quinto certamen literario rosetta para personas con...

Quinto Certamen Literario Rosettapara personas con

discapacidad intelectual otrastornos del espectro del autismo

Quinto Certamen Literario Rosettapara personas con

discapacidad intelectual otrastornos del espectro del autismo

organizan:

colaboran:

Diseño y coordinación Fundación Orange:Angélica Bautista yVíctor Suárez Saa

Compone e imprime:Omanimpresores.com

Depósito Legal: M-28229-2012

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índice

textos adaptados a lectura fácil

prólogo 5

premio a la creatividad

LA NAVE ESPACIAL, Jesús Vázquez López, ASPANAES, Santiago de Compostela

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poesía individual

1er. premio LOS 7 PECADOS CAPITALES, María Sandra Sánchez Iglesias, Asociación ASPAVI, Redondela (Pontevedra)

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1ª. mención MULATOS, Pilar Álvarez Torrent, APAMP, Vigo 14

2ª. mención ODA A LAS CROQUETAS MELANCÓLICAS, Roger Franquesa Santos, APNABA, Badajoz

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3ª. mención YA NUNCA MÁS PASÓ, David Aragonés Gómez, ASPAMA, Campo de Criptana (Ciudad Real)

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poesía grupal

1er. premio LA VIDA ES CHOCOLATE, Centro Ocupacional Las Victorias-Afanias, Madrid

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1ª. mención ME GUSTA EL PESCADO, Centro Ocupacional La Jara, Afanas Sanlucar, Rota, Chipiona, Trebujena (Cádiz)

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2ª. mención ÁRBOLES DE LA VIDA, APROMIPS, Cuenca 20

3ª. mención SONETO DEL ALGARROBO, Fundació Els Garrofers, Barcelona 22

narrativa individual

1er. premio PLÁSTICO, Francisco Antonio Violat Bordonau, Cáceres 24

1ª. mención EL CARRO DE LAS PALABRAS, Victor Fernández Sainza, Aso-ciación Argadini, Madrid

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2ª. mención LA NIÑA Y LA LUNA, Maria Luisa Villarino Medina, Centro Edu-cación Especial Santa Teresa, Ávila.

53

3ª. mención NATALIA, Ignacio Pantoja García , Madrid 60

narrativa grupal

1er. premio EL PIRATA ESCAYOLADO, Asociación Juan XXIII, Cangas de Morrazo (Pontevedra)

68

1ª. mención LA SOMBRA MISTERIOSA, Centro Público Educación Especial Ciudad de Toledo, Toledo

73

2ª. mención EL GRAN CIRCO, Centro Ocupacional La Jara, Afanas Sanlucar, Rota, Chipiona, Trebujena (Cádiz)

77

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3ª. mención LA TRIBU MÁS MODERNA DE ESTE PAÍS, Centro Ocupacional La Jara, Afanas Sanlucar, Rota, Chipiona, Trebujena (Cádiz)

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otros formatos individual

1er. premio LA HISTORIA DEL NIÑO PATATA Y EL PODER DE LA ESTRE-LLA, Alejándro Sánchez García, APNABA, Badajoz

CD

1ª. mención Y ACHÍS MOQUITOS, Jaime Martínez Alonso, Asociación Arga-dini, Madrid

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2ª. mención MARIO Y MARÍA, Pilar Blázquez Díaz, AFANDICE, Madrid 89

otros formatos grupal

1er. premio LA BRUJA QUE NADIE QUERÍA, Centro Ocupacional APAMA, Alcobendas (Madrid)

CD

1ª. mención EL LEÓN, EL RATÓN PASEAN POR CADA ESTACIÓN, Asocia-ción Argadini, Madrid

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prólogo

Quinto Certamen Literario Rosetta. Un sueño hecho realidad. Y este año me van a perdonar los escritores, habituales destinatarios de estas líneas, pero quiero dedicar este prólogo a todas las personas que tienen a su alrededor, parte imprescindible de este Certamen, y a todos los demás que lo hacen posible.

En primer lugar a todos los profesionales, a esas personas que están atentas a vuestros deseos y sueños. ¡Ellas mueven montañas! Día a día se interesan, buscan, crean, descubren nuevas formas y nuevos recorridos para que todos sigáis creciendo, aprendiendo, experimentando y disfru-tando. Personas que llegan a vuestras vidas y sin más se instalan en ellas, surgiendo unos lazos que me atrevería a decir son para siempre. Desde este prólogo os aplaudo y os doy las gracias por vuestra generosidad y vuestro buen hacer.

También se merecen nuestro aplauso las entidades que nos han respalda-do, creyendo en vosotros, en nosotros y poniendo todas las facilidades a nuestro alcance para poderlo llevar a cabo: Fundación Orange, Fundación Seur, Universidad Complutense, Fundación ONCE, Promoescena, Funda-ción Inquietudes, Mobilepoint y Notodohoteles.com. Y un aplauso especial a Víctor, Angélica y Ludi, del equipo de la Fundación Orange, por su perso-nal implicación en la organización del Certamen.

Y hablando de implicación, quienes han trabajado mucho también han sido aquellos que han ejercido de prejurado, fi ltrando las obras que en su opinión deberían ser sometidas al dictamen fi nal del jurado, personas, por cierto, siempre ajenas a los organizadores del Certamen. Y, por supuesto, a los miembros de cada jurado (se han ido modifi cando con el paso de los años para introducir visiones diferentes), que han tenido que tomar decisio-nes difíciles, pues siempre los premios han sido menos que los potenciales premiados.

A mis compañeras de la Asociación Argadini que año tras año trabajan y se preocupan de organizar, que todo esté disponible y que el acto de entrega de premios sea entrañable, que vosotros encontréis todo a vuestro gusto y disfrutéis ¡mil gracias compañeras; Marta, Paula, Cayetana, Carlota, Anita,

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Cristina, sin vosotras ese sueño que nació hace cinco años no hubiese sido posible. Pero me reconoceréis que no habéis estado solas: nuestros voluntarios han estado ahí haciendo más fácil vuestro trabajo.

Y no deben faltar en este recuento nuestros Azafatos/as, que os esperan con la mejor de sus sonrisas y con los brazos abiertos, ¡os queremos! Gra-cias, gracias, gracias.

Ya sólo me queda deciros que sigáis escribiendo, que sigáis buscando vuestras musas, que nos sigáis enriqueciendo y enseñando vuestro mun-do, rico y maravilloso, pues como podéis leer hay mucha gente que os apoya y os sigue.

Ha sido un placer y un honor disfrutar de vuestra compañía estos cinco años. Arrancar cada año en la Asociación Argadini con el Certamen Literario Rosetta es el mejor pistoletazo de salida que podíamos tener.

Queríamos celebrar de una manera especial el Quinto Certamen Literario Rosetta, pero luego pensamos que en este período con tantos problemas económicos, qué mejor manera que, simplemente, poder volver a celebrar-lo.

Todos los aquí citados, y alguno que con seguridad me he dejado en el tintero, “son”, en el sentido de la frase de Paulo Freire, cuando dice que “nadie es si prohíbe a otro que sea”. Gracias por ser.

Rebeca BarrónPresidentaAsociación Argadini

premio a la creatividad

9premio a la creatividad

la nave espacial

texto adaptado a lectura fácil

Es una montaña con la mitad del sol escondida detrás de la montaña. Solo se ve la otra mitad de color naranja, que es una bola de fuego incandescente.

Y hay un cohete espacial, una nave espacial, que lleva dentro un pensamiento mío, roto. Y están contando la cuenta atrás, desde 10 hasta cero.

Luego, cuando dicen “YA”, el cohete espacial, la nave espacial, vuela hacia el soly el pensamiento roto se quema en el sol con muchísimo o bastante, bastante, bastante fuego hasta hacerlo cenizas, hasta que ya no exista. Y el cohete espacial, la nave espacial, se hace un corazón de plomo hasta que ya no exista.

poesía individual

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los siete pecados capitales


Cuando estoy contigo el diablo se apodera de mí,pues cada pecado capital lo realizo pensando en ti.

Deseo tenerte cerca para tu cuerpo poder comer, pues la gula es mi alma y ya nadie la puede detener.

Mi perdición fue aquel día en que me empezaste a besar,desde entonces mi corazón avaricioso no quiere dejar de pecar.

De envidia yo ya pecaba antes de que fueras mío, porque mis ojos envidiosos solo abrazado a otra te veían. No solo eso, yo estaba enamorada de ti desde el primer dia.

Reconozco ser pecadora cuando de pereza hablamos, pues este pecado cometo cuando abrazados estamos.

Mi alma es oscura porque de soberbia suelo pecar, ya que más orgullosa no soy, cuando de ti puedo hablar.

Desde que contigo estoy, mi mente se llena de furia, porque ya no puedo controlar mis deseos de lujuria.

Ahora también se que peco de ira,cuando te digo te quiero, tú dices que es mentira.

poesía individual - 1er. premio

13poesía individual - 1er. premio

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mulatos


Si crees que vives en un mundo de incomprensión, egoísmo e injusticias donde todos, incluso tú, estáis sordos, vacíos y piensas que carece de sentido porque nadie busca ni da cosas que lo tengan, no te sientas solo.Recuerda que un día hablamos el mismo lenguaje.

Si ves uvas y la parra está demasiado alta para tiporque eres enano, no te baste que te den un racimo.Lo harían por limosna, se sentirían superiores. Únete a los que como túno alcanzan la parra y lucha por conseguirla.Y aunque luchar es duro,no te sientas solo.Recuerda que un día hablamos el mismo lenguaje.

Si el egoísmo y la incomprensión humanate aíslan de tal modo que no tienes a nadie con quien compartir el dolor de las llamas que te queman,los castillos que se te derrumban lentamente,el poco pan que a veces comes, no te sientas solo. Recuerda que un día hablamos el mismo lenguaje.

Si después de haber buscado mucho, tienes la impresión de que nadie te comprende,de que ni siquiera te escuchan, de ser el único mulato en un país donde solamente hay blancos y negros, ven a mí, no te sientas solo.Recuerda que un día hablé tu mismo lenguaje.

poesía individual - 1a. mención

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oda a las croquetas melancólicas


Tu corazón es como una freidoraen la que salta el corazónque acoge las croquetasy las dora despacio.

Como un congeladorque congela los recuerdosque enfría las botellasque guarda langostinos para que celebremosalguna que otra noche de juventud y sueños.

Tu corazón es como una lavadora que limpia la ropay le quita lo malo de los díaslas manchas de aceiteel carmín de tus labios.

Y más allá de eso también limpia al hombre que la llevalo saca de la maldaddel egoismolo vacía del todocomo una nevera antes de una mudanza.

