dia conjunto habitacional arboleda de chillán i & ii

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  • INFORME DE LNEA DE BASE ARQUEOLGICA

    Proyecto Inmobiliario

    CONJUNTO HABITACIONAL ARBOLEDA DE CHILLN

    PREPARADO PARA: ECOAGE LTDA.

    PREPARADO POR:

    MAA Consultores Ltda.

    Junio de 2013

    Santiago Fono: 09 448 51 55 2855 64 88

    e-mail: [email protected]

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    INTRODUCCIN

    El presente informe es resultado del estudio encargado por el Sr. Luis Vargas, Consultor Ambiental de Ecoage Ltda., para la evaluacin ambiental del patrimonio cultural presente en el rea de Influencia del proyecto

    inmobiliario Arboleda de Chilln, Comuna de Chilln, Regin del Biobo.

    La prospeccin realizada por MAA Consultores S.A., tuvo como finalidad determinar la existencia en este sector de restos superficiales de carcter patrimonial, de acuerdo a las definiciones aportadas por la

    legislacin vigente, as como elaborar medidas tendientes a proteger estos restos en caso de que se presentaren.

    Especficamente, nuestros trabajos procuraron reconocer la presencia

    de sitios, estructuras, artefactos y/o rasgos, tanto histricos como

    prehispnicos, as como restos paleontolgicos, en las reas indicadas por el cliente. Vale decir, se trat de identificar la presencia/ausencia de

    monumentos nacionales segn la definicin aportada por la Ley 17.288. En este informe se presentan los resultados obtenidos a partir del reconocimiento visual realizado.

    En trminos generales, se concluye que en los sectores prospectados

    no existen evidencias correspondientes al patrimonio cultural y que, por lo tanto, la ejecucin del proyecto no debera afectar Monumentos Nacionales o sitios de inters histrico, antropolgico, arqueolgico o paleontolgico.

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    ANTECEDENTES GENERALES

    El Patrimonio Cultural

    El patrimonio cultural est constituido por los recursos culturales de

    un determinado lugar, y la valoracin que de ellos hace una comunidad

    humana dada. Los recursos culturales, por su parte, son todos aquellos rasgos fsicos muebles e inmuebles que se puedan asociar o son resultado

    de actividades humanas, quedando incluidos dentro de esta categora los sitios, estructuras y objetos de naturaleza arqueolgica, histrica y antropolgica (Fowler, 1982).

    En ocasiones, la proyeccin y ejecucin de proyectos de inversin

    pblicos y privados, conlleva un impacto ineludible sobre los recursos culturales y, por lo tanto, sobre el patrimonio cultural de la nacin. Dada la ubicacin de los sitios arqueolgicos e histricos, sobre o bajo la superficie

    terrestre, estos resultan muchas veces afectados por obras de infraestructura o desarrollo que contemplan la remocin o alteracin de un

    cierto territorio. Los recursos culturales en general, y los sitios arqueolgicos en

    particular, son por definicin nicos y no renovables, por lo que cualquier dao o prdida de stos es irreversible. Es justamente para asegurar que

    ante la proyeccin y ejecucin de obras de infraestructura e inversin los vestigios del pasado sean debidamente resguardados o, en su defecto, el impacto sobre ellos sea mitigado, que en la actualidad existen ciertos

    cuerpos legales que regulan y protegen el Patrimonio Cultural de nuestra nacin. Los aspectos centrales de dichos cuerpos legales pueden

    consultarse en el Anexo 1 del presente informe.

    Tanto la Ley 19.300 como su Reglamento y otros acuerdos internacionales sobre el patrimonio cultural (por ej. poltica de manejo de recursos culturales del Banco Mundial) sealan la necesidad imperiosa de

    incluir en la fase de diseo de los proyectos de desarrollo econmico los estudios de impacto y la evaluacin y diagnstico del patrimonio cultural.

    Esta temprana incorporacin en el diseo de un proyecto permite optimizar la fase de implementacin de los mismos, ahorrando tiempo y dinero en su ejecucin al mismo tiempo que permite prever el dao al patrimonio

    permitiendo prevenir o mitigar el dao a los recursos culturales amenazados.

    Plan de Manejo de los Recursos Culturales

    Para poder definir un plan de manejo es necesario comenzar elaborando una lnea de base de los recursos culturales presentes en una

    determinada zona. Construir un inventario o catastro de los recursos arqueolgicos presentes permite conocer la existencia de tales recursos, y permite divulgar y hacer pblica su existencia entre todas las personas que

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    acceden y desempean actividades en dicho territorio con el fin de prevenir su destruccin y/o alteracin.

    Si la lnea de base para un determinado sector es elaborada en un estado inicial del proyecto, se puede lograr que los diseos y trazados de

    las obras de infraestructura se realicen en consideracin a la ubicacin de los recursos culturales, buscando el menor impacto posible sobre ellos, o

    bien, permitiendo disear trabajos sistemticos de rescate de los mismos. En aquellos casos en que se conozca de antemano que un

    determinado sitio arqueolgico ser impactado directamente de forma irreversible, en su totalidad o en alguno de sus componentes, su mitigacin

    exigir necesariamente un trabajo de rescate arqueolgico. Este rescate permitir recoger y conservar para el futuro toda la informacin contenida en un yacimiento arqueolgico y que amenaza con perderse por la accin de

    intervenciones no especializadas.

    El rescate requiere, a su vez, de un cuerpo de datos previo que de cuenta de la existencia, caractersticas y dimensiones del o los sitios comprometidos. Para ello es necesaria una actividad planificada que debe

    ser realizada con anterioridad a la intervencin y que habitualmente se denomina Ampliacin de Lnea de Base, ya que implica actividades

    adicionales a las realizadas en el marco de la inspeccin visual o prospeccin original.

    Vale decir, un adecuado manejo de los recursos culturales exige la realizacin de una estrategia planificada que contemple a lo menos tres

    etapas de investigacin y anlisis:

    a) Prospeccin sistemtica tendiente a la generacin de una Lnea de Base de los recursos culturales.

    b) Valoracin de los sitios arqueolgicos identificados

    previamente o realizacin de una Ampliacin de Lnea de Base.

    c) En caso de ser necesario, rescate de las evidencias patrimoniales amenazadas por un proyecto de inversin, lo que implica excavaciones sistemticas extensivas.

