esquema para rezar las posadas

ESQUEMA PARA REZAR LAS POSADAS

DEL 15 AL 23 DE DICIEMBRE

Lecturas, reflexiones y oraciones para las posadas.

INICIO:

En el nombre del Padre y del Hijo + y del Espritu Santo.

Amn

Hermanos, estamos aqu reunidos esta noche para recordar el camino de Mara y Jos a Beln. As como Dios prepar al pueblos de Israel para recibir al Salvador, hoy nosotros en esta posada nos vamos a preparar para celebrar la fiesta de Navidad, que es la fiesta de la venida de Dios entre nosotros.

CANTO

Se hace un canto de Adviento o de Navidad.

RITO PENITENCIAL

Hermanos, pidmosle perdn a Dios por nuestros pecados. Especialmente, cuando hemos sido egostas y no atendemos con caridad las necesidades de los dems Digamos todos:

Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra y

omisin, por mi culpa, por mi culpa, por mi grande culpa. Por eso ruego a Santa Mara siempre Virgen, a los ngeles y a vosotros hermanos que intercedan por m ante Dios nuestro Seor.

LITURGIA DE LA PALABRA

(Ver la Posada que toca )

ORACIN UNIVERSAL

(Ver la Posada que toca )

PROCESIN

( Durante la procesin se reza un misterio del Santo Rosario y despus se

cantan las letanas Vaticanas o Lauretanas).

(No hace falta cantar las Letanas enteras. Se cantan lo que dure la procesin. Al llegar a la puerta del lugar que dar posada a los peregrinos se dice la antfona final del Rosario).

ANTFONA

Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios. No deseches las splicas que te dirigimos en Nuestras necesidades, antes bien lbranos de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.

Para que merezcamos alcanzar las gracias prometidas por Jesucristo.

ORACIN FINAL:

Oremos. Infunde tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido

por el anuncio del ngel la encarnacin de tu Hijo, seamos llevados , por su Pasin y su muerte, a la gloria de la resurreccin. Por Cristo Nuestro Seor. Amn.

PETICIN DE POSADA:

Afuera

1. En el nombre del cielo,

os pido posada,

pues no puede andar

mi esposa amada.

2. Venimos rendidos

desde Nazaret;

yo soy carpintero

de nombre Jos.

3. Posada te pide,

amado casero,

por solo una noche,

la Reina del Cielo.

4. Mi esposa es Mara,

es Reina del Cielo

y Madre va a ser

del Divino Verbo.

5. Dios pague Seores,

su gran caridad

y los colme el cielo

de felicidad.

Adentro

1. Aqu no es mesn

sigan adelante

yo no puedo abrir

no sea algn tunante.

2. No me importa el nombre

djenme dormir

pues ya les he dicho

que no voy a abrir.

3. Pues si es una reina

quien lo solicita

cmo es que de noche

anda tan solita?

4. Eres t, Jos?

Tu esposa es Mara?

Entren peregrinos,

no los conoca.

5. Dichosa la casa

que alberga este da

a la Virgen Pura

la hermosa Mara.

Todos

(mientras se abren las puertas)

Entren Santos Peregrinos,

reciban este rincn,

aunque es pobre la morada, la morada,

os la doy de corazn.

(Terminada la peticin de Posada, una vez que han sido admitidos los peregrinos, se puede continuar con una sencilla convivencia.)

ESQUEMA PARA CADA DA

PRIMERA POSADA

LECTURA

Leer Evangelio segn San Lucas 1, 26-33

El anuncio del nacimiento de Jess

1:26 En el sexto mes, el ngel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,

1:27 a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado Jos. El nombre de la virgen era Mara. 1:28 El ngel entr en su casa y la salud, diciendo: "Algrate!, llena de gracia, el Seor est contigo". 1:29 Al or estas palabras, ella qued desconcertada y se preguntaba qu poda significar ese saludo. 1:30 Pero el ngel le dijo: "No temas, Mara, porque Dios te ha favorecido. 1:31 Concebirs y dars a luz un hijo, y le pondrs por nombre Jess; 1:32 l ser grande y ser llamado Hijo del Altsimo. El Seor Dios le dar el trono de David, su padre, 1:33 reinar sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendr fin".

