz, vida, salvación, consuelo, yque todo esto, aunque en ocasiones parezca absurdopara el mundo, trae consigo la riqueza más codicia-ble por todo hombre: la felicidad.

⇒ Las Bienaventuranzas respondenal deseo natural de felicidad(CATIC 1718)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)El deseo de felicidad es de origen divino: Dios lo

ha puesto en el corazón del hombre a fin de atraerlohacia Él, el único que lo puede satisfacer.

Como escribe san Agustín: «Todos queremosvivir felices y, en el género humano, no hay nadieque no dé su asentimiento a esta proposición, inclu-so antes de que sea plenamente enunciada».

«¿Cómo es, Señor, que yo te busco? Porque albuscarte, Dios mío, busco la vida feliz, haz que tebusque para que viva mi alma, porque mi cuerpovive en mi alma y mi alma vive en ti» .

Comúnmente encontramos en nuestra vida esedeseo de felicidad, pero qué difícilmente encontra-mos personas que hayan logrado satisfacer esedeseo. La respuesta es clara y contundente en estosfragmentos del Catecismo: «Dios es el único que lopuede satisfacer».

⇒ Cada Bienaventuranza prometeel «bien» que abre al hombrea la vida eterna (VS 16)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)Cada Bienaventuranza, desde su perspectiva,

promete aquel «bien» que abre al hombre a la vidaeterna; más aún, que es la misma vida eterna».

En su profundidad original, las Bienaventuranzasson una especie de autorretrato de Cristo y, precisa-mente por esto, son invitaciones a su seguimiento ya la comunión de vida con Él.

Siendo esas promesas que desde las diferentesperspectivas y formas de vida del ser humano nosmuestran un hermoso panorama en el que vemosmás clara y cercana la salvación, las Bienaven-turanzas deben motivarnos y entusiasmarnos parainiciar una vida de comunión con Jesús y asíempezar a gozar de la vida plena que Él nosofrece.

Porque esa vida de paz y de gracia no sólo es paraun futuro, sino que podemos empezar hoy a serfelices renovando nuestra actitud ante la vida y antela situación personal en que nos desenvolvemos.

B) Las Bienaventuranzasson también un compromiso

de vida cristiana, una oportunidadpara vivir la santidad

⇒ Las Bienaventuranzas se refieren aactitudes y disposiciones básicas (VS1 6 )

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)Las Bienaventuranzas no tienen propiamente

como objeto unas normas particulares de compor-tamiento, sino que se refieren a actitudes y disposi-ciones básicas de la existencia. Por consiguiente, nocoinciden exactamente con los mandamientos. Pero,por otra parte, no hay separación o discrepanciaentre las Bienaventuranzas y los mandamientos:ambos se refieren al bien, a la vida eterna. ElSermón de la montaña comienza con el anuncio delas Bienaventuranzas, pero más adelante hace tam-bién referencia a los mandamientos. Además, elSermón muestra la apertura y orientación de losmandamientos con la perspectiva de la perfecciónque es propia de las Bienaventuranzas. Estas sonante todo promesas de las que también se derivan,de forma indirecta, indicaciones normativas para lavida moral.

⇒ Las Bienaventuranzasdescubren la meta de la existencia(CATIC 1719–1724)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)

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Las Bienaventuranzas descubren la meta de laexistencia humana, el fin último de los humanos:Dios nos llama a su propia bienaventuranza.

Esta vocación se dirige a cada uno personalmen-te, pero también al conjunto de la Iglesia, pueblonuevo de los que han acogido la promesa y viven deella en la fe.

Porque Dios nos ha puesto en el mundo paraconocerle, servirle, amarle y, así, ir al cielo. Labienaventuranza nos hace participar de la naturale-za divina y de la vida eterna. Con ella, el hombreentra en la gloria de Cristo y en el gozo de la vidatrinitaria.

La bienaventuranza prometida nos coloca anteopciones morales decisivas. Nos invita a purificarnuestro corazón de sus malvados instintos y abuscar el amor de Dios por encima de todo. Nosenseña que la verdadera dicha no reside ni en lariqueza o el bienestar, ni en la gloria humana o elpoder; ni en ninguna obra humana, por útil que sea,como las ciencias, las técnicas y las artes; ni enninguna criatura, sino sólo en Dios, fuente de todobien y de todo amor.

El Decálogo, el Sermón de la Montaña y lacatequesis apostólica nos describen los caminosque conducen al Reino de los cielos. Por ellosavanzamos paso a paso mediante los actos de cadadía, sostenidos por la gracia del Espíritu Santo.Fecundados por la Palabra de Cristo, damos poco apoco frutos en la Iglesia para la gloria de Dios.

⇒ Las Bienaventuranzasnos comprometen a una vida santa

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)

Si el Bautismo es una verdadera entrada a lasantidad de Dios,... sería un contrasentido conten-tarse con una vida mediocre (NMI 31).

Si las Bienaventuranzas son la felicidad de losque se esfuerzan por vivir santamente y es a travésdel Bautismo como entramos en esa santidad, en-tonces, ellas nos comprometen a llevar una vida degracia, de espiritualidad profunda; sin que estosignifique una vida extraordinaria, sólo practicablepor algunos genios de la santidad. En realidad, loscaminos de la santidad son múltiples y adecuados ala vocación de cada uno. Hay, de hecho, muchos

laicos que se han santificado en las circunstanciasmás ordinarias de la vida. Es momento de proponerde nuevo a todos con convicción este «alto grado»de la vida cristiana ordinaria.

C) La misión de la Iglesia es el anun-cio gozoso de la «Buena Noticia»

y de su vivencia en el mundo

⇒ El mensajero de buenas noticias(Is 52, 7–10)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)Por respeto a la Palabra de Dios, se sugiere leer el

texto bíblico directamente de la Biblia.⇒ La Iglesia, «sacramento universal de la

salvación» (AG 1)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)La Iglesia ha sido enviada por Dios a las gentes

para ser «sacramento universal de la salvación».Los Apóstoles, en quienes está fundada la Iglesia,siguiendo las huellas de Cristo, predicaron la pala-bra de la verdad y engendraron las Iglesias. Obliga-ción de sus sucesores es dar perpetuidad a esta obrapara que la Palabra de Dios sea difundida y glorifi-cada, y se anuncie y establezca el Reino de Dios entoda la tierra.

Como están actualmente las cosas, cuando surgeuna nueva condición de la humanidad, la Iglesia, salde la tierra y luz del mundo, se siente llamada conmás urgencia a salvar y renovar a toda criatura paraque todo se instaure en Cristo y todos los hombresconstituyan en Él una única familia y un solo Pueblode Dios.

⇒ Ser «servidores de la Palabra» (NMI 40)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)En el compromiso de la evangelización, «escu-

char la Palabra, para ser servidores de la misma»es indudablemente una prioridad para la Iglesia alcomienzo del nuevo milenio. Hace falta reavivaren nosotros el impulso de lo orígenes, dejándonosimpregnar por el ardor de la predicación apostóli-ca después de Pentecostés. Hemos de revivir ennosotros el sentimiento de Pablo, que exclamaba:«¡ay de mí si no predicará el Evangelio» (1Co9,16).

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Esta pasión suscitará en la Iglesia una nuevaacción misionera, que no podrá ser delegada a unospocos «especialistas», sino que acabará por impli-car la responsabilidad de todos los miembros delpueblo de Dios. Quien ha encontrado verdadera-mente a Cristo no puede tenerlo sólo para sí, debeanunciarlo. Es necesario un nuevo impulso apostó-lico que sea vivido, como compromiso cotidiano delas comunidades y de los grupos cristianos.

⇒ Las Bienaventuranzas, una propuestade felicidad desde el pueblo de Dios(LG 5)

⇒ ⇒ ⇒ ⇒ ⇒ La santidad, una prioridad pastoralpara el nuevo Milenio (NMI 30-31)Dios quiere santificar y salvar a los hombres no

individualmente y por separado, sino que quierehacer de ellos un pueblo que lo conozca según laverdad y que le sirva con santidad.

Como comunidad de hermanos, la Iglesia debe,por tanto, a través de la vivencia de los valores delReino, anunciar a los pueblos la buena nueva, elverdadero sentido de la vida de todo ser humanopara que alcance su plenitud, y el cual claramentepuede descubrirse en las Sagradas Escrituras, con-fiadas a la Iglesia.

Las Bienaventuranzas son una manera gozosa ymotivadora de trasmitir ese mensaje de salvación,pues antes que presentarlo como una ley (como lohacían antiguamente los judíos), presentan la pro-puesta de plenitud de vida y felicidad para todoaquel que se esfuerza en vivir de acuerdo a lavoluntad de Dios.

6. PROYECTEMOS EL ENCUENTRO(«CONFRONTAMOS» Y «ACTUAMOS»)

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.6)

A) NUESTRA VIDA A CONFRONTAR:Nos preguntamos y compartimos:

1) ¿De qué manera estamos viviendo las Bienaventuranzas1) ¿De qué manera estamos viviendo las Bienaventuranzas1) ¿De qué manera estamos viviendo las Bienaventuranzas1) ¿De qué manera estamos viviendo las Bienaventuranzas1) ¿De qué manera estamos viviendo las Bienaventuranzasen nuestra vida cristiana? ¿Y en qué se nota cuandoen nuestra vida cristiana? ¿Y en qué se nota cuandoen nuestra vida cristiana? ¿Y en qué se nota cuandoen nuestra vida cristiana? ¿Y en qué se nota cuandoen nuestra vida cristiana? ¿Y en qué se nota cuandono las vivimos?no las vivimos?no las vivimos?no las vivimos?no las vivimos?

2) ¿Dónde buscamos nuestra felicidad? ¿En base a qué2) ¿Dónde buscamos nuestra felicidad? ¿En base a qué2) ¿Dónde buscamos nuestra felicidad? ¿En base a qué2) ¿Dónde buscamos nuestra felicidad? ¿En base a qué2) ¿Dónde buscamos nuestra felicidad? ¿En base a quécriterio?criterio?criterio?criterio?criterio?

3) ¿Qué porcentaje de la población consideras feliz y qué3) ¿Qué porcentaje de la población consideras feliz y qué3) ¿Qué porcentaje de la población consideras feliz y qué3) ¿Qué porcentaje de la población consideras feliz y qué3) ¿Qué porcentaje de la población consideras feliz y quémás bien infeliz? ¿Por qué crees que es así?más bien infeliz? ¿Por qué crees que es así?más bien infeliz? ¿Por qué crees que es así?más bien infeliz? ¿Por qué crees que es así?más bien infeliz? ¿Por qué crees que es así?

4) ¿Qué tan alegre es el anuncio del Evangelio por parte4) ¿Qué tan alegre es el anuncio del Evangelio por parte4) ¿Qué tan alegre es el anuncio del Evangelio por parte4) ¿Qué tan alegre es el anuncio del Evangelio por parte4) ¿Qué tan alegre es el anuncio del Evangelio por partede los agentes: sacerdotes, religiosos y laicos?de los agentes: sacerdotes, religiosos y laicos?de los agentes: sacerdotes, religiosos y laicos?de los agentes: sacerdotes, religiosos y laicos?de los agentes: sacerdotes, religiosos y laicos?

Hechos positivos:

Algunos cristianos dan testimonio de fe y esperanzaen medio del dolor.

Hay quienes se gozan en servir, ayudar y compartir.

En muchos de nuestros pueblos todavía se convivecon alegría y se propicia un ambiente cordial.

Algunos proyectan felicidad y paz con su modo devivir.

Muchos catequistas y otros agentes se muestran con-tentos en su misión.

Hechos negativos:

Tanta gente que vive triste, tensa y nerviosa ya porcostumbre.

Mucha gente cree que para ser feliz necesita pecar:apego a las cosas, violencia en los hogares, liberti-naje sexual, olvido de lo religioso a causa del traba-jo, etc.

Muchas situaciones de tristeza en las familias, acausa del pecado: individualismo, división y desin-tegración, alcoholismo y drogadicción, pobreza, etc.

Los cristianos no siempre vivimos alegres nuestrafe; nos mostramos tristes cuando oramos, recibimoslos Sacramentos o participamos en la Eucaristía.

A los evangelizadores nos falta alegría, dinamismoy entusiasmo.

B) ACTITUDES A CULTIVAR:

Confiar en la propuesta evangélica de Jesús.

Vivir las Bienaventuranzas y ser testigos de ellasen la Iglesia y en el mundo.

Escuchar la voz de Dios a través de los signos delos tiempos y hacer su voluntad aún en las adver-sidades de la vida.

Transmitir el gozo de las Bienaventuranzas ennuestra misión apostólica.

C) NUESTRO COMPROMISO:

Buscar durante la próxima semana los mínimos deta-lles para ser feliz.

Tener con mi familia un detalle que sé que los haráfelices aunque sea unos instantes.

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Respetarme, valorando que soy hijo de Dios y puedogozar de la felicidad que Él me ofrece.

SUGERENCIAS PARA SUSCITAR ELCOMPROMISO EN EL GRUPO,ASAMBLEA O COMUNIDAD PARTICIPANTE:

Si se considera que hay tiempo suficiente, sería recomendablepromover el compromiso mediante la siguiente dinámica:

«EL TENDEDERO»

Se hacen carteles en forma de prendas de vestir, conuna «actitud de vida» escrita, ya sea positiva o nega-tiva; se coloca en el centro un tendedero –cordón olazo–, donde se sujeten dichas prendas con algunosbroches o clips, según el peso y tamaño de los carte-les.

Se muestra a todos cada prenda –con la actitudrespectiva–, y se invita a los participantes a pensar sicreen que hace falta tomar en cuenta esa actitud parasu vida. Si la respuesta es afirmativa, se pregunta el«por qué» y, una vez que alguien dé la razón, sepregunta a los demás si están de acuerdo o si tienenalgo que agregar u objetar; si apoyan la respuesta,entonces se coloca la prenda en el tendedero.

Si la respuesta fue negativa, se pregunta también el«por qué». Una vez que lo digan, se pregunta a laasamblea, como en el caso anterior, si está de acuerdoy, una vez que estén de acuerdo, esa prenda pasará ala lavadora para que se lave.

Se les invita a reflexionar que si en su propia vidatienen ese tipo de actitudes, hay que echarlas a lalavadora para que se laven y se cambien por actitudespositivas. Una vez que estén colocadas las actitudessugeridas, se pone música de fondo y se les invita aponer en práctica aquélla actitud que crean que lesayudará a ser más felices.

PARA GRUPOS MÁS PEQUEÑOS:

Pueden hacerse pequeños papeles en forma deprenda de vestir, colocarlos en un tendedero que sehaga previamente e invitarlos a que ellos mismospasen y tomen la prenda que mejor les quede, segúnaquella o aquellas actitudes que crean que les estánfaltando. En este caso, únicamente se escribirán enlas prendas actitudes positivas. Mientras ellos eligensu prenda y aún después de que la hayan elegido, sepone música de fondo y se les invita a reflexionar enesa o esas actitudes que deben poner en práctica ensus vidas.

SUGERENCIADE ACTITUDES POSITIVAS

(además de las del inciso b):+ Compartiré algo de lo que tengo con los demás.+ Ante la enfermedad que padezco, trataré de ser fuer-

te y aceptarla para no hacerla más pesada de lo quees.

+ Redoblaré mi esfuerzo por ser paciente con mis hi-jos, con mis alumnos, con mi enfermito...

+ Perdonaré todas las faltas que reciba, o trataré deperdonar aquélla que en tanto tiempo no he logradosanar.

+ Veré o leeré solo programas o revistas constructivasque me ayuden a crecer y madurar humana ycristianamente.

+ Buscaré un momento de oración al día, en que puedadialogar con Dios y me pueda sentir feliz de contarcon Él.

Sugerencias de actitudes negativoas:– Me encerraré en mi mismo sin atender a los demás.

– Seguiré triste y sin ilusión, no tengo por que estarfeliz.

– Me molestaré con mi familia por cualquier cosa queno me parezca, aunque sea mínima.

– Me mostraré prepotente y no perdonaré ningún tipode falta.

– Me ocuparé viendo novelas o programas que me tras-miten antivalores y me enajenan.

– Me mantendré apegado a mis bienes pues es lo únicoque tengo de valioso.

7. AGRADEZCAMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.7)

A) SIGNOS

Se lleva en procesión un cirio encendido y se coloca en el centro,junto a la imagen o rostro de Cristo.

Monición: Este cirio, que simboliza a Cristo,luz que ilumina las naciones y que con su Espírituenciende el amor en los corazones y derrama sugracia a la humanidad entera, se coloca en el centro,para que sea Él el centro de nuestras vida personal,familiar y comunitaria; que sea Él, a partir de hoy,en quien basemos nuestra felicidad.

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B) PLEGARIA COMUNITARIA:CÁNTICO DE LA ALEGRÍA CRISTIANA

Dios mío, yo estoy contento porque tú me amas, apesar de mi indignidad.

Dios mío, yo estoy contento porque te puedo amar, apesar de mis debilidades.

Dios mío, yo estoy contento, porque puedo darte aconocer y hacerte amar a pesar de mis límites.

Jesús, amigo, estoy feliz por tu presencia en el sagra-rio y por todas las veces que te he recibido en laComunión.

Jesús, maestro, yo soy feliz porque tú eres mi fortale-za en las tentaciones y pruebas.

Jesús, luz de mi vida, yo soy feliz por que tú me ilu-minas en las dudas, me sostienes en las crisis, per-donas siempre mis infidelidades.

Dios mío, mi único y verdadero bien, yo soy feliz y tedoy las gracias por todas las hermosuras disemina-das en la creación, para hacer más alegre nuestravida. Amén.

C) CANTO:

Enseguida, se invita a todos a tomarse de la mano y a entonar elhimno a la alegría, moviendo sus serpentinas o sus caritas yreconociendo que la vida en Cristo nos permite vivir felices yamando a nuestros hermanos.

Escucha, hermano, la canción de la alegría, el canto alegre del que espera un nuevo día,

VEN, CANTA, SUEÑA CANTANDO,VIVE SOÑANDO EL NUEVO SOL

EN QUE LOS HOMBRES VOLVERÁNA SER HERMANOS(2)

Si en tu camino sólo existe la tristeza,y el llanto amargo de la soledad completa.

Si es que no encuentras la alegría en esta tierra,búscala, hermano, más allá de las estrellas.

Si está el sacerdote presente, concluye la oración con la Bendi-ción; de lo contrario, terminan invocando a la Trinidad:

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal ynos lleve a la vida eterna. Amén.

8. EVALUEMOS EL ENCUENTRO

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.8)

1. ¿Qué les gustó de este quinto encuentro?1. ¿Qué les gustó de este quinto encuentro?1. ¿Qué les gustó de este quinto encuentro?1. ¿Qué les gustó de este quinto encuentro?1. ¿Qué les gustó de este quinto encuentro?

2. ¿Lograron encontrarse con Cristo?2. ¿Lograron encontrarse con Cristo?2. ¿Lograron encontrarse con Cristo?2. ¿Lograron encontrarse con Cristo?2. ¿Lograron encontrarse con Cristo?

3. ¿Qué fue lo que no les gustó?3. ¿Qué fue lo que no les gustó?3. ¿Qué fue lo que no les gustó?3. ¿Qué fue lo que no les gustó?3. ¿Qué fue lo que no les gustó?

4. ¿Qué les estorbó para encontrarse con Cristo?4. ¿Qué les estorbó para encontrarse con Cristo?4. ¿Qué les estorbó para encontrarse con Cristo?4. ¿Qué les estorbó para encontrarse con Cristo?4. ¿Qué les estorbó para encontrarse con Cristo?

5. En general, ¿cuál ha sido su experiencia de los Ejerci-5. En general, ¿cuál ha sido su experiencia de los Ejerci-5. En general, ¿cuál ha sido su experiencia de los Ejerci-5. En general, ¿cuál ha sido su experiencia de los Ejerci-5. En general, ¿cuál ha sido su experiencia de los Ejerci-cios espirituales?cios espirituales?cios espirituales?cios espirituales?cios espirituales?

6. ¿En qué les va a ayudar en su vida personal, familiar y6. ¿En qué les va a ayudar en su vida personal, familiar y6. ¿En qué les va a ayudar en su vida personal, familiar y6. ¿En qué les va a ayudar en su vida personal, familiar y6. ¿En qué les va a ayudar en su vida personal, familiar ycomunitaria el haber vivido esta experiencia?comunitaria el haber vivido esta experiencia?comunitaria el haber vivido esta experiencia?comunitaria el haber vivido esta experiencia?comunitaria el haber vivido esta experiencia?

Pedir a los participantes sus sugerencias para mejorar la expe-riencia de Ejercicios en otras tandas y en los próximos años.

9. DESPEDIDA

Tomar en cuenta las indicaciones (Introducción, 7.1.9)

Recordarles además, que ésta ha sido sólo la preparación paravivir una pascua gozosa con Cristo Resucitado.

Desearles que encuentren la dicha en el esfuerzo diario por vivirconforme a la voluntad de Dios.

Invitarlos a darse a sí mismos un abrazo y una felicitación.

Que quede bien claro el horario de la celebración de clausura ylos demás aspectos que haya que tomar en cuenta al respecto:ofrendas, comisiones, etc.

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Tríptico1er. ENCUENTRO:

JESÚS NOS REVELALA SANTIDAD DEL PADREY NOS INVITA A IMITARLO

“Padre, santifícalos en la verdad... yo me he santificado a mímismo para que ellos también sean santificados en la verdad”

(Jn 17, 17–19)

INDICACIONES METODOLÓGICAS:

a) Con este encuentro pretendemos (metas):

Encontrarnos con Jesucristo, camino de santidad Reconocer al Padre en el Hijo, como fuente de

santidad Descubrir en la vida de Jesús sus rasgos de

santidad y motivarnos a imitarlo

b) Al final, estaremos convencidos de que(convicciones):

Jesucristo es el único camino de santidad

La santidad procede del Padre en el Hijo por elEspíritu Santo

La santidad es un proceso de fidelidad al Padrea ejemplo de Jesucristo

c) Por eso, en adelante procuraremos(actitudes):

Acudir a la Sagrada Escritura para conocer mása Jesús

Discernir constantemente la voluntad del Padrepara nuestra vida

Vivir en comunión con Cristo por la Gracia

d) Y nos animamos unos a otros(motivación):

¡Imitemos la santidad del Padre, a ejemplo de Jesucristo!

