Poemas de amor para ti

Poemas de amor para ti

Gustavo Bruno Vilacahua Huanca

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Dirección General: Marcelo Perazolo Dirección de Contenidos: Ivana Basset Diseño de cubierta: Daniela Ferrán Diagramación de interiores: Vanesa L. Rivera

Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro, su tratamiento informático, la transmisión de cualquier forma o de cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, registro u otros métodos, sin el permiso previo escrito de los titulares del Copyright. Primera edición en español - Impresión bajo demanda © LibrosEnRed, 2008 Una marca registrada de Amertown International S.A. ISBN: 978-1-59754-454-2 Para encargar más copias de este libro o conocer otros libros de esta colección visite www.librosenred.com

Acerca del autor

Gustavo Bruno Vilacahua Huanca E-mail: gustavobruno_v@hotmail.com

Nació en Cochabamba pero pasó toda su vida en Potosí, Bolivia. Estudia Ingeniería Eléctrica en la Universidad Autónoma Tomás Frías de Potosí. Siempre le gustó la lectura de historias, de leyendas y, por supuesto, de poesía. Es un gran admirador de Gustavo A. Bécquer y de Pablo Neruda. Comenzó a escribir poesía copiando versos de dos libros distintos, para luego combinarlos o agregar versos propios.

Algunos de sus poemas son vivencias propias; otros son sueños o deseos, y otros están inspirados en los sentimientos de algunos amigos que le pedían que escribiera para sus parejas o para algún amor secreto. Publicó algunos poemas en Libros del centro poético, una página de Internet en la cual participó en concursos y salió semifinalista.

Dedica su primera obra a su madre Martha, quien lo apoyó siempre en la publicación de sus poemas, a su padre Nicolás, a su esposa Gimena, a sus hermanos y a sus amigos Oscar, Rubén, Nelson, Milder, Wilber, Juan J., Joselo, Ana, Jhanet y Maren.

Poema I. Me preguntas...

Me preguntas quién es la persona que ocupa mi corazón, me preguntas quién es esa niña que me llena de ilusión y me preguntas el motivo de mis poemas de amor. Si de alguna manera pudiese yo hacerte saber que ese gran amor que me llena de vida y de tanto amor eres tú… Tú, que con tu voz me alegras el día. Tú, que con una sonrisa me llenas de vida. Tú, que con solo una mirada puedes ver mi alma enamorada. Tú, que haces que mi corazón suspire elevándose al infinito en ese suspiro un silencioso y eterno “te quiero”. Pero creo que tu corazón ya tiene un dueño y llegar a alcanzar así tu amor sería tal vez solo un sueño.

Y es por eso que cada vez, siempre, estoy guardando silencio. Y es por eso que cada vez mi corazón más y más te va queriendo.

Poema II

Si decirte pudiera todo lo que siento y así expresarte cuán grande es este sentimiento, sabrías que te llevo siempre conmigo en mis pensamientos y que día a día por acercarme a ti me estoy muriendo. Busco siempre la manera de poder verte y cerca de mí poder así tenerte tratando de que tú no me seas indiferente y que algún día, como yo a ti, puedas tú quererme. Realizando los más bellos y hermosos sueños que mi corazón pueda añorar, pero como son solamente sueños creo ser yo incapaz de llegarlos a alcanzar. No sé si algún día el amor que nació en mí pueda volar y encontrarse junto a ti pues es un sueño utópico ya que el cielo jamás llegará a unirse con el mar. Entre tanto, seguiré amándote en secreto, esperando que algún día sepas todo lo que por ti yo siento.

Poema III

Luna que iluminas mi ventana, dime si aún te posas sobre su almohada, dime si aún velas sus sueños y dime si aún ella te habla. Luna, tú que fuiste testigo de nuestro gran cariño, de nuestras noches de amor y de un adiós al que hasta hoy no le hallo sentido, te pido rescatar mi alma y darle sentido a mi vida, te pido seas nuevamente mi consejera, mi confidente y mi secreta compañera. Dime cómo decirle que aún la quiero, dime cómo decirle que sin ella muero, dime cómo poder decirle que toda mi vida es solo ella… y que sin ella me perdería. Dime cómo decirle que vuelva conmigo y cómo decirle que aún yo no la olvido, cómo decirle que aún la amo todavía y que arrancarla de mí, jamás, jamás yo podría. Luna, luna, querida luna, si alguna vez pregunta por mí, dile a ella sin duda alguna que yo aún la espero en el lugar que le prometí.

