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Bases para la restauración ecológica de espartales

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Bases para la restauración ecológica de espartales

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Centro de Cooperación del Mediterráneo de la UICN C / Marie Curie 22 29590 Campanillas, Málaga, España. Tel. : +34 952 028430 - Fax : +34 952 028145 www.iucn.org/publicationswww.iucn.org/mediterranean

Las actividades del Centro de Cooperación del Mediterráneo de la UICN reciben el apoyo de:

Bases para la restauración ecológica de espartales

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BASES PARA LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA DE ESPARTALES

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Bases para la restauración ecológica de espartalesJordi Cortina, Jabier Ruiz-Mirazo, Beatriz Amat, Fateh Amghar, Susana Bautista, Esteban Chirino, Mchich Derak, David Fuentes, Fernando T. Maestre, Alejandro Valdecantos, Alberto Vilagrosa.

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La designación de entidades geográficas y la presentación del material en este libro no implican la expresión de ninguna opinión por parte de la UICNo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), respecto a la condición jurídica de ningún país, territorio o área, ode sus autoridades, o referente a la delimitación de sus fronteras y límites.

Los puntos de vista que se expresan en esa publicación no reflejan necesariamente los de la UICN o de la Agencia Española de CooperaciónInternacional para el Desarrollo (AECID).

Esta publicación ha sido posible gracias a la generosidad de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y a lacolaboración de la Universidad de Alicante y la Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM).

Publicado por: UICN, Gland, Suiza y Málaga, España.

Derechos reservados: © 2012 Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales.

Se autoriza la reproducción de esta publicación con fines educativos y otros fines no comerciales sin permiso escrito previode parte de quien detenta los derechos de autor con tal de que se mencione la fuente.

Se prohíbe reproducir esta publicación para venderla o para otros fines comerciales sin permiso escrito previo de quiendetenta los derechos de autor.

Citación: Cortina J, Ruiz-Mirazo J, Amat B, Amghar F, Bautista S, Chirino E, Derak M, Fuentes D, Maestre FT, Valdecantos A, Vilagrosa A (2012). Bases para la restauración ecológica de espartales. UICN, Gland, Suiza y Málaga, España. VI + 26 p

Autores: Jordi Cortina Segarra, Universidad de Alicante (España) Jabier Ruiz Mirazo, Comisión de Gestión de Ecosistemas de la UICN (CEM) Beatriz Amat Martínez, Universidad de Alicante (España) Fateh Amghar, Universidad de Boumerdès (Argelia) Susana Bautista Aguilar, Universidad de Alicante (España) Esteban Chirino Miranda, Fundación CEAM (España) Mchich Derak, HCEFLCD (Marruecos) David Fuentes Delgado, Fundación CEAM (España) Fernando T. Maestre Gil, Universidad Rey Juan Carlos (España) Alejandro Valdecantos Dema, Fundación CEAM (España) Alberto Vilagrosa Carmona, Fundación CEAM (España)

Colaboraron en la edición: Beatriz Amat y Karen Disante

ISBN: 978-2-8317-1566-7

Diseño y maquetación: Simetrica S.L.

Producido por: Centro de Cooperación del Mediterráneo de UICN

Gestión del producto: Sonsoles San Román

Impreso por: Solprint (Mijas), Málaga

Disponible en: Centro de Cooperación del Mediterráneo de UICNC/ Marie Curie 22, 29590 Campanillas, Málaga, Españawww.iucn.org/mediterranean

Impreso en papel ecológico libre de cloro

AGRADECIMIENTOS

La investigación reflejada en esta obra ha sido financiada por los proyectos UNCROACH (MICINN, CGL2011-30581-C02-01), SEMER (AECIDAP/040315/11), SURVIVE (MINECO, CGL2011-30531-C02-02), PRACTICE (EU GA Nº 226818), FUNDIVFOR (Fundación Biodiversidad),BIOCOM (FTM, financiado por EC 7th FP, FP7 ⁄2007-2013), ERC (FTM; Grant Agreement nº 242658), LORAIN (AGL2008-05532-C02-02),CASCADE (EU, GA 283068), CREOAK (EU, QLRT-2001-01594), INNOVA (GVPRE/2008/085) y ESTRES ( 063/SGTB/2007/7.1). La FundaciónCEAM está subvencionada por Generalitat Valenciana y los proyectos GRACCIE (Consolider-Ingenio 2010; CSD2007-00067) y FEEDBACKS(Prometeo-Generalitat Valenciana, CGL2011-30515-C02-01).

Fotos de portada:1.- Mojón delimitador de un espartal excluido al pastoreo en Stitten, Argelia. © Jabier Ruiz2.- Estera acolchada, elaborada artesanalmente a base de esparto en Ouassaia, Túnez. © Jabier Ruiz3.- Plantas de esparto cultivadas a partir de semilla en el vivero de Guardamar, España. © Román Trubat.4.- Mata de esparto bien desarrollada sobre sobre un suelo con depósitos de arena en Djelfa, Argelia. © Jabier Ruiz5.- Fardos de esparto y de sisal que se utilizarán en la elaboración de escayola para construcción, en Cabra del Santo Cristo, España. © Carla Danelutti.6.- Pleitas de esparto tendidas al exterior de una quesería en Parauta, España. © Rogelio Jiménez.

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Esta publicación está dirigida principalmente a técnicos, gestores e investigadores de estepassemiáridas del Mediterráneo occidental con el objetivo de proporcionarles un manual útil y prácticosobre restauración ecológica de estepas, con información sobre las experiencias y actuaciones másrecientes que están permitiendo aumentar la resiliencia de estos socioecosistemas esteparios.

El desarrollo de su contenido ha sido posible gracias a la colaboración institucional entre el Centro deCooperación del Mediterráneo de la UICN (UICN-Med), la Fundación Centro de Estudios Ambientalesdel Mediterráneo (CEAM), la Universidad de Alicante y la Comisión de Gestión de Ecosistemas de UICN.Asimismo se ha nutrido de las aportaciones de los expertos que han participados en diversos talleresformativos celebrados entre España y Argelia y coordinados por UICN-Med.

Esta publicación constituye uno de los productos resultantes de las actividades que se han realizado enel marco del proyecto de "Apoyo a la conservación y la gestión de recursos naturales en terrenos áridosy semiáridos en el Norte de África”, que cuenta con el apoyo financiero de la Agencia Española deCooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Desde el Centro de Cooperación del Mediterráneo de UICN esperamos que contribuya a la adaptaciónde la gestión ante los desafíos del cambio climático, uno de los objetivos principales del ProgramaMediterráneo y del Norte de África de UICN.

Prólogo

BASES PARA LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA DE ESPARTALES

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Centro de Cooperación del Mediterráneo UICN-Med

IntroducciónLos espartales ocupan gran parte de las zonasáridas de la cuenca mediterránea occidental.Estas comunidades han sido utilizadas por loshumanos desde hace miles de años, tanto para larecolección del esparto y uso de su valiosa fibra,como para el pastoreo, entre otros muchos usos.Así, estos ecosistemas han representado unrecurso natural de gran importancia en zonas conenormes limitaciones biofísicas, y aún hoycontinúan contribuyendo al bienestar de muchaspersonas.

Sin embargo, el uso histórico también haerosionado la integridad de estas comunidades, ymermado su capacidad de proveer bienes yservicios. En ocasiones, este deterioro esconsecuencia de la eliminación de determinadasespecies porque competían con el esparto; unasespecies que hoy sabemos que son clave para elfuncionamiento del espartal. El abuso del fuego o elsobrepastoreo, por otra parte, han conllevado unamayor degradación de estas comunidades, alafectar al conjunto de la cubierta vegetal.Finalmente, la pérdida de suelo, hasta el punto depermitir la emergencia de la roca madre o la capade caliche, compromete el uso que podemos hacerde estos espartales a corto y medio plazo. Sinembargo, esta degradación puede ser reversible.

En los últimos años, se ha dedicado un esfuerzoingente para comprender los espartales,cuantificar los bienes y servicios queproporcionan, y desarrollar técnicas y protocolosque permitan recuperar su integridad, quepermitan restaurarlos1. Como si se tratara de unapráctica médica, hoy en día somos capaces dediagnosticar el estado de estas comunidades,identificar las dolencias y prescribir lostratamientos necesarios para devolver a los

espartales su funcionalidad ecológica ycapacidad productiva.

En este texto repasamos los conocimientosactuales sobre espartales y proporcionamosrecomendaciones para su restauración. En unaprimera parte, abordamos las bases ecológicassobre las que construir la teoría y la práctica de larestauración de espartales. A continuación,describimos diferentes aproximacionesecotecnológicas para la restauración de estascomunidades. Por último, proponemos unaevaluación integrada y participativa de lasacciones de restauración, que tenga en cuentatanto criterios ecológicos como aspectos socio-económicos y culturales. La restauraciónecológica es una actividad humana, y como tal,debe integrar a la sociedad a lo largo de todo elproceso: desde la identificación de problemas yobjetivos, hasta la evaluación de los resultadosde las acciones de restauración, pasando por eldiseño y ejecución de las mismas.

Si bien el presente trabajo se fundamenta en unconocimiento científico objetivo y riguroso, suprincipal finalidad no es académica, sinodivulgativa. Confiamos en que la difusión deestos conocimientos para su aplicación prácticaen acciones de restauración contribuirá a mejorarlas condiciones de los espartales y, con ello, aproteger la biodiversidad y promover el bienestarhumano.

