suplemento cultural - hp 391

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Comunicante Comunicante Comunicante VIERNES 17 DE ABRIL DE 2015 SUPLEMENTO CULTURAL 25 La muerte nunca mata del todo Eduardo Galeano y Günter Grass se van como lo hace el fuego cuando se extingue y deja en el rescoldo la señal de su existencia… ¿Arte del bien común o exabrupto de la vulgaridad? Cuando se habla de política como un arte posible, cala escuchar el discurso grosero, de baja ralea, que algunos han elegido Por: Carlos Yescas Págs: 4 y 5 Juan L. Simental Págs. 6 y 7 Juan L. Simental Pág. 8 Aletss Murdoc Del graffiti al neomuralismo “Se puede vivir del arte, no es tan fácil; hay que echarle ganas, seguir y seguir”

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Aletss Murdoc: del graffiti al neomuralismo

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ComunicanteComunicanteComunicanteVIERNES 17 DE ABRIL DE 2015 SUPLEMENTO CULTURAL 25

La muerte nunca mata del todo

Eduardo Galeano y Günter Grass se van como lo hace el fuego

cuando se extingue y deja en el rescoldo la señal de su

existencia…

¿Arte del bien común o exabrupto de la vulgaridad?Cuando se habla de política como un arte posible, cala escuchar el discurso grosero, de baja ralea, que algunos han elegido

Por: Carlos Yescas Págs: 4 y 5

Juan L. Simental Págs. 6 y 7 Juan L. Simental Pág. 8

Aletss MurdocDel gra�ti al neomuralismo“Se puede vivir del arte, no es tan fácil; hay que echarle ganas, seguir y seguir”

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VIERNES 17 DE ABRIL DE 2015

Editor / Ricardo Bonilla Editor / Daniel Azdar Diseño / Grupo Editorial HADEC

Lo jerónimo en Sor Juana

Nomás por hablar de algo…La EfeméridePuras nacionales: el día 15 de abril de 1957 murió Pedro Infante; 17, de 1695, muere Sor Juana Inés de la Cruz; 17, de 1919, nace Chavela Vargas, costarricense naturalizada mexicana; 18, de 1965, muere el Ing. Guillermo González Camarena, inventor de la televisión a color; 19, de 1966, muere Javier Solís; 19, de 1970, nace Luis Miguel; 19, de 1998, muere Octavio Paz; 20, de 1940, nace Alberto Vázquez; 20, de 1993, muere Mario Moreno “Cantinflas”.

(nació el 17 de abril de 1919)

“Las mujeres con pasado y los hombres con futuro son las personas más interesantes”,Chavela Vargas

Sor Juana Inés de la Cruz tuvo una madre soltera, analfabeta y empresaria

que tomó a su cargo la hacienda manejada por su padre, un buen lector cuya biblioteca despertó en la nieta el apetito de leer.Su inteligencia asombraba a to-dos y molestaba a algunos, como el necio que se atrevió a ofenderla con un epigrama sobre su origen familiar. Ella reviró con otro, “tan sangriento que nos duele en Sor Juana” –dice el padre Alfonso Méndez Plancarte, compilador

de sus “Obras completas”. Fue una mentada de madre feroz, dos redondillas “que dan el colirio merecido a un soberbio”: “El no ser de padre honrado / fuera defecto, a mi ver, / si como recibí el ser / de él, se lo hubiera yo dado. / Más piadosa fue tu madre, / que hizo que a muchos sucedas / para que, entre tantos, puedas / tomar el que más te cuadre”.No era propio de una mujer, y menos de una monja, escribir así. Y, precisamente por eso –

dice Antonio Alatorre en “Sor Juana y los hombres”– escribió este soneto digno de Quevedo: para demostrar que no era me-nos que los hombres.San Jerónimo creía que las mu-jeres tienen que hacer cosas más importantes que casarse. Promovió que se dedicaran al estudio, la contemplación y la oración, con tanto éxito que fue acusado de subversivo de la buena sociedad y líder de aris-tócratas rebeldonas. Jerónimo las animó a estudiar hebreo, no

solo griego, y llegó a respetarlas muchísimo. “Yo no hago nin-guna diferencia entre las santas mujeres [...], los hombres santos y los príncipes de la Iglesia” (carta a Principia).Así, por esa razón tan “simple”, el amor a los libros y a los estudios, es que la Décima Musa dejó las carmelitas de Teresa de Jesús y se fue con las jerónimas, donde, finalmente, se encontró a sí mis-ma. (Gabriel Zaid; Letras Libres, septiembre de 2011. Sor Juana murió el 17 de abril de 1695).