“SEAN SANTOSCOMO SU PADRE CELESTIAL

ES SANTO”(Mt 5, 48)

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Objetivo:

Entusiasmarnos con la vida de Jesús, quenos refleja la santidad del Padre, para forta-lecer, impulsados por el Espíritu Santo ymediante una conversión permanente, nues-tro camino ordinario de santificación en laIglesia y en el mundo.

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2º ENCUENTRO:

EL BAUTISMO ES UN LLAMADOA VIVIR SANTAMENTELA VIDA ORDINARIA

“Los que han sido bautizados en Cristo,se han revestido de Cristo” (Ga 3, 27)

INDICACIONES METODOLÓGICAS:

a) Con este encuentro pretendemos (metas):

Encontrarnos con Dios Padre, que nos ha hechosus hijos por el Bautismo

Valorar más nuestro Bautismo y reconocerlocomo llamado a la santidad personal y comuni-taria

Concretizar nuestra respuesta viviendo la santi-dad en la vida ordinaria

b) Al final, estaremos convencidos de que(convicciones):

El Bautismo nos da la gracia de ser hijos de Diosy hermanos de los demás

Por el Bautismo todos estamos llamados a sersantos

El signo de que estamos bautizados es quellevamos una vida nueva

c) Por eso, en adelante procuraremos(actitudes):

Promover una adecuada preparación para elBautismo y una celebración más cristiana ycomprometida del mismo, valorando más el Sa-cramento que el aspecto social

Vivir nuestro Bautismo con una vida ordinariasanta y en gracia

Vivir como hermanos la dimensión comunitariadel Bautismo y de la santidad

d) Y nos animamos unos a otros(motivación):

¡Vivamos nuestro Bautismocon una vida ordinaria santa!

3er. ENCUENTRO:

LA CONVERSIÓN PERSONALY COMUNITARIA ES CAMINOPERMANENTE DE SANTIDAD

“No sigan la corriente del mundo en que vivimos, másbien transfórmense por la renovación de su mente”

(Rm 12, 2)

INDICACIONES METODOLÓGICAS:

a) Con este encuentro pretendemos (metas): Encontrarnos con el Espíritu Santo que nos mueve

a la conversión Motivarnos a la conversión permanente en

nuestra vida Ubicar el sacramento de la Reconciliación dentro

del proceso de conversión Descubrir que la conversión tiene también una

dimensión social

b) Al final, estaremos convencidos de que(convicciones):

Necesitamos la gracia de Dios para convertirnos:la conversión es fruto de la acción del EspírituSanto en nosotros

Ser cristiano es vivir en permanente conversión,ser santos es camino de toda la vida

El sacramento de la Reconciliación es encuentrocon la misericordia de Padre, que nos motiva ala conversión

La conversión nos proyecta al compromisosocial, en la búsqueda de la justicia y el respetoa la dignidad de todos: ¡Sólo en comunidadpodemos santificarnos!

c) Por eso, en adelante procuraremos(actitudes):

Manifestar que confiamos en la misericordia deDios recibiendo la Reconciliación cuando seanecesario

Procurar ya no pecar, como fruto de cadaConfesión

Buscar siempre ser mejores, a pesar de losobstáculos Pasar del individualismo a la experiencia de

comunión

d) Y nos animamos unos a otros (motivación):¡Seamos santos mediante la conversión

personal y comunitaria!

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4º ENCUENTRO:

LA IGLESIA ES SANTAY SANTIFICADORA

“Jesucristo amó a su Iglesia y se entregó a sí mismopor ella... para santificarla” (Ef 5, 25–26)

INDICACIONES METODOLÓGICAS:

a) Con este encuentro pretendemos (metas):

Tomar conciencia de que la Iglesia católica essanta

Valorar la santidad que nos ofrece la Iglesiacomo instrumento del Reino a través de lossacramentos y demás medios de santificación

Reconocer que la santidad es posible en todoslos estados de vida

Crecer en santidad como miembros de la Igle-sia

b) Al final, estaremos convencidos de que(convicciones):

La Iglesia que Jesús fundó es santa y lla-mada a santificar

Los miembros de la Iglesia participamos de lacomunión de los santos

Como María y los santos, todos podemos al-canzar la santidad

La caridad cristiana es camino seguro de san-tidad

c) Por eso, en adelante procuraremos(actitudes):

Esforzarnos por ser parte de la santidad de laIglesia

Frecuentar con fe los sacramentos y vivir lacaridad

Santificarnos todos, cada quien en su propioestado de vida

d) Y nos animamos unos a otros(motivación):

¡Seamos miembros vivos de nuestraIglesia santa y santificadora!

5º ENCUENTRO:

LAS BIENAVENTURANZASSON LA FELICIDAD

DE LOS QUE SE ESFUERZANPOR VIVIR SANTAMENTE

“Alégrense y regocíjense, porque será grandesu recompensa en el cielo” (Mt 5, 12)

INDICACIONES METODOLÓGICAS:

a) Con este encuentro pretendemos (metas):

Descubrir en las Bienaventuranzas un plan desantificación que Jesús nos propone Vivir la Buena Nueva del Evangelio, especial-

mente las Bienaventuranzas Asumir nuestro compromiso cristiano según el

espíritu de las Bienaventuranzas

b) Al final, estaremos convencidos de que(convicciones):

Las Bienaventuranzas son Buena Nueva degozo y salvación

Las Bienaventuranzas son también un compro-miso de vida cristiana, una oportunidad paravivir la santidad

La misión de la Iglesia es el anuncio gozosode la “Buena Noticia” y de su vivencia en elmundo

c) Por eso, en adelante procuraremos(actitudes):

Confiar en la propuesta de Jesús

Vivir las bienaventuranzas y ser testigos deellas en la Iglesia y en el mundo

Escuchar la voz de Dios a través de los signosde los tiempos y hacer su voluntad aún en lasadversidades de la vida

Transmitir el gozo de las bienaventuranzas ennuestra misión apostólica

d) Y nos animamos unos a otros(motivación):

¡Dichosos los que se esfuerzanpor vivir santamente,

ellos gozan ya la salvación de Dios!

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1. MOTIVACIÓN

a) Lo que queremos con este retiro«Tomar conciencia de cómo podemos conseguir

la santidad en la Iglesia siendo catequistas».«Seguir formándonos como cristianos y como

evangelizadores».«Ayudarnos a vivir como cristianos y catequis-

tas el tiempo de Cuaresma».b) AmbientaciónBuscar algunos cantos propios del tiempo de

Cuaresma y/o que hablen de nuestro compromisocomo evangelizadores.

2. SALGAMOS AL ENCUENTRO

a) Monición InicialComenzamos nuestro encuentro con Cristo re-

cordando cómo Dios, a través de la historia de lasalvación, ha llamado a diversas personas para querealicen una misión especial dentro de la comuni-dad.

b) Lectura

Leer pausadamente el pasaje de Moisés y la Zarza ardiendo (Ex3, 1-12).

c) Reflexión comunitariaLos catequistas, al igual que Moisés y muchas

personas más en la historia de la salvación, hemossido llamados por Dios, en primer lugar, a seguirlecomo «cristianos» en su Iglesia y, después, tambiéna ser «profetas».

El seguimiento de Jesús por el Bautismo es unseguimiento exigente, que pide al catequista dartestimonio con sus palabras y con su vida:

«Caminaba con él mucha gente y, volviéndose,les dijo: Si alguno viene junto a mí y no odia a su

Retiro para CatequistasCUARESMA 2003CUARESMA 2003CUARESMA 2003CUARESMA 2003CUARESMA 2003

Encuentro con Cristo evangelizador,Encuentro con Cristo evangelizador,Encuentro con Cristo evangelizador,Encuentro con Cristo evangelizador,Encuentro con Cristo evangelizador,fuente de nuestra santificaciónfuente de nuestra santificaciónfuente de nuestra santificaciónfuente de nuestra santificaciónfuente de nuestra santificación

OOOOOBJETIVOBJETIVOBJETIVOBJETIVOBJETIVO:::::Descubrir que, como catequistas,nuestro camino propio de santifi-cación es el seguimiento fiel ycomprometido de Jesucristo en lavida ordinaria, como todo cristia-no, pero también como apóstolesen su Iglesia, para esforzarnos endar testimonio de Él, renovandonuestra respuesta a la vocacióncristiana y nuestra entrega comoevangelizadores en el pueblo deDios.

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padre, a su madre, a sus hijos, a sus hermanos, asus hermanas y hasta su propia vida, no puede serdiscípulo mío» (Lc 14, 25-26).

El seguimiento de Jesús por el Bautismo haceque los catequistas renunciemos al pasado y a todoaquello que va contra la vida cristiana:

«Entonces dijo Jesús a sus discípulos: sialguno quiere venir en pos de mí, niéguese así mismo, tome su cruz y sígame» (Mt 16, 24).

Básicamente, ya desde nuestro bautismo fuimosllamados por Dios para ser catequistas. Después, lallamada del sacerdote de la comunidad o de algúnotro catequista o, incluso, las mismas circunstan-cias que se presentaron, fueron la acción intermediade nuestra llamada a ser catequistas en la Iglesia ypara la Iglesia. Por eso, estamos aquí para escuchary reflexionar la Palabra de Dios y, de esta manera,seguir formándonos y capacitándonos para unamisión y tarea fundamentales.

«La formación cuidará, al mismo tiempo, que elejercicio de la catequesis alimente y nutra la fe delcatequista, de modo que su acción brote en verdaddel testimonio de su vida. Cada tema catequísticoque se imparte debe nutrir, en primer lugar, la fedel propio catequista. En verdad, uno catequiza alos demás catequizándose antes a sí mismo» (DGC239).

d) Canto: Pescadores de hombresTú has venido a la orilla,

no has buscado ni a sabios ni a ricos,tan solo quieres que yo te siga.

SEÑOR, ME HAS MIRADO A LOS OJOS;SONRIENDO, HAS DICHO MI NOMBRE.EN LA ARENA HE DEJADO MI BARCA,

JUNTO A TI BUSCARÉ OTRO MAR.

Tú sabes bien lo que tengo,en mi barca no hay oro ni espadas;

tan solo redes y mi trabajo.

Tú necesitas mis manos,mi cansancio que a otros descanse;

amor que quiera seguir amando.

3. PROFUNDICEMOS EL ENCUENTRO

Después del canto, se hacen grupos para analizary asimilar, en mesas redondas, algunos testimonios

de vida cristiana y catequística de nuestros mártiresalteños:

a) Santo Toribio RomoNació en Santa Ana

de Guadalupe, municipiode Jalostotitlán, Jal., el16 de Abril de 1900. Sien-do vicario parroquial deCuquío, Jal., sufrió juntocon su párroco donJustino Orona una vidadifícil, durante la perse-cución; arriesgando acada paso la propia exis-tencia, no obstante, se entregó a su ministerio congenerosidad y alegría.

En septiembre de 1927 fue destinado a la parro-quia de Tequila. Allí, con celo y fervor admirables,ejerció su ministerio asistido por su hermano Ra-món, también presbítero. Aunque «sentía miedo»,estaba dispuesto a morir por Cristo: «Yo soy cobar-de «escribió», pero si algún día Dios quiere que mematen, nomás le pido que me mande una muerterápida, con sólo el tiempo necesario para pedir pormis enemigos». Murió el 25 de Febrero de 1928.

b) Santo Sabás Reyes SalazarNació en Cocula, Jal. el 5 de diciembre de 1883.

De muy humilde cuna, descalzo y mal vestido,recorría de niño las ca-lles de la capital de Jalis-co vendiendo periódicos.Ingresó al seminario deGuadalajara, donde sedistinguió por su senci-llez, fervor y constanciaen su vocación. Despren-dido de sus bienes, asi-duo confesor y hábil ca-tequista de niños y adul-

tos, para instruirlos echaba mano de muchos recur-sos didácticos, como las representaciones dramáti-cas. En 1926, al comienzo de la persecución religio-sa, recibió a su cuidado la Parroquia de Tototlán,Jal. Algunas personas le recomendaron huir: «Ten-gan fe –respondió» ¿luego ustedes no son cristia-nos? A mí me dejaron encargado y no sale bienirme. ¡Dios sabrá!». Murió el 13 de Abril de 1927.

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c) San Tranquilino Ubiarco RoblesNació en Zapotlán el

grande, Jal. el 8 de Julio de1899. Presbítero desde el 5de Agosto de 1923, en susdestinos se distinguió porsu celo, ardor y entusias-mo ministeriales; predica-dor elocuente, poseedor deuna marcada hombría debien, siempre solicito para

celebrar los sacramentos, durante la persecuciónreligiosa pidió muchas veces la gracia del martirio.En plena persecución religiosa atendía como vica-rio ecónomo la parroquia de Tepatitlán. Murió el 5de octubre de 1928.

d) San Pedro Esqueda RamírezNació en San Juan de

los Lagos, Jal. el 29 deabril de 1887. Presbíterodesde el 19 de noviembrede 1916, desarrolló su mi-nisterio sacerdotal en SanJuan de los Lagos, con en-tera sumisión al párroco,buena voluntad y laudableinterés. La Sagrada Euca-ristía fue el centro de suvida y el eje de su aposto-lado; para promover su culto organizó la asociación«Cruzada Eucarística». Otro campo preferente desu apostolado fue la catequesis infantil. Cuando sesuspendió el culto público, el padre Esqueda sequedó en su pueblo en calidad de encargado interi-no de la parroquia. Cuando alguien le recomendóescapar, contestó: «Dios me trajo, Dios sabrá».Sufrió en silencio las molestias y tormentos queprecedieron su muerte, entre ellos la fractura de unbrazo. Murió el 22 de no-viembre de 1927.

e) San Julio ÁlvarezNació en Guadalajara,

Jal. el 20 de Diciembre de1866. Ordenado presbíte-ro el 2 de diciembre de1894, desarrolló integro su

ministerio en Michoacanejo, Jal. Infundió entre susfieles el amor a Jesús Sacramentado y a la VirgenMaría; ministro infatigable, con frecuencia visitabalas aldeas y los ranchos de su parroquia.

Enseñó a sus feligreses los oficios de sastre yrepostero. Su caridad con los menesterosos llegó amanifestarla desprendiéndose incluso de sus mis-mos vestidos. Al suspenderse el culto público, semantuvo en su territorio parroquial refugiándose endistintos lugares. Murió el 30 de Marzo de 1927 enSan Julián, Jal., considerado por los militares comofoco de rebeldes.

f) San Román Adame RosalesNació en Teocaltiche,

Jal. el 27 de Febrero de1859. En su último desti-no, Nochistlán, Zac., seconserva la memoria delpárroco piadoso, promo-tor de la devoción al San-tísimo Sacramento y a laVirgen María. Confesorasiduo, predicó varias mi-siones populares y Ejerci-cios Espirituales; mejoró la catequesis y la instruc-ción de la fe y atendió con paternal solicitud a losenfermos. La víspera de su captura dijo pública-mente: «¡Que dicha ser mártir, dar mi vida por miparroquia!» Murió el 21 de abril de 1927, enYahualica.

4. PREGUNTAS PARA PROYECTARESTE ENCUENTRO EN NUESTRA VIDA

1) ¿Qué importantes hechos y actitudes de vida cristiana1) ¿Qué importantes hechos y actitudes de vida cristiana1) ¿Qué importantes hechos y actitudes de vida cristiana1) ¿Qué importantes hechos y actitudes de vida cristiana1) ¿Qué importantes hechos y actitudes de vida cristianaencuentras en la vida de estos mártires de nuestraencuentras en la vida de estos mártires de nuestraencuentras en la vida de estos mártires de nuestraencuentras en la vida de estos mártires de nuestraencuentras en la vida de estos mártires de nuestradiócesis?diócesis?diócesis?diócesis?diócesis?

2) ¿Qué importantes hechos y actitudes de compromi-2) ¿Qué importantes hechos y actitudes de compromi-2) ¿Qué importantes hechos y actitudes de compromi-2) ¿Qué importantes hechos y actitudes de compromi-2) ¿Qué importantes hechos y actitudes de compromi-so evangelizador y catequístico encuentras en suso evangelizador y catequístico encuentras en suso evangelizador y catequístico encuentras en suso evangelizador y catequístico encuentras en suso evangelizador y catequístico encuentras en suvida?vida?vida?vida?vida?

3) Tú, como cristiano y catequista del tercer milenio,3) Tú, como cristiano y catequista del tercer milenio,3) Tú, como cristiano y catequista del tercer milenio,3) Tú, como cristiano y catequista del tercer milenio,3) Tú, como cristiano y catequista del tercer milenio,¿qué harías para imitarlos?¿qué harías para imitarlos?¿qué harías para imitarlos?¿qué harías para imitarlos?¿qué harías para imitarlos?

Después de analizar los rasgos de los mártires yresponder a las preguntas, puede tenerse un tiempolibre; luego, un plenario para enriquecerse; y, final-mente, la Eucaristía.

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Queridos hermanos y hermanas:1. La Cuaresma, tiempo» fuer-

te» de oración, ayuno y atencióna los necesitados, ofrece a todocristiano la posibilidad de prepa-rarse a la Pascua haciendo unserio discernimiento de la propiavida, confrontándose de maneraespecial con la Palabra de Dios,que ilumina el itinerario cotidia-no de los creyentes.

Este año, como guía para lareflexión cuaresmal, quisiera pro-poner aquella frase de los He-chos de los Apóstoles: «Haymayor felicidad en dar que en recibir» (20,35). Nose trata de un simple llamamiento moral, ni de unmandato que llega al hombre desde fuera. La incli-nación a dar está radicada en lo más hondo delcorazón humano: toda persona siente el deseo deponerse en contacto con los otros, y se realizaplenamente cuando se da libremente a los demás.

2. Nuestra época está influenciada, lamentable-mente, por una mentalidad particularmente sensi-ble a las tentaciones del egoísmo, siempre dispues-to a resurgir en el ánimo humano. Tanto en elámbito social, como en el de los medios de comu-nicación, la persona está a menudo acosada pormensajes que insistente, abierta o solapadamente,exaltan la cultura de lo efímero y lo hedonístico.Aun cuando no falta una atención a los otros en lascalamidades ambientales, las guerras u otras emer-gencias, generalmente no es fácil desarrollar unacultura de la solidaridad. El espíritu del mundoaltera la tendencia interior a darse a los demásdesinteresadamente, e impulsa a satisfacer los pro-pios intereses particulares. Se incentiva cada vezmás el deseo de acumular bienes. Sin duda, esnatural y justo que cada uno, a través del empleo desus cualidades personales y del propio trabajo, seesfuerce por conseguir aquello que necesita paravivir, pero el afán desmedido de posesión impide a

la criatura humana abrirse alCreador y a sus semejantes.¡Cómo son válidas en toda épocalas palabras de Pablo a Timoteo:«el afán de dinero es, en efecto, laraíz de todos los males, y algu-nos, por dejarse llevar de él, seextraviaron en la fe y se atormen-taron con muchos dolores», (1Tm 6,10).

La explotación del hombre, laindiferencia por el sufrimientoajeno, la violación de las normasmorales, son sólo algunos de losfrutos del ansia de lucro. Frente al

triste espectáculo de la pobreza permanente queafecta a gran parte de la población mundial, ¿cómono reconocer que la búsqueda de ganancias a todacosta y la falta de una activa y responsable atenciónal bien común llevan a concentrar en manos de unospocos gran cantidad de recursos, mientras que elresto de la humanidad sufre la miseria y el abandono?

Apelando a los creyentes y a todos los hombresde buena voluntad, quisiera reafirmar un principioen sí mismo obvio aunque frecuentemente incum-plido: es necesario buscar no el bien de un círculoprivilegiado de pocos, sino la mejoría de las condi-ciones de vida de todos. Sólo sobre este fundamentose podrá construir un orden internacional realmentemarcado por la justicia y solidaridad, como es deseode todos.

3. «Hay mayor felicidad en dar que en recibir».El creyente experimenta una profunda satisfacciónsiguiendo la llamada interior de darse a los otros sinesperar nada.

El esfuerzo del cristiano por promover la justi-cia, su compromiso de defender a los más débiles,su acción humanitaria para procurar el pan a quiéncarece de él, por curar a los enfermos y prestarayuda en las diversas emergencias y necesidades,se alimenta del particular e inagotable tesoro deamor que es la entrega total de Jesús al Padre. El

Mensaje del Santo PadreJuan Pablo II para la Cuaresma 2003

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creyente se siente impulsado a seguir las huellas deCristo, verdadero Dios y verdadero hombre que, enla perfecta adhesión a la voluntad del Padre, sedespojó y humilló a sí mismo, (cf. Flp 2,6 ss),entregándose a nosotros con un amor desinteresadoy total, hasta morir en la cruz. Desde el Calvario sedifunde de modo elocuente el mensaje del amortrinitario a los seres humanos de toda época y lugar.

San Agustín observa que sólo Dios, el SumoBien, es capaz de vencer las miserias del mundo.Por tanto, de la misericordia y el amor al prójimodebe brotar una relación viva con Dios y hacerconstante referencia a Él, ya que nuestra alegríareside en estar cerca de Cristo (cf. De civitate Dei,Lib. 10, cap. 6; CCL 39, 1351 ss).

4. El Hijo de Dios nos ha amado primero, «sien-do nosotros todavía pecadores», (Rm 5,8), sin pre-tender nada, sin imponernos ninguna condición apriori. Frente a esta constatación, ¿cómo no ver enla Cuaresma la ocasión propicia para hacer opcio-nes decididas de altruismo y generosidad? Comomedios para combatir el desmedido apego al dine-ro, este tiempo propone la práctica eficaz del ayunoy la limosna. Privarse no sólo de lo superfluo, sinotambién de algo más, para distribuirlo a quien viveen necesidad, contribuye a la negación de sí mismo,sin la cual no hay auténtica praxis de vida cristiana.Nutriéndose con una oración incesante, el bautiza-do demuestra, además, la prioridad efectiva queDios tiene en la propia vida.

