suplemento cultural - hp 708

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“Mis juegos favoritos son la quemada y el chiboche mi comida favorita es tortas de jamon ychuleta de grande quiero ser un militar o un lisensiado o Diputado”, Jose Manuel Vargas, niño tepehuano Por: Redacción Comunicante Págs: 4 y 5 Palabras de niño, palabras que no tienen doblez Comunicante Comunicante Comunicante VIERNES 29 DE ABRIL DE 2016 SUPLEMENTO CULTURAL 75 Kavafis, “pide que tu camino sea largo” Nació el 29 de abril (1863) y murió el 29 de abril (1933), exactamente a los 70 años… como si tuviera una cita pactada ¿Para Elisa? No. Era para Teresa ¿Elisabeth Röckel o Teresa Brunswick? He ahí el dilema Edición Comunicante Pág. 7 Edición Comunicante Pág. 6

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Palabras de niño, palabras que no tienen doblez

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Page 1: SUPLEMENTO CULTURAL - HP 708

“Mis juegos favoritos son la quemada y el chiboche mi comida favorita es tortas de jamon ychuleta de grande quiero ser un militar o un lisensiado o Diputado”,

Jose Manuel Vargas, niño tepehuano

Por: Redacción Comunicante Págs: 4 y 5

Palabras de niño, palabras que no tienen doblez

ComunicanteComunicanteComunicanteVIERNES 29 DE ABRIL DE 2016 SUPLEMENTO CULTURAL 75

Kavafis, “pide que tu camino sea largo”

Nació el 29 de abril (1863) y murió el 29 de abril (1933), exactamente a los 70

años… como si tuviera una cita pactada

¿Para Elisa? No. Era para Teresa¿Elisabeth Röckel o Teresa Brunswick? He ahí el dilema

Edición Comunicante Pág. 7Edición Comunicante Pág. 6

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VIERNES 29 DE ABRIL DE 2016

Diseño / Grupo Editorial HADEC

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“Me enorgullezco de ser lo que soy, esto es: un hombre que antes de imponer sacrificios a los demás se los impone a sí mismo y que antes de llamar a la disciplina a los demás se somete a esa disciplina”. Así lo dijo ese hombre que, junto a su mujer, Clara Petacci, fue fusilado, colgado al revés y mutilado el día que el pueblo se cansó de “su disciplina” y “sus sacrificios”: el dictador italiano Benito Mussolini, ajusticiado sumariamente el 28 de abril de 1945.

Sabato: el hombre triste que no se quería ir

(Nació el 29 de abril de 1936).

“Mozart existirá hasta que muera la última cucaracha”, Zubin Mehta.

Ernesto Sabato era un hombre triste; de tan triste parecía que esa

era su naturaleza; más que su cuerpo, su mirada, sus palabras, más que todo eso, Sábato era físicamente triste. Y, sin embargo, siempre que lo recuerdo lo veo pidiéndole a Jorge Valdano, su paisano exfutbolista, que le diera un puñetazo en el estómago: “para que compruebe lo fuerte que estoy”.Una vez, en el restaurante Casa Lucio de Madrid, donde

había querido comer huevos estrellados, cantamos juntos, con Elvira González Fraga, una milonga argentina de Reguera, creo: “Se me está haciendo la noche/ en la mitad de la tarde/ no quiero volverme sombra/ quiero ser luz y quedarme”. Sábato hizo suyos esos versos, pues él, que ya llevaba avanzados los 90, quería quedarse, seguir, estar, terminarse esos huevos estre-llados, seguir viaje a Galicia, a Sevilla, volver a Argentina, vivir, aunque ya su estómago

no estuviera tan firme como cuando le pidió a Valdano que le golpeara la barriga, “si viera lo fuerte que está”.En sus diarios españoles (“España en los diarios de mi vejez”, Seix Barral), escribió esta entrada: “Cuando sien-to que me falta tanto de lo que gocé en otras épocas, me queda esto, agarrar un papel o sentarme a mi vieja máquina de escribir, vieja y compañera, y anotar esto, esto quizá sin importancia, pero que me hace sentir reunido con los anóni-

mos y sin embargo, por algún misterio, cercanos lectores que estos papeles tendrán”.Quería desaparecer, eso está en sus libros, pero quería que-darse, eso estaba en su mirada herida que ahora se acaba de apagar. Ernesto Sabato, un titán disminuido siempre por la constancia rabiosa de su melancolía. (“Recuerdo del hombre que se reunía con los anónimos”, Juan Cruz; El País, 30 de abril de 2011, día de la muerte de Sabato. Edición Comunicante).