    El presente informe es el resultado de la implementacin de la primera de estas tres etapas dentro de un adecuado plan de manejo de recursos culturales.

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    OBJETIVOS

    Los objetivos de la presente inspeccin arqueolgica fueron los siguientes:

    a) Identificacin, sobre la base de vestigios superficiales, de sitios arqueolgicos, histricos y/o paleontolgicos considerados como

    monumentos nacionales de acuerdo a la legislacin vigente (Ley 17.288).

    b) Proponer recomendaciones para el adecuado manejo de los recursos patrimoniales detectados.

    DELIMITACIN DEL REA DE ESTUDIO

    El rea prospectada se encuentra en el lmite norte del rea urbana

    de la ciudad de Chilln, en la Comuna del mismo nombre, Regin del Biobo

    (Figura 1).

    FIGURA 1: Detalle del rea de ubicacin del proyecto.

    El predio inspeccionado presenta una forma subrectangular, con una

    superficie de 4,37 hectreas. Las coordenadas UTM (Datum WGS 84) del predio inspeccionado son las siguientes (Tabla 1):

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    Punto UTM E UTM N

    Ch1 18 H 758371 5946357

    Ch2 18 H 758430 5946339

    Ch3 18 H 758440 5946360

    Ch4 18 H 758449 5946356

    Ch5 18 H 758444 5946338

    Ch6 18 H 758594 5946289

    Ch7 18 H 758537 5946113

    Ch8 18 H 758298 5946220

    Tabla 1: Coordenadas UTM de los vrtices del predio inspeccionado.

    ANTECEDENTES ARQUEOLGICOS

    La investigacin arqueolgica de la zona Centro-Sur de Chile, hasta

    alrededor de la dcada del 90, se sustent principalmente en el estudio de contextos funerarios, construyndose la prehistoria local a travs de una serie de aportes fragmentarios procedentes de hallazgos ocasionales,

    salvatajes y estudios de sitio, carentes de un plan de trabajo sistemtico y, hasta pocas recientes, de fechados absolutos, enfrentando adems el

    problema de las malas condiciones de conservacin de restos orgnicos, lo que introduce un importante sesgo en trminos de la evidencia arqueolgica

    disponible para los estudios. Un papel relevante dentro de la investigacin antropolgica y

    arqueolgica en esta zona ha sido jugado por estudios de carcter etnohistrico, los cuales, apoyndose en la rica documentacin de crnicas

    disponible desde el siglo XVI, han sustentado interpretaciones sobre aspectos econmicos, polticos, sociales e histricos de las poblaciones que ocupaban estos territorios, ofreciendo cronistas e historiadores un

    panorama que abarca desde los primeros momentos de la conquista espaola hasta tiempos republicanos (Ercilla, Ovalle, Rosales, Pineda y

    Bascun, Molina, Medina y Guevara, entre otros). Enriqueciendo este panorama encontramos los trabajos de Ricardo

    Latcham (1927 y 1928), con la integracin de datos etnogrficos, lingsticos, arqueolgicos e histricos para apoyar sus interpretaciones

    sobre el poblamiento de este territorio austral, y de Osvaldo Menghin (1962), a quien se le atribuye la primera investigacin arqueolgica sistemtica en la regin. A ellos se suman los trabajos ms recientes, con

    rigurosas descripciones de contextos y fechados absolutos hacia el sur del rea de estudio, de Gordon (1978 y 1983) y Dillehay y Gordon (1977)1, los

    trabajos realizados por el equipo del Museo Regional de la Araucana en la dcada de los 80, las nuevas investigaciones en la zona precordillerana y lacustre de los arquelogos Leonor Adn y Rodrigo Mera (1997 y 2004) y de

    Doina Munita junto a Adn y Mera (Munita et. al. 2010), entre otros.

    1 Citados por Aldunate 1989.

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    En trminos generales la historia cultural de la zona Centro-Sur de Chile presenta a poblaciones humanas de economa cazadora-recolectora

    con una importante afiliacin a grupos arcaicos, tanto de los lagos precordilleranos (de ambas vertientes de Los Andes), como del Valle Central (Adn y Mera 1997), afiliacin cultural que proporcionara un sustrato

    comn capaz de explicar las homogeneidades observadas posteriormente entre los desarrollos cermicos formativos de Chile Central (Llolleo) y la

    zona Centro-Sur (Pitrn y Vergel) (Falabella y Planella 1979). Estos desarrollos alfareros, cuyo inicio se ubica a medidos del primer milenio de la era cristiana, darn pie luego a aquellas poblaciones que fueron la

    resistencia enfrentada por la conquista hispana y que se agruparon bajo el nombre de Cultura Mapuche (Aldunate 1989: 347-348). Las iniciales

    hostilidades de la conquista dieron paso a complejas dinmicas comerciales fronterizas y de mestizaje, estas interacciones, sumadas a la integracin de rasgos serranos y transcordilleranos, van consolidando una etnia mapuche

    que persiste hasta el da de hoy, revitalizando el legado de una lengua comn y un significativo cuerpo de creencias, costumbres y tradiciones.

    A continuacin se esbozan los principales perodos en que se divide la

    secuencia cultural para la zona Centro-Sur de Chile.

    Primeros Pobladores

    Las primeras evidencias de ocupacin humana en la zona Centro-Sur

    de Chile corresponden a los formidables hallazgos realizados en el sitio Monteverde, cerca de la ciudad de Puerto Montt. Estos hallazgos, datados en 13.000 aos antes del presente (A.P.), constituyen la ocupacin humana

    ms antigua del continente americano y nos muestran a una poblacin con viviendas de material ligero y una desarrollada tecnologa en madera,

    plenamente adaptada a la recoleccin de especies vegetales, cubriendo un amplio radio de accin en la captacin de recursos de ecologas diversas, y

    que practicaba la caza de fauna hoy extinta, como el mastodonte y la paleolama (Dillehay 1997).