Es el amor de Dios infundido en nuestros cora-zones el que tiene que inspirar y transformar nues-tro ser y nuestro obrar. El cristiano no debe hacersela ilusión de buscar el verdadero bien de los herma-nos, si no vive la caridad de Cristo. Aunque lograramejorar factores sociales o políticos importantes,cualquier resultado sería efímero sin la caridad. Lamisma posibilidad de darse a los demás es un don yprocede de la gracia de Dios. Cómo san Pabloenseña,»Dios es quien obra en vosotros el querer yel obrar, como bien le parece»(Flp 2,13).

5. Al hombre de hoy, a menudo insatisfecho poruna existencia vacía y fugaz, y en búsqueda de laalegría y el amor auténticos, Cristo le propone supropio ejemplo, invitándolo a seguirlo. Pide a quiénle escucha que desgaste su vida por los hermanos.De tal dedicación surge la realización plena de símismo y el gozo, como lo demuestra el ejemplo

elocuente de aquellos hombres y mujeres que, de-jando sus seguridades, no han titubeado en poner enjuego la propia vida como misioneros en muchaspartes del mundo. Lo atestigua la decisión de aque-llos jóvenes que, animados por la fe, han abrazadola vocación sacerdotal o religiosa para ponerse alservicio de la «salvación de Dios». Lo verifica elcreciente número de voluntarios, que con inmedia-ta disponibilidad se dedican a los pobres, a losancianos, a los enfermos y a cuantos viven ensituación de necesidad.

Recientemente se ha asistido a una loable com-petición de solidaridad con las víctimas de losaluviones en Europa, del terremoto en AméricaLatina y en Italia, de las epidemias en África, de laserupciones volcánicas en Filipinas, sin olvidar otraszonas del mundo ensangrentadas por el odio o laguerra.

En estas circunstancias los medios de comunica-ción social desarrollan un significativo servicio,haciendo más directa la participación y más viva ladisponibilidad para ayudar a quién se encuentra enel sufrimiento y la dificultad. A veces no es elimperativo cristiano del amor lo que motiva laintervención en favor de los demás, sino una com-pasión natural. Pero quien asiste al necesitado gozasiempre de la benevolencia de Dios. En los Hechosde los Apóstoles se lee que la discípula Tabita sesalvó porque hizo bien al prójimo (cf. 9,36 ss). Elcenturión Cornelio alcanzó la vida eterna por sugenerosidad (cf. ibíd 10,1-31).

Para los «alejados», el servicio a los pobrespuede ser un camino providencial para encontrarsecon Cristo, porque el Señor recompensa con crecescada don hecho al prójimo (cf. Mt 25,40).Deseo de corazón que la Cuaresma sea para loscreyentes un período propicio para difundir y testi-moniar el Evangelio de la caridad en todo lugar, yaque la vocación a la caridad representa el corazónde toda auténtica evangelización. Para ello invocola intercesión de María, Madre de la Iglesia. QueElla nos acompañe en el itinerario cuaresmal. Conestos sentimientos bendigo a todos con afecto.

Vaticano, 7 de enero de 2003

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Presentación del Materialde Pascua 2003

CICLO LITURGICO B

P. Fernando Varela Gamiño

Como el año pasado, hoy se ofrece nuevamente un rico material celebrativo paraestas fiestas pascuales.

Como contenido, tenemos en primer lugar un gran documento. "Carta circular dela Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los sacramentos sobre lapreparación y celebración de las fiestas pascuales". (Se ofrecen en EDPIP #132)

Después de este documento, para enriquecer la celebración de las fiestas pascuales,se ofrecen varias catequesis del Papa Juan Pablo II sobre el tema; estas catequesisvienen a ser una ayuda para preparar nuestras homilías dominicales con un verdaderosentido pascual y acorde con el magisterio de la Iglesia; y no solamente nuestrashomilías, también nos pueden servir para los diversos encuentros con niños, jóvenesy adultos en este tiempo fuerte de gracia.

Estas son las catequesis, las audiencias y las homilías del Papa Juan Pablo II:

1.- Los contornos del misterio pascual, homilía durante la misa con los jóvenes enla plaza de San Pedro el Domingo de Ramos en el año Jubilar de la Redención;

2.- Homilía en la Misa "In Cena Domini" en la Solemnidad del Jueves Santo, 20 deabril del 200;

3.- El Triduo Sacro, 8 de abril de 1998;

4.- Cristo, en esta noche, nos abre las puertas de la inmortalidad, homilía durantela Vigilia Pascual de 1998;

5.- Homilía en la Vigilia Pascual de 1999.

6.- Homilía durante la Vigilia Pascual el 22 de abril del 2000;

7.- Pascua, mensaje Urbi et Orbi por Pascua, 4 de abril de 1999;

8.- El anuncio de la Resurrección nos infunde una íntima alegría y una esperanzarenovada, Homilía del 26 de abril de 1998;

9.- Testigos del Señor Resucitado, homilía, 24 de mayo de 1998;

10.- El misterio pascual, fundamento del don del Espíritu Santo, audiencia del 10de junio de 1998;

Y terminamos este material ofreciendo en este año, un compendio de 35 frases desantos, beatos y padres de la Iglesia que nos hacen reflexionar sobre la alegría de estetiempo pascual.

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Hermanos y hermanas, romanos y peregrinos dediversas naciones:

1. ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el queviene en nombre del Señor!» (Mt 21, 9).

La Iglesia vuelve a vivir, en laliturgia del Domingo de Ramos, estaalegría y esperanza que acompaña-ron la llegada de Jesús a Jerusalén. Elvenía como un peregrino a la fiestade la Pascua, y caminaba rodeado dela muchedumbre de los peregrinos.No iba a pie, sino sentado sobre unpollino, para que se cumplieran laspalabras del Profeta: «Decid a la hijade Sión: Mira a tu rey, que viene a ti,humilde, montado en un asno, en unpollino, hijo de acémila» (ib., v. 5).

Tu rey... llevaba en sí la herenciaauténtica de los reyes de Israel, vin-culada al origen davídico. Y llevabaen si la misión real unida al reino deDios en la tierra. Esta misión teníaque realizarse mediante la cruz. Je-sús de Nazaret iba a Jerusalén para sumuerte; para una muerte terrible ro-deado de ignominia humana, y máscercana de lo que nadie pudiera pensar en aquellahora.

Sin embargo, en el momento en que Cristo entróen Jerusalén le rodeaba el entusiasmo de la muche-dumbre de los peregrinos. Y la Iglesia cada añoestas esperanza tal caminos que aquel entusiasmoen la liturgia de hoy, para delinear al fondo, demanera más clara, los contornos del misterio pascual.Comienza hoy la Semana Santa, la Semana de lapasión; de la muerte y resurrección de Jesucristo,del linaje de David; do Jesucristo, el Hijo de Dios.

2. En el entusiasmo de los peregrinos que sedirigían a Jerusalén Junto con Cristo, tuvieron unaparte especial los jóvenes, los niños y los jóvenes.

«Pueri hebraeorum». Esto explica también laespecial participación de los jóvenes en la liturgia

del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro.Así sucede cada año. Y así es, de manera extraordi-naria, en este Año jubilar de la Redención, en el queel Domingo de Ramos constituye el calmen delJubileo extraordinario de los Jóvenes.

Alegría, entusiasmo y esperanza en torno a Cris-to Rey

Para este Jubileo habéis venido en peregrinacióndesde diversas partes de Italia, y también de variospaíses y continentes del globo terrestre. Con vues-tra peregrinación juvenil os unís a aquella juventud

1. Los contornos del Misterio PascualHOMILÍA DEL PAPA DURANTE LA MISA CON LOS JÓVENES

EN LA PLAZA DE SAN PEDRO EL DOMINGO DE RAMOSDOMINGO DE RAMOSDOMINGO DE RAMOSDOMINGO DE RAMOSDOMINGO DE RAMOSEN EL AÑO JUBILAR DE LA REDENCIÓN

15 DE ABRIL DE 1984

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de Jerusalén, siguiendo a Jesús de Nazaret excla-maba: «¡Hosanna al Hijo de David!» «¡Bendito elque viene en nombre del Señor!. Así expresaba suentusiasmo mesiánico.

3. Este es el entusiasmo por la Persona. Jesucris-to no cesa de ser el Ideal, el más perfecto Modelo dehumanidad. Los jóvenes miran hacia el, porquejuventud significa «necesidad» particular de unmodelo de humanidad; de humanidad completa,sencilla y transparente, de humanidad «ejemplar».La «necesidad» de tal humanidad es particularmen-te sentida por los jóvenes, porque a ellos se imponende manera más acuciante las preguntas: ¿Cómo hade ser el hombre? ¿Qué tipo de hombre vale la pellaser? ¿Quién he de ser yo, para llenar de un conteni-do justo esta humanidad que se me ha dado?

Un modelo perfecto de humanidad. Por eso losjóvenes rodean a Jesucristo en la liturgia del Do-mingo de: Ramos, para manifestar el entusiasmoque su Persona provoca en las generaciones que sepan sucediendo continuamente. Parecen decir: ¡Ho-sanna al Hijo de David!

Vale la pena ser hombre, por que Tú has sidohombre. Porque has venido al mundo para dartestimonio de la verdad. Porque te has hecho, me-diante el amor, totalmente «para los demás». Por-que has llenado la humanidad de contenido senci-llo, transparente y auténtico. Tú nos das continua-mente respuesta a esas preguntas que acosan alhombre y sobre todo al hombre joven. Por eso tesaludamos, Jesús de Nazaret, que entras en Jerusa-lén sentado en un pollino. ¡Hosanna! ¡Bendito elque viene en nombre del Señor!

4. La liturgia de la entrada en Jerusalén siguedesarrollándose. En la parte introductoria,procesional, se sitúa la descripción de la Pasión deNuestro Señor Jesucristo según el Evangelio de SanMateo.

La victoria sobre el pecado del hombre y sobreel pecado del mundo Esta descripción está precedi-da por la lectura tomada del Profeta Isaías y por otrade la Carta de San Pablo a los Filipenses.

El Apóstol nos introduce en el misterio de laredención, es decir, en el contenido divino de larespuesta que Jesucristo da a la pregunta del hom-bre sobre el verdadero sentido de la humanidad,sobre su sentido definitivo y último. El Apóstol

escribe: «...Cristo, a pesar de su condición divina,no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario,se despojó de su rango y tomó la condición deesclavo, pasando por uno de tantos» (np 2, 67).

El Domingo de la Pasión del Señor la Iglesiaprofesa la fe en Jesucristo, Hijo de Dios, Hijoconsubstancial al Padre. Verdadero hombre y, a lavez, verdadero Dios. En el misterio de la redencióneste Hijo consubstancial e igual al Padre asume lacondición de siervo. Dios en la figura del siervopertenece a la esencia de la redención, la cualcomporta la superación del pecado en sus mismasraíces.

La raíz del pecado está en el hecho de que aquélque no era «igual al Padre» primero el ángel creado,después, a su vez, el hombre creado trata de ponerse«a la par con Dios. «La redención vence el pecadoen su misma raíz, cuando Aquel’ que es «igual aDios» como el Hijo al Padre «se despoja» de losderechos que esta igualdad le da, y «toma la condi-ción de siervo». Asume esta condición como hom-bre, ~ pasando por uno de tantos» y por este caminovence el pecado del hombre. La victoria sobre elpecado del hombre, y sobre el pecado del mundo, esel centro de la redención del mundo.

5. El Evangelio de la salvación¡Queridos jóvenes amigos! ¡Peregrinos del Año

Jubilar de la Redención! Vosotros, a quienes tantodice Cristo Hombre, profesad junto con la Iglesia,profesad, junto con el Sucesor de Pedro, la fe enCristo, Hijo de Dios.

Entonces se os desvelará la dimensión esencialde la redención. Entonces descubriréis tambiéncuánta grandeza humana se esconde en la actitud deservicio: en la vida programada como servicio.

«Pasando por uno de tantos», el Hijo de Dios«tomó la condición de esclavo». El Hijo de Diossirve. Está al servicio de todo bien del hombre. Ysobre todo sirve a su bien último, el bien de lasalvación.

Así, pues, «pasando por uno de tantos», El es«hombre para los demás». Pero este hombre paralos demás el hambre que sirve es Dios. Es el Hijo deDios. Su servicio es determinante no sólo gracias asu noble dimensión de humanidad. El servicio tieneen sí la dimensión divina. Lleva consigo el signo delHijo de Dios.

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Esto está inscrito profundamente en la realidad dela redención del mundo. Como en el drama de la

condena del mundo, en el drama del volver lasespaldas a Dios, está inscrito el programa «no servi-ré», así también en el Evangelio (es decir, en la BuenaNueva) de la conversión y de la reconciliación conDios, en el Evangelio de la salvación del mundo, estápresente Cristo que «tomó la condición de esclavo».Y en el mismo Evangelio, en la misma Buena Nueva,está presente cada hombre, cuando aprende de Cristole actitud y la disponibilidad a servirá Cuando amedida de sus posibilidades y de sus obligaciones sehace también «un hombre para los de más»: unhombre que sirve.

Acoged, jóvenes amigos, tal dimensión de laredención en el gran proyecto de vida, que estáisformando en vuestra juventud. Que sea éste el frutoconcreto de vuestro Jubileo. Aprended de CristoRedentor a vencer el pecado, a vencer el egoísmo y laconcupiscencia que se esconde en él: la concupiscen-cia de los ojos, la de la carne y el orgullo de la vida,es decir, la actitud escondida en ella: «no serviré».

6. La vida eterna que nace de la CruzAprended también, de la experiencia del Domin-

go de Ramos, e hacer donación de vosotros mismos,de vuestro «yo», de vuestra vida en su plena y totaldimensión, sobre todo a Dios. Cristo «se rebajó hastasometerse incluso a la muerte, y una muerte, de cruz.Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el«Nombre-sobre-todo-nombre» (Flp 2, 8-91). Cristoel Hijo de Dios y Cristo el verdadero Hombre.

El Hijo de Dios está eternamente en el seno delPadre y está unido a El en el Espíritu Santo.

Cristo Hombre, «semejante a los hombres» entodo «excepto en el pecado», se ha entregado total-mente al Padre para la salvación del mundo. Seofrecía a si mismo al Padre como sacrificio por lospecados del mundo, por los pecados del hombre.Cristo verdadero hombre se ofreció El mismo alPadre hasta el final; a El ofreció hasta el fin la propiavida y la propia muerte, todo lo que constituye ladimensión de la existencia terrena del hombre.

Y el Padre ha aceptado el sacrificio de Cristo.Y el Padre ha exaltado a Cristo. Le ha dado un

nombre que está por encima de todo nombre. Lo haexaltado en la cruz, en la muerte de cruz. Y lo haexaltado en la gloria de la resurrección, sacando de su

muerte aquella vida, que en el plan eterno y miseri-cordioso de Dios está destinada al hombre. Esta es lavida eterna. La resurrección de Cristo es la definitivarevelación de la vocación del hombre a la inmortali-dad.

7. El proyecto de Dios sobre nuestra existencia: laVerdad y el Amor

Por consiguiente, la liturgia del Domingo de Ra-mos en el Año Jubilar de la Redención os revela avosotros, jóvenes peregrinos, esta verdad acerca delhombre, la verdad que ningún otro fue ni será jamáscapaz de descubrir. Sólo Jesucristo.

Esta verdad es a la vez una llamada: Somosredimidos por Cristo, llamados en Jesucristo a lasalvación, o sea, a vivir en gracia de Dios, es decir, avencer el mal con el amor y la verdad, esto es, somosllamados a la libertad verdadera de los hijos de Dios;y somos llamados en Jesucristo a la gloria. Esta es laverdad divina sobre el hombre. Este es el designio deDios respecto a cada uno de nosotros: el «Proyecto deDios, presentado al hombre, totalmente, en Jesucris-to. ¿Qué espera pues Cristo de nosotros?

Espera que en este «Proyecto de Dios» nosotrostratemos de entrar con nuestro «proyecto» de vida,con nuestra solución existencial.

Cristo quiere ayudarnos en ello con el poder de laVerdad y del Amor, que, merced a las reservasinagotables de su redención, está insertada y conso-lidada en nosotros por el Espíritu Santo, el Consola-dor.

Conciencia « pascual

8. «Pueri hebraeorum...»Caminemos pues, nosotros, jóvenes cristianos,

peregrinos del Año Jubilar de la Redención. Unámo-nos a aquella juventud por los caminos que condu-cían a Jerusalén. Ellos no sabían todavía completa-mente cuál era el misterio de Jesús de Nazaret. Nocomprendían qué realidad escondía dentro de sí elnombre de «Mesías», Hijo de David.

Nosotros lo sabemos. Somos testigos de la muertey de la resurrección, de la cruz y de la salvación.Tenemos la plena conciencia de la Pascua de Cristo.Con esta conciencia ‘¡pascual» nos unimos hoy a lajuventud de Jerusalén, exclamando: «¡Bendito el queviene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!»¡Dios mismo lo ha exultado!

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1. «Con ansia1. «Con ansia1. «Con ansia1. «Con ansia1. «Con ansiahe deseado comerhe deseado comerhe deseado comerhe deseado comerhe deseado comeresta Pascuaesta Pascuaesta Pascuaesta Pascuaesta Pascuacon vosotros,con vosotros,con vosotros,con vosotros,con vosotros,antes de padecer»antes de padecer»antes de padecer»antes de padecer»antes de padecer»

(Lc 22, 15).

Jesús se inscribe en el contexto de la Pascua de laantigua Alianza. Con ella, los israelitas conmemora-ban la cena consumada por sus padres en el momentodel éxodo de Egipto, de la liberación de la esclavitud.El texto sagrado prescribía que se untara con un pocode sangre del cordero las dos jambas y el dintel de lascasas. Y añadía cómo había que comer el cordero:«Ceñidas vuestras cinturas, calzados vuestros pies, yel bastón en vuestra mano; (...) de prisa. (...) Yopasaré esa noche por la tierra de Egipto y heriré atodos los primogénitos. (...) La sangre será vuestraseñal en las casas donde moráis. Cuando yo vea lasangre pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entrevosotros plaga exterminadora» (Ex 12, 11-13).

Con la sangre del cordero los hijos e hijas de Israelobtienen la liberación de la esclavitud de Egipto, bajola guía de Moisés. El recuerdo de un acontecimientotan extraordinario se convirtió en una ocasión defiesta para el pueblo, agradecido al Señor por lalibertad recuperada, don divino y compromiso huma-

Cristo da a conocer, con estas palabras, el signifi-cado profético de la cena pascual, que está a punto decelebrar con los discípulos en el Cenáculo de Jerusa-lén.

Con la primera lectura, tomada del libro del Éxo-do, la liturgia ha puesto de relieve cómo la Pascua de

«Haced«Haced«Haced«Haced«Hacedestoestoestoestoestoenenenenen

memoriamemoriamemoriamemoriamemoriamía»mía»mía»mía»mía»

2. In Cena Domini (2000):HOMILÍA DE S.S. JUAN PABLO II EN LA MISA «IN CENA DOMINI»

EN LA SOLEMNIDAD DEL JUEVES SANTO

20 DE ABRIL DEL 2000

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no siempre actual. «Este será un día memorable paravosotros, y lo celebraréis como fiesta en honor delSeñor» (Ex 12, 14). ¡Es la Pascua del Señor! ¡LaPascua de la antigua Alianza!

2. «Con ansia he deseado comer esta Pascua convosotros, antes de padecer» (Lc 22, 15). En el Cená-culo, Cristo, cumpliendo las prescripciones de laantigua Alianza, celebra la cena pascual con losApóstoles, pero da a este rito un contenido nuevo.Hemos escuchado lo que dice de él san Pablo en lasegunda lectura, tomada de la primera carta a losCorintios. En este texto, que se sueleconsiderar como la más antigua des-cripción de la cena del Señor, se re-cuerda que Jesús, «la noche en queiban a entregarle, tomó pan y, pronun-ciando la acción de gracias, lo partió ydijo: «Esto es mi cuerpo, que se entre-ga por vosotros. Haced esto en memo-ria mía». Lo mismo hizo con el cáliz,después de cenar, diciendo: «Este cá-liz es la nueva Alianza sellada con misangre; haced esto cada vez que be-báis, en memoria mía». Por eso, cadaque vez que coméis de este pan ybebéis del cáliz, proclamáis la muertedel Señor, hasta que vuelva» (1 Co 11,23-26).

Con estas palabras solemnes se en-trega, para todos los siglos, la memoria de la institu-ción de la Eucaristía. Cada año, en este día, lasrecordamos volviendo espiritualmente al Cenáculo.Esta tarde las revivo con emoción particular, porqueconservo en mis ojos y en mi corazón las imágenesdel Cenáculo, donde tuve la alegría de celebrar laEucaristía, con ocasión de mi reciente peregrinaciónjubilar a Tierra Santa. La emoción es más fuerte aúnporque este es el año del jubileo bimilenario de laEncarnación. Desde esta perspectiva, la celebraciónque estamos viviendo adquiere una profundidad es-pecial, pues en el Cenáculo Jesús infundió un nuevocontenido a las antiguas tradiciones y anticipó losacontecimientos del día siguiente, cuando su cuerpo,cuerpo inmaculado del Cordero de Dios, sería inmo-lado y su sangre sería derramada para la redención delmundo. La Encarnación se había realizado precisa-mente con vistas a este acontecimiento: ¡la Pascua deCristo, la Pascua de la nueva Alianza!

3. «Cada vez que coméis de este pan y bebéis delcáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta quevuelva» (1 Co 11, 26). El Apóstol nos exhorta a hacer

constantemente memoria de este misterio. Al mismotiempo, nos invita a vivir diariamente nuestra misiónde testigos y heraldos del amor del Crucificado, enespera de su vuelta gloriosa.

