economia cultural para emprendedores

Upload: ruben-figueroa

Post on 13-Oct-2015

16 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    1/324

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    2/324

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    3/324

    Economa cultural para emprendedores perspectivas

    Eduardo Cruz VzquezCoordinador

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    4/324

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    5/324

    Economa cultural para emprendedoresperspectivas

    Eduardo Cruz Vzquez

    Coordinador

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    6/324

    Secretara de Extensin y CulturaJess ncer RodrguezRector

    Rogelio Garza RiveraSecretario General

    Rogelio Villarreal ElizondoSecretario de extensin cultural

    Celso Jos Garza AcuaDirector de publicaciones

    Biblioteca Universitaria Ral Rangel FrasAlfonso Reyes 4000 norte, planta principal

    Monterrey Nuevo Len, CP. 64440, Mxico

    T. (5581) 8329 4111

    F. (5581) 8329 4095

    www.uanl.mx/[email protected]

    Coordinacin editorial:Valentina Gatti

    Diseo y formacin:Ana de la Serna

    Dr. Enrique Fernndez FassnachtRector general

    Mtra. Iris Santacruz FabilaSecretaria general

    Mtro. Ral Francisco Hernndez ValdsCoordinador General de Difusin Cultural

    Mtro. Bernardo Ruiz LpezDirector de Publicaciones y Promocin Editorial

    Lic. Laura Gonzlez DurnSubdirectora de Publicaciones y Promocin Editorial

    Universidad Autnoma Metropolitana-Xochimilco

    Dr. Salvador Vega y LenRector

    Lic. Hilda Rosario Dvila IbezSecretaria

    Lic. Eduardo Cruz VzquezCoordinador de Extensin Universitaria

    Lic. David Gutirrez FuentesJefe de la Seccin de Produccin Editorial

    Lic. Alicia Ortiz SernaRepresentante del Comit Editorial

    Primera edicin, 2010

    D.R. Universidad Autnoma de Nuevo LenD.R. Universidad Autnoma Metropolitana

    Direccin de Publicaciones y Promocin Editorial, Rectora GeneralProl. Canal de Miramontes, 3855, edif. C piso 2Ex Hacienda de San Juan de Dios, Tlalpan, 14387, Mxico, [email protected]

    ISBN (UANL)ISBN (UAM) 978-607-477-314-9

    Impreso en Monterrey, Mxico

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    7/324

    Palabras preliminares

    Eduardo Cruz Vzquez

    Caracterizacin de la economa cultural y el sector culturalen Mxico. Atisbos de un problema de estudio

    Eduardo Cruz Vzquez

    Reforma del Estado y culturaAlejandro Ordorica Saavedra

    Emprendedores culturales: una oportunidad

    todava no aprovechada en MxicoAlejandro Gonzlez Hernndez

    El mbito de las empresas culturales y las polticas pblicas de culturaEduardo Nivn Boln

    Estadsticas e indicadores para la economa de la cultura en MxicoAlfonso Castellanos Ribot

    Cruzando el espejo. Pblicos y consumidoresEduardo Caccia Castillo

    Las formas de organizacin de los emprendedores culturalesDavid F. Dvila Gmes

    Mapeo y rutas de las empresas culturalesAnglica Abelleyra

    1990-2010. Dos proyectos inconclusos de la industria culturalcinematogrfica mexicana. Popular versus Neoliberal. Veinte aos

    de poltica y economa cinematogrficaVctor Ugalde

    ndice9

    17

    37

    49

    67

    87

    113

    125

    145

    181

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    8/324

    Para subir el teln. La cadena de valor en las artes escnicas

    Hctor Manuel Garay Aguilera

    De qu vive el escritor mexicano?Ren Avils Fabila

    Cultura y espectculo. El caso de la Corporacin

    Interamericana de EntretenimientoFederico Gonzlez Compen

    Emprendimientos en zona fronteriza (I)

    El Festival Tijuana Interzona: una experiencia organizativaLeobardo Sarabia Quiroz

    Emprendimientos en zona fronteriza (II)

    Una experiencia de promocin cinematogrfica independienteCarlos Fabin Sarabia

    Turismo cultural. OportunidadesElena Cataln

    Economa y cultura o economa cultural?Carlos Garca de Alba

    Economa y cultura en el mundo: anlisis y polticas recientesAdalberto Savin Diez de Sollano

    Cultura y desarrollo integral. Nuevas Estrategias.

    Viejos ideales Una experiencia desde ColombiaWinston Licona C. y Rodrigo Vlez B.

    Espaa. El valor econmico del espaolJos Luis Garca Delgado

    199

    217

    229

    241

    251

    259

    273

    283

    297

    311

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    9/324

    Palabras preliminares

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    10/324

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    11/324

    11PAL

    ABRASPRELIMINARES

    La economa cultural, y con ella su papel en el aparato productivo del pas en lo

    que conocemos como el sector cultural, detona este libro. Su abordaje provieneno de una escuela o corriente, como tampoco de un trabajo docente amparadopor un programa, menos del rigor de una investigacin ordenada desde los c-nones de la academia.

    Economa cultural para emprendedores. Perspectivas, rene el empeo de un grupode profesionales de diversas disciplinas, cuyos enfoques intentan una visinintegral del valor econmico de la cultura en el contexto de la realidad mexicana,a efecto de colocarla a disposicin de los emprendedores culturales. Dicho de

    otra forma, son atisbos que buscan sentar precedente para comprender la im-portancia de un sistema al que poca atencin se le ha prestado en el pas, perocuyos aportes a la dinmica econmica son palpables.

    Los que concurren a esta primera obra en su tipo, que por igual busca cons-tituirse en una suerte de compendio til para quienes desean emprender unnegocio en tan vasto campo, tuvieron punto de coincidencia no hace muchotiempo. Ocurre en primera instancia a partir de mi desempeo como periodista,

    ya que por varios aos, motivado por tratar de comprender la carencia de ofertade trabajo en el sector cultural, tuve a bien desplegar una intensa labor de inves-tigacin y reporteo a efecto de desentraar un modo de estudio de esta laceranterealidad. Fueron y son, en mi caso, las herramientas del periodista las que mecondujeron a promover el anlisis econmico del sector cultural.

    Dicho acervo revel, hacia mediados del ao 2008, la carencia de programasde investigacin en las instituciones de educacin superior, ya fueran pbli-cas o privadas. Tambin, la escasa integracin de asignaturas especficas en los

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    12/324

    12

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    planes de estudio de numerosas licenciaturas cuyo campo profesional est enel medio cultural. Tampoco eran palpables polticas pblicas para recono-cer el sector, para alentar al emprendedor cultural y mucho menos, lneas de

    incubacin y financiamiento especficas para micro, pequeas o medianas em-presas culturales.Pero tambin es cierto que, de alguna forma, en Mxico la economa cultural

    era tema de unos cuantos estudiosos, la mayora vinculados a las ciencias socia-les, particularmente desde la antropologa. Que las deliberaciones abrevabanen su mayora de las experiencias internacionales, aleccionadoras de las inci-pientes demandas de atencin a dicho tramado. Bibliografa escasa, fuentesestadsticas dispersas e inconsistentes, nula discusin pblica, segmentacin

    de enfoques a partir de subsectores por naturaleza demandantes de apoyo parasu desarrollo (editorial, cine, artesanal) completaban un escenario de suyo suma-mente complejo de sistematizar.

    Era y es hasta el momento de cerrar la edicin del libro, una tarea que implicaun andamiaje colosal, cuya edificacin an resulta distante. Es entonces enjunio de 2008, que en la Universidad Autnoma Metropolitana Unidad Xo-chimilco, se crea el Grupo de Reflexin sobre Economa y Cultura (GRECU).Primero desde mi papel como asesor del entonces Rector Cuauhtmoc Prez

    Llanas, por lo dems doctor en Economa, y despus como coordinador deExtensin Uni versitaria, tenemos a bien implementar y sostener que nuestracasa de estudios sea al menos una pieza del engranaje por articular, el punto decoincidencia que requeramos para ordenar una serie de intereses. De esta for-ma, el Grupo se integra a partir de afinidades y preocupaciones, de esmeros yexpectativas que como amigos y trabajadores en diferentes frentes tenamos.La dinmica fue simple: reunirnos al menos una vez al mes a efecto de confec-

    cionar un marco conceptual, atar el mismo a la realidad del pas y pronunciar-nos pblicamente en ciertas coyunturas. Tras el tiempo transcurrido, de va-rias cosas estamos seguros: el Grupo tom protagonismo, hemos sido objetode atencin por parte de los medios de comunicacin y logramos generar queotros actores nos tomaran en cuenta con el objetivo de conocer nuestros ale-gatos. No as, debemos reconocer, hemos podido insertar como desebamosla amplia y urgente discusin que se amerita como paso insustituible para quefueran adoptadas las soluciones que vislumbramos.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    13/324

    13PAL

    ABRASPRELIMINARES

    El GRECUse integr por Anglica Abelleyra, Ren Avils Fabila, RafaelCampos Snchez, Elena Cataln, David Dvila, Hctor Garay, CarlosGarca de Alba, Valentina Gatti, Federico Gonzlez Compen, Alejandro

    Gonzlez Hernndez, Carlos Madrid Varela, Antonio Mier Hughes, Ale-jandro Ordorica Saavedra, Jorge Pantoja, Enrique Perret, Ricardo Rojo yLeobardo Sarabia Quiroz.

    Este libro representa en buena medida el trabajo que desplegamos a lolargo de un ao. Meses que fueron suficientes para probar la pertinencia dealentar el conocimiento y los retos que la economa cultural impone al pascomo ele mento constitutivo de un sector plenamente identificable en el apa-rato productivo.