Poema IV

Si por solo un instante pudieses saber que daría mi vida por tenerte, mujer, te aseguro, mi vida, que podrías tú ser la niña más dichosa, como jamás imaginaste ser. Si supieras que eres todo lo que siempre soñé, aquella hermosa niña a la cual siempre busqué, que te llevo en mi mente y por todo mi ser y que al solo verte haces mi alma estremecer. Cómo expresarte este gran sentimiento que en mi corazón llevo guardado muy dentro, que me niega y me otorga la vida cuando a ti yo te encuentro. Y me abraza la triste ironía de no poder decirte, vida mía, cuánto yo a ti te quiero. Pues el temor de no ser correspondido a mi corazón pone muy intranquilo dejando mis sueños sin abrigo, pensando algún día en no tenerte conmigo. Por ahora, solo me queda soñar esperando el día y poder revelar todo el amor que me haces sentir y ser correspondido y volver a vivir.

Poema V

Descubrirte mi corazón yo deseo y de mil maneras hablarte de amor, expresarte así mis sentimientos y cuánto es que a ti te amo yo. Describirte en palabras anhelo el amor de mi corazón y sus deseos, el soñar de mi ser y sus desvelos en donde imagino sentir tus delicados besos. Pero falto de valor creo yo ser para decir “te amo” y hacértelo saber. Es por eso que este poema escribí para que hoy sepas lo que siento por ti. Eres un sueño hecho realidad, una ilusión que se vuelve verdad, eres un deseo bello y neto y un sentimiento romántico y perfecto. En tus ojos se irradia tu pureza y tus gestos demuestran tu nobleza. Tu sonrisa, la pureza de tu alma, y tu mirada, la dulzura del mar en calma. Decir cuánto yo te amo deseo, pero temo tu rechazo y tu desprecio pues un día ya pasado te llegaron a lastimar y hoy temes que tu corazón vuelva a llorar. Por ahora, solo me queda el consuelo de que sepas hoy cuánto a ti te quiero y aunque tú estés muy lejos de mí yo siempre voy a tenerte muy dentro de mí.

Poema VI

Hoy que estoy aquí, lejos de ti, deseo tanto aún tenerte conmigo, deseo tanto aún estar contigo y deseo tanto aún ya no ser sólo tu amigo. Quisiera sentir tu aire, quisiera mirar tus ojos, quisiera tocar tus labios y quisiera decirte “te amo”. Quisiera acariciar tu pelo mientras se sonroja tu mejilla, quisiera tomarte entre mis brazos mientras te voy sintiendo mía y quisiera oírte decir que me amas mientras me regalas una caricia. Tengo tantas ganas de decirte “te amo”, tengo tantas ganas de decirte “te extraño”, tengo tantas ganas de decirte que te necesito y que mi vida sin la tuya no tiene sentido. Expresarte lo que significas para mí, decirte que hasta mi vida daría por ti, que día a día recuerdo tu compañía y que me hiere no ser parte de tu vida. Decirte que día a día yo muero por ti y que hago hasta lo imposible por saber de ti, que todos mis poemas son dedicados a ti y que toda mi inspiración te la debo a ti. Quisiera decirte... desearía decirte... yo quiero decirte que te amo.

Poema VII

De un aletargado sueño me levanto hoy y como rosas que florecen despertando voy, pues por el aroma del amor mi corazón renació y mi alma adormecida a la vida volvió. A cada instante mi corazón suspira recordando cuando te tuve cerca de mí, mi alma y mi ser se llenaron de vida pues aquella tarde por fin yo supe de ti. Qué bello fue poder hablarte y hermoso fue el verte sonreír y el poder el rostro acariciarte fue lo mejor que podía yo vivir. Gratos recuerdos que llevo en mí que llenan de gran gozo mi corazón, ya que el tenerte junto a mí fue cumplir mi mayor ilusión. Hoy le hallé a mi vida un motivo pues con solo verte hay alegría en mí y aunque no pueda yo tenerte conmigo con solo hablarte todo mi ser se llena de ti. Lo único que ahora te pido es que tu amistad no alejes de mí pues aunque mi amor jamás sea correspondido me es más que suficiente con estar muy cerca de ti.