Vuelca mi corazóntú corazónlo saltea por la tristeza y la alegríay después calla conmovido,mientras degusta las croquetas de melancolíaa las que sabe mi alma..

poesía individual - 2a. mención

16 poesía individual - 3a. mención

ya nunca más pasó


Terminan ya las clases y el sol brilla. Salimos corriendo a toque de sirena. Es la hora de comer, el estómago cruje.

¡Mamá mamá. Estoy en casa!El silencio mudo en su respuestachoca con el grito de dolor en su voz.

Es la furia desatada de un remolino en un día de viento.Es el brazo de mar que azota contra la orilla la excitación de sus olas. Es mi padre quien amordaza y pega, violento, a mi madre.

Cuando se ama, se mima, se da cariño, se protege. Cuando se ama se entrega el AMOR.Se entrega la vida y el AMOR.

¿Cómo curar mi corazón dividido?¿Cómo separar el daño que hace a mi madre,del amor que a mí me dió?

“No volverá a pasar “dice una y otra vez.El miedo de mí se apoderó,pero conté lo que me sucedió.

Así mi alma se liberó.Conté lo que sucedióy ahora digo yo: “Nunca más pasó”

poesía grupal

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la vida es chocolate


El chocolate endulza los sueñosendulza la vida.Es un manjar que saboreamosen nuestro día a día.

Lo hay blanco.Lo hay negro.Lo hay de muchos saboresque provocan amores.

No hay ninguno maloy el que más nos gustaes el huevo kinderporque lleva regalo.

Mojado en leche,bañado en natase nos cae la babaporque nos encanta.

En forma de bombones,fríos o calientes,animan los corazonescomo los toblerones.

Lo recomiendan los médicospara alimentarsepero está prohibidoempacharse..

poesía grupal - 1er. premio

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me gusta el pescado

poesía grupal - 1a. mención

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árboles de la vida


Quiero un árbol de sol, que caliente cada rincón de nuestra vida.

Quiero un árbol de ropa para vestirme de fi esta, de boda o salir a la calle.

Quiero un árbol de frutos muy dulces para hacer tartas.

Quiero un árbol perenne de vida para mí y mi padre, mi madre, mis hermanos…

Quiero un árbol de limones con refrescos para beber en un parque.

Quiero un árbol de chocolate con churros para desayunar cada mañana.

Quiero un árbol de helados con tronco de hielo para invierno y verano.

Quiero un árbol de olor a fl ores que coja todo lo que huele mal.

Quiero un árbol de Navidad para celebrarla todo el año.

Quiero un árbol de jamones y tortilla para que me quite el hambre.

Quiero un árbol de agua y que nunca tenga sed.

Quiero un árbol de besos que pueda cogerlos cuando quiera que me quieran.


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Quiero un árbol de abrazos y que sus ramas me cojan.

Quiero un árbol que saque sus raíces a pasear y me lleve con él.

Quiero un árbol de teléfonos para hablar con mis padres siempre.

Quiero un árbol que cada vez que necesite algo plante una semilla y crezca ese árbol..


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soneto de algarrobo

Explícame tú, que es el sol. El Sol.Explícame tú, que es la luna. La Luna.

¿Y por qué Pedro llora con tanto desconsuelo?Porque en su vida no ha tenido fortuna.

¿Y las montañas, que son? ¿Y las estrellas?Nada más que estrellas y montañas.

¿Y estas cañas? ¿Y estas raíces?Nada más que eso: raíces y cañas.

¿Y esta mesa? ¿Y este balancín?¿Y estas manos detrás de las sombras chinescas?

¡Dime! ¿Y el mundo? ¿Y el hombre?He aquí, la otra cara de la sabiduría:

Mírate a fondo.Afi rma siempre lo que eres.Y aprende con paciencia que no puedes hacer más.

¿O sí?


narrativa individual

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plástico


Estaba en mi despacho evaluando unos complicados test psicológicos para nuestros nuevos empleados.

Por sorpresa me llamaron desde Dirección para darme una nefasta noticia. En nuestra sede de Barcelona habían detenido a Francesc, uno de nuestros principales jóvenes investigadores. Estaba acusado de asesinato.

Me ordenaron que acudiese a la comisaría donde estaba detenido para asistirle. Francesc era el empleado más joven y rentable de la empresa.

Pasé por mi apartamento a por una maleta,y rápido me llevaron al aeropuerto.Por los pelos cogí el primer vuelo a Barcelona.

Al llegar, un taxi me trasladó hasta la dirección que me habían facilitado antes de salir. Entré en la comisaría y un agente uniformado me indicó dónde estaba la sala de interrogatoriosy me acompañó hasta allí.

El agente llamó a la puertay entró para anunciar mi presencia.Un hombre vestido de calle, de casi 40 años, me recibió.

- Es usted el psicólogo de la F.A.O.? ´-me preguntó tendiéndome la mano amistosamente.- Sí, soy yo -le respondí estrechándola-. Perdone que sea tan brusco,

narrativa individual - 1er. premio

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pero he volado desde Madrid con la máxima urgencia porque han detenido a uno de nuestros investigadores.Imagino que debe de ser un grave error, ¿verdad?-Sí y no -me contestó asintiendo tristemente con la cabeza-. Pero acompáñeme a mi despacho,por favor. Estaremos más cómodos.

- Su hombre está esperando al abogado de su empresa en compañía de uno de nuestros agentes de policía.No se preocupe, no se le ha preguntado nada.Se le leyeron sus derechos y parece que los entendió, aunque no dijo nada.

El agente me precedió por largos pasilloshasta uno de los despachos y cerró la puerta.Pero no muy lejos podía escuchar el ruido de varias máquinas de escribir y de una impresora de agujas.

- Francesc es un joven extraño, ¿no? -me preguntó cuando se sentó.- Francesc es un joven muy especial. Es la persona más inteligente de nuestra empresa. La Fundación Auctorys Ordo, como usted sabe, se dedica a la investigación más puntera en el campo de la bioingeniería, vacunas, prótesis genómicas y demás adelantos médicos... Lo lamento, como psicólogo no sabría decirle mucho más sobre qué fabricamos exactamente. Además, como usted puede suponer, tengo una cláusula de confi dencialidad.

El agente asintió con la cabeza esbozando una leve sonrisa.- Secreto de confesión – dijo el agente.

Yo, a mi vez, sonreí por su extraña ocurrencia,


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y dije:- Secreto profesional, quiere decir. El secreto de confesión es el que obliga a un cura ante su feligrés y Dios.

El hombre soltó una larga y sincera carcajada por su error.

- Disculpe mi burrada, quería decir “secreto profesional”.- ¿Por qué me ha preguntado si Francesces un joven especial? -. No quería responderle hasta no estar seguro de qué quería.- Bueno. Me ha dado la impresión de ser algo raro. No creo que me explique bien. Parece algo retrasado.- ¿Retrasado?- Sí, como si tuviese algo de retraso mental. Su comportamiento cuando fue detenido fue extraño, como si no tuviese nada que temer.Incluso pareció sentirse aliviado.Se le leyeron sus derechos y no se inmutó. No se movió en el asiento del cochemientras le trasladaban a comisaría.Era como si fuese de excursión. Lo más normal hubiese sido intentar escapar, patalear, dar puñetazos a los agentes o mostrarse agresivo. Pero no fue así.

El agente me señaló a Francesc, que estaba sentado en una silla:-. Ahí lo tiene, en la sala de interrogatorios, sentado en la silla, tan formal como un colegial en un internado de curas. Además ha permanecido con la vista fi ja en el suelo desde que le detuvimos hasta hace unos minutos. ¡Es como si le diese vergüenza mirar a la cara!


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Sonreí por su ocurrencia, y dije:- Sí, es especial, como usted ha notado. Pero no, no es retrasado: ¡todo lo contrario! Es una persona muy inteligente, probablemente más que usted y yo juntos.Su mente es privilegiada en muchos sentidos.

El agente se movió en su silla dubitativo.- No es frecuente que una gran empresa nos haga esperar por un psicólogo - me dijo algo molesto-. Por un abogado que deba defender a uno de sus empleados sí, ¡naturalmente! Pero por un psicólogo ...¡No entiendo qué se espera que haga usted aquí!

Sonreí sin decir nada.Él no sabía lo que yo sí conocía.

- El abogado -continuó diciendo- vendrá para velar por los intereses legales de su cliente, pero no entiendo qué puede esperarse de usted. Es curioso que haya llegado usted antes que el abogado de la empresa, pese a que usted ha venido desde Madrid.

Le miré a los ojos y le dije:.- ¿Lo que le diga ahora, sin la presencia de nuestro abogado, no va a perjudicar a Francesc?

El hombre movió la cabeza negando con vehemencia.- No se preocupe. Lo que me comente ahora no constará en el expediente. Estamos hablando de manera informal, hasta que llegue su abogado. Pede pasar a verle ya,pero preferiría conocer el secreto de ese chaval. ¡Me tiene intrigado su comportamiento!


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- Francésc padece Trastorno de Asperger. No sé si usted conoce esta expresión. Se encuadra dentro de los trastornos generalizados del desarrollo.- ¡Ah, sí! Asperger. Es un tema que ahora está de moda. En todos los medios de comunicación se suelen mostrar reportajes, biografías de famosos y entrevistas de todo tipo. El último Sherlock Holmes que ví en televisión, muy gracioso y algo payasete, parecía serlo también.-¡Perdone que le corrija, caballero! Me parece poco respetuoso frivolizar con un tema tan delicado como éste.

El agente palideció al momento y se puso serio.-¡Naturalmente, naturalmente! Le pido disculpas. A veces soy un poco bruto.Quería decir que es un tema que está de actualidad, que aparece en todos los medios de comunicación, no que sea algo digno de un espectáculo de circo.Además el tal Holmes me caía bien: tan buen observador, sí señor, y muy escrupuloso, minucioso y puntilloso como detective.

No me dio tiempo a añadir nada más. Llamaron a la puerta y un agente entró seguido de Jaume, nuestro abogado.- Subinspector -le dijo- aquí está el señor Jaume Estruch, el abogado que esperaban.

- ¡Por favor, pase y siéntese! -le dijo al recién llegado.

Jaume me reconoció, me estrechó la mano, sonrió,dejó su maletín en el suelo y se sentó en la silla a mi izquierda.

- Lamento el retraso, caballeros -se excusó


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buscando una postura adecuada en la silla ,pero el tráfi co a esta hora de la mañana está fatal. ¡Y con las reducciones de velocidad de las narices se ha puesto mucho peor.! ¡Reitero mis disculpas!

- No se preocupe - dijo el subinspector-Todavía no hemos comenzado el interrogatorio. En realidad estaba charlando con su colega sobre Francesc, y me estaba hablando sobre su personalidad.