REFLEXIN

Os anunciamos la venida de Cristo, y no slo una sino tambin una segunda que ser sin duda mucho ms gloriosa que la primera. La primera se realiz en el sufrimiento, la segunda traer consigo la corona del reino. Porque en nuestro Seor Jesucristo casi todo presenta una doble dimensin. Doble fue su nacimiento: uno, de Dios, antes de todos los siglos; otro, de la Virgen, en la plenitud de los tiempos. Doble su venida: una en la oscuridad y calladamente, como lluvia sobre el csped; la segunda, en el esplendor de su gloria, que se realizar en el futuro.

En la primera venida fue envuelto en paales y recostado en un pesebre; en la segunda aparecer vestido de luz. En la primera sufri la cruz, pasando por encima de la ignominia; en la segunda vendr lleno de poder y de gloria, rodeando de todos los ngeles.

Por lo tanto, no nos detengamos slo en la primera venida, sino esperemos ansiosamente la segunda. Y as como en la primera dijimos: bendito el que viene en el nombre del Seor, en la segunda repetiremos lo mismo cuando, junto con los ngeles, salgamos a su encuentro y lo aclamemos adorndolo y diciendo de nuevo: bendito el que viene en el nombre del Seor.

San Cirilo de Jerusaln.

Eco de la Palabra Proclamada Himno de la Posada

ORACIN UNIVERSAL

Oremos:

Para que recorriendo junto a Mara y Jos el camino a Beln abramos sin miedo nuestro corazn a Cristo.

Ven Seor, no tardes

Para que sepamos recibir a Cristo en esta Navidad.

Ven Seor, no tardes

Para que por medio de los Sacramentos y la Vida de Gracia preparemos nuestro corazn para recibir a Cristo.

Ven Seor, no tardes.

(Regresar al Esquema general para pedir Posada...)

SEGUNDA POSADA

LECTURA


1:34 Mara dijo al ngel: "Cmo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningn hombre?" 1:35 El ngel le respondi: "El Espritu Santo descender sobre ti y el poder del Altsimo te cubrir con su sombra. Por eso el nio ser Santo y ser llamado Hijo de Dios.

1:36 Tambin tu parienta Isabel concibi un hijo a pesar de su vejez, y la que era

considerada estril, ya se encuentra en su sexto mes, 1:37 porque no hay nada imposible para Dios". 1:38 Mara dijo entonces: "Yo soy la servidora del Seor, que se cumpla en m lo que has dicho". Y el ngel se alej.

REFLEXIN

Mara fue fiel ante todo cuanto, con amor se puso a buscar el sentido profundo del designio de Dios en ella y para el mundo.

Cmo suceder esto?, preguntaba ella al ngel de la anunciacin. Ya en el antiguo testamento el sentido de esta bsqueda se traduce en una expresin de rara belleza y extraordinario contenido espiritual. " Buscar el rostro del

Seor". No habr fidelidad si no hubiere en la raz esta ardiente, paciente y generosa bsqueda; si no se encontrara

en el corazn del hombre una pregunta, para la cual solo Dios tiene respuesta, mejor dicho, para la cual slo Dios es la respuesta.

Juan Pablo II Eco de la Palabra Proclamada Himno de la Posada

ORACIN UNIVERSAL

Oremos:

Para que al igual que Mara, tengamos una alma llena de gracia para escuchar el llamado de Dios.

Te rogamos Seor.

Para que por medio de la oracin, como lo haca Mara, descubramos nuestra vocacin.

Te rogamos Seor.

Para que sepamos imitar la fidelidad de Mara a la voluntad de Dios.

Te rogamos Seor.