    El lector encontrar, por un lado, las aportaciones de algunos integrantesdel GRECU. Por otro, las de aquellos invitados a colaborar en esta tarea, en

    virtud de su trayectoria en los temas que abordan y al afecto procurado al pasode los aos. De esta manera, por lo que respecta a los miembros del Grupo,

    Anglica Abelleyra despliega un mapeo y rutas de algunas empresas culturales;Ren Avils Fabila se ocupa de la realidad de los escritores; Elena Catalnofrece un panorama de oportunidades en el turismo cultural; David DvilaGmez condensa de manera puntual las estructuras jurdicas en las que puede

    fincarse un emprendedor; Hctor Garay clarifica los intereses que confluyenen las artes escnicas; Carlos Garca de Alba confronta acepciones y alcancesde la economa y la cultura; Federico Gonzlez Compen hace un apretadorecuento del periplo de la Corporacin Interamericana de Entretenimiento;

    Alejandro Gonzlez Hernndez pondera de forma veraz la trascendencia delos emprendedores culturales; Alejandro Ordorica Saavedra pone el acentoen la Reforma Poltica y la Cultura; Leobardo y Car los Sarabia abordan expe-

    riencias aleccionadoras en Tijuana, y por mi parte, en tanto coordinador,propongo un abordaje integral de la economa y el sector cultural.Complementan este mosaico Eduardo Caccia, quien se mueve entre la

    formacin de pblicos y consumidores; Alfonso Castellanos, en el terrenode las estadsticas e indicadores culturales; Eduardo Nivn Boln, con elenfoque desde las polticas culturales; Adalberto Savin nos entrega el re-paso de otras experiencias en el orbe y, finalmente, Vctor Ugalde desen-traa el camino nada fcil del cine mexicano.1Y como bien ocurre en los

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    14/324

    14

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    llamados libros de ocasin, durante las semanas previas al cierre surgi laidea de incorporar algunos enfoques venidos de fuera. De esta manera,tuvimos la fortuna de vincular a Jos Luis Garca Delgado, catedrtico de

    la Universidad Complutense de Madrid y coordinador de una extraordina-ria investigacin patrocinada por Fundacin Telefnica en torno al valoreconmico del espaol y su aportacin al Producto Interno Bruto (PIB) deEspaa. A su vez, logramos el rescate de una esplndida disertacin a cuatromanos colombianas, las de Winston Licona y Rodrigo Vlez, economista yfilsofo de la Universidad del Rosario, quienes tejen desde un novedosomodelo acadmico, los hilos entre filosofa, economa, administracin ygestin cultural.

    Proponemos que este conjunto de aproximaciones se lea como la suma deenfoques que comparten un frente comn. Que el lector despeje dudas cen-trales y contine el camino que habr de completar el mapa. Lejos de la gran-dilocuencia del tratado, nos sentamos en el escenario que demanda mayoresempeos de los actores que inciden en el sector cultural. Por ello el contenidoes notoriamente de divulgacin y responsablemente especulativo. Tal posturaa la vez implica la aceptacin provocadora del dilogo y la controversia, de larplica y la crtica que seale aciertos y ausencias.

    Queremos que sobre toda argumentacin a favor o en contra de lo que aquse consigna, la obra detone entre los simpatizantes y los detractores, el reto dehacer un mejor abordaje que se haga tambin pblico. Hacemos votos por-que as sea y que pronto los muchos que pueden beneficiarse del posiciona-miento de la economa cultural, de su cabal comprensin en tanto soporte deun sector del aparato productivo y de las posibilidades de generar riqueza atravs de un negocio, cuenten con mejores herramientas tericas y prcticas

    para su desarrollo como trabajadores de la cultura.Al cierre de estas palabras de presentacin, la UAM, particularmente la Uni-dad Xochimilco y el Grupo, celebran haber encontrado la complicidad para

    1Entre quienes se han ocupado del tema, adems de los colaboradores en este libro, secuentan Nstor Garca Canclini, Lucina Jimnez, Jorge Ruiz Dueas, Ernesto Piedras,Lourdes Arizpe, Liliana Lpez y Jos Antonio MacGregor. A todos ellos nuestro reconoci-miento por sus empeos incesantes en este campo.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    15/324

    15PAL

    ABRASPRELIMINARES

    la edicin del libro en la Direccin de Publicaciones de la Universidad Autnomade Nuevo Len. A su titular, el periodista Jos Garza, nuestra gratitud por sugenerosidad y capacidad de apuesta en lo que es tambin un producto que as-

    pira a generar demanda en el mercado editorial.Diremos tambin que la obra se significa por cerrar con ella un ciclo. Desdeque iniciamos el GRECU, tuvimos en claro que se trataba de una etapa coyun-tural. Estamos en la expectativa de que los resultados que arrojen estas pginasnos brinden las claves para continuar en el camino. De ser as, habremos dedar cuenta oportuna de ello.

    Eduardo Cruz Vzquez

    Coordinador

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    16/324

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    17/324

    Caracterizacin de la economa culturaly el sector cultural en Mxico

    Atisbos de un problema de estudioEduardo Cruz Vzquez*

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    18/324

    * Estudi Comunicacin en la UAM-Xochimilco y ejerce el periodismo desde hace treintaaos. Gestor cultural, entre sus quehaceres destaca haber sido agregado cultural de lasembajadas de Mxico en Chile y Colombia, cuyo gobierno lo condecor con la Medallaal Mrito Cultural. Entre sus obras destacan la coordinacin de los libros Diplomacia ycooperacin cultural de Mxico: una aproximacin(Unicach/UANL, 2007) y 1968-2008.Lossilencios de la democracia(Planeta, 2008).

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    19/324

    19CAR

    ACTERIZACIN

    DELA

    ECONOM

    ACULTURALYELSECTOR

    CUL

    TURALEN

    MXICO

    Plantear una suerte de historiografa de la economa y la empresa cultural, bien

    anima el espritu emprendedor. Habremos de toparnos con un vasto universo.Una diversidad de ofertas, de circuitos productivos, de creacin y consumoscuyo volumen, nobleza y enjundia pueden ser aleccionadores en tiempos deun incontable nmero de desempleados en el medio cultural.

    Sin embargo, la arquitectura de tal recorrido diacrnico impone un escena-rio que por el momento habr de quedar como tarea pendiente para otra obra.Importa sealar a nuestros lectores que, en corte arbitrario, desde el Mxico Inde-pendiente hay ejemplos de negocios, de empresas culturales. De personas y gru-

    pos que convirtieron su labor creativa en fuente de trabajo. Que invirtieron, seendeudaron, perdieron todo. Y ms de uno, se hizo rico. Acervo empresarial que,en excepcionales casos, no cesa al pasar de una generacin a otra, como bien ocu-rre con Casa Veerkamp, fundada en el esplendor decimonnico del porfiriato.

    En el sigloXIXno se consolid el mecenazgo del Estado mexicano en cultura.Mucho tuvo que ocurrir para forjar el aparato que ahora vemos actuar frente anosotros. Quiz, y es una de tantas especulaciones que posteriores estudios po-

    drn desentraar, fue la figura de Benito Jurez la que dio cimientos a lo quePorfirio Daz despleg con Justo Sierra y que, concluida la Revolucin, le toca Jos Vasconcelos poner en marcha. Referimos a la poltica cultural, la creacinde instituciones y al posicionamiento de un proyecto cultural para la nacin.

    En tanto esos procesos se concatenaban, en sus propias carretas y rieles, hu-manistas y cientficos (rasero arbitrario para reunir funcionalmente lo cultural),aprendieron a hacer negocios con su creatividad. Los productos que con tal des-pliegue generaron, estuvieron atenidos a las escasas normas legales que existan

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    20/324

    20

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    en un pas lastimado por numerosas guerras y andamiajes polticos, econmicosy de gestin de la administracin pblica. Y tambin a una clara presencia de lademanda, del consumo. Para ese siglo XIX, basta con remitirnos a la labor edi-

    torial y al periodismo. Al circuito de los coleccionistas (con la ya incontrolablezaga de saqueo arqueolgico y de comercializacin de obras de gran valor), a lapintura, al teatro o la msica. Al papel que jug la Iglesia en la movilidad de bie-nes y servicios culturales y, significativamente, educativos. A cientficos quemontaron laboratorios y patentaron medicamentos. No es un atrevimiento afir-mar que buena parte de la dinmica cultural de Mxico oper en el sigloXIXgracias a la iniciativa privada.

    La revuelta de 1910 lanz a muchos a trabajar contenidos culturales con

    clara perspectiva econmica. Quiz no con afanes de hacerse de mercados,nichos y de cadenas de distribucin, mucho menos para ir con el proyecto oproducto creativo al Ministerio de Instruccin o a la Universidad Nacional enbusca del jefe de difusin cultural para obtener subsidios. Pero cierto que lasmotivaciones de lucro permitieron a algunos convertir la revuelta en una formade vida. Expertos en corridos, fotografa, cine, teatro, literatura, prensa, arte-sana y hasta en moda, dan fe de ello. Vaya, al da, las imgenes de los Casasolasiguen siendo objeto de explotacin comercial gracias a los piratas. Prueba feha-

    ciente, tanto como las calacas de Jos Guadalupe Posada, de que con cultura sehace negocio.

    La propia expansin de la poltica cultural y sus instituciones se encargande dar cuerpo a un mercado dentro del aparato productivo, aunque bajo un sellomonoplico que al paso de las dcadas pasar una costosa factura. Por ah anda-rn los testimonios de quienes vendan a los muralistas sus materias primas.

    Y las imprentas que empujaron libros del gobierno desde la Secretara de

    Educacin Pblica o del naciente Fondo de Cultura Econmica. Y en tiemposde la Segunda Guerra Mundial, lo obvio: el gran fenmeno de consumo e ima-gen que signific el cine y la radiodifusin. Aos despus, la televisin con sumina de oro. Tiempos en que aparece en el mapa conceptual aquello de lasindustrias culturales.

    Este apretado recuento de atmsferas quiere despejar al lector el camino quehabr de seguir en las siguientes pginas. Es dejar constancia de que un sobre-

    vuelo a la historia del pas arroja que desde nuestro origen como nacin (recor-

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    21/324

    21CAR

    ACTERIZACIN

    DELA

    ECONOM

    ACULTURALYELSECTOR

    CUL

    TURALEN

    MXICO

    demos que se trata de un corte arbitrario) eso que hoy abordamos como sec-tor cultural y como economa cultural, estaban ya ah, como expresin de unconjuro lleno de altibajos, pero al fin y al cabo marcados por una vincula-

    cin indisoluble.En el proceso de una historiografa, y con ella el reconocimiento pleno quemerecen quienes desde su actividad empresarial han contribuido tanto comola institucionalidad del Estado en la construccin de lo que creativa y patri-monialmente significa Mxico, al menos a partir de la dcada de los cuarentadel siglo recientemente ido, economa y cultura habrn de experimentar lo quesignifica estar fuera de un proyecto de desarrollo.

    Referimos a que los distintos gobiernos del orden priista (y por lo pronto

    sexenio y medio de presidencialismo panista), dejaron de lado caracterizar alsector cultural, en la igualdad de atencin que se le brind a otros sectores.Mientras la industria, el comercio y los denominados servicios recibieron todaclase de tratamientos jurdicos o fiscales para impulsar el crecimiento econ-mico, los numerosos actores del medio cultural se atuvieron a las provisiones

    y circuitos del mecenazgo del Estado y a un acomodo nada sencillo en el enjam-bre del aparato productivo que no los contemplaba en su naturaleza. Tal des-proporcin en el tratamiento de los modelos (unidades) econmicos, no impi-

    di que emprendedores forjaran negocios y que numerosas empresas e industriasculturales, tanto nacionales como transnacionales, sentaran sus reales generandoempleos, riqueza y valores simblicos de muy diversa ralea.