- Si no le importa preferiría ver si mi cliente está bien y necesita algo le dijo Jaume- Puede que necesite hacer algunos trámites Si no les importa.

El subinspector comprendió que mi compañero necesitaba ver a Francesc.Nos llevó hasta la sala de interrogatorio.

Abrió la puerta y dentro pudimos ver al joven.Tenía unos 25años, pelo castaño claro con una impecable raya en la parte izquierda de su cabeza.Vestía ropa deportiva, vaqueros y zapatillas de deporte.Estaba acompañado, escoltado, mejor dicho,por un agente vestido con un uniforme azul.

Cuando Francesc nos vio entrar, se levantóy dio un par de pasos hacia nosotros tendiéndonos la mano.

Entonces pude comprobar que algo no iba bien. El chico parecía tenso e incómodo, y caminaba un poco inclinado hacia su izquierda. Además tenía un fuerte hematoma rojo en la parte izquierda de su mandíbula. Algo no estaba bien.


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- ¿Te duele algo? ¿Estás herido? -le pregunté.

Sabía bien que toleraba bien el dolor sin quejarse,y, aunque estuviese dolorido, no lo diría. El chico negó con la cabeza pero le costó ponerse derecho y aspirar aire, como si ponerse de pie le fatigase.Además cuando nos estrechó la mano lo hizo con poca fuerza, como si no pudiese apretarla.

- Por favor -dijo Jaume dirigiéndose al subinspector- me gustaría que antes de comenzar el interrogatorio, un médico examinase al chico: tengo la impresión que está herido y no lo dice, no puede expresarlo. ¿Te puedes levantar la camiseta, por favor?

Francesc, sin levantar la vista del suelo, pareció dudar unos segundos, pero luego obedeció.Al quitarse la camiseta en la que se podía leer: “Sí, soy un genio retrasado”, comprobamos que tenía varios hematomas violetas y grandes en su costado izquierdo.

- Sánchez, lleve de inmediato al joven al médico forense.Y luego ya sabe lo que tiene que hacer- ordenó el subinspectoral agente.

El agente obedeció. Esperó a que el chico se pusiese la camiseta,con trabajo y difi cultad, y le condujo hacia otra habitación. Nosotros, precedidos por el subinspector, regresamos a su despacho.

- Todo esto me resulta muy extraño-comenzó a decir mi compañero Jaume en tono enfadado-. ¡Imagino que esas magulladuras y moretones no se los habrán hecho aquí, naturalmente,


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pero prefi ero que él nos lo confi rme!

- Créanme que lo lamento mucho -dijo el policía apenado -.No acostumbramos a desatender a los sospechosos.Pero como el chico no ha dicho que estaba herido,no se le ha ocurrido a nadie que le examinase un médico.Además, como han podido ver, tampoco se le notan los hematomas con la camiseta puesta.

Mi compañero asintió arrugando la frente, en señal de desaprobación.

- ¿Podría ponernos al corriente de qué ha sucedido exactamente?- le pedí al subinspector.

Éste asintió con la cabeza y comenzó su relato.

- Hace apenas unas horas alguien de su empresa, quizás personal de seguridad, nos llamó denunciando un asesinato en sus ofi cinas.Uno de sus empleados, al entrar en el aseo, encontró a Francesc sentado en el suelo respirando fatigosamente al lado de un cadáver.Era el de su otro empleado y compañero, el señor Germán Pérez. Nos informaron que Germán estaba contratado desde hacía sólo dos meses. Tenía unos 40 años, era simpático y sociable. Acababa de presentar ciertos resultados a su jefe de departamento, el joven Francesc.Y cuando parecía que iniciaba una prometedora carrera en su empresa, aparece muerto en el aseo al lado de su joven jefe. ¡Muy sospechoso, me parece a mí! Parece el típico asesinato debido a los celos.

Jaume y yo nos miramos en silencio.


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- Las apariencias engañan, me temo -añadió mi compañero.- Las apariencias engañarán —dijo el subinspector— pero el fallecido era un prometedor subordinado cuarentón que, tras presentar unos resultados fabulosos a su joven jefe, aparece (¡casualmente!) muerto. Es fácil sumar dos y dos: el joven sentía celos del nuevo empleado y, probablemente tras discutir con él, le asesinó.

Negué en silencio moviendo la cabeza con convicción.

- Francesc es alguien que no puede sentir celos de nadie, y menos de alguien tan mediocre como Germán. Desde el día que le contrataron tuvo problemas con él. El pobre chaval no dijo nada sobre los inconvenientes, y las difi cultades por las que estaba pasandopara no perjudicar al nuevo empleado. ¡No, no tenía celos! ¡De ninguna manera! Francesc habló conmigo en varias ocasiones y sólo porque insistí me confesó su malestar. Pero en todas las ocasiones fue él quien se alejó de Germán para no pasarlo mal.

El subinspector me miró con curiosidad porque no sabía nada del tema.- ¿Podría hablarnos de esa confesión? -me pidió-.No se preocupen, todo es extraofi cial y no constará en el expediente policial. Puede hablar como si estuviese con un buen amigo.

Dudé algunos minutos y miré a Jaume.Pero cuando éste asintió con la cabeza, me animé a contarles lo que sabía.

- Germán Pérez, natural de Valencia, fue contratado hace dos meses por nuestra empresa.


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Venía muy bien recomendado. Germán era de sonrisa fácil. Muy pálido y de complexión frágil, simpático y muy sociable.Pasó todos los test demostrando una inteligencia normal para su edad. Solo normalita, a mi juicio, pero no todos podemos ser genios. Se le destinó al departamento de Madrid que dirigía Francesc,el más avanzado de nuestra empresa, para ser su asistente. Parecía dominar la misma especialidad de Francesc.Sin embargo el mismo día que Germán empezó a trabajar, me encontré a Francesc en el baño varias veces. Su rostro estaba verdoso.

Le pregunté qué le ocurría y me comentó que estaba muy mareado, con náuseas y que había vomitado el desayuno.No le dí importancia y tras comprobar que parecía haberse repuesto, regresé a mis tareas.

Durante los siguientes días pareció que todo marchaba con normalidad.

Pero me encontré muchas veces con el joven en la sala de tomar café que se suele usar para hacer un descanso y cotillear .Era sorprendente, ya que solo toma infusiones.Pero no le di importancia al hecho.

Sin embargo uno de sus compañeros que le conoce muy bien, me rogó que hablase con él.Le parecía que estaba inquieto, y todas las mañanas lo veía moverse por la habitación de un modo extraño y absurdo.

Al fi nal comprobó que siempre que coincidía en una habitacióncon Germán, procuraba situarse en el punto más alejado de él. Com-prendí que tenía que hablar con Francesc.


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Le pedí que me visitase y volví a comprobar que estaba blanco como el papel. Le pregunté qué le ocurría, pero negó que le ocurriese algo.

Pero al insistir y comentarle que parecía no encontrarse bien con su nuevo compañero de departamento, , levantó la vista y me habló mirándome a los ojos, cosa que no solía hacer:

- Germán no me agrada nadaPero no en el sentido que puede suponer usted.No es que no me caiga bien, que no me guste o que no lo quiera en mi departamentopor su trabajo o su personalidad.

¡No, no! No me agrada porque me hace daño físico, me perturba. Huele a “plástico”. Huele a “nuevo”, a “sintético”. Su ropa suena a nueva, sus zapatos resuenan a nuevos.Todo en él huele a artifi cial, a no usado, a nuevo, a imitado... Me produce náuseas su inexplicable olor y por eso procuro alejarme de él todo lo posible.—

Los hombres que me acompañaban se miraron entre ellos sin decir nada. Pero sus rostros refl ejaban una total extrañeza. No habían creído ni una sola de mis palabras.- Sí, ya sé que lo que les explico les suena a algo dicho por un loco -me apresuré a aclarar- pero yo mismo he comprobado que si el chico está cerca de Germán se altera.Primero se pone pálido, luego verde y si no puede alejarse de él tiene que ir al baño a vomitar.En dos reuniones sucedió esto mismo.Todos los asistentes a la misma pueden confi rmarlo.

- ¿Cómo es posible que le chico diga “que huele a nuevo”


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o que “resuenan sus zapatos”? -me preguntó el subinspector con interés.

- Francesc, al padecer Asperger, tiene sus sentidos muy desarrollados.Puede oler un ambientador que le moleste nada más entrar en un edifi cio aunque se encuentre instalado en la última planta.También nota cuándo unos zapatos son nuevos por el modo en el que “suena” el cuero.La agudeza de sus sentidos en ocasiones llega a producirle daño físico obligándole a vomitar.Por eso en Madrid tuvieron que cambiar todos los ambientadores y las moquetas, pese a que costó bastante dinero y tiempo.- Hace poco solicitó su traslado a Barcelona sin que nadie, salvo los directivos más importantes, supiesen el porqué de esta decisión -añadió mi compañero frunciendo el ceño.- Yo puedo aclararte el porqué -le respondí-Fue porque no podía continuar trabajando junto a su nuevo subordinado, junto a Germán. Se le concedió el traslado a regañadientes y se le permitió cambiar de aires unos meses, para que se adaptara a la nueva situación.- Y ¿cómo es que ahora nos encontramos al nuevo empleado, a Germán Pérez, junto a Francesc trabajando otra vez juntitos en Barcelona? -me preguntó el policía-. Es evidente que uno de los dos movió hilos para forzar el reencuentro. ¿Fue el chico o fue Germán?- Alguien de muy arriba, probablemente de la Presidencia de la empresa, envió a Germán a trabajar nuevamente con el chico hace apenas una semana. Supongo que sus investigaciones


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dependían tanto de las de Francesc que sólo trabajando junto a élpodían obtenerse resultados aceptables y eso era precisamente lo que deseaban sus jefes.

El policía iba a preguntarme algo cuando llamaron a la puerta y un subordinado asomó la cabeza.- El sospechoso está ya en la sala de interrogatorios, subinspector.

El policía asintió con la cabeza y, con un gesto de su mano, nos pidió que le acompañásemos. Po-cos minutos después estábamos otra vez en la sala junto al chico.Permanecía sentado en su silla con la vista baja, fi ja en la pulida superfi cie de la mesa de interrogatorios.

- Aquí tiene el informe -le dijo uno de los hombres, probablemente un médico forense,que permanecía junto a Francesc,

-¿Y bien? -le preguntó el subinspector.- El sospechoso -dijo el médico- presenta un importante hematoma en la parte izquierda de su mandíbula, probablemente a a consecuencia de un fuerte puñetazo Tiene también dos costillas rotas en la parte izquierda del tórax y al menos una, quizá dos, lastimadas en la parte derecha.Es necesario una radiografía para verifi carlo. También presenta un hematoma en el muslo izquierdo, probablemente por un rodillazo mal dirigido a su zona genital y marcas en ambas muñecas por haber sido agarrado con fuerza. Parece como si un grupo de pandilleros se hubiesen ensañado con él.