El 16 de abril es Día contra la Esclavitud Infantil. El 16 de abril de 1995 la mafia tapicera de Pakistán asesinó a Iqbal Masih, un niño de 12 años, esclavo del trabajo tapicero, quien, pese a su corta edad, llevaba varios años luchando contra la existencia de 400 millones de niñas y niños esclavos en el mundo. En su honor se instituyó este día.

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VIERNES 17 DE ABRIL DE 2015

Satín y Seda

Mercadotecnia sobre pompas de jabón

Por: Nadia Bracho

¿Qué champú quieres llevar? -pregun-ta el niño notablemente mortificado ante la cantidad de géneros, olores y

colores que presenta para este fin un pasi-llo lleno de arriba hasta abajo y de derecha a izquierda con estos productos.

-El que sea -contesto sin despejar la vista de la lista del mandado, donde suprimo lo menos necesario de ella (como el alpiste para los pája-ros, de todos modos “el Señor se encarga de alimentarlos diariamente”, dice un pasaje de la Biblia y también recuerdo otro que afirma: “gana-rás el sustento con el sudor de tu frente”, por lo que ahora estoy en la disyuntiva entre los pájaros o yo... y por supuesto gané yo).

-Te traje este -llega el niño y lo arroja al carrito. La acción hubiera pasado inad-vertida y proseguiría a otro pasillo para buscar el mejor suavizante de telas si no es porque me llamó extraordinariamen-te la atención el envase del champú: un reluciente carro de color rojo cereza con llantas verdes y amarillas, cuyo eslogan decía: “El baño no es molesto, si puedes jugar en él”... el mejor champú-juguete ideal para el pequeño del hogar, con olor a mora-fresa, ¡y burbujas de colores!

-¡Oye, tú! -le llamo al comprador del “carro-mora-feliz-baño” que ya estaba en el estante de los cereales, eligiendo el más colorido y que presentara a su personaje favorito. Al tenerlo frente a mí, resumí la inconformidad de esa elección, a sabien-das de que tenía captada su atención y de dos que tres clientes que merodeaban en el pasillo.

-¿Crees tú que necesito de un carro para jugar en el baño? No quiero tampo-co oler a mora; solo necesito un champú

para tener limpio el cabello, sin con-servadores ni colores artificiales ni una supermercadotecnia apli-

cada, ¡nada!, solo quiero lavarme el pelo... así de simple. ¿Acaso pido algo imposible? -finalicé mi retórica, orgullosa de haber escuchado los consejos por radio del psi-

cólogo infantil, donde afir-maba que “el niño es un ser pensante y si no lo tratamos a esta altura estamos insultan-do su inteligencia”.

-Pues, escógelo tú -fue la respuesta rápida y sin mi-ramientos del “ser pensante con una inteligencia nunca insultada”.

-¡Claro que sí! -contesté con reto en mis palabras, si pasé cálculo diferencial y geometría analítica escoger un champú es cosa de risa, reflexioné para mis adentros y me dirigí resuelta al estante.

Primer paso: ¿qué quiero? Respuesta: líquido con sustancia especial para el la-vado del cabello.

Muy bien, hasta aquí es correcto. En-tonces, ¿qué significa liso y permanente?, ¿liso y frágil?, ¿liso con color?, ¿liso nor-mal-normal?, ¿liso-desvita-lizado casi normal?, y, ¿liso-liso deshidratado?