Pero ¿cómo hacer memoria de este acontecimien-to salvífico? ¿Cómo vivir en espera de que Cristovuelva? Antes de instituir el sacramento de su Cuerpoy su Sangre, Cristo, inclinado y arrodillado, como unesclavo, lava en el Cenáculo los pies a sus discípulos.Lo vemos de nuevo mientras realiza este gesto, queen la cultura judía es propio de los siervos y de las

personas más humildes de la familia.Pedro, al inicio, se opone, pero elMaestro lo convence, y al final tam-bién él se deja lavar los pies, como losdemás discípulos. Pero, inmediata-mente después, vestido y sentado nue-vamente a la mesa, Jesús explica elsentido de su gesto: «Vosotros mellamáis «el Maestro» y «el Señor», ydecís bien, porque lo soy. Pues si yo,el Maestro y el Señor, os he lavado lospies, también vosotros debéis lavaroslos pies unos a otros» (Jn 13, 12-14).Estas palabras, que unen el misterioeucarístico al servicio del amor, pue-den considerarse propedéuticas de lainstitución del sacerdocio ministerial.

Con la institución de la Eucaristía,Jesús comunica a los Apóstoles la participación mi-nisterial en su sacerdocio, el sacerdocio de la Alianzanueva y eterna, en virtud de la cual él, y sólo él, essiempre y por doquier artífice y ministro de la Euca-ristía. Los Apóstoles, a su vez, se convierten enministros de este excelso misterio de la fe, destinadoa perpetuarse hasta el fin del mundo. Se convierten,al mismo tiempo, en servidores de todos los que vana participar de este don y misterio tan grandes.

La Eucaristía, el supremo sacramento de la Igle-sia, está unida al sacerdocio ministerial, que naciótambién en el Cenáculo, como don del gran amor deJesús, que «sabiendo que había llegado la hora depasar de este mundo al Padre, habiendo amado a lossuyos que estaban en el mundo, los amó hasta elextremo» (Jn 13, 1).

La Eucaristía, el sacerdocio y el mandamientonuevo del amor. ¡Este es el memorial vivo que con-templamos en el Jueves santo!

«Haced esto en memoria mía»: ¡esta es la Pascuade la Iglesia, nuestra Pascua!

«Cada vez«Cada vez«Cada vez«Cada vez«Cada vezque coméisque coméisque coméisque coméisque coméis

de este pan yde este pan yde este pan yde este pan yde este pan ybebéis del cáliz,bebéis del cáliz,bebéis del cáliz,bebéis del cáliz,bebéis del cáliz,

proclamáis lproclamáis lproclamáis lproclamáis lproclamáis la muertea muertea muertea muertea muertedel Señor,del Señor,del Señor,del Señor,del Señor,

hastahastahastahastahastaque vuelva»que vuelva»que vuelva»que vuelva»que vuelva»

(1 Co 11, 26)

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1. En es-tos días de laSemana san-ta la liturgiasubraya conparticular vi-gor la oposi-ción entre laluz y las ti-nieblas, entrela vida y lamuerte, perono nos dejaen la duda del

resultado final: la gloria de Cristo resuci-tado. Mañana, la solemne celebración incena Domini nos introducirá en el Triduosacro, que presentará a la contemplaciónde todos los creyentes los acontecimien-tos centrales de la historia de la salva-ción. Juntos reviviremos, con profundaparticipación, la pasión, la muerte y laresurrección de Jesús.

2. En la santa misa crismal, preludiomatutino del Jueves santo, se reunirán,mañana por la mañana, los presbíteroscon su obispo. Durante una significativa celebracióneucarística, que tradicionalmente tiene lugar en lascatedrales diocesanas, se bendecirán el óleo de losenfermos y el de los catecúmenos, y se consagrará elcrisma. Esos ritos significan simbólicamente la ple-nitud del sacerdocio de Cristo y la comunión eclesialque debe animar al pueblo cristiano, congregado porel sacrificio eucarístico y vivificado en la unidad porel don del Espíritu Santo.

Mañana, por la tarde, celebraremos, con senti-mientos de gratitud, el momento de la institución dela Eucaristía. En la última cena, el Señor, «habiendoamado a los suyos, que estaban en el mundo, los amóhasta el extremo» (Jn 13, 1) y, precisamente cuandoJudas se disponía a traicionarlo y se hacía noche en su

corazón, la misericordia divina triunfaba sobre elodio, la vida sobre la muerte: «Jesús tomó pan y lobendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:«Tomad y comed, éste es mi cuerpo». Tomó luego elcáliz y, dando gracias, se lo dio diciendo: «Bebedtodos de él, porque ésta es mi sangre de la alianza, quees derramada por muchos para el perdón de lospecados»» (Mt 26, 26-28).

Así pues, la alianza nueva y eterna de Dios con elhombre está escrita con caracteres indelebles en lasangre de Cristo, cordero manso y humilde, inmoladolibremente para expiar los pecados del mundo. Alfinal de la celebración, la Iglesia nos invitara a unaprolongada adoración de la Eucaristía, para meditar

en este extraordinario e incon-mensurable misterio de amor.

3. El Viernes santo se carac-teriza por el relato de la pasión ypor la contemplación de la cruz.En ella se revela plenamente lamisericordia del Padre. La litur-gia nos invita a rezar así: «Cuan-do nosotros estábamos perdidosy éramos incapaces de volver ati, nos amaste hasta el extremo.Tu Hijo, que es el único justo, seentregó a sí mismo en nuestrasmanos para ser clavado en lacruz» (Misal Romano, Plegariaeucarística sobre la reconcilia-

3. El triduo sacro8 DE ABRIL DE 1998

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ción I). Es tan grande la emoción que suscita estemisterio, que el apóstol Pedro, escribiendo a losfieles de Asia menor, exclamaba: «Sabéis que ha-béis sido rescatados de la conducta necia heredadade vuestros padres, no con algo caduco, oro o plata,sino con una sangre preciosa, como de cordero sintacha y sin mancilla, Cristo» (1 P 1, 18-19).

Por esto, después de proclamar la pasión delSeñor, la Iglesia pone en el centro de la liturgia delViernes santo la adoración de la cruz, que no essímbolo de muerte, sino manantial de vida auténtica.En este día rebosante de emoción espiritual, se yer-gue sobre el mundo la cruz de Cristo, emblema deesperanza para todos los que acogen con fe estemisterio en su vida.

4. Meditando en estas realidades sobrenaturales,entraremos en el silencio del Sábado santo, a la esperadel triunfo glorioso de Cristo en la resurrección.Junto al sepulcro podremos reflexionar en la tragediade una humanidad que, privada de su Señor, se veinevitablemente dominada por la soledad y el des-consuelo. Replegado en sí mismo, el hombre se sienteprivado de todo anhelo de esperanza ante el dolor,

ante las derrotas de la vida y, especialmente, ante lamuerte. ¿Qué hacer? Es preciso estar a la espera de laresurrección. De acuerdo con una antigua y extendi-da tradición, estará a nuestro lado la Virgen María,Madre dolorosa, Madre de Cristo inmolado.

Con todo, en la noche del Sábado santo, durante lasolemne Vigilia pascual, madre de todas las vigilias,el silencio quedará roto por el canto de gozo: elExsultet. Una vez más se proclamará la victoria de laluz sobre las tinieblas, de la vida sobre la muerte, y laIglesia se alegrará en el encuentro con su Señor.

Así entraremos en el clima de la Pascua de Resu-rrección, día sin fin que el Señor inaugura resucitan-do de entre los muertos.

Amadísimos hermanos y hermanas, abramos nues-tro corazón a la gracia divina y dispongámonos aseguir a Jesús en su pasión y muerte, para entrar conél en la alegría de la resurrección.

Con estos sentimientos deseo a todos un fructuosoTriduo pascual y una santa y feliz Pascua.

El anuncio de la Resurrección nos infunde unaíntima alegría y una esperanza renovada

4. Vigilia Pascual (1998):

Cristo, en esta noche, nos abre las puertas de la inmortalidad

1. «Hagamos al hombre a nuestra imagen y seme-janza» (Gn 1, 26). «Creó Dios el hombre a su imagen,a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó»(Gn 1, 27).

En esta Vigilia pascual la liturgia proclama elprimer capítulo del libro del Génesis, que evoca elmisterio de la creación y en particular, la creación delhombre. Una vez más nuestra atención se concentraen el misterio del hombre, que se manifiesta plena-mente en Cristo y por medio de Cristo.

«Fiat lux», «faciamus hominem»: estas palabrasdel Génesis revelan toda su verdad cuando pasan porel crisol de la Pascua del Verbo (cf. Sal 12, 7).Adquieren su pleno significado durante la quietuddel Sábado santo, a través del silencio de la Palabra:aquella «luz» es luz nueva, que no conoce ocaso;aquel «hombre» es el «hombre nuevo, creado segúnDios, en la justicia y santidad de la verdad» (Ef 4, 24).

La nueva creación se realiza en la Pascua. En elmisterio de la muerte y resurrección de Cristo todo esredimido, y todo vuelve a ser perfectamente bueno,según el designio original de Dios.

Sobre todo el hombre, el hijo pródigo que hamalgastado el bien precioso de la libertad en elpecado, recupera su dignidad perdida. «Faciamushominem ad imaginem et similitudinem nostram».¡Qué profundas y verdaderas resuenan estas palabrasen la noche de Pascua! Y qué inefable actualidadtienen para el hombre de nuestro tiempo, tan cons-ciente de sus posibilidades de dominio sobre el uni-verso, pero también tan confuso muchas veces sobreel sentido auténtico de su existencia, en la cual ya nosabe reconocer las huellas del Creador.

2. A este propósito, recuerdo algunos párrafos dela constitución pastoral Gaudium et spes, del concilioVaticano II, muy acordes con la admirable sinfonía

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de las lecturas de la Vigilia pascual. En efecto, estedocumento conciliar, leído con atención, manifiestaun íntimo carácter pascual, tanto en el contenidocomo en su inspiración originaria. Leemos en él:«Realmente, el misterio del hombre sólo se esclareceen el misterio del Verbo encarnado. Pues Adán, elprimer hombre, era figura del que había de venir (cf.Rm 5, 14), es decir, de Cristo, el Señor. Cristo (...),«que es imagen de Dios Invisible» (Col 1, 15) es elhombre perfecto, que restituyó a los hijos de Adán lasemejanza divina, de-formada desde el pri-mer pecado (...). Elmismo, el Hijo deDios, con su encarna-ción, se ha unido, encierto modo con todohombre (...). Pade-ciendo por nosotros,no sólo nos dio ejem-plo para que sigamossus huellas, sino quetambién instauró elcamino con cuyo se-guimiento la vida y lamuerte se santifican yadquieren un sentidonuevo. El hombrecristiano, conformadocon la imagen delHijo, que es el Primo-génito entre muchoshermanos, recibe«Las primicias delEspíritu» (Rm 8, 23). (...) Por medio de este Espírituque «es prenda de la herencia» (Ef 1, 14), se restaurainternamente todo el hombre hasta la «redención delcuerpo» (Rm 8, 23): «Si el Espíritu de Aquel queresucitó a Jesús de entre los muertos habita en voso-tros, el que resucitó a Cristo Jesús de entre losmuertos dará también vida a vuestros cuerpos morta-les por virtud de su Espíritu que habita en vosotros»(Rm 8, 11). El cristiano, (...) asociado al misteriopascual, configurado con la muerte de Cristo, forta-lecido por la esperanza, llegará a la resurrección» (n.22).

3. Estas palabras del Concilio nos proponen denuevo el misterio de la vocación de cada bautizado.Lo proponen en particular a vosotros, queridoscatecúmenos, que, siguiendo una antiquísima tradi-ción de la Iglesia, vais a recibir el santo bautismo

durante esta Vigilia santa. Os saludamos con afecto yos agradecemos vuestro testimonio.

Venís de varias naciones del mundo: Canadá,China, Colombia, India, Italia y Sudáfrica.

Queridos hermanos y hermanas, el bautismo es,en un sentido muy especial, vuestra Pascua, el sacra-mento de vuestra redención, de vuestro renacer enCristo por la fe y por la acción del Espíritu Santo,gracias al cual podréis llamar a Dios con el nombre de«Padre», y seréis hijos en el Hijo.

Nosotros os de-seamos que la vidanueva, que recibi-réis como don enesta santísima no-che, crezca en vo-sotros hasta alcan-zar su plenitud, dan-do frutos abundan-tes de amor, de gozoy de paz, frutos devida eterna.

4. «O vere beatanox!», canta la Igle-sia en el Pregónpascual, recordan-do las grandes obrasrealizadas por Diosen la antigua alian-za, durante el éxodo

de los israelitas deEgipto. Es el anuncio pro-

fético del éxodo del génerohumano de la esclavitud de la muerte a la vida nuevapor medio de la Pascua de Cristo.

«O vere beata nox!», repitamos con el himnopascual, contemplando el misterio universal del hom-bre a la luz de la resurrección de Cristo. En elprincipio Dios lo creó a su imagen y semejanza. Porobra de Cristo crucificado y resucitado, esta semejan-za con Dios, ofuscada por el pecado, ha sido renovaday llevada a su culminación. Podemos repetir con unautor antiguo: ¡Hombre, mírate a ti mismo! ¡Recono-ce tu dignidad y tu vocación! Cristo, venciendo lamuerte en esta santa noche, abre ante ti las puertas dela vida y de la inmortalidad.

Repito con alegría las palabras del diácono, que hacantado el Pregón pascual: Annuntio vobis gaudiummagnum: surrexit Dominus vere! Surrexit hodie!

Amén.

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1. «La piedra que desecharon los arquitectos, esahora la piedra angular» (Sal 117,22).

Esta noche, la liturgia nos habla con la abundanciay la riqueza de la palabra de Dios. Esta Vigilia es nosólo el centro del año litúrgico, sino de alguna manerasu matriz. En efecto, a partir de ella se desarrolla todala vida sacramental. Podría decirse que está prepara-da abundantemente la mesa en torno a la cual laIglesia reúne esta noche asus hijos; reúne, de maneraparticular, a quienes han derecibir el Bautismo.

Pienso directamente envosotros, queridos Catecú-menos, que dentro de pocorenaceréis del agua y delEspíritu Santo (cf. Jn 3,5).Con gran gozo os saludo ysaludo, al mismo tiempo, alos Países de donde venís:Albania, Cabo Verde, Chi-na, Francia, Marruecos yHungría.

Con el Bautismo os con-vertiréis en miembros delCuerpo de Cristo, partíci-pes plenamente de su mis-terio de comunión. Quevuestra vida permanezca inmersa constantemente eneste misterio pascual, de modo que seáis siempreauténticos testigos del amor de Dios.

2. No sólo vosotros, queridos catecúmenos, sinotambién todos los bautizados están llamados estanoche a hacer en la fe una experiencia profunda de loque poco antes hemos escuchado en la Epístola: «Losque por el bautismo nos incorporamos a Cristo,fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismofuimos sepultados con Él en la muerte, para que, asícomo Cristo fue despertado de entre los muertos porla gloria del padre, así también nosotros andemos enuna vida nueva» (Rm 6,3-4).

5. V5. V5. V5. V5. Vigilia Pascual (1999):

HOMILÍA DE S.S. JUAN PABLO II EN LA CELEBRACIÓNDE LA VIGILIA PASCUAL3 DE ABRIL DE 1999

Ser cristianos significa participar personalmenteen la muerte y resurrección de Cristo. Esta participa-ción es realizada de manera sacramental por el Bau-tismo sobre el cual, como sólido fundamento, seedifica la existencia cristiana de cada uno de noso-tros. Y es por esto que el Salmo responsorial nos haexhortado a dar gracias: «Dad gracias al Señor por-que es bueno, porque es eterna su misericordia... Ladiestra del Señor... es excelsa. No he de morir, viviré,

para contar las hazañas delSeñor» (Sal 117,1-2.16-17).En esta noche santa la Igle-sia repite estas palabras deacción de gracias mientrasconfiesa la verdad sobreCristo que «padeció y fuesepultado, y resucitó al ter-cer día» (cf. Credo).

3. «Noche en que veló elSeñor... por todas las gene-raciones» (Ex 12,42). Estaspalabras del Libro del Éxo-do concluyen la narraciónde la salida de los Israelitasde Egipto. Resuenan conuna elocuencia singular du-rante la Vigilia pascual, encuyo contexto cobran la ple-nitud de su significado. En

este año dedicado a Dios Padre, ¿cómo no recordarque esta noche, la noche de Pascua, es la gran «nochede vigilia» del Padre? Las dimensiones de esta «vigi-lia» de Dios abarcan todo el Triduo pascual. Sinembargo, el Padre «vela» de manera particular duran-te el Sábado Santo, mientras el hijo yace muerto en elsepulcro.

El misterio de la victoria de Cristo sobre el pecadodel mundo está encerrado precisamente en el velardel Padre. Él «vela» sobre toda la misión terrena delHijo. Su infinita compasión llega a su culmen en lahora de la pasión y de la muerte: la hora en que el Hijoes abandonado, para que los hijos sean encontrados;

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el Hijo muere, para que los hijos puedan volver a lavida.

La vela del Padre explica la resurrección del Hijo:incluso en la hora de la muerte, no desaparece larelación de amor en Dios, no desaparece el EspírituSanto que, derramado por Jesús moribundo en lacruz, llena de luz las tinieblas del mal y resucita aCristo, constituyéndolo Hijo de Dios con poder ygloria (cf. Rm 1,4).

4. «La piedra que desecharon los arquitectos, esahora la piedra angular» (Sal 117,22). A la luz de laResurrección de Cristo, ¡cómo sobresale en plenitudesta verdad que canta el Salmista! Condenado a unamuerte ignominiosa, el Hijo del hombre, crucificadoy resucitado, se ha convertido en la piedra angularpara la vida de la Iglesia y de cada cristiano.

«Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagropatente» (Sal 117,23). Esto sucedió en esta noche

santa. Lo pudieron constatar las mujeres que «elprimer día de la semana... cuando aún estaba oscuro»(Jn 20,1), fueron al sepulcro para ungir el cuerpo delSeñor y encontraron la tumba vacía. oyeron la voz delángel: «No temáis, ya sé que buscáis a Jesús elcrucificado. No está aquí: ha resucitado» (cf. Mt 28,1-5).

Así se cumplieron las palabras proféticas delSalmista: «La piedra que desecharon los arquitectos,es ahora la piedra angular». Ésta es nuestra fe. Ésta esla fe de la Iglesia y nosotros nos gloriamos de profe-sarla en el umbral del tercer milenio, porque la Pascuade Cristo es la esperanza del mundo, ayer, hoy ysiempre.

Amén.

Joannes Paulus II

1. «Tenéis guardias. Id, aseguradlo como sabéis»(Mt 27, 65).

La tumba de Jesús fue cerrada y sellada. Según lapetición de los sumos sacerdotes y los fariseos, sepusieron soldados de guardia para que nadie pudierarobarlo (Mt 27, 62-64). Este es el acontecimiento delque parte la liturgia de la Vigilia Pascual.

Vigilaban junto al sepulcro aquellos que habíanquerido la muerte de Cristo, considerándolo un «im-postor» (Mt 27, 63). Su deseo era que Él y su mensajefueran enterrados para siempre. Velan, no muy lejosde allí, María y, con ella, los Apóstoles y algunasmujeres. Tenían aún impresa en el corazón la imagenperturbadora de hechos que acaban de ocurrir.

2. Vela la Iglesia, esta noche, en todos los rinconesde la tierra, y revive las etapas fundamentales de lahistoria de la salvación. La solemne liturgia queestamos celebrando es una expresión de este «vigi-lar» que, en cierto modo, recuerda el mismo de Dios,al que se refiere el Libro del Éxodo: «Noche de

6. Vigilia Pascual (2000):

HOMILÍA DE S.S. JUAN PABLO IIEN LA CELEBRACIÓN DE LA VIGILIA PASCUAL

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guardia fue ésta para Yahveh, para sacarlos de latierra de Egipto. Esta misma noche será la noche deguardia en honor de Yahveh ..., por todas sus genera-ciones» (Ex 12, 42).

En su amor providente y fiel, que supera el tiempoy el espacio, Dios vela sobre el mundo. Canta elsalmista: «Yahveh es tu guardián, tu sombra, Yahveh,a tu diestra. De día el sol no te hará daño, ni la luna denoche. Te guarda Yahveh de todo mal, él guarda tualma;... desde ahora y por siempre» (Sal 120, 4-5.8).

También el pasaje que estamos viviendo entre elsegundo y el tercer milenio está guardado en elmisterio del Padre. Él «obra siempre» (Jn 5, 7) por lasalvación del mundo y, mediante el Hijo hecho hom-bre, guía a su pueblo de la esclavitud a la libertad.Toda la «obra» del Gran Jubileo del año 2000 está,por decirlo así, inscrita en esta noche de Vigilia, quelleva a cumplimiento aquella del Nacimiento delSeñor. Belén y el Calvario remiten al mismo misteriode amor de Dios, que tanto amó al mundo «que dio asu Hijo único, para que todo el que crea en él noperezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16).

3. En esta Noche, la Iglesia, en su velar, se centrasobre los textos de la Escritura, que trazan el designiodivino de salvación desde el Génesis al Evangelio yque, gracias también a los ritos del agua y del fuego,confieren a esta singular celebración una dimensióncósmica. Todo el universo creado está llamado avelar en esta noche junto al sepulcro de Cristo. Pasaante nuestros ojos la historia de la salvación, desde lacreación a la redención, desde el éxodo a la Alianzaen el Sinaí, de la antigua a la nueva y eterna Alianza.En esta noche santa se cumple el proyecto eterno deDios que arrolla la historia del hombre y del cosmos.

4. En la vigilia pascual, madre de todas las vigilias,cada hombre pue-de reconocer tam-bién la propia his-toria de salvación,que tiene su puntofundamental en elrenacer en Cristomediante el Bautis-mo.