TERCERA POSADA

LECTURA

Leer Evangelio segn San Mateo 1, 18-21

La concepcin virginal y el nacimiento de Jess

1:18 Este fue el origen de Jesucristo: Mara, su madre, estaba comprometida con Jos y, cuando todava no haban vivido juntos, concibi un hijo por obra del Espritu Santo. 1:19 Jos, su esposo, que era un hombre justo y no quera denunciarla pblicamente, resolvi abandonarla en secreto. 1:20 Mientras pensaba en esto, el ngel del Seor se le apareci en sueos y le dijo: "Jos, hijo de David, no temas recibir a Mara, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espritu Santo. 1:21 Ella dar a luz un hijo, a quien pondrs el nombre de Jess, porque l

salvar a su Pueblo de todos sus pecados".

REFLEXIN

El Verbo de Dios, incorpreo, incorruptible e inmaterial, vino a nuestro mundo, aunque tampoco se hallaba lejos, pues nunca parte alguna del universo se hallaba vaca de l, sino que lo llenaba todo en todas partes, ya que est junto al Padre.

Pero l vino en su benignidad hacia nosotros, y en cuanto se nos hizo visible. Tuvo piedad de nuestra raza y de nuestra debilidad y, compadecido de nuestra corrupcin, no soport que la muerte nos dominase, para que no pereciese lo que haba sido creado, con lo que hubiera resultado intil la obra de su Padre al crear al hombre, y por eso tom para s un cuerpo como el nuestro, ya que no se content con habitar en un

cuerpo, ni tampoco hacerse simplemente visible, hubiera podido ciertamente asumir un cuerpo ms excelente; pero l tom nuestro mismo cuerpo.

En el seno de la Virgen, se construy un templo, es decir, su cuerpo , y lo hizo su propio instrumento, en el que haba de darse a conocer y habitar; de este modo, habiendo tomado un cuerpo semejante al de cualquiera de nosotros, ya que todos estaban sujetos a la corrupcin de la muerte, lo entreg a la muerte para todos, ofrecindolo al Padre en un amor sin lmites.

San Atanasio. Eco de la Palabra Proclamada Himno de la Posada

ORACIN UNIVERSAL

Oremos:

Para que el nacimiento de Cristo sirva para renovar nuestra alma.

Te rogamos Seor.

Para que por medio de nuestros actos diarios demos testimonio de la presencia de Dios entre nosotros.

Te rogamos Seor.

Para que al igual que Jos y Mara sepamos llevar a Cristo todas las almas.

Te rogamos Seor.


CUARTA POSADA

LECTURA


La visita de Mara a Isabel

1:39 En aquellos das, Mara parti y fue sin demora a un pueblo de la montaa de Jud. 1:40 Entr en la casa de Zacaras y salud a Isabel.

1:41 Apenas esta oy el saludo de Mara, el nio salt de alegra en su seno, e Isabel, llena del Espritu Santo, 1:42 exclam: "T eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! 1:43 Quin soy yo, para que la madre de mi Seor venga a visitarme? 1:44 Apenas o tu saludo, el nio salt de alegra en mi seno. 1:45 Feliz de ti por haber credo que se cumplir lo que te fue anunciado de parte del Seor".

REFLEXIN

Despus de la visin de la perfeccin, de la pureza de Mara, brotan espontneamente las palabras: toda hermosa eres, oh Mara! Esta contemplacin de la belleza sigue a la contemplacin de la pureza y por esta misma contemplacin nos preguntamos: por qu? Cul es la raz de esta

belleza? Y encontramos la raz de esta belleza en que Mara est emparentada nada menos que con Dios; precisamente porque ha salido de sus con una integridad. As como un espejo blanco y puro refleja el cielo , as debera ser el humano que est hecho a imagen de Dios. Aqu tenemos finalmente un retrato de Dios, puro, incontaminado. En l podemos comprender, mejor que en cualquier otra criatura, qu es Dios, conociendo a la Virgen.

Y as se explica la belleza. Es una belleza divina que se refleja en la Virgen y no solamente en su persona sino en todo cuanto ella cumple por designio de Dios.

Mara ser la madre de Dios; y estar vinculada al misterio ms grande que la historia humana pueda comprender.