El contexto ecológicoLas estepas dominadas por el esparto (Stipatenacissima) constituyen uno de losecosistemas más representativos de laszonas semiáridas de la cuenca mediterránea.

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1 De acuerdo con la Sociedad Internacional para la Restauración Ecológica, se entiende como restauración el proceso por el cual sepromueve el restablecimiento de un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido (Society for Ecological Restoration(SER) International, Grupo de trabajo sobre ciencia y políticas. 2004. Principios de SER International sobre la restauración ecológica.www.ser.org y Tucson: Society for Ecological Restoration International).

BASES PARA LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA DE ESPARTALES

Los espartales se distribuyen en la parteoccidental del Mediterráneo, principalmente en elNorte de África (Marruecos, Argelia, Túnez y Libia)donde ocupan varios millones de hectáreas, y enla Península Ibérica, con una superficie de unas400.000 ha.

Los espartales pueden encontrarse desde el niveldel mar hasta altitudes de 2000 metros y enzonas con un rango de precipitación entre 100 y600 mm anuales, aunque son más frecuentesentre 200 y 400 mm. La temperatura media anualen estos ecosistemas oscila entre 13 y 19ºC ydurante los meses cálidos de verano estánsometidos a sequía. Los espartales habitan enuna amplia gama de condiciones edáficas,desarrollándose sobre margas, calizas o yesos, ygeneralmente sobre suelos poco profundos.

Desde hace más de 4000 años, el esparto hasido aprovechado para múltiples usos como lafabricación de cuerdas para cestería, calzado,costales, material de construcción, utensilios parael prensado de uva y aceituna y, másrecientemente, la elaboración de pasta de papelde alta calidad (Fig. 1). Los espartales se hanllegado a gestionar para promover la expansión yproducción del esparto, con técnicas como elentresacado de las matas y la eliminación dehojas muertas, la plantación de porciones de lasmatas en otoño, o la eliminación de especies quepudieran competir con el esparto, como arbustos,mediante quemas, pastoreo y descepe. Estasintervenciones han tenido un efecto perjudicialsobre la composición de los espartales ysobre su funcionamiento, y han facilitado laerosión del suelo.

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Figura 1. Utilización del esparto para la elaboración de cestas, calzado y colmenas.

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A partir de la segunda mitad del siglo XX,debido al abandono rural, a la introducción defibras sintéticas y a la pérdida de los usostradicionales del esparto, la superficie deespartales aprovechados disminuyóconsiderablemente en la Península Ibérica. Enel Norte de África, su aprovechamiento comopasto y para la obtención de pasta de papel,junto con la transformación en cultivos, haprovocado una reducción de la superficiede espartales, y promovido su degradación(Fig. 2). Además, los usos tradicionales tambiénse están perdiendo en esta zona.

El esparto es una gramínea perenne rizomatosaque forma grandes matas. Su crecimiento esradial y lento, y puede llegar a tomar forma deanillo al morir la parte central de la mata. Lashojas son esclerófilas y una vez muertas seconservan en la mata durante algunos años.Además, como mecanismo de adaptación alestrés hídrico, las hojas se inclinan y pliegan detal forma que minimizan su exposición a laradiación solar y las pérdidas de agua porevaporación. Sus estomas están en el interiorde surcos en las hojas, sus paredes celularesson rígidas y sufren pérdida de clorofila durantela sequía estival, una serie de adaptacionespara hacer frente a las condiciones de sequíatípicas de ambientes semiáridos. Además, elesparto tiene raíces superficiales que leconfieren la capacidad de aprovecharpequeños pulsos de agua.

Esta gramínea se reproduce por medio derizomas y por semillas que se dispersan por elviento. Estas semillas a veces son depredadaspor hormigas y aves, aunque esto no suelesuponer un riesgo para su reclutamiento. Lafloración se da generalmente entre abril y junio,y la fructificación de junio a julio, aunquedepende en gran medida de las condicionesambientales. Así, en los años con condicionesambientales muy favorables (lluvias en invierno,altas temperaturas en primavera, lluviasestivales) el esparto presenta vecería en laproducción de flores y semillas.

La acumulación de biomasa en espartales esmuy variable, oscilando entre 0,17 y 13toneladas de materia seca por hectárea,dependiendo de la disponibilidad de agua y elnivel de degradación. Los espartales sonformaciones abiertas con una cobertura vegetalcomprendida habitualmente entre 18 y 60%, y

en las que el esparto es la especie netamentedominante. También albergan otras especiesarbustivas y herbáceas que, aunqueconstituyen una pequeña parte de la biomasatotal, aportan una gran riqueza florística, enmuchos casos endémica de estos ecosistemas.Otros organismos como aves, pequeñosmamíferos, invertebrados, además de musgos,líquenes y bacterias (la denominada costrabiológica) también forman parte de estosecosistemas.

Los espartales forman un mosaico de matas deesparto y algunos arbustos inmersos en unamatriz de suelo cubierto por plantas de menorporte y costras biológicas, o desprovisto decualquier tipo de cobertura (Fig. 2). Estadisposición espacial en bandas o manchasmaximiza la captación de agua y otros recursospor la vegetación. En efecto, las plantas queviven en las zonas áridas y semiáridas deben

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Figura 2. A) Espartal no cosechado (España) donde seaprecia el mosaico formado principalmente por esparto(Stipa tenacissima), arbustos rebrotadores y suelodesnudo. B) Espartal intensamente utilizado (Túnez),con baja cobertura vegetal debido al sobrepastoreo.

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desarrollar mecanismos para resistir la sequía, ycapturar y almacenar el agua aportada por lasinfrecuentes − y a veces intensas − lluvias.Incluso con pendientes poco pronunciadas,estos eventos generan flujos de escorrentíaque, si se concentran en determinadas zonas,permiten a éstas disponer de más agua que loque el régimen de lluvias sugiere. En losespartales, las áreas desprovistas devegetación actúan como fuentes de recursos(agua, propágulos, nutrientes y sedimentos),mientras que las matas de esparto, arbustos, ylas plantas con follaje en contacto con el suelo,actúan como sumideros. Esta dinámica defuente-sumidero da lugar al empobrecimientode los suelos localizados entre la vegetación,y al enriquecimiento de las áreas bajo lasmatas, que devienen “islas de fertilidad”.

Así, la elevada concentración de biomasa yhojarasca en la mata de esparto, unida a lacaptación de agua y sedimentos procedentes delos flujos de escorrentía y la mejora delmicroclima promovida por el sombreo, propicia lacreación de un microambiente en el entorno delas matas claramente diferenciado de los claroscircundantes. De hecho, el suelo existente bajo elesparto se caracteriza por presentar una menorcompactación, una mayor proporción de arenas,mayores contenidos de materia orgánica y dehumedad después de una lluvia, así como unmayor número de propágulos micorrícicos quelos claros contiguos.

El microambiente proporcionado por las matasde esparto es aprovechado por numerosasespecies de musgos y líquenes, algunas de lascuales no pueden sobrevivir en los claros. Se haobservado también que las comunidades deplantas anuales poseen mayores valores dediversidad, cobertura y biomasa en el entorno delas matas que en los claros adyacentes, y quenumerosas especies arbustivas y arbóreas vivenen asociación con el esparto (Fig. 3). Estasobservaciones han sido completadas conexperimentos realizados en espartales delsudeste español, que han mostrado como lasupervivencia de especies arbustivas como ellentisco (Pistacia lentiscus) y la coscoja (Quercuscoccifera) era mayor cuando se plantaron en lacara norte de las matas de esparto que cuandose introdujeron en los claros. Otros estudios en lamisma región han mostrado cómo la mortalidadestival de arbustos establecidos de forma natural

en espartales disminuyó en las inmediaciones delas matas de esparto.

La facilitación por parte del esparto es puesuna interacción ecológica clave que puedemejorar la introducción de especiesarbustivas de interés en la restauración (Fig. 3).No obstante, el resultado neto de la interacciónentre el esparto y los arbustos introducidosdepende del grado de estrés ambiental. En estesentido, no hay que olvidar que el propio espartotambién compite por el agua con las especiesque tiene a su alrededor, y que bajo condicionesde estrés muy elevado o muy bajo, las mejorasedáficas y microclimáticas propiciadas por elesparto pueden no compensar su propia toma deagua, ejerciendo un efecto neto negativo sobrelas especies vecinas.

La formación de “islas de recursos” y lasinteracciones entre el esparto y otrosorganismos son procesos que operan a escalafina, prácticamente de mata individual y que, enbuena medida, van a verse afectados poratributos como la abundancia de matas deesparto y su tamaño. Estas característicastambién van a jugar un papel clave en elfuncionamiento del ecosistema a escalasmayores. La capacidad de los espartales parareciclar nutrientes, infiltrar el agua de escorrentíay resistir la pérdida de suelo por erosión, estápositivamente relacionada con atributos como elnúmero, tamaño y distancia media entre matasde esparto consecutivas, así como con lacobertura de los arbustos rebrotadores.Conviene destacar el importante papel queestos arbustos juegan en los espartales, ya queno sólo multiplican la riqueza específica ydiversidad de plantas del ecosistema, sino quetambién son determinantes para aumentar sufuncionalidad. De hecho, muchos espartalessemiáridos presentan actualmente un ciertoestado de inmadurez funcional debido a lasperturbaciones y degradación que han sufrido, yal largo tiempo necesario para recuperar ciertasfunciones, como las ligadas al reciclado denutrientes.