Caminé dos pasos y en-contré: alaciado-súper, te-ñido-desvitalizado y chi-nos-encantadores. Si lo que estaban definiendo era el tipo de cabello, busqué has-ta el cansancio el mío, que es “lacio-pegado al cráneo”, y no encontré tal clasificación por lo que me fui por la mercadotecnia y me inclinaría por aquel con el que me sintiera identifi-cada: una larga y sedosa cabellera... ¡ru-bia! Una modelo escultural pelirroja, una familia de integrantes “casi albinos”, feli-ces junto a un perro irlandés rojo y unos osos sosteniendo la cabellera de “Ricitos de Oro”. Por ningún lado se veía la cara de una madre de familia, cansada lucien-do una “seudocabellera” a medio peinar y

señalando el eslogan: “Lávese, séquese y váyase a trabajar” (y, si quiere, nada más váyase a trabajar).

Mis tres hijos ya estaban reunidos y se habían acomodado a un lado de los es-tantes, mientras me observaban ir de un lugar a otro y leyendo las instrucciones... “Modo de empleo: aplicar sobre superfi-cie mojada, de forma circular, hasta que haga espuma. Repita la operación cuantas veces sea necesario” (yo creo que esta ins-trucción la leyó mi hija, ya que se lavaba siete veces y después seguía con el pelo de las Barbies, un oso de felpa y tres caballe-ros del zodiaco). “Advertencia:

Suspenda su uso si observa alguna re-acción desfavorable” (eso significa que si el niño hace algún mohín, de inmediato suspenda el baño y acuéstelo como esté para hacerlo de grande un desadapta-do social, porque le teme a la regadera). “Dudas y comentarios: comuníquese a Tailandia y una operadora con gusto lo atenderá” (claro, hablando un perfecto y entendible tailandés).

De pronto mi rostro se iluminó y de inmediato tomé el producto y lo incorporé al resto del mandado, pasando a un lado de los niños con dig-nidad y soltura.

-Mamá, ¿cuál champú es-cogiste? -me preguntan con curiosidad los niños a la vez que toman el envase de verde musgo de líneas rosa y amari-

llas, que no indican gran cosa. -Este, ya que contiene metilcloroiso-

tiazolinona y cocamida -finalicé respon-diendo a su pregunta.

Los tres se miraron y, con admiración y respeto, me siguieron hasta la caja. Yo estaba orgullosa por mi elección, al fin había encontrado una palabra más difícil que ácido desoxirribonucleico y solo tenía que ponérmela con el pelo mojado.

La elección de un champú exige, a veces,

mucho más que simple sentido

común

“El niño es un ser pensante

y si no lo tratamos a esta altura estamos insultando su inteligencia”

¿Qué significa liso y permanente?, ¿liso y frágil?, ¿liso con color?, ¿liso normal-normal?, ¿liso-desvitalizado casi normal?, y, ¿liso-liso deshidratado?

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VIERNES 17 DE ABRIL DE 2015

El arte que cambia a las calles

Aletss MurdocDel graffiti al neomuralismo

“Se puede vivir del arte, no es tan fácil; hay que echarle ganas, seguir y seguir”

Separar aquello que daña a la sociedad del arte que embellece espacios muer-tos en las calles parece difícil, pero ob-

tiene mayor eco en las ciudades cada vez más adornadas. Es la línea entre el graffiti vandá-lico y arte urbano o nuevo muralismo.

El neomuralismo o arte urbano apenas empieza en Durango, y Alejandro Gonzá-lez, mejor conocido como Aletss Murdoc, se apodera de ese realismo callejero, en esa dua-lidad entre lo ordinario y lo extraordinario, entre el creer y crear.

Finalista del concurso internacional de carteles “A la muerte con una sonrisa”, or-ganizado por el Museo Mexicano del Diseño, con cuatro mil participantes de 96 países, así como destacar con sus trabajos para diferen-tes clientes y empresas nacionales y fuera de México, marcas de ropa y revistas, hablan de su trascendencia.

Diseñador Gráfico, ilustrador, artista gráfi-co y “street artist” de Durango, desde siempre ha tenido el gusto por pin-tar y dibujar con cualquier

material o técnica; en la universidad conoció la ilustración y se dio cuenta que “dibujar mo-nitos” podría ser una forma de vida y no una pérdida de tiempo, como le decían.

Recientemente demostró su talento en Richmond, Virginia, EU, con dos murales de su autoría. Después, en un intercambio cul-tural entre México y Singapur con su mural de “una catrina vestida con traje típico de Singapur y elementos de ambos países am-bientando, en una especie de celebración”.