    Cabe mencionar en esta seccin el hallazgo, tambin dentro del sector meridional de la zona Centro-Sur, de sitios paleontolgicos

    correspondientes a restos de fauna fini-pleistocnica extinta, los que pese a no contar con asociaciones culturales directas, plantean la problemtica de una posible vinculacin con ocupaciones humanas tempranas. Este es el

    caso de los restos de mastodonte encontrados cerca de la ciudad de Osorno, en las localidades de Pilauco, Mulpulmo, Huilma y Nochaco

    (Recabarren et. al. 2006), a los que se deben agregar evidencias similares encontradas en las localidades de Liquie, Paillaco, La Plata y Los Lagos, dentro de la Regin de Los Ros (Mera 2009).

    Perodo Arcaico

    Para resear este perodo recurrimos a los antecedentes con que se

    cuenta para la vecina Regin de La Araucana y Los Ros, donde encontramos ocupaciones arcaicas en la precordillera en el sitio Marifilo 1, alero ubicado prximo al lago Calafqun que aporta evidencias culturales

    desde el 9.500 A.P. hasta el 5.500 A.P., mostrando una tecnologa ltica y sea de carcter expeditivo y oportunista para la caza de mamferos de

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    pequeo y mediano tamao (zorro chilla -Pseudalopex griseus- y pud -Pudu pudu-), adems del aprovechamiento aves y moluscos lacustres junto

    a prcticas de recoleccin vegetal. El sitio Marifilo 1 nos indica una adaptacin temprana a los bosques

    templados y a los ambientes lacustres precordilleranos que da forma a una tradicin recolectora que se extiende hasta perodos alfareros (Adn et.al.

    2004; Munita et al. 2010). Esta idea se ve reafirmada por los hallazgos realizados en otro alero ubicado al noroeste de la ciudad de Temuco, se trata de Quilln I, sitio que muestra la ocupacin de cazadores-recolectores

    nmades con movilidad estacional en fechas anteriores al 4.675 A.P., los que posteriormente adoptan patrones ms sedentarios. Ligado a esta mayor

    sedentarizacin se halla el cambio de una tecnologa ltica de puntas pedunculadas a puntas triangulares de base recta o cncava, y tambin foliceas, lo que es interpretado como una adaptacin de esta tecnologa

    para la caza de una mayor diversidad de presas. El sitio cuenta a su vez con una ocupacin cermica con presencia de horticultores semisedentarios

    asignados al Complejo El Vergel y finalmente, cerrando la secuencia estratigrfica de ocupacin, depsitos de fechas recientes cercanas al siglo XVII d.C. (Navarro y Pino 1984: 72).

    A estos hallazgos se deben sumar aquellos realizados en aleros

    rocosos prximos al lago Villarrica (sitio Pucn VI) (Navarro et al. 2005)2 adems de Loncoaco 2 (Mera y Garca 2005) y Los resfalines 1 (Garca y Mera 2005) en la costa norte del lago Calafqun (Munita et al. 2010: 249).

    La informacin arqueolgica disponible para este perodo nos

    presenta a grupos arcaicos que dentro de sus amplios sistemas de movilidad se extendieron por los distintos ambientes de la zona Centro-Sur

    de Chile, dejando evidencias de sus campamentos desde la costa de Pacfico, con sitios como Chan-Chan 18 en las costas de Valdivia e incluyendo espacios insulares como la Isla Mocha, hasta la vertiente oriental

    de la Cordillera de Los Andes (Quiroz 2001). La economa cazadora recolectora que los sustent, persisti en gran medida hasta los momentos

    del contacto hispano, como es el caso sitios en ambientes lacustres y boscosos del sector meridional de la zona Centro-Sur, para los que se habla de una Tradicin Arqueolgica de Bosques Templados (Adn et al. 2010),

    tradicin observable an en tiempos histricos entre las poblaciones pewenches (Munita et al. 2010: 250).

    La diversidad y versatilidad del modo de vida arcaico sent las bases

    para los posteriores desarrollos alfareros de la zona, brindndoles un

    sustrato comn que explica las similitudes observadas en los complejos cermicos tanto de Chile Central como de la zona Centro-Sur (Falabella y

    Planella 1979; Munita et al. 2010: 250).

    2 Citado en Munita et al. 2010.

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    Perodo Agro Alfarero

    - Complejo Pitrn (Perodo Alfarero Temprano)

    El inicio de la tecnologa cermica en la zona Centro-Sur coincide con la presencia del Complejo Cultural Pitrn, cubriendo un espectro de fechas que va desde el 2000 A.P. (inicios de la era cristiana) hasta el 1000 d.C. en

    el territorio nacional, persistiendo una fase ms tarda de este complejo (1360 d.C) en la Provincia de Neuqun.

    Los grupos Pitrn se extendieron desde la cuenca del Bo-Bo hasta la

    ribera norte del lago Llanquihue, expandindose tambin hacia la provincia

    argentina de Neuqun (Aldunate 1989: 335). Corresponden a poblaciones reducidas con asentamientos semipermanentes y movilidad estacional,

    cuyos ciclos de desplazamiento se orientaban a la caza de camlidos, crvidos y fauna menor, y hacia la obtencin de frutos y alimentos vegetales de recoleccin. La prctica de la agricultura parece haber sido

    muy acotada y ms bien bajo la forma de horticultura a la cual se agregan incipientes prcticas de domesticacin animal (Op. cit. p. 336). La caza y

    recoleccin destaca como la actividad preponderante de subsistencia de los grupos Pitrn, con un importante desarrollo en los ambientes de selva hmeda en la zona lacustre andina piemontana, hecho que lleva a los

    investigadores a hablar de sociedades bosqucolas asentadas en las riberas de ros y lagos, incluyendo posiblemente la navegacin como una de sus

    estrategias de movilidad (Munita et al. 2010: 250-251).