Nomás por hablar de algo...La Efeméride

El jazz rompe barreras y crea oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia; es una forma de libertad de expresión; simboliza la unidad y la paz; reduce las tensiones entre los individuos, los grupos y las comunidades; fomenta la igualdad de género; estimula el diálogo intercultural y facilita la integración de jóvenes marginados… por eso y por más, especialmente porque es un placer, el 30 de abril es también el Día Internacional del Jazz.

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VIERNES 29 DE ABRIL DE 2016

3SATÍN Y SEDA

Cuando las vacas rumian… se acaba el feng shui

Relajación.- Acción y efecto de rela-jar o relajarse. Pérdida de tensiones que sufre un material que ha estado

sometido a una deformación constante. La Pontificia y Real Academia Española.

Relajación.- Supuesta acción de relajar o relajarse. Pérdida del pelo, el humor y has-ta el semblante que sufren las madres de familia debido a la constante deformación de comunicación que existe entre sus hijas adolescentes. El siempre estresado y nunca igualada Vulgo.

-¿Qué estás haciendo? -se acerca Yaya, mi hija adolescente. ¿Que qué estaba ha-ciendo? Yo me disponía a tomar unos mo-mentos de relajación, estaba segura de que si no hacía esto antes del fin de semana, no iba a sobrevivir más tiempo. Por lo tanto acerqué mis velas aromáticas que compré en mi viaje a... ya no me acuerdo, y por el olor a naftalina de las mismas pienso que fue hace mucho tiem-po. Coloqué dentro de la gra-badora de Lole, mi otra hija, un disco compacto elegido previa-mente para estos casos; un tape-te, incienso, toallas, agua y fruta fresca (no dudo que después de empezar mi organismo me pida a gritos comida).

-Estoy comenzando unos ejercicios de relajación, como no tengo tiempo para ir al yoga, a tai chi, ejercicios psicoprofilácticos, ni siquiera a clases de tejido a dos agujas, he decidido darme un tiempo para mí.

-Me parece bien mamá, te lo mereces. ¿Cuánto tiempo crees que estarás relajada?

-El tiempo que sea necesario -respondo.-¿Me prestas tu carro mientras te relajas?-Por supuesto que no.-¡¿Por qué?!, ¿por qué?, ¿por qué? ¡Án-

dale! Un ratito -insiste como líder cedepista en la Plaza de Armas.

-Mira, mi idea es relajarme, está claro. Pues bien, si te llevas el carro nunca podré relajarme hasta saber que estás sana y salva dentro de tu cama.

-No es justo, tú siempre disfrutas y no-sotros encerradas –dice y se aleja hacia su

computadora mientras escucho a lo lejos un “¡nunca fuiste joven!”,

Estoy comenzando unos ejercicios de relajación, como no tengo tiempo para ir al yoga

“¿por qué quieres que no-sotros seamos monjas?”, “¿acaso tienes hijas amar-gadas?”. Encogí los hom-bros y pulsé la grabadora o “reproductora”, como la llaman actualmente.

El zumbido de que algo no estaba bien me alertó y me incorporé para manejar mejor el aparato... Play, Record, Mx, Min, CD, y flechas de izquierda a derecha que no me indica-ron nada. Pulsé todos los botones y nada pasó. Descarté la idea de otra confrontación con mi hija y busqué a la segunda, quien salió a encon-trarme porque buscaba su “reproductora”.

-¿Qué estás haciendo con ella mamá? -me preguntó un tanto apurada.

-Voy a relajarme y quiero escuchar música, ¿puedes ver qué pasó?, ya que no funciona -la

niña se agachó, puso el disco compacto en su lugar y, ¡vualá! De pronto se escu-charon los acor-des de violines y

campanas simulando un campo llovido. No qui-se verle la cara de “vuelve a tus cassettes y a los tocadiscos” y me tiré sobre el tapete una vez que las velas estaban encendidas. Realmente estaba cansada, incluso sentía vibraciones de mi cuerpo astral, como sensaciones ex-trañas a mi alrededor. Abrí los ojos lentamente para cerciorarme de que todavía estaba en el mundo real y... me encuentro ante un par de ojos que me miran fija-mente.

-Mamá, ¿puedo jugar con mis soldaditos cerca de las velas? Voy a formar un campamen-to y lasvoy a poner de fogata –dice el niño y me señala unos 15 miembros del “honorable ejér-cito” flotando en el agua que tengo para mojar las toallas.