Poema VIII

Hoy al cielo elevo una oración dando gracias a Dios por haberte conocido, hoy compuse este poema nacido en mi corazón para decir “te amo” y agradecer el que estés conmigo. Gracias a ti el amor a mi vida llegó, gracias a ti el jardín de mi vida floreció, gracias a ti mi corazón herido se curó y gracias a ti volví a nacer de nuevo yo. Es por eso y por mucho más que a ti te amo yo, es por eso y por mucho más que por ti yo vivo hoy, es por eso y por mucho más que por ti en mí ya no hay dolor y es por eso y por mucho más que yo te necesito, amor. “Te amo, te amo, te amo” es lo que llevan consigo mis suspiros. “Te amo, te amo y te amo” es lo que expresan mis sentidos. “Te amo, te amo y te amo” son las palabras que llenan mi corazón. Y te amo, te amo y te amo es lo que da a mi vida una razón. Amor mío, amor mío, grandioso, bello y sublime amor mío, yo a ti te amo.

Poema IX

Tú llegaste a ser parte de mi vida cuando yo menos así lo quería pues te arriesgaste a querer aun sabiendo que era otra mujer la dueña de este corazón mío, aferrándote a la idea de que llegaría el día en el que todo ese cariño que hacia ella sentía cambiaría y que solo a ti te pertenecería. Un día llegó en el que ese gran cariño por causas del terrible destino tuvo que partir para nunca más volver. Pero tú estabas ahí para apoyarme y llenar ese vacío que causó tan triste desenlace. Con el tiempo, en mí fue creciendo tu cariño y te llegué a querer como nunca había querido. Días y noches, un gran amor compartimos y terrenos ocultos del amor conocimos. Pero tanta y grandiosa felicidad no podía llegar a ser tan real y un día mirándome a los ojos me dijiste: “Lo siento, me di cuenta de que ya no te quiero”, que era mejor terminar que todo era solo algo pasajero. Y te alejaste de mi vida sin sentido sin saber yo hasta hoy el motivo, y hasta hoy aún espero, amor mío, día a día tu regreso al lado mío.

Poema X

Tan cerca y tan lejos, así te siento de mí. La idea de quererte y no poder tenerte hace mi vida infeliz. “Amada mía”, te digo en sueños, “Ven a mí”, te suplico de lejos, mas es tan grande esta aflicción mía que mi corazón se mortifica cada día. Un deseo irrealizable eres, una meta inalcanzable eres, un sueño que solamente es sueño es lo que significas tú para mí. Fatal destino el mío: que el hombre que tiene tu cariño sea un gran amigo mío y no sepa que tu amor hacia él se ha perdido por no saber valorar lo que tiene consigo.

Que tu mirada y tu sonrisa son para mí, que tu llanto y tus suspiros los haces por mí y que cada día que pasa sufres igual que yo por no poder liberar nuestro gran amor. Amor infinito que ha nacido de tiernos y bellos detalles que el tiempo nos ha ofrecido, pero que también nos ha traído todos los males de un amor prohibido.

Poema XI. Para ti...

Lograste darle sentido a mi vida cuando más perdido me encontraba sanando aquella honda y triste herida que un mal amor ya pasado aún me causaba. Uniste cada pedazo perdido de mi alma, que yacía por los suelos muy destrozada. Con tu ternura, sabiduría y amoroso consuelo llenaste mi vida de alegría y gran calma. Inconscientemente penetrando en mi corazón hiciste florecer el jardín de mi vida dibujando en mí una sonrisa llena de ilusión pues por ti mi vida ya no estaba perdida. Sanando mi corazón, que se hallaba herido, lo llenaste con nuevos y bellos sentimientos que alegraban mi ser que se hallaba perdido, pero con el temor de no ser correspondido jamás pude revelarte lo que hasta hoy yo siento. Ahora mi único deseo es que seas muy feliz con aquel que hoy se encuentra contigo y aunque sé que nunca podrás ser para mí yo siempre voy a llevarte (aquí ♥) conmigo.