    Entre las formas cermicas distintivas de este complejo encontramos

    jarros asimtricos globulares con asa puente y modelados zoomorfos, jarros fitomorfos, zoomorfos y antropomorfos con ojos tipo granos de caf. Un rasgo caracterstico de este tipo de vasijas asimtricas es la presencia de un abultamiento, o papada, entre el cuello y cuerpo. Los jarros simtricos son tambin globulares, generalmente de cuello cilndrico y recto, con asas que se desprenden de la parte media del cuello hacia el cuerpo de la pieza. Se pueden observar incisiones entre el cuello y cuerpo de las vasijas,

    adems de un distintivo abultamiento anular a la altura media del cuerpo. Las piezas cermicas son de buena factura y coccin, con una decoracin de

    pintura roja, a la que se agregan diseos de puntos y lneas verticales en negro que cubren toda su superficie exterior (Aldunate 1989: 336).

    La cermica Pitrn da cuenta de la participacin de la poblacin de la zona Centro-Sur en el horizonte formativo de Los Andes, expresando

    afinidades con el Complejo Molle, del rea Andina Meridional, y con el Complejo Llolleo, de Chile Central, afinidades que se explican como el avance hacia el territorio austral de influencias formativas septentrionales

    que actan sobre la base de un sustrato local arcaico cazador-recolector, el cual persiste en diferente medida en los distintos espacios geogrficos de la

    zona Centro-Sur, especialmente hacia el sector precordillerano meridional y oriental (Op. cit. p. 339).

    El Complejo Pitrn abarca diversos mbitos geogrficos de la zona Centro-Sur, ocupando ambientes cordilleranos tanto de la Cordillera de

    Nahuelbuta como de la Cordillera de Los Andes y cordones montaosos

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    menores, incluyendo dentro de estos ltimos los sitios Huimpil, Liceo Industrial, Campus Andrs Bello y Shell Norte, ubicados dentro de espacios

    del valle central en el cordn del cerro ielol y en el curso medio del ro Cautn, el sitio Lau-Lao, emplazado tambin en la depresin intermedia, en el cordn cordillerano Mahidanche-Lastarria, y los contextos recuperados

    por Jorge Inostroza en la localidad de Los Lagos (Adn y Mera 1997: 34).

    Este tipo de sitios, emplazados en el llano central, nos seala un patrn de asentamiento Pitrn que se asocia generalmente a los cursos medios de ros, privilegiando la ocupacin de el sector de la zona Centro-

    Sur, donde el bosque abierto de roble y la proteccin de los cordones cordilleranos favoreca las posibilidades de asentamiento y el desarrollo de

    prcticas agrcolas (cultivo de papas y posiblemente maz) (Aldunate 1989: 336), sin descontar la posible utilizacin de los cursos fluviales como va de movilidad (Adn y Mera 1997: 34). Aunque es importante precisar que esta

    alta concentracin de evidencias asignadas al Complejo Pitrn en el valle central puede ser resultado de la mayor posibilidad de detectar sitios

    arqueolgicos en estos espacios producto del crecimiento de las ciudades, realidad diferente a lo que ocurre en la costa y en la zona de los lagos (Op. cit. p. 35). Pese a estos sesgos en la investigacin de la prehistoria del rea

    Centro-Sur, en las ltimas dcadas se han producido importantes hallazgos correspondientes a este perodo dentro del rea lacustre andina piemontana

    (Munita et al. 2010: 251). Cabe mencionar, tambin dentro del valle central, los recientes

    hallazgos producto de excavaciones de salvataje durante la construccin del By Pass de Temuco. All se identificaron dos sitios asignados al Complejo

    Pitrn denominados Lof Mahuida (Km. 15) y Licanco Chico (Km. 20) aportando importantes datos sobre contextos de funebria Pitrn (Ocampo et

    al. 2001). La presencia del Complejo Pitrn tambin se ha pesquisado en la

    precordillera y espacios lacuestres del sector meridional de la zona Centro-Sur, donde encontramos los sitios Pitrn (1.000 +/- 100 d.C.) (en el lago

    Panguipulli), Challupn (455 +/- 160 d.C.), Pucura y Traitraico (ubicados en el lago Calafqun), a los que se deben sumar los hallazgos realizados en la dcada del 60 por Guillermo Franco en la Regin de Los Ros, que incluyen

    siete cementerios arqueolgicos en la Poblacin Lago Ranco y el sitio Trui-Trui en el lago Riihue (Adn y Mera 1997: 34-35; Mera 2009: 4). Estos

    sitios, ubicados en ambientes precordilleranos andinos y lacustres, indican una permanencia del Complejo Pitrn hasta tiempos ms tardos y son considerados como parte de circuitos de movilidad que se extendan hasta

    la vecina Provincia de Neuqun, donde se han registrado campamentos transitorios o paraderos con restos cermicos Pitrn, pipas en forma de T invertida, tembets, artefactos lticos, cuentas de collar de malaquita y conchas de Pacfico (Aldunate 1989: 336-337).

    La costa de la zona Centro-Sur, por su parte, cuenta con ocupaciones como las de Isla Mocha y el sitio Tranaquepe, a las cuales se suman

    Loncotripay, 25 Km. al interior de las costas de Tira, y Santa Mara, en la ribera norte del ro Cruces, en la Provincia de Valdivia, como sitios

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    asociados a la costa y a sistemas de lagos y lagunas ubicadas en los cursos bajos de ros, que muestran una diversidad de estrategias adaptativas

    orientadas a distintos ambientes y recursos (Adn y Mera 1997: 35). Si bien el conocimiento sobre este complejo cultural se apoya

    predominantemente en la informacin obtenida de contextos fnebres, tambin se han identificado ocupaciones de tipo habitacional en la costa

    norte del lago Calafqun en el sitio Alero Nilfe (1.420 +/- 140 A.P. 440 +/- 40 A.P), sobre la ocupacin arcaica del ya mencionado sitio Alero Marifilo 1 (1.410 +/- 50 A.P.), adems de contextos domsticos a cielo

    abierto en los sitios de Musma 1 (750 +/- 50 A.P.), Antilef 1 (920 +/- 90 A.P.) y Flor del Lago 1 (2.110 +/- 40 A.P.), tambin dentro de la Regin de

    la Araucana (Munita et al. 2010: 251). Los depsitos de este ltimo tipo de sitios habitacionales revelan

    bajas frecuencias de materiales, hecho interpretado como el resultado de ocupaciones poco densas por parte de unidades domesticas discretas que

    hacen uso extensivo del territorio dentro de esquemas de alta movilidad (Adn y Reyes 2000)3, hecho que se asocia a la ya sealada persistencia de estrategias de uso del espacio documentadas para grupos cazadores-

    recolectores desde el Holoceno Temprano en la zona y que se vuelve especialmente evidente a partir de los datos proporcionados por los sitios

    arqueolgicos localizados en los espacios cordilleranos (Munita et al. 2010: 251).