La información sobre el nivel de funcionalidadde los espartales es de gran importancia decara a sentar las bases para su restauraciónecológica. Asimismo, su utilización permitiríatanto priorizar las zonas a restaurar comoseleccionar el orden de restablecimiento de loscomponentes o funciones del ecosistema que se

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han perdido (Fig. 4). En los casos en los que elespartal está muy degradado, pero ya libre depresiones como la del pastoreo, la restauraciónpodría iniciarse con actuaciones encaminadas aaumentar el número de sumideros de recursos ya reducir la distancia entre los mismos, lo cualpuede conseguirse de una manera sencilla yeconómica apilando ramas muertas en las zonasdesnudas. Ello permitiría a su vez reducir laspérdidas de suelo y nutrientes por erosión, yproporcionar microambientes favorables para la

germinación de distintas especies anuales yleñosas.

Posteriormente a la creación de nuevossumideros, y una vez que esta actuación hubieradetenido los procesos degradativos y permitidorecuperar cierta funcionalidad, la siguiente fasede la restauración pasaría por realizarplantaciones de especies arbustivasrebrotadoras, siempre que dispongamos deprecipitaciones suficientes (>150-200 mm/año) y

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Figura 3. La mejora de las condiciones edáficas y del microclima bajo las matas de esparto permiteel establecimiento y crecimiento de numerosas especies leñosas, tanto arbóreas como arbustivas,tal como puede apreciarse en las fotografías A-D. La restauración de los espartales ha consistidotradicionalmente en plantaciones de especies leñosas que no han tenido en cuenta elmicroambiente proporcionado por las matas de esparto (E-F). Este proceso puede mejorarse si seaprovechan las interacciones de facilitación que se establecen entre el esparto y estas especies;para ello, los brinzales deberían plantarse en la cara norte de las matas de esparto (A, D).

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seleccionemos las especies más adecuadas paralas condiciones bioclimáticas. Estos arbustospromoverían una recuperación a medio y largoplazo de las funciones relacionadas con elreciclado de nutrientes y facilitarían la llegada denuevas especies vegetales y animales que utilizanlos arbustos como lugar de alimento y refugio.Estas plantaciones son la opción a utilizar cuandoel espartal no está muy degradado y presentaciertos niveles de funcionalidad, y debenrealizarse utilizando técnicas que respeten lavegetación existente y la dinámica fuente-sumidero de recursos. Asimismo, los brinzalesdeben ser introducidos en el microambienteproporcionado por las matas de esparto, salvocuando las condiciones de estrés ambiental seanmuy extremas.

Tal como muestra la Figura 4, la restauración deáreas semiáridas degradadas debe contemplardiseños y actuaciones diferentes según cuálessean los componentes del ecosistema afectados.De manera general, la recuperación será más

sencilla si el componente biótico es el que seencuentra más alterado y más complicada si sonlos recursos básicos del ecosistema (agua ynutrientes) o su asimilación, los que han sufrido elmayor daño.

Tecnologías para la restauraciónExclusión del pastoreoLa sequía de 1980-87 en el norte de África fue elpreludio de una progresiva toma de concienciasobre el impacto humano en los ecosistemasáridos y semiáridos (Cuadro 1, Fig. 5) y sobre ladesertificación en general. Así, la degradación dezonas estépicas ha sido objeto en las tres últimasdécadas de múltiples iniciativas de restauración yrehabilitación. Considerando que la ganadería esla principal actividad económica en esta región, y

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Figura 4. Variaciones en la estructura y función de espartales a lo largo de un gradiente de degradación. Semuestran los diferentes estados, así como los procesos de degradación (derecha de la línea), y consideracionessobre la recuperación espontánea y dirigida (izquierda de la línea).

que el sobrepastoreo es una de las mayorescausas de degradación, la principal técnica derestauración aplicada en estas zonas estépicasha sido la exclusión del pastoreo o el pastoreodiferido, que consiste en prohibir el pastoreoen una zona degradada durante un periododeterminado (Fig. 6). Esta técnica facilita laregeneración y el desarrollo de especies coninterés pastoral, que de otra manera se veríanamenazadas por el sobrepastoreo, y se aplicaprincipalmente en los casos de degradaciónintermedia donde el potencial de recuperación dela vegetación es alto. Sus principales ventajasson el bajo coste y la sencillez de su aplicación,lo que permite actuar sobre grandes superficies.

En el plano ecológico, la exclusión del pastoreoha permitido la restauración de grandessuperficies degradadas (2.800.000 ha en Argelia),lo que incluye tanto un aumento de la diversidadflorística como de la disponibilidad forrajera (de 30a más de 200 Unidades Forrajeras tras tres añosde protección). La exclusión del pastoreo facilita laregeneración de estepas de esparto y de Artemisia,la reaparición de especies de alto valor pastoral yla reconstitución del banco de semillas del suelo.

Además, esta técnica permite un aumento de lacobertura vegetal (pasando del 10% al 30-40%), loque contribuye a una mejor protección de lossuelos contra la erosión y a un incremento de sufertilidad (materia orgánica, nitrógeno total,humedad). Las zonas así protegidas contribuyentambién a salvaguardar la biodiversidad, gracias alos nichos ecológicos y hábitats que ofrecen amúltiples especies de fauna y flora amenazadas.Sin embargo, la ausencia de pisoteo puedefavorecer el desarrollo de una costra físicasuperficial en el suelo (Fig. 7). Esta costra puedeinfluir negativamente en el reclutamiento de nuevosindividuos, aunque también puede contribuir a laconcentración de agua en zonas aledañassiguiendo la dinámica fuente-sumiderocaracterística de estos ambientes.

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CUADRO 1. El estado de degradaciónde las estepas

La estepa argelina, situada en zonasáridas y semiáridas, se extiendesobre una superficie de 20 millonesde hectáreas. Este territorio albergauna población de más de 7,2 millonesde personas, que en su mayoríadepende de ingresos procedentes dela ganadería, con una cabaña deovino estimada en más de 15millones de cabezas. Lasobreexplotación de los recursosnaturales se conjuga negativamentecon la aridez, y es la principal causade que enormes extensiones depastos estépicos se encuentren muydegradadas. La situación es similaren el resto del Magreb.

Figura 5. Estepa de esparto (Stipa tenacissima) muydegradada, con una cobertura vegetal muy baja (StationBouihi, Wilaya de Tlemcen, Argelia).

Figura 6. Aspecto de un espartal previamentedegradado, en el que se excluyó el pastoreo durantecuatro años (Station Bouihi, Wilaya de Tlemcen, Argelia).

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En el ámbito socioeconómico, la restauraciónmediante exclusiones de pastoreo puedepermitir una reactivación de la actividadganadera, ya que la reducción del déficit forrajeropermite mejorar la rentabilidad de lasexplotaciones. Además, el alquiler de estospastaderos regenerados proporciona ingresos aAyuntamientos sin apenas recursos y al TesoroPúblico, lo que constituye un primer paso haciauna gestión racional y responsable de estosespacios, y promueve la creación de puestos detrabajo en zonas marginales y degradadas, dondeapenas existen otras alternativas laborales.

La exclusión del pastoreo sigue siendo un bueninstrumento para la regeneración de la estepa, sibien la eficacia de esta técnica es mayor cuandoel clima es menos árido y los suelos másprofundos, permeables y fértiles. La eficaciatambién depende de la dinámica del ecosistemay del tipo de intervención realizada. A pesar desus ventajas, las exclusiones al pastoreo nuncaserán una técnica suficiente: resultaindispensable mejorar paralelamente la gestiónpastoral a escala local y regional, lo que puedeimplicar una reducción de la carga ganadera entodo el entorno. De hecho, una vez conseguidala regeneración deseada, la producción vegetalrecuperada sólo puede mantenerse en el mismonivel mediante una gestión racional en la que lacarga ganadera aplicada no supere la capacidadde regeneración del recurso. Por último, se debedestacar que uno de los principales problemasde las exclusiones es su duración, ya quecuando se mantienen por períodosexcesivamente largos, se puede producir unbloqueo de la regeneración natural.

Cultivo de plantas en viveroLas zonas semiáridas presentan condicionesnaturales muy desfavorables para la regeneraciónnatural y para el establecimiento de plantasintroducidas. Esto es debido principalmente a laescasez de agua y a la baja fertilidad de lossuelos. Estos factores son también responsablesdel escaso éxito que tienen los proyectos derestauración o las repoblaciones forestales enestos ambientes, de ahí la necesidad de mejorarla calidad de los brinzales a establecer en dichosecosistemas. En este contexto, los resultados delas investigaciones han demostrado que ciertastécnicas de vivero pueden contribuir a mejorar lacalidad de la planta forestal, favoreciendodeterminados atributos morfológicos yfuncionales que le ayuden a superar laslimitaciones del sitio de plantación, y mejorar suestablecimiento y desarrollo en el campo.

Uno de los principales riesgos para lasupervivencia de los brinzales corresponde alshock post-trasplante, producido por el cambiobrusco en la disponibilidad de agua entre elvivero y el campo. Tras la plantación y hastaque las nuevas raíces comienzan a extraeragua del suelo, la humedad del cepellóndebe suplir las necesidades hídricas de losbrinzales. Por tanto, en medios semiáridos esnecesario emplear sustratos (medios de cultivo)que almacenen y proporcionen a la plantamayor cantidad de agua y durante más tiempoque los sustratos tradicionales. Actualmenteexiste una gran variedad de sustratos orgánicos(turba rubia, turba negra, fibra de coco,compost, corteza de pino, etc.) y materialesinorgánicos (vermiculita, perlita, arena, arcilla,hidrogel, etc.) que pueden mezclarse para lograrlas características deseadas.