Paulo VI


ORACIN UNIVERSAL

Oremos:

Para que hagamos nuestras las virtudes de la Santsima Virgen.

Escchanos Seor.

Para que al igual que Mara seamos caritativos con los que nos rodean.

Escchanos Seor.

Para que as como Juan el Bautista, saltemos de gozo por la presencia del Seor entre nosotros.

Escchanos Seor.


QUINTA POSADA

LECTURA


1:22 Todo esto sucedi para que se cumpliera lo que el Seor haba anunciado por el Profeta: 1:23 La Virgen concebir y dar a luz un hijo a quien pondrn el nombre de Emmanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros".

1:24 Al despertar, Jos hizo lo que el ngel del Seor le haba ordenado: llev a Mara a su casa, 1:25 y sin que hubieran hecho vida en comn, ella dio a luz un hijo, y l le puso el nombre de Jess.

REFLEXIN

Si relacionas a San Jos con la Iglesia universal de Cristo, no es este el hombre privilegiado y providencial, por medio del cual la entrada de Cristo en el mundo se desarroll de una manera ordenada y sin escndalos?. Si es verdad que la Iglesia entera es deudora a la Virgen Madre por cuyo medio recibi a Cristo, despus de Mara es San Jos a quien debe agradecimiento y una veneracin singular.

Jos viene a hacer el broche del Antiguo Testamento, broche en el que fructifica la promesa hecha a los Patriarcas y a los

Profetas. Slo l posey de una manera corporal lo que para ellos haba sido mera promesa.

No cabe duda de que Cristo no slo se ha desdicho de la familiaridad y respeto que tuvo con l durante su vida mortal como si fuera su padre, sino que la habr completado y perfeccionado en el cielo.

San Bernardino de Siena Eco de la Palabra Proclamada Himno de la Posada

ORACIN UNIVERSAL

Oremos:

Para que imitemos a San Jos como siervos dciles de Dios.

Padre escchanos.

Para que como San Jos nuestros actos cotidianos sirvan al Plan de Salvacin de Dios.

Padre escchanos.

Para que aprendamos de San Jos a ser buenos padres.

Padre escchanos.


SEXTA POSADA

LECTURA


El nacimiento de Jess

2:1 En aquella poca apareci un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. 2:2 Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. 2:3 Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. 2:4 Jos, que perteneca a la familia de David, sali de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigi a Beln de Judea, la ciudad de David,

2:5 para inscribirse con Mara, su esposa, que estaba embarazada. 2:6 Mientras se encontraban en Beln, le lleg el tiempo de ser madre; 2:7 y Mara dio a luz a su Hijo primognito, lo envolvi en paales y lo acost en un pesebre, porque no haba lugar para ellos en el albergue.

REFLEXIN

Despierta, hombre: por ti Dios se hizo hombre. Despierta, t que duermes, surge de entre los muertos; y Cristo con su luz te alumbrar. Te lo repito: por ti Dios se hizo hombre.

Estaras muero para siempre, si l no hubiera nacido en el tiempo, si l no hubiera asumido una carne semejante a la del pecado. Estaras condenado a una miseria eterna, si no hubieras recibido tan gran misericordia. Nunca hubieras

vuelto a la vida, si l no se hubiera sometido voluntariamente a tu muerte.

Hubieras perecido, si l no te hubiera auxiliado. Estaras perdido sin remedio, si l no hubiera venido a salvarte.

San Agustn Eco de la Palabra Proclamada Himno de la Posada

ORACIN UNIVERSAL

Oremos:

Para que no seamos indiferentes al nacimiento de Cristo.

Seor, escucha nuestra oracin.

Para que el nacimiento de Cristo transforme nuestras vidas.


Para que por nuestro testimonio, el mundo sepa que Cristo ha nacido entre nosotros.



