glucopéptidos

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E 5-0060 Glucopéptidos S. Henard, C. Rabaud Los dos glucopéptidos disponibles en medicina clínica (la vancomicina y la teicoplanina) actúan sobre las bacterias grampositivas, como los estafilococos resistentes a la meticilina o los enterococos resistentes a las aminopenicilinas. También se pueden emplear para tratar las infecciones graves con cocos gramposi- tivos en pacientes alérgicos a las betalactaminas. La aparición y la diseminación de cepas resistentes a los glucopéptidos nos recuerdan que es absolutamente necesario utilizarlos con buen criterio. La vancomicina es el glucopéptido de elección para un tratamiento en el hospital; sin embargo, la teicoplanina, gracias a la posibilidad de utilizarla por vía intramuscular, presenta ventajas importantes, incluso en el plano far- macoeconómico, especialmente para continuar el tratamiento de forma ambulatoria. Los glucopéptidos todavía hoy se consideran el tratamiento de entrada de las infecciones graves por cocos grampositivos multirresistentes; no obstante, existen nuevas clases de antibióticos que presentan cualidades indiscu- tibles: facilidad de administración para las oxazolidinonas (linezolid), que se pueden administrar por vía oral; menos toxicidad nefrológica y mayor velocidad bactericida (pero ausencia de difusión en tejido pulmonar para los lipopéptidos: daptomicina), y semivida muy larga de algunos lipoglucopéptidos. Sin embargo, por el momento sus indicaciones son limitadas. © 2012 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados. Palabras clave: Glucopéptidos; Vancomicina; Teicoplanina; S. aureus; Estafilococos coagulasa-negativos; Enterococos Plan Origen y propiedades fisicoquímicas 1 Características farmacocinéticas 1 Farmacodinámica, modo de acción, espectro antibacteriano, mecanismos de resistencia 2 Modo de acción 2 Espectro antibacteriano 2 Mecanismos de resistencia 2 Indicaciones clínicas 3 Posología, modalidades de administración y seguimiento 3 Tolerabilidad 4 Farmacoeconomía 4 Conclusión 4 Origen y propiedades fisicoquímicas La vancomicina se descubrió en 1956. La produce naturalmente Streptomyces orientalis, microorganismo aislado en un barro que proviene de la jungla de Borneo. La teicoplanina, identificada en 1978, se produce por fermentación de una cepa de actino- miceto: Actinoplanes teichomyceticus. Se conocen muchos otros glucopéptidos no disponibles en medicina humana, como la avo- parcina, que se utilizó mucho en medicina veterinaria hasta que se prohibió en 1996 porque se relacionó con la aparición de resis- tencias a los glucopéptidos. Hay que destacar que, entre los nuevos tratamientos activos sobre los cocos grampositivos resistentes, existe una nueva clase de antibióticos derivada de los glucopéptidos, los lipopéptidos, cuyo único representante es la daptomicina. Los glucopéptidos son moléculas complejas con peso mole- cular elevado y están dotados de propiedades fisicoquímicas particulares. Características farmacocinéticas Los glucopéptidos se administran por vía parenteral y no se absorben por vía oral. Su difusión es buena en las serosas (pleura, pericardio y peri- toneo). En los huesos y el pulmón es mediana. En el líquido cefalorraquídeo (LCR) es nula cuando las meninges están sanas. Sin embargo, la vancomicina puede atravesar la barrera hema- toencefálica según un mecanismo saturable cuando las meninges están inflamadas. La eliminación de los glucopéptidos es renal, sin metaboli- zación previa. Existe una gran variabilidad interindividual con respecto a las concentraciones plasmáticas y a la semivida, que es EMC - Tratado de medicina 1 Volume 16 > n 2 > junio 2012 http://dx.doi.org/10.1016/S1636-5410(12)61925-4