Explicar nuevamente me daba “diarrea men-tal”, simplemente abrí la boca lo más que pude y emití un solo sonido con todas mis fuerzas: “¡¡¡Fuera!!!”. Dio resultado. No vi señales de ni-

ños a mi alrededor, ni siquiera de grillos, por lo que iba a estar, ¡ahora sí!, completa-mente sola. Volví a poner la música, mojé la toalla una vez que saqué a la “Marina Ar-mada de México” de mi plato y me la puse sobre mi frente.

Los sonidos de hojas secas que mueve el viento realmente eran muy relajantes, po-día transportarme a un bosque con fieras y con el Sol cayendo y el viento en la cara; podía escuchar el trinar de los pájaros, unas vacas rumiando... ¿Vacas rumiando? ¿En pleno bosque de coníferas?

Abrí los ojos alarmada por lo alocado de mi imaginación y... tal como lo supuse, ahí estaba “la vaca rumiando”: uno de los niños absoluta y completamente feliz comiéndose una manzana.

-Hola, ¿qué estás haciendo? Tú no dejas que coma en la tele, ¿por qué entonces hay comida en la sala? ¿Podemos comer aquí? Ahorita traigo mi cereal.

No sabía si enojarme y arrancarme el pelo o ponerme a llorar de impoten-cia. Recogí en silen-cio todo el ritual que había montado para mi sesión de “relax”. Me dirigí a la cocina,

preparé unas palomitas de microondas y me fui a sentar junto a mi hija que estaba viendo un programa.

-¿Qué estás viendo? -le pregunté mien-tras sostenía el platón con las palomitas.

-“El exorcista... el comienzo” -dice con parsimonia. ¡Excelente!, pensé, no hay nada mejor para relajarse que una sesión de “pe-los parados”, gritos ahogados y pul-saciones en la garganta. Quién ne-cesita del feng shui para meditar.

El zumbido de que algo no estaba bien me alertó

y me incorporé para manejar mejor el aparato

Los sonidos de hojas secas que mueve el

viento realmente eran muy relajantes

Nadia Bracho

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VIERNES 29 DE ABRIL DE 2016

Palabras de niño, palabras que no tienen doblezPor Redacción Comunicante

“Mis juegos favoritos son la quemada y el chiboche mi comida favorita es tortas de jamon y chuleta de grande quiero ser un militar o un lisensiado o Diputado”, Jose Manuel Vargas, niño tepehuano

“De mi Papa ni les cuento porque ni lo conozco”

“Dejemos de ser sociedades y poblaciones invisibles, vamos a vernos, admirarnos, querernos y escuchar-nos en esta gran fiesta que es de todos, esta gran

fiesta que día con día nos traen todas y todos los niños de cada rincón y cada cielo abierto”. Jesús Alvarado.

Una manera de abrir los cielos es escuchando a los niños. En ellos reside aún el sonido del origen, el princi-pio del cual venimos todos aunque, con el tiempo, el camino nos extravía y nos aleja del idioma primero, el más sim-ple: las palabras sin doblez con las que un día aprendimos a llamar a las cosas por su nombre. Con la edad llega Babel, y las lenguas y los significados se con-funden. Y el hombre no es ya el que fue cuando su tiempo era todavía retoño de existencia tierno.

Por eso, hay que escuchar a los ni-ños para, por lo menos, recordar.

Valgan por eso estas palabras de niños, escritas a partir de sus miradas frente a la vida. Son niños que hablan de la vaca, del coyote, del chivo y de los duendes, de princesas y príncipes que quién sabe si un día vivirán felices para siempre... porque esa es otra historia.

La Fundación Semilla y el Programa Munici-pal de Promoción y Fomento a la Lectura ofrecen algunos relatos escritos por niños. Los primeros, de niños y niñas tepehuanos; los segundos, niños y niñas de la ciu-dad. Las maneras de decir tienen las variaciones naturales de entornos tan distintos, pero en las dos se adivina el mismo origen: el mundo visto con ojos de niño. (Se respe-tan la redacción y la ortografía originales).

Carlos de la Cruz CallerosHola soy Carlos de la Cruz Calleros tengo 10 años viví 9 años con mi abuelita Teresa Calleros Mendía en Santa María de Ocotán, Mpio. De Mezquital Durango. Mi mamá se llama Valentina de la Cruz Calleros y actualmente vivo con ella tengo 4 hermanos a quien quiero mucho de mi Papa ni les cuento porque ni lo conozco en el poco tiem-po que tengo estudiando en la Luis Donaldo Colosio echo

algunos amigos me gusta comer enchiladas y pastel, jugar futbol y peso 23 de grande quiero ser maestro y me siento muy contento y feliz de estar aquí en Durango.