    - Complejo El Vergel (Perodo Agro Alfarero Tardo)

    Definido a partir del sitio tipo ubicado en las cercanas de Algol, este complejo agroalfarero presenta una diversidad de patrones funerarios entre

    los cuales encontramos la inhumacin de cuerpos rodeados de piedras, el entierro simple de cuerpos extendidos, entierros en canoas funerarias -o wampo- y en cistas de piedra (Tira), destacando la modalidad de entierro

    para prvulos y adultos en urnas de cermica (Aldunate 1989: 339).

    La cermica Vergel est representada por jarros simtricos y asimtricos moncromos, engobados de rojo y negro, y ollas utilitarias con dos asas y estras anulares en el cuello. Se suma a los tipos de decoracin

    sealados la aparicin de decoracin rojo o negro sobre blanco. En cuanto a sus formas, se mantienen aquellas descritas para el Compejo Pitrn (Ibid).

    El estudio estilstico de las colecciones cermicas asignadas a este

    perodo ha derivado en la definicin de dos estilos cermicos, el estilo

    Vergel y Valdivia para la tradicin bcroma rojo sobre blanco y el estilo Tringlo o Ranco para la tradicin bcroma blanco sobre rojo, siendo esta

    ltima reconocida como una manifestacin especfica del rea lacustre del Ranco a travs del estudio de sitios arqueolgicos en Poblacin lago Ranco y Futrono (Munita et al. 2010: 251-252; Snchez e Inostroza 19844).

    3 Citado en Munita et al 2010. 4 Citado en Mera 2009.

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    Cabe sealar que la alfarera del estilo Valdivia era utilizada an por grupos mapuche al momento de la llegada de los espaoles y perdur,

    formando parte de las ofrendas funerarias de estos grupos, al menos hasta el siglo XIX (Op. cit. p. 252). Las piezas asignadas al estilo Tringlo, por su parte, muestran una mezcla de elementos culturales tanto mapuche como

    hispanos, imitando formas populares en la loza espaola de las pocas de la Conquista y la Colonia, las que son realizadas y decoradas con tcnicas

    locales de produccin alfarera (Mera 2009: 5-6) Al igual que en el caso de la cermica Pitrn, en el Complejo El Vergel

    se reconocen rasgos decorativos que podran indicar vinculaciones con procesos contemporneos de Chile Central, zona desde donde habran

    llegado influencias como la modalidad de entierro en urnas cermicas y el cultivo de ciertas especies vegetales como los porotos, la qunoa, el zapallo y el aj (Aldunate 1989: 341-342).

    Un elemento novedoso de este complejo es la presencia de aros de

    cobre, trabajados con tcnica de reduccin de minerales incompleta, en forma de placas rectangulares o trapezoidales con muesca y de simples argollas, a esto se suman hallazgos de textiles con tcnicas propias de la

    tradicin Andina e implementos para su fabricacin local (Aldunate 1989: 339 y 2003: 333).

    La aparicin de estas nuevas materialidades y los cambios arriba

    reseados para la alfarera, han sido asociados a la posible llegada de

    nuevos grupos humanos a la zona Centro-Sur, a los que se les atribuyen estrategias econmicas y formas de organizacin social que representan

    cambios respecto a las sociedades ya descritas para el perodo Alfarero Temprano, particularmente en el sentido de un sistema de vida ms

    sedentario y un mayor nfasis en la agricultura y el pastoreo (Munita et al. 2010: 252).

    La presencia de este Complejo El Vergel se concentra exclusivamente en el sector septentrional de la zona Centro-Sur de Chile (entre el Bo-Bo y

    el Toltn), sin haber hasta la fecha evidencias de ocupaciones Vergel en el sector meridional ni oriental, donde persiste hasta tiempos de contacto hispano el Complejo Pitrn. Su ubicacin en territorios septentrionales da

    cuenta del aprovechamiento espacios del valle central y sus cursos de agua, reforzando la idea de un mayor nfasis agrcola en su subsistencia, que

    incluira el cultivo de variedades de papa, maz, poroto y qunoa, sin descontinuar las prcticas de caza y recoleccin terrestre y marina, y agregando a esto la domesticacin de camlidos (chiliweque) (Aldunate

    1989: 341-342).

    Sitios El Vergel han sido estudiados en el litoral (incluyendo humedales costeros) y contextos isleos de la zona Centro-Sur, mediante hallazgos arqueolgicos en Isla Mocha, Isla Santa Mara y la costa de

    Arauco que sacan a la luz el manejo de tcnicas de navegacin y la coexistencia de patrones de asentamiento ms transitorios, para actividades

    de caza y recoleccin marina y terrestre, con patrones ms estables de

  • 12

    carcter hortcola o agricultor en el valle central (Aldunate 2003: 331-332; Quiroz 2001).

    En los espacios precordilleranos de la Araucana y lacustres de la

    vertiente oriental de Los Andes, la ausencia de El Vergel coincidira con la

    persistencia de ocupaciones adscribibles al modo de vida cazador-recolector Pitrn, el cual continuara en esos territorios hasta pocas tardas (Op. cit.

    p. 334).

    - Cultura Mapuche

    Las crnicas aportadas por los conquistadores espaoles nos hablan, para la poca de contacto, de la existencia de un pueblo muy numeroso que

    ocupaba las riberas y desembocaduras de los ros, litoral marino, islas y lagos precordilleranos, al sur del ro Itata, destacando concentraciones de poblacin en el valle central al sur y oriente de la Cordillera de Nahuelbuta,

    en la baha de Valdivia y en el lago Ranco. Se seala tambin que estas poblaciones cultivaban papas, maz, porotos y qunoa (Op. cit. p. 342),

    aunque posiblemente a una escala reducida, bajo la forma de horticultura de tala y roza e incluyendo el aprovechamiento de variedades de gramneas y cereales. Esto sin abandonar las antiguas prcticas de caza y recoleccin,

    las que muestran un importante desarrollo en espacios litorales donde se documenta la pesca, recoleccin y buceo, adems del uso de embarcaciones

    (Aldunate 1989: 342). En cuanto a las especies domesticadas se seala el chiliweke,

    variedad de camlido amansado o en vas de domesticacin, el perro y, como consecuencia del contacto hispano, la incorporacin del caballo (Op.

    cit. p. 342-345).