Poema XII. A mi padre

Faltan pocos días para tu cumpleaños y mi mente se envuelve de recuerdos pasados sumergiéndose mi corazón en un mar de llanto y volviendo a sentir aquel dolor que me quema tanto. Cada mañana al despertar te recuerdo y, al recordarte, mi corazón llora por dentro recordando los días en que te tuve conmigo, recordando cuando me decías: “Yo soy tu padre y tu mejor amigo”. Amigo que con sus palabras me guiaba, padre que con una sonrisa el mundo me alegraba, confidente que con sus consejos me orientaba y casi hermano que en todo me apoyaba. Te quería tanto, tanto, tanto y te amaba con locura aún más. ¿Por qué tuviste que partir tan pronto, cuando yo te necesitaba aún más? Lloré por ti cuando te me fuiste, lloré por ti cuando tú partiste, lloré por ti cuando me sonreías, lloré por ti cuando te despedías. Y hoy lloro por ti y hoy sufro por ti porque te necesito, PAPÁ. Para ti, con todo mi cariño, FRANCISCO VILACAHUA (20 de septiembre de 1999)

Poema XIII

Oh, amor, amor, amor, amor, qué terrible sentimiento eres, traes a unos abundante alegría y a otros, un mar de dolores. Confundiendo los corazones con falsas ilusiones, venciendo inclusive al más fuerte de los hombres. O regalas alegrías llenando a muchos de vida con la capacidad de entregarlo todo o de perderlo todo. Con tus redes envuelves a muchos en el llanto, ya sea por felicidad infinita o por causar dolor y espanto. Sentimiento indomable, sólo Dios puede controlarte, eres puro e inviolable, eres duro e insoportable. Oh, amor, amor, amor, qué terrible sentimiento eres.

Poema XIV

Hoy sentí que mi corazón se llenaba de vida, hoy sentí nacer en mí un nuevo motivo de alegría aunque haya sido un pequeño instante: hoy la vi y vi que me sonreía. Este mundo de ilusiones en el cual vivo de una pequeña luz de esperanza se iluminó. Al ver en aquellos ojos claros supe que me quería así como la quiero yo. “Aquella hermosa niña por la cual suspiro yo, aquella hermosa y tierna niña eres tú, amor”. Hermosas palabras que nacen del corazón, palabras que tal vez por cobardía no puedo decirlas yo a aquella dulce y bella niña a quien mi corazón eligió. Secreto mío que llevo dentro, secreto mío que nunca sabrá, pues como una estrella siempre será, imposible jamás de alcanzar.

Poema XV

Si pudieras saber lo que mi corazón siente por ti y si pudieras ver lo que tengo guardado para ti, sabrías que te amo con toda mi vida y que día a día anhelo estar en tu compañía. Invento mil maneras para poder verte y cerca de mí poder así tenerte alegrando así todos mis días aunque tú no seas parte de mi vida. Hoy no le hallo razón a esta emoción mía, sólo sé que cada vez que mis ojos te miran todo mi ser se llena de alegría, se siente feliz y por ti suspira y sueña con el hermoso día en el que tú seas parte de su vida. Ojalá de alguna manera pudiese yo sumergirme en tu mirada, sabría con certeza si sientes tú todo lo mismo que por ti siento yo. Ahora, esperando que lo que siento no sea una utopía, escribo estos versos para que ojalá sepas un día que todo lo que siento es por causa tuya y me correspondas para al fin así… unir mi vida con la tuya.