Una lata no es graffitiSin embargo, admite que el graffiti aún se ubica como una práctica negativa y relacio-nada al vandalismo que daña la propiedad privada. Ahora surge un nuevo movimiento considerado neomuralismo o arte urbano.

No es lo mismo el graffiti y el neomuralis-mo o arte urbano, hay diferencias grandes, se debe saber clasificar las diferentes formas de

expres ión . Una lata no es graffiti, y eso hay que corregir, re-

clama Aletss Murdoc.El graffiti es más vandálico, urbano, el mura-

lismo es la manera en que muchos de estos artistas que eran graffiteros dijeron “ya estuvo de ir contra las reglas, ahora vamos a hacer algo que valga la pena, que la gente vea y no ta-chen como vandalismo”.

“Empezamos a pin-tar edificios, decorar las calles para que la gente tenga algo bueno que ver. El muralismo es eso, antes tenías que ir a una galería, pagar para ver algo bueno, ahora el arte sale a las calles para todos, es gratis, sin considerar esta-tus social”, expresa.

Aunque precisa que nunca tuvo su etapa de graffitero, “una vez hice algo afuera de mi casa, pero mis vecinos ya me andaban ‘matando’, no me quedaron ganas de intentar-lo”. Después, conocí las latas de aerosol como una herramienta, técnica de pintura, de repre-sentación, me gustó y empecé”.

“Gubernamentalmente ahora hay más apoyo, antes te mandaban a la policía”

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VIERNES 17 DE ABRIL DE 2015

El arte que cambia a las calles

Aletss MurdocDel graffiti al neomuralismo

Por Carlos Yescas

A través del neomuralismo dignificas los espacios, le das un nuevo significado a la ca-lle, al edificio olvidado sin nada visualmente que ofrecer al paisaje urbano.

Salir a la calle y pintar es un compromi-so sobre en qué momento, de qué y por qué

impactará a alguien; debes saber qué vas a pintar, el entorno e impacto a la

sociedad, explica. “Todo eso lo tienes que meter en una licua-

dora y sacar un producto, hacer las bien cosas”.

Ese lenguaje permea en los transeúntes; hay murales con un discur-so visual, una reflexión, hay otros con una sim-ple expresión; “a mí me gusta dibujar pájaros,

pero habrá artistas como Banksy que usan el mura-

lismo para quejarse del sis-tema o dejar un mensaje po-

sitivo, depende de cada artista”.

Vivir del arte Con su creatividad y trayectoria que sur-ge desde su niñez, Aletss Murdoc defiende la idea de que sí se puede vivir del arte y la

creación, aunque reco-noce dificultades.

“Se puede vivir del arte, no es tan fácil; hay echarle ganas, se-guir y seguir, no quitar el dedo del renglón”.

“Mucha gente me ha dicho: ‘por qué no te vas al DF’, aquí es difícil pero poco a poco vamos avanzando; no me voy porque si los que estamos haciendo bien las cosas en las artes visuales nos vamos, qué le haces a Du-rango. Los buenos se van, luego dicen que aquí no hay, sigue ese círculo”.

Si realmente quieres ser un artista, debes pasar por el camino que recorre un artista, pero si solamente quieres ser alguien medio conocido y con los amigos, puedes hacer otras cosas, pintar nomás porque sí. El arte es algo que se tiene que compartir; de qué te sirve ser bueno; hay que buscar, exclama.

Y señala una realidad: “la gente dice ‘es que no hay apo-yo’, ‘el gobierno no apoya’, pero cómo sabes que no, si no se acer-can. Hay que intentarlo y si no te apoya, al menos ya decirlo.

Gubernamentalmente aho-ra hay más apoyo, antes no había programas que apoyaran

a chavos que pintan graffiti, al contrario, “antes te mandaban a la policía”, dice.

Para ser un mejor es-tado, un mejor país, hay que ser mejores mexi-canos, no solo echarle la culpa al gobierno.

Durango es grande, “muchos dicen, no hay lugares para un concierto, a lo mejor ahorita no, pero ya está creciendo, hay espacio enor-mes en la ciudad donde se puede hacer”.

Años atrás no había galerías, colectivos, aho-ra sí; hay una efervescencia en la juventud.