    En trminos de organizacin social se trata de agrupaciones de familias extendidas con vnculos de parentesco patrilineales y un patrn de asentamiento disperso y mvil. Esta estructura social sin jerarquas estables

    era alterada en pocas de peligro, dando lugar a una mayor cohesin bajo la figura del lder guerrero denominado toki (Ibid.).

    Los sitios arqueolgicos estudiados para este perodo muestran una

    amplia dispersin espacial de cementerios de grandes dimensiones

    (llegando a ms de 100 individuos), los que cubren los sectores septentrional, meridional y oriental de a zona Centro-Sur de Chile,

    evidenciando una importante diversidad de modalidades de enterramiento que incluyen el uso de canoas (wampo), cistas de piedra e inhumaciones directas en la tierra, que cubren desde el siglo XVI hasta el perodo

    republicano del siglo XIX (Op. cit. p. 343).

    La cermica Mapuche mantiene varias de las caractersticas de las tradiciones alfareras anteriores (Pitrn y El Vergel), persistiendo las formas simtricas y asimtricas, y el uso de modelados e incisos, sin embargo los

    jarros simtricos varan a formas ms estilizadas y se observa, en general, un aumento en el tamao de las piezas, adems de algunos cambios en los

    patrones decorativos (engobe negro o pardo y pintura roja, pintura en rojo

  • 13

    y negro sobre blanco, etc.) y la aparicin de nuevas formas como tazas con asa, platos extendidos con bordes anchos y grandes nforas. Un elemento

    diagnstico de esta cermica postcontacto es la presencia en el labio, asa o cuerpo de piezas simtricas, de incrustaciones de pequeos trozos de cuarzo o loza europea formando diseos como lneas, cruces griegas o de

    San Andrs (Ibid.)

    Entre las ofrendas funerarias de esta cultura se cuentan, adems de las vasijas cermicas, torteras de madera, piedra y cermica, pendientes, agujas, medallas, adornos de plata y cobre, collares de cuentas de vidrio,

    herramientas de hierro y aperos de uso ecuestre (Ibid.).

    Gracias a trabajos realizados en la dcada del los 80 por un equipo de investigadores del Museo Regional de la Araucana contamos con datos sobre cementerios histricos tardos de la Cultura Mapuche en las

    localidades de Pitraco y Deuco, Comuna de Angol y Nueva Imperial respectivamente (sitios Pitraco I y Deuco 1 y 2), con modalidad de entierro

    en cistas y abundancia de ofrendas cermicas del tipo rojo engobado, negro pulido, caf alisado y vasijas con decoracin de incrustaciones de loza (Snchez, Hinostroza y Mora 1985). Se suman a ellos otros contextos

    funerarios mapuche en el valle central del sector septentrional, como el cementerio de cistas representado por sitio El Membrillo, en la cuenca del

    ro Cautn, Repocura, al noreste de Chol-Chol, e inhumaciones en canoas correspondientes al sitio San Pablo 1, en la desembocadura del ro Imperial. Un poco ms al sur, en la cuenca del ro Toltn, se conoce un cementerio en

    la localidad de Gorbea (Aldunate 1989: 345).

    Por su parte en los lagos precordilleranos del sector meridional se encuentran los sitios de Lican Ray, Huanehue y Huitag, en el lago

    Calafqun, adems de varios enterratorios en el lago Ranco estudiados por Guillermo Franco en la dcada del 60 (Ibid.), entre ellos se incluyen tres cementerios asignados al perodo Alfarero Tardo/Histrico, dos asociados a

    cermica del estilo Tringlo o Ranco y uno asociado a cermica estilo Valdivia (Mera 2009: 4). Al otro lado de la Cordillera de los Andes (sector oriental),

    se han detectado cementerios asignables a la cultura mapuche en los lagos Alumin y Moquehue (Hajduk 1981)5.

    - Antecedentes Especficos para el rea del Proyecto

    Ante la carencia de antecedentes arqueolgicos provenientes de investigaciones sistemticas en las inmediaciones del rea de estudio, se consult informacin disponible acerca de estudios de impacto ambiental

    ejecutados en las cercanas del rea de influencia del proyecto.

    La revisin de las bases de datos del Servicio de Evaluacin Ambiental (SEA) en bsqueda de antecedentes arqueolgicos reportados en el marco de estudios y declaratorias de impacto ambiental en la Comuna de

    Chilln, se focaliz en un radio de 60 Km. en torno al rea en la que se localiza el Proyecto Arboleda de Chilln.

    5 Citado en Aldunate 1989.

  • 14

    El anlisis detallado de los estudios arqueolgicos disponibles, arroj escasas evidencias de hallazgos comprendidos dentro de la categora de

    monumentos nacionales segn la definicin aportada por la Ley 17.288. El referente ms prximo se encuentra a 33 Km. al este del rea de estudio y corresponde a los terrenos del proyecto Plantel de Cerdos Santa Josefina de Agrcola Veneto Ltda., en cuya declaratoria de impacto ambiental se incluye un Informe sobre aspectos culturales y arqueolgicos realizado por

    el arquelogo Rodrigo Snchez a partir de revisin bibliogrfica y una inspeccin en terreno (Nawel Consultores 2006).

    Mediante esta ltima estrategia se detect la presencia de un sitio arqueolgico correspondiente a un campamento con materiales lticos de filiacin indeterminada emplazado en la segunda terraza norte del ro Cato, afluente del ro uble. Las evidencias identificadas en superficie se conformaban por materiales lticos dispersos en baja densidad en un rea

    de 6.400 m, entre los que se cuentan derivados de ncleo sin modificacin y fragmentos de ncleo, principalmente de andesita-basalto, adems de

    algunos instrumentos como una raedera y una mano de moler de seccin plano convexa. La presencia de este tipo de materiales lleva a inferir una funcionad de campamento para este sitio arqueolgico prehispnico, sin ser

    posible precisar una filiacin cultural especfica.