Esta es, de ma-nera muy especial,vuestra experien-cia, queridos Her-manos y Hermanasque dentro de poco

recibiréis los sacramentos de la iniciación cristiana:el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía.

Venís de diversos Países del mundo: Japón, Chi-na, Camerún, Albania e Italia.

La variedad de vuestras naciones de origen ponede relieve la universalidad de la salvación traída porCristo. Dentro de poco, queridos, seréis insertosíntimamente en el misterio de amor de Dios, Padre,Hijo y Espíritu Santo. Que vuestra existencia se hagaun canto de alabanza a la Santísima Trinidad y untestimonio de amor que no conozca fronteras.

5. «Ecce lignum Crucis, in quo salus mundipependit: venite adoremus!» Esto ha cantado ayer laIglesia, mostrando el árbol la Cruz, «donde estuvoclavada la salvación del mundo». «Fue crucificado,muerto y sepultado», recitamos en el Credo.

El sepulcro. El lugar donde lo habían puesto (cf.Mc 16, 6). Allí está espiritualmente presente toda laComunidad eclesial de cada rincón de la tierra. Esta-mos también nosotros con las tres mujeres que seacercan al sepulcro, antes del alba, para ungir elcuerpo sin vida de Jesús (cf. Mc 16, 1). Su diligenciaes nuestra diligencia. Con ellas descubrimos que lapiedra sepulcral ha sido retirada y el cuerpo ya no estáallí. «No está aquí», anuncia el Ángel, mostrando elsepulcro vacío y las vendas por tierra. La muerte yano tiene poder sobre Él (cf Rm 6, 9).

¡Cristo ha resucitado! Anuncia al final de estanoche de Pascua la Iglesia, que ayer había proclama-do la muerte de Cristo en la Cruz. Es un anuncia deverdad y de vida.

«Surrexit Dominus de sepulcro, qui pro nobispependit in ligno. Alleluia!»

Ha resucitado del sepulcro el Señor, que pornosotros fue colgado a la cruz.

Sí, Cristo ha resucita-do verdaderamentey nosotros somostestigos de ello.

Lo gritamos almundo, para que laalegría que nos em-barga llegue a tantosotros corazones, en-cendiendo en ellosla luz de la esperan-za que no defrauda.

Cristo ha resuci-tado, aleluya

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1. «Haec est dies quam fecit Dominus». «Éste esel día en que actuó el Señor» En el libro del Génesisse dice que primero fueron los días de la creación,durante los cuales Dios llevó a cabo «los cielos, latierra y sus ejércitos» (2,1); modeló al hombre a suimagen y semejanza, y el séptimo día dio por conclui-da la labor que había hecho (cf.2,2). Durante la Vigilia pascualhemos escuchado esta narraciónsugestiva, que nos remonta a losorígenes del universo, cuando elSeñor puso al hombre como res-ponsable de la creación, hacién-dole partícipe de su misma vida.Lo creó para que tuviera la pleni-tud de la vida. Sin embargo, vinoel pecado y, con él, entró la muer-te en la historia del hombre. Conel pecado el hombre fue comoseparado de los días de la crea-ción.

2. ¿Quién podía volver a unirla tierra al cielo y el hombre a suCreador? La respuesta a esa pre-gunta inquietante nos viene deCristo, quien rompiendo las ca-denas de la muerte, ha hecho bri-llar sobre los hombres su luz ad-mirable. He ahí porqué esta ma-ñana podemos gritar al mundo: «Éste es el día en queactuó el Señor» Es un día nuevo: Cristo ha entrado enla historia humana cambiando su curso. Es el misteriode la nueva creación, del que la liturgia nos ha dadosorprendentes testimonios en estos días. Con su sa-crificio en la cruz Cristo canceló la condena de laantigua culpa, y reconcilió a los creyentes con el amordel Padre. «¡Feliz la culpa que mereció tal Reden-tor!», canta el Pregón pascual. Aceptando la muertedestruyó el pecado de Adán. Su victoria es el día denuestra redención.

3. «Haec est dies quam fecit Dominus» El día enque actuó el Señor es el día del asombro. Al alborear

del primer día después del sábado, «María Magdale-na y la otra María fueron a ver el sepulcro» (Mt 28, 1),y fueron las primeras en encontrar la tumba vacía.Testigos privilegiados de la resurrección del Señor,dieron esta noticia a los Apóstoles. Pedro y Juancorrieron hacia el sepulcro, vieron y creyeron. Cristo

les había hecho sus discípulos,ahora se convierten en sus testi-gos. Así se realiza su vocación:ser testigos del hecho más ex-traordinario de la historia, la tum-ba vacía y el encuentro con elResucitado.

4. «Haec est dies quam fecitDominus». Éste es el día en que,como los discípulos, todo cre-yente es invitado a proclamar lasorprendente novedad del Evan-gelio. Pero, ¿cómo hacer reso-nar este mensaje de alegría y deesperanza, cuando las tristezas ylas lágrimas inundan tantas re-giones del mundo? ¿Cómo ha-blar de paz, cuando se obliga ahuir a las poblaciones, cuandose da caza a los hombres y seincendian las viviendas, cuandoel cielo se estremece con el es-truendo de la guerra, cuando re-

suena sobre las casas el silbido de los proyectiles y elfuego destructor de las bombas devora las ciudades yaldeas? ¡Basta con la sangre del hombre, derramadacruelmente! ¿Cuándo se quebrará la espiral diabólicade las venganzas y de los absurdos conflictosfratricidas?

5. Imploro al Señor resucitado el don precioso dela paz ante todo para la martirizada tierra del Kosovo,donde continúan mezclándose lágrimas y sangre enun dramático escenario de odio y violencia. Pienso enlos muertos, en los que se quedan sin casa, en quienesson arrancados de sus familias, en quienes son obli-gados a huir lejos. ¡Que se movilice la solidaridad de

7. Mensaje «Urbi et orbi»de S.S. Juan Pablo II por Pascua

4 DE ABRIL DE 1999

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todos, para que la paz y la hermandad, finalmente,vuelvan a tomar la palabra! Y, ¿cómo permanecerinsensibles frente al aluvión sufriente de hombres ymujeres del Kosovo que llaman a nuestras puertasbuscando ayuda? En este santo día, siento el deber dedirigir una llamada apremiante a las Autoridades dela República Federal de Yugoslavia para que permi-tan la apertura de un corredor humanitario, que hagaposible el llevar ayuda a las poblaciones hacinadas alo largo de la frontera del Kosovo. Para la acción desolidaridad no pueden haber fronteras son siemprenecesarios los corredores de la esperanza.

6. Pienso también en las regiones de África, dondetardan en apagarse preocupantes focos de guerra; enlas Naciones de Asia, donde no se suavizan laspeligrosas tensiones sociales; en los Países deLatinoamérica, empeñados a recorrer un azaroso yagotador camino hacia metas de mayor justicia ydemocracia. Ante los signos persistentes de la guerra,ante tantas y tan dolorosas derrotas de la vida, Cristo,vencedor del pecado y de la muerte, exhorta a no

claudicar. ¡La paz es posible, la paz es apremiante, lapaz es responsabilidad primordial de todos! Que elalba del tercer milenio vea el surgir de una nueva eraen la que el respeto por cada hombre y la solidaridadfraterna entre los pueblos derroten, con la ayuda deDios, la cultura del odio, de la violencia y de lamuerte.

7. En este día la Iglesia, exhorta a la alegría en todoel orbe: «Ha llegado hoy el gozoso día, esperado portodos nosotros. ¡En este día Cristo ha resucitado,Aleluya, Aleluya! « (Canción polaca del s. XVII).«Haec est dies quam fecit Dominus: exultemus etlaetemur in ea». «Este es el día en que actuó el Señor,sea nuestra alegria y nuestro gozo» Sí, hoy es día degran gozo. Se alegra María tras haber sido asociadaen el Calvario a la cruz redentora del Hijo: «Reginacaeli, laetare «. Contigo, Madre del Resucitado, todala Iglesia da gracias a Dios por la maravilla de unavida nueva que la Pascua ofrece cada año a Roma yal mundo entero, iUrbi et Orbi! Cristo es la vidanueva: ¡Él, el Resucitado!

8. Homilía de S.S. Juan Pablo 8. Homilía de S.S. Juan Pablo 8. Homilía de S.S. Juan Pablo 8. Homilía de S.S. Juan Pablo 8. Homilía de S.S. Juan Pablo IIen el I domingo de Pascua

26 DE ABRIL DE 1998

1. «Es el Señor» (Jn 21, 7). Esta excla-mación del apóstol Juan pone de relievela intensa emoción que experimentaronlos discípulos al reconocer a Jesús resuci-tado, que se les aparecía por tercera vez aorillas del mar de Tiberíades.

Juan se hace portavoz de los senti-mientos de Pedro y de los demás Apósto-les ante la presencia del Señor resucitado.Después de una larga noche de soledad yfatiga, llega el alba y su aparición cambiaradicalmente todas las cosas: la luz vencea la oscuridad, el trabajo infructuoso seconvierte en pesca fácil y abundante, elcansancio y la soledad se transforman enalegría y paz.

Desde entonces, esos mismos senti-mientos animan a la Iglesia. Aunque a

una mirada superficial pueda parecer aveces que triunfan las tinieblas del mal yla fatiga de la vida diaria, la Iglesia sabecon certeza que sobre quienes siguen aCristo resplandece ahora la luz inextin-guible de la Pascua. El gran anuncio de laResurrección infunde en el corazón de loscreyentes una íntima alegría y una espe-ranza renovada.

2. El libro de los Hechos de los Após-toles, que la liturgia nos hace releer duran-te este tiempo pascual, describe la vitali-dad misionera, llena de alegría, que ani-maba a la comunidad cristiana de los orí-genes, aun en medio de todo tipo de difi-cultades y obstáculos. Esa misma vitali-dad se ha prolongado a lo largo de lossiglos gracias a la acción del Espíritu

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Santo y a la cooperación dócil y generosa de loscreyentes.

Leemos hoy en la primera lectura: «Testigo deesto somos nosotros y el Espíritu Santo» (Hch 5, 32).El Espíritu Santo vivifica el compromiso apostólicode los discípulos de Cristo, sosteniéndolos en suspruebas, iluminándolos en sus opciones y aseguran-do eficacia a su anuncio del misterio pascual.

3. ¡En verdad, Cristo ha resucitado! ¡Aleluya!También hoy la Iglesia sigue proponiendo el mismoanuncio gozoso. «¡En verdad, Cristo ha resucitado!»:estas palabras son un grito de alegría y una invitacióna la esperanza. Si Cristo ha resucitado, observa sanPablo, nuestra fe no es vana. Si hemos muerto conCristo, también hemos resucitado con él; por tanto,ahora debemos vivir como resucitados.

(...)Todos tienen necesidad de esta Palabra que salva;

a todos la lleva personalmente el Señor resucitado.Queridos fieles, comunicad este mensaje de esperan-za a cuantos encontráis en las casas, en las escuelas,en las oficinas y en los lugares de trabajo. Acercaos,sobre todo, a los que están solos, a los que atraviesanun momento de sufrimiento y se hallan en condicio-nes precarias, a los enfermos y a los marginados.

Proclamad a todos y a cada uno: ¡En verdad, Cristo haresucitado!

4. De este modo, vuestra comunidad que, comomuchas otras parroquias romanas, es de recientecreación y ya posee una historia densa de problemassociales y humanos, será cada vez más un lugar desolidaridad y encuentro, de alegría y fortalecimientoespiritual. (...)

6. «Digno es el Cordero degollado de recibir elpoder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, lagloria y la alabanza» (Ap 5, 12).

En este tercer domingo de Pascua, hagamos nues-tras las palabras de la liturgia celestial, que refiere elApocalipsis. Mientras contemplamos la gloria delResucitado, pidamos al Señor que conceda a vuestracomunidad un futuro más sereno y rico en esperanza.

Que el Señor ayude a cada uno a tomar mayorconciencia de su misión al servicio del Evangelio.

Amadísimos hermanos y hermanas, Cristo resuci-tado os dé la valentía del amor y os haga sus testigos.Os colme de su Espíritu para que, con toda la Iglesia,sostenidos por la intercesión de María, proclaméis elhimno de gloria de los redimidos: «Al que se sienta enel trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloriay el poder» (Ap 5, 13). Amén.

«Cuando el Espíritu Santo descienda sobre voso-tros, recibiréis fuerza para ser mis testigos» (Hch 1,8).

1. Jesús pronuncia estas palabras antes de suascensión al cielo. Con ellas traza a su Iglesia elfuturo programa, la misión, y llama a realizarlo acuantos han sido testigos.

Ante todo, a los Apóstoles, que habían «visto» losacontecimientos de la pasión: habían quedado des-concertados cuando él fue crucificado, y después sehabían regocijado por su resurrección. En el misteriopascual, Cristo manifiesta toda la verdad de su filia-ción divina y de su misión mesiánica. En el camino deEmaús, explica a los dos discípulos que el Mesíasdebía padecer todo eso para entrar así en la gloria del

Padre (cf. Lc 24, 26). Ahora, en el momento de dejarla tierra para volver al cielo, pide a los «suyos» que seconviertan en testigos de esos hechos en Jerusalén, enJudea, en Samaria y en todo el mundo.

La enseñanza que deberán propagar no es unsistema abstracto de ideas, sino la Palabra relaciona-da con una realidad viva. Y precisamente en virtud deesa Palabra, la Iglesia se difundirá en todo el mundo.

Esta Palabra, llevada más allá de los confines dePalestina por los primeros testigos, ha engendradouna multitud innumerable de nuevos testigos entodos los rincones del mundo. No conocemos losnombres de la mayor parte; pero la Iglesia guarda unvivo recuerdo de algunos de ellos. Por ejemplo, de losque hoy son proclamados beatos aquí en Turín:

9. Testigos del Señor resucitado9. Testigos del Señor resucitado9. Testigos del Señor resucitado9. Testigos del Señor resucitado9. Testigos del Señor resucitadoHOMILÍA DE SU S.S. JUAN PABLO II EN EL V DOMINGO DE PASCUA

24 DE MAYO DE 1998

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Teresa Bracco, Giovanui María Boccardo y TeresaGrillo Michel.

2. Don Giovanni Maria Boccardo fue un hombrede profunda espiritualidad y, a la vez, un apóstoldinámico, promotor de la vida religiosa y del laicado,siempre atento a discernir los signos de los tiempos.Escuchando, en la oración, la palabra de Dios, madu-ró una fe vivísima y profunda. Escribió: «Sí, Diosmío, lo que quieres tú, lo quiero también yo».

Y ¿qué decir de su infatigable celo en favor de losmás pobres? Supo acercarse a todas las miseriashumanas con el espíritu de sanCayetano de Thiene, espíritu que in-fundió en la congregación femeninaque fundó para el cuidado de los ancia-nos y los enfermos, y para la educa-ción de la juventud. Hizo suya la invi-tación evangélica: «Buscad primero elreino de Dios y su justicia» (Mt 6, 33).

Como el santo cura de Ars, del queera devoto, indicó a sus parroquianos,con su palabra y sobre todo con suejemplo, el camino del cielo. El día desu ingreso en Pancalieri como párro-co, dijo a los fieles: «Vengo aquí,queridos hermanos, para vivir comouno de vosotros, como vuestro padre,vuestro hermano y vuestro amigo, y para compartircon vosotros las alegrías y las penas de la vida (...).Vengo como servidor de todos, y cada uno podrádisponer de mí, y yo me consideraré siempre dichosoy feliz de poderos servir, buscando sólo hacer el biena todos».

Se declaraba siempre hijo devoto de la Virgen, ya ella recurría con constante confianza. A una perso-na que le preguntó: «¿Es tan difícil ganar el Paraí-so?», le respondió: «Sé devoto de María, que es su«puerta», y entrarás». Su ejemplo sigue vivo en lamemoria de la gente, que a partir de hoy puedeinvocarlo como intercesor en el cielo.

3. Otro testigo de luminosa caridad evangélica esTeresa Grillo Michel, llamada por el Señor a difundirel amor sobre todo entre los más pobres mediante lacongregación fundada por ella de las Hermanitas dela Divina Providencia.

De familia aristocrática y rica, siguió primero lavocación al matrimonio, casándose con el capitán delos bersaglieri Giovanni Battista Michel; pero, alquedar viuda a los 36 años, sin tener hijos, se sintióimpulsada a entregarse completamente al servicio de

los últimos. Así se convirtió en madre de muchosabandonados: huérfanos ancianos y enfermos. «Lospobres aumentan cada vez más, y quisiera poderextender mis brazos para acoger a muchos bajo lasalas de la divina Providencia», dijo cuando comenzósu obra en Alessandria, su ciudad natal.

En el centro de su vida espiritual y de la vida de susreligiosas está la Eucaristía, cuya imagen quiso queestuviera muy visible en el hábito religioso. Teresa seinspiraba y sacaba fuerzas de su prolongada oraciónante el santísimo Sacramento para su entrega diaria,

así como para sus valientes iniciativasmisioneras, que la llevaron muchasveces a Brasil.

Esta generosa hija del Piamontesigue las huellas de los santos y bea-tos que, a lo largo de los siglos hanllevado al mundo el mensaje del amordivino a través del servicio efectivo asus hermanos necesitados. Demosgracias a Dios por el vivo testimoniode santidad de esta mujer, que enri-quece a vuestra región y a la Iglesiaentera.

4. Si en Giovarmi María Boccardoy Teresa Grillo Michel resplandecesobre todo la virtud de la caridad, en

Teresa Bracco brilla la castidad, defendida y testimo-niada hasta el martirio. Tenía veinte años cuando,durante la segunda guerra mundial, prefirió morircon tal de no ceder ante la violencia de un militar queatentaba contra su virginidad. Esa actitud valiente erala consecuencia lógica de una firme voluntad demantenerse fiel a Cristo según su propósito manifes-tado muchas veces. Cuando supo lo que había suce-dido a otras jóvenes en ese período de desórdenes yviolencias, exclamó sin dudar: «Antes que ser profa-nada, prefiero morir».

Eso fue lo que sucedió durante una redada. Elmartirio fue el coronamiento de un camino de madu-ración cristiana realizado día tras día, con la fuerzaque le daban la comunión eucarística diaria y unaprofunda devoción a la Virgen Madre de Dios.

¡Qué significativo testimonio evangélico para lasjóvenes generaciones que se acercan al tercer milenio!¡Qué mensaje de esperanza para quien se esfuerza porir contra corriente frente al Espíritu del mundo! Sobretodo a los jóvenes les señalo el ejemplo de estamuchacha, que la Iglesia hoy proclama beata, paraque aprendan de ella la límpida fe testimoniada en el

«Cuando«Cuando«Cuando«Cuando«Cuandoel Espíritu Santoel Espíritu Santoel Espíritu Santoel Espíritu Santoel Espíritu Santodescienda sobredescienda sobredescienda sobredescienda sobredescienda sobre

vosotros,vosotros,vosotros,vosotros,vosotros,recibiréis fuerzarecibiréis fuerzarecibiréis fuerzarecibiréis fuerzarecibiréis fuerza

para serpara serpara serpara serpara sermis testigos»mis testigos»mis testigos»mis testigos»mis testigos»

(Hch 1, 8).

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esfuerzo diario, en la coherencia moral sin compo-nendas, y en la valentía de sacrificar también, si fueranecesario, la vida para no traicionar los valores quedan sentido a la existencia.

Pensando en el ambiente rural en que creció Tere-sa, me complace dirigir unas palabras de afecto a losagricultores de la región de Langhe y de todo elPiamonte, que han venido en gran número hoy pararendirle homenaje y encomendarse a su intercesión.También quisiera enviar mi saludo a las monjas de lacartuja de la Trinidad, si-tuada cerca de la zona don-de tuvo lugar el martirio deTeresa. Estas hermanasnuestras, fieles a la reglaque las consagra a la ora-ción y a la contemplación,en la soledad y el silencio,aunque están ausentes físi-camente, se hallan presen-tes espiritualmente en estasolemne celebración.

5. Las figuras de losnuevos beatos nos remitencon el pensamiento al cie-lo, en el que entró el Señoren el misterio de su Ascen-sión. Nos ha hablado de élen términos muy sugesti-vos la carta a los Hebreos,poniendo ante nuestrosojos a Cristo que penetrócomo sumo Sacerdote, no«en un santuario hecho pormano de hombre (...), sinoen el mismo cielo (...), parala destrucción del pecadomediante su sacrificio» (Hb9, 24. 26). Se trata de unaperspectiva que nos permite comprender mejor elmensaje de la Sábana santa, icono conmovedor de lapasión de Cristo. Doy gracias al Señor porque me hadado la oportunidad de volver a Turín para contem-plar esta tarde, una vez más, este extraordinariotestimonio de los sufrimientos de Cristo.

Me alegra saludar nuevamente a todos los presen-tes, comenzando por el arzobispo de Turín, el queridocardenal Giovanni Saldarini, así como a los obisposdel Piamonte y a las autoridades civiles en especial alrepresentante del Gobierno italiano. Saludo al clero,a los religiosos y a las religiosas, a los laicos compro-

metidos y a todos los presentes, en particular a losperegrinos que han venido con devoción a rendirhomenaje a la Sábana santa.

¡La Sábana santa! ¡Qué elocuente mensaje desufrimiento y amor, de muerte y vida inmortal! Nospermite comprender las condiciones a través de lascuales quiso pasar Jesús antes de subir al cielo. Estepreciosísimo lienzo con su elocuencia dramática, nosofrece el mensaje más significativo para nuestra vida:la fuente de toda existencia cristiana es la redención

que nos consiguió el Sal-vador, que asumió nuestracondición humana, sufrió,murió y resucitó por noso-tros.

La Sábana santa noshabla de todo esto. Es untestimonio único.