SPTIMA POSADA

LECTURA


La visita de los pastores

2:8 En esa regin acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaos durante la noche. 2:9 De pronto, se les apareci el ngel del Seor y la gloria del Seor los envolvi con su luz. Ellos sintieron un gran temor, 2:10 pero el ngel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegra para todo el pueblo:

2:11 Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesas, el Seor. 2:12 Y esto les servir de seal: encontrarn a un nio recin nacido envuelto en paales y acostado en un pesebre". 2:13 Y junto con el ngel, apareci de pronto una multitud del ejrcito celestial, que alababa a Dios, diciendo: 2:14 "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por l!" 2:15 Despus que los ngeles volvieron al cielo, los pastores se decan unos a otros: "Vayamos a Beln, y veamos lo que ha sucedido y que el Seor nos ha anunciado". 2:16 Fueron rpidamente y encontraron a Mara, a Jos, y al recin nacido acostado en el pesebre. 2:17 Al verlo, contaron lo que haban odo decir sobre este nio,

2:18 y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decan los pastores. 2:19 Mientras tanto, Mara conservaba estas cosas y las meditaba en su corazn. 2:20 Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que haban visto y odo, conforme al anuncio que haban recibido.

REFLEXIN

En la Navidad hay que pensar una y otra vez. As lo hicieron los pastores que fueron los primeros testigos del nacimiento de Jess, a ser convocados por el ngel para comprobar el hecho acaecido. Fueron a Beln, encontraron a Jess, con Mara y Jos, y a la vuelta, contaron lo que se les haba dicho acerca del Nio. Y cuantos los oan se maravillaban de los que les decan los pastores. As podemos decir, el

Evangelio comienza a ser noticia, a difundirse discreta y secretamente, y a contribuir a la formacin de esa conciencia popular mesinica que coger, luego, la predicacin de Juan el Bautista, el Precursor, y despus el mismo Jess.

Pero otra circunstancia muy clara nos exhorta a pensar nuevamente en el hecho de la Navidad, evocado por la fiesta litrgica para descubrir en l el sentido, el significado trascendente que esconde y manifiesta. La Navidad tiene un contenido propio, secreto que se descubre slo a quien lo busca.

Pensemos en la misma Virgen Mara, en el xtasis de su alma limpsima, ya bien consciente del misterio de su divina maternidad y absorta totalmente en la meditacin de cuanto sucedi en ella y a su alrededor.

Pablo VI


ORACIN UNIVERSAL

Oremos:

Para que seamos humildes como los pastores.

Te rogamos Seor.

Para que al igual que los pastores seamos testigos del nacimiento de Cristo. Te rogamos Seor.

Para que as como los pastores manifestaron el nacimiento de Cristo, nosotros llevemos la Buena Nueva a todos los confines del mundo.

Te rogamos Seor.


OCTAVA POSADA

LECTURA


La visita de los magos

2:1 Cuando naci Jess, en Beln de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusaln 2:2 y preguntaron: "Dnde est el rey de los judos que acaba de nacer?

Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo". 2:3 Al enterarse, el rey Herodes qued desconcertado y con l toda Jerusaln. 2:4 Entonces reuni a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qu lugar deba nacer el Mesas. 2:5 "En Beln de Judea, le respondieron, porque as est escrito por el Profeta: 2:6 Y t, Beln, tierra de Jud, ciertamente no eres la meno entre las principales ciudades de Jud, porque de ti surgir un jefe que ser el Pastor de mi pueblo, Israel". 2:7 Herodes mand llamar secretamente a los magos y despus de averiguar con precisin la fecha en que haba aparecido la estrella, 2:8 los envi a Beln, dicindoles: "Vayan e infrmense cuidadosamente acerca del nio, y cuando lo hayan

encontrado, avsenme para que yo tambin vaya a rendirle homenaje". 2:9 Despus de or al rey, ellos partieron. La estrella que haban visto en Oriente los preceda, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el nio. 2:10 Cuando vieron la estrella se llenaron de alegra, 2:11 y al entrar en la casa, encontraron al nio con Mara, su madre, y postrndose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. 2:12 Y como recibieron en sueos la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

REFLEXIN

Es necesario que estos esforzados buscadores del Rey de los judos salgan del palacio de Herodes y se dejen de las interminables discusiones; es necesario

que abandonen la Ciudad Santa y confen en la Estrella (es decir en el signo que Dios mismo ofrece para que puedan descubrir el nuevo lugar santo donde ha decidido encontrar al hombre que lo busca).