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Page 1: Glucopéptidos

� E – 5-0060

Glucopéptidos

S. Henard, C. Rabaud

Los dos glucopéptidos disponibles en medicina clínica (la vancomicina y la teicoplanina) actúan sobre lasbacterias grampositivas, como los estafilococos resistentes a la meticilina o los enterococos resistentes alas aminopenicilinas. También se pueden emplear para tratar las infecciones graves con cocos gramposi-tivos en pacientes alérgicos a las betalactaminas. La aparición y la diseminación de cepas resistentes a losglucopéptidos nos recuerdan que es absolutamente necesario utilizarlos con buen criterio. La vancomicinaes el glucopéptido de elección para un tratamiento en el hospital; sin embargo, la teicoplanina, gracias ala posibilidad de utilizarla por vía intramuscular, presenta ventajas importantes, incluso en el plano far-macoeconómico, especialmente para continuar el tratamiento de forma ambulatoria. Los glucopéptidostodavía hoy se consideran el tratamiento de entrada de las infecciones graves por cocos grampositivosmultirresistentes; no obstante, existen nuevas clases de antibióticos que presentan cualidades indiscu-tibles: facilidad de administración para las oxazolidinonas (linezolid), que se pueden administrar porvía oral; menos toxicidad nefrológica y mayor velocidad bactericida (pero ausencia de difusión en tejidopulmonar para los lipopéptidos: daptomicina), y semivida muy larga de algunos lipoglucopéptidos. Sinembargo, por el momento sus indicaciones son limitadas.© 2012 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Glucopéptidos; Vancomicina; Teicoplanina; S. aureus; Estafilococos coagulasa-negativos;Enterococos

Plan

■ Origen y propiedades fisicoquímicas 1■ Características farmacocinéticas 1■ Farmacodinámica, modo de acción, espectro antibacteriano,

mecanismos de resistencia 2Modo de acción 2Espectro antibacteriano 2Mecanismos de resistencia 2

■ Indicaciones clínicas 3■ Posología, modalidades de administración y seguimiento 3■ Tolerabilidad 4■ Farmacoeconomía 4■ Conclusión 4

� Origen y propiedadesfisicoquímicas

La vancomicina se descubrió en 1956. La produce naturalmenteStreptomyces orientalis, microorganismo aislado en un barro queproviene de la jungla de Borneo. La teicoplanina, identificadaen 1978, se produce por fermentación de una cepa de actino-miceto: Actinoplanes teichomyceticus. Se conocen muchos otros

glucopéptidos no disponibles en medicina humana, como la avo-parcina, que se utilizó mucho en medicina veterinaria hasta quese prohibió en 1996 porque se relacionó con la aparición de resis-tencias a los glucopéptidos.

Hay que destacar que, entre los nuevos tratamientos activossobre los cocos grampositivos resistentes, existe una nueva clasede antibióticos derivada de los glucopéptidos, los lipopéptidos,cuyo único representante es la daptomicina.

Los glucopéptidos son moléculas complejas con peso mole-cular elevado y están dotados de propiedades fisicoquímicasparticulares.

� Característicasfarmacocinéticas

Los glucopéptidos se administran por vía parenteral y no seabsorben por vía oral.

Su difusión es buena en las serosas (pleura, pericardio y peri-toneo). En los huesos y el pulmón es mediana. En el líquidocefalorraquídeo (LCR) es nula cuando las meninges están sanas.Sin embargo, la vancomicina puede atravesar la barrera hema-toencefálica según un mecanismo saturable cuando las meningesestán inflamadas.

La eliminación de los glucopéptidos es renal, sin metaboli-zación previa. Existe una gran variabilidad interindividual conrespecto a las concentraciones plasmáticas y a la semivida, que es

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Cuadro 1.Características comparadas de los glucopéptidos.