El cabaroCaminando hacia mi casa / me encontré una cosa rara / dijo que era un cabaro / me pidió que de caminar no parara.

Y sin razón pude entenderlo / pues era mezcla de un gran caballo / y un enorme pá-jaro rayado / más ade-lante él me alcanzara.

Sin poder comprender-lo / ya junto con él viajaba / montado en sus bellas alas / por los aires con él volaba.

Nos hicimos amigos / viajamos por muchos lados / conocimos fabulosos mundos / encontramos cosas inesperados.

Nos despedimos al despertar / me prometió regresar / y en cada uno de mis sueños / me podría visitar. (Alexis García Rodríguez, 10 años).

La mujer vampiraEra una vez una mujer vampira tenia hambre y entonces Luis y su amigo gerardo iban caminando por el parque, después la mujer vampira se convirtio en un murcielago y salio volando desdel castillo despues se metia en un cuerpo de una muchacha bonita entonces fue a chiparle la sangre.

Luis y Gerardo se encontraron con ella despues dijo quieres ser mi novia dijo la muchacha si.

Despues se cazarse la mujer beso al novio cuando la beso le saco toda la sangre a Luis. (Celestino Solís Aguilar).

El duendeUn fin de semana por la noche jugaba con mi primo al X-box, después de dos horas de juego ininterrumpido, deci-dimos parar, salí a la tienda a comprar algo y mi primo

me encargo una bolsa de papitas con chile y limón, pero cuando regresé ya mi primo se había quedado dormido, guardé la bolsa de papas en la alacena de la cocina y me fui a casa pues somos vecinos.

Pensé entonces que debía regresar y decirle a mi primo dónde había guardado su bolsa de papas, pero al entrar en la recamara descubrí con sorpresa que estaba un pequeño duende sentado en la orilla de la cama junto a mi primo. El duende volteo a verme y me asusté, grité con fuerza: ¡Hay un duende!

Mi primo despertó, lo vio, y los dos salimos corriendo, pero alcancé a ver que el duende se metía debajo de la cama. Fuimos a buscar a mi tía para informarle y acompañados de ella su-bimos a buscarlo, pero ya no estaba, revisamos la habitación de arriba ha-cia abajo y no lo encontramos.

Para entonces, ni mi tía ni el resto de la fami-

“Me gusta comer enchiladas con arroz. De grande quiero ser maestra”

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lia nos creía. Sin embargo pronto

salió el duende corriendo de la recámara rumbo a la cocina, de-

lante de todos los presentes que se quedaron con la boca abierta al verlo.

Mi abuelita comenzó a leer la biblia, mi tía rezaba en voz alta y se persignaba, los mue-bles de la sala comenzaron a moverse cómo si alguien estuviera debajo de ellos. Mi primo y yo, armándonos de valor y bien firmes lo

enfrentamos y le preguntamos: ¿Qué es lo que quieres?

Volteó a vernos y simplemente dijo: ¿Dónde están las papitas? (Moisés García Sánchez, 11 años). Paulina Flores

ReyesHola soi Paulina Flores Reyes vivo Mesa

de Tabacos, naci en Durango Junio 01 de 1998 Mis papas se yaman Paulina Reyes Ra-mirez Mi papa ya se murió mis dos herma-nos ya se murieron, tengo un hermano con migo somos 4 soy feliz con mi familia soy feliz aquí en Durango tengo 12 años toy en la escuela luiz Donaldo colosio pronto voy a salir de primaria lla no voy a estudiar. Me gusta jugar al fut, basquet, quemada, beis-boll. Me gusta comer Pastel, y jelatinas, de grande Quiero ser Maestra.

La burbuja mágicaHabía una vez una burbuja mágica muy grande, bonita

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VIERNES 29 DE ABRIL DE 2016

Palabras de niño, palabras que no tienen doblezPor Redacción Comunicante

“Mis juegos favoritos son la quemada y el chiboche mi comida favorita es tortas de jamon y chuleta de grande quiero ser un militar o un lisensiado o Diputado”, Jose Manuel Vargas, niño tepehuano

“De mi Papa ni les cuento porque ni lo conozco”

me encargo una bolsa de papitas con chile y limón, pero cuando regresé ya mi primo se había quedado dormido, guardé la bolsa de papas en la alacena de la cocina y me fui a casa pues somos vecinos.