Poema XVI

Sin imaginármelo siquiera, sin pensar que podría llegar a pasar, un día sin siquiera sospechar sentí que estabas metida en mi corazón. Pero hay algo que me impide expresarte todo lo que mi corazón desea brindarte, un impulso inexplicable que hace que el manifestar de mi boca calle. Cómo poder decirte “te quiero”, cómo revelarte mis sentimientos, cómo expresarte lo que siento si con solo verte me quedo mirándote sin mencionar una sola palabra para luego retirarme como un tonto regalándote a veces una sonrisa o solamente una profunda mirada. ¡Oh!, si mis ojos tan solo hablaran, en verdad ellos te dirían que desde que te conocí no dejé de pensar ni un momento en ti.

Que hasta en mis sueños te llevo presente y que en ellos todo se ve tan diferente pues te tengo abrazándome y tus labios y los míos fusionándose para luego despertar y darme cuenta de que… todo era solo un sueño. No sé si algún día sabrás lo que siento por ti, no sé si algún día sabrás lo que tú significas para mí, sólo espero que al leer este poema mío descubras en él cuánto te amo, amor mío, y no sea ya un secreto lo que siento y me correspondas con un amor eterno.

Poema XVII

Eres como una estrella para mí que brilla incansable en el cielo profundo. De día no se ve, pero se siente su ausencia, y de noche brilla con toda su presencia. Eres como una gran estrella inalcanzable para mí o al menos así es como mis ojos te ven y así es como mi corazón te siente. Eres pura, eres fuerte y eres inocente. Eres perfecta, eres invaluable y eres inigualable. Eres alegre, eres dichosa y eres, eres, por Dios que eres muy hermosa, eres la mujer que siempre soñé. Lástima no poder tenerte y más lástima no poderte decir “te amo”, lástima no tenerte entre mis brazos y lástima por mí, por haber callado.

Poema XVIII

Como la bella primavera llega después de un crudo invierno, así tú llegaste a morar en mí brindándome el amor y el afecto que hasta hoy y como hoy no había sentido así. Tú eres la persona que siempre había soñado, aquella niña a la que tanto tiempo había buscado, eres esa fuerza viva que late en mi corazón. Doy mil gracias a Dios por haberte conocido, pues antes de ti vivía como un peregrino sin rumbo y sin destino, con amores que iban y venían dejando una profunda huella que dañaba mi corazón. Ahora eres tú mi aliento de vida, eres esa fuerza que me anima a seguir adelante sin fenecer.

Es por eso que te pido, vida mía, que nunca te separes de mí porque sin ti mi vida sería como una historia sin fin.

Poema XIX

Qué bonito es sentirte cerca de mí aunque solamente seas una simple amiga. Me encanta hablar contigo Y me gusta verte sonreír, de verdad que jamás imaginé conocer a alguien así. Eres tan tierna en tu mirar, eres tan dulce en tu forma de hablar y eres como una niñita pequeña en tu forma de actuar. A tu lado me siento en paz conmigo mismo pues mis penas y tristezas cuando tú estás cerca de mí se alejan. Y no sé qué pasa conmigo que noche a noche sueño contigo y creo que sin darme cuenta y poquito a poco me estoy enamorando de ti.

Poema XX

Hoy con él te vi y noté que lo abrazabas, pero descubrí algo en ti, ya que tu rostro no era el mismo. Ya no había aquel gesto de alegría que te caracterizaba siempre y tu figura no era la misma, pues te vi más delgada que de costumbre. Levantaste la cabeza y, al ver en tus ojos, vi una gran tristeza. Y al mirarte me dije a mí mismo: “Qué pena, ya no es la misma”. Deseé correr y arrancarte de aquel destino y liberarte de los brazos de ese hombre, pero algo inexplicable me detuvo, una fuerza que me dejó inmóvil. Y sólo me pregunté: “¿Será acaso este el castigo que tenía que pagar por lo que me hizo?”. Y una gran tristeza invadió mi alma. Luego te alejaste con él y me pregunté: “¿Cómo es el destino...?”.