    Pocos podrn diferir en que a partir de la apertura comercial, la secuenciade tratados internacionales de libre comercio y del ajuste en sus alcances delEstado benefactor, se impone la necesidad de visualizar lo que significa la cul-tura en la riqueza econmica del pas. Ya no cuentan slo los soportes sim-

    blicos que el quehacer creativo o su mediacin como producto prefigura paralas nociones de identidad nacional o acervo patrimonial. Se torna fundamentalsu valoracin como componente de un sistema econmico.

    Como bien podremos apreciar a lo largo de este libro, hoy en da son nume-rosas las familias que dependen de un mercado cultural, tanto como ocurre enmuchas naciones. Pero estas pginas tambin nos ofrecen la enorme estela dedeudas y pendientes que se tiene con un conglomerado social. Cuando se pre-gunta por la relacin entre fuentes de trabajo que el pas demanda y la capacidad

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    22/324

    22

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    de la nacin para generarlas, cada sector productivo tiene a mano un enormepliego para responder a ello. Los que vivimos de la cultura y sobre todo losque aspiran a vivir de ella, deben apurar sus respuestas. Ojal que al concluir la

    lectura de este libro podamos contar con mejores herramientas para que pre-sentes y futuras generaciones encuentren opciones de realizacin a travs de sucreatividad y de que un consumidor se apropie de ella.

    MODELOPARAARMAR

    La economa cultural es una subdisciplina reconocida en la taxonoma del

    Journal of Economic Literatureen la categora Z1, y emplea las herramientas con-vencionales del anlisis econmico para la comprensin de los procesos econ-micos en la cultura desde una perspectiva funcional. En tal virtud, le corres-ponde insertarse en la nocin productiva de sector, el cual comprende la reuninde diversos modelos o unidades de negocios que despliegan actividades queinciden en el aparato productivo.

    Para el caso de Mxico, la economa cultural y el sector cultural no se en-cuentran reconocidos en su naturaleza misma. De ambas asignaturas se ha

    venido hablando sobre todo a raz de la apertura comercial y de la firma delTratado de Libre Comercio de Amrica del Norte (TLCAN), que entr en vigoren 1994 y que dej sin reservas a dicho sector. Es en este contexto que se creael Sistema de Clasificacin Industrial de Amrica del Norte (SCIAN), el cualdefine veinte sectores. Con el Cdigo 71 se encuentra Servicios de Esparcimientoculturales y deportivos y otros servicios recreativos. ste condensa subsectores, ramas,subramas y clases.1

    La correlacin entre elSCIAN

    y la realidad que impera para el sector culturalno es fcilmente perceptible en muy diversos niveles, sobre todo en los quecorresponden a las dependencias de la administracin pblica federal, cuyasestructuras y marcos legales son los que dan certeza a la actividad econmicadel pas.

    1 http://www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/metodologias/censos/scian/scian2002/lib/toc/Mapasitio/defaulttoc.aspx?s=clasifica&tc=1&h=0

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    23/324

    23CAR

    ACTERIZACIN

    DELA

    ECONOM

    ACULTURALYELSECTOR

    CUL

    TURALEN

    MXICO

    Por ejemplo, para la Secretara de Economa, las actividades econmicasculturales se dispersan en las clasificaciones de servicios, comercio y, en menormedida, de industrias. De las 699 registradas mediante el instrumental de

    Contacto Pyme, 47 son vinculadas a lo cultural.2

    Sin embargo, la correlacinentre estas actividades y los datos que sobre empleo y/o ocupacin brinda elObservatorio Laboral de la Secretara del Trabajo y Previsin Social,3son pococoncluyentes para los propsitos de configuracin de un panorama integraldel sector. En este sentido despunta lo primario no resuelto: definir el trabajo

    y/o empleo cultural y su universo laboral.Otro afluente para la comprensin del sector cultural se encuentra en el

    sistema de cuentas nacionales, es decir, en las tareas del Instituto Nacional

    de Estadstica y Geografa (INEGI). Si bien se puede acceder a algunas cifras,4no constituyen una Cuenta Satlite, en tanto se reconocen otros instru-mentales que transversalmente son tiles para el entendimiento del sector.La escasa informacin no permite el anlisis necesario para determinar la pers-pectiva nacional de la economa cultural y su aportacin al Producto In-terno Bruto (PIB).

    Finalmente, en este breve repaso sobre la caracterizacin del sector cultural,podemos considerar las herramientas que nos brinda el Sistema de Infor-

    macin Cultural (SIC) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.5En esesentido, la investigacin Informacin sobre la Cultura en Mxico, elaborada en2009 en la UNAMcon financiamiento de la Cmara de Diputados, por MariCarmen Serra Puche y Hernn Salas Quintanal, permite acceder a un conden-sado tanto del SICcomo del INEGI. Alguien sabr las razones por las cuales nose le ha dado plena difusin, slo se encuentra disponible en disco compacto

    y no est a la venta.

    Corresponde exponer los diferentes enfoques a los que he arribado despusde aos de investigacin, reporteo y particularmente gracias el estmulo de las

    2 http://www.economa-chat.gob.mx/guiasdetramites/3http://www.observatoriolaboral.gob.mx4http://inegi.gob.mx/inegi/default.aspx?s=est&c=110155http://sic.conaculta.gob.mx/

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    24/324

    24

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    tareas del GRECU. Se leer una combinacin de la informacin acumulada, depropuestas de abordaje y de especulacin sobre cmo debera concebirse ytransformarse el sector cultural. Despuntan en las siguientes pginas algunas

    iniciativas que intentan responder al caudal de pendientes por estudiar y depuesta en marcha de polticas pblicas y privadas que son urgentes dado quela crisis las crisis tambin les pegan a los de la cultura.

    Vislumbremos al menos cuatro elementos que articulan mi propuesta:1. La caracterizacin del sector, del trabajo y el consumo cultural. Por un

    lado, a partir del SCIAN, construir el sector. Ello debe ir atado a la conceptuali-zacin de una definicin apropiada del trabajo cultural, as como las ocupacio-nes que le corresponden y la cantidad de personas que integran el universo

    laboral del sector. Para tal propsito se requiere de un censo que ofrezca elcabal conocimiento de dicha realidad. Ello permitira derivar en un mapa delas formas productivas e incluso de las apropiaciones simblicas del segmentode la poblacin que vive de la cultura y de forma sobresaliente, profundizar enlo que refiere a prcticas, hbitos y consumos culturales.

    2. El gasto, inversin y capital que hacen viable que un pas cuente conbienes y servicios culturales. Se impone el pleno conocimiento de la infraes-tructura, las ofertas diferenciadas y de los recursos humanos dispuestos para

    la creacin, operacin, sostenimiento y capacidad de expansin del sector aefecto de atender las demandas sociales y para dotar a la nacin de un sentidode pertenencia. Aqu un componente fundamental es acceder al pleno conoci-miento de los criterios de poltica pblica, en particular de las asignaciones derecursos por parte de los tres niveles de gobierno, dado el comprensible mono-polio que ejerce la administracin pblica en el sector. De igual forma, implicacuantificar el valor de los bienes en poder del Estado: desde una silla en una

    escuela de msica, hasta una zona arqueolgica.Este anlisis incluye tambin las derramas hacia las empresas paraestatales,universidades pblicas, fideicomisos, asociaciones civiles, fundaciones y otrasentidades que se benefician de subsidios, transferencias, deducibilidades, ex-cepciones, privilegios tributarios o inversiones productivas o de recursos afondo perdido.

    Es crucial, a su vez, precisar el peso financiero de las aportaciones de capitalprivado, dividido al menos en tres vertientes: el que proviene de la llamada

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    25/324

    25CAR

    ACTERIZACIN

    DELA

    ECONOM

    ACULTURALYELSECTOR

    CUL

    TURALEN

    MXICO

    Responsabilidad Social Empresarial, estrecho quehacer en el que sobresalencontados corporativos nacionales o extranjeros; el que aportan quienes dan vidaa las llamadas micro, pequeas y medianas empresas culturales (incluidas las que

    se desempean en la informalidad) y, finalmente, el capital de las industriasculturales cuyo negocio se llevabuena parte del consumo de la poblacin. Tenerclara la economa que promueve el consumo cultural, se constituye en unexraordinario componente.

    Resulta nodal profundizar en el captulo relativo a las empresas culturales yal papel que desempean y pueden llegar a tener los emprendedores culturales.Conocer a fondo esta realidad y tratar de determinar un contexto bsico parasu identificacin, podr permitir el diseo de polticas econmicas que alien-

    ten su rol en la economa nacional.3. El valor y la aportacin de la cultura a la economa nacional. Como

    se ha sealado, slo favoreciendo el conocimiento integral del sector sepodr acceder a su aportacin al PIB. No basta para este indicador el im-pacto de las industrias culturales, creativas o de rgimen de propiedad inte-lectual, ms an si consideramos que mucho de ese capital no se queda enel pas. No ser posible acceder a cifras reales hasta que se elabore un siste-ma de cuentas (la Cuenta Satlite) que permita identificar y cuantificar las

    cadenas productivas del sector e incluso el papel de la economa informal(piratera/evasin fiscal). Por ello es urgente que de las visiones tradiciona-les de la poltica cultural, se pase a un conjunto de polticas pblicas en

    virtud de la inocultable transversalidad en que se mueven bienes y servi-cios culturales.

    4. Conocimiento, estudio y valoracin de las experiencias internacionales.Destaco las tareas de laUNESCO, del Convenio Andrs Bello, de la Organizacin

    de Estados Iberoamericanos, de laOCDE

    , del Banco Interamericano de Desa-rrollo, del MERCOSUR, de los ministerios de Chile, Colombia, Espaa y Francia,y en el contexto de los programas de la Unin Europea, particularmente los delReino Unido. Son referentes tiles y dira hasta indispensables. Sin embargo,en este apartado tambin presentamos un rezago considerable, lo cual pone enrelieve y cuestiona aspectos como la diplomacia pblica y cultural, y los meca-nismos de cooperacin internacional, sobre todo los que son responsabilidaddel gobierno.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    26/324

    26

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    ANLISISYMARCOESPECULATIVOESCENARIOSDECLASIFICACIN

    El abordaje del sector cultural y de la economa que representa, como ya men-cionamos, no puede hacerse slo desde las polticas culturales, con todo lo queello implica. Requiere, subrayamos, la transversalidad de las polticas pblicasen el aparato de Estado. Pero de igual forma implica la concurrencia de las co-misiones de Cultura de las cmaras de diputados y senadores, de la propia enla Asamblea de Representantes, de las dependencias del Ejecutivo y el Poder

    Judicial, de los congresos locales, los poderes estatales y municipales, as comotambin de los numerosos actores que inciden en el sector, destacadamente,

    el ingrediente sindical y de agremiacin en diferentes figuras.De esta forma, y sin menoscabo al menos del significado del SCIAN, po-

    demos identificar cuatro subsectores para facilitar la comprensin de nues-tra propuesta.