Antes, en la Escuela de Pintura y Artesanías había pocos alumnos, ahora está llenísimo.

En Durango, aunque no se han logrado los resultados esperados, ya se ha hecho algo, sí se puede consolidar como la capital cultu-ral de norte. Se tiene el talento.

“Para ser un mejor estado, un mejor país, hay que ser mejores mexicanos,

no solo echarle la culpa al gobierno”.

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Lunes 13, abril. Se rompió el habitual ma-leficio del martes 13; esta vez no fue. Sin embargo, vino uno peor: un lunes, 13

también, que será recordado como un “a par-tir de ahora”. La suerte, buena o mala, quién puede afirmar que existe; sostengo aún la duda. Quizá es que era el destino, el designio de una voluntad superior que decidió el azar, premeditado y alevoso; un Dios que, desde las alturas, viste de misterio y sabe cuándo es el tiempo preciso, porque ni siquiera la hoja del árbol se mueve sin el mandato de su voluntad. Así nos dijeron alguna vez.

Lunes 13 de abril, día en el que la coin-cidencia fue sino fatal; la muerte que se dio permiso y cortó, de una vez, dos presencias queridas. ¿Cuál es, sin embargo, el sentido más profundo de la muerte?

Porque se urden frases, se intentan conso-laciones y se dicen palabras en las que se afir-ma que la fe salva cualquier distancia, incluso la del sepulcro. Pero quizá no siempre es esa la verdad: la consolación de los que creen no es consolación de todos, y aunque la muerte verdadera es el olvido, es por eso, porque no se olvida, que la distancia atroz de los que se van invade el íntimo jardín, deshabitado de sus presencias, y muerden las querencias y el vacío lo llena todo con su abundancia de memorias. Se padece porque se ama. Y no hay

palabras que consuelen el amor desolado.Abril 13, transcurren apenas las

horas primeras y la realidad virtual se viraliza: esta mañana la muerte

se tomó la libertad: uno a los 74, el otro a los 87, los dos se fueron igual, definitivos.

Eduardo Galeano, el uno; Günter Grass, el otro. Poeta, el uno; novelador, el otro.

A partir de ahora, el 13 de abril –nueva efemé-ride luctuosa- habrá de significar una cosa distinta.

Galeano-¿Qué es la muerte para usted?...La respuesta de Galeano para la revista cul-tural Clarín, en 2008, fue:“Depende de la

hora del día. A veces me angustia. A veces le tengo miedo. A veces me resulta indiferente, y otras veces, las más frecuentes, creo que la muerte y el nacimiento son hermanos.

“Que la muerte ocurre para que el na-cimiento sea posible. Y que hay nacimien-tos para confirmar que la muerte nunca mata del todo”.

A pesar de todo, y de la muerte mis-ma, nadie se va completamente. Queda siempre un sedimento, una huella, y se comienza a existir de otra manera: en los otros. Y es que hay también otras mane-ras de morir, queridas, anheladas incluso como aquella, la muerte pequeña, con la que el amante busca perpetuarse en la memoria carnal del otro:

“No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele.

“Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndo-nos nos junta y perdiéndonos nos encuen-tra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy gran-de ha de ser, si matándonos nos nace”. (La muerte pequeña; “El libro de los abrazos”).

Morir, entonces, no es la más atroz de las suertes. Peor aún es irse indiferente.

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VIERNES 17 DE ABRIL DE 2015

POR LA LIBRE

LLORARFue en la selva, en la amazonia ecuatoriana. Los indios shuar estaban llorando a una abuela moribunda. Lloraban sentados, a la orilla de su agonía. Un testigo, venido de otros mundos, preguntó:-¿Por qué lloran delante de ella, si todavía está viva?Y contestaron los que lloraban:-Para que sepa que la queremos mucho.

Eduardo Galeano, “El libro de los abrazos”.