Poema XXI

¡Aquel! Aquel a quien llaman “poeta” poco a poco está muriendo. Al principio vivía de recuerdos y se alimentaba de ellos y era feliz. Pero también esos recuerdos poco a poco su alma iban consumiendo, se la iban destruyendo. Después él se aferró a una nueva ilusión, de la cual sólo ganó rechazo e incomprensión. Para nuevamente encontrarse solo, solo como al principio, solo como cuando vino a este mundo, hallándolo extraño y distinto a como él lo imaginaba. Rodeado de aquellos a quienes él no podía comprender, ni a él le comprendían. Encontrándose otra vez solo, otra vez solo esperando solamente el final de su destino.

Poema XXII

Ven a mí y no busques más, mira que por ti sería capaz de darlo todo y un poco más. Sólo te pido no juegues conmigo ya que el amor que te ofrezco es como el de un tierno niño que sólo es capaz de dar cariño cual niño recién nacido. De verdad que eres todo lo bello que podría haber yo deseado, eres la persona que llena mi corazón como jamás otra lo había logrado. Eres la que mantiene vivo mi corazón para seguir adelante sin perder la ilusión, y ya que la pureza de mi corazón te habla a ti quiero pedirte y decirte que seas para siempre para mí.

Poema XXIII

Quisiera no sentir ya este gran dolor, quisiera no decirte en el silencio “te amo, amor”, quisiera tal vez ser igual que tú y quisiera no sentir lo que siento, así como tú. Quisiera olvidarme de todo lo que pasó, de que ya no eres mía, ni soy ya tuyo yo. Quisiera saber si realmente eres capaz de olvidar todo y no dar ya marcha atrás. Ya que el oírte decir que solamente eres mi amiga me llena de tristeza y de gran melancolía, mientras mis esperanzas van muriendo por sentirte mía mi corazón también va sufriendo día por día. Pues me haces tanta falta en verdad que pienso a veces que esto no es realidad, que estoy en un sueño y que pronto he de despertar para abrazarte y besarte mil veces, mi gran beldad. Ya que te amo como nunca había amado, ¡oh, mujer! Te extraño igual desde el alba hasta el anochecer, añoro estrecharte y que sepas que soy ese ser que te hará feliz por toda la vida como ningún otro ser.

Poema XXIV

Llegó la navidad y me encuentro yo rodeado de memorias que rasgan mi corazón, viendo el tiempo ya pasado y buscando la razón de por qué te fuiste de mi lado. Y me pongo a pensar... ¿Qué hiciste conmigo que no te puedo olvidar? ¿Qué hiciste conmigo que no te puedo dejar de amar? Hay ocasiones en las cuales me figuro que posiblemente hechizaste mi corazón para que no pueda olvidarte y que condenaste a mi alma para que sólo a ti deba amarte. Pues mil cosas he hecho para olvidarte, cosas que ni yo poder hacerlas creía, como ahogar tus recuerdos en el llamado “elixir de los dioses”.

O buscando miles de amores dañando un sinfín de corazones. A la muerte misma invoqué, mas la muerte no acudió a mi llamado. Hasta los cielos mis penas elevé, pero ni los cielos se apiadaron de este corazón mío destrozado. Dime, niña hechicera, qué hiciste conmigo. Dime la manera de arrancarme tu cariño pues este dolor es peor que una droga que me persigue y me azota, que me destruye y me ahoga. Dime tú, niña hechicera, cómo puedo arrancarte de mí.

Poema XXV

Si con solo una mirada tuya pudieses escudriñar mi corazón, sé que lograrías ver un mundo lleno de amor y de ilusión. Si los gestos míos tan solo pudieran revelarte todo mi amor, de seguro que las palabras sobrarían pues conocerías todo mi yo. Mi existencia tiene un motivo sólo cuando alcanzo yo a verte, pues por ti respirar otra vez consigo aunque a mi lado no pueda yo tenerte. Desearía poder ser más fuerte para así arrancarte de mí, pero es imposible dejar de quererte y menos aún alejarme de ti. Qué triste es el no haber tomado el lugar de aquel que hoy está contigo, ojalá sepa que tiene a su lado una hermosa niña como jamás ha existido. De verdad que insensato sería si llegara a perder todo tu amor, pues ni en mil años encontraría igual niña de semejante valor. Por ahora solamente me queda amarte en silencio y soñar contigo esperando el día en el que yo pueda, si el destino quiere, tenerte por siempre conmigo.