    1. Subsector del Estado.Comprende la intervencin del aparato de la admi-nistracin pblica en los niveles federal, estatal, municipal y de cooperacininternacional. Este subsector, tiene por su tamao y derramas una notable in-fluencia en la economa cultural. Incluye a todo organismo pblico, paraesta-

    tal, autnomo, privado y social que opera total o mayoritariamente gracias alos recursos del erario.

    El planteamiento refiere al subsector cultural dependiente de la Secretarade Educacin Pblica (SEP).6El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes seintegra por alrededor de 33 unidades administrativas. Sin embargo, el mapase complementa con los componentes laborales y financieros de instancias pa-raestatales como el Fondo de Cultura Econmica e Impresora y Encuadernadora

    Progreso; del Instituto Mexicano de la Radio y del Canal 11 del Instituto Poli-tcnico Nacional, tambin adscritos a la SEP; as como del Auditorio Nacional

    6Las implicaciones de la Ley de Planeacin, como del Plan Nacional de Desarrollo (PND)y del Programa sectorial 2007-2012, son vitales en cualquier valoracin y perspectivas de ajus-te estructural. Para los propsitos de este trabajo vale sealar al lector que no se soslayan; perocierto que por el momento no habremos de internarnos en ello. De igual forma, hubiramosdeseado detenernos en un anlisis de gasto e inversin en este y otros subsectores y redondearuna cifra nacional que Mxico destina a cultura. No tardaremos mucho en lograrlo.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    27/324

    27CAR

    ACTERIZACIN

    DELA

    ECONOM

    ACULTURALYELSECTOR

    CUL

    TURALEN

    MXICO

    y del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanas, que si bien se encuen-tra atado a la Secretara de Desarrollo Social, por sus caractersticas atae alsector cultural.

    A su vez, se implican las asignaciones al aparato de la educacin superiorpblica, de cuyas partidas se canalizan significativos recursos a la actividad cul-tural. Situacin similar ocurre por lo que refiere a los recursos federales que sedestinan al D.F., a los estados y municipios, en virtud de que se etiquetan pre-supuestos a los organismos de cultura con que cuentan para atender a suscomunidades.

    A este complejo panorama del sector y la economa cultural se suman ins-tancias como el IMSS, el ISSSTE, la Secretara de Relaciones Exteriores en el

    marco de la cooperacin internacional e incluso los sindicatos en sus dife-rentes variantes, que a su manera promueven cultura.

    2. Subsector de las micro, pequeas y medianas empresas.Atenidos alas definiciones convencionales, comprende toda prctica econmica legal-mente establecida. Puede ir de la prestacin de servicios profesionales y de per-sonas fsicas con actividad empresarial, hasta unidades econmicas de cuatro-cientos empleados. En este subsector Pyme, pueden encontrarse clasificacionesen teatro, editorial, venta de instrumentos musicales, comercio de arte, entre

    muchas otras, y en las cuales destacan los 8 millones de artesanos con que cuentael pas.7Por ello pueden considerarse como algunas ramas del subsector lasactividades productivas en prensa, editorial, radio, televisin, cine, video,publicidad, internet; el conglomerado de nuevas tecnologas de la informa-cin; diseo grfico e industrial, de interiores y utilitario; arquitectura, msica,teatro, danza, literatura, artes plsticas, museos, galeras, comercio de antigeda-des, consultora, turismo cultural, la gastronoma (industria restaurantera),

    administracin y gerencia de establecimientos. No menos importante son lasactividades vinculadas a las ciencias: estomatologa, biologa, veterinaria, nu-tricin, medio ambiente, laboratorios diversos, innovacin tecnolgica, ola

    verde, etctera.Se entiende por empresa cultural a la unidad econmica que desempea

    una actividad productiva legalmente establecida, basada en bienes, servicios

    7Segn cifra ofrecida por el Fonart.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    28/324

    28

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    o productos que estn constituidos, fundamentalmente, por un componentecreativo, que pone en relieve valores simblicos, que pueden ser sujetos de pro-piedad intelectual y que no tiene produccin masiva para cubrir mercados loca-

    les y globales. Este bien, servicio o mercanca puede ser a su vez transformado omediado con el propsito de colocarlo a disposicin de diversos consumidores.3. Subsector de organismos asistenciales y de cooperacin-coproduccin

    internacional.Asociaciones civiles,8fundaciones, fideicomisos, organizacionesno gubernamentales y organismos en red (mediante internet), dan sentido a estesubsector. Su economa cultural est marcada por capitales de una o varias fuen-tes, cuyo porcentaje mayoritario no procede de los subsidios pblicos, si biense pueden beneficiar, por ejemplo, de polticas fiscales. Es factible integrar

    tanto a las entidades que representan intereses de empresas e industrias cul-turales nacionales y transnacionales, como a representaciones de cooperacincultural internacional, cuyos recursos provengan o no de los estados u orga-nismos internacionales.

    4. Subsector de grandes empresas e industrias culturales.Sin duda el msestrecho, el que ms concentra capitales y a la vez de incuestionable influenciaen la sociedad. Pueden ser nacionales y transnacionales. Las empresas, con msde cuatrocientos empleados, se sustentan de componentes creativos, pueden

    ejercer propiedad intelectual, transformarla, mediarla, y tener un alcance ma-sivo, mas no son generadores de una produccin industrial para cubrir el orbe.Por su parte, las industrias por lo general son transnacionales de gran presenciaen todo el mundo. Cine, msica, prensa, radio, editorial, televisin y publicidadson las ramas ms representativas de este subsector.

    Al cerrar este apartado deseo dejar en claro que esta aproximacin pretendesentar un precedente para el dilogo y debate a profundidad a nivel nacional

    entre los involucrados en el sector cultural. Dicha caracterizacin es funda-mental para darle perspectiva a los subsectores, ramas, subramas y clases que lo

    8Para el Centro Mexicano para la Filantropa, hay cerca de 20 mil asociaciones civi-les de beneficio a terceros, de las cuales slo 3% atiende arte, cultura y deportes. El n-mero de donatarias pasan de 6 mil al ao 2009, siendo slo 5.6% culturales. Para el ejer-cicio fiscal de 2007, las organizaciones donatarias reportaron cerca de 33 mil millones depesos en donativos para sus actividades, un poco ms de lo que se recauda de impuestosal tabaco.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    29/324

    29CAR

    ACTERIZACIN

    DELA

    ECONOM

    ACULTURALYELSECTOR

    CUL

    TURALEN

    MXICO

    componen. De su mejor conocimiento y clasificacin dependern las posibili-dades de su insercin en el desarrollo de la nacin.

    PROPUESTASPARAGENERARDEBATE

    Por lo que respecta al subsector del Estado

    La fijacin tiene sus razones. El Estado nacional observa una fuerte carga deresponsabilidad en la generacin de empleos y en la movilidad del aparato pro-ductivo. Por ello es vlido considerar que el impulso a la economa cultural pasa

    necesariamente por una reordenacin del subsector del Estado y de sus po-lticas pblicas y/o culturales. El alegato no es nuevo, mucho se ha insistido porlo menos a lo largo de tres dcadas. Un primer abordaje se puede hacer desdela funcionalidad orgnica, lo cual no omite el complejo tramado jurdico queimpone y que lneas adelante se vislumbra como la Reforma Cultural.9Existenlas condiciones necesarias para que el Consejo Nacional para la Cultura y las

    Artes se transforme en una verdadera entidad coordinadora de sus depen-dencias, ya sea a travs de una nueva secretara de Estado, una agencia o bien

    bajo un modelo de organismo pblico autnomo. Hay al menos dos beneficiosen tal recambio: por un lado, sus implicaciones en el orden poltico-financiero,

    y por otro, en el laboral. Nada mejor para el futuro de la intervencin estatalque una nueva central sindical con un contrato colectivo de trabajo que res-ponda a la realidad del subsector.

    Al ser en esta perspectiva el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes unainstancia central de su quehacer, debe concentrar, adems de los apoyos a la

    creacin y la gestin cultural, los que refieren a la labor asistencial, de apoyo altercer sector y a incubacin de micros, pequeas y medianas empresas cultu-rales, mediante una accin conjunta con la Secretara de Economa y la banca de

    9Es de esperarse que en un momento dado, tanto el PNDcomo el programa sectorialconcordaran polticas y lneas de trabajo con ajustes estructurales. Sin duda, toca esperar allapso 2012-2018. Cabe sealar al menos un ejemplo de lo intil que ha venido a resultar eldocumento del Conaculta. Referir en el captulo de Industrias Culturales, slo a las estruc-turas del aparato.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    30/324

    30

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    desarrollo nacional e internacional. De manera relevante, supone que el FONCAimpulse una articulacin renovada de la Responsabilidad Social Empresarialms all del voluntarismo y la filantropa. Ello nos remite al ya largamente deman-

    dado marco legal para el mecenazgo y la inversin.Aunque tocarlo implica un fuerte debate poltico e ideolgico, el InstitutoNacional de Bellas Artes y Literatura debe desprenderse de la educacin arts-tica y concentrarla, bajo nuevas reglas, en el Centro Nacional de las Artes que,por lo dems, fue uno de los propsitos que motiv su creacin (al momentode cerrar estas pginas se vuelve a filtrar la inminencia de una Universidad delas Artes). Por lo que refiere a las polticas y programas de preservacin del pa-trimonio que el instituto ejerce, deben integrarse al Instituto Nacional de Antro-

    pologa e Historia, bajo un marco legal idneo para dichos propsitos. Un nuevoINBAL(bien podra cambiar su denominacin) debe contener al Festival Inter-nacional Cervantino, el programa de Desarrollo Cultural Infantil, el SistemaNacional de Fomento Musical, el Centro de la Imagen y el Centro CulturalHelnico.

    Tambin bajo un nuevo modelo de gestin, el Instituto Nacional de Antro-pologa e Historia debe absorber a la Coordinacin Nacional de ProyectosHistricos, a la Direccin General de Sitios y Monumentos del Patrimonio

    Cultural, a la Coordinacin Nacional de Turismo Cultural y al Centro Nacionalpara la Preservacin del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero, as como renovar,bajo una legislacin idnea, la corresponsabilidad de estados, muni cipios, sec-tores social y privado en sus tareas.