6. Los beatos que hoyveneramos por primera vezacogieron e hicieron suyoese mensaje salvífico. Alcontemplarlos, la Iglesiaexulta. Exulta en el Espíri-tu, porque en ellos ya vis-lumbra la patria celestial,la casa gloriosa de Dios, enla que nos esperan a todos.«En la casa de mi Padrehay muchas mansiones (...);voy a prepararos un lugar»(Jn 14, 2), dijo Jesús a susdiscípulos la víspera de supasión. Los nuevos beatosya llegaron al lugar que lespreparó Cristo, tras su as-censión al cielo.

Ahora el compromisopasa a nosotros, peregrinos, aún de camino en latierra. Después de la Ascensión de Jesús, dos ángelespreguntaron a los Apóstoles: «¿Qué hacéis ahí miran-do al cielo? El mismo Jesús (...) volverá» (Hch 1, 11).La pregunta va dirigida también a nosotros: ahoraestamos en el tiempo de la espera, activa y vigilante,del regreso glorioso de Cristo.

Nuestro espíritu, animado por una gran esperanza,se alegra e invoca: «¡Ven, Señor, Jesús!». Y la res-puesta recogida en el libro del Apocalipsis, colma dealegría nuestro corazón y el de todo creyente: «Sí,vengo en seguida. Amén» (Ap 22, 20).

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por su parte de nuevo al Hijo de Dios y le exponen apública infamia. (Hb 6, 6).

Al entregar a su Hijo por nuestros pecados, Diosnos revela que su designio de amor precede a todosnuestros méritos y supera abundantemente cualquierinfidelidad nuestra. «En esto consiste el amor: no enque nosotros hayamos amado a Dios, sino en que élnos amó y nos envió a su Hijo como propiciación pornuestros pecados» (1 Jn 4, 10).

3. La pasión y muerte de Jesús es un misterioinefable de amor, en el que se hallan implicadas lastres Personas divinas. El Padre tiene la iniciativaabsoluta y gratuita: es el quien ama primero y, alentregar a su Hijo a nuestras manos homicidas, expo-ne su bien más querido. Él, como dice san Pablo, «noperdonó a su propio Hijo», es decir no lo conservópara sí como un tesoro, antes bien «lo entregó portodos nosotros» (Rm 8, 32).

El Hijo comparte plenamente el amor del Padre ysu proyecto de salvación: «se entregó a sí mismo pornuestros pecados, (...) según la voluntad de nuestroDios y Padre» (Ga 1, 4).

¿Y el Espíritu Santo? Al igual que dentro de lavida trinitaria, también en esta circulación de amorque se realiza entre el Padre y el Hijo en el misterio delGólgota, el Espíritu Santo es la Persona-Amor, en laque convergen el amor del Padre y el del Hijo.

La carta a los Hebreos, desarrollando la imagendel sacrificio, precisa que Jesús se ofreció «con unEspíritu eterno» (Hb 9, 14). En la encíclica Dominumet vivificantem expliqué que en ese pasaje «Espíritueterno» se refiere precisamente al Espíritu Santo:como el fuego consumaba las víctimas de los anti-guos sacrificios rituales, así también «el EspírituSanto actuó de manera especial en esta autodonaciónabsoluta del Hijo del hombre, para transformar elsufrimiento en amor redentor» (n. 40). «El EspírituSanto, como amor y don, desciende, en cierto modo,al centro mismo del sacrificio, que se ofrece en lacruz. Refiriéndonos a la tradición bíblica, podemos

1. Toda la vida de Cristo se realizó en el EspírituSanto. San Basilio afirma que el Espíritu «fue sucompañero inseparable en todo» (De Spiritu Sancto,16) y nos brinda esta admirable síntesis de la historiade Cristo: «Venida de Cristo: el Espíritu Santo loprecede. Encarnación: el Espíritu Santo está presen-te. Realización de milagros, gracias y curaciones: pormedio del Espíritu Santo. Expulsión de demonios yencadenamiento del demonio: mediante el EspírituSanto. Perdón de los pecados y unión con Dios: porel Espíritu Santo. Resurrección de los muertos: porvirtud del Espíritu Santo» (ib., 19).

Después de meditar en el bautismo de Jesús y ensu misión, realizada con la fuerza del Espíritu, quere-mos ahora reflexionar sobre la revelación del Espírituen la «hora» suprema de Jesús, la hora de su muertey resurrección.

2. La presencia del Espíritu Santo en el momentode la muerte de Jesús se supone ya por el simple hechode que en la cruz muere en su naturaleza humana elHijo de Dios. Si «unus de Trinitate passus es» (DS401), es decir «si quien sufrió es una Persona de laTrinidad», en su pasión se halla presente toda laTrinidad y, por consiguiente, también el Padre y elEspíritu Santo.

Ahora bien, debemos preguntarnos: ¿cuál fueprecisamente el papel del Espíritu en la hora supremade Jesús? Sólo se puede responder a esta pregunta sise comprende el misterio de la redención como mis-terio de amor.

El pecado, que es rebelión de la creatura frente alCreador, había interrumpido el diálogo de amor entreDios y sus hijos.

Con la encarnación del Hijo unigénito, Dios ma-nifiesta a la humanidad pecadora su amor fiel yapasionado, hasta el punto de hacerse vulnerable enJesús. El pecado, por su parte, expresa en el Gólgotasu naturaleza de «atentado contra Dios», de formaque cada vez que los hombres vuelven a pecar grave-mente, como dice la carta a los Hebreos, «crucifican

10. El Misterio Pascual10. El Misterio Pascual10. El Misterio Pascual10. El Misterio Pascual10. El Misterio PascualFundamento del donFundamento del donFundamento del donFundamento del donFundamento del don

del Espíritu Santodel Espíritu Santodel Espíritu Santodel Espíritu Santodel Espíritu SantoCATEQUESIS DE SU S.S. JUAN PABLO II DURANTE LA AUDIENCIA GENERAL DE LOS MIÉRCOLES

10 DE JUNIO DE 1998

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decir: él consuma este sacrificio con el fuego delamor, que une al Hijo con el Padre en la comunióntrinitaria. Y, dado que el sacrificio de la cruz es unacto propio de Cristo, también en este sacrificio él«recibe» el Espíritu Santo» (ib., 41).

Con razón, en la liturgia romana, el sacerdote,antes de la comunión, ora con estas significativaspalabras: «Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que,por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo,diste con tu muerte la vida al mundo...».

4. La historia de Jesús no acaba con la muerte, sinoque se abre a la vida gloriosa de la Pascua. «Por suresurrección de entre los muertos, Jesucristo nuestroSeñor fue constituido Hijo de Dios con poder segúnel Espíritu de santidad» (cf. Rm 1 4).

La Resurrección es la culminación de la Encarna-ción, y también ella, como la generación del Hijo enel mundo, se realiza «por obra del Espíritu Santo».«Nosotros -afirma san Pablo en Antioquia de Pisidia-os anunciamos la buena nueva de que la promesahecha a los padres Dios la ha cumplido en nosotroslos hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito en lossalmos: «Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy»»(Hch 13, 32-33).

El don del Espíritu que el Hijo recibe en plenitudla mañana de Pascua es derramado por él en granabundancia sobre la Iglesia. A sus discípulos, reuni-dos en el cenáculo, Jesús les dice: «Recibid el Espí-

ritu Santo» (Jn 20, 22) y lo da «a través de las heridasde su crucifixión: «Les mostró las manos y el costa-do»» (Dominum et vivificantem, 24). La misiónsalvífica de Jesús se resume y se cumple en la dona-ción del Espíritu Santo a los hombres, para llevarlosnuevamente al Padre.

5. Si la gran obra del Espíritu Santo es la Pascuadel Señor Jesús, misterio de sufrimiento y de gloria,también los discípulos de Cristo, por el don delEspíritu, pueden sufrir con amor y convertir la cruz enel camino a la luz: «per crucem ad lucem». El Espíritudel Hijo nos da la gracia de tener los mismos senti-mientos de Cristo y amar como él amó, hasta dar lavida por los hermanos: «El dio su vida por nosotros,y también nosotros debemos dar la vida por nuestroshermanos» (1 Jn 3, 16).

Al darnos su Espíritu, Cristo entra en nuestra vida,para que cada uno de nosotros pueda decir como sanPablo: «Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien viveen mí» (Gá 2, 20). Toda la vida se transforma así enuna continua Pascua, un paso incesante de la muertea la vida hasta la última Pascua, cuando pasaremostambién nosotros con Jesús y como Jesús «de estemundo al Padre» (Jn 13, 1). En efecto, como afirmasan Ireneo de Lyon, «los que han recibido y tienen elEspíritu de Dios son llevados al Verbo, es decir, alHijo, y el Hijo los acoge y los presenta al Padre, y elPadre les da la incorruptibilidad» (Demonstr. Ap., 7).

Un compendio con frases de santos, beatos ypadres de la Iglesia que nos hacen reflexionar sobrela alegría en este tiempo pascual.

La alegría del cristiano tiene su fundamento enDios

1.- Es un cielo, si le puede haber en la tierra, paraquien se contenta con sólo contentar a Dios y no hacecaso de contento suyo. En queriendo algo más loperderá todo; y alma descontenta es como quien tienegran hastío, que por bueno que sea el manjar le da enrostro, y lo que los sanos comen con gran gusto lehace asco en el estómago (Santa Teresa, Camino deperfección, 13, 7).

2.- Nuestro Salvador ha nacido hoy; alegrémonos.No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza,

cuando nace aquella vida que viene a destruir eltemor de la muerte y a darnos la esperanza de unaeternidad dichosa. Que nadie se considere excluidode esta alegría, pues el motivo de este gozo es comúnpara todos; nuestro Señor, en efecto, vencedor delpecado y de la muerte, así como no encontró a nadielibre de culpa, así ha venido para salvarnos a todos.Alégrese, pues, el justo, porque se acerca la recom-pensa; regocíjese el pecador, porque se le brinda elperdón; anímese el pagano, porque es llamado a lavida (San León Magno, Sermón 1, en la Natividad delSeñor).

3.- No dijo San Pablo que el reino de Dios consis-tía en la alegría de una manera general y absoluta,sino que precisa y especifica que se trata de unaalegría o gozo en el Espíritu Santo. El sabía de sobra

TIEMPO DE ALEGRIA

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que existe otra alegría, una alegría reprensible de lacual está escrito: El mundo se alegrará. ¡Ay de voso-tros, los que ahora reís, porque lloraréis! (Lc 6, 25; Jn16, 20) (Casiano, Colaciones, 1, 14).

4.- [ ..] sólo de El, cada uno de nosotros puededecir con plena verdad, junto con San Pablo: Me amóy se entregó por mi (Gal 2, 20). De ahí debe partirvuestra alegría más profunda, de ahí ha de venirtambién vuestra fuerza y vuestro sostén. Si vosotros,por desgracia, debéis encontrar amarguras, padecersufrimientos, experimentar incomprensiones y hastacaer en pecado, que rápidamente vuestro pensamien-to de fe se dirija hacia Aquel que os ama siempre y quecon su amor ilimitado, como de Dios, hace superartoda prueba, llena todos nuestros vacíos, perdonatodo nuestro pecado y empuja con entusiasmo haciaun camino nuevamente seguro y alegre (Juan PabloII, Disc. 11-II-1980).

5.- Al nacer el Señor, los ángeles cantan llenos degozo: Gloria a Dios en el cielo, y proclaman: y en latierra paz a los hombres que ama el Señor [...].¿Cómo, pues, no habría de alegrarse la pequeñezhumana ante esta obra inenarrable de la misericordiadivina, cuando incluso los coros sublimes de losángeles encontraban en ella un gozo tan intenso?(San León Magno, Sermón 1, en la Natividad Señor).

6.- ¿No hay alegría? - Piensa: hay un obstáculoentre Dios y yo. - Casi siempre acertarás (J Escrivá DeBalaguer, Camino, n. 662).

7.- Perdemos la alegría verdadera por el deleite delas cosas temporales (San Gregorio Magno, Hom. 2sobre los Evang.).

8.- Nada hay más infeliz que la felicidad de los quepecan (San Agustín, Catena Aurea, vol. 1, p. 325).

El «camino de Dios» es un camino alegre9.- El camino de Dios es de renuncia, de mortifi-

cación, de entrega, pero no de tristeza o de apoca-miento (J Escrivá De Balaguer, Amigos de Dios,128).

10.- No hay cosa que necesite más de la modera-ción y del freno de la razón que las lágrimas: porquiénes se debe llorar, y cuánto, y cuándo, y cómo(San Basilio, Hom. sobre la alegría).

11.- La alegría cristiana es una realidad que no sedescribe fácilmente, porque es espiritual y tambiénforma parte del misterio. Quien verdaderamente creeque Jesús es el Verbo Encarnado, el Redentor delHombre, no puede menos de experimentar en lointimo un sentido de alegría inmensa, que es consue-lo, paz, abandono, resignación, gozo... ¡No apaguéis

esta alegría que nace de la fe en Cristo crucificado yresucitado! ¡Testimoniad vuestra alegría! ¡Habituaosa gozar de esta alegría! (Juan Pablo II, Aloc.241111979).

12.- La alegría espiritual es el principal remo enesta navegación nuestra (San Pedro de Alcántara,Trat. de la oración y meditación, 11, 4, aviso 1°).

La alegría, necesaria para hacer el bien13.- Una persona alegre obra el bien, gusta de las

cosas buenas y agrada a Dios. En cambio, el tristesiempre obra el mal (Pastor de Hermas, Mand. 10, 1).

Alegría y dolor14.- Vuestras pequeñas cruces de hoy pueden ser

sólo una señal de mayores dificultades futuras. Perola presencia de Jesús con nosotros cada día hasta el findel mundo (Mt 28, 20) es la garantía más entusiastay, al mismo tiempo, más realista de que no estamossolos, sino que Alguien camina con nosotros comoaquel día con los dos entristecidos discípulos deEmaús (cfr. Lc 24, 13 ss) (Juan Pablo II, Disc. IIII-1980).

15.- El amor trae consigo la alegría, pero es unaalegría que tiene sus raíces en forma de cruz. Mientrasestemos en la tierra y no hayamos llegado a laplenitud de la vida futura, no puede haber amorverdadero sin experiencia del sacrificio, del dolor (JEscrivá De Balaguer, Es Cristo que pasa, 43).

Los santos han vivido siempre con alegría16.- Los santos, mientras vivían en este mundo,

estaban siempre alegres, como si siempre estuvierancelebrando la Pascua (San Atanasio, Carta 14).

17.- Los seguidores de Cristo viven contentos yalegres y se glorían de su pobreza más que los reyesde su diadema (San Juan Crisóstomo, Hom. sobre S.Mateo, 38).

Generosidad y alegría18.- «Quien practique la misericordia -dice el

Apóstol-, que lo haga con alegría» : esta prontitud ydiligencia duplicarán el premio de tu dádiva. Pues loque se ofrece de mala gana y por fuerza no resulta enmodo alguno agradable ni hermoso (San GregorioNacianceno, Disert. 14 sobre amor a los pobres).

19.- Si dieres el pan triste, el pan y el méritoperdiste (San Agustín, Coment. sobre el Salmo 48).

20.- El mercader no se entristece gastando en lasferias lo que tiene para adquirir sus mercancías; perotú te entristeces (hace referencia al joven rico) dandopolvo a cambio de la vida eterna (San Basilio, enCatena Aurea, val. VI, p. 313)

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Alegría y filiación divina21.- [...] si confiáis en la divina Providencia, si os

abandonáis en sus brazos omnipotentes, nunca osfaltarán los medios para servir a Dios, a la IglesiaSanta, a las almas, sin descuidar ninguno de vuestrosdeberes; y gozaréis además de una alegría y de unapaz que mundus dare non potest (cfr. Jn 14, 27), quela posesión de todos los bienes terrenos no puede dar(J Escrivá De Balaguer, Amigos de Dios, 117).

La alegría, consecuencia del amor y de la luchaascética

22.- Sin lucha, no se logra la victoria; sin victoria,no se alcanza la paz. Sin paz, la alegría humana serásólo una alegría aparente [...] (J Escrivá De Balaguer,Es Cristo que pasa, 82).

23.- Mas esta fuerza tiene el amor, si es perfecto: queolvida mas nuestro contento por contentar a quienamamos. Y verdaderamente es así, que, aunque seangrandísimos trabajos, entendiendo contentamos a Dios,se nos hacen dulces (Santa Teresa, Fundaciones, 5, 10).

24.- El amor produce en el hombre la perfectaalegría. En efecto, sólo disfruta de veras el que viveen caridad (Santo Tomás, Sobre la caridad, 1. c., 205).

Jesucristo cambia las penas en gozo25.- En la tierra hasta la alegría suele parar en

tristeza; pero para quien vive según Cristo, inclusolas penas se truecan en gozo (San Juan Crisóstomo,Hom. sobre S. Mateo, 18).

La alegría y la esperanza del cielo26.- En una piadosa permisión, les permitió gozar

(en el Tabor) durante un tiempo muy corto la contem-plación de la alegría que dura siempre, para hacerlessobrellevar con mayor fortaleza la adversidad (SanBeda, Coment. sobre S. Marcos, 8).

27.- Porque el reino de Dios está dentro de voso-tros. Quizás da a conocer que el reino de los cielosestá en nosotros para manifestar la alegría que produ-ce en nuestras almas el Espíritu Santo; ella es como laimagen y el testimonio de la constante alegría quedisfrutan las almas de los santos en la otra vida (SanGregorio de Nisa, en Catena Aurea, val. VI, p. 279).

28.- Si tenemos fija la mirada en las cosas de laeternidad, y estamos persuadidos de que todo lo deeste mundo pasa y termina, viviremos siempre con-tentos y permaneceremos inquebrantables en nuestroentusiasmo hasta el fin. Ni nos abatirá el infortunio,ni nos llenará de soberbia la prosperidad, porqueconsideraremos ambas cosas como caducas y transi-torias (Casiano, Instituciones, 9).

29.- El gozo en el Señor debe ir creciendo conti-nuamente, mientras que el gozo en el mundo debe irdisminuyendo hasta extinguirse. Esto no debe enten-derse en el sentido de que no debamos alegrarnosmientras estemos en el mundo, sino que es unaexhortación a que, aun viviendo en el mundo, nosalegremos ya en el Señor (San Agustín, Sermón 171).

30.- Entonces será la alegría plena y perfecta,entonces el gozo completo, cuando ya no tendremospor alimento la leche de la esperanza, sino el manjarsólido de la posesión. Con todo, también ahora, antesde que esta posesión llegue a nosotros, antes de quenosotros lleguemos a esta posesión, podemos ale-grarnos ya con el Señor. Pues no es poca la alegría dela esperanza, que ha de convertirse luego en posesión(San Agustín, Sermón 21).

La Sagrada Eucaristía, fuente de alegría31.- Cristo instituyó este sacramento (de la Sagra-

da Eucaristía) [...]; y lo dejó a los suyos como singularconsuelo en las tristezas de su ausencia (Santo To-más, Opúsculo 57, Fiesta del Cuerpo de Cristo).

32.- Cada vez que nos reunimos en la Eucaristíasomos fortalecidos en la santidad y renovados en laalegría, pues la alegria y la santidad son el resultadoinevitable de estar más cerca de Dios. Cuando nosalimentamos con el pan vivo que ha bajado del cielo,nos asemejamos más a nuestro Salvador resucitado,que es la fuente de nuestra alegría, una alegría que espara todo el pueblo (Lc 2, 10). Que la alegría y lasantidad abunden siempre en vuestras vidas y florez-can en vuestros hogares. Y que la Eucaristía sea [...]el centro de vuestra vida, la fuente de vuestra alegríay de vuestra santidad (Juan Pablo II, Hom. 2II1981).

Alegría y rectitud de intención33.- Siempre estarás gozoso y contento, si en

todos los momentos diriges a Dios tu vida, y si laesperanza del premio suaviza y alivia las penalidadesde este mundo (San Basilio, Hom. sobre la alegría).

Alegría en las fiestas34.- Las fiestas se han hecho para promover la

alegría espiritual, y esa alegría la produce la oración;por lo cual en día festivo se han de multiplicar lasplegarias (Santo Tomás, Sobre los mandamientos, 1c., 245).

35.- La resurrección de Cristo es vida para losdifuntos, perdón para los pecadores, gloria para lossantos. Por esto el salmista invita a toda la creación acelebrar la resurrección de Cristo, al decir que hayque alegrarse y llenarse de gozo en este día en queresucitó el Señor (San Máximo de Turín, Sermón 53).

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VIDA DIOCESANA

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Comenzó la reunión del consejo con la bienvenida yubicación del P. José Guadalupe Muñoz. Presentó alDiác. Juan José Flores (medios de comunicación) y aKarina (secretaria de la promoción del presbiterio) y nosubicó en los contenidos a tratar en la reunión.

A continuación, el Sr. Obispo nos dirigió su mensajeinicial (ANEXO 1). Después del mensaje, la hermanaMaricruz nos organizó la dinámica de integración: “Elpez” (ANEXO 2) y terminamos eldía con la oración preparada por elSr. Cura Francisco Escobar: “Vi-mos su estrella y venimos a adorar-lo” (ANEXO 3).

El viernes, presidió la Eucaris-tía el Sr. Obispo (ANEXO 4) y enel primer momento de trabajo deldía, el P. José Luis González Péreznos entregó un tríptico con los te-mas de cuaresma y el P. FernandoVarela nos presentó el material parala pascua; ambos se ofrecerán enun boletín de pastoral.