Poema XXVI

Hoy, después de mucho tiempo, nuevamente mi corazón va naciendo, está emergiendo otra vez de las cenizas y un nuevo amor en mí está creciendo. Pues hermoso y maravilloso momento fue aquel día en el cual te conocí, miles de ilusiones en mi corazón nacieron pues desde ese instante yo me enamoré de ti. Amor perfecto que guardo dentro, que día a día se va extendiendo, amor tan puro que por ti siento que tan sólo al verte me quema dentro. Bendito sea el Creador que te puso en el camino por el cual solitario caminaba realizando mis más hermosos sueños, otorgándome la felicidad que tanto añoraba. Cuánto bienestar en mi corazón hoy yace ya que gracias a ti conocí el amor, haciendo mi vida tan pura y distinta pues sé que tú me amas así como te amo yo. Gracias, hermosa princesa, gracias por ser para mí, hoy solamente puedo decirte y pedirte que tú eres y seas todo en mí.

Poema XXVII

Te conocí en un período de mi vida en el que mi corazón se encontraba sufriendo los recuerdos de una triste herida, pensando que a mí jamás llegaría volver a vivir un nuevo motivo de alegría. ¡No sé! Tal vez fue el oír tu sonrisa que despertó a mi alma adormecida, tal vez fue esa hermosa mirada y fueron esos preciosos ojos que iluminaron la senda del adiós y del olvido en la cual mi corazón se había perdido. Y poquito a poco a ti fui llegando, y poquito a poco de ti me fui enamorando, y volvió a renacer en mí la alegría de tener nuevamente a alguien tan bella como tú a mi lado. Ahora que te tengo aquí te pido evitar que se repita en mí aquel desventurado pasado, pues en verdad no sé qué haría si tu amor del mío se alejara un día.

Poema XXVIII

Desearía saber si alguna vez piensas en mí y que recuerdas que lo que escribía lo hacía para ti, que mis poemas eran lo que yo no podía decir y que te amaba aunque tal vez tú no naciste para mí. Desearía saber si realmente eres feliz y si sabes todo lo que yo siento por ti; desearía saber si aún conservas mis poemas y que los lees cuando te invade la tristeza. Pues aunque el tiempo ha pasado, yo aún pienso en ti. Recuerdo tu sonrisa, tu mirada y esa energía que fluía de ti, recuerdo tu vitalidad, tu carisma y lo bella que eras para mí y recuerdo y me pesa el no haberte dicho que te amaba a ti. Si alguna vez llegaras a sentirte sola y te llegara a faltar el amor, simplemente regálame una tierna sonrisa y sabré que me necesitas así como te necesito yo. Ya que este amor que por ti siento es tan bello, tan tierno y tan eterno que me da día a día el suficiente aliento para luchar y vencer este utópico invierno.

Poema XXIX

Han pasado varios años ya desde que yo partí de ti, mas me han parecido siglos enteros al no sentir tu presencia junto a mí. A tu lado estar cuanto yo anhelo y tu aire sentir y tu piel respirar, acariciar tu bello rostro y jugar con tu pelo y, cerrando los ojos, volver juntos a soñar. Reviviendo todos aquellos instantes que nos hacían reír y soñar, jugando como si fuésemos dos pequeños niños y la felicidad de los cielos llegar a alcanzar. He aquí que en la soledad de mi lecho cerrando los ojos pronuncio tu nombre y vuelo a un mundo de fantasías sin nombre recordando todo cuanto juntos hemos compartido. Por las noches en sueños te llevo conmigo y en el día veo tu imagen alrededor mío volar, pero en mi realidad tenerte a mi lado no consigo y mi alma abrumada, sin consuelo, se pone a llorar. Cómo anhelo que llegue el bendito día en el que pueda sentirte nuevamente mía y poderte decir sintiéndote entre mis brazos, niña mía, que te amo como jamás había amado, vida mía.