    En segundo caso que aporta datos de inters para la presente revisin es aquel realizado dentro del marco de la declaratoria de impacto ambiental del proyecto Mejoramiento a la Ruta N31, Camino a Punilla, VIII Regin del Ministerio de Obras Pblicas, localizado a 55 Km. al este de nuestra rea de estudio (mbar S.A. 2012). Como parte de la lnea de base

    arqueolgica de este proyecto, la arqueloga Nuriluz Hermosilla recopil antecedentes arqueolgicos prximos al rea en que se proyectaban las

    obras de mejoramiento vial, entre los que destaca el hallazgo de 20 sitios arqueolgicos en el rea de influencia directa del Proyecto Embalse Punilla, localizado a 70 Km. al este de nuestra rea de inters (Seelenfreund 1999,

    Snchez 2002, Hermosilla 2007a y b y 2008a y b, citados en mbar S.A. 2012).

    La inspeccin en terreno realizada por Hermosilla y Snchez para el

    proyecto de mejoramiento de la Ruta N31 (mbar S.A. 2012), se extendi

    por un total de 20 Km. a lo largo de la ribera norte del ro uble, entre las localidades de San Fabin de Alico y La Punilla, y arroj la presencia de 9

    lugares de prctica ritual subactual (animitas o descansos y grutas), un sitio subactual de funcionalidad indeterminada y un sitio arqueolgico prehispnico emplazado en la terraza norte en un meandro del ro uble,

    con presencia de material cermico y ltico en baja densidad en una superficie de 900 m, denominado Sitio Caracol.

    La ampliacin de la lnea de base del sitio Caracol (mbar S.A. 2012),

    mediante la excavacin de unidades de sondeo, permiti caracterizarlo

    como un asentamiento habitacional abierto con escasa cantidad de material cultural en superficie y en estratigrafa, sin superar sus depsitos culturales

    los 50 cm. de profundidad, presumiblemente a causa de la extensin horizontal de los depsitos originales debido al uso agrcola de los terrenos.

  • 15

    Entre los materiales recuperados predominan los desechos de talla ltica primaria sobre guijarros, para la manufactura de instrumentos

    expeditivos a partir de materias primas locales (andesita, basalto y riolita), y fragmentera cermica, correspondiente en su mayora a vasijas moncromas de paredes medianas a gruesas y superficie interior y exterior

    alisada, a las que se suman un fragmento de borde recto con reborde exterior y dos fragmentos decorados con rojo y negro. El anlisis

    pormenorizado de los restos cermicos del sitio Caracol indica de manera preliminar que correspondera a una ocupacin de baja intensidad adscrita al Perodo Agroalfarero Tardo de la secuencia prehispnica regional (mbar

    S.A. 2012).

    METODOLOGA

    Para cumplir adecuadamente con los objetivos del presente estudio, se aplicaron las metodologas estndares de la ciencia arqueolgica, en lo

    referente a las actividades de prospeccin (Cf. Gallardo & Cornejo, 1986). A su vez, se realiz una revisin bibliogrfica previa, con la finalidad de contextualizar adecuadamente el trabajo a realizar, as como para contar

    con una referencia acerca de qu tipo de materialidad cultural era esperable encontrar en el rea (vase segmento anterior Antecedentes Arqueolgicos).

    As, la metodologa diseada incluy tres etapas fundamentales de

    trabajo, que se detallan a continuacin:

    a) Revisin Bibliogrfica: Los resultados de esta actividad permitieron la elaboracin de los Antecedentes Arqueolgicos del presente informe.

    b) Trabajo de Terreno: Esta etapa del trabajo estuvo a cargo del

    arquelogo Pedro Andrade M. y se realiz durante una jornada de

    trabajo, ejecutada el da sbado 22 de junio de 2013. El trabajo realizado en terreno consisti, en primer lugar, en una inspeccin visual

    de evidencias superficiales de carcter patrimonial en el rea definida previamente, la cual se realiz en base a transectas paralelas de direccin Norte-Sur, las cuales se espaciaron cada 50 metros (Figura 2).

    FIGURA 2: Detalle del polgono prospectado y los tracks recorridos.

  • 16

    Los recorridos fueron pedestres y estuvieron apoyados por la utilizacin de sistemas de GPS y cmara digital para el registro de informacin.

    Debe sealarse que el terreno se present plano, de fcil acceso y sin mayores accidentes topogrficos que impidieran la realizacin de la actividad (Figura 3). La visibilidad se present variable, existiendo

    sectores despejados de vegetacin, otros de vegetacin moderada y otros sectores anegados por un desage de aguas y por las lluvias que

    haban cado durante el da anterior a la prospeccin (Figuras 4, 5 y 6). No obstante lo anterior, se considera que la visibilidad fue suficiente para la ejecucin de la prospeccin. Asimismo, las condiciones de

    obstrusividad fueron adecuadas.

    c) Trabajo en Gabinete posterior al terreno: En esta fase del trabajo se

    procedi a la elaboracin del presente informe final.

    FIGURA 3: Vista general del predio prospectado.

  • 17

    FIGURA 4: Ejemplo de sectores con buena visibilidad dentro del predio prospectado.

    FIGURA 5: Ejemplo de sectores con visibilidad regular dentro del predio prospectado.

  • 18

    FIGURA 6: Ejemplo de sectores anegados con visibilidad regular dentro del predio prospectado.

  • 19

    RESULTADOS, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

    De acuerdo a los registros consultados en los antecedentes bibliogrficos y la revisin va internet de antecedentes de estudios de impacto ambiental y de las Actas del Consejo de Monumentos Nacionales,

    se determin que no existen en el predio inspeccionado sitios arqueolgicos o monumentos nacionales declarados en las siguientes categoras:

    histricos, santuarios de la naturaleza y zonas tpicas.