Pensé entonces que debía regresar y decirle a mi primo dónde había guardado su bolsa de papas, pero al entrar en la recamara descubrí con sorpresa que estaba un pequeño duende sentado en la orilla de la cama junto a mi primo. El duende volteo a verme y me asusté, grité con fuerza: ¡Hay un duende!

Mi primo despertó, lo vio, y los dos salimos corriendo, pero alcancé a ver que el duende se metía debajo de la cama. Fuimos a buscar a mi tía para informarle y acompañados de ella su-bimos a buscarlo, pero ya no estaba, revisamos la habitación de arriba ha-cia abajo y no lo encontramos.

Para entonces, ni mi tía ni el resto de la fami-

“El oso es mi mascota favorita porque es esponjoso”

A partir de 1956 se instituye en todos los países un Día Universal del Niño

y brillante. Un día paso una princesa que se llamaba Bella quien quería casarse con el príncipe pero su padre no la dejaba. Así que la burbuja má-gica decidió ayudarla.

Cierto día se dirigió a ella, la metió y se la llevó volan-do muy lejos a donde vivía el amor de su vida.

Después de viajar un rato por los cielos y las nubes, la

bajó en el palacio donde vivía el príncipe. AL verla se puso muy contento.

Pasaron varios meses, se casaron, tuvieron muchos hijos y empezaron a vivir felices, pero quien sabe si fue por siempre, porque este cuento termina hasta aquí. Lo que siguió de sus vidas es otra historia. (Alexa Nahomi Carreón Zapata, nueve años).

Colorín colorado…Hola yo me llamo Francisco y me apellido Estrada Reyes, nací en la sierra el 1 de abril de 1999, soy tepehuano... Antes vivíamos en un pueblito que se llamaba jerusalen tengo muchos parientes pero yo ya soy tio de todos los hijos e hijas de mis hermanas y hermanos no mas que no están cerca de nosotros. Terminando la primaria voy a entrar a la secundaria y le voy a echar muchas ganas porque si no me voy a quedar atras de grande quiero ser maestro de ingles y colorin colorado este cuento se ha acabado.

(Fuentes: “Decires de mi pueblo. Niños tepehuanos, relatos, cuentos y leyendas”, Fundación Semilla y Letras Revueltas, Programa Municipal de Promoción y Fomen-to a la Lectura).

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Comprende “qué significan las Ítacas”

Nació el 29 de abril (1863) y murió el 29 de abril (1933), exactamente a los 70 años… como si tuviera una cita pactada

Por Edición Comunicante

Kavafis, “pide que tu camino sea largo”

“Nada, nada, nada... no se puede añadir nada. Kavafis no se puede comentar ni tocar ni medir ni dejar de sentir. Es sim-

plemente la profundidad insondable y una muesca en el sentimiento del alma. Es el corte del hacha en el tronco vivo. Es aquello que uno ansía soñar y reza ateo, y besa al desengaño, y rompe los cristales y el espejo, y huye lentamente en la calesa alejandrina... y nada que añadir. Nada que tocar. Cerrar la puerta y no sentir para poder seguir vivien-do y no estallar amando...

“Nada que añadir. Solamente soñar y en el sueño, navegando, llegar a Ítaca y des-pertar. En la patria de Ulises mirar tu reflejo en el mar y olvidarte de que un día, la vida, inestable y sibilina, parirte quiso en esa isla y falló el tiro. Y ahora en otra riba mirarás lo azul y el llanto brotará, desdichado de ti, añorarás no haber nacido”. (“Konstantinos Kavafis: Ítaca”; lapa-siongriega.blogspot.mx).

Y es verdad: hay palabras que no se pueden tocar; palabras que no necesitan más palabras.

Sin embargo, habría que intentar -sólo eso, intentar- entender qué es Ítaca. Es la pa-tria añorada de Ulises, es el retorno con el que sueña veinte años; es la melancolía de Penélope que teje y desteje la red y piensa: un día habrá de volver. Ítaca es el origen que se lleva dentro y que llama, que pronuncia el nombre del que un día se va. Todos llevan dentro ese lugar al que el alma urge a volver.

-- -- -Konstantinos Kavafis nació en Alejandría,

fue un hombre de pocos amigos, igual que lo son tantos de aquellos que tienen la mirada puesta, siempre, hacia alguna otra parte, quizá en la Ítaca en la cual sueñan con volver un día.