Si se utiliza suelo forestal como sustrato paraproducir plantas en vivero, el uso de hidrogelmezclado con el suelo al 0,4% en peso, puedeser una alternativa adecuada para incrementarla capacidad de almacenamiento de agua delcepellón. En sustratos con base de turba (porejemplo, mezcla de turba rubia y fibra de coco,relación 1:1 en volumen) se ha observado que laadición de hidrogel, al 1,5% en peso,incrementa el contenido volumétrico de aguadel cepellón, mejora el estado hídrico de losbrinzales e incrementa la supervivencia encampo. Sin embargo, dosis elevadas dehidrogel pueden producir un efecto negativo en

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Figura 7. Presencia de una costra física en la superficiedel suelo, lo que puede dificultar el reclutamiento denuevos individuos (Station Ain chouhada, Wilaya deDjelfa, Argelia).

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las plantas. En general, los restos vegetalescompostados también mejoran las propiedadesfísicas, hidrofísicas y físicoquímicas del suelo.

La selección del contenedor debe realizarse deacuerdo con las características morfológicas yfuncionales de la especie, sus patrones decrecimiento y las condiciones ambientales del sitiode plantación. De hecho, el contenedor es uno delos factores principales que determina lascaracterísticas morfológicas y fisiológicas de laplanta producida en vivero, en particular eldesarrollo del sistema radical, y la supervivencia enplantación. El uso de contenedores de pequeñovolumen y poco profundos, limita la capacidad dealmacenamiento de agua del cepellón, ladisponibilidad de nutrientes y el desarrollo delsistema radical. Por el contrario, contenedores muygrandes son difíciles de manejar en el vivero y en elcampo. En regiones semiáridas con fuertesrestricciones de agua, es conveniente el uso decontenedores con un volumen de, al menos, 300-400 cm3 y profundidad de 18-20 cm. Para algunasespecies es recomendable realizar una fertilizaciónadicional que permita un óptimo desarrollo delsistema radical en vivero y facilite la extracción delcepellón sin desmoronamiento del sustrato (Fig. 8).La profundidad del contenedor determina lalongitud de la raíz principal y por lo tanto, laposición de inicio de la colonización en el perfil desuelo. En este sentido, el uso de contenedoresprofundos (30 cm) en especies que desarrollanuna raíz principal significativa durante el cultivoen vivero, permite producir plantas con una raízprincipal más larga y mayor capacidad decrecimiento del sistema radical en las capas

más profundas del suelo, lo cual favorece unmejor estado hídrico de los brinzales encondiciones de sequía.

En la producción de planta forestal destinada aambientes semiáridos, hay varias tendencias en laelaboración del programa de nutrición. De hecho,el debate está todavía en curso sobre laconveniencia de producir brinzales “grandes opequeños”. En cualquier caso, el cultivo deespecies forestales en contenedores requierefertilización y es recomendable desarrollar unprograma de nutrición con fertilizantes y dosisacordes con la fase de crecimiento del cultivo yla respuesta en crecimiento de las plantas, conel fin de asegurar la producción de plantas conuna elevada vitalidad (Fig. 9). En viveros que

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Figura 8. Brinzales de Pistacia lentiscus de una savia bajo tratamiento de endurecimiento hídrico cultivados en bandejasforestales de 45 alvéolos, volumen 300 cm3, profundidad de 18 cm, y sustrato de turba rubia y fibra de coco mezcladosal 50% en peso. En la foto de la izquierda, brinzales con fertilización adicional de 1 g de fertilizante de liberación lenta porlitro de sustrato, a la derecha, brinzales con fertilización adicional de 4 g/L y detalle del uso de una balanza para controlarla pérdida de peso de la bandeja y regular el nivel de estrés hídrico al que son sometidos los brinzales.

Figura 9. La fertilización tiene un gran potencial paramodificar la morfología de los brinzales. En esteejemplo, los brinzales de Tetraclinis articulata recibierondiferentes regímenes nutricionales, desde fertilizante deliberación lenta (izquierda), hasta fertilizante sin fósforoo nitrógeno (derecha), pasando por una fertirrigaciónóptima (3er contenedor desde la izquierda). Loscontenedores tienen una boca de 5 cm.

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dispongan de un equipo inyector/dosificador defertilizante acoplado al sistema de riego serecomienda aplicar fertirrigación con fertilizantessolubles de fórmula completa a razón de 50 ppmnitrógeno, e ir modulando la dosis en función deltamaño de la planta. Otra alternativa que serecomienda es aplicar, después de la aparición de lashojas no cotiledonares, un fertilizante rico en fósforopara favorecer el desarrollo del sistema radical;seguidamente, en la fase de crecimiento rápido,aplicar un fertilizante rico en nitrógeno, ya que facilitael crecimiento integral de la planta; y finalmente, en lafase de endurecimiento, un fertilizante rico en potasio,lo cual favorece la obtención de plantas robustas.

La exposición de los brinzales a estrés hídrico enel vivero, conocido como endurecimiento hídrico,permite inducir mecanismos de resistencia a lasequía. La intensidad de las condiciones desequía debe ajustarse a las características de laespecie y en particular a su capacidad deresistencia al estrés. Como procedimiento general,el endurecimiento hídrico debe llevarse a cabodurante los últimos meses de cultivo en vivero(antes del trasplante al campo), período en el queson promovidos varios mecanismos relacionadoscon la resistencia al estrés. No obstante, largosperíodos de endurecimiento hídrico (de unos seismeses) pueden producir importantes cambiosmorfo-funcionales de aclimatación. Enconsecuencia es recomendable aplicar desde lafase de crecimiento rápido, un programa convolúmenes de riego de moderados a bajos,adaptados a la respuesta del cultivo entérminos de crecimiento y a las condicionesclimáticas. Esto evita el crecimiento excesivo dela parte aérea y favorece la inducción demecanismos de resistencia al estrés hídrico.

La producción de plantas en vivero depende demuchos factores (calidad de la semilla, sustrato,contenedor, riego, fertilización, controlfitosanitario, etc.). En muchas ocasiones, laselección de los materiales (por ejemplo, tipo desustrato, contenedor, fertilizante, etc.) noresponde a razones técnicas, sino a cuestioneseconómicas. Con frecuencia, el desafío consisteen producir plantas de calidad con materiales noidóneos. Por ejemplo, el uso de bolsa depolietileno como contenedor y de suelo forestalcomo sustrato, forma parte de la tecnologíaestándar de producción de plantas en vivero enmuchas regiones. Independientemente de laelección de unos materiales u otros,

recomendamos que la planta destinada aecosistemas semiáridos tenga una adecuadaproporción de biomasa aérea y subterránea pararealizar un uso eficiente del agua, posea suficientereservas nutricionales, haya desarrolladomecanismos de resistencia al estrés hídrico,disponga de un cepellón con alta capacidad dealmacenamiento de agua y tenga elevadacapacidad de crecimiento del sistema radical.

Recomendaciones para el cultivo delesparto en viveroLa calidad de la semilla de esparto determina laeficiencia del proceso de producción de planta envivero, por lo que es muy importante disponer desemilla de buena calidad. En algunos paísesexisten empresas especializadas en larecolección, conservación y certificación desemillas. En estos casos, es conveniente utilizarsemilla certificada, lo cual garantizará un mayoréxito en la germinación. En aquellos países dondeno se disponga de estas empresas, será necesarioque el productor o viverista asuma las tareas derecolección, extracción, limpieza, almacenaje,conservación y evaluación de la calidad de lassemillas.

La recolección de semillas de esparto se realizaráa partir de mayo. En esta fase debe tenerse encuenta que una proporción importante de lassemillas pueden estar vacías, por ausencia depolinización, o abortadas. Por ello resultaconveniente hacer una prueba de corte paraevaluar el porcentaje de semillas vanas. Según elBanco de Semillas de la Comunidad Valenciana(España), las semillas se deben recoger de formamanual, directamente de las espigas, a modo deordeño o bien cortando las espigas y dejando almenos un 30% de éstas en la planta para ladiseminación natural. Con el fin de garantizar lavariabilidad genética, se seleccionarán al azar losindividuos para la recolección de semillas,abarcando la mayor superficie posible. El únicorequisito a tener en cuenta, es que deben serindividuos sanos (sin ataques de insectos, hongosu otros patógenos). La extracción de semillas serealizará dejando secar las espigas ydesgranándolas posteriormente, bien de formamanual o con una desgranadora. La limpiezaposterior también puede realizarsemanualmente, sometiendo las semillas a unacorriente de aire con el fin de eliminar los

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elementos de diseminación, o utilizandopreviamente una escarificadora. Para sualmacenamiento y conservación, se recomiendasecar las semillas hasta un contenido dehumedad entre 6-8%, introducirlas en envasesherméticos y conservarlas a 3-4ºC. Esteprocedimiento permitirá prolongar la viabilidadde las semillas al menos durante cuatro años.

Generalmente, como pretratamiento pararomper el letargo será suficiente la imbibiciónen agua durante 24 horas. Opcionalmente, sepuede realizar una ligera escarificaciónmecánica previa. Para ello, se colocarán lassemillas entre dos porciones de papel de lijar yse frotarán suavemente de forma circular. Otraalternativa recomendada es someter lassemillas a un tratamiento de calor a 50ºCdurante una semana. En cualquier caso, antesde la siembra se debe realizar la imbibición enagua durante 24 horas. Es posible que algunassemillas permanezcan en la superficie del aguadebido a su poco peso y la tensión superficial,por lo que es recomendable remover el aguapara humedecer todas las semillas. Pasadas 24horas, se extraerán las semillas que flotan, locual indica que no son semillas viables para lagerminación. Las semillas depositadas en elfondo del recipiente se utilizarán para lasiembra.