Abril 13, día en el que la coincidencia fue sino fatal

Galeano-Grass: la muerte nunca mata del todo

Por Juan L. Simental

El código moral del fin del milenio no

condena la injusticia, sino el fracaso”

Galeano

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VIERNES 17 DE ABRIL DE 2015

7POR LA LIBRE

“A este paso, la democracia

acabará siendo una farsa. ¡Ese es el peligro para los hijos de mis nietos!”, Grass

Grass“Después de Auschwitz ya no es posible la poesía”, senten-ció el filósofo alemán Theodor Adorno y quizá en muchos sentidos tenía razón: la realidad de los campos de extermi-nio exhibió el alcance de la maldad del hombre.

¿Qué lugar quedaba entonces para la poesía? Todavía, tal vez, existía un lugar posible, aunque la poesía ya no era la misma, había perdido la gracia preternatural y se había convertido en otra manera de hablar de la vida, más cerca-na tal vez porque ahora conocía sus enteras posibilidades.

En medio de esta nueva búsqueda de sentido fue que na-ció Oskar Matzerath, el niño del tambor que se negó a crecer.

Luego vinieron “El gato y el ratón” y “Años de perro”, que hicieron –con “El tambor de hojalata” en primer lu-gar- la Trilogía de Danzing. Günter Grass demostró así que la poesía pervivía y que era posible, en medio de los escombros, reencontrar un nuevo destino para las letras: no permitir que la vida se extinguiera en la agonía de un Holocausto continuado: el de la desesperanza.

Entre todas las interpretaciones posibles del delirio de Oskar Matzerath existe una que tiene que ver con Grass mismo: su secreto escondido –negarse a crecer- hasta que ya no fue posible cargar con él: haber servido, con tan solo quince años, a las SS de Hitler a través de las Juventudes Hitlerianas. De esto habla en sus memo-rias (“Pelando la cebolla”): “yo siempre quise hablar de ello, contarlo, pero preferí mantenerlo dentro de mí, en-capsulado hasta encontrar la mejor forma.

“Fui seducido, pero ahora mismo no puedo entender cómo fuimos tan estúpidos cuando todo apuntaba en contra. Creer en él (Hitler) no cansaba, era facilísimo”. ¿Qué más decir? Tal vez tan solo escuchar y saber que la vida tiene sus propias lecciones y, con el tiempo, ajusta las cuentas pendientes.

Hay fuegosAbril 13, a partir de ahora la historia tendrá algo más que decir de él: con tan solo algunas horas de diferencia, Eduar-do Galeano y Günter Grass murieron el día decimotercero del cuarto mes, uno a los 74; el otro a los 87. Sin embargo, se muere de distintas formas y hasta existen aquellas maneras queridas y anheladas: irse luego de haber calado en el otro. Así es como ellos se van, como lo hace el fuego cuando se extingue y deja en el rescoldo la señal de su existencia...

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.-El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.

(El mundo; “El libro de los abrazos”).(Para leer completo “El libro de los abrazos” el enlace:

http://www.portalalba.org/biblioteca/GALEANO%20EDUARDO.%20El%20Libro%20de%20los%20Abrazos.pdf).

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VIERNES 17 DE ABRIL DE 2015

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Cada día más, los políticos degradan la elevada sustancia del lenguaje

¿Arte del bien común o exabrupto de la vulgaridad?

El político carga sobre sí responsabilidad y mala fama: la responsabilidad de trans-formar con su faena la realidad, y la mala

fama que ha puesto una máscara vil a un que-hacer que por naturaleza es elevado: la política.

Entre tantas definiciones que se han acu-ñado para la actividad pública, existe una que no debiera perderse de vista: el arte de bien común, y el arte también de renovar la esperanza, de provocar que aquellos que ya no creen vuelvan a atisbar una posibilidad, como la luz que se filtra, apenas, por el espa-cio finito de una grieta.

Cuando se habla del arte se piensa, por ejemplo, en Marcel Marceau, perpetuador del silencio fértil; Antoine de Saint Exupery y su prosa infantil para gente grande; Vin-cent van Gogh, el que soñaba girasoles; Fe-derico Fellini, que miraba el mundo cuadro a cuadro; George Orwell y su “Gran Herma-no”, desvirtuado por la impudicia mercantil y vana. Junto a ellos, y entre muchos otros, también están Pablo Neruda y sus palabras de hombre común, terreno, con sueños como los sueños de todos y su acento simple.