Vancomicina Teicoplanina

Absorción digestiva Despreciable Despreciable

Unión a las proteínas 10-55% >90%

Semivida 6 horas 70 horas

Aclaramientorenal/aclaramiento de lacreatinina

70% 10%

Vía i.v. directa 0 +

Perfusión + +

Vía i.m. 0 +

Vía s.c. 0 Posible

Posología habitual 30 mg/kg/día 6 mg/kg cada12 horas (5inyeccionessucesivas),luego6 mg/kg/día

i.v.: intravenosa; i.m.: intramuscular; s.c.: subcutánea.

de alrededor de 3-9 horas para la vancomicina y de 40-100 horaspara la teicoplanina. En pacientes con insuficiencia renal, la dura-ción de vida está muy aumentada y hay que adaptar las posologíasen función de las concentraciones séricas. Los glucopéptidos sonpoco o nada dializables.

Las principales características farmacocinéticas de los glucopép-tidos se presentan en el Cuadro 1.

� Farmacodinámica, modo deacción, espectro antibacteriano,mecanismos de resistencia

Los glucopéptidos se consideran antibióticos cuyas modalida-des de acción bactericida dependen del tiempo. La clasificaciónAnatomical Therapeutic Chemical (ATC) de la vancomicina esJ01XA01 y la de la teicoplanina, J01XA02.

Modo de acción [1, 2]

En las bacterias grampositivas, los glucopéptidos actúan a niveldel peptidoglucano de la pared bacteriana. Bloquean la síntesisdel peptidoglucano y del crecimiento bacteriano. Esta actividadbactericida es lenta, a diferencia de la de las betalactaminas. Losglucopéptidos son inactivos sobre las bacterias gramnegativas,cuya pared es pobre en peptidoglucano.

Espectro antibacterianoLa mayor parte de las bacterias grampositivas son sensibles a los

glucopéptidos con concentraciones mínimas inhibitorias (CMI)generalmente inferiores o iguales a 4�g/ml (Cuadro 2). Práctica-mente todas las cepas de S. aureus son sensibles a la vancomicina,tanto las sensibles como las resistentes a la meticilina. Aparte deS. hemolyticus, que con frecuencia es resistente, la gran mayoríade las cepas de estafilococos coagulasa-negativos son sensiblesa la vancomicina, tanto las sensibles como las resistentes a lameticilina. Todas las cepas de neumococos que se han probado,incluyendo las resistentes a la penicilina, los estreptococos de losgrupos A, B, C y G, así como la gran mayoría de las cepas deStreptococcus viridans y Streptococcus bovis, son sensibles. En Fran-cia, por ejemplo, la mayor parte de los enterococos (E. faecalisy faecium) son sensibles a los glucopéptidos. La vancomicina esactiva contra los difteroides, como Corynebacterium jeikelum, Lis-teria monocytogenes, Rhodococcus equi, Clostridium sp., Peptococcussp., Propionibacterium sp. y Borrelia burgdorferi. Sólo la mitad de las

Cuadro 2.Actividad bacteriana comparada de los glucopéptidos.

Bacteriasgrampositivas

CMI90 (mg/l)

Vancomicina Teicoplanina

S. aureus sensible a lameticilina

0,78-1 0,4-1

S. aureus resistente a lameticilina

0,5-3 0,2-3

Estafilocococoagulasa-negativosensible a la meticilina

0,5-2 0,25-5

Estafilocococoagulasa-negativoresistente a la meticilina

1-3 0,25-16

Estreptococos 0,5-1 0,03-1

Enterococos 3-4 0,2-1,6

CMI: concentración mínima inhibitoria.

cepas de Actinomyces son sensibles. Son resistentes Nocardia aste-roides, los lactobacilos, Leuconostoc, Pediococcus, Erysipelothrix, lasrickettsias, Coxiella, Bartonella, los micoplasmas, las clamidias, lostreponemas, las leptospiras, las micobacterias y todos los bacilosgramnegativos. El espectro de acción de la teicoplanina es igual alde la vancomicina, con una actividad superior sobre los enteroco-cos, pero inferior sobre los estafilococos coagulasa-negativos.