Es recomendable utilizar bandejasforestales con volumen de alvéolo de 250-

300 cm3 y profundidad entre 16-18 cm.Emplear como sustrato una mezcla de turbarubia (fertilizada y pH corregido) y fibra decoco con relación 1:1 en volumen hareportado buenos resultados (Fig. 10). Enaquellas regiones donde no se disponga de losmateriales anteriormente mencionados, y secultive en bolsas de polietileno y suelo, sesugiere como alternativa utilizar suelo forestalde buena calidad mezclado al 30-40% concompost de origen vegetal o de residuossólidos urbanos. En la siembra, después dehumedecer el sustrato a capacidad de campo,se colocarán de 2 a 3 semillas de esparto poralveolo en un pequeño hoyo (1 cm3) en lasuperficie del sustrato, y seguidamente secubrirá la bandeja con una ligera capa delmismo sustrato empleado. Finalmente, serecomienda realizar un riego ligero parahumedecer la capa añadida sobre las semillas.La siembra se puede realizar a partir del otoñohasta la primavera. En la fase de germinación,las bandejas se colocarán en un umbráculocon el fin de favorecer la germinación, reducirlas pérdidas por depredación de aves uhormigas, evitar las quemaduras de lasplántulas y garantizar una mejor uniformidaddel riego. En su defecto, se pueden disponerlas bandejas bajo la sombra de árboles. Alllegar a la fase de crecimiento rápido, setrasladarán las bandejas al sol. Las primerasgerminaciones se deben observar en el primer

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Figura 10. Matas de Stipa tenacissima de una savia producidas en el vivero público de Guardamar (Alicante,Generalitat Valenciana) mediante bandejas forestales y riego por difusión, preparadas para su traslado al campo.

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mes desde la siembra, completándose lagerminación antes de los tres meses.

El volumen y frecuencia de riego se ajustarán alas etapas de desarrollo del cultivo y a lascondiciones climáticas. Siempre debe regarsepara lograr la saturación del cepellón y permitiruna ligera lixiviación. Pequeños volúmenes deriego humedecen solo el tercio superior delalvéolo y pueden provocar reviramientos de lasraíces secundarias. No es aconsejable colocarcontenedores con distinto volumen y especiesen un mismo sector de riego. Se recomiendadesarrollar un adecuado programa defertilización, mediante la fertirrigación o el usode fertilizantes de liberación lenta, que abarquetodas las fases de cultivo.

El control de vegetación indeseable es importantedesde las primeras fases del cultivo. Debenextraerse las malas hierbas desde la raíz. Una vezque las malas hierbas han sobrepasado la alturade las plantas cultivadas, la competencia por losnutrientes irá en detrimento del cultivo y sueliminación será más difícil y costosa. Es tambiénnecesaria la exploración permanente de loscultivos con el fin de detectar el ataque de plagaso enfermedades en la primera etapa, lo cualfacilita su control y erradicación.

Preparación del terreno y gestión dela escorrentía y la evaporaciónDe manera general, los ecosistemas semiáridospresentan suelos poco profundos, con altapedregosidad y con bajos niveles de materiaorgánica y nutrientes. El resultado de laintroducción artificial de plantas en estas zonaspuede ser mejorado mediante una preparacióndel terreno que facilite el rápido desarrollo delas raíces hacia horizontes profundos yhúmedos, un aspecto esencial para que lasplántulas dispongan de agua para sobrevivir alprimer período estival post-plantación.

La preparación puntual del suelo es la técnicamás común en trabajos de restauración,debido a su adecuación a pendientespronunciadas y suelos con abundantesafloramientos rocosos (Fig. 11). Encomparación con preparaciones lineales oareales, la efectividad de la preparaciónpuntual es menor, pero supone un menorriesgo de erosión asociada a la ejecución,preserva en mayor medida la vegetaciónespontánea y causa un menor impacto visual.Normalmente la preparación puntual es elmétodo recomendado para plantar en losmicrositios más favorables y,

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Figura 11. Ejemplo de ladera no mecanizable sobre sustrato blando y escasa protección vegetal contra la erosión,donde la preparación puntual es lo más aconsejable (A). Construcción de fajinas manuales en una ladera con altapendiente, utilizando red de fibra de coco y estacas de madera (B).

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especialmente, si se pretende utilizar lavegetación existente para facilitar lainstalación de los individuos introducidos.

En general, la mecanización incrementa lasupervivencia y el crecimiento de las plantas,ya que les permite llegar a capas de suelomás profundas y acceder a mayor cantidad deagua (Fig. 12). Sin embargo, puedeempobrecer la zona de enraizamiento si seproduce inversión de horizontes edáficos, yaumentar los daños en la vegetación, lo quecausa un mayor impacto paisajístico.

En zonas no aptas para su mecanización, elahoyado manual hasta la máxima profundidadposible, con posterior formación de unabanqueta receptora del agua de escorrentía,es la preparación del terreno másrecomendable. La profundidad del hoyo nodebería ser nunca inferior a 30 cm. Larealización de contrapendientes en lasbanquetas, la formación de alcorques y lacreación de microcuencas, son medidasrecomendables para incrementar lacapacidad de almacenamiento de agua enel hoyo de plantación, a la vez que supone lacompartimentalización de la ladera enunidades discretas (a modo de pequeños“diques”) reduciendo su longitud total y, comoconsecuencia, la fuerza erosiva de laescorrentía. De esta manera, se favorece queel agua de escorrentía, sedimentos, materiaorgánica, semillas y restos vegetales quedenretenidos en estos puntos, lo que crea las“islas de recursos” (Fig. 13).

En zonas con pendientes superiores a 30% ysustratos blandos, un procedimientoinadecuado en la ejecución y/o eventosextremos de lluvia pueden causar la rotura de

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CUADRO 2. Estrategias deplantación.

La combinación de técnicas dirigidas aoptimizar el uso del agua de escorrentía,con la mejora de la infiltración y con laaplicación de otras técnicas quemodifiquen la relación hídrica entre laplanta y el suelo (i.e, acolchados,hidrogeles, tubos protectores oenmiendas) puede mitigar el impacto delintenso estrés hídrico sobre lasupervivencia de las plantas (Fig. 14).Para que estas técnicas adaptadas amedios semiáridos resulten másefectivas, es esencial identificarcorrectamente los micrositios conmejores condiciones para la plantación.En estos lugares, las plantas seestablecerán y desarrollarán mejor, ypodrán actuar como futuros núcleos dedispersión. En zonas más desfavorables,el objetivo de la intervención debe serúnicamente alcanzar un mínimo decobertura vegetal.

Figura 12. Maquinaria adaptada para reducir elimpacto sobre el suelo, la vegetación y el paisaje.

Figura 13. Banqueta que actúa como “isla de recursos”favoreciendo la instalación de otras especies.

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estas estructuras, ocasionando la aparición deprocesos erosivos en forma de regueros ocárcavas. Una de las técnicas posibles para elcontrol de estos procesos es el uso demateriales biodegradables, como las mantasde esparto o fibra de coco, que puedenenrollarse para la elaboración de fajinas amodo de pequeñas banquetas (Figs. 11 y 14).

La efectividad de las técnicas mencionadasse restringe, en su mayoría, a lluvias capacesde generar escorrentía superficial, lo cualdependerá por un lado de la cantidad eintensidad de la precipitación, y por otro de lacobertura vegetal y de las características yhumedad previa del suelo. En algunas zonassemiáridas son particularmente frecuentes loseventos de lluvia menores a 10 mm, por loque una parte importante de esta agua sepierde por intercepción y evaporación.

La creación de zonas impermeables, usandomateriales sintéticos (por ejemplo, unalámina de geotextil) o compactando el suelo,disminuye el umbral de generación deescorrentía tras una lluvia y multiplica (hastapor cinco) el agua concentrada en el puntode plantación (Fig. 15).

La eficiencia en el uso del agua de escorrentíamejora con la presencia de fragmentos de rocatanto en superficie como en el perfil del suelo yaque se facilita la penetración del agua haciazonas profundas y disminuye posteriormentelas tasas de evaporación. Este proceso naturalse puede recrear artificialmente en zonascercanas al cepellón de plantas introducidas,mediante la creación de pocillos rellenos conpiedras de pequeño tamaño (pozos secos o“dry wells”) que actúan como pasos de aguapreferentes hasta la rizosfera de la planta,donde el agua se conserva más tiempo que enla superficie (Fig. 16).

La realización de un acolchado o mulch impideel sellado superficial del suelo e incrementa lastasas de infiltración de agua lo que favorece suconservación en el suelo. Además, limita laaparición de vegetación espontánea que puedecompetir con la planta introducida y mejora elmicroclima edáfico promoviendo el desarrollode raíces superficiales y la proliferación demesofauna. Los materiales para su realizaciónpueden ser sintéticos, como los usados enagricultura, u orgánicos a partir desubproductos de cultivos agrícolas o restos depoda triturados. Si el terreno lo permite,pueden utilizarse piedras o gravas comomulch, ya que pueden abaratar costes deadquisición y transporte. Además, laspiedras pueden favorecer la condensaciónde agua durante la noche, lo que mejora elbalance de agua en el hoyo.