Senador de la República por Tarapacá y Antofagasta, a partir de marzo de 1945, con la “Ley Maldita” a cuestas, Neruda fue desa-forado en 1948; vivió en la clandestinidad en su país (Chile) hasta 1949 (cuando escribió el “Canto General”); entonces partió al exilio.

Hablar de Neruda es oportuno, hay razo-nes para ello.

Hoy las calles se han vuelto a poblar de promesas y de agoreros del bienestar para todos, de carreteras en ciernes y escuelas a futuro; de adalides que combatirán, con mano de hierro, la corrupción; de próceres que, dicen, llevarán la voz del ciudadano y dirán sus palabras, dirán de sus anhelos allí donde la patria es territorio común, sin dis-tingos: la Cámara Baja del Congreso de la Unión. Hombres y mujeres que dicen que quieren representar al pueblo.

Sin embargo, cuando se habla de polí-tica como un arte posible, cala escuchar el discurso grosero, de baja ralea, que algunos han elegido. Ahora, aquellos y aquellas que se ofrecen como las opciones mejores para cambiar la realidad de este país, se escudan detrás de discursos radiales y televisivos que, como si nada, dicen de “chingaderas”,

de indignación porque hay conductas que “valen madre” o cuya madre “es

poca”; se dice que “una patada en la cartera duele más que una patada en los huevos”... Será que el siguiente paso –hacia abajo-, luego de la demagogia y el populismo, es la vulgaridad, la pobreza en el lenguaje por-que hay pobreza en las ideas. Se exhiben corrientes porque no hay contenido y, al parecer, tampoco hay remedio.

Por eso es que las palabras del Nobel chileno son oportunas y necesarias, porque hay que re-tornar al sentido más elevado del lenguaje: la comunicación de la inteligencia.

El siguiente es un fragmento del discurso que Pablo Neruda pronunció al recibir el Premio Nobel de Literatura en 1971. Además de la riqueza indiscutible del texto, con él se puede hacer un ejercicio interesante: al leerlo cámbiense dos palabras, solo dos. En lugar de “poeta” dígase “político”; en lugar de “poesía” que la palabra sea “política”. Esto es lo que las palabras revelan: “El poeta no es un ‘pequeño dios’. No, no es un ‘pequeño dios’. No está signado por un destino cabalístico superior al de quienes ejercen otros meneste-res y oficios. A menudo expresé que el mejor poeta es el hombre que nos entrega el pan de cada día: el panadero más próximo, que no se cree dios. Él cumple su majestuosa y humilde faena de amasar, meter al horno, dorar y en-tregar el pan de cada día, con una obligación comunitaria. Y si el poeta llega a alcanzar esa sencilla conciencia, podrá también la sencilla conciencia convertirse en parte de una colosal artesanía, de una construcción simple o com-plicada, que es la construcción de la sociedad, la transformación de las condiciones que ro-dean al hombre, la entrega de la mercadería: pan, verdad, vino, sueños.

“Si el poeta se incorpora a esa nunca gas-tada lucha por consignar cada uno en manos de los otros su ración de compromiso, su dedicación y su ternura al trabajo común de cada día y de todos los hombres, el poeta to-mará parte en el sudor, en el pan, en el vino, en el sueño de la humanidad entera. Solo por ese camino inalienable de ser hombres co-munes llegaremos a restituirle a la poesía el anchuroso espacio que le van recortando en cada época, que le vamos recortando en cada

época nosotros mismos”.Los resultados están a la vista, la dico-

tomía también: la distancia abismal entre el que tiene sustancia en las palabras y aquellos, todos y todas, que han hecho de la palabra el discurso vulgar que exhibe sus propias miserias.

Invaluable fortuna sería la del hombre y la mujer que en el día de la elección deposi-tan con el voto sus esperanzas, si pudieran encontrar a través de las urnas al “poeta, al panadero más próximo”, que les pusiera en las manos el pan sabroso de cada día, que ali-mentase la razón de volver a creer y saber que México no solo no es una tierra de volca-nes apagados, sino que en él existen todavía mujeres y hombres públicos que aún tienen algo que decir.

Por Juan L. Simental

El poeta (político) no es un ‘pequeño

dios’. No está signado por un destino cabalístico superior al de quienes ejercen otros menesteres y oficios”,

Neruda