La vancomicina presenta un efecto postantibiótico que duraalrededor de 2 horas.

Existe una sinergia bactericida con los aminoglucósidos en loque respecta a los estreptococos que no presentan un nivel elevadode resistencia a los aminoglucósidos y a los estafilocoos sensibles alos aminoglucósidos (gentamicina y netromicina en particular). Sepuede proponer la asociación de un glucopéptido con rifampicinaen el tratamiento de infecciones por estafilococos resistentes a lameticilina sobre material protésico.

Mecanismos de resistenciaEl éxito de los glucopéptidos, y en particular de la vancomi-

cina, se explica en parte por la aparición relativamente tardía delas primeras resistencias adquiridas [3] (primera utilización: 1956;primeras cepas resistentes de E. faecium resistente a la vancomi-cina: 1988) [4] y por el hecho de que globalmente son raras, sobretodo en S. aureus.

En los enterococosEntre los enterococos existen cepas naturalmente resistentes

a los glucopéptidos: E. gallinarum, E. casseliflavus, E. flavescens.Se trata de una resistencia constitutiva y cromosómica de tipoVanC. A partir de 1988 han aparecido resistencias adquiridasen E. faecium y E. faecalis. La expresión de dicha resistencia sepuede inducir mediante glucopéptidos; actualmente se conocenvarios fenotipos. La resistencia de tipo VanA es la más frecuente,y se encuentra más a menudo en E. faecium que en E. faecalis.Es plasmídica, inducible, transferible y confiere un alto nivel deresistencia a la vancomicina y a la teicoplanina [5].

En Estados Unidos, las cepas de enterococos resistentes a losglucopéptidos se han vuelto endémicas y representan el 28,5% delos enterococos responsables de infecciones nosocomiales en lasunidades de reanimación [6, 7]. En Francia, esas cepas están empe-zando a aparecer. A pesar de ello, son responsables de epidemiascada vez más frecuentes y de amplitud cada vez mayor [8].

En los estafilococosA partir de 1997 se han descrito cepas de S. aureus con sen-

sibilidad intermedia a la vancomicina [9–12]. Se han denominadovancomycin intermediate S. aureus (VISA) o, de modo más preciso,glycopeptides intermediate S. aureus (GISA), pues son igualmenteresistentes a la teicoplanina (CMI de 16 mg/l). Es posible quedicha resistencia se explique por el hecho de que la bacteria des-arrolla la capacidad de sintetizar el precursor del peptidoglucano.

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La bacteria podría sintetizar un disacárido-pentapéptido total-mente normal, pero en una cantidad tal que los glucopéptidos nose podrían fijar sobre el conjunto de dichos pentapéptidos y, portanto, la síntesis del peptidoglucano podría continuar. Las cepasidentificadas actualmente parecen de sensibilidad intermedia a losglucopéptidos, y no tanto resistentes.

Además de las cepas GISA, cuya proporción entre las cepas deS. aureus es baja (1-2%), se han descrito otras que presentan unaresistencia heterogénea (h-GISA), definida por el hecho de quesólo una parte de la población tiene una menor sensibilidad alos glucopéptidos. Es difícil evaluar la proporción exacta de lascepas h-GISA entre las cepas de S. aureus resistentes a la meticilina(SARM), pero parecen representar un 1,3% en Estados Unidos ymenos de un 10% en Francia [13].

En 1988 se empezó a temer que, debido a la aparición de lasresistencias de los enterococos a los glucopéptidos, se pudiera pro-ducir una transferencia de esa resistencia plasmídica a S. aureus.Por el momento, se han observado 11 cepas (9 en Estados Uni-dos [14–16], una en Irán y una en India) de SARM resistentes dealto nivel a los glucopéptidos (llamadas S. aureus resistentes a lavancomicina [SARV]). Dicha resistencia se explica por la adquisi-ción de genes de resistencia a los glucopéptidos provenientes delos enterococos [17]. Sin embargo, es excepcional, porque las cepasde S. aureus que integran el gen VanA en su genoma tienen uncrecimiento mucho más difícil [18].