Utilización de enmiendas orgánicasLa escasez de agua es el factor más limitantepara el establecimiento de plantaciones enambientes semiáridos. Sin embargo, una vezsuperado el umbral de la disponibilidad hídrica oen casos de sequías de duración intermedia,suele aparecer un segundo cuello de botella enel éxito de las plantaciones relacionado con lafertilidad edáfica, más asociado a crecimiento

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Figura 14. Manta orgánica a base de esparto (Stipatenacíssima) empleada para el control de erosión enforma de regueros o cárcavas.

Figura 15. Geotextil de 0,30 m2 aguas arriba de unabanqueta de plantación.

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que a supervivencia. Además, la absorción denutrientes está íntimamente relacionada con ladisponibilidad hídrica, pues éstos llegan a laplanta en solución.

La fertilidad de los suelos en condicionesnaturales está determinada por distintascaracterísticas edáficas. El contenido denutrientes y de materia orgánica afecta alcrecimiento vegetal de una manera directa,pero otras propiedades, como el pH o latextura, también modifican la cantidad denutrientes disponibles para las plantas. Porejemplo, suelos de textura fina, con altaproporción de arcillas, suelen presentar una altacapacidad de retención de nutrientes y demateria orgánica, mientras que los de texturamás gruesa (más arenosos) tienen menorcapacidad de retención de nutrientes y altogrado de mineralización de la materia orgánica.Los suelos de zonas áridas y semiáridasmediterráneas son predominantementecalcáreos, y en ellos el fósforo suele ser elnutriente más limitante.

Con frecuencia, los suelos mediterráneos sonpobres en materia orgánica y es por ello que lagestión de la materia orgánica en estos

ambientes es especialmente importante. Se hanpropuesto valores umbrales de C orgánicoedáfico (≈1%) por debajo de los cuales laproductividad se ve severamente afectada. Engeneral, la aplicación de materia orgánica(enmiendas orgánicas) a suelos degradadosmejora las propiedades físicas (porosidad,infiltración, estabilidad estructural), químicas(aporte directo de nutrientes) ymicrobiológicas (estimulación de la actividadmicrobiana) de los suelos, lo cual se traduceen un aumento de la producción. Los residuosorgánicos podrían utilizarse en restauraciones alser una fuente muy importante de materiaorgánica y nutrientes; sin embargo, en muchasocasiones tienen como destino final el vertedero,sin ningún aprovechamiento (Cuadro 3). Desdeuna perspectiva agronómica, el nitrógeno y elfósforo contenido en residuos orgánicospueden tener un valor fertilizante yeconómico muy considerable.

Existen numerosos tipos de residuos orgánicospotencialmente utilizables como enmiendas:lodos de depuradora, residuos sólidos urbanos,estiércoles y purines, etc. Cada tipo muestradistintas propiedades, dependiendo del origen y

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Figura 16. Ejemplo de mulch de piedras en una banqueta para mantener la humedad superficial del suelo (A), y perfildel suelo en un paso preferente de agua creado artificialmente, en el que se aprecian restos orgánicos acumuladosen el fondo (B).

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del tratamiento recibido (Fig. 17). Por estemotivo, resulta difícil identificar unas dosis deaplicación óptimas, pues dependerán de lascondiciones iniciales del suelo y de laspropiedades del residuo. En el caso deaplicación de lodos de depuradora, las dosismás beneficiosas oscilan en el rango de 15 y30 toneladas (peso seco) por hectárea(Fig. 18). Estas dosis permiten una mejorasustancial del estado nutricional de la planta,especialmente de N y P, por ser éstos losnutrientes que se hallan en mayor cantidad enmuchos de estos productos. Este efecto serámás o menos prolongado en el tiempodependiendo del grado de maduración yestabilidad de la materia orgánica de losresiduos y de las condiciones abióticas del sitio,pudiendo actuar, en muchos casos, comofertilizantes de liberación lenta.

El tercer factor clave de la fertilidad edáfica, trasmateria orgánica y nutrientes, lo componen losagentes biológicos, entre los que se incluye lamesofauna, con una función principalmente detrituración de la materia orgánica, y los hongos ybacterias, responsables de la descomposiciónpropiamente dicha. Estos agentes juegan unpapel fundamental en el reciclaje de la materiaorgánica y la absorción de nutrientes por lasraíces. Los hongos micorrícicos, por ejemplo,establecen relaciones simbióticas con lasplantas hospedadoras aportando un beneficiomutuo: el hongo consigue carbohidratosprocedentes de la planta, mientras que ésta se

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16 Figura 17. Lodo de depuradora fresco para suaplicación en campo (foto superior) y tras un procesode compostaje con sustrato carbonado procedente derestos de poda y jardinería urbana (foto inferior).

Figura 18. Supervivencia (izquierda) y diámetro basal del tallo (derecha) de brinzales de Pinus halepensis dos añosdespués de la plantación en condiciones mediterráneas secas, en función de la dosis de aplicación de lodo dedepuradora seco o compostado.

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beneficia de la capacidad del hongo deabsorber nutrientes y, posiblemente, agua.También se ha observado un aumento de laresistencia de las plantas micorrizadas a otrasfuentes de estrés, como el salino y los metalespesados, y al ataque de patógenos. Dado queen zonas muy degradadas las poblaciones dehongos micorrícicos pueden estardiezmadas, puede resultar interesante laintroducción de planta micorrizada en vivero.No obstante, en muchos casos, la planta dereforestación se micorriza espontáneamenteuna vez introducida en el campo, por lo queen caso de aplicar inóculo artificialmente, éstedebe ser seleccionado con cuidado, intentandooptimizar la especificidad entre el hongo y laespecie vegetal.

Una restauración integraday participativaLa degradación de las tierras o desertificaciónes un problema ambiental y socio-económicoque afecta a gran parte de las zonas áridas delplaneta y que supone una pérdida significativade productividad biológica y económica. Paraavanzar en el bienestar social de estas zonas,es esencial responder a la desertificaciónmediante la mejora de la gestión de losrecursos naturales y la restauración. Lasacciones llevadas a cabo para combatir ladesertificación a menudo suponen grandesinversiones económicas y, sin embargo, nosuelen evaluarse de forma sistemática. Por ello,

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CUADRO 3. Producción y uso de residuos orgánicos en el Mediterráneo.

En Argelia se producen anualmente 8,5 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos de loscuales sólo un 4-5% es reciclado en otros usos, mientras que un 95% se destina a vertederos yotros vertidos no controlados (datos de 2009). Esto supone una enorme cantidad de nutrientes (ydinero) desperdiciada. Además, las normativas y directivas relativas a la gestión de residuosorgánicos son cada vez más exigentes y restrictivas, por lo que es esperable que la producción deestos residuos incremente en el futuro en Argelia y en otros países, especialmente en aquellos en losque las tasas de depuración, gestión y reciclado son aún bajas. Por ejemplo, en el año 1980 enEspaña menos de un 20% de la población conectaba sus aguas residuales a plantas depuradorasmientras que, debido a la aplicación de directivas sobre gestión de aguas, este porcentaje alcanzó el90% en 2005, prácticamente todas con tratamientos primarios o secundarios. En Marruecos,partiendo de un 8% de aguas residuales tratadas en 2005, se esperaba multiplicar por 10 laproducción de lodos de depuradora para el año 2010 para llegar a 123.000 toneladas. De manerasimilar, el volumen de aguas residuales tratadas en Túnez a finales de 2010 alcanzó 240 millones dem3 (80% de los cuales es de origen doméstico), con una expectativa de llegar a tratar hasta 500millones de m3 en el año 2021.

En los últimos años están aumentando loscasos de reutilización, tanto de aguasresiduales como de lodos de depuradora yresiduos sólidos urbanos en actividadesagrícolas y forestales en países del sur delMediterráneo (Argelia, Marruecos y Túnez). Enel contexto del Plan de Acción Nacional deLucha contra la Desertificación de Egipto, sehan establecido plantaciones forestalesregadas con aguas residuales, cumpliendotambién con otros objetivos, como la fijaciónde dunas. La Comunidad Valenciana (España)ha desarrollado diversos programas para laoptimización del uso de residuos orgánicos enrestauración ecológica.

Producción total y reutilización agrícola de lodos dedepuradora en 2008 (2005 para Italia) en varios paísesmediterráneos de la Unión Europea. Fuente: Eurostat.

el intercambio de experiencias y deconocimiento sobre las diferentes opciones esaún muy escaso, lo que limita la adopción delas mejores prácticas.

Los métodos tradicionales para la evaluaciónde proyectos de gestión de recursos naturalesse han centrado en variables biofísicas delecosistema (por ejemplo, la erosión del sueloo el estado de la cubierta vegetal). En lamayoría de las acciones de restauración,como repoblaciones forestales yplantaciones forrajeras, la evaluación de sueficacia y éxito se ha realizado empleandoun único indicador técnico (el porcentaje demarras). En los últimos años, sin embargo,hay una demanda creciente de métodos deevaluación socio-ecológica, que reconozcanlas relaciones complejas y dinámicas que sedan entre los seres humanos y los ecosistemas,y que recojan atributos biofísicos,socioeconómicos y culturales relacionados conel bienestar humano (Cuadro 4). Igualmente, sedemanda la participación de todas las partesinteresadas y la incorporación del

conocimiento local en la evaluación de losproblemas ambientales y de las posiblessoluciones.