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Miré con pena al chico que permanecía inmóvil y silencioso sentado frente a la mesa, mirándola sin decir nada.

- Al parecer, el señor Germán Pérez le dio una paliza antes de fallecer- dijo en voz baja el subinspector�Pese a su aspecto enfermizo Germán no pudo controlarse.

- Me limité a defenderme sin hacer nada - dijo, en voz muy baja, Francesc.

-¿Cómo? -preguntó el policía levantando la vista de los papeles.

- Aprovechando que me propinó el rodillazo entre las piernas -le respondió-,cuando me soltó las muñecas, le empujé con fuerza para alejarle de mí.Me estaba asfi xiando con su olor a “nuevo”. Entonces pisó una mancha de agua en el suelosituada junto al lavabo, resbaló y se golpeó en la cabeza.Cayó al suelo y quedó inmóvil.Dejó de tintinear y molestarme con su ruido chirriante que tanto daño me hacía. Casi más que su extraño y penetrante olor a “plástico”, a “sintético”, a “artifi cial”.Todos los presentes le miraron asombrados, extrañados, como si estuviesen delante de un loco.- El chico tiene un olfato mejor que el de “Chucho”,nuestro mejor perro -dijo sonriendo el forense�.Ha sido capaz de identifi car las colonias y desodorantes de todas las personas con las que se ha ido cruzando.

El subinspector se sentó frente a Francesc, le tomó de la barbilla y con mucha suavidad le obligó a levantar la cabeza para verle los ojos. No sé si buscaba un indicio de sinceridad


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o ver cómo era su alma, pero lo que vio hizo que desde ese momento confi ara en todas y cada una de sus palabras.

- ¿Podrías describir, de memoria, cómo va vestido el doctor? -le preguntó con suavidad.No te preocupes si fallas en algoo se te olvida algún mínimo detalle.

El chico no se inmutó.

- En el despacho más grande por el que hemos pasado,- comenzó a decircon tranquilidad- hay 12 mesas, 15 personas, 3 relojes de pared y ninguno tiene la hora correcta. El reloj sobre la mesa de madera, la que tiene una esquina manchada, lleva 9 minutos de adelanto;el que está colocado encima del archivador que empieza con las letras “Horta-Sabadell” presenta un retraso de 4 minutos;y el que está en su despacho, en la pared opuesta a la que muestra el retrato del Rey (tomado en 1992, a juzgar por la fecha que aparece al pie de la fotografía) tiene un adelanto de 3 minutos. Falta un libro en una de sus estanterías, la de la derecha, que está ahora mismo sobre una de las mesas situadas en la pared del fondo de la sala grande, la misma que tiene dos botes para lápices con 6 bolígrafos, todos distintos, uno de ellos con la capucha mordida.El subinspector enarcó las cejas de incredulidad. ¿Era cierto lo que decía? Podrían comprobarlo con facilidad, pero...- Esta mañana usted salió de su casa tarde


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porque tenía que llevar a su hija al dentista y la niña estuvo llorando. Pero luego adelantó tiempo porque no se detuvo como todos los días a comprar la prensa en el quiosco.Es un puesto callejero, de madera, al lado de una panadería y de un locutorio poco limpio.

El subinspector abrió la boca con asombro pero no pudo articular palabra alguna.

- No tengo la capacidad de leer la mente ni veo el futuro, pero reconozco el olor a colonia de niña el de las lágrimas, el del papel de periódicos y el de las distintas tintas de las rotativas en periódicos y publicaciones seriadas, la madera del quiosco, los distintos tipos de pan y el olor a ordenadores calientes y sudor rancio de un locutorio.

En su coche tiene el mismo ambientador de pino desde hace al menos 6 meses.Ya casi no desprende olor.También detecto aroma a vainilla,quizá de la colonia de su madre.

- Tengo que dejarles -dijo el médico forense-Mis obligaciones me reclaman y el cuerpo no se va a autopsiar solo.Salió de la habitación y se despidió con la mano,en silencio.- Por favor caballeros- nos pidió el subinspector iniciando la rutina policial- tomen asiento. Vamos a comenzar el interrogatorio. Ya sabe usted, señor Estruch, cómo es el procedimiento.

Mi compañero asintió, tomó asiento y sacó su libreta de notas, sobre la cual fue anotando


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todo lo que consideraba de interés para defender a su cliente.- Veamos, Francesc, cuéntanos lo que ha ocurrido con todo detalle. Cálmate, toma aire y con esa memoria prodigiosa ilústranos sobre qué ocurrió en el aseo de caballeros y cómo tu compañero Germán terminó en el suelo, muerto bien muerto.Francesc se sentó mejor en la silla, intentó ponerse cómodo pese a sus costillas fracturadas y comenzó en relato.

- No sé quién o qué era Germán Pérez, pero desde el primer momento en que se me acercó me produjo daño. Cuando le vi acercarse, sonriente y normal, parecía una persona igual que las demás aunque de aspecto enfermizo, pálido y debilucho.Era alguien distinto a mí porque es neurotípico y “normal” pero me hacía daño y me molestaba.

Sin embargo antes de acercarse a 6 pasos de mí pude olerle. Olía a “plástico”, a “nuevo”, a algo raro que jamás había olido antes ni puedo reconocer aunque soy bioquímico.Además sus zapatos rechinaban de un modo desagradable porque eran nuevos. Su ropa también sonaba, siseaba, se frotaba al moverse como si fuese completamente nueva. Incluso podía oler el aroma del apresto que las impregnaba recién compradas en un gran almacén de los caros.

Cuando me estrechó la mano lo hizo con bastante fuerza, pero controlando su potencia muscular.El tacto de su piel me pareció extraño e inusual.Cálido, como una mano humana,


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pero demasiado suave, como si no tuviese imperfeccionesy llevase puesto unos guantes de látex muy suaves. Además me dejó la mano impregnada con un olor a “sintético” que me mareó y no desapareció hasta que me la lavé dos veces.Un olor desagradable por ser extraño, por ser sintético. Solo se me ocurre decir que era plástico,aunque no es exacto del todo en su defi nición. Sintético, antinatural, artifi cial... ¡No lo sé!Había sido contratado porque, decían, era experto en el mismo campo en el que yo trabajo.Me avisaron con satisfacción, que sería un compañero insustituible con quien podría discutir de tú a túy compartir mis investigaciones. ¡Era completamente falso, naturalmente! Todo en él era falso. ¡Todo!Germán, a los pocos días de trabajar conmigo, me demostró que no estaba a mi altura y que lo único que podía hacer era copiar, con mucha menos calidad,, lo mismo que yo hacía. Incluso el trabajo que presentó a la dirección,a mis espaldas y sin mi permiso, fue sólo un resultado mediocre extraído directamente de mis resultados aún no publicados.

No era más que un “quiero pero no puedo”. No le dije nada a nadie, naturalmente. No deseaba que pensasen de mí que era un celoso envidioso sin pruebas.El tiempo pone a cada uno en su sitio, y él mismo acabaría demostrando su incompetencia absoluta.

Como decía Confucio: “La manzana madura indefectiblemente y cae al suelo cuando se le seca el rabito”.


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Ya el primer día comprobé que su presencia, su olor, me mareaba hasta llegar a la náusea si permanecía cerca de él.Procuré situarme lo más lejos posible de él para evitar su emanación. Pensaba que al siguiente día, cuando se duchase y cambiase de ropa, el olor desaparecería. No fue así. Incluso recién duchado (podía reconocer el olor a champú y gel) y cambiado de ropa a diario seguía emanando un olor que al principio me molestaba, pero que al cabo de los días se transformó en un tufo insoportable. Me hacía daño corporal.Primero me ponía blanco, luego verde y cuando las náuseas eran insoportables tenía que ir a los aseos a vomitar una y otra vez.Aunque tuviese ya el estómago vacío tras 6 o 7 visitas al baño. Ha sido una tortura inconcebible.Absolutamente todo en él era extraño y desconcertante.Sus zapatos rechinaban porque nunca se habían usado.Sus ropas siseaban al frotarse entre ellas las nuevas e impolutas telas impregnada con apresto.Su tacto era extrañamente “sintético” y todo en élapestaba a “plástico”, a “sintético”, a “artifi cial”.

Algo que me resulta imposible de describir pese a que domino el lenguaje con una pedantería digna de Camilo José Cela y Francisco Umbral juntos.

Además tenía un “chirrido”, un sonido interior que me ponía nervioso. Un chirrido tan leve que nadie de mi entorno podía escuchar,pero que resonaba en mis oídos y me torturaba hora tras hora, día tras día.Su trabajo, que aparentemente era de calidad, en realidad no era nada. No, no lo digo comparándolo con el míoque, en palabras de mis superiores,


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es “genial” o “insuperable” por su imaginación, profundidad, profesionalidad y enfoque innovador. Algunos de mis trabajos pueden encontrarse en revistas profesiona-les o repartido por todo Internet. Lo digo porque él sólo era pura fachenda.

Germán no pudo extraer del excelente material del que disponíamos ningún resultado de utilidad, ningún avance, ninguna investigación, ningún nuevo proyecto, ningún descubrimiento, ninguna nueva línea de trabajo.

Se limitó a e imitarme, con la habilidad del copista medieval que reproduce un delicado texto griego, letra a letra, sin saber leer qué dice ni de qué trata. Germán, no era más que un “hombre vacío” que no sé qué por qué estaba en nuestro grupo de trabajo. Además, para ganar méritos ante los directivos,,usó mi material más avanzado, privado y sin publicar. Lo presentó como suyo, para simular que sabía lo que estaba haciendo, cuando era evidente que no tenía ni idea y que él sobraba en la empresa.

Como su presencia me hacía daño físicamente y me ponía enfermo, solicité el traslado a Barcelona para alejarme de él. Funcionó durante unos días hasta que, no sé cómo, consiguió que lo trasladasen.Entonces volví a sentirme enfermo.Hasta tal punto que en mi mesa, en el segundo cajón de la derecha, está el documento de renuncia a mi puesto de trabajo. No podía seguir sintiendo daño por más tiempo. Me marchaba, renunciaba a mi puesto de trabajo, a mi vida. No podía más.

Esta mañana, cuando fui al baño para vomitar


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por quinta vez en dos horas, él entró, con la sonrisa que utiliza para mostrarse como una persona simpática, afectuosa, sociable y amigo de todos. Para que todos le deseen como amigoy él se pueda acercar a ellos.