    Es viable concentrar en una nueva entidad la estructura meditica del Con-sejo y sumarle lo polticamente disperso. El Instituto Mexicano de Cinematogra-fa, la Cineteca Nacional, el Centro de Capacitacin Cinematogrfica, los cana-

    les 11 y 22 (empresa paraestatal), la Fonoteca Nacional, los Estudios Churubusco(otra paraestatal), la Comisin Nacional de Filmaciones (una AC con subsidio)y el Instituto Mexicano de la Radio (combinacin de frecuencias concesiona-das con permisionadas), al cual debe incorporarse Radio Educacin, puedensignificarse por su fortaleza en conjunto. Sabemos, sin embargo, que por estasfechas el Ejecutivo decret la creacin del Organismo Promotor de Medios

    Audiovisuales bajo el mando de la Secretara de Gobernacin. Estamos segu-ros de que se acabar con el sexenio calderonista.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    31/324

    31CAR

    ACTERIZACIN

    DELA

    ECONOM

    ACULTURALYELSECTOR

    CUL

    TURALEN

    MXICO

    La reestructuracin da para ms, lo cual nos habla de las dimensiones queel aparato ha alcanzado. Por ejemplo, las coordinaciones de Desarrollo Institu-cional y de Innovacin y Calidad, deben fusionarse. La Direccin General

    de Vinculacin Cultural debe desaparecer y sus funciones y recursos dejarlosbajo la corresponsabilidad de las distintas reas del Consejo y de los estadosy municipios, capaces ya de coordinarse e interactuar. No sobra perfilar que,aunque discusin aparte, cada entidad federativa y destacadamente el GDF, debepropiciar el abordaje de la economa cultural, de las condiciones y caractersti-cas de su subsector y llevar a cabo un proceso similar al federal en lo relativo ala compactacin y adelgazamiento de sus estructuras.

    No debe ser motivo de polvorn que el Fondo de Cultura Econmica y su

    brazo derecho, la Impresora y Encuadernadora Progreso, en su carcter deparaestatales, se incorporen al consejo u organismo que surgiera. Ello permitiraabsorver a la Direccin General de Publicaciones y a Educal (otra paraestatal)a la vez de generar un acuerdo con las grandes y pequeas casas editoriales ylibreras, a efecto de favorecer una industria competitiva. Y aunque pese derri-bar paradigmas propios de la revolucin vasconcelista, es evidente que todoel componente y quehacer de las bibliotecas pblicas debe volver a la estructuracentral de la SEP, por ser piedra nodal del sistema educativo.

    Otra paraestatal, la Compaa Operadora del Centro Cultural y Tursticode Tijuana debe transferirse al Gobierno del Estado de Baja California, amn dedisear un modelo de economa cultural idneo a su entorno despus de casi30 aos de su creacin. Por lo que respecta al Fondo Nacional para el Fomentode las Artesanas debe volver al Consejo y vincularse a la Direccin General deCulturas Populares bajo una nueva modalidad de gestin productiva.

    An hay ms. Las oficinas de Comunicacin Social, Asuntos Internaciona-

    les, Jurdica, Relaciones Laborales, Asesores y de Administracin, deben que-dar bajo una sola instancia coordinadora.En el gigantismo, otros cabos sueltos. Es el caso del Auditorio Nacional. No

    hay razn para sostenerle en sus actuales condiciones. Simplemente debe con-cesionarse (en la prctica es una empresa privada) y bajo normas claras, fijar unmayor porcentaje de sus ganancias y de su tiempo de programacin, tanto paralas tareas del organismo cultural rector como para productores y grupos quedisputan un lugar en el mercado que tal espacio genera. Basta con la larga

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    32/324

    32

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    experiencia entre el Gobierno del Distrito Federal y la Corporacin Interame-ricana de Entretenimiento para solventar la pertinencia de esta propuesta.

    Y cierto, tiene razn: nada de esto ser posible sin un cuerpo de derecho

    cultural. O si se quiere, sin las muchas veces cacareada Ley General de Cultura.Aunque asunto de quienes conforman el sector cultural, depositamos en elPoder Legislativo tal desafo. Habr que seguir insistiendo en el cumplimientode su responsabilidad.

    Por lo que respecta al subsector de las micro,

    pequeas y medianas empresas

    En la incesante e imprescindible reiteracin habr que consignar que la deudadebe saldarse. Hay elementos de sobra para caracterizar el sector cultural. Losbeneficios que este subsector obtendra son innumerables y ms los que reco-gera el propio Estado e incluso el tramado de intereses con el orden interna-cional. No es cuestin de orculo que las secretaras de Economa y del Trabajo

    y Previsin Social reconozcan a la economa cultural como parte de la econo-ma nacional y lo convaliden mediante el andamiaje que se requiere.

    Hablamos ya de que conjuntamente con el FONCA, la Secretara de Eco-noma y la banca de desarrollo dediquen un captulo especfico a las empresasculturales. A ello habr que sumar programas para formar emprendedores cul-turales. Tal implante conlleva el tejido hacia dependencias como la Secretarade Hacienda, el INEGI, ProMxico-Bancomext y el Instituto Mexicano delSeguro Social. Ampliar los mrgenes de desregulacin, de vigilancia en la com-petencia y de apertura de la banca comercial, son parte del alud de acciones

    para las cuales existen condiciones propicias de aplicacin.

    Por lo que respecta al subsector de organismos asistenciales

    y de cooperacin-coproduccin internacional

    La visin integral, sistmica, que a travs de este ensayo se procura, reconocela complejidad jurdica en que opera el asistencialismo y la economa social,

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    33/324

    33CAR

    ACTERIZACIN

    DELA

    ECONOM

    ACULTURALYELSECTOR

    CUL

    TURALEN

    MXICO

    modelos que demandan tambin una fuerte reestructura y la concurrenciade mltiples actores para tal propsito. Despunta de entre diversas ideas laoportunidad de crear una Ley de Inversin en Cultura que aliente la partici-

    pacin privada y sea consecuente con la poltica fiscal. En ese sentido, se tratade impulsar modelos mixtos de economa bajo una regulacin adecuada.Aunque con numerosos defectos, fue aprobada la Ley de Cooperacin Inter-

    nacional para el Desarrollo, y tendr en una Agencia al seno de la Secretarade Relaciones Exteriores su brazo ejecutor. Como en muchos otros asuntos deorden internacional, pocos podrn objetar que la obtencin de fondos y asis-tencia para diversos emprendimientos culturales se ubican en las naciones de-sarrolladas y en la multiplicidad de organismos internacionales, tanto los que

    se sostienen por las cuotas de los propios gobiernos, como los que funcionangracias a fondos mixtos. La Ley y la Agencia pueden ser coadyuvantes en elaliento a este subsector, pero tambin es cierto que deben darse las condicio-nes para que los flujos de la cooperacin no encuentren regulaciones ni unafiscalizacin que les inhiba. Resta decir que el ejercicio de las diplomacias p-blicas y culturales requieren a su vez de un mayor estmulo. Ampliar el margende intermediacin de la llamada diplomacia transversal ser un detonante demayores circuitos productivos.

    Por lo que respecta al subsector de grandes empresas

    e industrias culturales

    Asunto espinoso, sobre todo si se le aborda desde la poltica-polticay desdeel sistema hacendario. Han pasado dcadas y dichos ncleos de poder si

    bien han perdido algunos espacios, los centrales (como la defensa del ejer-cicio monoplico) tal parece que no cambiarn a corto plazo. Las imbri-caciones de este subsector cultural, sin embargo, tiene asideros si se com-binan diversos factores de orden legal y fiscal. No es descabellado celebrarun gran acuerdo nacional para una nueva etapa de la Responsabilidad So-cial Empresarial (RSE), tanto con empresas nacionales como transnacio-nales. Ello implica favorecer un rgano concertador bajo la figura de unCentro Nacional de RSEque favorezca el flujo y eficiencia de los recursos a

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    34/324

    34

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    ella destinados (como hay un Consejo Coordinador Empresarial o diversascmaras).

    Al ser corresponsables tanto de las posibilidades de desarrollo como de las

    limitaciones del sector cultural para la ampliacin de su base de pblicos y con-sumidores, que las empresas e industrias culturales constituyan un fondo deinversin para Pymes culturales a travs de un porcentaje sobre sus gananciasnetas anuales (y que no es mucho pedir, si nos atenemos al caso espaol, dondepor Ley destinan un porcentaje para alentar el cine espaol y europeo).

    Finalmente, no est lejos el que empresas e industrias culturales asuman com-promisos a favor de la competitividad, de la diversidad en lugar de la concen-tracin de nichos y del apoyo a la legalidad en sus mbitos de influencia.

    REFORMACULTURAL:ALGUNOSCAPTULOS

    De cara a este panorama, es factible resumir este conjunto de deliberacionesen lo que llamaremos la Reforma Cultural. Eso significa que el sector tieneque ver de manera central con la Reforma del Estado, como ya en unas pgi-

    nas ms lo har ver a detalle Alejandro Ordorica Saavedra. Una ReformaCultural, en el contexto de la Reforma del Estado, tiene captulos que ataena la reforma poltica (crear un nuevo organismo y la Ley General de Cultura;clarificar el rol de la Comisin Nacional de Derechos Humanos; obtener bene-ficios de la Ley de Extincin de Dominio), fiscal (andamiaje impositivo ade-cuado al sector; sobre derechos de autor y piratera, recambio en la modalidadde pago en especie), laboral (clasificacin del trabajo cultural; adecuacin de

    las relaciones sindicales; reglamentacin del outsourcing), de economa (INEGI

    ,Fondo Pyme, Nafinsa, ProMxico), comercio (aranceles y proteccin delmercado de exportaciones e importaciones) y de salud (seguridad social, se-guro popular).

    Una Reforma Cultural se involucra en mbitos como el de la competencia(el libro, el cine, el espectculo), mejora regulatoria (INAH, INBAL) y telecomuni-caciones (garantizar la asignacin de concesiones para fines culturales; accesoa publicidad a permisionarios), as como en la Procuradura del Consumidor

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    35/324

    35CAR

    ACTERIZACIN

    DELA

    ECONOM

    ACULTURALYELSECTOR

    CUL

    TURALEN

    MXICO

    (defensa de dichos intereses). Tiene escenarios en soportes jurdicos en aparien-cia lejanos, como la Ley de Juegos y Sorteos (modalidades de financiamientopara Pymes). Y frontalmente, debido a las recientes modificaciones a la Cons-

    titucin, en las acciones colectivas que se derivan del Artculo 17 (afectacio-nes por turismo cultural) y en el 4 sobre Derechos Culturales (atribuciones delas comisiones de derechos humanos en el pas y los sucedneos de correspon-sabilidad del sector privado). Despuntan, entonces, los atisbos de una intensatarea. Desde estudios hasta la generacin de consensos. Una agenda de talenvergadura, tiene entre sus muchas motivaciones la generacin de empleos.Salvar a presentes y futuras generaciones de la frustracin y la pobreza.