¿Podemos identificar un grupo mínimo decriterios de evaluación e indicadores que seanválidos y eficaces para la mayoría de mediosáridos del planeta y que consideren lasdimensiones ecológicas y humanas de lalucha contra la degradación de tierras? Elconcepto de “servicios de los ecosistemas”proporciona un marco adecuado para evaluarlos impactos de las medidas de gestión en lossistemas socio-ecológicos y puede guiar laselección de un conjunto reducido yequilibrado de criterios e indicadores comunespara las zonas áridas (Tabla 1). Según ladefinición presentada por la iniciativaEvaluación de los Ecosistemas del Milenio(EEM), se entiende por serviciosecosistémicos aquellos beneficios que losecosistemas aportan a la sociedad. Seagrupan en cuatro grandes tipos: servicios desoporte, de provisión, de regulación yculturales.

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CUADRO 4. Principios de la evaluación integrada y participativa, dirigida al aprendizaje.

1. La evaluación participativa aumenta la probabilidad de adopción de técnicas exitosas.

2. La integración de conocimiento científico y local mejora la evaluación.

3. Los sistemas sociales y ecológicos están acoplados y, por lo tanto, la evaluación de suestado y de las opciones de gestión debe tener en cuenta tanto atributos biofísicoscomo socio-económicos y culturales.

4. La evaluación debe apoyarse en datos obtenidos de forma rigurosa.

5. No existen “mejores prácticas” en términos absolutos. La evaluación de las prácticasdepende depende de los criterios utilizados, las perspectivas e intereses de las partes,así como del contexto socio-ambiental de cada momento.

6. La evaluación y valoración de las acciones de gestión debe ir más allá de un enfoque deéxito y fracaso. Los protocolos de evaluación deben proporcionar sistemas deinformación y mecanismos de intercambio de conocimiento que fomenten elaprendizaje.

7. La evaluación de las prácticas de lucha contra la degradación debe ser consistente conlas recomendaciones de las grandes convenciones ambientales internacionales sobredesertificación (UNCCD), cambio climático (UNFCC) y biodiversidad (CDB).

8. Los métodos de evaluación deben prestar atención a procesos y característicascomunes en medios áridos, pero también deben ser sensibles a condicionesespecíficas de cada sitio y contexto.

Con el fin de incorporar el contexto socio-económico y los objetivos específicos de cada área y región, así como el conocimientolocal sobre los procesos clave que operan en elárea, estos criterios comunes debencompletarse con criterios específicos

seleccionados en cada sitio por el conjunto deactores locales.

Una evaluación eficaz, que conduzca a lamejora de las prácticas para combatir ladesertificación, debe considerar el punto devista y aprender de todos los grupos de

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TABLA 1. Propuesta de criterios comunes e indicadores para la evaluación de zonas áridas

CRITERIOS INDICADORES (EJEMPLOS)

EconomíaIngresos, Economía familiar Específicos de cada sitio

Servicios de provisiónBienes (fibra, alimentos, madera, etc.) Valor de productividad

Servicios de regulación y apoyo: Conservación de agua y suelo Cubierta y patrón espacial de la vegetaciónSecuestro de carbono Biomasa vegetal; carbono orgánico del suelo

Servicios culturalesHerencia cultural y de paisaje Valor cultural, recreativo, estético, etc.

Biodiversidad Diversidad de plantas vasculares

CUADRO 5. Protocolo para la evaluación participativa e integrada, aplicable a accionesde gestión y restauración de estepas.

Paso 1. Establecer una plataforma de actores locales: involucrar a un conjunto amplio yrepresentativo de los diferentes grupos de interés y actores locales relacionadoscon las acciones.

Paso 2. Recoger las perspectivas iniciales de los actores locales sobre: (a) las actuacionesde gestión llevadas a cabo, (b) los criterios e indicadores específicos que pueden serrelevantes para las condiciones del sitio y las actuaciones implementadas, y (c) laimportancia relativa de los diferentes indicadores en una evaluación que losconsidere a todos. Mediante la selección y ponderación de indicadores, los actoreslocales participan en el diseño del método de evaluación.

Paso 3. Diseñar e implementar un programa de seguimiento y de obtención de datosbasado en la selección de indicadores establecida por la plataforma de actoreslocales. En lo posible, involucrar a los actores locales en las labores deseguimiento y obtención de datos.

Paso 4. Compartir y discutir los resultados obtenidos como parte de una evaluaciónintegrada, analizando las acciones en función de los diferentes indicadores yexplorando cómo la importancia relativa asignada a cada uno influye en el resultadoglobal. Este último paso ofrece la oportunidad de refinar los puntos de vista inicialesa partir de los datos medidos para cada indicador y, muy especialmente, a partir delintercambio de conocimiento entre los diferentes actores.

interés que tienen conocimiento, experienciay perspectivas que compartir (Fig. 19). Losmétodos convencionales de evaluación suelenser aplicados por expertos que, posteriormente,transfieren a gestores y usuarios lasrecomendaciones que se derivan de losconocimientos adquiridos. Sin embargo, muy amenudo estos enfoques no se traducen en laadopción de nuevas prácticas, debido en parte ala natural resistencia de los actores locales frentea recomendaciones externas que cuestionan suspropias ideas y experiencias. Por el contrario, losmétodos de evaluación participativa tienen elpotencial para generar aprendizaje social ypromover la colaboración entre todas las partesinteresadas, mejorando así la adopción debuenas prácticas y la gestión del medio.

Una evaluación integrada y participativapuede estructurarse en la secuencia de pasosindicada en el Cuadro 5, que ofrece una víapara el intercambio de conocimiento entre lasdiversas partes interesadas, incluyendoexpertos, científicos, gestores y usuarioslocales (Figs. 19 y 20).

Para ilustrar las ventajas que presenta laconsideración de los servicios ecosistémicos deuna manera integrada en la evaluación de larestauración de las estepas semiáridas,presentamos un estudio de caso procedente delsudeste español. En este estudio, los criterios deevaluación aplicados se correspondieron con loscuatro grandes tipos de servicios indicadosanteriormente, añadiéndoles explícitamente labiodiversidad y los beneficios económicos paraobtener un total de 14 indicadores cuantitativos ysemi-cuantitativos (Fig. 21). El objetivo de estaevaluación fue comparar los niveles de serviciosproporcionados por zonas reforestadas frente aotras alternativas (espartal, matorral, pastizal ycultivo abandonado).

La evaluación siguió un proceso participativo,dado que la lista de servicios fue elaborada por35 personas o entidades interesadas, quepertenecían a diferentes categorías socio-profesionales (Fig. 22). Estas mismas personasdieron su opinión sobre la importancia relativa delos servicios ecosistémicos y de los indicadores, através de un cuestionario elaborado con este

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Figura 19. Plataformas de evaluación participativa, integrada por un conjunto de actores locales representativo delas diferentes partes interesadas, deciden de forma colaborativa cuáles son los criterios e indicadores relevantespara los objetivos y las condiciones específicas de cada sitio, así como la importancia relativa de los mismos.

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objetivo. La evaluación realizada tuvo lassiguientes etapas, que se ajustan al protocolodescrito en el Cuadro 5: estructuración de lainformación y elaboración de una matriz de datosque cruzaba las unidades de paisaje (alternativas) ylos servicios (criterios) e indicadores;estandarización de datos; ponderación de

servicios y de indicadores; evaluación integrada delas alternativas (es decir, calificación final obtenidaa partir del conjunto de indicadores); y, por último,un análisis de sensibilidad para determinar loscambios que se producirían en la calificacionesfinales si cambiaran los pesos dados a los distintosservicios e indicadores. Resulta importante indicarque en la fase de análisis de datos se puedenutilizar programas informáticos de acceso gratuitopara realizar un Análisis Multicriterio de Ayuda a laDecisión (MCDA).

Tal y como muestra la Figura 23, lasrepoblaciones forestales obtuvieron unacalificación final similar a los pastizales, y máselevada que la del resto de unidades depaisaje. En todo caso, antes de optar por lasreforestaciones como medida de restauraciónecológica, se debe tomar en cuenta su elevadocoste económico, por lo que resulta pertinentepreguntarse si podría conseguirse un resultadosimilar conservando la vegetación natural, tal ycomo ocurre con el pastizal en este estudio.

El análisis multicriterio participativo puedeaplicarse perfectamente en otras zonassemiáridas como las existentes en el Magreb.El esquema metodológico sería el mismo, perose incidiría sobre las especificidades propias dela región, como la fuerte y generalizadadegradación medioambiental por causas

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Figura 20. Esquema de una estructura simple para laevaluación integrada y participativa de actuaciones degestión y restauración para la lucha contra ladegradación de tierras áridas. El proceso es iterativo:esta secuencia de evaluación puede repetirse tantasveces como sea necesario en un proceso de gestiónadaptativa.

Figura 21. Ejemplo de aplicación de la noción de servicios ecosistémicos en la evaluación de reforestaciones frentea otras unidades de paisaje no arboladas en el sudeste español (matorral, espartal, pastizal y cultivo abandonado).

humanas, las serias amenazas de desertificacióny la pobreza. En lo que respecta a las unidadesde paisaje, se podrían mantener algunas de laspropuestas en el estudio de caso(reforestaciones, pastizal, matorral, espartal), sibien se deberían añadir otras alternativas, comolas plantaciones forrajeras a base de especies deAtriplex y cactus (Opuntia sp.). Dada la gransuperficie ocupada por los espartales,probablemente sería necesario distinguir entredistintos niveles de degradación (Fig. 24).

La lista de partes interesadas debería incluir lascategorías citadas en la Figura 22, además deotras como agricultores, ganaderos, miembros decooperativas o imanes de mezquitas, asegurandola participación de una representación suficientede mujeres, cuya opinión nunca ha sido tomadasuficientemente en consideración. Se debesubrayar que las partes interesadas puedenmostrar problemas para la comprensión de losservicios ecosistémicos, así como de losindicadores asociados. En estos casos, loscuestionarios para el análisis multicriterio puedenser mejorados mediante la inclusión defotografías e ilustraciones.