Hay que tener en cuenta que los valores establecidos para definirla sensibilidad de las cepas a los glucopéptidos no son los mis-mos en Francia y en Estados Unidos. Con el tiempo se observa unaumento de las CMI (MIC creeping) de los glucopéptidos y la des-cripción de fracasos clínicos para cepas con CMI de 2 mg/l. Estefenómeno ha llevado a disminuir el valor crítico al considerar quelas cepas de estafilococos son sensibles si la CMI es igual o infe-rior a 2 mg/l en Estados Unidos y en Europa [19]. En Francia, sinembargo, el valor crítico es igual o inferior a 2 mg/l para S. aureuse igual o inferior a 4 mg/l para estafilococos coagulasa-negativos(recomendaciones de 2011 del Comité de l’Antibiogramme de laSociété Francaise de Microbiologie).

� Indicaciones clínicasLos glucopéptidos son antibióticos reservados al uso hospitala-

rio. Se pueden administrar en monoterapia o en asociación conaminoglucósidos y/o con rifampicina. No se ha demostrado queotras asociaciones sean útiles. Son antiestafilocócicos muy efica-ces y hoy en día representan una de las últimas barreras contra lasinfecciones graves por estafilococos multirresistentes. Por tanto,hay que considerarlos antibióticos de reserva y su uso se tieneque justificar. Es útil definir sus indicaciones, pero también sus noindicaciones.

Hay que reservarlos para las situaciones siguientes:• tratamiento de una infección documentada por estafilococos

resistentes a la meticilina y por enterococos resistentes a laampicilina (bacteriemias, endocarditis, peritonitis, mediasti-nitis, infecciones osteoarticulares, infecciones sobre catéter ocámara implantable, meningitis, ventriculitis sobre válvula dederivación). Teniendo en cuenta los datos farmacodinámicos,la vancomicina es preferible a la teicoplanina en las infeccionespor estafilococos coagulasa-negativos;

• tratamiento de una infección por cocos grampositivos (esta-filococo sensible a meticilina, neumococo, enterococo yestreptococo) en un paciente alérgico a las betalactaminas. Seha constatado la eficacia de los glucopéptidos solos o asociadosa los aminoglucósidos en las endocarditis por Streptococcus viri-dans o Streptococcus bovis. En las endocarditis por enterococos(E. faecalis o E. faecium), la vancomicina no puede ser más quebacteriostática y se justifica la asociación con un aminoglucó-sido;

• tratamiento empírico de los episodios febriles en pacientesneutropénicos. Se recomienda agregar vancomicina a unaantibioterapia de amplio espectro dirigida contra los bacilosgramnegativos si tras 48 horas de dicha antibioterapia persiste lafiebre. La administración de vancomicina de entrada se puede

considerar en los servicios donde el análisis sistemático de laecología muestra una tasa alta de infecciones por estafilococosresistentes a la meticilina;

• tratamiento oral de una colitis seudomembranosa tras fracaso ointolerabilidad a un tratamiento con metronidazol o de entradaen caso de forma grave [20];

• en la profilaxis de la endocarditis bacteriana, en pacientes concardiopatías de alto riesgo, en caso de alergia o de intolerabili-dad a las betalactaminas [21];

• profilaxis antibiótica quirúrgica en caso de cirugía cardíaca,vascular u ortopédica en los servicios donde se constata una pre-valencia elevada de las infecciones por estafilococos resistentesa la meticilina.No hay que emplearlos en las situaciones siguientes:

• profilaxis antibiótica en pacientes no alérgicos a las betalacta-minas;

• prevención de la endocarditis infecciosa en pacientes no alér-gicos a las betalactaminas;

• tratamiento por vía oral de las colitis seudomembranosas graveso en caso de intolerabilidad o de fracaso del metronidazol;

• en el marco del tratamiento “tópico” (tratamiento de pacientescolonizados por S. aureus resistente a la meticilina, descontami-nación digestiva selectiva, diálisis peritoneal).Cuando se ha instaurado un tratamiento empírico que incluye

un glucopéptido, hay que saber interrumpirlo inmediatamentedespués de la recepción de resultados de las tomas microbiológicassi éstas no justifican que se continúe.

