UNA BODA EN CANÁ DE GALILEAJn 2, 1-12

Al tercer día hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo:-Ya no tienen vino.Jesús le contestó:-Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía.

Ella dijo a los que estaban sirviendo:-Hagan todo lo que él les diga.

Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían de cincuenta a setenta litros de agua. Jesús dijo a los sirvientes:-Llenen de agua estas tinajas.Las llenaron hasta arriba, y Jesús les dijo:-Ahora saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta.

Así lo hicieron. El encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde había salido; solo los sirvientes lo sabían, pues ellos habían sacado el agua. Así que el encargado llamó al novio y le dijo:-Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, entonces se sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora.Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en él.

MEDITACIÓN: En las aldeas y ciudades pequeñas, una boda era un acontecimiento excepcional y se procuraba que toda la gente que participaba en ella quedase plenamente alegre y satisfecha.

Se preparaba hasta el último detalle, y los parientes y amigos cercanos colaboraban en todo lo necesario.En Israel, una boda evocaba sentimientos religiosos, dado que en ella se veían simbolizados los esponsales de Dios con su pueblo; era el símbolo de la Antigua Alianza. Jesús simboliza la Nueva Alianza. El vino simboliza los tiempos del Mesías.

Caná es hoy el pueblecito árabe Kefer-Kenna, situado a siete kilómetros al nordeste de Nazaret, al pie de unas colinas, entre cactus y granados.

Y LA MADRE DE JESÚS ESTABA ALLÍ: es la única vez que en los evangelios se menciona a María antes que su Hijo. Ella será el instrumento para que Jesús haga su primer milagro.María no era de Caná y vivía en Nazaret; pero o era parienta de los novios o muy amiga de ellos. Al ser invitada ella lo fue también Jesús. Ambos aceptaron la invitación.

En medio de la fiesta surge una situación embarazosa para los novios y sus familiares, comienza a acabarse el vino, elemento esencial en toda banquete de bodas. María, la madre de Jesús se da cuenta de esto y le dice a Jesús, suponemos que en actitud de súplica “No tienen vino”

¿Qué raro modo de pedir de María? Ella sólo expone el problema. Aquí la madre parece decirle a Jesús ¡”Deja obrar a tu corazón!”. Ese confiar arranca más milagros que mil palabras.Jesús le contestó: “¿Qué nos va a ti y a mí, Mujer? No ha llegado mi hora”.

La respuesta de Jesús puede parecer un claro y definitivo rechazo a la petición de su madre.

La palabra mujer no hay que interpretarle como una palabra despectiva. La misma palabra mujer es la que empleo el Señor desde la cruz, al encargar a su madre a su discípulo amado, Juan, y en él está representada toda la humanidad.Muchos Padres de la Iglesia ven un sentido más profundo en este título de “mujer”. Consideraban que es una clara alusión al protoevangelio (Gen 3,15) donde se habla del triunfo de la “mujer” y de su linaje sobre la serpiente.Parece que la respuesta de Jesús es una negativa y además incluye la razón del rechazo, y es que según la voluntad de su Padre Dios no ha llegado su hora.

Sin embargo la reacción de María, pues a pesar de la respuesta negativa de su hijo, ella está convencida de que su petición será escuchada y que Jesús hará el milagro.

Seguramente que el tono con que Jesús le respondió hicieron comprender a María que su petición sería escuchada. Aquí vemos que el Padre adelanta esa hora de la manifestación de la gloria de su Hijo por la intercesión de María.Hay una enseñanza importante en lo que dijo María a continuación a los sirvientes y que continua diciéndonos a cada uno de nosotros, pues esa es su misión: que hagamos y cumplamos lo que Jesús nos enseña.

“HACED LO QUE JESÚS OS DIGA.”Jesús les dijo a los criados: “LLENAD LAS VASIJAS DE AGUA.” El agua conque llenaron las vasijas, era agua de la quebrada para

lavarse las manos y los pies. “Esa es nuestra naturaleza humana, corrompida y llena de maldades y Jesús la eleva hasta unirla a su divinidad. Si nuestra vida es turbia, Jesús la puede transformar en vino generoso, agradable a la divinidad”.

HACED LO QUE ÉL OS DIGA

Si este mundo es malvado, Dios lo puede transformar en tierra nueva y cielos nuevos. No hay terreno estéril que él no pueda transformarlo en maravilloso jardín.” (P. Eliécer Sálesman).“Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos. Esas tinajas representan la falta de amor en la relación con Dios. Además están vacías, no tienen nada que dar. El evangelio afirma que esas tinajas ‘servían para la purificación de los judíos’. Eso nos muestra como la institución religiosa veía la relación con Dios: una relación distante, fría, ante un Dios que podía en cualquier momento, irritarse con su pueblo. Y el pueblo trataba de agradarlo con ritos de purificación.

Las tinajas de piedra, que representan la Ley, son seis. Ese número recuerda las fiestas judías del evangelio.Jesús manda que llenen las tinajas de agua.Pero de acuerdo con el versículo 9, el cambio de

agua en vino no sucede dentro de ellas sino afuera.Eso demuestra que Jesús no vino para remendar la situación, sino para cambiarla radicalmente.

La abundancia de vino (alrededor de 600 litros) revela el amor extraordinario de Dios, presente en la vida y la acción de Jesús. Él es el esposo de la humanidad y sellará la Nueva Alianza dando su vida por amor.”Ese vino es presentado al maestresala (que era el encargado de catar el vino) para que lo pruebe antes de servirlo a los invitados. i“El maestresala, que representa la institución, hace un reproche al novio por haber guardado el mejor vino hasta el final, cuando los invitados ya estaban bebidos. Para el maestresala el vino nuevo es la Ley y ella es suficiente. No admite cambios en el sistema que aparta al pueblo de Dios. Con eso rehúsa la novedad del amor de Jesús.” (José Bortolini en el Evangelio de Juan)

En Caná Jesús manifestó su gloria, la gloria de Mesías y de Hijo de Dios. El primer milagro de Jesús que puso ante los ojos de sus discípulos la gloria y el poder divino del que estaba revestido internamente.

Todo milagro del Señor es una verdadera revelación de su persona y un mensaje de salvación para quien quiere aceptarle con fe verdadera.

Un día de bodas el vino faltóImposible poderlo comprarQue bello milagro hiciste, SeñorCon el agua de aquel manantial.

Colmaste del vino mejorLas tinajas que puede llenar,Yo puse mi esfuerzo, yo puse mi afán,Tú pusiste, Jesús lo demás.

P. E. Sálesman