Ciertos servicios ecosistémicos tienen unaimportancia capital en la vida cotidiana de loshabitantes de zonas semiáridas degradadasdel Magreb. La fertilidad del suelo es un factorprimordial para la población, ya que su actividadprincipal ha sido tradicionalmente la producción

agraria. La biomasa suele tener importancia comorecurso energético. En zonas con vocaciónpastoral, las diversas especies forrajerasconstituyen un recurso indispensable para laalimentación de miles de cabezas de ganado que,a su vez, son fuente de riqueza para losganaderos. Asimismo, la elaboración depequeños productos manufacturados es unsector económico que continúa activo y con granpotencial. El esparto, por ejemplo, se explota parala elaboración de cuerdas y diversos utensilios. Enzonas muy áridas, la disponibilidad de agua es,lógicamente, la primera de las prioridades. Elcontrol de avenidas es un servicio muy importanteen la medida que las inundaciones puedesocasionar grandes daños e incluso la muerte depersonas, tal y como sucedió en 2003 en BeniBoufrah (Provincia de Alhucemas, NE deMarruecos). Por último, dado que en lassociedades del Magreb perviven muchascostumbres y tradiciones, la evaluación podríacompletarse considerando también el valorespiritual de los distintos ecosistemas estudiados.

En suma, la combinación de conocimientoscientíficos y de opinión de la sociedad que seobtiene mediante un análisis multicriterioparticipativo como el propuesto puedeayudar a los gestores a tomar decisiones deuna manera más objetiva, transparente ymejor fundada, y con ello identificar medidasóptimas para la restauración ecológica deestepas semiáridas.

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Figura 22. Categorías socio-profesionales de losgrupos de interés que participaron en la evaluación derepoblaciones forestales en la cuenca del Ventós(Alicante, sudeste español). Los tonos azules, verdes yocres agrupan a representantes de la educaciónsuperior e investigación, gestores, y otros,respectivamente. Entre paréntesis se muestra elnúmero de personas de cada colectivo.

Figura 23. Calificación de las alternativas en base alconjunto de servicios ecosistémicos considerados enel estudio de caso (cuenca del Ventós, Alicante,sudeste español).

Proyectos de demostración en lalucha contra la desertificaciónLa restauración de la cubierta vegetalrepresenta una de las opciones disponiblespara frenar la desertificación en áreasdegradadas. Con frecuencia, la restauraciónse centra en la reintroducción de especiesleñosas clave, cuya presencia, inclusomodesta, contribuye a mejorar la composicióny funcionamiento de los ecosistemas. Sinembargo, las reforestaciones en mediossemiáridos han tenido un resultado desigual,con fracasos frecuentes pero también conéxitos notables como el proyecto deRestauración de las Dunas de Guardamar(Alicante, España) o el proyecto deRevegetación de Sierra Espuña (Murcia,España). Para mejorar el éxito de lasrestauraciones, en las últimas décadas sehan invertido ingentes esfuerzos endesarrollar técnicas que permitan mejorarlos resultados de las reforestaciones. Entreellas se encuentra el uso de nuevosmateriales y protocolos durante el periodo devivero: técnicas como el pre-acondicionamiento a la sequía(endurecimiento) y la aplicación de regímenesde fertirrigación óptimos, junto con el uso decontenedores forestales que favorecen undesarrollo adecuado del sistema radical y lamejora del sustrato de cultivo han contribuidoa mejorar la calidad de la planta. Además, unaselección adecuada de especies y micrositiosde plantación, así como técnicas depreparación del terreno y enmienda del sueloóptimas han permitido mejorar las

condiciones de implantación de especies deinterés y mejorar el resultado de lasreforestaciones. Sin embargo, la informacióngenerada por estas investigaciones a menudono se encuentra disponible para gestores que,en último término, deben aplicar lasinnovaciones que se derivan de ellas. Por ello,son necesarios instrumentos, como losproyectos piloto y de demostración, quevaliden a escala de gestión lasinnovaciones científicas y aumenten lavisibilidad de las mismas.

Un ejemplo de este esfuerzo es el proyectopiloto y de demostración de Albatera (Figs. 25y 26). El área piloto de Albatera es una cuencade 25 hectáreas ubicada en la provincia deAlicante (sudeste de España), una de laszonas más afectadas por la desertificación enEuropa. En esta zona, anteriores programasde reforestación mediante plantaciones dePinus halepensis habían dado resultadospobres y en algunos casos incluso habíanempeorado la situación de la zona conrespecto a las condiciones de partida. Elprincipal objetivo del proyecto fue, por ello, laaplicación de las mejores estrategias ytécnicas de restauración ecológicadisponibles a principios del siglo XXI, con undoble fin: experimental y demostrativo. Lasacciones realizadas dentro del programa derestauración de la cuenca de Albaterapretendían reparar la funcionalidad delecosistema, creando rodales de vegetaciónque contribuyeran a capturar y conservaragua, sedimentos y nutrientes, y aaumentar así la producción del territorio.

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Figura 24. Ejemplo de espartal bien conservado en Guercif (A), degradado (B) y muy degradado (C) en Tendrara, aleste de Marruecos.

A) B) C)

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Figura 25. Disposición espacial de las distintas unidades de actuación en la cuenca de Albatera. La superficie totalafectada es de 25 ha.

CUADRO 6. Estrategia de restauración de la cuenca de Albatera.

Paso 1. Analizar la heterogeneidad espacial de la cuenca, identificando unidadesfuncionales a escala de paisaje basadas en los tipos de vegetación existentes,actuaciones previas, estado de degradación y tipos de suelos, y diseñar accionesespecíficas para cada unidad (Fig. 26 y Tabla 2).

Paso 2. Utilizar un amplio abanico de especies autóctonas que abarquen la potencialdiversidad de los hábitats, los diferentes estadios de degradación, y los objetivos demanejo, empleando densidades de plantación acordes con el potencial de la zona.

Paso 3. Mejorar la calidad de los brinzales mediante el cultivo de las plantas en vivero encondiciones que potencien su capacidad de adaptación y desarrollo enambientes con fuertes limitaciones hídricas.

Paso 4. Aplicar las mejores técnicas de preparación del terreno y plantación disponibles,tales como técnicas de recolección de agua y conservación de la humedad(microcuencas, pozos secos, etc.), tubos protectores, cubiertas orgánicas yenmiendas orgánicas.

Paso 5. Minimizar los efectos negativos que pudieran generar estas actuaciones,utilizando técnicas de bajo impacto. Por ejemplo, mediante ahoyado con retro-araña, que trabaja en terrenos escarpados con mínima alteración del entorno.

Paso 6. Establecer un programa de seguimiento de los resultados de las actuaciones.

Igualmente, se pretendía incrementar ladiversidad del ecosistema, su estabilidad yresiliencia, así como reducir el riesgo dedegradación, erosión y avenidas (Cuadro 6 yTabla 2).

El programa de seguimiento de las acciones enla cuenca restaurada ha mostrado que, a pesarde las escasas precipitaciones habidas durantelos años posteriores a la plantación, éstamuestra resultados prometedores. Así, elacierto en la tecnología aplicada ha sidorefrendada con tasas de supervivencia que vandesde el 30% al 70%. Pero más allá de esteéxito, Albatera ha constituido unaherramienta de enorme utilidad para la

discusión de técnicas de restauración enzonas semiáridas degradadas, la difusión detécnicas exitosas y la génesis de nuevaspropuestas. En la última década, la cuenca hasido visitada por visitantes españoles yextranjeros pertenecientes a una veintena decentros de investigación y administracionesforestales y de lucha contra la desertificación.La cuenca demostrativa es un referente en laformación de alumnos de posgrado enrestauración de varias universidades españolas.Además, los resultados de las actuacionesrealizadas han sido presentados en diversaspublicaciones y numerosos congresoscientíficos y reuniones técnicas.

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Figura 26. Imágenes representativas de las diferentes unidades de actuación en la cuenca piloto de Albatera.

Cabecera Terrazas con repoblación

Solana con enclaves de umbría

Umbría y thalwegs de solana

Umbríacon repoblación

Cauce Canalización antes de la restauración

Canalización después de la restauración

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TABLA 2. Selección de especies y distribución por unidades ambientales (datos en %) en función desus características funcionales y experiencia previa en reforestaciones experimentales.

UNIDADES DE INTERVENCIÓN EN LA CUENCA DE ALBATERA

ESPECIES

Estrato arbóreo

Pinus halepensis <5 15 <5

Ceratonia siliqua 10

Tetraclinis articulata <5 15 20

Estrato arbustivo

Chamaerops humilis 10 10

Ephedra fragilis 20 20

Juniperus oxycedrus <5 10 20

Nerium oleander 60

Olea europea sylvestris 20 20 15 15

Osyris quadripartita 5

Pistacia lentiscus 30 25 15 20

Quercus coccifera 20 10 15 20

Rhamnus lycioides 30 25 <5 20

Salsola genistoides 5

Salsola oppositifolia 20

Tamarix africana 40

Estrato herbáceo

Lygeum spartum 10

Stipa tenacissima 10

Cabecera

Terraza con

repoblación

Solana

Umbría

Umbría con

repoblación

Cauce

Canal

Bases para la restauración ecológica de espartales

Bases p

ara la restauración eco

lóg

ica de esp

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