� Posología, modalidadesde administración y seguimiento

Como la vancomicina es un antibiótico cuya actividad dependedel tiempo, su eficacia se verifica sobre todo por el valor observadoen el valle. La posología usual que se recomienda de entrada es30 mg/kg/día en adultos y 40 mg/kg/día en ninos, en dos a cuatroperfusiones lentas (alrededor de 1 hora) por día tras disoluciónen 250 ml de suero salino o glucosado isotónico o en perfusióncontinua con bomba.

Todavía hay controversias respecto al modo de administraciónde la vancomicina, por perfusión continua o discontinua, y nose ha demostrado la superioridad de la primera con respecto a lasegunda [22, 23]. En ausencia de pruebas formales, el modo de acciónde la vancomicina con una actividad bactericida lenta y un modode acción que depende del tiempo favorece la perfusión conti-nua [24] tras la administración de una dosis de carga [25]. Además,la utilización de la perfusión continua parece más eficiente paradisminuir el riesgo de selección de resistencias y más activa sobrelas cepas GISA o h-GISA [26].

Se recomienda una determinación de las concentraciones séri-cas para luego adaptar la dosis que hay que perfundir. En cuanto alas concentraciones óptimas, teniendo en cuenta el aumento pro-gresivo de las CMI, se buscan concentraciones cada vez mayores(ocho a diez veces la CMI). El objetivo es obtener una concen-tración sanguínea de al menos 20-30 mg/l en el nadir en caso deperfusiones discontinuas. En caso de endocarditis o en el trata-miento de infecciones óseas, hay que buscar valores de nadir de25 y 40 mg/l, respectivamente. El empleo de la perfusión continuasimplifica el seguimiento de la vancocinemia, cuya determina-ción se puede efectuar a partir de una toma realizada en cualquiermomento. Se buscará entonces una concentración sérica de 25 a35 mg/l, e incluso de 40 mg/l en las infecciones más graves.

En el curso del tratamiento de la colitis seudomembranosa porClostridium difficile, la vancomicina por vía oral se prescribe a dosisde 125-500 mg cuatro veces por día. En caso de forma grave y/ode imposibilidad de tomar el tratamiento por vía oral, es posibleadministrar 500 mg de vancomicina por vía rectal, diluidos enaproximadamente 100 ml de solución salina, cada 6 horas [27].

Con respecto a la teicoplanina empleada en el tratamiento delas infecciones sistémicas, la dosis habitual que se recomienda deentrada en el adulto es de 6 mg/kg cada 12 horas, cinco veces segui-das, y luego 6 mg/kg cada 24 horas. El esquema de administraciónde la teicoplanina en el nino es el mismo que en el adulto, pero

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con dosis ligeramente superiores, de alrededor de 10 mg/kg. Lateicoplanina puede utilizarse en perfusión, en inyección intrave-nosa directa, por vía intramuscular o subcutánea. Hay que buscaruna teicoplaninemia máxima de 40 a 50 mg/l, o incluso más, y unateicoplaninemia residual de 20 a 30 mg/l (mediante cromatografíalíquida de alto rendimiento) o de 30 a 40 mg/l (mediante inmu-noanálisis por polarización de fluorescencia). En lo que respecta alas endocarditis y a las infecciones osteoarticulares, se sugiere unadosis de 12 mg/kg cada 24 horas, para valores residuales compren-didos entre 20 y 25 mg/l.

La teicoplanina no se recomienda en el tratamiento de la colitisseudomembranosa por Clostridium difficile.