    A MANERADEEPLOGO

    Cuitas de un matrimonio

    Segn el estudio Informacin sobre la Cultura en Mxico, con base en cifras delINEGIel total de ingresos del sector de servicios de esparcimientos culturales

    y deportivos en 2003, sum 23 mil 405 millones de pesos. Para 2008, sum

    ms de 53 mil millones.La labor de estudio de Ernesto Piedras arroja que a 2009, existen 185 mil

    micros, pequeas y medianas empresas culturales, las cuales dan empleo a msde un milln de personas. Su estudio, por lo dems pionero y referente Cuntovale la cultura?, arroja una cifra sobre la aportacin de la cultura al PIBde 7.3por ciento.

    El nmero de trabajadores del sector cultural a nivel federal es complejo

    conocerlo. En el Conaculta (cifras 2006), sobrepasaban los 14 mil.La Industria Grafica datos de 2008 genera 119 mil empleos. Su ba-lanza comercial es deficitaria, alcanzando casi 12 mil millones de pesos enimportaciones.

    Ms de 6 mil obras, fruto del Pago en Especie de impuestos que concede laSHCPa artistas plsticos, en el mercado activaran tanto un circuito productivocomo la recaudacin. El programa de adquisiciones del INBAfue de diez millo-nes en 2008.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    36/324

    36

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    Con las celebraciones del 2010 se imprimirn ms de sesenta millones delibros. Si se disea una adjudicacin idnea, permitira al sector editorial viviruna etapa de dinamismo sin precedente.

    Si a ello se suman las derramas que en diversos niveles harn los sectorespblico, social y privado con motivo de las efemrides, estamos ante negociosque ponderan la aportacin de la economa cultural al pas.

    A 2008, el mercado de instrumentos musicales sum alrededor de 650 mi-llones de pesos anuales, en tanto que las ganancias en taquilla del cine ensalas comerciales en dicho ao alcanzaron ms de seis mil millones de pesos.Slo un dato: la pelcula La era del hielo 3, capt 536 millones de pesos, en tantoel IMCINEcontar con 364 millones en 2010.

    Por s sola, la piratera de pelculas en 2009 se ubica por arriba del presu-puesto del Conaculta. Es decir, ms de 10 mil millones de pesos.

    La UNAMejercer presupuestalmente dos veces ms que el Conaculta en2010. A cifras de 2009, a cultura (extensin universitaria) destina poco menosdel diez por ciento, considerando gastos de operacin.

    Ejercicios presupuestales como los del INAHe INBALpara 2010 (alrededorde cinco mil quinientos millones de pesos), representan en conjunto casi lamisma cifra de los presupuestos que a cultura destinarn los estados de la fe-

    deracin y la capital del pas (poco ms de cinco mil millones).En un corte del ejercicio 2008, el gobierno del D.F., tanto a travs de la Se-

    cretara de Cultura como de las diecisis delegaciones, ejerci ms de 2 mil 200millones de pesos.

    Alrededor de 2 mil 800 millones de pesos gastaron los mexicanos en2007 en compra de consolas y videojuegos.

    El valor total del mercado de medios (publicidad) en 2008, alcanz casi

    50 mil millones de pesos.Desde el ao 2006 en que cre su fundacin, Alfredo Harp Hel ha cana-lizado alrededor de 3 mil 600 millones de pesos, de los cuales a cultura don480 millones. Las fundaciones Slim y Telmex comprometieron para 2009 unainversin de 7 mil 900 millones de pesos.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    37/324

    Reforma del Estado y culturaAlejandro Ordorica Saavedra*

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    38/324

    * Estudi Comunicacin Social en la Universidad Iberoamericana. Cuenta con unadestacada trayectoria en el servicio pblico, la poltica, los medios de comunicacin y lacultura. Ha ocupado importantes cargos, entre ellos el de director general del ProgramaCultural de las Fronteras (SEP), delegado en Tlhuac, procurador social del DistritoFederal y coordinador general de Asuntos Metropolitanos del GDF. Fue diputado en laLVII Legislatura, donde presidi la Comisin del Distrito Federal. Ha participado acti-

    vamente como conductor y articulista en diversos medios impresos y electrnicos.Cuenta en su haber con varios libros publicados, en especial de cuento y poesa, y haobtenido diversos premios y reconocimientos.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    39/324

    39REF

    ORMA

    DELESTADOYCULTURA

    Si la Reforma del Estado es una decisin crucial y urgente que debe asumir

    la sociedad mexicana, no lo es menos la cultura como uno de sus componen-tes esenciales.

    Hasta ahora slo puede hablarse de indicios, pues si bien el gobierno haconvocado diversos foros y consultas en lo general y lo particular en torno ala cultura, se agregan otros que por su parte han emprendido algunas legisla-turas sobre el tema, principalmente en el mbito del poder legislativo, as comocentros educativos y de investigacin.

    Pero la constante parece ser que la riqueza de opiniones que provienen de

    la pluralidad de los convocadores, usualmente se archivan y no se traducen encambios dentro de las propias instituciones culturales, y peor an, en la reno-

    vacin del marco jurdico que rige el captulo de la cultura.As, hasta ahora, en ninguna de las legislaturas de las ms recientes dcadas

    se ha propuesto el reto de establecer, dictaminar y elaborar leyes en la mate-ria, que no sean parciales y limitadas, por tanto insuficientes, aun cuando concierta validez.

    Sigue siendo entonces una elemental y prioritaria asignatura pendiente,que podr resolverse nicamente si se conforma bajo un acuerdo de todas lasfracciones parlamentarias en el marco de la Reforma del Estado. Y una pre-gunta central emerge en ese sentido: qu debe reformarse?

    La respuesta se tiene ya en buena medida de adentrarnos en los documen-tos que se han conformado en los ltimos aos; incluso divulgado en esasreuniones pblicas, donde han participado voces autorizadas y represen-tativas, lo mismo de artistas e intelectuales que de promotores culturales,

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    40/324

    40

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    comunidades indgenas, centros universitarios, funcionarios pblicos, empre-sarios e investigadores.

    Hay pues un bagaje tan enorme como desaprovechado que debiera ser el

    punto de partida de la elaboracin, no exclusivamente de nuevas leyes, sino detoda una concepcin de la cultura con miras al acontecer del nuevo siglo, de susrezagos, problemas, vacos, omisiones y retos ms evidentes, que derivan delsaldo resultante en el cierre del anterior, porque fueron soslayados, nunca abor-dados y menos resueltos.

    En lo personal me parece que entre los puntos cruciales estn los de ordenjurdico-estructural, los de orden programtico y los de orden econmico-presupuestal.

    As, por ejemplo, en el captulo jurdico-estructural, es urgente que sediscuta y emita la Ley General de Cultura, una vez que fue modificado elartculo 4 Constitucional, que si bien le da el ms elevado rango al Derechoa la Cultura y representa un avance destacable, se mantiene todava en tr-minos retricos y generalistas. Al igual, por citar otro punto, el de crear unorganismo autnomo o el de conformar la Secretara de Cultura debe me-ditarse y atenderse para suplir de una vez por todas la maraa y vulnerabili-dad del marco legal del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Co-

    naculta), en especial por lo que se refiere a su vinculacin institucional conlos institutos nacionales de Bellas Artes y Literatura y de Antropologa eHistoria (INBALe INAH). En s, un reordenamiento estructural a fin de quese simplifiquen y optimicen las instancias organizacionales, antes que crearnuevos organismos.

    Por otra parte, si nos referimos a los cambios programticos tendramosque enfocarnos necesariamente a rubros tan fundamentales como la amplia-

    cin y aprovechamiento del rico patrimonio cultural que tenemos; a la redefi-nicin de polticas en el mbito del servicio exterior enmarcado ya en la glo-balizacin de nuestros das, a la insercin de la cultura en el desarrollo social

    y econmico, a la democratizacin de la cultura, a la educacin artstica, o a lacreacin de audiencias, adems de la conservacin de programas que se insti-tuyen y luego caprichosamente desaparecen por decreto (por ejemplo, el Pro-grama Cultural de las Fronteras), y desde luego la vinculacin con los mediostradicionales de comunicacin y los modernos sistemas computacionales, de

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    41/324

    41REF

    ORMA

    DELESTADOYCULTURA

    alianza, entre otros cambios sustanciales que ya urgan en el pasado reciente,y por tanto son hoy reformas impostergables.

    En el caso de las cuestiones presupuestales, debe optarse ya por una defi-

    nicin con carcter de obligatoriedad en trminos de un porcentaje proporcio-nal al Producto Interno Bruto (PIB) y/o al presupuesto de egresos, de tal formaque no queden sometidas ni una vez ms! a las discusiones caticas y trucu-lentas, tan propias de la distorsionada partidocracia que padecemos, en la quelos partidos vigilan unilateralmente sus intereses y el reparto de asignaciones,bajo el influjo electoral. De no trascender, estas variables de carcter coyun-tural seguirn respondiendo exclusivamente a intereses particulares.

    Slo apuntalada por todos los actores y sectores, sociales, polticos y eco-

    nmicos, la cultura dejar de estar sometida a la visin discrecional del gobiernoen turno, con sus contradicciones jurdicas y decisiones autoritarias, y en elreino de lo idetico y de ocurrencias de coyuntura. Y queda claro que sin cul-tura ningn Estado puede ni podra existir y tener un desarrollo pleno en losocial, econmico y poltico.

    Revisemos por eso, as sea sucintamente, el acontecer en el pasado recientede las administraciones pblicas de la era contempornea, en funcin de crearinstituciones y ciertos intentos de Reformas de Estado. Un proceso histrico

    que en todo caso, como veremos, registra indistintamente avances, retroce-sos y omisiones, aun cuando a la vez subsiste el hecho de que el Estadomexicano tambin ha determinado histrica y acertadamente una serie depolticas culturales. Sin embargo, es evidente la incapacidad mostrada para efec-tos de formular, sostener y enriquecer un slido e integral Plan Nacional deCultura, hasta ahora inexistente.

    Ya desde los tiempos en que se discuta nuestra propia Constitucin Poltica,

    el tema de la cultura asom con timidez y ambivalencia, por lo que dej de tenerun artculo propio y se le subordin a la educacin, dentro del 3 Constitu-cional, si bien se inscriben luminosamente la refundacin de la UniversidadNacional en 1910 y la creacin de la Secretara de Educacin Pblica (SEP)en 1921.