No sé con qué intenciones entró, pero no podían ser honradas, ni éticas ni sanas. Con su fi na ironía se burló de mí, una vez más y me hizo daño nuevamente. Le dije que no era más que un “parásito psíquico”, un “hombre vacío” que no tenía nada dentro,incapaz de crear nada y que, además de mediocre,carecía de imaginación y espíritu propio; que olía a “plástico” y que en unos días dejaría de oler su tufo, que me mareaba hasta ponerme enfermo, porque dimitía de mi puesto de trabajo. Jamás volvería a ponerme enfermo. Jamás volvería a copiarme ni usar mi material más personal y avanzado.

Supongo que se sintió amenazado porque puse al descubierto algo que le alertó o le aterrorizó. Sin avisar y sin darme tiempo a cubrirme o defenderme, me dió un puñetazo en la mandíbula, dos puñetazos en el lado izquierdo del pechoy otros dos más en el derecho.Después me dió un rodillazo en la entrepierna. Soporté todo el dolor sin inmutarmey entonces me agarró de las muñecas, y me golpeó contra una de las paredes,sin cambiar su amistosa sonrisa.

Conseguí librarme de sus garras, que me apretaban las muñecas como tenazas


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y, al verme libre y comprender que pretendía estrangularme, le dí un empujón.No tenía fuerzas, todo me dolía terriblemente. Pero no sé cómo, debido a su escaso peso y constitución tan débil, se desplazó hacia atrás, pisó un charco de agua, resbaló y se golpeó la cabeza levemente con uno de los lavabos.

El golpe, que les aseguro fue sin fuerza alguna, hizo que cayese al suelo inerte. Quedó boca arriba, parado, detenido,con los ojos muy abiertos. Algo dentro de él se detuvo y el odioso chirrido tintineante que me había atormentado durante semanas, quebrándome los tímpanos y llevándome a un estado de nervios lamentable, dejó de escucharse para siempre. Para siempre.

Sin fuerzas, con el cuerpo dolorido,me dejé caer en el suelo para recuperarme. Entonces entró Jordi y al ver lo ocurrido salió corriendo para avisar a los guardas de seguridad o a un médico.Es todo. No tengo nada más que contarles. Esa es toda la verdad.”

Los presentes nos miramos los unos a los otros sin decir nada. Nuestras miradas revelaban que todo nos parecía antinatural en el relato. Era evidente que el chico mentía por primera vez en su vida, aunque eso fuese imposible.O que, al borde de la locura, deliraba y que le encerrarían de por vida en una institución mental.

Francesc se había quedado inmóvil, pensativo, mirando nuevamente la brillante superfi cie metálica


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de la mesa. Todavía respiraba con difi cultad por sus costillas rotas y contusiones.Yo estaba convencido que se había vuelto loco debido a los celos,al exceso de trabajo o a cualquier otro motivo.

Ya íbamos a marcharnos, cuando la puerta se abrió y entró el médico forense. Su rostro, blanco como el papel, mostraba un estupor similar al de un pobre obrero de la construcción, con 6 hijos y sin trabajo que comprueba asombrado que ha ganado 1.500 millones de pesetas a la loteríay que, además, su tío de Américale ha dejado una herencia multimillonaria.- ¿Le ocurre algo, doctor? -le preguntó el subinspector.- ¡Es lo más extraño que he visto en mi vida, y eso que he visto cosas increíbles! -nos respondió el hombre tomando aire y recuperándose de la impresión-. El joven tenía razón cuando mencionó las palabras “nuevo”, “sintéti-co”, “rechinar” y “plástico”.

Los presentes nos miramos sin comprender nada.Noté que Francesc levantaba la vista y la fi jaba en el doctor, como buscando respuestas a sus extrañas palabras.- ¿Ha obtenido algún resultado en la disección del cadáver? -volvió a preguntar el subinspector poniéndose de pie.- ¡No hay cadáver! ¡Ya no hay cadáver!Dudo mucho que el chico sea culpable de ningún asesinato, cuando no hay cadáver ni cuerpo que examinar, enterrar o incinerar.

¡Ha sido la experiencia más asombrosa y aterradora de mi vida, y eso que he visto de todo!El silencio se extendió por la habitación.


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El forense habló nuevamente.- Lo habíamos desnudado y estaba sobre la mesa,boca arriba,muy blanco por la sangre que había perdido,cuando, al clavar el bisturí en el pecho, ocurrió de repente.

Un minúsculo rasguño que tenía en la piel se abrió bruscamente, comenzó a alargarse en todas direcciones, a extenderse, a ampliarse y sólo puedo decir que ante nuestros atónitos ojos (¡gracias a Dios está grabado en la cámara de vídeo) un polímero se despolimerizó.

En cuestión de medio minutolo que parecía un cuerpo humano, quedó reducido a unos 60 kilos de polímero plásticobolitas de un material sintético color carne, con fi nísimas fi bras ópticas blancas que parecían nervios y que, al tocarlas, se convertían en cenizas calizas.Si intentamos analizarlas se convierten en polvo.

Nadie se atrevió a decir ni añadir nada. Ninguno podía asimilar sus palabras.Parecía que ahora teníamos dos locos en la habitación.

- El difunto señor Germán Pérez era un “hombre vacío”, de “plástico” y con mecanismos artifi ciales de una extraña y avanzada tecnología que desconozco y de la que jamás he oído hablar.Quizá espionaje industrial de alguna empresa japonesa, quizá sea un viajero proveniente del futuro o quizá un extraterrestre.

Lo ignoro y dudo que alguien sepa jamás la verdad. Lo poco que se podía analizar es sólo ceniza, polímero despolimerizado


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del que no creo que se extraiga ya ninguna información.Con razón Francesc decía que todo en él olía a plástico, a nuevo y “chirriaba”...


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el carro de las palabras


Existe un pueblo entre montañas, donde vive muy poca gente.Está Pablo, Paco, Manuel y Cristina. Se llama Villamontaña

Se llamaba Villamontaña. El pueblo es muy pequeño.

Hasta hace poco, en este pueblo hablaban conel lenguaje de sig-nos. No tenían palabras. Don Diego es un señor que vive fuera del pueblo,

narrativa individual - 1a. mención

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en la Sierra.

Un día, se le ocurrió llevar un carro de caballos lleno de palabras. Don Diego aparcó en la plaza y todos se acercaron.

Don Diego les dijo: “Os traigo un regalo. Traigo el carro cargado de palabras.”

Don Diego fue repartiendo palabras a toda la gente y todos cogieron algunas. Se las llevaban para utilizarlas.

La gente del pueblo ya podía escribir y hablar con sus amigos. Aunque al principio no sabían como utilizarlas, ahora ya lo saben.

Aprendieron a estudiar y a leer. También a dibujar y, a hacer versos:“El bosque es verde, el agua del mar es azul, las nubes son blancas,los ríos que llevan agua clara”

Todas las palabras les sirvieron para formar frases, también palabrotas.


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Antes, sinpalabras, no podían hacer frases,çAhora sí.

Se peleaban por las palabras Todos querían coger palabras bonitas, como por ejemplomariposa, amor, paz y libertad.

Y las palabras feas no las quería nadie, las dejaban en el carro.

Ahora Pablo hace cosas divertidas, como por ejemplo ir a ver un partido de fútbol y gritar gol con su compañero Paco.

Manuel y Cristina pueden contarse sus cosas, lo que han hecho durante el fi n de semanaPueden ir al club de ocio y hacer diferentes actividades, como ir al planetario o al karaoke con la pandilla.

Ahora son felices cantando.

.


52 narrativa individual - 1a. mención

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la niña y la luna


Hace muchos años una familia pertenecía a la luz.La primogénita podría crearse en un espacio que procedía de mucha luz. Su capacidad era tan inmensa que no le quedó más remedio que crearse con la luna. Era realmente única en su especie.La niña, llamada Petrura, fue elegida para vivir en la luna. Procedía de una minúscula partícula muy potente y ella fue la elegida.Su familia se quedó desolada y no tuvo más remedio que quedarse a vivir en la tierra, donde, con el tiempo, fueron perdiendo su luz y se convirtieron en unas personas normales.

Pero la niña se enteró de lo sucedido y, según cuentan, ella no quería quedarse con la luna.Quería irse con su familia y no ser aquel fenómeno extraño que habitaba dentro de un círculo redondo donde todos, por cierto, querían ir.

Pero tenía suerte porque ella viajaba constantemente donde rotaba la luna. Iba a diferentes lugares, países y ciudades.Se movía por donde quería, pero Pretura se empezaba a aburrir y con el paso de los años se empezó a entristecer. Siempre estaba con la luna y con sus amigos los meteoros, satélites, astros, etc.

A veces cuando la luna viajaba en verano, Pretura tenía unas amigas cerca de ella.Pretura se deslizaba por una cuerda transparente, llegaba a la charca donde revoloteaban varias luciérnagas y poco a poco se acercaba a ellas.


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Pretura con su dulce voz les decía:

- Hola mis amigas las luciérnagas.Os traigo un poquito de luz y energía.

Ella abría la boca y empezaba a desprender un polvo de color blanco, así las luciérnagas podían ser más hermosas.

Las luciérnagas empezaron a sentir cada vez más necesidad de aquel elixir que desprendía de su boca a través de aquellos polvos blancos mágicos.Para todas ellas era una pequeña droga que necesitaban. Cada día iba aumentando más y más la necesidad de su elixir, pero Pretura se dio cuenta que no la querían como a ella le hubiera gustado. Quería ser su amiga, pero las luciérnagas la querían por su propio interés y lo que Pretura sentía por sus amigas era un amor verdadero.

Cada vez que las iba a visitar, Pretura pensaba que había encontrado una familia, o al menos eso creía. Pero se dio cuenta de que estaba equivocada. Pretura pensaba que había encontrado la familia que a ella le hubiera gustado tener y que nunca tuvo.

Por eso pensó en bajar a la tierra en busca de su verdadera familia y decidió escapar, ya que las luciérnagas empezaron a envidiarla, porque siempre querían ser más hermosas. No sólo las hacía brillar ¡no! También las hacía hermosas.

Un día se negó a darles ese polvillo que tanto anhelabany las luciérnagas empezaron a odiarla.La envidia empezó a ser cada vez más grande. Aumentaba como si estuviéramos infl ando un globo que no tiene fi n. Las luciérnagas decían:


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- ¿Por qué ella puede tener ese elixir que nadie tiene?

En ese preciso momento una de ellas plantó cara y les dijo:

- Qué pasa, que sólo la queréis por lo que tiene, no por lo que os da, amor. - Mandis era la única luciérnaga que no tenía pelos en la lengua.

Las demás de su especie le dijeron:

- Fuera de aquí, vete con ella si tanto la quieres. A ver si te da lo que nosotras tanto anhelamos.