Pasados los treinta tuvo su primer em-pleo formal, “donde copiaba informes,

llevaba cuentas bancarias, maneja-ba la correspondencia extranjera

y traducía documentos” (“Kavafis”, Harold Alvarado Tenorio; enfocarte.com); en eso pasó al menos treinta años más. Pero las tardes y las noches libres le permitieron acuñar poemas, eróticos los primeros, y aunque en el principio la recepción de los griegos fue indiferente, el hijo de Pe-dro Kavafis y Khariklia Potiadis agradeció la libertad que no ser famoso le propor-cionaba: “La ventaja es la independencia intelectual que se garantiza. Cuando un escritor sabe bien que unos pocos ejem-plares serán vendidos, gana una gran in-

dependencia para su trabajo creador. El escritor que tiene la seguridad, o al menos la posibilidad de vender toda su edición, y quizás futuras ediciones, no po-

cas veces es influenciado por las futuras ventas.“Casi sin saberlo, sin pensarlo, habrá circuns-

tancias cuando, conociendo lo que el público piensa, lo que gusta y compraría, hará algunos pequeños sacrificios, escribirá esta frase un poco diferente, dejará fuera aquello. Y no hay nada más destructivo para el arte, tiemblo con sólo pensarlo, cuando una frase debe ser cambiada, cuando hay que omitir algo”. Así, en una de esas tantas noches sumergido en el goce de la libertad anticipada, nació “Ítaca”.

Que sean él, él y sus palabras pues, los que di-gan lo que deba ser dicho. Y que sea luego com-prender “qué significan las Ítacas”.

ÍtacaCuando partas hacia Ítaca / pide que tu camino sea largo / y rico en aventuras y conocimiento. / A Lestrigones, Cíclopes / y furioso Poseidón no te-mas, / en tu camino no los encontrarás / mientras en alto mantengas tu pensamiento, / mientras una extraña sensación / invada tu espíritu y tu cuerpo. / A Lestrigones, Cíclopes / y fiero Poseidón no en-

contrarás si no los llevas en tu alma, / si no es tu alma que ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo. / Que mu-chas mañanas de verano haya en tu ruta / cuando con placer, con alegría / arribes a puertos nunca vistos. / Detente en los mer-cados fenicios / para comprar finos objetos: / madreperla y coral, ámbar y ébano, / sen-suales perfumes, -tantos como puedas- /

y visita numerosas ciudades egipcias / para aprender de sus sabios. / Lleva a Ítaca siempre en tu pensa-miento, / llegar a ella es tu destino. / No

apresures el viaje, / mejor que dure muchos años / y viejo seas cuando a ella llegues, / rico con lo que has ganado en el camino / sin esperar que Ítaca te recompense.

A Ítaca debes el maravilloso viaje. / Sin ella no habrías emprendido el camino / y ahora nada tiene para ofrecerte. / Si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó. / Hoy que eres sabio, y en experiencias rico, / comprendes qué significan las Ítacas.

La independencia intelectual, uno de los

alicientes que le granjeó la indiferencia

“A Lestrigones, Cíclopes y fiero Poseidón no

encontrarás si no los llevas en tu alma”

“Lleva a Ítaca siempre en tu pensamiento”

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VIERNES 29 DE ABRIL DE 2016

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Ludwig van Beethoven nació en una buhardilla de Bonn, ciudad alemana situada a orillas del Rin.

Su infancia se desarrolló entre mu-chas penurias y dificultades personales y económicas. Su padre era un tenor borracho y mediocre. Su madre una criada con muchos problemas de salud.

A los cuatro años el niño Ludwig co-mienza a manifestar grandes cualidades para la música, algo que intenta explotar su padre que le somete a una dura disciplina de ensayos. Permane-ce horas frente al clave o ensayando con el violín. A los once años comien-za su vida profesional como músico y a los diecisiete es él quien sustenta a su familia.

En 1792 se traslada a Viena después de experimentar su primer desengaño sentimental. Se había enamorado de Leonor de Breuning, pero ella decide casarse con el doctor Wegler, uno de los mejores amigos de Beethoven.

En Viena, capital musical del mun-do, se inicia como compositor. Tiene 25 años. Comienza a serpopular por sus creaciones. Las mujeres se enamoran de su talento. Pero al conocerlo, le re-chazan por su físico y sus modales. Le consideran un salvaje o un vagabundo.

Una noche se despierta con un fuerte zumbido en la oreja. La enfermedad está dando su primer toque de alerta. Le co-

El 27 de abril de 1810, Beethoven compone su famosa pieza para piano

que es objeto del debate

“La música constituye una

revelación más alta que ninguna

filosofía”

También en el arte, así se hacen los chismes

¿Elisabeth Röckel o Teresa Brunswick? He ahí el dilema

Por Edición Comunicante

¿Para Elisa? No. Era para Teresa

munican que se va a quedar sordo, pero se niega a admitirlo y guarda en secreto su problema, fatal para un compositor.