    Con el tiempo, fue enmendndose el captulo respectivo con algunas adicio-nes importantes cuando se crean instituciones como el INBA(1946) o el INAH(1939), en el entendido de que la aparicin de estructuras no necesariamente

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    42/324

    42

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    conllevan un marco jurdico congruente y respetado. Otras decisiones queen su momento resultaron relevantes, son: el Fondo de Cultura Econmica en1934, cuyo primer director fuera un gran mexicano, Daniel Coso Villegas; o

    ya en el 1948 el Instituto Nacional Indigenista, y desde luego la Comisin Na-cional del Libro de Texto Gratuito, en 1968.Y cmo no recordar a Coso Villegas y sus palabras visionarias cuando dijo:

    La revolucin nos cre y mantuvo en nosotros por un tiempo largo, largo, la

    ilusin de que los intelectuales debamos y podamos hacer algo por el Mxico

    nuevo y ese hacer algo no era, por supuesto, escribir o siquiera perorar; era

    moverse tras una obra de beneficio colectivo.

    Hay otros logros, pero que se ubican ms en la formacin de principiosque en su cumplimiento en ese camino siempre dificultoso que va de la teoraa la praxis; de la retrica discursiva a los hechos.

    A principios de los aos ochenta qued asentada la importante declara-toria de que el Estado manifiesta su carcter pluricultural e incluso diez aosdespus se establece el derecho de las comunidades indgenas en trminos dela preservacin y desarrollo cultural, en tanto crece la discriminacin, la po-

    breza, el racismo y en general su marginacin econmica, educativa y poltica.Por tanto, siguen faltando definiciones y acciones previa complementacindel marco jurdico.

    Dista pues de ser dicho apartado constitucional una consistente realidad yrecia plataforma para que se asiente con firmeza el desarrollo cultural, lo cualno ha impedido la generacin de una vasta y excepcional cultura, ayer y hoy.

    Tal constante se registra hasta nuestros das, y es as que en la propuesta del

    actual presidente, Felipe Caldern, respecto a algunas reformas, el punto refe-rente a la cultura es inexistente.Pero igualmente los partidos polticos, que la eluden con una retrica gas-

    tada e insuficiente, menos an la impulsan y ni la consideran dentro de lasgrandes reformas que le urgen al pas. Por su parte, tanto el Gobierno Federalcomo las entidades federativas y el propio Gobierno del Distrito Federal care-cen de un plan de cultura, adems de que los recursos aplicados son normal-mente exiguos.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    43/324

    43REF

    ORMA

    DELESTADOYCULTURA

    Hay por excepcin algn gobierno estatal que la ha incorporado a sus prio-ridades, pero al darse el cambio de gobierno, no slo puede dejar de serlo, sinohasta ir a contracorriente. Y la situacin se recrudece en el plano municipal, a

    falta de estructura, recursos y polticas bien definidas.Desde los aos setenta y hasta la fecha, la discusin nacional se ha orientadoesencialmente a las cuestiones polticas electorales, sean las Reformas de 1977o las de veinte aos despus, evidenciando imperfecciones y desfases. Por eso,no tenemos una cultura poltica, como tampoco cultura en la poltica. Y denueva cuenta percibimos esas peculiaridades en la discusin actual de la ReformaPoltica, aunque parece que ahora s se incluir en la agenda del Congreso den-tro de la presente legislatura. Por obvio el concepto de la cultura est una vez

    ms ausente, porque se le considera un factor secundario y puede postergarseuna y otra vez.

    Mientras que nuestros gobernantes y representantes populares estn pre-ocupados por enriquecer y perfeccionar el sistema poltico, lo cual es necesario

    y plausible en especial si se amplan y fortalecen los derechos ciudadanos yno al abordaje de la cultura, estarn en falta.

    Lo peor es que la poltica se desculturaliza y pierde presencia en la vida na-cional. Y tambin se le reduce en lo econmico en trminos de las aportacio-

    nes presupuestales, en especial por lo que afecta a los programas culturales delsistema de universidades y centro educativos.

    Quiero dejar en claro, desde ahora, que tampoco se trata de mantener unpaternalismo cultural paralizante, sino dinamizar el mbito de la cultura conuna participacin relevante del sector pblico en cumplimiento de sus respon-sabilidades pblicas, pero ubicar en el mismo plano a los sectores social y pri-

    vado, y con una intencionalidad mayor que apunte a la multiplicacin de em-

    presas culturales con capacidad financiera y competitiva. Abrir entonces losespacios de participacin a grandes grupos sociales y consorcios empresarialespor vas fiscales que redunden constructiva y transparentemente en recursosadicionales para programas especficos.

    Asimismo, redoblar la accin en el sector educativo, adems de conseguiruna mayor presencia de sindicatos, cooperativas y partidos polticos, transpa-rentando tambin los recursos que obtienen por concepto de subsidios, cuotas

    y diversos mecanismos formales.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    44/324

    44

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    Una problemtica con la que nos topamos hoy en da y que es vasta y com-pleja, por lo que debe adoptarse una visin de conjunto e integral, aunquepodramos ir atendiendo hoy algunos rubros: si tan slo aprovechramos

    mejor la infraestructura de que disponemos y de los recursos humanos quehemos capacitado, y asimismo de los mecanismos actuales del gasto pblico,como de un tratamiento fiscal al menos circunstancial. En todo caso, requierede criterios que reclasifiquen, ordenen y optimicen sin burocratismos, inercias,duplicaciones y despilfarros. Reforma que requerir para empezar de otras con-sultas representativas y democrticas, para su actualizacin. Llegar a la defi-nicin de por qu, con quines, cmo, dnde y con qu debe reencauzarse eldesarrollo cultural.

    Y as tambin fijar posiciones de gobierno respecto a cuestiones, tan vita-les como especficas, llmense libros, teatro, cine, artes plsticas, radio, msica,televisin, internet y sistemas computacionales. Urge pues incorporar nue-

    vos trminos y contenidos, en la que llamara una renovacin nacional, susten-tada en una Reforma social, poltica, educativa, cultural y econmica, queredefiniera con precisin las responsabilidades y lmites del Estado, la actua-cin de la sociedad, la presencia empresarial y la del sistema de universidades,incluidos artistas e intelectuales, infraestructura por crear un Mxico del 2010

    para el 2030.Y aqu un racimo de preguntas que requieren de prontas respuestas para el

    momento presente: Conaculta debe subsistir y mientras tanto ser una ins-tancia exclusivamente coordinadora y no ejecutiva? Cmo revertir el cliente-lismo y la discrecionalidad de los bienes culturales? Cmo armonizar jurdica-mente y hacer ms viable y eficaces a Conaculta, INBAe INAH, en tanto vamoshacia otras decisiones ms profundas y perdurables? Qu ms falta descentra-

    lizar, sobre todo si nos referimos al patrimonio comn de federacin, estadosy municipios? Y si incursionamos en las cuestiones econmicas, preguntar-nos si se estn canalizando y aplicando ahora mismo y de la mejor manera losrecursos de financiamiento, o bien cmo ganar autonoma frente a partidis-mos y condicionamientos ideolgicos del rgimen predominante.

    Igual en materia de decisiones dentro del andamiaje institucional respec-to a las socorridas polticas amafiadas y de orientacin preferencial. Por quno abrir ya el acceso a la infraestructura cultural respecto de la sociedad civil,

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    45/324

    45REF

    ORMA

    DELESTADOYCULTURA

    el sector social y empresarial; extender la educacin obligatoria hasta los 18aos de edad, la asignacin del 10% del PIBo al menos la duplicacin de losrecursos del Presupuesto de Egresos de la Federacin que se aplicar para el

    2011; flexibilizar el modelo jurdico, fiscal y econmico para las empresasculturales, as como un replanteamiento en materia de ciencia y tecnologa.An ms, de qu manera podemos democratizar y descentralizar las deci-

    siones, los recursos y los esquemas jurdicos para alentar ms a las organiza-ciones civiles en el campo de la cultura y de forma especial el modelo propiode las empresas culturales, que existe o debiera establecerse. Y una propuestams: asegurar la formulacin del proyecto de un Plan Nacional de Cultura2010-2012, para pasar luego a la discusin de lo que debemos ser y tener en

    los prximos diez aos.De no tenerse presente desde ahora tales antecedentes y factores, seguiremos

    aplazando y distorsionando esta gran reforma que conlleva un conjunto dereformas. Pensar y actuar simultneamente en el plano de la Reforma del Estado

    y la Cultura, as como en la definicin de un Plan Nacional de Cultura 2012-2022, como una de sus ms vitales y decisivas consecuencias en bien de la na-cin. Cambios y decisiones que implican medidas trascendentes, voluntadpoltica a toda prueba, respaldo sectorial, acuerdos y complementariedad a

    los poderes de la Unin e intensificacin de la presencia de la sociedad civil,pues como bien deca Octavio Paz: Enderezar al pas no puede ser la obrade un hombre o de un grupo, sino la tarea de una generacin.

    Concluyamos entonces con algunas referencias y comentarios, sobre lasdecisiones que ms han trascendido en cuanto a la Reforma del Estado quepor el momento ubican entre sus prioridades a las libertades pblicas, la formade gobierno, el reordenamiento de los poderes pblicos y la democracia par-

    ticipativa. En esa propuesta de renovacin, debe prevalecer la cultura en cadauno de los captulos esenciales.Sin embargo, la realidad nos muestra que los avances conseguidos hasta

    ahora se deben ms a una sociedad que intuye, manifiesta y promueve la reno-vacin nacional, si bien es preciso concretar los cambios con mayor inmediatez,profundidad y arraigo social en una reforma culminante. Una participacinciudadana que puede activarse ms si estas nuevas definiciones o redefinicio-nes se reflejan en cambios constitucionales, con apertura democrtica, por va

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    46/324

    46

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    de los partidos polticos y el establecimiento de nuevas responsabilidades haciala sociedad mexicana en su conjunto.

    De ir en ese cauce y hacia esos horizontes, estaramos entonces refirin-

    donos a una posible y positiva realidad: la ciudadanizacin en todos los mbi-tos del quehacer poltico y cultural. Y me parece que es indispensable en nuestrocaso concebir el concepto de cultura en dos acepciones fundamentales: lacultura como sustento del ser, del pensar y del hacer de una nacin. Es decir,como una actividad esencial que junto a otras, se trate de la educacin, la saludo la ciencia, conformen una plataforma de propsitos y acciones de un gobierno.Implican como sabemos todo un proceso histrico de un pueblo con racesculturales propias, con un devenir de ideas y formas de organizacin particu-

    lares, con un modelo poltico de libertades y democracia; y otras constantes quecruzan por el lenguaje, la geografa o hasta su cosmogona. Y en el otro caso,cuando se ubica exclusivamente en trminos presupuestales y programticos,precedida por una serie de directrices en materia cultural. Con esta visin mssustancial, amplia, completa, debe insertarse la cultura a cualquier redefinicinque se pretenda asumir o impulsar a la hora de cambiar.