- Está bien -dijo Mandis- y alzó su patita al nivel de su cabeza. Y dijo en forma de promesa: - Me marcho porque yo quiero, no porque vosotras me echéis y quiero que sepáis que se tiene aquello con lo que se nace.Me avergonzáis por ser tan crueles y por no tener sentimientos y ser tan egoístas. Eso es un don, lo tiene como otro insecto, como nosotras tenemos un poco de luz.

Todas se echaron encima de Mandis. La luciernaga se levantó. Estaba magullada por la paliza que le había dado su propia familia y decidió emprender el vuelo y desaparecer.

Las otras luciérnagas le gritaban:- Eso, vete con ella y no vuelvas.

Se fue triste pero no perdió la esperanza de encontrar a otra familia que la quisiera, aunque no fuera de su especie.

La luciérnaga pensó: “Ahora tengo otro propósito. Tengo que ir a hablar con la luna antes de que sea tarde.”


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Ella sabía perfectamente que Pretura había ido a la tierra, y salió zumbando hacia la luna. La luna no podía quedarse sola. La necesitaba.Si Pretura desaparecía, la tierra perdería la noche.Mandis tenía que evitar aquella catástrofe.

La luna estaba echando la siesta cuando llegó la luciérnaga.La luna se sobresaltó y pegó un brinco al oír el revoloteo de Mandis.

- ¿Quién eres? ¿y por qué haces tanto ruido?

Mandis dijo sin aliento:- Te estaba buscando.

La luna le dijo a Mandis: - ¿Qué te pasa que vienes tan fatigada?

- Mira señora luna, me voy a presentar: soy amiga de Pretura. Hace tiempo, pasaba por el estanque para darnos un elixir que soltaba por su boca y nos daba luz y energía, pero mi familia siempre quería más y más. Pretura pensaba que mi familia la quería como a una más de nosotras y cuando vio que no era así, decidió marcharse a la tierra. Mi familia también me ha echado de sus vidas por defender a Pretura. Yo soy una luciérnaga con suerte porque la pobre chica me tiene mucho aprecio.

La luna se echó sus pequeñas manos a la cabeza y dijo:

- Pretura no puede irse ¡no! Voy a buscar a mi amiga la estrella fugaz. Es muy rápida. Entre mi amiga la estrella fugaz y tú Mandis,podéis ir a buscar a Pretura lo más rápido posible


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y traerla de vuelta a casa.

Cuando la luna mandó a sus amigas las estrellas a buscar a su madre, la estrella fugaz, no tardaron mucho en aparecer. La luna presentó Mandis a la estrella fugaz y les dijo:- Id lo más rápido posible.

La estrella fugaz le dijo: - Yo desde aquí arriba te ilumino cuando llegue la noche, y tú, como insecto, ten cuidado y revolotea los más rápido posible.

- De acuerdo- contestó.

No tardó mucho en encontrar a Pretura. Estaba sentada en una roca junto al río. Estaba llorando y su luz se iba apagando. Cuando oyó el revoloteo de la luciérnaga Mandis, Pretura dio un salto de alegría. Al ver que era Mandis le preguntó:

- ¿Tú, que haces aquí amiga mía?

- He venido a buscarte. La luna está muy triste. Tú eres la vida de la luna y del mundo. Si no vuelves con tu luz y tu energía, los humanos no tendrán noche. Tú eres nuestra salvación. Por favor, vuelve conmigo. Nos está esperando la estrella fugaz.No tenemos mucho tiempo.

- He bajado a buscar a mi familia �le dijo Pretura� Pero no la he encontrado y aquí abajo en la tierra hay mucha gente.


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En ese preciso momento, un niño se les acercó y preguntó por una niña a Mandis.

Pretura le preguntó:

- ¿A qué niña buscas?

- Me acuerdo perfectamente, éramos una familia muy extraña. Tenía-mos un don: todos brillábamos, pero una de mis hermanas se quedó atrapada en la luna. Se quedó triste cuando nos separamos. Ella fue la elegida, la privilegiada,y nosotros volvimos a la tierra y nos convertimos en personas normales.

Pretura al escuchar esto le dijo:

- Yo soy la niña a quien buscas. Soy Pretura.

- ¡Hermana! -exclamó el niño- ¿Por qué estás en la tierra en vez de estar donde te dejamos?

- Porque os echaba de menos.

Mandis les interrumpió: - Bueno, no tenemos mucho tiempo -dijo-, si tu hermana no sube antes del anochecer, vosotros los humanos no tendréis noche.

Pretura dijo a Mandis:- Espera, solo una cosa más y regresaré, te lo prometo.

- Diego, -dijo Pretura- ¿dónde está mamá?

- Todos estamos bien, no te preocupes.

- Dile que os quiero mucho -dijo Pretura.


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- Se lo diré, pero vuelve con la luna.

- Vamos -dijo Mandis- No queda mucho tiempo.

Pretura abrió sus alitas transparentes y regresó a la luna más contenta que nunca. Esa noche brillaba más que nunca.

Esa noche fue muy especial, porque la luna le dijo que cuando amaneciera podría reunirse con su familia y no tendría que viajar con ella siempre. Que en esa pequeña ciudad donde se puede buscar en un mapa estaría Pretura para cargar a la luna de luz y energía y así también podría disfrutar de su familia.

Mandis tuvo suerte porque su familia la fue a buscar donde estaba Pretura, y pidió perdón a ambas. Mandis volvió con su familia y Pretura también,aunque solo por el día, ya que por la noche estaba muy ocupada con su luna.

Todo se arregló y los humanos nunca, nunca se quedaron sin noche.


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natalia


Hace muchos años una familia pertenecía a la luz.La primogénita podría crearse en un espacio que procedía de mucha luz. Su capacidad era tan inmensa que no le quedó más remedio que crearse con la luna. Era realmente única en su especie.La niña, llamada Petrura, fue elegida para vivir en la luna. Procedía de una minúscula partícula muy potente y ella fue la elegida.Su familia se quedó desolada y no tuvo más remedio que quedarse a vivir en la tierra, donde, con el tiempo, fueron perdiendo su luz y se convirtieron en unas personas normales.

Pero la niña se enteró de lo sucedido y, según cuentan, ella no quería quedarse con la luna.Quería irse con su familia y no ser aquel fenómeno extraño que habitaba dentro de un círculo redondo donde todos, por cierto, querían ir.

Pero tenía suerte porque ella viajaba constantemente donde rotaba la luna. Iba a diferentes lugares, países y ciudades.Se movía por donde quería, pero Pretura se empezaba a aburrir y con el paso de los años se empezó a entristecer. Siempre estaba con la luna y con sus amigos los meteoros, satélites, astros, etc.

A veces cuando la luna viajaba en verano, Pretura tenía unas amigas cerca de ella.Pretura se deslizaba por una cuerda transparente, llegaba a la charca donde revoloteaban varias luciérnagas y poco a poco se acercaba a ellas.


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Pretura con su dulce voz les decía: - Hola mis amigas las luciérnagas.Os traigo un poquito de luz y energía.

Ella abría la boca y empezaba a desprender un polvo de color blanco, así las luciérnagas podían ser más hermosas.

Las luciérnagas empezaron a sentir cada vez más necesidad de aquel elixir que desprendía de su boca a través de aquellos polvos blancos mágicos.Para todas ellas era una pequeña droga que necesitaban. Cada día iba aumentando más y más la necesidad de su elixir, pero Pretura se dio cuenta que no la querían como a ella le hubiera gustado. Quería ser su amiga, pero las luciérnagas la querían por su propio interés y lo que Pretura sentía por sus amigas era un amor verdadero.

Cada vez que las iba a visitar, Pretura pensaba que había encontrado una familia, o al menos eso creía. Pero se dio cuenta de que estaba equivocada. Pretura pensaba que había encontrado la familia que a ella le hubiera gustado tener y que nunca tuvo.

Por eso pensó en bajar a la tierra en busca de su verdadera familia y decidió escapar, ya que las luciérnagas empezaron a envidiarla, porque siempre querían ser más hermosas. No sólo las hacía brillar ¡no! También las hacía hermosas.

Un día se negó a darles ese polvillo que tanto anhelabany las luciérnagas empezaron a odiarla.La envidia empezó a ser cada vez más grande. Aumentaba como si estuviéramos infl ando un globo que no tiene fi n. Las luciérnagas decían:

- ¿Por qué ella puede tener ese elixir que nadie tiene?


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En ese preciso momento una de ellas plantó cara y les dijo:

- Qué pasa, que sólo la queréis por lo que tiene, no por lo que os da, amor. - Mandis era la única luciérnaga que no tenía pelos en la lengua.

Las demás de su especie le dijeron:

- Fuera de aquí, vete con ella si tanto la quieres. A ver si te da lo que nosotras tanto anhelamos.

- Está bien -dijo Mandis- y alzó su patita al nivel de su cabeza. Y dijo en forma de promesa: - Me marcho porque yo quiero, no porque vosotras me echéis y quiero que sepáis que se tiene aquello con lo que se nace.Me avergonzáis por ser tan crueles y por no tener sentimientos y ser tan egoístas. Eso es un don, lo tiene como otro insecto, como nosotras tenemos un poco de luz.

Todas se echaron encima de Mandis. La luciernaga se levantó. Estaba magullada por la paliza que le había dado su propia familia y decidió emprender el vuelo y desaparecer.

Las otras luciérnagas le gritaban:- Eso, vete con ella y no vuelvas.

Se fue triste pero no perdió la esperanza de encontrar a otra familia que la quisiera, aunque no fuera de su especie.

La luciérnaga pensó: “Ahora tengo otro propósito. Tengo que ir a hablar con la luna antes de que sea tarde.”

Ella sabía perfectamente que Pretura había ido a la tierra, y salió zumbando hacia la luna.


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La luna no podía quedarse sola. La necesitaba.Si Pretura desaparecía, la tierra perdería la noche.Mandis tenía que evitar aquella catástrofe.

La luna estaba echando la siesta cuando llegó la luciérnaga.La luna se sobresaltó y pegó un brinco al oír el revoloteo de Mandis.

-¿Quién eres? ¿y por qué haces tanto ruido?

Mandis dijo sin aliento:- Te estaba buscando.

La luna le dijo a Mandis: - ¿Qué te pasa que vienes tan fatigada?

-Mira señora luna, me voy a presentar: soy amiga de Pretura. Hace tiempo, pasaba por el estanque para darnos un elixir que soltaba por su boca y nos daba luz y energía, pero mi familia siempre quería más y más. Pretura pensaba que mi familia la quería como a una más de nosotras y cuando vio que no era así, decidió marcharse a la tierra. Mi familia también me ha echado de sus vidas por defender a Pretura. Yo soy una luciérnaga con suerte porque la pobre chica me tiene mucho aprecio.