Seguimos con el contenido másfuerte de la reunión: “Proyecto dela XII asamblea diocesana de pas-toral”. Trabajamos por equiposlos diferentes momentos de laasamblea: Contenidos y objetivo,tema y lema, participantes, dura-ción y sugerencias varias. Sobrelos contenidos, se pidió que alprincipio de la asamblea, el Sr.Cura Juan Martín diera una ubicación sobre los con-ceptos de “pastoral”, “asamblea”, etc. Que al tema deDavid Noel sobre tendencias de la realidad socialmexicana, se le dejara un espacio para un foro abierto.Para la iluminación se invitó al P. Arturo Martín delCampo. Otro contenido para la asamblea será la pre-sentación de la primera redacción del marco referencialen su aspecto social y los avances sobre el proyecto deelaboración del marco eclesial. Acerca de las inscrip-ciones, se insistió en que se entregaran las listas departicipantes por decanatos a más tardar el 31 de eneroal centro diocesano de pastoral; el costo sería dedoscientos pesos por persona y por último, se distribu-

yeron las comisiones.Los padres Javier Rodríguez, Juan Carlos González

y el Sr. Cura Juan Martín nos presentaron la propuestapara la redacción del marco referencial social y se lesdieron sugerencias para el trabajo en la asamblea, des-tacando la de que se favoreciera la participación detodos los asambleístas, con muchas mesas de trabajo.Implicando desde luego, que cada decanato sugiriera

algunos de su lista de inscripción,además de los miembros del con-sejo diocesano, para contar consuficientes personas que coordi-nen y sean secretarias de equipos.

El último tema del día fue elavance sobre el marco eclesial,ofrecido por el P. Emiliano y equi-po. Propusieron el esquema gene-ral, el curso de acción y el esquemade los temas. Se le añadieron te-mas (nueva evangelización, pro-tagonismo laical, pastoral bíblica,Iglesia de los pobres, ecumenismo–protestantes, Iglesia cuerpo místi-co de Cristo–Pueblo de Dios, sig-nos de los tiempos, liturgia en laIglesia, santuarios, atención a pe-regrinos y Nuestra Señora de SanJuan). Sobre el curso de acción sesugirió integrar el proceso delmarco eclesial a las actividades deotros contextos (visitas pastorales,congreso Eucarístico internacio-

nal, etc.) para no multiplicar acciones. Sobre el esquemade los temas se pidió explicar bien la metodología de losúltimos documentos de la Iglesia que privilegia elpensar, presentando algún modelo de tema elaborado,en alguna asamblea diocesana, para unificarnos.

En el tercer día de trabajo, se trataron los siguientesasuntos varios (ANEXO 5): Visita pastoral (reflexiónteológica, encuesta sobre la visita, formato para inven-tario a presentar y guía para revisión de librosparroquiales), informe económico de la diócesis, bole-tines de pastoral, consulta sobre especialización deagentes para la diócesis, medios de comunicación so-cial, misiones (congreso diocesano de infancia y ado-

Acta de la Reunión del ConsejoDiocesano de Pastoral

(16-18 DE ENERO DE 2003)(16-18 DE ENERO DE 2003)(16-18 DE ENERO DE 2003)(16-18 DE ENERO DE 2003)(16-18 DE ENERO DE 2003)

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VIDA DIOCESANA

lescencia, 1 y 2 de marzo), pastoral social (asamblea dela caridad, domingo 23 de febrero en San Miguel),equipo de pobres, familia (propuesta de lema y temariopara octubre 2003), adolescentes y jóvenes (prepascuadiocesana, 25 y 26 de enero en San Julián; día del joven,domingo 9 de febrero; reunión de equipos decanales, 22de febrero en Jalos), apoyo de sacerdotes a la Basílica enla candelaria, pastoral urbana (26 de febrero en SantaAna), religiosos (más apoyo de algunos sacerdotes alequipo diocesano), seminario (22 de enero, reuniónpara apostolado de seminaristas).

Concluimos la reunión con la evaluación final, queresultó muy positiva.

ANEXO 1ANEXO 1ANEXO 1ANEXO 1ANEXO 1MENSAJE DEL SEÑOR OBISPO

Con mucho gusto saludo a todos (a casi todos) losmiembros del consejo diocesano de pastoral. En esteaño de gracia 2003, que la Providencia nos concede paraavanzar en la realización de nuestros planes.JERARQUIZACION DE ACTIVIDADES

En este año, yo recomendaría que al tiempo queavanzamos hacia nuestro cuarto plan de pastoral, pudié-ramos ser de veras más selectivos en las actividades otareas que se eligen para llevar adelante una meta. Meparecería que sí nos falta más jerarquizar para ver qué eslo más importante y qué lo es menos. A veces tengo laimpresión de que nos llenamos de muchas actividadesy al final no acentuamos aquella que es más importantepara lograr determinada meta en lo que a sacerdotes serefieren.

Hay actividades en las que la convocatoria es paratodos, y últimamente he visto que la asistencia comoque es escasa. Si nos referimos a ejercicios espirituales,al retiro de adviento, a la posada sacerdotal, a la misa demes porque murió un hermano sacerdote, y parecen noestar todos los convocados, y para el mismo que convo-có no es satisfactoria la asistencia.

A lo mejor es que nos estamos volviendo muycelebrativos y hará falta más espacio para vivir más afondo lo que luego queremos celebrar.

Tal vez menos tiempo a ciertas fiestas. He observadoyo que a cualquier santito se le hace docenario onovenario y a lo mejor es demasiada fiesta y poco eltiempo de un trabajo así más tranquilo, más ordinario,sin descartar lo positivo que tiene la fiesta.

Invito, pues, a menos activismo y como más calidady más selección en las actividades que finalmente rea-lizamos.

Ha sucedido, porque muere repentinamente un sa-cerdote o porque hay necesidad urgente de un cambio,

que donde había más agentes, se reducen y a alguien lecausa angustia querer continuar el mismo ritmo deactividades que realizaban entre dos, cuando queda unosolo.

Yo recomendaría que, si hay un programa planeadopara 5 agentes y por algo quedan nada más 3, bueno puesse van a reducir ciertas actividades; y ahí es donde hayque priorizar y hay que jerarquizar, y también que todosnosotros nos demos un tiempo razonable para el descan-so y no queramos cubrir todo lo planeado cuando aveces estaba planeado para que lo realizaran más perso-nas.PREPARACION DE CUARESMA-PASCUA

En la agenda de hoy y en la del anterior consejodiocesano de pastoral, ya se empezó a abordar por partede todos y con la acertada coordinación del equipo deevangelización y catequesis, los temarios para la cua-resma y hoy para la pascua. Yo invito a todos a prepa-rarnos a este llamado “tiempo fuerte”: cuaresma ypascua, y obviamente a no reducirlo sólo a pláticas.Alguna vez he mencionado que sería bueno tambiéncambiar de terminología no llamándole pláticas pre-sacramentales, sino catequesis pre-sacramental a la pre-paración previa para recibir algún sacramento. Igual,que el tiempo de cuaresma-pascua, además de lostemarios muy bien planteados, bien elaborados, puesobviamente comprendan una serie de actividades yactitudes que vengan a reforzar lo que en el tema sereflexiona.

Por otro lado, algo que ya reflexionamos, al abordarlas megatendencias y aquellos temas que se reflexiona-ron en los niveles parroquiales, al hablar de religiosi-dad, había un tema que nos impulsaba a pensar en “losalejados”. Yo invito a que esta cuaresma-pascua vea-mos qué oferta tenemos para los alejados. Y no merefiero a los alejados del templo como centro cultual,alejados porque viven lejos físicamente; tampoco merefiero solamente a los alejados de acuerdo con lacategoría del tiempo, o sea poca frecuencia a los sacra-mentos, no dedican mucho tiempo a ésto.

Hay un alejamiento que consiste más en relaciones,o sea, está fallando la relación con Dios y con los demás,y el alejamiento más preocupante es la desvinculación,o sea, el estar ayunos de la comunión con Dios y ayunosde comunión con los demás. Y eso se va a notar, entreotros indicadores, en la ausencia a la misa dominical,que si hiciéramos estadísticas, sí es significativo ennuestros pueblos católicos el porcentaje de gente que noasiste ordinariamente a participar en la misa dominical.

Otro indicador claro sería la no responsabilidad en lafrecuencia sacramental. Alguien últimamente tal vez noha tenido la responsabilidad de hacerlo siquiera una vezal año. Pero puede haber otros indicadores, por ejemplo:

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a alguien en nuestra comunidad no se le ve insertado enningún proyecto comunitario, sea el que promovamosdesde la acción pastoral parroquial o el que promuevenotras instancias para beneficio común.

Hay gente desvinculada de proyectos comunitarios,y esto es grave, o sea, de veras que está alejado de sucomunidad y alejado de Dios. O también algunos seenrolan en actividades que son un riesgo en cuanto quehay proximidad a actuar en contra del evangelio. El queanda en cuestiones de narcotráfico, el que en el ejerciciode la medicina y en lo que se refiere a las políticasdemográficas usa indiscriminadamente cualquier me-dio para que se evite un embarazo, o los que promuevendiversiones que sí van a ser un espacio que va a orillara otros a cierto relajamiento de costumbres y ciertasactitudes negativas.

Yo creo que sí están alejados muchos que promue-ven el exceso de bebida o también quienes promuevenmucho los antros y las discotecas, pensando que son unaalternativa de diversión sana; para mí no lo son y no lohan sido, y yo creo que sí es gente alejada este tipo deempresarios que en cada uno de nuestros pueblos estánpromoviendo, por un desmedido afán de lucro, ciertasactividades que son muy riesgosas para la paz, la tran-quilidad, la moralidad de la vida comunitaria.

Yo he observado que pareciera que cada vez másquien consume exageradamente televisión y pornogra-fía a través de distintos medios y hay quien distribuya,me refiero a quienes distribuyen por ejemplo revistas.

Yo no puedo pensar que sea gente que ande bien consu conciencia, o sea que sea alguien que esté vinculado,en comunión con Cristo y con su comunidad cuandoestá distribuyendo entre otras cosas, pornografía.

Cuando hablo de los alejados pues, me refiero a estagente, sin un vínculo estrecho con Jesucristo porque nose ha encontrado personalmente con El y sin un vínculoque lo lleve a acciones positivas a favor de la comuni-dad.

VISITA PASTORALAhora que entre otros temas está el de la visita

pastoral, y revisando, -yo revisé así rápidamente todaslas propuestas muy ricas que hace el padre Jaime paraque las discutamos, mi propósito también sería quepueda el obispo acercarse a cierta gente o grupos degentes que, ni están en los cuadros pastorales, ni tampo-co tal vez sean socialmente un grupo representativoporque emprende acciones positivas a favor de la comu-nidad. Bueno sería que el obispo pueda encontrarse conalguna persona o con algunos grupos de estos alejadospor desvinculados con Cristo y con la comunidad.

Yo tengo muy claro que al realizar la visita pastoralel lugar principal del obispo lo ocupan las personas. O

sea, la visita tiene pues también una parte de supervi-sión, de lo administrativo y de los inventarios, pero enésto sin duda estarán dispuestos los decanos como ya lohemos platicado, a colaborar con el obispo, para que elobispo optimice su tiempo y acentúe más su presenciaen el encuentro con las personas más que con lasestructuras. Que el decano le ayude a revisar la parteadministrativa.AÑO DEL ROSARIO

Otro asunto. Estamos celebrando, con el año de lasantidad en la diócesis, el año del rosario. Yo creo muyconveniente que no sólo la doctrina de la carta apostó-lica del Papa la podamos ir transmitiendo en dosisadecuadas a nuestro pueblo, sino que promovamos deveras el rezo del santo rosario, pongamos ejemplos dedistintas modalidades de rezarlo para rescatar esta ora-ción muy sencilla –como dice el Papa– muy familiar yque promueve mucho la unidad.

A mí me extrañó que en nuestra basílica–catedral, unsantuario mariano tan importante en el país, no tuviéra-mos al día siguiente de que apareció, por decirlo así, lacarta apostólica del Santo Padre, junto con tanto rosarioque se vende ahí alrededor, o que se ofrece desde lacolecturía, un instructivo para la gente para dárselojunto con el rosario en el que ya aparezcan los 5misterios luminosos que propone el Papa para que losrecemos los días jueves.

Ahora ya hay un tríptico pequeño y un folletito quees casi repetición del que hizo el Semanario diocesanode Guadalajara, que algunos conocimos. Lo reimpri-mieron poniéndole alguna cosa muy propia y por ahíestá. A lo mejor ahí podemos conseguir para evitarcostos, porque se supone que el tiraje ahí fue suficiente.Que pudiéramos, junto con el instrumento ofrecer uninstructivo. La gente yo creo que lo aprecia, lo valora yva a aprender a meditar estos misterios si sabemosinstruirla cómo haga.CARTA PASTORAL SOBRE MIGRACIONES

Finalmente, el próximo día 23, desde la basílica deGuadalupe, se tiene pensado promulgar la carta pastoralconjunta del episcopado mexicano y el episcopadonorteamericano, sobre el tema de las migraciones. Sien-do Jalisco y nuestra región una de las principales enMéxico de expulsión de mano de obra hacia los EstadosUnidos, sí será bueno, como lo hemos venido conside-rando en los planes diocesano anteriores y como se estáconsiderando en el actual, integrar algún elemento dedoctrina o línea pastoral que en esta carta pastoralconjunta aparezca y darle, pues, la importancia debidaa este documento. Fue al que la Conferencia Episcopalde México, en la asamblea de noviembre, le dedicó lamayor parte de tiempo y el episcopado norteamericano,hizo otro tanto en su respectiva asamblea.

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Con el saludo y con estas recomendaciones, enco-miendo este trabajo a Dios y a la Santísima Virgen deSan Juan y felicito muy sinceramente a la vicaría depastoral y al equipo que en coordinación con la vicaríatrabaja para preparar estas reuniones y para irnos llevan-do adelante en la reflexión y en este proceso hacia elcuarto plan. Gracias.

ANEXO 2ANEXO 2ANEXO 2ANEXO 2ANEXO 2DINAMICA DE INTEGRACION: “El pez”

OBJETIVOPropiciar actitudes de verdadero compromiso y colabo-

ración para que impulsemos juntos los cambios queel grupo y la sociedad necesitan.MATERIAL

Peces recortados en papel de colores, uno por persona,cinta adhesiva, un letrero que diga: “la unión hace lafuerza”. Una imagen de Cristo.REALIZACIÓN

1. Después de la narración o cuento que escucharemosa continuación, cada uno recibiremos un pez. Cadaquien escogerá el color y le escribe su nombre.

2. Se lee el siguiente cuento:Hubo una vez un pequeño pez que vivía en un

arrecife, en el fondo del mar. El pez era muy inquieto yquería salir a explorar el mar, por lo cual sus papás ledijeron que no saliera del arrecife porque muchos pecesgrandes y peligrosos rondaban por ahí.

El pequeño pez se asomaba, avanzaba y retrocedíalleno de temor, un día se le ocurrió una idea y fue con suscompañeritos y les propuso formar entre todos unenorme pez que pudiera hacer frente a los peces grandesque rondaban por ahí.

Así que se unieron y formaron un GRAN PEZ ypudieron salir a conocer la profundidad del mar sinpeligro.3. Se presenta el letrero: “La unión hace la fuerza”.4. Para compartir en equipos:Nos ubicamos en el contexto general de nuestra asam-

blea, (y ante los principales contenidos que se trata-rán en ella: Evangelización de cuaresma, hacia el IVplan diocesano de pastoral…) y tratamos de actuali-zar a los personajes del cuento:¿Quién es el pececito? Qué representa al arrecife?¿Qué viene siendo el mar?¿Qué cosas o situaciones son los peces grandes y

peligrosos?¿Qué viene siendo el pez grande?

¿Qué viene siendo el pez grande que formaron todoslos pececitos juntos?

Comenta el siguiente esquema:- Rechazo al grupo encerrándome en mi mismo- para protegerme- para permanecer en mí mismo- por indiferencia o miedo- Me dejo influenciar del grupo hasta perder mi origina-

lidad- no tengo el coraje de reflexionar- no tengo una opinión personal o no me atrevo a darla- no participo- no discuto, quien ha hablado tiene razón.- Quiero imponer mis ideas, ser líder- no soy capaz de escuchar a los otros- no respeto las opiniones de los otros- contradigo sólo por oponerme- impido el diálogo con mi silencio.- Me integro en el grupo sin perder mi personalidad- escucho a los otros y hablo cuando es mi turno, no para

contradecir o imponer mis ideas, sino para haceravanzar la discusión.

El esquema es una ayuda para hacernos más responsa-ble de los propios comportamientos interiores y adominarlos, para hacer del intercambio verbal undon consciente y libre a los otros y para mejordisponernos a acoger la contribución de todos parael crecimiento común.

5. Cada uno pega su pececito en el pez grande comoseñal de colaboración, apoyo y compromiso. Se dejael espacio del ojo para pegar la imagen de Cristo enseñal de que es El quien guía y dirige el pez para quepueda descubrir la inmensidad del mar y cambiarla.

6. Iluminación: 1Cor.13, 4.

BIBLIOGRAFÍA:H. CATEQUISTAS DE JESÚS CRUCIFICADO, Yo, tú,

nosotros, dinámicas de grupo para la catequesis,Guadalajara, HCJC, p.26-27.

GATTI GAETANO, El grupo de catequistas, ¿qué es, cómoconstituirlo, cómo funciona? Leumann, ElleDiCi, p.83.

ANEXO 3ANEXO 3ANEXO 3ANEXO 3ANEXO 3ORACION INICIAL: “Vimos su estrella y veni-

mos a adorarlo”Es una reflexión sobre la epifanía en relación a

nuestra pastoral y vivencia espiritual. Se lee la primeraparte, luego se hace la pregunta y se comparte. Despuésse camina con un canto hasta el lugar de la siguientereflexión.

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1. LA ESTRELLA“Hemos visto su estrella en el Oriente.”“Sobre los que habitaban en tinieblas, una luz res-

plandeció.”Un ideal, una intuición, un proyecto, una ilusión,

una fuerza nueva, una oportunidad.Objetivo del PDP y sus criterios de acción; progra-

mas, objetivos y criterios de equipos, metas.Atrae, impulsa, seduce, mueve, genera energía y

dinamismo.Un acontecimiento nuevo, un encuentro, un arroba-

miento, una experiencia nueva, una ilusión.“Mira al cielo y cuenta las estrellas, así será tu

descendencia.”Dios nos habla y nos llama.“Nuestra vida está oculta con Cristo en Dios. Bus-

quen las cosas de arriba.”Elevarse por encima de la mediocridad, el confor-

mismo, la moda o los gustos.¿Cuáles son nuestras estrellas? ¿Podría contestar

en una frase o slogan el ideal de mi equipo o nivel deIglesia?

2. EL ÉXODO“Sal de tu tierra, deja tu familia y tu seguridad, y ve

a la tierra que yo te mostraré.”Rupturas, cambios de planes, cancelación de com-

promisos, dudas, críticas, reclamaciones, inseguridad,riesgos, racionalizaciones.

Abandonar todo a cambio de nada. “Ve, vende lo quetienes y dalo a los pobres, y luego ven y sígueme.”

Contra un ambiente que jalonea a lo seguro, a lofácil, y rechaza el esfuerzo.

“Conviértanse y crean en la buena noticia, el Reinoha llegado.”

“Desnudémonos de las obras de las tinieblas y revis-támonos de las armas de la luz.”

“Miren que hago nuevas todas las cosas”¿Cuáles son las rupturas con que se enfrenta mi

equipo o nivel de Iglesia?

3. LA BÚSQUEDA“Y salió sin saber a dónde iba, con la certeza de que

Dios cumpliría sus promesas”Aventura en la fe, riesgo del seguimiento.“Busquen y encontrarán, pidan y recibirán, llamen y

se les abrirá.”¿Por cuál camino? Se hace camino al andar.“Mientras iban de camino se decían: ¿Quién nos

moverá la piedra del sepulcro?”

No quedarse a medio camino, no regresarse, cami-nar.

“Entren por la puerta angosta. Ancho es el caminoque lleva a la perdición.”

“No amen el mundo ni lo que hay en el mundo:concupiscencia de la carne, vanidad de las apetencias,sabiduría de la vida y jactancia de las riquezas.”

Evaluación, control del camino, rectificación de laprogramación, búsqueda de alternativas.

“Si alguno quiere venir en pos de mi, que se nieguea sí mismo, que tome su cruz y me siga.”

“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.”Buscar huellas, seguir huellas, dejar huellas.¿Qué alternativas se presentan a nuestras programa-

ciones? ¿Priorizamos nuestras metas de acuerdo a suorientación al objetivo y a la operatividad de sus logros?

4. LA CRISIS“De pronto, se les desapareció la estrella.”Confusión, oscuridad, incertidumbre, desorienta-

ción. Están perdidos.¿Tenían razón los que los desanimaban?Bloqueos, prohibiciones, fracasos, conflictos, im-

previstos, traiciones, desánimos, deserciones, falta derespuesta o de aceptación. “¿Dónde está el Rey de losjudíos?”

Reacciones: o abandonar, o echar culpas, o desespe-rarse, o persistir.

“El que persevere hasta el fin se salvará.”Buscan en palacio, hallan caña movida por el viento,

rey que tiene rivales, esclavo de su ilusión.“Nacerá en Belén.” Pero nadie se movió para encon-

trarlo.Engañados. Utilizándolos para sus planes: “Dígan-

me dónde, para ir a adorarlo.” “Ahora vemos confusa-mente, como en un mal espejo.”

¿En quién confiar? ¿A dónde seguir? ¿Quién ga-rantiza? ¿Con qué crisis nos hemos enfrentado?

5. EL ENCUENTRO“Apareció nuevamente la estrella y se detuvo sobre

una casa.”Arco iris después de la tormenta. Después de la cruz

y el sepulcro está la resurrección.“El que pide, recibe; el que busca, encuentra; al que

llama, se le abre.”Se clarificó el ideal. Se renuevan las fuerzas, se

retoman los propósitos, se reorientan las metas, halla-mos pistas para llegar a todos.

“Hallaron a Jesús en brazos de María.”Lo hallamos en el seno de nuestra Madre la Iglesia.

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“No hay otro nombre por el cual podamos salvarnossino el nombre de Jesús”. “Hemos encontrado al Mesíasllamado Cristo.” “Corremos para ganar una corona queno se marchita.” “Se les abrieron los ojos y lo reconocie-ron al partir el pan.”