    Desde el punto de vista de la prospeccin ejecutada en el presente

    proyecto, nuestros estudios superficiales confirmaron la ausencia total de evidencias superficiales de vestigios patrimoniales o de sitios arqueolgicos

    en el sector prospectado. Cabe mencionar que hubo un sector, ubicado en el vrtice SW del predio, que no pudo ser inspeccionado, ya que se encontraba cercado, sin acceso y con dos casas pilotos de la inmobiliaria

    (Figura 7). No obstante, se trata de un sector pequeo y previamente intervenido, por lo que se estima altamente improbable la presencia de

    restos patrimoniales en dicho sector.

    Adems de lo anterior, en la superficie del predio se pudo detectar

    depsitos de basura subactual, correspondientes a acumulaciones de ladrillos enteros y fragmentados de produccin reciente, conocidos con el

    nombre de ladrillos princesa. Adems se registraron botellas plsticas y neumticos. Junto con lo anterior, se pudo detectar la presencia de cuatro radieres de casa, correspondiendo dos a estructuras de cemento y dos a

    pilotes para una casa en altura (Figuras 8 a 10). Todas estas corresponden a evidencias sin valor patrimonial.

    A partir de los resultados obtenidos puede concluirse que el proyecto

    inmobiliario Arboledas de Chilln no afectar el patrimonio cultural de acuerdo con lo estipulado por la legislacin vigente.

    Sin perjuicio de lo anterior, cabe recordar a la empresa mandante que en el caso que durante la ejecucin del proyecto se detectara la

    presencia de restos culturales antropo-arqueolgicos o histricos subsuperficiales, no detectados en la presente prospeccin, se deber proceder de acuerdo con lo establecido en los artculos 26 y 27 de la Ley

    17.288 de Monumentos Nacionales y en los artculos 20 y 23 de su Reglamento, con el propsito de disear y realizar actividades de salvataje

    arqueolgico adecuadas. Asimismo, se deber dar cuenta de inmediato y por escrito al Consejo de Monumentos Nacionales, para que este organismo determine los procedimientos especficos a seguirse.

  • 20

    Figura 7: Casas pilotos ya construidas dentro del predio inspeccionado.

    Figura 8: Acumulacin de ladrillos.

  • 21

    Figura 9: Restos de neumticos

    Figura 10: Restos de radier de cemento y de pilotes.

  • 22

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    Seelenfreund, Andrea 1999. Primer informe de prospeccin Proyecto Embalse Punilla. Ms

  • 26

    ANEXO 1:

    EXTRACTOS DE LEGISLACIN VIGENTE

    SOBRE PATRIMONIO CULTURAL

    Ley de Monumentos Nacionales N 17.288 y su Reglamento, donde se define monumento nacional como los lugares, ruinas, construcciones u objetos de carcter histrico o artstico; los enterratorios o cementerios u otros restos de los aborgenes; las piezas u objetos antropolgicos, arqueolgicos, paleontolgicos o de formacin natural, que

    existan bajo o sobre la superficie del territorio nacional o en la plataforma submarina de sus aguas jurisdiccionales y cuya conservacin interesa a la

    Historia, al Arte o la Ciencia... (Ttulo I, Artculo 1). Tambin se declara que por el slo ministerio de la Ley, son monumentos arqueolgicos de propiedad del Estado los lugares, ruinas, yacimientos y piezas antropo-

    arqueolgicas que existan sobre o bajo la superficie del territorio nacional (Ttulo V, Artculo 21).

    La tuicin sobre los monumentos nacionales (sitios arqueolgicos e

    histricos) queda bajo la responsabilidad del Consejo de Monumentos

    Nacionales, y todo trabajo que en ellos vaya a ser realizado deber ser previamente autorizado por dicho organismo. La destruccin de cualquiera

    de ellos es penalizada y es obligacin denunciar el descubrimiento de nuevos hallazgos ante las autoridades competentes a fin de que stas definan las medidas pertinentes (Artculo 23).

    Ley N 19.300 Bases Generales Del Medio Ambiente. Se enumeran detalladamente los proyectos o actividades que debern ser

    sometidos al Sistema de Evaluacin de Impacto Ambiental y se consigna el procedimiento a seguir. El Reglamento del Sistema de Evaluacin de Impacto Ambiental, define disposiciones expresamente referidas al

    patrimonio cultural. Segn ste, el titular de un proyecto o actividad de los definidos por el Reglamento, deber presentar una Declaracin de Impacto

    Ambiental, si dicho proyecto o actividad no generar algunos de los efectos contemplados por la Ley N 19.300 o por el Reglamento. Por su parte, en el caso que el proyecto o actividad genere o presente alteracin sobre

    monumentos, sitios con valor antropolgico, arqueolgico, histrico y, en general, los pertenecientes al patrimonio cultural, se deber presentar un

    Estudio de Impacto Ambiental.

    Para evaluar si el proyecto o actividad, con sus obras y/o acciones

    asociadas en cualquiera de sus etapas, genera o presenta alteracin de vestigios pertenecientes al patrimonio cultural, se deben considerar en

    relacin con el proyecto los siguientes puntos: a) La localizacin en o alrededor de algn Monumento Nacional de los

    definidos por la Ley 17.288;

    b) La remocin, destruccin, excavacin, traslado, deterioro o modificacin de algn Monumento Nacional de los definidos por la Ley

    17.288;

  • 27

    c) La modificacin, deterioro o localizacin en construcciones, lugares o sitios que por sus caractersticas constructivas, por su antigedad, por su

    valor cientfico, por su contexto histrico o por su singularidad, pertenecen al patrimonio cultural;

    d) La localizacin en lugares o sitios donde se lleven a cabo

    manifestaciones propias de la cultura o folklore de algn pueblo, comunidad o grupo humano.

    Ley 19.253 de Pueblos Indgenas. En sta se establece que "el

    reconocimiento, respeto y proteccin de las culturas e idiomas indgenas contemplar...f) la promocin de las expresiones artsticas y culturales y la

    proteccin del patrimonio arquitectnico, arqueolgico, cultural e histrico indgenas". De no protegerse dicho patrimonio cultural indgena se incurre en falta a la ley, lo cual evidentemente es penalizado.