Pero las desgracias del Ludwig no terminan ahí. Al do-lor que le produce su sordera se suma el desamor, la pasión y el desengaño. Por su vida pasaron muchos amores, todos frustrados. Todo agravado por su carácter soñador y vol-cánico. Se suman los rechazos: Leonor de Breuning, Maria Erdödy, Julieta Guicciardi, Bettina Brentano...

Corre el año 1810. Beethoven, ya llegado a los cuarenta, ha compuesto algunas de sus sinfonías, pero pasa grandes apuros económicos y apenas tiene para pagarse la comida. Es enton-ces cuando conoce a la joven Teresa Brunswick, veintidós años

más joven que él. Había sido su profesor y era amigo de la familia, que le invita a Martonvásár, en Hungría. Allí surge una amistad sincera, esta vez parece que correspondida por la joven. Dos almas

sensibles y apasionadas. Es una época de gran creatividad, el ya maduro Ludwig compone algunas de sus mejores obras, entre ellas la sexta sinfonía y una breve obra para piano en la menor: “Para Elisa”... pero Beethoven la compuso para Teresa.

La confusión se debe al musicólogo Ludwig Nohl, que en 1865 la descubre en un documento en mal estado y se confunde al tratar de reproducir la dedicatoria.

Teresa Brunswick terminó por abandonar al genial mú-sico alemán por la diferencia social.

Beethoven era un genio. Pero un genio pobre. (“Beetho-ven no compuso ‘Para Elisa’, lo hizo para Teresa”, Antonio Muñiz; ABC España; 4 de junio de 2015).

LA VERSIÓN “AUTORIZADA”El musicólogo berlinés Klaus Martin Kopitz cree haber descubier-to la personalidad secreta de la Elisa de Beethoven. “He estado trabajando durante años en una publicación llamada ‘Beethoven bajo la mirada de sus contemporáneos’, la cual incluye todos los

reportes de gente que conoció al músico personalmente en forma de extractos de diarios, cartas, poemas y memorias. Allí se menciona a ciertas mujeres, entre las que figura Elisabeth Röckel”, relata el experto.

Elisabeth Röckel nació en 1793. Era la hija menor del cantante Joseph Röckel, quien interpretaba el papel de “Florestán” en la ópera “Fidelio”, de Beethoven. Elise (de Elisabeth, en alemán), su hija, quien tenía también inclinación por la música, era una ex-celente pianista y más tarde también se dedicó al canto, y entabló una estre-cha amistad con Beethoven.

“De acuerdo con lo que escribió, su relación debe haber sido bastante es-trecha”, dice Kopitz. En una carta, Elisa relata los pormenores de una velada con Beethoven, junto al famoso guita-rrista Mauro Giuliani y el compositor Johann Nepomuk Hummel, quien más tarde se convertiría en el marido de Elisa. (“¿Quién fue la Elisa de Beetho-ven?”, Anastassia Boutsko; dw.com).

Entonces, ¿quién dice la verdad? La única certeza es que los expertos no se ponen de acuerdo. A final de cuentas, “Elisa o Teresa, la música es la misma” y, como cuestiona Bernhard Appel, director del Archivo Beetho-ven en la Casa de Beethoven en Bonn: “¿cambiaría la música sisupiéramos a quién estaba dedicada?”. La respuesta, por supuesto, es no.

Elisa

Teresa

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VIERNES 29 DE ABRIL DE 2016

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“Tocaba durante toda la noche, trabajando hasta el amanecer por 50 centavos y un panecillo, y estaba contento”

Por Erlantz Bikendi Gonzalez

“¡Diablos! ¡Sé cantar blues!”

Cuando se habla del blues de Chicago, Muddy Waters, que literalmente significa “Aguas

fangosas”, es nuestro hombre: afe-rrado a sus raíces, orgullosamente, sacó adelante el blues del profundo Mississippi a través de todas las mo-das musicales de su época, el boom del folk y el flower power, el rock ácido y la apatía.

En Muddy Waters se funden toda la pasión, la rabia y la sensualidad del blues. En su música errante está el ru-mor del tren que lo llevó, junto a sus amigos, hasta Chicago; en su blues es-tridente están el sudor, las tribulacio-nes y las fantasías de los trabajadores, hombres y mujeres.