Poema XXX. Utopía hecha realidad

En mis brazos te tengo dormida y al ver tu rostro no puedo imaginar que todo lo que me rodea no es ya una utopía sino una bendita realidad. Te mueves un poco y al hacerlo suspiras llenándome de una alegría que me colma el alma y el corazón de nueva vitalidad, vertiendo una lágrima envuelta de regocijo seguida asimismo de un suspiro que al infinito va. Me atrevo a robarte de tus labios un beso y me correspondes con tus bellos luceros. Uniendo tus labios con los míos me haces sentir como si todo fuera un bello sueño. Acaricio tu hermoso semblante y me retribuyes con un “te amo, amor”. Yo te respondo que también te amo y nos fundimos nuevamente en un beso para ser solo uno, tú y yo.

Dedicado a mi esposa Gimena

Poema XXXI

Tantos recuerdos aún viven en mí, recuerdos que aún no puedo arrancar de mí, recuerdos como el de aquella primera noche en que te vi, como aquel primer beso que en mis labios sentí y como aquel primer “te amo” que de tus labios oí. Tanta vana ilusión que creaste en mí para luego destrozar mi vida con un “no sé”, un “no sé si te amo”, un “no sé si vives en mí”, un “no sé” del que me pregunto hasta ahora el porqué. Un porqué que te preguntaba cada día, un porqué que de tu boca oír no quería, un porqué que llevaba consigo envuelto “porque no estoy segura de lo que siento”. “No estoy segura”. ¡Qué palabras! Palabras que guardaban algún secreto, palabras que dañaban todos mis sentimientos, palabras que apedreaban mi vida, mis sueños y deseos, palabras que, al recordarlas, aún dejan hasta mi alma sin aliento.

Ojalá de ningún modo te hubiese conocido para que así hoy mi corazón no se viese tan herido; pero no olvides, mujer, que el tiempo lo cura todo y que un día encontraré a la mujer que tanto añoro. Mientras que tú habrás perdido mucho más que yo ya que, así como te amé, nadie lo podrá hacer y aunque encuentres otros amores, feliz no podrás ser, pues todo lo que te di ni mil hombres juntos te lo podrán ofrecer. Extrañarás todo lo que a mi lado sentías y desearás volver y hacer revivir lo que una vez había, pero al mirar tu realidad te encontrarás sola y llorarás recordando lo feliz que eras y que no supiste valorar este gran amor que te hacía hasta el mismo cielo tocar y que dañarte o lastimarte imaginó jamás.

Poema XXXII

Necesito una persona con un bello corazón, que me llene de amor y de sublime ilusión, que me enamore como jamás otra me ha enamorado y que con solo verla sepa que es todo lo que he anhelado. Necesito una persona con un tierno corazón que esté dispuesta a darlo o dejarlo todo por amor; que luche contra todo lo que se presente ante nuestro amor y que solo ella sea la dueña de lo que guarda mi corazón. Que al estar triste me llene de alegría, que cuando tenga dudas me brinde orientación, que cuando me encuentre débil me colme de energía y que al sentirme solo me dé su protección. Que me valore así como ella valora su vida y que no tema alguna vez por mí ser herida, que se sienta segura de lo que ella para mí significa y que al tomarla entre mis brazos sepa que para mí es la única.

Que me inspire para seguir mi poesía, que escriba de ella sin parar ni un día, que sepa que soy suyo y ella solo mía, y que me ame cual si fuese nuestro último día. Que sepa que la protegeré incluso sacrificando mi propia vida y que ella también esté dispuesta a dar por mí su vida, llevarnos el uno y el otro en el corazón por toda la vida y amarnos si es posible más allá de lo que es la vida. Dime, bella mujer, esa dulce persona... ¿desearías ser tú?

Índice

Poema I.Me preguntas... Poema II Poema III Poema IV Poema V Poema VI Poema VII Poema VIII Poema IX Poema X Poema XI. Para ti... Poema XII. A mi padre Poema XIII Poema XIV Poema XV Poema XVI Poema XVII Poema XVIII Poema XIX Poema XX Poema XXI

Poema XXII Poema XXIII Poema XXIV Poema XXV Poema XXVI Poema XXVII Poema XXVIII Poema XXIX Poema XXX. Utopía hecha realidad Poema XXXI Poema XXXII

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