� TolerabilidadLos efectos indeseables de los dos glucopéptidos difieren en

cuanto a su frecuencia y gravedad, con una ventaja a favor de lateicoplanina. Los más frecuentes son: intolerabilidad venosa local,hipotensiones, eritema en cuello y hombros, ototoxicidad, nefro-toxicidad, anomalías de las líneas celulares sanguíneas y citólisishepática.

El beneficio terapéutico de los glucopéptidos justifica que sepueda considerar su empleo en el curso del embarazo, cualquieraque sea su término. En este caso, teniendo en cuenta su ototoxi-cidad, se puede realizar una evaluación de la función auditiva delrecién nacido. Se desaconseja su empleo durante la lactancia.

� FarmacoeconomíaDado que se atribuye una eficacia bacteriológica y clínica equi-

valente a la vancomicina y a la teicoplanina, varios estudioscompararon los costes directos e indirectos que genera cada una dedichas moléculas [28, 29]. El precio de compra de la vancomicina esmenor, pero la teicoplanina presenta un coste total similar cuandose tiene en cuenta la posibilidad de continuar el tratamiento deforma ambulatoria, con una menor exposición al riesgo nosoco-mial, el seguimiento y la atención de los efectos indeseables [30].

� ConclusiónLos glucopéptidos constituyen en la actualidad el tratamiento

de referencia de las infecciones por enterococos resistentes a laamoxicilina y estafilococos resistentes a la meticilina.

“ Puntos esenciales

• La vancomicina y la teicoplanina son los dos únicos glu-copéptidos actualmente disponibles en medicina clínica.• Son activos sobre todos los cocos grampositivos, inclui-dos los multirresistentes.• Sus principales efectos secundarios son la nefrotoxicidady la ototoxicidad.• Sus indicaciones son: el tratamiento de las infeccionespor estafilococos resistentes a la meticilina o por entero-cocos resistentes a las aminopenicilinas o las infeccionesgraves por cocos grampositivos en pacientes alérgicos alas betalactaminas.• En algunos cocos grampositivos están surgiendo resis-tencias a los glucopéptidos; esto debe incitar a seleccionarcon atención su utilización.• Aunque los glucopéptidos constituyen todavía hoy eltratamiento de entrada de las infecciones graves por cocosgrampositivos multirresistentes, existen nuevas clases deantibióticos (oxazolidinona, daptomicina) que presentanventajas innegables.

La emergencia y la diseminación de cepas resistentes a losglucopéptidos recuerdan la necesidad absoluta de promover unuso adecuado de ellos. La vancomicina es el glucopéptido deelección para un tratamiento en el hospital; no obstante, la posibi-lidad de administrar la teicoplanina por vía intramuscular ofreceventajas indiscutibles, incluso en el plano farmacoeconómico,especialmente en el marco de un tratamiento ambulatorio. Aun-que los glucopéptidos todavía hoy constituyen el tratamiento deentrada de las infecciones graves por cocos grampositivos mul-tirresistentes, existen nuevas clases de antibióticos con cualidadesinnegables:• facilidad de administración para las oxazolidinonas (linezolid),

utilizables por vía oral;• menor toxicidad nefrológica y mayor velocidad bactericida

(pero ausencia de difusión en tejido pulmonar para los lipo-péptidos: daptomicina);

• semivida muy larga de algunos lipoglucopéptidos.Sin embargo, por el momento sus indicaciones son limitadas.

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S. Henard, Assistante chef de clinique ([email protected]).C. Rabaud, Professeur des Universités, praticien hospitalier.Service des maladies infectieuses et tropicales, CHU de Nancy-Hôpitaux de Brabois, Bâtiment Philippe Canton, Allée du Morvan, 54500 Vandoeuvre-les-Nancy,France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Henard S, Rabaud C. Glucopéptidos. EMC - Tratado de medicina 2012;16(2):1-5[Artículo E – 5-0060].

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