Muddy Waters, cuyo verdadero nombre fue McKinley Morganfield, nació en Clarksdale, en el seno de una familia de aparceros del delta del Mis-sissippi. Sus pri-meras experien-cias musicales tuvieron lugar en los pequeños grupos de músi-ca country que acomp añaban los bailes du-rante las fiestas campestres del sábado por la noche, pero el blues estaba justo a la vuelta de la esqui-na. Muddy vivía rodeado de músicos como Son House, un cantante cuya voz se podía oír por todo un campo de algodón de diez acres y que poseía una lastimera forma de tocar su gui-tarra “bottleneck”. Otro personaje con el que Muddy estuvo en contacto du-rante un breve tiempo es otro mito del blues, Robert Johnson.

Precisamente, tras las huellas de Robert Johnson, llegó a Clarksdale en 1941 el cazatalentos Alan Lomax: Johnson había muerto, pero quedaba la leyenda de su música, de la que Lo-

max quería tomar testimonios. Se dirigió a Muddy Waters, el me-

jor bluesman de la ciudad. Lomax grabó de Muddy “Coun-try blues” y “I be's troubled”, dos blues de gran fuerza. “Me escuché por primera vez y pensé: ¡Diablos! ¡Sé cantar blues! Me sorprendió, porque no sabía que era capaz de cantar así”.

“Amigo, tocaba durante toda la noche, trabajando hasta el amanecer por 50 centavos y un panecillo, y estaba con-

tento”. Muddy ya estaba preparado para irse al Norte.

En 1943 llegó a Chicago, encon-tró trabajo en una fábrica de papel e hizo un montón de amigos en el ambiente de los bluesmen. En parti-cular, conoció a un gigante de aque-lla escena musical, Big Bill Broonzy, que lo llevó con él por el circuito de los clubs, incitándolo a hacer nueva música. En 1947 Muddy empezó a

grabar para los hermanos Chess discos en los que al prin-cipio tocaba él solo o, como máximo, con un bajo y otra guitarra como acompañamiento. En 1950 formó un equi-po con el brillante maestro de la armónica Little Walter, e inmediatamente ambos descubrieron tener una relación milagrosa. En los dos años siguientes se constituyó de for-ma natural The Muddy Waters Band: Little Walter, Jimmy Rogers a la guitarra, Otis Spann al piano, y al bajo y la batería una serie interminable de músicos.

Muddy también llevó a su banda de gira por el Sur: “Todos venían a escucharnos desde decenas de kilómetros y si había menos de seiscientas u ochocientas personas se podía considerar un mal concierto... Pagaban dos o tres dólares por venir: quizá no comían al día siguiente, pero, el lugar se ponía al rojo vivo”.

Tal como lo describió Paul Olivier en 1958: “Cantaba libremente, golpeando con los pies, saltando, meneándose, todo su cuerpo se movía como si fuera la expresión física

de su blues”. Este era el Muddy Waters que los seguidores británicos del blues y el jazz descubrieron en 1958, la épo-ca de su primera aparición en Gran Bretaña. Para muchos era algo horri-ble: conocían el blues de las cautas adaptaciones de Big Bill Broonzy o, en el mejor de los casos, de los primeros discos de Waters, los que aún tenían el sabor del campo, y no tenían ninguna experiencia directa del hirviente blues urbano de Chicago. Palabras como “decadente” o “vulgar” aparecieron en la prensa. Nadie le había advertido que habrían preferido a un conserva-dor antes que un genuino innovador.

Ante esta reacción negativa, Muddy decidió grabar un álbum más tradicional, titulado “Muddy Waters sings Big Bill”. Al final de la década (los cincuenta), los jóvenes músicos blancos empezaron a nombrarlo como su dios tutelar. (“Muddy Waters”; his-toriasderock.es.t).

1964. Los Rolling Stones ate-rrizan en Chicago. Están exci-tados, tienen una cita en el 2120 de Michigan Avenue. Exacto: el estudio de Chess Records, donde se han grabado muchos de los dis-cos que les sirven de combustible. Allí, Keith Richards se topa con Muddy Waters. Y queda noquea-do: el hombre que, con su “Rollin’ Stone”, les ha proporcionado su nombre, está subido en una esca-lera, pintando el techo. ¿La lec-ción? Puedes ser el más grande en tu campo pero, cuando llegan las vacas f lacas, resígnate a vivir de la caridad de tu discográfica. (“Blancos y negros juegan al aje-drez”, Diego A. Manrique; El País, 22 de julio de 2013).

“Me levanté una mañana de Navidad y no teníamos

nada que comer. No teníamos una manzana,

no teníamos una naranja, no teníamos un pastel, no

teníamos nada”

Palabras como “decadente” o “vulgar”

aparecieron en la prensa