    Finalmente, ms all de estas formulaciones, adentrmonos ms a la praxisy revisemos algunos antecedentes de orden reciente en el mbito de la Reforma

    del Estado, que prueben la posibilidad de introducir cambios en diferentesmomentos y pocas, para que la cultura reaparezca en su primer lugar. As yaen 1995, cuando lo pactan el entonces titular del Ejecutivo Ernesto Zedillo,

    y los partidos polticos.Al igual, otros documentos se adicionan histricamente, elaborados por la

    propia presidencia, las fracciones parlamentarias o por distintas comisioneslegislativas (en especial la de Estudios Legislativos de la Cmara de Diputados)

    en las dos o tres dcadas del pasado reciente. Otro hecho relevante fue cuan-do en el 2000 la organizacin poltica llamada Nueva Repblica dio a cono-cer los resultados de su Consejo Nacional, en el sentido de que se le formularaal entonces candidato a la Presidencia, Vicente Fox, de Alianza por el Cambio,a travs del Acuerdo de Convergencia y Cooperacin Poltica, crear una Co-misin Nacional de Estudios para la Reforma del Estado, que ocupara ensu momento Porfirio Muoz Ledo, tambin candidato a la Presidencia en lajusta electoral de ese ao.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    47/324

    47REF

    ORMA

    DELESTADOYCULTURA

    Bien sabemos que los trabajos se iniciaron a partir del triunfo del PAN, conla pretensin de impulsar el trnsito hacia la democracia, la modernizacin yuna total Reforma del Estado mexicano. Se armaron los grupos de trabajo con

    temas determinados, aunque con el tiempo se interrumpira el proceso de afi-nacin conceptual, consenso y aplicacin, debido a indecisiones y ambiva-lencias ya siendo presidente constitucional Vicente Fox.

    Y es evidente, que aunque en este intento se incluy un apartado dedicado ala cultura, no alcanz el rango de un tema bsico o bien que se le destinara unamesa de trabajo, como lo hubiera merecido por tratarse de una prioridad nacio-nal, fundamento y raz de la nacin. Tampoco sus conclusiones fueron las desea-bles bajo criterios de cantidad y calidad, pues se incurri en cuestiones planteadas

    desde hace muchos aos, sin aportar significativamente alternativas o solucio-nes, al menos en una formulacin ms actualizada e imaginativa. Tales propuestasno fueron ms de diez y algunas por sabidas y tan mencionadas en diversos foros

    y encuentros celebrados anteriormente, resultaron obvias y perogrullescas.Sin entrar a un anlisis ms profundo, puede darse otro ejemplo: se habl

    de impulsar la descentralizacin, que ha sido una bandera sexenal desde losaos setenta, en lugar de evaluar los avances registrados y en todo caso mar-car, as con enunciados formalistas, nuevos cauces que la ensanchen y hagan

    realidad. Y en otros de sus escasos puntos que no se adentran en demandashistricas, vinculadas con nios y jvenes, la crisis de la falta de audiencias,el incumplimiento de los medios de comunicacin pblicos y privados, res-pecto a contenidos educativos y culturales, o particularizar ms y mejor supropuesta en el marco de la globalizacin meditica, turstica y cultural entreotros conceptos sustantivos.

    Result una base aceptable, como otras, que antes y despus de esos acuer-

    dos aportaron diversos encuentros convocados por los distintos gobiernosque transitaron del nacionalismo revolucionario al liberalismo social. Dentrode estos esfuerzos, es muy meritoria la elaboracin del documento PolticasCulturales en Mxico 2006-2020, hacia un plan estratgico de desarrollo cultural, demuy reciente factura y ms all de que el grupo que se integrara, mostr unainsuficiencia representativa y plural.

    Cabe destacar aqu la excelente coordinacin y participacin especializadade Eduardo Nivn Boln y la voz tan autorizada de Nstor Garca Canclini,

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    48/324

    48

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    al igual que el equipo de trabajo que se conform, sealadamente con la inter-vencin de Eduardo Cruz Vzquez.

    Se trata en este caso, ms all de tantos documentos simplistas y redundan-

    tes que abundan, de un libro con una propuesta slidamente fundamentadacon precisiones bien articuladas, anlisis profundos, cuya concepcin integralincluye una plataforma de estrategias y polticas culturales para el corto y me-diano plazo. Lo mismo se valoran los programas culturales del pasado recien-te, los prolegmenos del Conaculta, para abrir una reflexin con visin defuturo en torno al sector cultural e igual su interrelacin con los procesosdemocrticos. Resalta y sorprende el hecho de que salvo excepciones en casitodas estas intentonas e iniciativas para reformar al Estado mexicano, la cul-

    tura no sea un tema central, y por lo general se formula cuando se menciona,desprovista de un soporte intelectual y filosfico de lo que ha sido y es Mxico,para efectos de reafirmar y posicionar a la nacin que queremos en el sigloXXI.Es evidente pues que en materia de cultura abundan los enlistados simplistas,de referencias trilladas y vacuas o conceptos estereotipados, y de una retrica quepor gastada ha involucionado en el terrero estril de las promesas incumplidas.

    Por eso, ya situados en nuestros das, hay que denunciar que la Reforma delEstado sigue atorada, en tanto ha surgido una partidocracia que ha expulsado

    a la ciudadana, reciclndose con mayores facultades y prerrogativas, ademsde su evidente incapacidad y desarticulacin creciente para conseguir acuerdos

    y emprender las reformas y leyes que la sociedad mexicana exige. Y lo peor,es que ni juntos la representan, ni la sirven ni la potencian.

    S. Mxico necesita de una Reforma de Estado con carcter plebiscitario, afondo e integral, en la que la cultura, en su acepcin ms amplia y profunda,debera elevarse a la categora de ser un principio, un medio y un fin.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    49/324

    Emprendedores culturales:una oportunidad todava

    no aprovechada en MxicoAlejandro Gonzlez Hernndez*

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    50/324

    * Economista egresado de la UAM-Xochimilco. Es asesor del Tecnolgico de Monterrey,director general de la Fundacin Premio Nacional de Exportacin, A.C. y presidente deEmprendedores del Arte, la Cultura y el Turismo, A.C.

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    51/324

    51EMPRENDEDORESCULTUTRALES:U

    NA

    OPORTUNIDAD

    TODAVA

    NO

    APROVECHADA

    IMPORTANCIADELOSEMPRENDEDORES

    ENLAACTUALIDAD

    Los emprendedores han existido en todas las pocas y han sido desde siem-pre responsables de los avances que han transformado la manera de vivir dela humanidad. Uno de los emprendedores ms importantes de la historiafue sin lugar a dudas aquel que hizo posible el inicio de la primera gran re-

    volucin de la humanidad, mejor conocida como revolucin verde o de laagricultura. Ese emprendedor annimo que propici la obtencin de la pri-

    mera cosecha de la historia, mostr el camino que hizo posible que los sereshumanos superaran la etapa de la caza y la recoleccin, abandonaran la vidanmada e iniciaran de factola civilizacin. Otro emprendedor importante deaquellos tiempos fue aquel que una vez descubierta la rueda, tuvo la brillanteiniciativa de utilizarla como elemento crucial en la fabricacin de carretas parael transporte humano y de carga. La creatividad humana fue crucial para losavances e inventos de la poca, ante la escasez de conocimientos.

    Sin embargo, conforme el mundo se moderniz y los productos, artefactosy equipos fueron hacindose ms complejos y sofisticados, las caractersticasde los emprendedores cambiaron, pues el conocimiento se convirti en privi-legio de unos pocos. La Revolucin Industrial tuvo como objetivo sustituir eltrabajo manual con mquinas que aumentaran la velocidad y la calidad de laproduccin a niveles superiores a los de la capacidad humana. Los emprende-dores capaces de contribuir a la creacin de dichas mquinas y productos avan-zados, fueron slo aqullos con la educacin y los conocimientos suficientes

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    52/324

    52

    ECONOMA

    CULTURA

    LPARA

    EMPRENDEDORESperspectivas

    para poder hacer tales contribuciones. Por eso, desde esa poca fue ya posibleidentificarlos individualmente. Pongamos el ejemplo de Jernimo de Ayanz yBeaumont, quien registr en 1606 la primera patente de la mquina de vapor,

    y el de James Watt, quien realmente llevara dicho invento a su utilizacin co-mercial en la industria muchos aos despus, en 1774, para convertirlo en elverdadero motor de la Revolucin Industrial.

    La tercera revolucin de la humanidad, la de la informacin, que se iniciaalrededor de los aos ochenta del siglo pasado, marc nuevamente otro cam-bio trascendental, pues hizo posible que el conocimiento dejara de ser privile-gio de unos pocos y llegara finalmente al alcance de cualquier persona. Cabemencionar que desde el inicio de la humanidad, los lmites en su capacidad

    de comunicacin haban constituido restricciones al avance de los conocimien-tos. De all que la revolucin propiciada por el procesamiento y la transmisinelectrnica de datos haya derribado todas las barreras y dado origen a la era delconocimiento, la cual ha trado al mundo la oportunidad de lograr avancesinsospechados. Sin lugar a dudas, el sigloXXIpermitir a la humanidad avan-ces jams soados antes por el hombre.

    En este contexto en el que las barreras a la informacin han sido derribadasy que el conocimiento est al alcance de cualquier persona que tenga acceso

    a una computadora e internet, la creatividad humana ha vuelto a convertirseen el factor decisivo del desarrollo econmico y del avance de la humanidadhacia nuevos niveles de bienestar. El individuo es pieza clave de la nueva eco-noma. Los emprendedores tienen el mundo en sus manos. Hoy, las fortunasms grandes del mundo provienen de emprendimientos realizados hace nomuchos aos. Dichos emprendimientos se transformaron en empresas estra-tgicamente posicionadas en las reas de tecnologas de la informacin y

    comunicaciones, que hoy estn valuadas muy por arriba de las empresas pro-ductoras de bienes materiales.Tan importantes son los emprendedores en nuestros das, que gobiernos,

    organismos, universidades e instituciones internacionales realizan estudiospara comprender cules son las variables que influyen en su surgimiento, mul-tiplicacin y desempeo. Algunos mencionan como variables importantes elambiente de negocios del pas, la educacin y el papel de las universidades.Otros sealan como fundamentales las oportunidades de mercado y la exis-

  • 5/23/2018 Economia Cultural Para Emprendedores

    5