¿Conducimos a un encuentro con Cristo en nuestrasactividades? ¿En cuáles momentos hemos experimen-tado un momento de encuentro?

6. LA OFRENDA“Y abriendo sus cofres le ofrecieron sus dones: oro,

incienso y mirra.”No fueron a pedir, sino a dar.No buscaban poder, riqueza, honor, relaciones co-

merciales, defensa, alianzas, etc.“Hay más alegría en dar que en recibir.”Desde lejos vinieron para darse.Regalo integral: oro porque es rey, incienso porque

es Dios, y mirra porque es hombre mortal.“Vendrán de lejos trayendo ofrendas para el Rey del

cielo.”Un Rey niño, indefenso, necesitado. “Mi reino no es

de este mundo.”Nosotros ¿qué damos? “Esa pobre viuda dio todo lo

que tenía para vivir”¿Buscamos dar, si merecen; o nos damos con gene-

rosidad, aunque no correspondan?

ANEXO 4ANEXO 4ANEXO 4ANEXO 4ANEXO 4HOMILIA DEL SR. OBISPO (Mc 2, 1-12)

Lo que importa para Jesús no es tanto descansar opredicar o hacer los milagros, cuanto ser consciente yhacer conscientes a los demás de que en su persona,acciones, silencios, palabras, se hace presente el Reinode Dios, y el Reino de Dios es paz, justicia y misericor-dia. Si está hablando, si está en silencio o si estáactuando, o si está descansando o si está en casa, es signode que el Reino de Dios ha llegado para salvar, parahacer patente la misericordia de Dios.

Hay otro grupo cuya intención no es precisamenteescuchar. Ellos van ayudando a un paralítico, que, antesque escuchar enseñanzas, quiere recibir un beneficiopersonal, quiere ser curado, cosa que no hubiera logra-do, si no hay otros que no tienen esa parálisis visual oparálisis del corazón que les impide ver más allá de suspropios intereses.

Hay cuatro que, junto con el paralítico, no tienen lapaciencia de esperar a que termine Jesús de enseñar,pero se ve que para Jesús es lo mismo estar en casa, queir de camino, que enseñar, que hacer un milagro.

El evangelio no muestra molestia por parte de Cristo,porque interrumpe la enseñanza cuando a los que lesinteresa que el paralítico se cure, tienen que descolgarlopor el techo.

Y luego la palabra de Jesucristo es: “Hijo, tus peca-dos te quedan perdonados”. No era esa la intención nidel paralítico ni de los que le ayudaban para que recibie-ra el favor de la curación. Sin embargo el Señor Jesús nose anda por las ramas, el pecado es causa y raíz de todoslos males y El quiere hacer una curación más profundaantes que curar lo que es más fácil, lo más periférico.

Me llama la atención cómo el evangelista dice queJesús ve la fe –como si la fe se pudiera ver, como dehecho se ve por signos y por obras– y luego que Jesúsconoce los pensamientos de aquellos que van a escu-charlo, sí, pero su intención ahora no es ver cómo lapalabra los interpela para poder cambiar de conducta.Su intención es ver cómo poder echar en cara a quien seequivoca, sus errores, para que éste, con su misión, consu actividad, no cobre más importancia que ellos.

Y, bueno, para que quede claro que puede hacerJesús lo fácil y lo difícil y que el Reino de Dios estápresente en El porque perdona los pecados, porque curaa los enfermos y porque por fin está proclamando con supersona y con su acción el año de gracia del Señor, pues:“Yo te lo mando, coge tu camilla y vete a tu casa”.

En aquel signo es la oportunidad que da Jesús a losque van con una y con otra intención, de poder corrobo-rar que su presencia es presencia que salva y para queveas que puedo yo perdonar y que no es ninguna blasfe-mia, pues haz esto, y aquél toma su camilla y sale a lavista de todos y todos alabando a Dios porque nuncahabían visto cosa semejante.

Nosotros, como hoy hemos cantado en el salmo77, que queremos reconocer y experimentar las ma-ravillas de Dios. Pareciera que en nuestro ambiente anadie le resulta maravilla que a una persona se leperdonen los pecados. Como que junto con la con-ciencia muy informal de pecado, tampoco hay muchainquietud por buscar la reconciliación solicitándolahumildemente o promoviéndola u otorgando el per-dón generosamente.

A mí me parece que la agresividad de los medios decomunicación social, se ha empeñado mucho en presen-tarnos discusiones, conflictos, pleitos, pero no nos pre-sentan el proceso que mucha gente tiene que recorrerdolorosamente para llegar a la reconciliación. Nos pre-senta todo lo que sea conflictivo y a veces con una solaexpresión alguien dice: “y se firmó la paz” o “y sevolvieron a encontrar”.

Pareciera como que se promueve mucho eldesencuentro y pocos modelos tenemos que los medios,que son como los que forman criterio en muchas cosas,

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lamentablemente porque hay criterios muy torcidos.Pareciera que nos faltan muchos más modelos de

encuentro junto a tantos de desencuentro y de conflictoporque fácilmente se nos proponen.

Hoy estamos celebrando el martirio de uno de losveinticinco mexicanos, San Jenaro Sánchez que muriócuando era vicario fijo de Tamazulita, allá por Tecolotlán.Este sacerdote generoso, dicen que cuando lo llamabana auxiliar a algún enfermo, parecía que tenía resorte.Inmediatamente acudía y lo hacía de muy buena gana.Yo creo que la atención al enfermo del espíritu o delcuerpo es un signo de que el Reino de Dios está presentey el Reino de Dios avanza. Y creo yo también quequienes nos hemos beneficiado tanto del evangelio ytenemos la oportunidad de este contacto íntimo y coti-diano con el Señor en su palabra, pues tenemos que seragentes de reconciliación en un mundo dividido que notiene muchos modelos de encuentro y más bien sí lepresentan muchos y variados modelos de desencuentro.

San Jerano Sánchez, en un día como éste, fue ahor-cado por ahí cerca de Tecolotlán cuando en esta parro-quia era párroco el que luego sería mártir, San JoséMaría Dolores. Dicen que cuando ya tenía la soga alcuello, les dijo: “Paisanos, ustedes me van a colgar, yolos perdono y que el Padre Dios también los perdone,pero siempre ¡viva Cristo Rey!”.

Esta actitud de perdón que hoy vemos en el evange-lio de Marcos, esta actitud de reconciliación y de amora los enfermos, pienso que debe motivarnos para buscarun ambiente más en armonía y para inquietar a losdemás a saber pedir perdón y a tener también concienciadel pecado, para buscar en el encuentro con Dios y en elencuentro con los demás, esa necesaria paz basada en lajusticia y que junto todo esto sea un estímulo para unprogreso integral.

ANEXO 5ANEXO 5ANEXO 5ANEXO 5ANEXO 5ASUNTOS VARIOS

MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL(MCS):· El P. Alfonso Martín recordó a los decanatos que

nombraran un representante de MCS, han reportadosólo 3 decanatos, faltan 7. En la asamblea diocesanahabrá una reunión con los encargados decanales.

· También nos informó que el Mensajero Diocesano seinicio con un tiraje de 11,500. Subió a 14,000 pero haido bajando. Y nos preguntó: ¿Qué estrategias po-drían funcionar para aumentar el tiraje? Se le dieronvarias sugerencias para que las tomara en cuenta

· Luego recordó que el equipo de MCS no recibe apoyodel obispado, es autosuficiente. Matemáticamente

está pagado, pero hay veces que las parroquias seretrasan en sus pagos y pidió que de preferencia sepagara cada semana.

· Por último, nos recordó que el periódico está abiertopara publicar avisos de las comisiones diocesanas (1/8 de página gratis). Si se requiere más, se puede, peropagando como pagan los que piden publicidad

MISIONES:· Habrá un Congreso diocesano de la infancia y adoles-

cencia misionera. Será en dos fases: Sábado 1 ydomingo 2 de marzo. La fase diocesana será enTepatitlán, en el auditorio municipal, a partir de las9:30 de la mañana.

PASTORAL SOCIAL:· El P. Gerardo Orozco propuso hacer un retiro para

migrantes en la fiesta patronal de cada comunidad.· Y, además de la visita de la imagen peregrina a Estados

Unidos, propuso que se hiciera algo más: Unos ejer-cicios–misión en las parroquias donde hay más mexi-canos. Ya se envió una encuesta a cada decanato sobrelas parroquias que tienen migrantes y a qué ciudadvan, para ofrecerles al año esa misión o ejercicios.También se propuso que en esa misión estuviera laimagen peregrina de la Virgen de San Juan. Ojalápronto se respondan las encuestas para tener datosmás concretos.

· ASAMBLEA DE CARITAS. Domingo 23 de febreroen San Miguel. No ha llegado la lista de material quepide cada parroquia. Pronto hacer llegar el materialpara la campaña de la caridad para tenerlo antes de laasamblea.

POBRES:· El P. Luis Carlos García pidió que ojalá en cada

decanato hubiera un representante de este equipo.· Luego ofreció la casa de formación en Tepatitlán para

enfermos de alcoholismo–drogadicción. Nos infor-mó que han pasado 200 hombres por ella. El internadoes de 3 meses, se pide una aportación de $7,000.00,pero con carta de recomendación de un sacerdote, sepuede considerar la cantidad. También se les pidellevar ropa de juego, de cama, Biblia, lápiz, diagnós-tico médico y sobre todo que quieran estar ahí libre-mente.

· Ya está la penal regional en Tepatitlán, se está aten-diendo con misas y visitas. Se está preparando unencuentro, hay personas de toda la región en esecentro de reclusión.

CASA JUAN PABLO II:· El P. Varela nos informó que para los días de la

asamblea, habrá 4 comedores. Se van a repartir 200boletos para cada comedor. (Pollo, carnitas, etc.)

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· Se cerrarán los módulos durante el día.· También pidió que los eventos diocesanos se anoten un

año antes, porque la Casa se reserva con mucha antici-pación. Ya están anotadas las fechas del 2004 para elconsejo diocesano.

FAMILIA:· En octubre será el Congreso jubilar nacional Billings,

aquí en San Juan.· Propuesta para la semana de la familia 2003:

LEMA:“La Eucaristía y el Rosario,luz y vida para la familia”

TEMARIO:1.- Matrimonio: Sacramento de unidad e indisolubilidad2.- El Rosario: Evangelio del pueblo3.- La Virgen María: Alienta la espiritualidad familiar4.- La Familia: Vocación y tarea5.- La Eucaristía: Centro y culmen de la vida familiar

• En la reunión del consejo diocesano de mayo seabordará más ampliamente.

ADOLESCENTES Y JOVENES:· Pastoral de adolescentes y jóvenes (PAJ) informó que el

domingo 9 de febrero se celebrará el día del joven; seinvitó a celebrarlo con creatividad en cada parroquia oa nivel decanal. Cada quien organiza y hace publicidaddel evento.

· Próximo 25-26 de enero, pre-pascua diocesana en SanJulián. Los contenidos: Motivación, ubicación, temarionacional, compartir experien-cias, concurso del canto lemade la pascua 2003.

· Reunión de PAJ y equiposdecanales el 22 de febrero en laparroquia Cuerpo y Sangre deCristo de Jalostotilán a las10:30 de la mañana. Será untaller de asesores, organizacióndel encuentro diocesano y pre-parar el material para ejerci-cios.

CATEDRAL:· Gracias, hermanos sacerdotes,

por su apoyo a la Candelaria.· Habrá desayuno (de 8:30 a

9:30), comida (de 2:00 a 3:30)y cena (8:00 de la noche) en elinternado de los niños canto-res (calle Juárez, una cuadra aespaldas de la catedral)

· Habrá estacionamiento en la casa de la juventud.(Calle Morelos)

PASTORAL URBANA:· La reunión que aparece en la agenda diocesana para

el 15 y 16 de febrero, será el día 26 en Santa Ana.PROMOCION DEL PRESBITERIO(EDPIP):· 7-18 de julio diplomados en computación en Santa

Ana para sacerdotes.· 14-17 de julio Curso Anual del TEC.· 21-25 de julio curso de actualización para párrocos

en Santa Ana.· 25 de julio convivencia de párrocos y encargados de

comunidades en Santa Ana.RELIGIOSOS:· En el consejo presbiteral se presentó la inquietud de

atender mejor a las religiosas con confesiones, reti-ros y apoyo espiritual. Se sugirió que así comoEDPIP tiene equipo de sacerdotes, también la vicaríade religiosos lo tenga. El Sr. Cura Miguel Angelpidió sugerencias de sacerdotes. Se le mencionaronlos padres: Miguel Gutiérrez, Lupe Vázquez,Anastasio, Ignacio Ramos y Roberto Laguna.

SEMINARIO:· 22 de enero, reunión para sacerdotes que recibirán

seminaristas en cuaresma, a las 11:00 de la mañana.· Se pidió a los decanatos y comunidades que hicieron

propuestas para las becas del seminario, comunicar-se con el P. Juan Manuel, para hacer la lista.

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CUMPLEAÑOS

2 marzo 1984 ......... SR. CANGO. RAMÓN PÉREZ MIRAMONTES

3 marzo 1973 ......... SR. CURA JOSÉ MARÍA MORENO

1988 ......... SR. PBRO. RAYMUNDO DÁVALOS PADILLA

11 marzo 1999 ......... SR. PBRO. FRANCISCO RAMÍREZ LÓPEZ

13 marzo 1987 ......... SR. PBRO. MARIANO VEGA

23 marzo 1998 ......... SR. CURA J. TRINIDAD ALVAREZ HERNÁNDEZ

ANIVERSARIOS DE DEFUNCION

pág. 80

VIDA DIOCESANA

1 marzo 1937 ......... SR. CURA J. GUADALUPE RODRIGUEZ RUIZ

9 marzo 1967 ......... SR. PBRO. JUAN CARLOS GONZALEZ OROZCO

1963 ......... SR. CURA JUAN DE DIOS MONTAÑO DIAZ

10 marzo 1942 ......... SR. PBRO. JOSE IGNACIO HERNANDEZ JIMENEZ

11 marzo 1945 ......... SR. PBRO. J. JESUS VASQUEZ RUIZ

13 marzo 1966 ......... SR. PBRO. JUAN TAVARES RAMIREZ

14 marzo 1927 ......... SR. PBRO. MANUEL RIVERA LOPEZ

15 marzo 1962 ......... SR. PBRO. JOSE GUSTAVO RODRIGUEZ GARCIA

1966 ......... SR. PBRO. MAURO SAMUEL RODRIGUEZ GARCIA

19 marzo 1967 ......... SR. PBRO. JOSE RODRIGUEZ PARADA

20 marzo 1935 ......... SR. CURA FILEMON VALDEZ AVILA

21 marzo 1937 ......... SR. PBRO. BENITO GONZALEZ GONZALEZ

1926 ......... SR. CANGO GABRIEL HERNANDEZ HERNANDEZ

22 marzo 1966 ......... SR. PBRO. GUILLERMO ARIAS

23 marzo 1954 ......... SR. PBRO. J. JESUS MURILLO ROJAS

25 marzo 1955 ......... SR. CURA CRISTOBAL ASCENCIO GARCIA

26 marzo 1950 ......... SR. CURA GUILLERMO CAMACHO HERNANDEZ

1962 ......... SR. PBRO. JOSE LUIS DELGADO CARRION

1950 ......... SR. CURA JUAN MANUEL OROZCO BARBA

27 marzo 1944 ......... SR. PBRO. ROBERTO GARCIA DE LA TORRE

30 marzo 1974 ......... SR. PBRO. RAMIRO GARCIA ARAGON

1 marzo 1969 ......... SR. PBRO. FELIPE LA TORRE HERNANDEZ

4 marzo 2000 ......... SR. PBRO. FRANCISCO RODRIGUEZ SOTELO

2000 ......... SR. PBRO. JOSE ALEJANDRO RODRIGUEZ ZARATE

9 marzo 1968 ......... SR. CURA FRANCISCO CASTAÑEDA JIMENEZ

14 marzo 1959 ......... SR. PBRO. JUAN FRANCISCO GUTIERREZ RODRIGUEZ

17 marzo 1962 ......... SR. PBRO. RAUL CORTES ANGULO

22 marzo 1947 ......... SR. PBRO. JOSE INES RODRIGUEZ SANCHEZ

31 marzo 1945 ......... SR. CANGO. JOSE MEJIA SOSA

ANIVERSARIOS DE ORDENACION

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AGENDA DE MARZO 2003CUARESMA - EJERCICIOS

S 1 .... Reunión del Equipo. Evangelización y Catequesis. Arandas 10:30 a.m.

1 .... Retiro diocesano. Adolescentes y jóvenes. Atotonilco

1-2 .... POSTCONIAM. Misiones. Lugar pendiente

L 3 .... Consejo decanal. San Julián: San Diego de Alejandría

Mi. 5 .... MIÉRCOLES DE CENIZA . Inicia la Campaña de la Caridad y la Evangelizaciónde Cuaresma

V 7-9 .... Campamento para equipos decanales de Adolescentes y Jóvenes. Betania

S 8 .... Retiro espiritual. Pastoral familiar. Decanato de Jalostotitlán

D 9 .... Convivencia general. Seminario. San Juan de los Lagos

9-14 .... Jornada vocacional. Pastoral vocacional. El Refugio (Lagos)

L 10 .... Reunión de los Consejos Decanales. Ayotlán: Betania, Capilla: Los Dolores,Lagos: La Cañada, Arandas: San Pedro Apóstol.

10-14 .... Semana de Salud. EDPIP. Santa Ana

Ma. 18 .... Reunión Ordinaria. Consejo Presbiteral. Santa Ana. 8:30 a.m.

D 23 .... Inicia Seminario el apostolado de Cuaresma y Semana Santa (hasta el 20 deabril)

.... Torneo deportivo de grupos misioneros. Arandas. 10:00 a.m.

.... II Encuentro magisterial diocesano. Educación y cultura. Casa Juan Pablo II.9:00 a.m. a 6:00 p.m.

S 29 .... Reunión general de promotores vocacionales. Tepatitlán. 10:00 a.m.

D 30 .... Reunión Diocesana de papás de Semfas. Pastoral vocacional. Tepatitlán. 10:30a.m.

.... Reunión de estudio. Método ovulación Billings. San Miguel el Alto. 10:00 a.m.a 5:00 p.m.

L 31 .... Equipos decanales: Ayotlán

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MENSAJE DEL SEÑOR OBISPO

PREPARACION DE CUARESMA-PASCUA

o invito a todos a prepararnos a este llamado “tiempo fuerte”: cuaresma y pas-cua, y obviamente a no reducirlo sólo a pláticas. Alguna vez he mencionadoque sería bueno también cambiar de terminología no llamándole "pláticas"

pre-sacramentales, sino "catequesis" pre-sacramental, a la preparación previa para recibiralgún sacramento. Igual, que el tiempo de cuaresma-pascua. (Catequesis. Encuentro. Vivencia).

Por otro lado, algo que ya reflexionamos, al abordar las megatendencias y aquellos temas que sereflexionaron en las parroquias, al hablar de "religiosidad", había un tema que nos impulsaba a pensar en“los alejados”. Yo invito a que esta cuaresma-pascua veamos qué oferta tenemos para los alejados. Y nome refiero a los alejados del templo como centro cultual, alejados porque viven lejos físicamente; tam-poco me refiero solamente a los alejados de acuerdo con la categoría del tiempo, o sea poca frecuenciaa los sacramentos, no dedican mucho tiempo a ésto.

Hay un alejamiento que consiste más en relaciones, o sea, está fallando la relación con Dios y conlos demás, y el alejamiento más preocupante es la desvinculación, o sea, el estar ayunos de la comu-nión con Dios y ayunos de comunión con los demás. Y eso se va a notar, entre otros indicadores, en laausencia a la misa dominical, que si hiciéramos estadísticas, sí es significativo en nuestros puebloscatólicos el porcentaje de gente que no asiste ordinariamente a participar en la misa dominical.

Otro indicador claro sería la no responsabilidad en la frecuencia sacramental. Alguien última-mente tal vez no ha tenido la responsabilidad de hacerlo siquiera una vez al año. Pero puede haberotros indicadores, por ejemplo: a alguien en nuestra comunidad no se le ve insertado en ningún pro-yecto comunitario, sea el que promovamos desde la acción pastoral parroquial o el que promuevenotras instancias para beneficio común. Hay gente desvinculada de proyectos comunitarios, y esto esgrave, o sea, de veras que está alejado de su comunidad y alejado de Dios.

O también algunos se enrolan en actividades que son un riesgo en cuanto que hay proximidad aactuar en contra del evangelio. El que anda en cuestiones de narcotráfico, el que en el ejercicio de lamedicina y en lo que se refiere a las políticas demográficas usa indiscriminadamente cualquier mediopara que se evite un embarazo, o los que promueven diversiones que sí van a ser un espacio que va aorillar a otros a cierto relajamiento de costumbres y ciertas actitudes negativas.

Yo creo que sí están alejados muchos que promueven el exceso de bebida o también quienespromueven mucho los antros y las discotecas, pensando que son una alternativa de diversión sana;para mí no lo son y no lo han sido, y yo creo que sí es gente alejada este tipo de empresarios que encada uno de nuestros pueblos están promoviendo, por un desmedido afán de lucro, ciertas actividadesque son muy riesgosas para la paz, la tranquilidad, la moralidad de la vida comunitaria.

Yo he observado que pareciera que cada vez hay más gente que consume exageradamente televi-sión y pornografía a través de distintos medios y hay quien distribuya; me refiero a quienes distribu-yen por ejemplo revistas.

Yo no puedo pensar que sea gente que ande bien con su conciencia, o sea que sea alguien que estévinculado, en comunión con Cristo y con su comunidad cuando está distribuyendo entre otras cosas,pornografía.

Cuando hablo de los alejados pues, me refiero a esta gente, sin un vínculo estrecho con Jesucristoporque no se ha encontrado personalmente con El y sin un vínculo que lo lleve a acciones positivas afavor de la comunidad.

(Extracto)

Casa Juan Pablo II. Enero 16 del 2003