La luna se echó sus pequeñas manos a la cabeza y dijo:

- Pretura no puede irse ¡no! Voy a buscar a mi amiga la estrella fugaz. Es muy rápida. Entre mi amiga la estrella fugaz y tú Mandis,podéis ir a buscar a Pretura lo más rápido posible y traerla de vuelta a casa.


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Cuando la luna mandó a sus amigas las estrellas a buscar a su madre, la estrella fugaz, no tardaron mucho en aparecer. La luna presentó Mandis a la estrella fugaz y les dijo:- Id lo más rápido posible.

La estrella fugaz le dijo: - Yo desde aquí arriba te ilumino cuando llegue la noche, y tú, como insecto, ten cuidado y revolotea los más rápido posible.

- De acuerdo -contestó.

No tardó mucho en encontrar a Pretura. Estaba sentada en una roca junto al río. Estaba llorando y su luz se iba apagando. Cuando oyó el revoloteo de la luciérnaga Mandis, Pretura dio un salto de alegría. Al ver que era Mandis le preguntó:

- ¿Tú, que haces aquí amiga mía?

- He venido a buscarte. La luna está muy triste. Tú eres la vida de la luna y del mundo. Si no vuelves con tu luz y tu energía, los humanos no tendrán noche. Tú eres nuestra salvación. Por favor, vuelve conmigo. Nos está esperando la estrella fugaz.No tenemos mucho tiempo.

- He bajado a buscar a mi familia -le dijo Pretura- Pero no la he encontrado y aquí abajo en la tierra hay mucha gente.

En ese preciso momento, un niño se les acercó


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y preguntó por una niña a Mandis.

Pretura le preguntó:

- ¿A qué niña buscas?

- Me acuerdo perfectamente, éramos una familia muy extraña. Tenía-mos un don: todos brillábamos, pero una de mis hermanas se quedó atrapada en la luna. Se quedó triste cuando nos separamos. Ella fue la elegida, la privilegiada,y nosotros volvimos a la tierra y nos convertimos en personas normales.

Pretura al escuchar esto le dijo:

- Yo soy la niña a quien buscas. Soy Pretura.

- ¡Hermana! -exclamó el niño- ¿Por qué estás en la tierra en vez de estar donde te dejamos?

- Porque os echaba de menos.

Mandis les interrumpió: - Bueno, no tenemos mucho tiempo -dijo-, si tu hermana no sube antes del anochecer, vosotros los humanos no tendréis noche.

Pretura dijo a Mandis:- Espera, solo una cosa más y regresaré, te lo prometo.

- Diego, -dijo Pretura- ¿dónde está mamá?

- Todos estamos bien, no te preocupes.

- Dile que os quiero mucho -dijo Pretura.

- Se lo diré, pero vuelve con la luna.


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- Vamos-dijo Mandis- No queda mucho tiempo.

Pretura abrió sus alitas transparentes y regresó a la luna más contenta que nunca. Esa noche brillaba más que nunca.

Esa noche fue muy especial, porque la luna le dijo que cuando amaneciera podría reunirse con su familia y no tendría que viajar con ella siempre. Que en esa pequeña ciudad donde se puede buscar en un mapa estaría Pretura para cargar a la luna de luz y energía y así también podría disfrutar de su familia.

Mandis tuvo suerte porque su familia la fue a buscar donde estaba Pretura, y pidió perdón a ambas. Mandis volvió con su familia y Pretura también,aunque solo por el día, ya que por la noche estaba muy ocupada con su luna.

Todo se arregló y los humanos nunca, nunca se quedaron sin noche.


narrativagrupal

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el pirata escayolado


Aquel día me quedé en la biblioteca, porque tenía una pierna rota. La semana pasada había ido de excursión y me había caído en la nieve, donde quedó una huella grande.

Escogí el libro “La isla del tesoro”, que es mi favorito. No sé cuánto tiempo estuve leyendo. Fuera ya estaba oscuro y dentro estaba todo en silencio. Salí 5 minutos a descansar y vi a una mujer rubia rodeada de un montón de papeles. Abrí una ventana para respirar y la corriente hizo que todo volara por el aire. No sabía como ayudar a aquella mujer.

Ella sonrió, me miró de abajo a arriba y me dijo: - Será mejor que sigas descansando - y me dio una entrada para ir al teatro. Decidí ir. Mi pierna rota y escayolada no me dejaba hacer otras cosas.

Al llegar me senté cómodamente en la butaca nº 27. Mi sorpresa fue que el espectáculo empezaba con un ballet de piratas.

En el escenario había un barco enorme y dentro estaban los dos protagonistas. El argumento trataba de un pirata que se enamoraba de una doncella y luchaba por conseguirla y llevarla con él a una isla desierta.

Cuando todo acabó y la gente empezó a aplaudir,

narrativa grupal - 1er. premio

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me di cuenta de que acababa de ver una hermosa historia de amor.

Una voz me sacó de mis pensamientos - Número 27. Mi compañero de butaca me dio un codazo, me dijo que había comenzado un sorteo y que yo había ganado.

Uno de los actores bajó del escenario a traerme un regalo:dos estuches. Uno contenía una libreta y el otro, una alfombrilla para el ratón del ordenador. Le di un beso y las gracias. Todos los actores fi rmaron en mi escayola. Al llegar a casa me senté a disfrutar de mis regalos. En la libreta había un poema con partes en blanco:

que es mi…… tesoroque es mi ……la libertadmi ……la fuerza y el viento,mi única…… la mar.

Quise copiar este poema roto en el ordenador. Lo encendí y puse el ratón encima de la alfombrilla nueva. El ratón empezó a escribir solo. ¿La alfombrilla era mágica?Empezaron a aparecer palabras que completaban el poema roto. El ratón estaba haciendo un poema nuevo por minuto:

21:00:00

que es mi bici mi tesoroque es mi paseo la libertad, mi voluntad, la fuerza y el viento, mi único destino la mar.

21:01:00


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que es mi amigo mi tesoroque es mi amistad la libertad, mi sentimiento, la fuerza y el viento, mi única voluntad la mar.

21:02:00

que es mi música mi tesoroque es mi oído la libertad, mi voz, la fuerza y el viento, mi único hogar la mar.

21:03:00

que es mi rap mi tesoroque es mi anillo la libertad, mi chico, la fuerza y el viento, mi única amiga la mar.

21:04:00

que es mi amigo mi tesoroque es mi camino la libertad, mi pie, la fuerza y el viento, mi única búsqueda la mar.

21:05:00

que es mi ordenador mi tesoroque es mi habitación la libertad, mi gracia, la fuerza y el viento, mi única amistad la mar.

21:06:00

que es mi corazón mi tesoro


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que es mi sentimiento la libertad, mi camino, la fuerza y el viento, mi única palabra la mar.

21:07:00

que es mi ojo mi tesoroque son mis gafas la libertad, mi vista, la fuerza y el viento, mi única mirada la mar.

21:08:00

……….………......21:30:00

que es mi cuerpo mi tesoro, que es mi espacio la libertad,mi movimiento, la fuerza y el viento, mi única danza la mar.

Me asusté. Pensé que había entrado un virus en el ordenador y lo desenchufé. El ritmo del poema era muy familiar para mí. Me dormí pensando en todo lo que había pasado aquel día.

A la mañana siguiente, al ducharme,me acordé de que mi padre, cuando yo era pequeño, se ponía un parche en el ojo


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y me cantaba la famosa canción del pirata de Espronceda: Con diez cañones por bandaviento en popa a toda vela ………….…….que es mi barco mi tesoroque es mi Dios la libertad, Mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.

Emocionado me fui al teatro a dar las gracias a los actores por tan extraordinario regalo. Al llegar estaba vacío. El conserje de la entrada me habló como si me conociera de toda la vida y me entregó un sobre que llevaba mi nombre. Estaba tan nervioso que no pude ir a casa. Cogí un autobús y me fui a mi playa. Caminé con mi pata de pirata y me subí a una barca. Me puse un pañuelo en la cabeza y con un trozo de tela me tapé un ojo. Abrí el sobre. Dentro estaba el plano de cómo llegar a la “Isla del tesoro”.

“Sólo me quedan tres días para que me saquen la escayola. Mi viaje está a punto de empezar”.


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la sombra misteriosa


Erase una vez dos muchachas, María y Elena, de 10 y 11 años,que paseaban por un bosque silencioso, misterioso y oscuro.

De repente, vieron una sombra negra que se movía entre los árboles.

Las chicas se asustaron y salieron corriendo. Gritaban y gritaban…De tanto que corrieron… se perdieron.

A lo lejos vieron una luz y se acercaron. Al llegar allí comprobaron que era una vieja casa de maderaque parecía abandonada.Tenía las ventanas rotas, telarañas, mucho polvo … y una chimenea.

Decidieron pasar allí noche. Encontraron un armario con una puerta manchada de sangre.Lo abrieron y … allí había una manta blanca llena de sangre seca.El suelo estaba cubierto de paja y pensaron dormir allí. Encontraron otra manta que no tenía manchas de sangre y se taparon con ella.

A las pocas horas, cuando ya estaban durmiendo, algo las despertó. Era un extraño ruido que procedía del bosque.

María y Elena tenían muchísimo miedo pero también curiosidad por averiguar qué era aquel ruido.

Se levantaron y salieron de la casa.

narrativa grupal - 1a. mención

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Estaba muy oscuro pero, por suerte, encontraron una vieja linterna en el cajón del armario.

Caminaron lentamente por un sendero cubierto de hojas manchadas de sangre. Y volvieron a oir ese extraño ruido, cada vez más fuerte.Pensaron que se estaban acercando. Siguieron andando muy despacito.

Y de repente, María pisó una rama que tapaba un agujero, la rama se partió y ella cayó dentro.

Tocó a su alrededor y tocó algo blando que olía muy mal. Elena, des-de arriba, alumbró con la linterna. Y gritaron al mismo tiempo al ver lo que había: una vieja que parecía estar ¡MUERTA!

Cuando dejaron de gritar y ya estaban más tranquilas, se pusieron a observar a aquella mujer. Era una anciana, con el pelo blanco, con muchas arrugas,un vestido azul roto y un delantal rojo. Estaba descalza. Se le veían heridas en los pies, de las que salía sangre.

La cogieron por los hombros y la movieron … y de repente ¡Abrió los ojos y las miró!Se asustaron muchísimo.María intentó escalar la pared del hoyo. Pero la mujer la agarraba por los pies. Ella gritaba ¡NO…! Pero no conseguía salir del agujero. Elena la agarraba de la mano para ayudarla, pero no podía.

Entonces Elena decidió buscar ayuda, pero María le decía —¡No! ¡No me dejes sola, por favor!.Lo siento, no hay más remedio, le dijo Elena a María.