Y la estrella se par en el lugar donde se encontraba el Nio. En este momento ya no hay separacin porque se juntan el signo y la realidad.

El signo ha sido espectacular. La realidad, por el contrario, aparece modesta, ordinaria, casi me atrevera a decir, desilusionante.

Una casa cualquiera. Una escena muy comn y personas sin importancia.

Habiendo entrado en la casa, vieron al Nio con Mara, su Madre. No hay ms, aqu est todo.

Es mucho ms fcil ver una estrella y quedarse extasiados por su aparicin

que "ver " un cuadro tan familiar. Esta seal grandiosa, en este caso, nos lleva a una realidad pequea, insignificante.

Y postrados lo adoraron.

La estrella no tiene ya ninguna funcin. Ahora entra en juego la fe. Solamente la fe permite el ver ms haya de las apariencias e incita a adorar.

Solamente la fe consciente el ver la gloria, la grandeza infinita que puede contenerse en la pequeez.

A. Pronzato


ORACIN UNIVERSAL

Oremos:

Para que nuestros corazones estn abiertos a recibir todos aquellos signos que nos manifiestan la voluntad de Dios.

Ven Seor no tardes

Para que al igual que los Reyes Magos sigamos esos signos que nos llevan a Cristo.

Ven Seor no tardes.

Para que al final del camino de nuestras vidas, habiendo seguido los signos que Dios nos da lleguemos a adorar a nuestro Seor Jesucristo en la vida eterna.

Ven Seor no tardes.


NOVENA POSADA

LECTURA

Leer Evangelio segn San Juan 1, 1-12

La Palabra se hizo carne

1:1 Al principio exista la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. 1:2 Al principio estaba junto a Dios. 1:3 Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. 1:4 En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 1:5 La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron.

1:6 Apareci un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. 1:7 Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de l. 1:8 l no era la luz, sino el testigo de la luz. 1:9 La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. 1:10 Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoci. 1:11 Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. 1:12 Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.

REFLEXIN

Para nosotros la esperanza solo tiene un valor pedaggico; es un recuerdo de la

preparacin secular a la venida de Cristo. Cristo ya ha venido. La realidad del Mesas ya se ha cumplido para nosotros.

Esta es la espiritualidad de la Navidad, en la cual la historia, la teologa, el Misterio de la Encarnacin, nuestro destino humano y sobrenatural, se funden y se convierten en celebracin, es decir en Liturgia: una liturgia que se alimenta de toda la tierra, de toda la historia y que se levanta, hasta los cielos, hasta la gloria Divina. Si, Cristo ya ha venido; pero una misteriosa y terrible desgracia no todos lo han conocido, no todos lo han acogido: as lo afirma el prlogo del evangelio de San Juan: "El era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo..., y el mundo no lo conoci. Leer Evangelio segn San Lucas Mateo 1, 18-21. Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron. Este es el cuadro de la humanidad que,

despus de veinte siglos de historia, tenemos ante nuestros ojos. Cmo es posible? Qu podemos decir? No pretendemos investigar en una realidad inmersa en un misterio que nos trasciende. El misterio del bien y del mal.

Paulo VI Eco de la Palabra Proclamada Himno de la Posada

ORACIN UNIVERSAL

Oremos:

Para que en la pequeez sepamos ver la grandeza del Seor.

Escchanos Padre.

Para que recibamos a Cristo en nuestros corazones en esta Navidad.

Escchanos Seor.

Para que la luz de Cristo ilumine siempre nuestras vidas, y seamos testigos vivos de su presencia entre nosotros.

Escchanos Padre.


Casa Fecha

Javier y Ana Rocio 15/12/2014

Carlos y Sandy 16/12/2014

Juan Carlos y Carola 17/12/2014

Cena Navidea 18/12/2014

Sergio y Melissa 19/12/2014

Marcela 20/12/2014

esquema para rezar las posadas

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