María, se quedó sola, en el agujero con la vieja Hortensia,


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que así se llamaba la señora, y a oscuras, temblando de miedo,porque Elena se había llevado la linterna.

Después de un rato en el hoyo, aparecieron cientos de murciélagos.Ellas gritaban mientras recibían picotazos: ¡SOCORROO! ¡Elena, por favor, ven!Al fi nal se calmaron, y los murciélagos fueron posándose en la pared del agujero.

Mientras tanto, Elena, llegó a la casa y encontró una cuerda. Enton-ces emprendió el camino por el bosque hacia el agujero. Al llegar, lanzó la cuerda al interior del hoyo,y por fi n, María subió y entre las dos ayudaron a salir a la señora Hortensia.

Cogieron a la anciana y, apoyándola en sus hombros,consiguieron llevarla a aquella casa que resultó ser la suya. La tumbaron sobre su cama y le curaron las heridas que tenía por todo el cuerpo. Ellas se sentaron a su lado. Entonces la señora Hortensia les contó lo ocurrido:

“Resulta que un día, a los pocos meses de la muerte de mi marido Juan, salí al bosque a visitar la tumba de mi esposo.Cuando estaba cerca, oí crujir las ramas sobre las que pisaba.Se rompieron y caí a un gran agujero. La caída me provocó muchas heridas que sangraron durante varios días. Y me encontrasteis.”.

Al terminar su historia, la señora Hortensia les preguntóa Elena y María cómo habían llegado hasta allí? Y ellas se lo explicaron.


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Así, las tres comprendieron lo que había ocurrido. La señora Hortensia les aclaró algo de lo ocurridoque no entendían. Les dijo:— ¿Sabéis qué era aquella sombra que visteis?Pues… era el espíritu de mi difunto esposo que os llamaba la atención para que vinieseis al bosquea ayudarme y no muriese sola en ese agujero.

—¡Ah! — exclamaron sorprendidas las dos chicas.

De repente, se oyó un sonido como un pitido: pi-pi, pi-pi, pi-pi. Era el despertador que sonaba en la mesita de noche de la habitación de María.

—¡Vaya! ¡Si todo ha sido un sueñoa! Parecía tan real…


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el gran circo


Había una vez un circo. En el circo trabajaban trapecistas, domadores de leones, monos, ca-ballos y jinetes, elefantes, tigres, serpientes, payasos, equilibristas, malabaristas, la mujer barbuda, el hombre invisible, animadoras… Era un circo muy completo.

El circo abría los sábados y domingos. Era un circo muy grande y bonito porque su carpa era de todos los colores del arco iris.

Era muy barato. Entrar costaba sólo 3 euros y por eso siempre había mucha gente y todos los sillones estaban llenos. Dentro también trabajaba un vendedor que llevaba agua, pipas, latas de refrescos, palomitas, chucherías…

Un sábado hubo una función a las 6 de la tarde. Salió el presentador: - ¡Señoras y señores presentamos a los trapecistas! ¡Hoy tendremos a la Mujer Barbuda, el Hombre sobre la Cuerda Floja y como gran actuación:el Hombre Invisible! Todo el público aplaudió y actuaron los artistas.

El espectáculo fi nal fue el del Hombre Invisible. Este espectáculo era muy emocionante, emoción para todos los públicos. Hacía cosas que ponían los pelos de punta y muchos lloraban de emoción.

Cuando salió el Hombre Invisible todo el mundo aplaudió con fuerza diciendo: -¡Bravo, bravo!


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El famoso Hombre Invisible primero se metió tras una cortina y desapareció. Después se metió dentro de un baúly un invitado del público clavó espadas en ese baúl. El Hombre Invisible volvió a desaparecer.Después se metió en una caja de regalo, y también desapareció.Por último se metió dentro de una caseta de playa y desapareció.

Pero, ¿qué pasó? El Hombre Invisible había desaparecido y tras varias horas no supimos nada de él.

Pasaron días y días y no aparecía. Pusieron la noticia en el periódico, lo dijeron por la radio, por la tele, en Facebook… A todas horas lo estaban diciendo y daban una buena recompensa por él. Ofrecían 300 euros a quien lo encontrara.

Al fi nal encontraron al Hombre Invisible, estaba en el circo del pueblo de al lado. ¿Qué hacía allí el Hombre Invisible? ¡Qué sorpresa! Estaba actuando con otro artista. El Hombre Invisible se había enamorado. Era la trapecista y presentadora que se llamaba Jandra.

El Hombre Invisible pidió perdón públicamente y demostró su amor en televisión. Había encontrado su amor verdadero y quisieron celebrarlo por todo lo alto. Lo celebraron, como no, en el circo y fue una fi esta espectacular.


79narrativa grupal - 2a. mención

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la tribu más moderna de este país


Érase una vez, en un lejano país, una reserva indiadonde habitaban 130 mujeres indias con sus esposos indios. Era la Reserva del lago Azul.

Era un país muy bonito y alegre, construido hacía poco,con todas las tecnologías y avances de la época.

Se modernizaron todas las cabañas.El jefe de la tribu, llamado Pluma Roja,llamó con su teléfono móvila los mejores trabajadores que existían.Buscó a ingenieros, pintores y decoradores para construir las casas. Eran casas de ladrillos que parecían chalets y tenían hasta piscina privada.

Pluma Roja quería que su hija mayor se casara. Quería que fuera una boda en un bonito lugar y que se celebrara en un salón de arte. La hija, Mara Luna, quería casarse con Alianza Doradael mejor indio de los Garapajoe. Tenía 25 años, era el más guapo y fuerte de la tribu y un día se conocieron por Internet.

Una vez a la semana, Mara Luna y Alianza Dorada hablaban por Inter-net, se decían cosas bonitas, se mandaban fotos, chateaban…

Al mes de conocerse, decidieron quedar para comer en un restaurante de lujo llamado Río Blanco.

Mara Luna fue a una boutique a comprarse un traje


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que le hiciera juego con las plumas de su cabeza y se compró uno precioso.Era blanco y dorado. Le costó 50 euros

Por su parte, Alianza Dorada limpió y le dio brilloa su moto de 125 cc para ir a recoger e impresionara la que iba a ser su futura esposa.

Los dos estaban muy nerviosos y cuando se vieron, se quedaron alucinados. Él pensó: “Esa preciosa india va a ser mi mujer”. Los dos, muy educados y amables, se saludaron con un beso en cada mejillay fueron paseando hasta el restaurante.

Él le llevaba un regalo a ella. Era un casco rosa para la moto, con un agujero para que pasaran por él las plumas de su pelo.

Él le dijo:— “Mara Luna, quiero hacerte este regalo porque quiero llevarte en mi moto al fi n del mundoy quiero que te lo pongas cada vez que te subas a mi moto”.

Mara Luna se puso muy colorada. Estaba muy agradecida. Estuvieron hablando un buen rato.Era tanto su amor que estaban decididos a dar un gran paso. Esta-ban pensando en casarse.Y les mandaron un mensaje a sus padres para que fueran preparando la boda.

Tenían que buscar un lugar para la celebración, preparar el banquete que sería por cubierto,


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buscar un música que trajera canciones románticas, rumbas, boleros, reggaeton, buscar una limusina adornada con rosas rojas,….

Se casaron y todo salió maravilloso. En la ceremonia les hizo las fotos un fotógrafo profesionalque llevaba una cámara de 28 megapixel y les hizo un álbum digital de mucha categoría. También colgaron fotos de su boda en Internety todos sus amigos los felicitaban por la ceremonia.

Fueron de viaje en avióna un parque de atracciones muy famoso, porque Mara Luna quería conocer a su hermana gemela.

Allí había muchas atracciones, la noria, la montaña rusa,un carrusel de caballitos… pero la mayor sorpresa fue cuando entra-ron en el parque y …¡Allí estaba! ¡Allí estaba! ¡Era ella! ¡La hermana de Mara Luna! ¡Era la guapísima y hermosa Pocahontas!.

Se abrazaron y lloraron de emoción. Dieron un paseo los tres, estuvieron un rato hablando y acabaron comiendo en el buffet. Después se despidieron de Pocahontas, cogieron un taxi y se fueron a dormir a la suite del hotel con jacuzzi privado. Al poco tiempo Mara Luna se quedó embarazada y tuvieron una niña a la que llamaron Blanca Luna.


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otros formatos individual

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y achís moquitos

otros formatos individual - 1a. mención

87otros formatos individual - 1a. mención

88 otros formatos individual - 1a. mención

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mario y mariía

VIÑETA 1:Érase una vez un niño que se llamaba Maria al que le gustaba jugar al balón.VIÑETA 2:Y una niña que se llamaba María a la que también le gustaba jugar al balón.VIÑETA 3:Mario y María se pasaban los días discutiendo por el balón.VIÑETA 4:Un día bajaron al parque


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VIÑETA 5:Y conocieron a una niña que se estaba columpiando en un columpio. La niña se llamaba Diana. VIÑETA 6:A Diana también le gustaba jugar al balón.VIÑETA 7:Diana les enseñó a compartir el balón.VIÑETA 8: Y los tres niños se hicieron muy buenos amigos y jugaron siempre al balón.


otros formatos grupal

92 otros formatos grupal - 1a. mención

el león, el ratón pasean por cada estación

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94 otros formatos grupal - 1a. mención

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Este logo identifi ca los materiales que siguen las directrices internacio-nales de la IFLA (Internacional Federation of Library Associations and Institutions) para personas con difi cultades lectoras. Lo otorga la Aso-ciación Lectura Fácil.

audiolibro

LA NAVE ESPACIAL: Teresa Soria Ruano, actriz.

LOS 7 PECADOS CAPITALES: Poema musical, Pablo Puyol, actor, bailarín y cantante.

MULATOS: Fernando Soto, actor.

ODA A LAS CROQUETAS MELANCÓLICAS: Berta Collado, periodista y presentadora.

YA NUNCA MÁS PASÓ: Esmeralda Moya, actriz.

LA VIDA ES CHOCOLATE: Miguel Óscar Menassa, director de la escuela de psicoanálisis y poesía de Grupo Cero.

ME GUSTA EL PESCADO: Luis Luque, director de escena.

ARBOLES DE LA VIDA: Mabel del Pozo, actriz y “vidista ojiplática”.

SONETO DEL ALGARROBO: Fernando Martínez (Fernandisco), presentador de radio y TV, especializado en música.

PLÁSTICO: Miguel Gallardo, ilustrador y autor de “María y yo”, galardonada en el año 2008 con el Premio Nacional de Cómic de Cataluña.

EL PIRATA ESCAYOLADO: Javier Luengo, director gerente de Feaps Madrid.

Organizan:

Colaboran:

quinto certamen literario rosetta para personas con...

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